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04/12/2025

Richard Moore, ex jefe del MI6 británico : el espionaje es una “guerra armamentista”

Mishal Husain, Bloomberg Weekend, 14/11/2025

Traducido por Tlaxcala

Mishal Husain (Northampton, 1973) es una periodista, presentadora y autora británica, editora general de Bloomberg Weekend.


 

El veterano oficial de inteligencia habla sobre cómo gestionar a China, la psicología de Putin y por qué los espías no deberían esperar reconocimiento.



Imagen Uli Knorzer para Bloomberg; Foto fuente: Jason Alden/Bloomberg

Durante casi 40 años, Richard Moore fue espía de carrera en el Secret Intelligence Service británico —más conocido como MI6— sin poder decir a nadie salvo a sus amigos íntimos y familiares a qué se dedicaba. Cuando fue nombrado jefe de la agencia en 2020, eso cambió: el nombre de la persona que ocupa el cargo más alto es el único que se hace público.

Moore dejó el puesto a finales de septiembre, y esta conversación es una de sus primeras entrevistas desde entonces: una mirada retrospectiva al mundo en el que comenzó su carrera en inteligencia y al mundo en el que vivimos hoy.

En el cargo, Moore era conocido —como todos los jefes del MI6— como “C”, el rol que Ian Fleming convirtió en “M”, el jefe de James Bond. Y tal vez esas habilidades adquiridas durante décadas para pasar desapercibido siguen intactas: cuando llegó a la oficina de Bloomberg en Londres para nuestra entrevista, pasó junto al pequeño equipo de bienvenida y recogió su tarjeta sin que nadie lo detectara. Tal vez fue la gorra plana y el abrigo —o quizá simplemente es la forma en que ha operado durante décadas: discreto, modesto, en las sombras.

Hasta hace seis semanas, su trabajo diario consistía en leer inteligencia altamente clasificada. ¿Puedo empezar por el presente? ¿Qué ve usted cuando observa el mundo, que la mayoría de nosotros no alcanza a ver?

Creo que estamos en un entorno internacional extraordinariamente disputado. No creo que en mis 38 años como oficial de inteligencia y diplomático haya visto un orden global tan frágil.

Hay una cantidad extraordinaria de cabos sueltos en la escena internacional y, lamentablemente, la manera en que las relaciones entre las grandes potencias se han deteriorado —particularmente tras el comportamiento de Rusia en Ucrania, pero también, sin duda, entre Washington y Pekín— significa que algunas de las líneas maestras a las que estábamos acostumbrados después de 1945 ya no existen realmente.

Ciertamente no he dejado el mundo en un estado mejor que en el que lo encontré, y tengo la suerte de que eso no figuraba en mi descripción de funciones.

¿Más disputado significa más peligroso?

Definitivamente hay peligros en el mundo, y pueden surgir de repente entre la niebla.

Ha mencionado el deterioro de la relación entre Washington y Pekín. ¿Cómo influye eso en la percepción del MI6 y la CIA de China como el principal desafío de inteligencia del siglo XXI?

Creo que ha habido problemas en esa relación desde hace tiempo. En particular, la ruptura del contacto diplomático normal durante la pandemia: durante varios años, altos cargos chinos y usamericanos simplemente no se reunieron. Y eso es preocupante. Como oficial de inteligencia, cuando ves los riesgos de un cálculo erróneo, quieres que diplomáticos y líderes hablen con más regularidad. El hecho de que el presidente Trump y el presidente Xi se hayan reunido recientemente —esto es útil. Los aranceles son el problema actual. Pero hay, claramente, múltiples puntos de fricción entre USA y China, y entre los aliados de USA y China.

Ayúdeme a entender cómo ve usted a China. Usted ha hablado de ella como una “oportunidad y una amenaza”, una combinación que no es fácil de asimilar. ¿Cómo se supone que un gobierno debe manejar un país que es a la vez oportunidad y amenaza?¹

¹ Estas palabras provienen del último discurso público de Moore como jefe, pronunciado en Estambul en septiembre. “En muchas áreas de los bienes comunes globales —cambio climático, IA segura y comercio mundial— China tiene un papel enorme y bienvenido que desempeñar”, dijo. “Nosotros, en el Reino Unido, queremos una relación respetuosa y constructiva con China. Pero China debe ceñirse a las reglas de compromiso y no injerencia que dice promover públicamente.”

La gente suele asumir, comprensiblemente, que nuestro trabajo consiste únicamente en amenazas. Pero un servicio de inteligencia exterior como el MI6 está ahí para recopilar información sobre diversos asuntos globales. También se recopila inteligencia para permitir a los líderes políticos aprovechar oportunidades. Con China: es un país enorme y poderoso, y sus valores e intereses no siempre coinciden con los nuestros.

Así que, si usted es el primer ministro del Reino Unido, ¿cómo gestiona esa relación de forma que garantice los intereses británicos? Para mí, eso significa ser bastante firme en casa —tratar de impedir y luego contrarrestar cualquier comportamiento dirigido contra su propio país, ya sea espionaje o ciberataques.

¿Y eso ocurre todo el tiempo?

Es bastante constante, sí.

Entonces, ¿qué opinó usted del colapso reciente del caso contra dos británicos acusados de espiar para China?²

² La actividad de espionaje chino en el Reino Unido ha llamado más la atención desde septiembre, cuando se abandonó un caso contra dos hombres acusados de intentar recopilar información sobre la política británica hacia Beijing. Los fiscales dijeron que China no había sido designada legalmente como amenaza para la seguridad nacional en el momento de los supuestos hechos. Los sospechosos negaron las acusaciones.

China tiene la intención de recopilar inteligencia sobre el Reino Unido, y debemos reconocerlo. Ken McCallum, el director general del MI5, ha hablado de ello.

Él dijo que estaba “frustrado”.

No creo que deba pronunciarme sobre un caso individual —eso corresponde a los abogados— pero ciertamente están activos en este ámbito.

Si no se puede responsabilizar a la gente por actuar así, ¿dónde deja eso al país? ¿Qué herramientas tiene?

Claramente, si usted espía para una potencia extranjera contra el Reino Unido, y es descubierto, debe esperar sufrir las consecuencias. También comprenderá por qué tiendo a desalentar a los políticos de mostrarse demasiado moralistas sobre el acto mismo del espionaje. El Reino Unido tiene organizaciones de inteligencia bastante eficaces y también recopilamos información sobre otros países.

Creo que donde hay que ser menos tolerante es con el tipo de actividades de guerra híbrida que estamos viendo por parte de Rusia: incendios provocados, intentos de asesinato. Eso cruza una línea completamente distinta.³
³
En 2018, los servicios de inteligencia británicos trabajaron con enorme rapidez y precisión para permitir que la entonces primera ministra Theresa May acusara a Rusia de ser responsable del envenenamiento del exagente del KGB Serguéi Skripal y su hija Yulia con el agente nervioso Novichok. Este año, seis hombres fueron condenados por un ataque incendiario apoyado por Rusia en un almacén de Londres que contenía ayuda para Ucrania. También se han producido ataques incendiarios en propiedades vinculadas al primer ministro Keir Starmer; Rusia ha negado toda implicación.

Entonces, en cuanto al lenguaje, ¿considera usted a China una “amenaza activa para la seguridad nacional”?

Creo que, claramente, China participa en actividades que amenazan nuestros intereses, y debemos ser muy firmes para contrarrestarlas. Ellos esperarían que lo hiciéramos, para ser sinceros. Beijing respeta la fuerza en este ámbito.

¿O sea, mantenerse fiel a sus valores?

Mantenerse firme.

¿Qué haría usted con el proyecto de una nueva megaembajada china en el límite de la City de Londres? Sería la mayor embajada de Europa.

Los países obviamente necesitan embajadas. Nosotros necesitamos una en Beijing —y es importante que la tengamos— así que es justo y apropiado que los chinos tengan la suya. Si es esta o no lo es, no me corresponde juzgarlo.

Es particularmente grande. Va a ser un lugar enorme.

No estoy aquí para justificar su tamaño ni lo que hace. Pero, ya sabe, estoy seguro de que debe haber una solución que les permita tener una embajada adecuada, y que nos permita a nosotros mantener y desarrollar nuestra excelente embajada en Beijing.⁴
El Reino Unido ha irritado a China al no aprobar aún la embajada propuesta en el antiguo emplazamiento de la Royal Mint, cerca de la Torre de Londres, un terreno que Beijing compró en 2018. Aunque el primer ministro Keir Starmer ha pedido un reinicio diplomático y económico con China, enfrenta presiones —incluso dentro de su propio gabinete— para adoptar una actitud más dura.


Los planes de China para construir una embajada nueva y ampliada en el emplazamiento del antiguo edificio de la Royal Mint, cerca de la Torre de Londres, han generado protestas y retrasos en la aprobación. Foto Martin Pope/SOPA Images/LightRocket/Getty Images

 

Quiero conocer el recorrido de su vida profesional durante casi 40 años. Su reclutamiento a principios de los años ochenta. ¿Cómo ocurrió?

Me temo que soy un ejemplo casi estereotípico de lo que a veces se denomina una palmada en el hombro —un tap on the shoulder— y, para colmo, en Oxford.⁵
Antes de que se instauraran procedimientos formales, los espías solían ser reclutados en las universidades de Oxford y Cambridge, no sólo para el Reino Unido sino también —especialmente en Cambridge— para la Unión Soviética. El “círculo de espías de Cambridge” incluía individuos que eran agentes dobles al servicio de la inteligencia británica y del KGB.

No diré quiénes eran, pero un académico se acercó a mí; sabía que me interesaba una carrera en el Foreign Office —así como su antiguo empleador, la BBC, que me rechazó sin siquiera una entrevista.

Bueno, cuando yo salí de la universidad no era elegible para entrar en el servicio que usted dirigió, porque mis padres no habían nacido en el Reino Unido.⁶

Hasta 2022, las agencias de inteligencia británicas exigían que los solicitantes tuvieran al menos un padre nacido en el Reino Unido. Bajo Moore, esa regla fue eliminada, y un portavoz dijo que “había impedido innecesariamente que personas brillantes se presentaran”. Ahora, el requisito principal es ser ciudadano británico.

Gracias a Dios hemos cambiado eso, igual que hemos cambiado la manera de acercarnos a la gente.

¿Entonces ya no ocurre, eso de la palmada en el hombro?

No, no de esa manera. Recuerdo que [el académico que me reclutó] dijo: “¿Le interesaría una carrera en un campo alternativo de los asuntos exteriores?” Yo no tenía ni idea de lo que quería decir, pero una cosa llevó a la otra.

¿Ese académico en Oxford trabajaba para el servicio? ¿Era una tapadera?

No, en aquella época existía un grupo muy informal de personas llamadas talent spotters -cazatalentos. Su trabajo era observar a jóvenes prometedores y decidir quién podría ser adecuado para nuestra peculiar línea de trabajo.

¿Dudó usted cuando se dio cuenta de lo que significaban esas “carreras alternativas”? Sé que su padre trabajaba en el Foreign Office.

Uno genuino.⁷

Moore nació en Libia, durante uno de los destinos de su padre en el extranjero. Cuando operan fuera del Reino Unido, los agentes del MI6 suelen tener un rol de cobertura en una embajada u otra misión diplomática, pero al decir “genuino”, Moore quiere decir que su padre era realmente miembro del Servicio Diplomático británico. Moore mismo salió temporalmente de MI6 para servir como embajador en Turquía entre 2014 y 2017.

Así que usted conocía ese mundo. Pero el espionaje…

Sí, lo pensé detenidamente. Me intrigaba, me parecía que sería emocionante, [pero] no sabía gran cosa —en aquella época apenas te contaban nada. Pensé en los dilemas que implica, que son bastante complejos, y en el grado de engaño que forman parte del oficio. Pero animado por personas —incluido mi maravilloso padre, un hombre de rectitud absoluta, de una integridad monumental, que tenía muchos amigos en el servicio, y mi madre, que me apoyaba— decidí intentarlo.

El engaño: ¿qué significaba eso?

Algunos amigos íntimos, miembros de la familia extensa, no saben a qué te dedicas, y debes sentirte cómodo con eso. Si buscas desesperadamente reconocimiento, esta no es la profesión adecuada. Debes sentirte satisfecho con la importancia intrínseca de la misión. Debes sentirte satisfecho con la camaradería que se crea entre quienes están al corriente. No puedes ir al pub al final de la semana y presumir frente a tus amigos.⁸
Ian Fleming dijo una vez al New Yorker que quería que su héroe James Bond fuera “un hombre extremadamente aburrido, poco interesante, a quien le ocurren cosas; quería que fuera un instrumento contundente”.

¿Cuándo y cómo se lo dijo a sus hijos?

Eso varía de familia en familia. Es una gran decisión, porque una vez que se lo cuentas, los introduces en ese círculo de conocimiento y les impones algo: se vuelven cómplices. En nuestro caso, cuando nuestros hijos estaban en la primera mitad de la adolescencia nos pareció el momento adecuado.

¿Y qué palabras utilizó?

A esas alturas, yo era un oficial de inteligencia con experiencia. Había aprendido a hablar con la gente, a plantear la pregunta: “¿Trabajará con nosotros?” Y, sin embargo, lo hice fatal con mi hijo. [Maggie] y yo cometimos el error de sentarnos con aspecto nervioso. Así que, claro, vi en los ojos de mi hijo que pensaba que íbamos a anunciar nuestro divorcio. Después empecé a tartamudear y al final todo salió atropelladamente. Me miró y dijo algo que no puedo repetir.

Pero Maggie lo sabía desde siempre, porque ustedes se conocen desde muy jóvenes.

Sí, eso es inusual. Cuando entré al servicio con 24 años, ya estábamos casados. Piense en los colegas que empiezan una relación sentimental. Como no pueden contarlo en la primera cita, en algún momento tienen que encontrar el momento adecuado para decir que quizá no fueron del todo honestos al principio.

Quiero preguntarle cómo es realmente el trabajo de espionaje. Cuando entró en el servicio, sin duda había leído a John le Carré y a Ian Fleming. ¿Se parecía en algo a eso?

Esto es una terrible confesión, pero cuando llegué al trabajo no había leído ni una sola novela de Ian Fleming. Sí había leído a Le Carré. Y ahora coloco a Mick Herron en lo más alto del panteón.

Las novelas de Slow Horses.⁹

Estas novelas, sobre marginados del MI5, inspiraron la exitosa serie de televisión protagonizada por Gary Oldman. En un artículo reciente de Bloomberg Opinion tras la caída del caso de espionaje chino, Matthew Brooker escribió: “El escándalo de espionaje chino que actualmente sacude a la política y los medios británicos recuerda de nuevo a un mundo ficticio —pero esta vez la acción se asemeja más al caótico universo de Slow Horses, donde la dejadez, la confusión y las luchas internas son la norma.”

Sí. Mucha gente estará más familiarizada quizá con la serie, pero los libros son fantásticos. Estas son obras de ficción, creaciones artísticas. Claramente, Le Carré pasó un corto período en el servicio, así que hay cierta verosimilitud, especialmente en los retratos del Berlín de la Guerra Fría. A veces se ven alusiones al tradecraft —el arte del espionaje— a veces correctas, a veces no.¹⁰
¹⁰
En la apertura de la icónica novela El espía que surgió del frío: “Al este y al oeste del Muro se extendía la parte no restaurada de Berlín, un semimundo en ruinas, dibujado en dos dimensiones, residuos de guerra.”

Por supuesto, la vida real es muy distinta, pero ocasionalmente hay un grado de intriga y emoción que roza ese mundo.

¿No existe también un grado de usar a las personas? Cuando identifica a alguien, intenta averiguar cómo puede servir a los intereses del Reino Unido y trata de reclutarlo.

Claramente intenta establecer una relación con otro ser humano, porque necesita los secretos que posee. Esto significa que debe crear una relación de verdadera intimidad y confianza, porque muchas veces les está pidiendo que asuman riesgos para obtener esa inteligencia.

¿Y a veces se ofrece dinero?

Lo que puedo decir es que, obviamente, cuando alguien decide hablar con usted y correr esos riesgos, lo hace movido por distintas motivaciones. Nuestro trabajo no consiste en juzgarlas, sinceramente, sino en encontrar un arreglo que funcione para ambas partes. Si eso implica una compensación económica, sí, por supuesto la ofrecemos.

¿Ha tenido alguna vez un agente reclutado y desarrollado por usted que luego haya sido arrestado, o algo peor, en otro país?

Voy a distanciarlo ligeramente de mí, porque soy muy reacio a dar cualquier pista sobre quién pudo haber trabajado conmigo. Pero, por supuesto, de vez en cuando ocurre. Nuestro compromiso es mantener a esas personas a salvo, y haremos todo lo posible para lograrlo. Pero en la historia, por razones a veces ajenas al MI6, las circunstancias pueden llevar a su arresto. Es un momento muy difícil, porque sentimos un enorme aprecio por esas personas; son la razón de ser de un servicio de inteligencia humana. Es muy doloroso cuando sucede, pero no es frecuente, porque somos extremadamente cuidadosos.

Si usted se gana reputación de usar y abandonar a la gente, no hablarán con usted. O cuando se acerque a ellos, le dirán que no sin rodeos. Pero saben que con el MI6 recibirán cuidado y atención, y que los protegeremos.

¿Puedo hablar de algo que casi con certeza puso a prueba exactamente lo que usted acaba de describir? Me refiero al periodo posterior al 11 de septiembre, cuando USA y el Reino Unido trabajaron muy estrechamente. USA llevó a cabo torturas contra detenidos —lo sabemos por el informe del Senado usamericano dirigido por Diane Feinstein en 2014. Más tarde, los diputados británicos concluyeron en su propio informe que el Reino Unido colaboró con ello.

No estoy seguro de reconocer la caracterización que acaba de hacer. Quiero decir, obviamente somos muy cercanos a USA. Yo trabajé durante ese período, incluso en tareas complejas de contraterrorismo en Islamabad. De hecho, mi hija estaba en un jardín de infancia cuyas ventanas saltaron por los aires debido a una bomba que explotó en la embajada egipcia [en 1995].

Es muy claro que la administración usamericana de la época hizo un montón de cosas totalmente inaceptables. Todos conocemos el waterboarding, que es claramente tortura.

Pero ¿lo sabía usted en ese momento?

No, porque ellos fueron muy cuidadosos en excluirnos. Absolutamente no informaron a sus homólogos británicos.

Eso no es exactamente lo que reveló el informe parlamentario británico. Dicho informe concluía que el Reino Unido toleró un trato “inexcusable” hacia los detenidos. Afirmaba que era “fuera de toda duda” que el Reino Unido sabía cómo manejaban los usamericanos a algunos reclusos.

No estoy seguro de estar de acuerdo con esa expresión de “fuera de toda duda”, porque yo estaba allí y ellos no. Su descripción de las actividades es perfectamente válida, y estoy de acuerdo con ella. Seamos claros: tratamos con socios en todo el mundo que emplean métodos que nosotros nunca aceptaríamos. Y tenemos mucho cuidado de que nuestra colaboración no facilite ni refuerce ese comportamiento.

Los diputados fueron muy exhaustivos: las agencias británicas siguieron suministrando inteligencia aun sabiendo o sospechando abusos en más de 200 casos.

Mishal, estamos entrando en un terreno ligeramente distinto. ¿Continuó la relación con los usamericanos y, por tanto, transmitimos información, como describen los diputados? Sin duda. ¿Se aprendieron lecciones? Absolutamente. Ahora existe todo un proceso de cumplimiento. Eso no existiría si no reconociéramos que se cometieron errores.

Como oficiales individuales —incluyéndome a mí— no, yo no sabía que mi homólogo usamericano participaba en ese tipo de actividades; de lo contrario, no hubiera actuado igual. ¿Hay un argumento de que deberíamos haber sido mejores y antes en darnos cuenta de que estaban ocurriendo cosas que nosotros no haríamos? Sí, por supuesto. Lo acepto por completo.

Sólo quería resistirme a cualquier insinuación de que individuos del MI6 fueron cómplices, porque si lo hubieran sido, estarían en la cárcel. Ningún oficial del MI6 ha sido procesado por esto, y estoy muy orgulloso de ello. Y no es porque no los hayan pillado, Mishal; es porque tienen valores.

Pasemos al presente, entonces.

Claro.

En septiembre de 2024, usted apareció en un evento del Financial Times junto a su entonces homólogo usamericano, el director de la CIA William Burns. Usted dijo: “Compartiremos más entre nosotros que con ningún otro, debido a los altos niveles de confianza construidos durante muchos años.” ¿Cómo fueron sus últimos nueve meses en el servicio, con la nueva administración Trump?

Bueno, Bill dejó el cargo —fue un colega maravilloso y uno de los grandes servidores públicos de USA en las últimas décadas. Lo sustituyó un caballero llamado John Ratcliffe, que ha sido un excelente socio.

Obviamente, hay cambios de administración en Washington. Hay cambios de gobierno en el Reino Unido —en mi caso, demasiados. Dejando de lado la política, sólo el número de primeros ministros [y] ministros de Asuntos Exteriores con los que traté en cinco años era enorme.¹¹ Pero la alianza sigue siendo la más crítica para nuestros dos países.

¹¹ Durante los cinco años de Moore en el cargo, hubo seis ministros de Asuntos Exteriores británicos. En los últimos diez años, el Reino Unido ha tenido seis primeros ministros.

Las personas encargadas de mantener esa relación —el jefe del MI6 y el director de la CIA— trabajan muy duro en ello.

¿Está sugiriendo que no ha habido ningún cambio? Hubo un cambio muy evidente en marzo, cuando USA suspendió el intercambio de inteligencia con Ucrania. El propio William Burns ha descrito esta etapa en USA como realmente difícil —afirmando que los despidos de funcionarios, incluidos agentes de inteligencia, tenían más que ver con represalias que con reformas.¹²

¹² Tras la pausa de una semana, Ratcliffe se reunió en Bruselas con responsables extranjeros y de inteligencia para transmitir un mensaje de tranquilidad. Recientemente, jefes de inteligencia neerlandeses dijeron a un periódico que ahora son más cautelosos a la hora de compartir información con USA, citando preocupación por la “politización” de la inteligencia.

Lo que puedo decir es que la relación sigue siendo muy importante y sólida, y que he trabajado muy duro en ella. Las relaciones evolucionan, cambian. Las personalidades cambian, las políticas cambian. Cuando eres jefe del MI6, te toca trabajar con el mundo tal como es.

Pero ayúdeme a entender cómo ha evolucionado durante este periodo. Claramente, Rusia, Ucrania, China —siguen siendo amenazas y cuestiones vigentes.

Utilizas tu influencia, ¿no? Ucrania es un buen ejemplo. En el Reino Unido tenemos opiniones muy claras sobre cómo debe librarse esta guerra y cómo apoyar a los ucranianos. Nuestra voz se escucha en Washington. Así que las cosas cambian, se mueven —ese es el estilo de la administración actual— pero siempre estamos ahí, y es nuestra responsabilidad ad transmitir exactamente lo que dice la inteligencia. La inteligencia nos dice, por ejemplo, que Putin no tiene intención de llegar a un acuerdo, que para él no se trata sólo de territorio, sino de dominar y convertir Ucrania en algo parecido a su vecino, Bielorrusia.¹³
¹³
En Bloomberg Opinion, Marc Champion describe Bielorrusia —gobernada desde 1994 por el autoritario Alexander Lukashenko— como “el modelo de la unión subordinada de estados rusos que Putin quiere construir”. El país depende de la energía y la ayuda financiera rusas. Rusia ha utilizado Bielorrusia como base operativa para miles de tropas durante la guerra y ha instalado allí armas nucleares tácticas.

Entonces, si Vladimir Putin no tiene intención de negociar, ¿cómo ve usted el final de esta guerra?

En las condiciones actuales —me baso en la información a la que tuve acceso hace unas semanas— [Putin] no está dispuesto a hacer un acuerdo. Para mí, la respuesta es que hay que ejercer más presión para que esté dispuesto a negociar. El presidente de Ucrania está claramente dispuesto a un acuerdo. De forma notable, en su búsqueda de la paz, está dispuesto a ceder de facto hasta el 20 % de su país.

¿Qué puede cambiar eso?

Más presión en el campo de batalla. La industria de defensa ucraniana está infra capitalizada. Tienen capacidad ociosa que podría activarse con financiación. Podemos darles más autorizaciones para usar armamento de largo alcance, además de ofrecerles lo esencial en defensa aérea. Y existe la oportunidad de ejercer mucha más presión sobre Putin en su propio país.

No pretendo que esto vaya a producir resultados inmediatos. Hay que tener paciencia. Hay que estar dispuestos a resistir. He hablado de la importancia fundamental de este conflicto para la alianza occidental —no podemos perder esta batalla de voluntades.

Ya me ha dado su lectura de Putin. ¿Y su lectura del presidente Trump? ¿Por qué le da la bienvenida con alfombra roja? ¿Por qué le concede el beneficio de la duda una y otra vez?¹⁴

¹⁴ La reunión entre Putin y Trump en Alaska en agosto comenzó “con un espectáculo altamente coreografiado”, informó Bloomberg. “Ambos bajaron de sus aviones y caminaron por la pista hacia alfombras rojas en una apertura guionizada. Trump aplaudía mientras veía a Putin acercarse y luego lo saludó con un cálido apretón de manos y una palmada en el brazo.”

Mishal, lo maravilloso de este trabajo que tuve el honor de desempeñar es que espiamos a Putin, pero no espiamos a nuestros aliados usamericanos. Hay otras personas más cualificadas que yo para comentar la política usamericana.




Trump prometió poner fin a la guerra en Ucrania en cuanto regresara a la Casa Blanca, pero a pesar de su reunión con Vladimir Putin en Alaska en agosto, un acuerdo sigue fuera de alcance. Foto Andrew Caballero-Reynolds/AFP/Getty Images

Pero su lectura personal, de su experiencia, no de información interna.

Lo que diría es que reconozco en el presidente Trump un compromiso genuino con la paz. Claramente le horrorizan las atrocidades de la guerra —como las vistas en Ucrania o en Gaza— y está decidido a ponerles fin. Creo que ha habido una evolución en el pensamiento de la administración respecto a Putin.

Claramente, Putin está intentando manipularnos. Es un oficial de inteligencia, Mishal. Conozco muy bien ese tipo. Está tratando de llevarnos a un terreno que le conviene, y debemos acorralarlo y no permitirle esa maniobrabilidad.¹⁵


¹⁵
Putin ingresó al KGB en 1975 tras estudiar en lo que entonces era Leningrado. Aprendió alemán y fue destinado a Alemania Oriental cuando cayó el Muro en 1989, presenciando el asalto a la sede de la Stasi en Dresde. Hoy, antiguos colegas del KGB siguen entre sus asesores más cercanos.

Usted pinta el cuadro de una guerra larga.

Me pagaban por robar secretos, no por resolver misterios. Pero es tremendamente importante que no perdamos esta batalla de voluntades. No sólo por Putin y otras figuras del liderazgo ruso —lo que pueda invitar en términos de pruebas oportunistas de nuestras defensas, algunas de las cuales hemos visto en las últimas semanas— sino también porque el presidente Xi observa esto muy atentamente.

El liderazgo chino ha cultivado una narrativa de debilidad occidental desde la crisis financiera internacional. Existe un peligro real de que, si nos ve débiles en Ucrania, saque conclusiones sobre su propio comportamiento en el mar de China Meridional y, posiblemente, respecto a Taiwán.



Putin junto al presidente chino Xi y el líder norcoreano Kim Jong Un en un desfile militar en Beijing en septiembre. Foto Sergey Bobylev/POOL/AFP/Getty Images

¿Ha unido más USA a Rusia y China por sus acciones este año? Pienso en esas imágenes en Pekín, con Putin, Xi y Kim Jong Un juntos.¹⁶

¹⁶ En una entrevista anterior de Weekend Interview, le pedí a la historiadora china Jung Chang que comentara esta imagen. «Me repugna», dijo. «Me da miedo que China se haga con el control del mundo; ¿adónde podría huir entonces? ¿Y adónde podrían huir los demás?».

No creo que hayan sido empujados a unirse por USA. Han sido empujados por su propia alianza, especialmente en torno a Ucrania.

Es una relación muy desigual, pero Putin depende cada vez más del apoyo chino. Aunque China no ha proporcionado a Rusia algunas de las armas más sofisticadas, ha sido muy útil suministrando material de doble uso con aplicaciones civiles o militares. Los químicos de esos proyectiles son en su mayoría chinos; muchos componentes de los misiles también son chinos.¹⁷

¹⁷ El gobierno chino ha negado haber suministrado armas letales a Rusia y afirma que controla estrictamente las exportaciones de los denominados productos de doble uso.

Y, por supuesto, los iraníes y los norcoreanos también lo han ayudado. Así que existe un estrechamiento de ese grupo de cuatro actores que se asocian para hacer cosas dañinas.

Desde hace un par de meses, USA lleva a cabo ataques contra barcos en el Caribe, diciendo que transportaban narcotraficantes. Usted ha lidiado con cuestiones de este tipo; vivió la época de los ataques con drones en lugares como Afganistán. ¿Qué piensa cuando observa lo que ocurre en el Caribe?

No estoy al tanto, Mishal. No está en el centro de los intereses británicos. Así que realmente no sé en qué basan esas acciones los estadounidenses.

Menciona Afganistán. Nosotros siempre preferimos arrestar a la gente y llevarla ante un tribunal. Pero en ciertas partes del mundo, en ciertos momentos, hay personas que quieren hacerte daño y no puedes alcanzarlas.

Y, en casos extremos, los ministros pueden autorizar una operación letal, como un ataque con drones, para eliminar una amenaza. Pero cuando lo haces, la ley británica exige que las medidas sean necesarias y proporcionales a la amenaza. Suele haber una palabra muy jurídica: inminencia. Es decir, no basta con una amenaza vaga que podría materializarse dentro de 20 años: debe ser real y actual. Sobre esa base actuamos. Y no puedo comentar lo que está ocurriendo en Venezuela.¹⁸

¹⁸ Moore realmente no quería abordar este tema, pero los ataques contra estos barcos comenzaron en septiembre, y es difícil imaginar que, como jefe del MI6, no se le hubiera informado al respecto. Poco después de nuestra entrevista, CNN informó de que el Reino Unido había suspendido el intercambio de información con Estados Unidos debido a la preocupación por estos ataques, algo que el Gobierno británico no desmintió. Para conocer otro punto de vista, véase nuestra reciente entrevista de fin de semana con María Corina Machado, líder de la oposición venezolana.

Quisiera hablar más cerca de casa, sobre políticos en Europa. Pienso en dos que han sido acusados de repetir argumentarios rusos sobre Ucrania, de ser suaves con Rusia: Nigel Farage, que podría ser el próximo primer ministro británico, y Marine Le Pen. ¿Tendría usted preocupaciones si cualquiera de ellos fuera elegido?

Mishal, he pasado 38 años siendo rigurosamente apartidario. No voy a abandonar ese hábito ahora. El trabajo del jefe del MI6 consiste en servir al gobierno de turno, obedeciendo la ley británica. Proporcionas la verdad al poder; te presentas con frecuencia ante el primer ministro y el ministro de Asuntos Exteriores y, a veces, les dices cosas que realmente no quieren oír —particularmente un viernes por la tarde.

Cuando usted se aleja de todo eso, como ahora, ¿cómo es la descompresión? Imagino que es difícil hacer un trabajo así sin dedicarle prácticamente cada hora despierto.

No me preocupaba por las cosas que no podía cambiar. Me centraba mucho en nuestro propio trabajo, el de inteligencia humana —mantenerlo en un mundo donde las herramientas de vigilancia contra nosotros son extremadamente sofisticadas. Me preocupaba: ¿seguiremos en la carrera? ¿Seguiremos siendo suficientemente buenos en nuestra metodología, nuestro tradecraft? ¿Obtendremos la tecnología adecuada lo bastante rápido?

¿Ahora se trata más de tecnología que del factor humano?

De ambos. No es algo binario. Necesitas gran tecnología. La IA nos ayuda enormemente a analizar cantidades vastas de datos y quizá a encontrar a alguien dispuesto a ayudarnos. Al mismo tiempo, en China se puede ver que el estado de vigilancia está muy avanzado, y gran parte de esa tecnología se exporta. No tiene por qué venir de Pekín: puedes encontrarla en Dubái o en otra ciudad. Debemos ser muy conscientes de las capacidades desplegadas contra nosotros.

Me preocupaba si seguiríamos a la altura. Me alegra decir que creo que lo estamos, pero es una especie de carrera armamentista. Una de las razones por las que decidí que debíamos ser un poco más abiertos sobre quiénes somos y hablar más sobre nuestra misión fue porque quería conectar con el sector tecnológico fuera del gobierno —a menudo allí se encuentran las soluciones.

¿Se refiere a OpenAI, Google?

A todo: desde las grandes empresas de defensa o tecnología, hasta la mujer que trabaja en su garaje inventando algo extraordinario. Las grandes empresas eran más accesibles; teníamos estructuras para ello. Podíamos autorizar a algunos de sus empleados para que vieran información clasificada. Pero si eres una pequeña startup, ese no es tu mundo. Y si decimos: “Necesitamos someterte a un proceso de autorización”, esas personas pueden fundar su empresa, ganar mil millones y desaparecer antes de que terminemos el trámite. Por eso era importante abrirnos más.

¿Consiguieron crear algún tipo de vía rápida?

Sí, hemos hecho cosas maravillosas. El HMGCC —His Majesty’s Government Communications Centre— que es un acrónimo horrible, lo sé, es nuestro centro nacional de ingeniería en seguridad. Si eres fan de James Bond, es lo más parecido que tenemos a Q Labs. Ahora puedes ir a un edificio cerca de la estación de Milton Keynes y literalmente entrar para hablar de tecnología.

Hace algunos años, bajo mi predecesor, decidimos entrar en el capital riesgo. El National Security Strategic Investment Fund (NSSIF) estudia tecnologías que podrían no salir adelante si se dejan exclusivamente al sector privado, pero que, con el sello de la comunidad de inteligencia, atraen el interés del capital privado. Del conjunto de tecnologías financiadas, el 40 % acaba utilizándose realmente en la organización. Es un gran cambio.²⁰

20 Puede que no desarrolle automóviles submarinos ni relojes de pulsera láser, pero el NSSIF, creado en 2018, afirma que se centra en la inteligencia artificial, el espacio, la cuántica y otras tecnologías emergentes. Es similar a In-Q-Tel, creada por la CIA, y ha respaldado a empresas como el fabricante de drones Tekever, que ahora suministra hardware a la fuerza aérea del Reino Unido, y la startup de computación cuántica Oxford Ionics, posteriormente adquirida por una empresa usamericana por mil millones de dólares.

¿Cómo es la vida fuera ahora?

Si vas a desempeñar estos trabajos, los haces durante cinco años y debes cuidarte.²¹ Tenía una institución extraordinaria bajo mis órdenes, y podía delegar. Podía irme de vacaciones —si ocurría algo enorme, evidentemente volvía.

21 Renunciar al cargo después de cinco años es una convención relativamente moderna. El primer jefe del MI6, un oficial naval con monóculo llamado Mansfield Cumming, ocupó el cargo desde 1909 hasta 1923. Firmaba sus cartas con la letra «C» de Cumming; el apodo de una sola letra se popularizó y fue adoptado por los jefes posteriores.

También creo que soy una persona bastante tranquila. No soy un gran preocupado. No quieres a alguien ansioso en ese trabajo.

En las últimas seis semanas, muchos amigos esperan verme completamente transformado, pero no me siento así. Fui de vacaciones con Maggie a la Toscana, luego volvimos, y ahora pienso en qué puedo hacer después.

Hay una vacante de embajador en Washington.

No es para mí. Deseo lo mejor a quien asuma ese cargo, y estoy seguro de que encontrarán un gran candidato.

¿Por qué dice que no con tanta facilidad?

Lo digo con facilidad porque, por supuesto, lo he pensado mucho y he tomado una decisión. Creo que hay personas mejor calificadas que yo para ese puesto. Después de cinco años de un trabajo realmente intenso, estoy listo para hacer otras cosas —incluido ver más a mi nieto.

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