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02/08/2025

MORGAN LERETTE
No son Blackwater ni Wagner, pero los paramilitares yanquis contratados en Gaza son mercenarios al 100 %

Hay una diferencia, y lo que está sucediendo hoy nos llevará a un futuro mucho más oscuro

Morgan Lerette, Responsible Statecraft, 31/7/2025
Traducido por Tlaxcala

Morgan Lerette es un exoficial de inteligencia del ejército de USA que trabajó para Blackwater entre 2004 y 2005. Es autor de «Guns, Girls, and Greed: I was a Blackwater Mercenary in Iraq» (Armas, chicas y codicia: fui mercenario de Blackwater en Irak). Tras abandonar el ejército usamericano con el rango de capitán, Morgan se graduó en la Fletcher School of Law and Diplomacy de la Universidad de Tufts con un máster en Banca y Finanzas Internacionales.

 

Los usamericanos que trabajan para una empresa militar privada poco conocida con sede en USA han comenzado a denunciar ante los medios de comunicación y los miembros del Congreso que su trabajo ha consistido en utilizar munición real para controlar a la multitud y otras medidas abusivas contra civiles desarmados que buscaban comida en los controvertidos centros de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria Global (GHF) en Gaza.

UG Solutions fue contratada por la GHF para garantizar la seguridad y la entrega de alimentos en Gaza. La GHF, con la ayuda de las CMP [contratistas militares privados], afirma haber proporcionado casi 100 millones de comidas a Gaza. Israel puso a la GHF al mando de lo que antes era la misión de ayuda dirigida por la ONU.

Sin embargo, la ONU ha calificado el nuevo modelo de «abominación» que «no proporciona nada más que hambre y disparos al pueblo de Gaza», en referencia a los 1000 habitantes de Gaza que han muerto cerca o en los centros de la GHF desde mayo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han sido acusadas de disparar y bombardear a civiles desarmados. Los contratistas usamericanos afirman haberlo presenciado y que se les ha ordenado utilizar munición real en sus propias operaciones de control de multitudes.


UG Solutions es una de las dos empresas contratistas usamericanas que trabajan en los centros de distribución de alimentos. Ambas han negado rotundamente las acusaciones de los contratistas, al igual que las FDI. La GHF también ha publicado respuestas exhaustivas en las que califica las acusaciones de totalmente falsas.

Huelga decir que esto plantea un montón de preguntas sobre el uso de contratistas usamericanos en esta zona de conflicto en particular, pero también sobre quiénes son. Según toda la información disponible sobre UG Solutions, no operan bajo la bandera ni la protección de un contrato con una agencia usamericana, sino de una entidad extranjera. Esta ampliación del ámbito de actuación, en mi opinión, convierte a UG Solutions en una organización mercenaria en toda regla y lleva a la industria por un camino muy oscuro.

 

¿Qué es un mercenario?

El uso de contratistas militares privados (CMP) en Irak creó una zona gris entre los combatientes y los civiles que desempeñaban funciones de combate en una zona de guerra. USA, que no quería ser visto como un ocupante, entregó el gobierno de Irak en 2004. En teoría, esto significaba que la misión militar había terminado y que comenzaba la misión diplomática.

En la práctica, la guerra continuó y los diplomáticos necesitaban la protección de miembros no militares. Civiles que trabajaban para empresas como Dyncorp y Blackwater protegían a las personas encargadas de ayudar al incipiente Gobierno iraquí a reconstruir el país. ¿Eran mercenarios? La respuesta corta es: más o menos.

Las Naciones Unidas utilizan seis criterios para definir el término «mercenario».

Alguien que:

1. Es reclutado especialmente para combatir en un conflicto armado.

2. Participa directamente en las hostilidades.

3. Su motivación principal es el beneficio privado (una compensación significativa prometida).

4. No es nacional de una de las partes en conflicto.

5. No es miembro de las fuerzas armadas de una de las partes en conflicto.

6. No ha sido enviado por un Estado en misión oficial.

Los juristas pueden discutir la definición legal de cada criterio, pero, según mi cálculo, y habiendo trabajado para Blackwater en 2004-2005, los CMP cumplen cuatro de los seis criterios (1, 2, 3 y 5).

¿Es UG Solutions la próxima Blackwater?

No. Pero comparten similitudes. Blackwater ganó notoriedad protegiendo a diplomáticos en Irak en 2003. El contrato para proteger al jefe de la Autoridad Provisional de la Coalición, Paul Bremer, dio lugar a contratos con el Departamento de Estado de los USA (DoS) para proteger a diplomáticos, otras agencias gubernamentales (CIA, FBI, etc.), senadores usamericanos y cualquier otra persona que quisiera comprobar los progresos realizados en Irak.

La nuestra era principalmente una operación defensiva en la que protegíamos a personas y lugares, pero teníamos que desplazarnos por todo el país para hacerlo. Esta es también una zona gris en la que teníamos que desplazarnos por todo el país con y sin las personas a las que protegíamos. Esto significaba despejar el tráfico utilizando las mismas armas que se entregaban al ejército usamericano. Algunos podrían argumentar que se trataba de una operación defensiva, pero los vídeos que se pueden ver en YouTube se parecen mucho a operaciones ofensivas.

Estos contratos fueron adjudicados por el Departamento de Estado a Blackwater, que a su vez contrató a contratistas independientes (yo) para trabajar para ellos en Irak. Con múltiples capas de separación entre el otorgante del contrato (el Departamento de Estado) y los hombres que realizaban el trabajo sobre el terreno, se ha dicho que Blackwater no era un grupo mercenario, sino que los contrataba.

Volviendo a la definición de mercenario de la ONU, sostengo que se cumplen cuatro de los seis criterios: fuimos reclutados para combatir, participamos en hostilidades, estábamos motivados por ganancias privadas y no éramos miembros de las fuerzas armadas en el conflicto.

Al entrar en la zona gris creada por la contratación de CMP, podría argumentar que tampoco éramos nacionales de una de las partes en conflicto, ya que la guerra era ahora una misión «diplomática» entre USA e Irak, en la que Irak solicitó la ayuda militar de USA, por lo que técnicamente ya no estábamos «en guerra» con Irak. Pero bueno, yo tenía pasaporte diplomático y Blackwater me dijo que teníamos inmunidad diplomática, así que definitivamente fui enviado por el Estado en misión oficial.

¿Es UG Solutions el próximo Grupo Wagner?

No. Sinceramente, no tienen nada en común. Wagner se conoce comúnmente como un grupo mercenario, pero según la definición de la ONU, no lo es. Son una extensión del ejército ruso. Es cierto que reclutaban en prisiones y han cometido crímenes de guerra, pero no son mercenarios. De las tres empresas, son los únicos que pueden afirmar que no son mercenarios.

La principal diferencia entre Wagner y Blackwater es que Wagner es una unidad militar. Llevan a cabo operaciones ofensivas, conquistan y mantienen territorios, y son enviados a lugares donde Rusia quiere ejercer su influencia. No fue hasta 2023 cuando Vladimir Putin confesó que Wagner estaba financiada por el Gobierno. También tienen una estructura jerárquica y un código de conducta similares a los del ejército usamericano. Es cierto que no parecen cumplirlo de la misma manera que los miembros del ejército usamericano que están regulados por el Código Uniforme de Justicia Militar (UCMJ), pero existe. Eso es más de lo que tenía Blackwater.

Basándonos en esto, no son más un «ejército mercenario» que el ejército usamericano. Sé que esto va a molestar a algunos, pero yo no he creado los criterios, así que no se enfaden conmigo.



¿Es UG Solutions un nuevo tipo de mercenariado?

Sí. UG Solutions es un grupo mercenario.

Cumplen todos los criterios. No son parte en el conflicto de Gaza, fueron reclutados para participar en hostilidades, no fueron enviados por el Gobierno de los USA, no son nacionales de ninguna de las partes en conflicto, no forman parte de ningún ejército y están allí por motivos económicos. Quiero dejar claro que UG Solutions, como empresa, es un grupo mercenario. Los hombres que trabajan para ella también son mercenarios.

Al igual que Blackwater, se dedican principalmente a operaciones defensivas y el Departamento de Estado de USA ha ayudado a financiar la GHF, pero tienen su sede en USA y trabajan para una entidad extranjera, en una zona de combate, por dinero. Es hora de llamar a las cosas por su nombre: las empresas usamericanas están directamente involucradas en actividades mercenarias y tratan de protegerse bajo la apariencia de ser contratistas militares privados.

¿Qué significa esto?

UG Solutions tomó el modelo de las CMP y lo llevó más allá al contratar a una entidad extranjera. No hay ninguna conexión con el gobierno de USA. No hay forma de que se protejan bajo la bandera usamericana. Es cierto que su misión es aparentemente humanitaria, señalando que la ONU utiliza contratistas para operaciones similares. Tienen razón, aunque sea una razón poco sólida.

Los denunciantes han afirmado que han participado en tácticas ofensivas agresivas contra la población desarmada de Gaza que acudía a los centros de la GHF en busca de alimentos.

El uso de los CMP aquí ha evolucionado hasta el punto de que hay poca diferencia entre la contratación y el trabajo mercenario. UG Solutions ha traspasado los límites de lo que es apropiado para las CMP con sede en USA, tanto desde el punto de vista ético como legal, al hacer caso omiso de la moralidad y trabajar para una organización no afiliada al Gobierno usamericano. Los políticos permanecen en silencio mientras se produce un cambio radical, negándose a reconocer, y mucho menos a regular, las empresas privadas que actúan como mandatarios militares. Lamentablemente, esto continuará hasta que se repita un incidente como la emboscada a cuatro contratistas de Blackwater en Faluya, Irak, en 2004.

Es hora de llamar a esto por su nombre: trabajo mercenario. Si nos negamos a definirlo, nunca tendremos la conversación sobre si debemos o no seguir utilizando los CMP como sustitutos del ejército y la política exterior de USA. Nos debemos a nosotros mismos abordar este alcance cada vez mayor antes de que lleve a que más civiles usamericanos se encuentren en una zona de combate.

MORGAN LERETTE
Ce n’est ni Blackwater ni Wagner, mais les paramilitaires yankees engagés à Gaza sont à 100 % des mercenaires

Il y a une différence, et ce qui se passe aujourd’hui nous mènera vers un avenir bien plus sombre

Morgan Lerette, Responsible Statecraft, 31/7/2025

Traduit par Tlaxcala

Morgan Lerette est un ancien officier du renseignement militaire US qui a travaillé pour Blackwater de 2004 à 2005. Il est l’auteur de « Guns, Girls, and Greed: I was a Blackwater Mercenary in Iraq » (Armes, filles et cupidité : j’étais mercenaire pour Blackwater en Irak). Après avoir quitté l’armée usaméricaine avec le grade de capitaine, Morgan a obtenu un master en banque et finance internationales à la Fletcher School of Law and Diplomacy de l’université Tufts.

 

Des USAméricains travaillant pour une société militaire privée peu connue basée aux USA ont commencé à se manifester auprès des médias et des membres du Congrès, affirmant que leur travail consistait à utiliser des balles réelles pour contrôler les foules et à prendre d’autres mesures abusives contre des civils non armés qui cherchaient de la nourriture dans des sites controversés de distribution alimentaire gérés par la Global Humanitarian Foundation (GHF) à Gaza.


UG Solutions a été engagée par la GHF pour sécuriser et livrer de la nourriture à Gaza. Le GHF, avec l’aide des SMP [Sous-traitants militaires privés], affirme avoir
fourni près de 100 millions de repas à Gaza. Israël a confié à la GHF le contrôle de ce qui était auparavant la mission d’aide humanitaire dirigée par l’ONU.

L’ONU a toutefois qualifié ce nouveau modèle d’« abomination » qui « n’apporte rien d’autre que la famine et les coups de feu à la population de Gaza », faisant référence aux 1 000 Gazaouis qui ont été tués près ou dans les centres de la GHF depuis mai. Les Forces de défense israéliennes (FDI) ont été accusées d’avoir tiré et bombardé des civils non armés. Les employés des sous-traitants usaméricains affirment en avoir été témoins et avoir reçu l’ordre d’utiliser des balles réelles dans le cadre de leurs propres opérations de contrôle des foules

UG Solutions est l’une des deux sociétés usaméricaines sous contrat travaillant dans les centres alimentaires. Toutes deux ont catégoriquement nié les accusations des employés, tout comme les FDI. La GHF a également publié des réponses détaillées qualifiant ces accusations de totalement fausses.

Inutile de dire que cela soulève de nombreuses questions sur le recours à des entrepreneurs usaméricains dans cette zone de conflit particulière, mais aussi sur leur identité. D’après toutes les informations disponibles sur UG Solutions, cette société n’opère pas sous la bannière ni sous la protection d’une agence usaméricaine, mais d’une entité étrangère. Cette extension de son champ d’action, selon moi, fait d’UG Solutions une organisation mercenaire à part entière et entraîne le secteur dans une voie très sombre.

Qu’est-ce qu’un mercenaire ?

Le recours à des sociétés militaires privées (SMP) en Irak a créé une zone grise entre les combattants et les civils privés remplissant des rôles de combattants dans une zone de guerre. Les USA, ne voulant pas être considérés comme des occupants, ont transféré le pouvoir en Irak en 2004. En théorie, cela signifiait la fin de la mission militaire et le début de la mission diplomatique.

Dans la pratique, la guerre faisait rage et les diplomates devaient être protégés par des membres non militaires. Des civils travaillant pour des entreprises telles que Dyncorp et Blackwater protégeaient les personnes chargées d’aider le gouvernement naissant de l’Irak à se reconstruire. Étaient-ils des mercenaires ? La réponse courte est : en quelque sorte.

Les Nations unies utilisent six critères pour définir le terme « mercenaire ».

Une personne qui :

1. Est spécialement recrutée pour combattre dans un conflit armé

2. Participe directement aux hostilités

3. Est principalement motivée par un gain privé (une compensation importante promise)

4. N’est pas ressortissante d’une partie au conflit

5. N’est pas membre des forces armées d’une partie au conflit

6. N’est pas envoyé par un État dans le cadre d’une mission officielle

Les juristes peuvent débattre de la définition juridique de chaque critère, mais d’après mes calculs et mon expérience chez Blackwater en 2004-2005, les SMP répondent à quatre des six critères (1, 2, 3 et 5).

UG Solutions est-elle la prochaine Blackwater ?

Non. Mais ils présentent des similitudes. Blackwater s’est fait connaître en protégeant des diplomates en Irak en 2003. Le contrat visant à protéger le chef de l’Autorité provisoire de la coalition, Paul Bremer, a débouché sur des contrats avec le département d’État américain (DoS) pour protéger les diplomates, d’autres agences gouvernementales (CIA, FBI, etc.), des sénateurs usaméricains et toute autre personne souhaitant vérifier les progrès réalisés en Irak.

Notre mission était principalement défensive : nous protégions des personnes et des lieux, mais nous devions nous déplacer dans tout le pays pour le faire. Il s’agissait également d’une zone grise, car nous devions nous déplacer dans le pays avec ou sans les personnes que nous protégions. Cela impliquait de dégager la circulation à l’aide des mêmes armes que celles fournies à l’armée usaméricaine. Certains pourraient arguer qu’il s’agissait toujours d’une mission défensive, mais les vidéos de nous sur YouTube ressemblent beaucoup à des opérations offensives.

Ces contrats ont été attribués par le DoS à Blackwater, qui a ensuite engagé des contractants indépendants (moi) pour travailler pour eux en Irak. Compte tenu des multiples niveaux de séparation entre le donneur d’ordre (le DoS) et les hommes qui effectuaient le travail sur le terrain, on a dit que Blackwater n’était pas un groupe mercenaire, mais qu’il les avait engagés.

Pour en revenir à la définition du mercenaire donnée par l’ONU, je soutiens que nous remplissions quatre des six critères : nous avions été recrutés pour combattre, nous avions participé à des hostilités, nous étions motivés par un gain personnel et nous n’étions pas membres des forces armées en conflit.

En entrant dans la zone grise créée par le recours à des SMP, je pourrais faire valoir que nous n’étions pas non plus ressortissants d’une partie au conflit, car la guerre était désormais une mission « diplomatique » entre les USA et l’Irak, ce dernier ayant demandé l’aide militaire des USA, de sorte que nous n’étions techniquement plus « en guerre » avec l’Irak. Mais bon, j’avais un passeport diplomatique et Blackwater m’avait dit que nous bénéficions de l’immunité diplomatique, donc j’étais bien envoyé par l’État en mission officielle.

UG Solutions est-elle le prochain groupe Wagner ?

Non. Honnêtement, ils n’ont aucun point commun. Wagner est communément considéré comme un groupe de mercenaires, mais selon la définition de l’ONU, ce n’est pas le cas. Il s’agit d’une extension de l’armée russe. Certes, ils ont recruté dans les prisons et ont commis des crimes de guerre, mais ce ne sont pas des mercenaires. Des trois sociétés, c’est la seule qui peut prétendre ne pas être mercenaire.

La principale différence entre Wagner et Blackwater est que Wagner est une unité militaire. Elle mène des opérations offensives, s’empare et occupe des territoires, et est envoyée dans des endroits où la Russie veut exercer son influence. Ce n’est qu’en 2023 que Vladimir Poutine a avoué que Wagner était financé par le gouvernement. Ils ont également une structure hiérarchique et un code de conduite similaires à ceux de l’armée usaméricaine. Certes, ils ne semblent pas les respecter de la même manière que les militaires usaméricains sont régis par le Code uniforme de justice militaire (UCMJ), mais ils existent. C’est plus que ce qu’avait Blackwater.

Sur cette base, ils ne sont pas plus une « armée mercenaire » que l’armée usaméricaine. Je sais que cela va en déranger certains, mais je n’ai pas créé ces critères, alors ne m’en voulez pas.

UG Solutions est-elle une nouvelle forme de mercenariat ?

Oui. UG Solutions est un groupe mercenaire. Ils répondent à tous les critères. Ils ne sont pas partie prenante au conflit à Gaza, ont été recrutés pour participer aux hostilités, n’ont pas été envoyés par le gouvernement usaméricain, ne sont pas ressortissants d’une partie au conflit, ne font pas partie d’une armée et sont là pour leur profit personnel. Je tiens à préciser que UG Solutions, en tant qu’entreprise, est un groupe mercenaire. Les hommes qui travaillent pour elle sont également des mercenaires.

À l’instar de Blackwater, ils mènent principalement des opérations défensives et le département d’État usaméricain a contribué au financement de la GHF, mais leur siège social est situé aux USA et ils travaillent pour une entité étrangère, dans une zone de combat, pour de l’argent. Il est temps d’appeler les choses par leur nom : des entreprises usaméricaines sont directement impliquées dans des activités mercenaires et tentent de se protéger sous le couvert d’une société militaire privée.

Qu’est-ce que cela signifie ?

UG Solutions a repris le modèle des SMP et l’a fait évoluer en passant des contrats avec une entité étrangère. Il n’y a aucun lien avec le gouvernement usaméricain. Ils ne peuvent en aucun cas se protéger sous le drapeau usaméricain. Certes, leur mission est ostensiblement humanitaire, soulignant que l’ONU fait appel à des contractants pour des opérations similaires. Ils ont un argument, même s’il est fragile. Des lanceurs d’alerte ont déclaré avoir participé à des tactiques offensives agressives contre la population non armée de Gaza qui se rendait sur les sites de la GHF pour se procurer de la nourriture.

Le recours aux SMP ici a évolué au point qu’il n’y a plus guère de différence entre le travail sous contrat et le mercenariat. UG Solutions a repoussé les limites de ce qui est acceptable pour les SMP basées aux USA, tant sur le plan éthique que juridique, en faisant fi de toute moralité et en travaillant pour une organisation non affiliée au gouvernement usaméricain. Les politiciens restent silencieux face à ce changement radical, refusant de reconnaître, et encore moins de réglementer, les entreprises privées qui agissent comme des mandataires militaires. Malheureusement, cette situation perdurera jusqu’à ce qu’un incident comme l’embuscade de quatre contractuels de Blackwater à Falloujah, en Irak, en 2004, se reproduise.

Il est temps d’appeler ça par son nom : du mercenariat. Si nous refusons de le définir, nous ne pourrons jamais débattre de l’opportunité de continuer à utiliser les SMP comme mandataires de l’armée usaméricaine et de la politique étrangère. Nous nous devons de remédier à cette dérive avant qu’elle n’entraîne l’envoi d’un plus grand nombre de civils usaméricains dans des zones de combat.

01/08/2025

LYNA AL TABAL
A hundred years of hell in Palestine

Dr Lyna Al Tabal, Rai Al Youm, 1/8/2025

Translated by Tlaxcala

France has finally decided to recognise the State of Palestine.

In the month when the leaves fall and lies blossom on the banks of the Seine, France has finally granted recognition — timid, belated, seven decades behind...


And UK, the very country that sold off land that did not belong to it, has decided in turn to make a gesture... But Resolution 67/19, adopted by 138 countries at the United Nations General Assembly in 2012, had already granted Palestine the status of ‘non-member observer state’, on the same footing as the Vatican. It was on this basis that Palestine was able to join international organisations and treaties, such as the International Criminal Court and UNESCO.

Okay, you Europeans number 450 million. Your economy is worth $20 trillion. You shine on the stock markets and dominate the markets... But tell me: can your governments weigh even a kilogram of justice? A handful of dignity? Recognition seventy years late – is that your offer? You call that a gesture? You are giving Palestine nothing. Nothing. Is that all you have to offer? Really?

Will this recognition stop a tank? Will it warm the cold bed of a murdered mother? Bring a child back to life? No.

Yes, Europe loves Palestine... but from afar. Like one loves a lost cause, an oriental myth, a poem by Mahmoud Darwish framed on the wall of a Parisian living room. And you know it: Israel will swallow this recognition like it swallows the West Bank — whole.

Enough talk.

The world doesn't need another declaration. It just needs you to stop arming the killer.

This recognition is a caricature. What Palestine needs is for this complicity to end. The UN condemns Israel every day. What has that changed? Gaza is dying of hunger, suffering genocide, crimes, misery...

Three colours dominate: the grey of the ruins, the red of the blood, and the bright gold of disaster – that of the markets thriving on the rubble. There is no need for further statements. Keep your ‘courageous’ gestures. Jeffrey Sachs is not a revolutionary. He is an expert, a man who simply tells the truth: ‘Stop supplying arms to Israel, and the war will end.’

The solution begins with one word: responsibility. The responsibility of Israel, but also of all those who support it. Imposing sanctions is the minimum. Their Prime Minister is accused? Then let him be taken to The Hague in handcuffs and let the trials begin – if you still believe in that word: peace.

The only measure that makes sense in this region is the disarmament of Israel.

But what can Europe do in the face of the great powers that dictate their laws and impose their will? The Trump administration has not even bothered to hide its imperialism: ‘We will do what we want, you are worthless,’ it has proclaimed.

All this is merely the logical consequence of a choice: that of the Western world, which has preferred unipolarity to justice.

Let's not waste our time today by condemning Abu Mazen (President of the Palestinian [In]Authority)... There's no point in shooting at a hearse: history will judge him in the end.

And for goodness' sake, stop shouting ‘Where are the Arabs?’ — that question no longer makes sense. It's a stupid question.

The Arabs, my friend, have disappeared...

All that's left is you, me, and a handful of believers, dreamers, who can be counted on the fingers of one hand.

They have disappeared, like ancient species. So don't ask where they are.

All this has happened because the Western world has decided to move towards a single empire that does not resemble it and does not respect it. Europe could have prevented this war or mitigated its violence... but it chose to fall in love!

Europe is like an old lady wearing a hat made of colourful peacock feathers, who believes that America loves her... She is blinded by her love for America. Since the late 1990s, Europe has not adopted an independent foreign policy, except for a policy of hostility towards Russia... Russia is a Soviet nightmare for her, when it should have been a trading partner, but she has decided to be Washington's unhappy mistress.

Ursula von der Leyen, the official spokesperson for the American empire within the European Commission, is a ridiculous woman! You know, of course, that it is American officials who run Europe, but you continue to pretend that Brussels is the capital of Europe.

You know very well that it is Washington that calls the shots...

And yet, despite everything, you smile and wave the European flag proudly.

There is no security for Ukraine, nor for Europe, nor even for your children's dreams, in this insane American adventure that you have joined and become the leaders of.

You are complicit in a million deaths. Yes, you knowingly participated in this massacre in Ukraine.

You have sown only death. And what has changed? Nothing.

Let's return to the American position. Trump, true to form, threatens: ‘America will enter Ukraine to finish the job.’

And Putin, also true to form, bursts out laughing: “Let him talk... He always does the opposite of what he says”.

In Palestine, the situation is very clear, Mike Huckabee says there is no possible solution in Palestine!

The US has abandoned its policy in the Mashreq and handed it over to Benjamin Netanyahu... It is the Israeli lobby that dominates US policy. It's a joke!

In 1996, at the height of the peace talks, while Israelis and Palestinians were sitting in the negotiating rooms, shaking hands in Madrid, negotiating in Oslo and placing Palestinian flags alongside United Nations flags, and while Yasser Arafat was modifying the pact in the hope of a state, Netanyahu and his USAmerican Zionist advisers were preparing a plan to replace the two-state solution with a ‘solution by force’: encircle Syria, strike Iraq and suffocate the Palestinians. And strike any alliance that formed to support Palestine, including Hezbollah and Hamas. They called this solution "A Clean Break " because they had decided to break away permanently and impose their reality.

Based on this document, the US waged seven wars in five years. General Wesley Clark carried out the instructions of the Israeli political bureau. You can listen to General Wesley Clark on the Internet, he talks about this subject. He was NATO's commander-in-chief in 1999... These are Netanyahu's wars, by the way: to eliminate the remnants of the Soviet allies, dismantle the system of every state, every alliance and organisation hostile to Israel, and sow chaos in the region.

And every time a war broke out, Netanyahu would flash that same smile — the smile of a man lighting a cigarette at the first sign of depression. For thirty years, he has tirelessly repeated his vision: there will be only one state, Israel.

‘And any dissenting voice will be crushed — not by us directly, but by our American friends,’ he said. That, in general, is the policy of the United States in the Mashreq, even today.

This policy did not begin with Trump, nor with Biden, and it was not invented by Clinton, Bush or Obama. It is the tedious game of U.S.  politics: if you are not with us, you are against us, and if you are against us, wait for your regime to collapse from within. Is this not the daily reality of U.S. politics? Since World War II, the US has constantly intervened directly in the affairs of other countries, under the guise of a fallacious discourse on democracy. Between 1945 and 1989, it brought about seventy regime changes. It accused the Soviets of wanting to conquer the world, then used this pretext to conquer the world itself...

Our destiny is already mapped out, set in stone for the next hundred years... But we have this habit of surprising them, of sabotaging their most sinister plans. They thought Gaza would collapse in a month. They dug our graves, pitched their tents in the Sinai and redrew the maps of the region.

What a grotesque illusion! They believed that Gaza was just an inconvenient detail to be swept away in a few weeks. But every massacre gave birth to a new missile: from the Qassam to the Yassin, then the Badr-3; from the Ayyash 250 to the R160, to the Al-Quds and the Asif al-Ghadab.

What impotence! Have you forgotten that Gaza defies even the laws of physics? Everything that is thrown at it... ends up bouncing back.

They gambled on the colonisation of the West Bank — and they won that gamble.

They believed that a military victory would signify the end of the conflict. But Gaza reminds them every moment: this is not a battle, it is an existence.

What victory can be claimed when the stability of an army depends on a box of Prozac? A state that can only stand with antidepressants is not a state: it is a patient.

This is not advice, but a warning — cold, clear — from an enemy who does not like you... but does not even wish you dead.

It is simply telling you: go home.

The further you extend the borders of Greater Israel, the closer you run to the wall of nothingness.

For the closer you get to this imperial dream, the more it loses its meaning.

You may have won a few battles, but you are wasting what matters most: time.

And history never forgets arrogance.

The more you expand, the more vulnerable you become. The further you go, the more you exhaust yourselves. Look at Ben Gvir: a sham minister, ranting like a simpleton — ‘Send bombs, not aid to Gaza!’ "

He believes that history is written by shouting. He thinks that missiles can replace memory.

But war is not won only on the battlefield. It is won — or lost — in books, in people's minds, in the mark you leave behind.

And history, my enemies, is not dictated by megaphones. It remembers. And it will consign you — you, your bombs, your buffoons — to the red margin of eternal shame.

Tell me how? Tell me, for God's sake, how can a state claim victory when it has already lost the story?

Because one day — soon — everyone will read that Israel was a fascist state, an apartheid regime that razed cities, annihilated peoples, brought down governments to survive... and then collapsed, suffocated by its own hatred.

And that history is not being written by Tel Aviv. It is being written by Gaza.

Gaza is writing it with its rockets, with its blood, with a will that neither bombs nor tanks can break.

You will read it in a few years. And your children will read it in their school textbooks.

And on that day, they will look at you... and they will feel ashamed.

 

 

LYNA AL TABAL
Cien años de infierno en Palestina

Dra. Lyna Al Tabal, Rai Al Youm, 1-8-2025
Traducido por Tlaxcala


Francia ha decidido finalmente reconocer al Estado de Palestina.

En el mes en que caen las hojas y florecen las mentiras a orillas del Sena, Francia concede por fin un reconocimiento —tímido, tardío, con siete décadas de retraso...

Y Gran Bretaña, la misma que cedió una tierra que no le pertenecía, decide a su vez hacer un gesto... Pero la resolución 67/19, adoptada por 138 países en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012, ya había concedido a Palestina el estatus de «Estado observador no miembro», al igual que el Vaticano. Sobre esta base, Palestina pudo adherirse a organizaciones y tratados internacionales, como la Corte Penal Internacional o la UNESCO.

De acuerdo, ustedes, los europeos, son 450 millones. Su economía pesa 20 billones de dólares. Brilláis en las bolsas, domináis los mercados... Pero decidme: ¿pueden vuestros gobiernos pesar, aunque sea un kilo de justicia? ¿Un puñado de dignidad? ¿Un reconocimiento con setenta años de retraso? ¿Esa es vuestra oferta? ¿A eso llamáis un gesto? No le dais nada a Palestina. Nada. ¿Es eso todo lo que tenéis para ofrecer? ¿De verdad?

¿Este reconocimiento va a detener un tanque? ¿Va a calentar la cama fría de una madre asesinada? ¿Va a devolver la vida a un niño? No.

Sí, Europa ama a Palestina... pero desde lejos. Como se ama una causa perdida, un mito oriental, un poema de Mahmud Darwish enmarcado en la pared de un salón parisino.

 Y ustedes lo saben: Israel se tragará este reconocimiento como se traga Cisjordania, a mordiscos.

Basta de discursos. El mundo no necesita otra declaración. Solo necesita que dejen de armar al asesino.

Este reconocimiento es una caricatura. Lo que Palestina necesita es que se ponga fin a esta complicidad. La ONU condena a Israel todos los días. ¿Qué ha cambiado? Gaza se muere de hambre, sufre genocidio, crímenes, miseria... Tres colores predominan: el gris de las ruinas, el rojo de la sangre y el dorado brillante del desastre, el de los mercados que prosperan sobre los escombros. No hace falta hacer más declaraciones. Guarden sus gestos «valientes».

Jeffrey Sachs no es un revolucionario. Es un experto, un hombre que simplemente dice la verdad: «Dejen de suministrar armas a Israel y la guerra terminará».

La solución comienza con una palabra: responsabilidad. La de Israel, pero también la de todos aquellos que lo apoyan. Imponer sanciones es lo mínimo. ¿Su primer ministro está acusado? Entonces que lo lleven a La Haya, esposado, y que comiencen los juicios, si es que aún creen en esa palabra: paz.

La única medida que tiene sentido en esta región: el desarme de Israel.

Pero, ¿qué puede hacer Europa frente a las grandes potencias que dictan su ley e imponen su voluntad? La administración Trump ni siquiera se ha molestado en ocultar su imperialismo: «Haremos lo que queramos, ustedes no valen nada», ha proclamado.

Todo esto no es más que la consecuencia lógica de una elección: la del mundo occidental, que ha preferido la unipolaridad a la justicia.

No perdamos el tiempo hoy culpando a Abu Mazen (presidente de la [In]Autoridad Palestina)... Es inútil disparar a un carro fúnebre: la Historia acabará juzgándolo.

Y, por favor, dejad de gritar «¿Dónde están los árabes?», esa pregunta ya no tiene sentido. Es una pregunta estúpida.

Los árabes, amigo mío, han desaparecido...

Solo quedamos tú, yo y un puñado de creyentes, de soñadores, que se pueden contar con los dedos de una mano.

Han desaparecido, como desaparecen las especies antiguas. Así que no preguntes más dónde están.

Todo esto ha sucedido porque el mundo occidental ha decidido encaminarse hacia un imperio único, que no se le parece y no lo respeta. Europa podría haber impedido esta guerra o atenuado su violencia... ¡pero ha preferido enamorarse!

Europa se parece a una anciana, con un sombrero de plumas de pavo real de colores, que cree que USA la ama... Está cegada por su amor por USA. Desde finales de los años 90, Europa no ha adoptado una política exterior independiente, salvo una política de hostilidad hacia Rusia... Rusia es para ella una pesadilla soviética, cuando debería haber sido un socio comercial, pero ha decidido ser la amante infeliz de Washington.

Ursula von der Leyen, portavoz oficial del imperio yanqui en la Comisión Europea, ¡es una mujer ridícula! Saben, por supuesto, que son los responsables usamericanos quienes dirigen Europa, pero siguen fingiendo creer que Bruselas es la capital europea.

 Sin embargo, saben que es Washington quien manda...

Y, a pesar de todo, sonríen ondeando con orgullo la bandera europea.

No hay seguridad para Ucrania, ni para Europa, ni siquiera para los sueños de sus hijos, en esta aventura yanqui sin sentido a la que se han sumado y de la que se han convertido en líderes.

Son cómplices de un millón de muertos. Sí, han participado a sabiendas en esta matanza en Ucrania.

Solo han sembrado la muerte. ¿Y qué ha cambiado? Nada.

Volvamos a la posición usamericana. Trump, fiel a sí mismo, amenaza: «Estados Unidos entrará en Ucrania para acabar con esto».

Y Putin, también fiel a sí mismo, se echa a reír: «Déjenlo hablar... Siempre hace lo contrario de lo que dice».

En Palestina, la situación es muy clara, ¡Mike Huckabee dice que no hay solución posible en Palestina!

USA ha abandonado su política en el Mashreq y se la ha confiado a Benyamin Netanyahu... Es el lobby israelí el que domina la política usamericana. ¡Es una broma!

En 1996, en pleno apogeo de las conversaciones de paz, mientras israelíes y palestinos se sentaban en las salas de negociación, se daban la mano en Madrid, negociaban en Oslo y colocaban las banderas palestinas junto a las de las Naciones Unidas, y mientras Yasser Arafat modificaba el pacto con la esperanza de conseguir un Estado, Netanyahu y sus asesores sionistas usamericanos preparaban un plan para sustituir la solución de dos Estados por una «solución por la fuerza»: rodear Siria, atacar Irak y asfixiar a los palestinos. Y golpear cualquier alianza que se formara para apoyar a Palestina, incluidos Hezbolá y Hamás. A esta solución la llamaron «A Clean Break » (Una ruptura total), porque habían decidido romper definitivamente e imponer su realidad.

Sobre la base de este documento, USA ha librado siete guerras en cinco años. El general Wesley Clark ejecutaba las instrucciones de la oficina política israelí. Pueden escuchar al general Wesley Clark en Internet, él habla de este tema. Era el comandante en jefe de la OTAN en 1999... Por cierto, estas son las guerras de Netanyahu: eliminar los restos de los aliados soviéticos, desmantelar el sistema de cada Estado, de cada alianza y organización hostil a Israel, y sembrar el caos en la región.

Y cada vez que estallaba una guerra, Netanyahu esbozaba la misma sonrisa, la de un hombre que enciende un cigarrillo al primer signo de depresión. Durante treinta años, ha repetido incansablemente su visión: solo habrá un Estado, Israel.

 «Y cualquier voz contraria será aplastada, no por nosotros directamente, sino por nuestros amigos estadounidenses», decía. Esa es, en general, la política de USA en el Mashreq, aún hoy.

Esta política no comenzó con Trump, ni con Biden, y no fue inventada por Clinton, Bush u Obama. Es el aburrido juego de la política usamericana: si no estás con nosotros, estás contra nosotros, y si estás contra nosotros, espera a que tu régimen se derrumbe desde dentro. ¿No es esta la realidad cotidiana de la política yanqui? Desde la Segunda Guerra Mundial, USA no ha dejado de intervenir directamente en los asuntos de los demás, bajo el pretexto de un discurso falaz sobre la democracia. Entre 1945 y 1989, provocaron setenta cambios de régimen. Acusaron a los soviéticos de querer conquistar el mundo y luego utilizaron ese pretexto para conquistarlo ellos mismos...

Nuestro destino ya está trazado, escrito en blanco y negro para los próximos cien años... Pero tenemos la manía de sorprenderlos, de sabotear sus planes más funestos. Creían que Gaza se rendiría en un mes. Habían cavado nuestras tumbas, montado tiendas de campaña en el Sinaí y redibujado los mapas de la región.

¡Qué ilusión tan grotesca! Creían que Gaza no era más que un detalle molesto que se podría barrer en unas semanas. Pero cada masacre ha dado lugar a un nuevo misil: del Qasam al Yasin, luego al Badr-3; del Ayyash 250 al R160, hasta el Al-Quds y el Asif al-Ghadab.

¡Qué impotencia! ¿Han olvidado que Gaza desafía incluso las leyes de la física? Todo lo que se lanza contra ella... acaba rebotando.

Apostaron por la colonización de Cisjordania, y ganaron esa apuesta.

Creyeron que una victoria militar significaría el fin del conflicto. Pero Gaza se lo recuerda a cada instante: no es una batalla, es una existencia.

¿Qué victoria se puede reivindicar cuando la estabilidad de un ejército depende de una caja de Prozac? Un Estado que solo se mantiene en pie gracias a los antidepresivos no es un Estado: es un paciente.

No es un consejo, sino una advertencia, fría y clara, procedente de un enemigo que no os quiere... pero que ni siquiera desea vuestra muerte. Simplemente les dice: vayan a casa.

Cuanto más amplían las fronteras del Gran Israel, más corren hacia el muro de la nada.

Porque cuanto más se acercan a ese sueño imperial, más se vacía de sentido.

Puede que hayan ganado algunas batallas, pero están desperdiciando lo esencial: el tiempo.

Y la Historia nunca olvida la arrogancia.

Cuanto más se expanden, más vulnerables se vuelven. Cuanto más avanzan, más se agotan. Miren a Ben Gvir: un ministro de pacotilla, vociferando como un simple de mente: «¡Enviad bombas, no ayuda a Gaza!».

Él cree que la historia se escribe gritando. Piensa que los misiles sustituyen a la memoria.

Pero la guerra no solo se gana en el terreno. Se gana —o se pierde— en los libros, en las conciencias, en el rastro que dejáis.

Y la historia, mis enemigos, no se dicta con un megáfono. Se recuerda. Y os clasificará —a vosotros, a vuestras bombas, a vuestros bufones— en el margen rojo de la vergüenza eterna.

Decidme cómo. Decidme, por el amor de Dios, ¿cómo puede un Estado pretender la victoria cuando ya ha perdido la historia?

Porque un día, pronto, todo el mundo leerá que Israel fue un Estado fascista, un régimen de apartheid que arrasó ciudades, aniquiló pueblos, derrocó gobiernos para sobrevivir... y luego se derrumbó, asfixiado por su propio odio.

Y esa historia no la escribe Tel Aviv. La escribe Gaza.

Gaza la escribe con sus cohetes, con su sangre, con una voluntad que ni las bombas ni los tanques pueden quebrantar.

La leerán dentro de unos años. Y sus hijos la leerán en sus libros de texto.

Y ese día, los mirarán... y se avergonzarán.