04/09/2025

NAAMA RIBA
“¿Una masacre cortesía de Tzáhal?”: Yosef Ohman, el fotógrafo israelí que documentó la injusticia

Naama Riba, Haaretz, 3/9/2025

Traducido por Tlaxcala

Desde las manifestaciones contra la primera guerra del Líbano hasta la evacuación de un pueblo palestino durante la Guerra de los Seis Días, Yosef Ohman – fallecido a los 86 años – estuvo presente para cubrir protestas e injusticias desde una perspectiva de izquierda.


Miembros del kibutz Ga'ash manifestándose en septiembre de 1982 tras la masacre de Sabra y Chatila durante la guerra del Líbano. El cartel dice: “¿Masacre cortesía de Tzáhal?”
Foto Yosef Ohman

El fotógrafo Yosef Ohman, cuyas imágenes documentaron en gran medida protestas e injusticias – años antes de que este género se hiciera popular – murió el sábado 31 de agosto a los 86 años.
Ohman, que padecía una enfermedad renal, era también activista y con frecuencia participaba en los eventos que fotografiaba.

A comienzos de los años 70, retrató en Jerusalén las protestas de las Panteras Negras israelíes, un grupo que representaba a los israelíes sefardíes y mizrajíes – con raíces en el Máshrek y el Magreb.


Manifestación de las Panteras Negras israelíes en 1971.
Foto Yosef Ohman

También documentó la revolución de los claveles en Portugal en 1974 y las elecciones que se celebraron un año después. Más cerca de casa, estuvo presente en 1982 cuando Israel evacuó Yamit, un asentamiento en la península del Sinaí que fue desmantelado como parte del tratado de paz con Egipto.


Yosef Ohman con una camiseta de Che Guevara
Foto Miki Kratsman

Asimismo fotografió las protestas contra la primera guerra del Líbano, que comenzó en 1982, y al año siguiente captó el funeral de Emil Grunzweig, muerto por una granada lanzada durante una concentración del movimiento Paz Ahora. En 1986, una de sus fotos memorables fue la del líder ultraderechista Meir Kahane.

Ohman también documentó la desaparición del pueblo de Imwas, al oeste de Jerusalén, destruido por Israel durante la Guerra de los Seis Días en 1967 para asegurar una vía libre de salida de la capital.


Protesta en 1985 en el kibutz Ga'ash, en el día 1.045 de presencia israelí en el Líbano tras la invasión de 1982.
Foto Yosef Ohman / Archivo Yad Yaari


Un camión de Paz Ahora estacionado frente al asentamiento de Elon Moreh en 1979.
Foto Yosef Ohman

“Vimos refugiados en el camino hacia Ramala”, contó Ohman sobre esa ciudad de Cisjordania. “De repente vi bulldozers destruyendo el pueblo. No me di cuenta de que esas serían las últimas fotos que tomaríamos en Imwas antes de que fuera arrasado.”

“Ohman presenció la realidad desde ángulos no convencionales y antihegemónicos”
Tali Tamir, curadora de arte independiente


Meir Kahane dando un discurso en Jerusalén en 1986.
Foto Yosef Ohman

Ohman nació en 1938 en Buenos Aires y estudió en una escuela cristiana. Antes de emigrar a Israel en 1959 con un grupo del movimiento juvenil judío de izquierda Hashomer Hatzair, estudió pintura y escultura. Se estableció en el kibutz Harel, al oeste de Jerusalén, donde se convirtió en el fotógrafo de la comunidad.

Más tarde se trasladó al kibutz Ga'ash, al norte de Tel Aviv, y en 1991 a Hadera, aún más al norte. Fue maestro en un internado y en 2015 se mudó a Herzliya, en las afueras de Tel Aviv. Le sobreviven cuatro hijos y nietos.


Un retrato de Che Guevara en la pared de una prisión en Argentina en 2010.
Foto Yosef Ohman

El archivo de Ohman se conserva en el centro de investigación y documentación Yad Yaari, perteneciente a Hashomer Hatzair. El investigador de la cultura de los kibutzim, Yuval Danieli, califica su obra como «un tesoro de historia humana, política y emocional».

En los últimos años su trabajo ha tenido un resurgir. En 2018, la exposición Cielo rojo le rindió homenaje en la galería de Yad Yaari, seguida de otra exposición y un libro en 2024.

“Ohman presenció la realidad desde ángulos no convencionales y antihegemónicos”, escribió Tali Tamir, autora y editora del libro. “Este libro presenta una continuidad de la resistencia de izquierda en Israel: una cultura de compromiso e implicación social para ayudar a los débiles, apoyar la justicia y oponerse a los gobiernos de derecha que han promovido guerras y agresiones.

Las fotografías reflejan un tipo de fotógrafo que ya no existe en este mundo: alguien que no sirve a los medios sensacionalistas, sino que actúa de acuerdo con su conciencia.”




JON GAMBRELL
La construcción se intensifica en un sitio vinculado al programa nuclear de Israel, muestran fotos satelitales

Los trabajos de construcción se han intensificado en una nueva estructura importante dentro de una instalación clave para el programa de armas atómicas que se sospecha desde hace mucho tiempo en Israel, según imágenes satelitales analizadas por expertos. Estos señalan que podría tratarse de un nuevo reactor o de una instalación para ensamblar armas nucleares —pero el secreto que rodea al programa hace difícil saberlo con certeza.

Jon Gambrell, AP News, 3/9/2025
Traducido por Tlaxcala

Jon Gambrell es el director de noticias para el Golfo e Irán de la agencía de noticias usamericana The Associated Press. Ha reportado desde cada uno de los países del Consejo de Cooperación del Golfo, Irán y otros lugares del mundo desde que se unió a AP en 2006.

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Los trabajos de construcción se han intensificado en una nueva estructura importante dentro de una instalación clave para el programa de armas atómicas que se sospecha desde hace mucho tiempo en Israel, según imágenes satelitales analizadas por expertos. Estos señalan que podría tratarse de un nuevo reactor o de una instalación para ensamblar armas nucleares —pero el secreto que rodea al programa hace difícil saberlo con certeza.

Los trabajos en el Centro de Investigación Nuclear Shimon Peres del Néguev, cerca de la ciudad de Dimona, reavivarán las preguntas sobre el estatus ampliamente aceptado de Israel como el único estado del Medio Oriente con armas nucleares.

También podría provocar críticas internacionales, especialmente porque ocurre después de que Israel y USA bombardearan en junio sitios nucleares en Irán por temor a que la República Islámica pudiera usar sus instalaciones de enriquecimiento para desarrollar un arma atómica. Entre los sitios atacados se encontraba el reactor de agua pesada de Arak.

Esta imagen de archivo, tomada de un video transmitido el 7 de enero de 2005 por el canal de televisión israelí Channel 10, muestra lo que dicho canal afirma es la instalación nuclear de Israel cerca de Dimona, el primer video detallado del sitio jamás mostrado al público. (Channel 10 vía AP, archivo)

Siete expertos que examinaron las imágenes dijeron creer que la construcción estaba relacionada con el programa de armas nucleares sospechado desde hace mucho tiempo en Israel, dado que se encuentra cerca del reactor de Dimona, donde no existe ninguna planta eléctrica civil. Sin embargo, se dividieron en cuanto a lo que podría ser la nueva construcción.

Tres de ellos afirmaron que la ubicación y el tamaño de la zona en construcción, así como el hecho de que parecía tener varios pisos, significaban que la explicación más probable era la construcción de un nuevo reactor de agua pesada. Dichos reactores pueden producir plutonio y otro material clave para las armas nucleares.

Los otros cuatro reconocieron que podría tratarse de un reactor de agua pesada, pero también sugirieron que los trabajos podrían estar relacionados con una nueva instalación para ensamblar armas nucleares. Se negaron a ser concluyentes, dado que la construcción aún estaba en una etapa temprana.


“Probablemente sea un reactor; ese juicio es circunstancial, pero esa es la naturaleza de estas cosas”, dijo Jeffrey Lewis, experto del James Martin Center for Nonproliferation Studies en el Instituto Middlebury de Estudios Internacionales, quien basó su evaluación en las imágenes y en la historia de Dimona. “Es muy difícil imaginar que se trate de otra cosa”.

Israel no confirma ni niega poseer armas atómicas, y su gobierno no respondió a las solicitudes de comentarios. La Casa Blanca, principal aliada de Israel, tampoco respondió a las solicitudes de comentarios.

Construcción en marcha desde hace años

Associated Press informó por primera vez en 2021 sobre excavaciones en la instalación, situada a unos 90 kilómetros al sur de Jerusalén. En ese momento, las imágenes satelitales solo mostraban a trabajadores cavando un hoyo de unos 150 metros de largo y 60 metros de ancho cerca del reactor original de agua pesada del sitio.

Imágenes tomadas el 5 de julio por Planet Labs PBC muestran una construcción intensificada en el lugar de la excavación. Al parecer, se han colocado gruesos muros de contención de hormigón, y la obra parece tener varios pisos subterráneos. Grúas se alzan sobre el sitio.

No hay cúpula de contención ni otras características típicamente asociadas a un reactor de agua pesada visibles en el lugar. Sin embargo, podría añadirse más adelante o el reactor podría estar diseñado sin ella.

El actual reactor de agua pesada de Dimona, que entró en funcionamiento en la década de 1960, ha estado operando mucho más tiempo que la mayoría de los reactores de la misma época. Eso sugiere que pronto tendrá que ser reemplazado o reacondicionado.

«Es alto, lo cual era de esperar, porque el núcleo del reactor va a ser bastante alto», dijo Lewis. «Basándonos en la ubicación, el tamaño y la falta general de construcciones en el lugar, es más probable que se trate de un reactor que de cualquier otra cosa».


Esta foto satelital proporcionada por Planet Labs PBC muestra el Centro de Investigación Nuclear Shimon Peres Negev cerca de la ciudad de Dimona, Israel, el 5 de julio de 2025. (Planet Labs PBC vía AP)

Edwin Lyman, un experto nuclear de la organización Union of Concerned Scientists, con sede en Cambridge, Massachusetts, también señaló que la nueva construcción podría tratarse de un reactor en forma de caja que no tiene una cúpula de contención visible, aunque reconoció que la falta de transparencia dificulta estar seguro.
Israel «no permite ninguna inspección o verificación internacional de lo que está haciendo, lo cual obliga al público a especular», dijo Lyman.

Aunque los detalles sobre Dimona siguen siendo secretos muy guardados en Israel, un denunciante en la década de 1980 reveló información y fotografías de la instalación que llevaron a expertos a concluir que Israel había producido docenas de ojivas nucleares.
«Si se trata de un reactor de agua pesada, buscan mantener la capacidad de producir combustible gastado que luego pueden procesar para separar plutonio y fabricar más armas nucleares», dijo Daryl G. Kimball, director ejecutivo de la Arms Control Association, con sede en Washington. «O están construyendo una instalación para mantener su arsenal o fabricar ojivas adicionales».

El programa de Israel se cree que depende de subproductos de un reactor de agua pesada

Israel, al igual que India y Pakistán, se cree que depende de un reactor de agua pesada para fabricar sus armas nucleares. Los reactores pueden usarse con fines científicos, pero el plutonio —que provoca la reacción en cadena nuclear necesaria en una bomba atómica— es un subproducto del proceso. El tritio es otro subproducto y puede usarse para aumentar la potencia explosiva de las ojivas.

Dada la naturaleza secreta del programa israelí, sigue siendo difícil estimar cuántas armas nucleares posee. El Bulletin of Atomic Scientists en 2022 situó el número en alrededor de 90 ojivas.


Esta fotografía satelital espía del 29 de septiembre de 1971, posteriormente desclasificada por el gobierno usamericano, muestra lo que ahora se conoce como el Centro de Investigación Nuclear Shimon Peres Negev, cerca de la ciudad de Dimona, Israel. (U.S. Center for Earth Resources Observation and Science/U.S. Geological Survey, vía AP)

Obtener más tritio para reemplazar el material en descomposición podría ser la razón de la construcción en Dimona, ya que, como señaló Lyman, este decae un 5% cada año.
«Si están construyendo un nuevo reactor de producción», dijo, «no significa necesariamente que busquen ampliar el plutonio que ya tienen, sino fabricar tritio».

Israel tiene una política de ambigüedad nuclear

Se cree que Israel comenzó a construir el sitio nuclear en el desierto a fines de la década de 1950, tras enfrentar varias guerras con sus vecinos árabes después de su fundación en 1948, a raíz del Holocausto.

Su política de ambigüedad nuclear se considera que ha ayudado a disuadir a sus enemigos.

Es uno de los nueve países confirmados o sospechosos de poseer armas atómicas y uno de los cuatro que nunca se han adherido al Tratado de No Proliferación Nuclear, un histórico acuerdo internacional destinado a frenar la expansión de las armas nucleares. Eso significa que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control nuclear de la ONU, no tiene derecho a realizar inspecciones en Dimona.

Al ser consultado sobre la construcción, el OIEA, con sede en Viena, reiteró que Israel «no está obligado a proporcionar información sobre otras instalaciones nucleares en el país» fuera de su reactor de investigación Soreq.

Sobre el mismo tema, escuchen el resumen audio en español del libro en francés La bomba opaca de Shimshon: arma definitiva, tabú supremo. Cómo Israel se convirtió en «la única democracia»... nuclear de Oriente Medio


JON GAMBRELL
La construction s’intensifie sur un site lié au programme nucléaire d’Israël, comme le montrent des photos satellites

Les travaux de construction se sont intensifiés sur une nouvelle structure majeure d’une installation clé du programme d’armes atomiques longtemps suspecté d’Israël, selon des images satellites analysées par des experts. Ceux-ci estiment qu’il pourrait s’agir d’un nouveau réacteur ou d’une installation destinée à assembler des armes nucléaires — mais le secret qui entoure ce programme rend difficile toute certitude.

Jon Gambrell, AP News, 3/9/2025
Traduit par Tlaxcala

Jon Gambrell est directeur de l'information pour le Golfe et l'Iran à l'agence usaméricaine Associated Press. Depuis son arrivée à l'AP en 2006, il a couvert les événements dans les pays du Conseil de coopération du Golfe, en Iran et ailleurs dans le monde.

DUBAÏ, Émirats arabes unis (AP) — Les travaux de construction se sont intensifiés sur une nouvelle structure majeure d’une installation clé du programme d’armes atomiques longtemps suspecté d’Israël, selon des images satellites analysées par des experts. Ceux-ci estiment qu’il pourrait s’agir d’un nouveau réacteur ou d’une installation destinée à assembler des armes nucléaires — mais le secret qui entoure ce programme rend difficile toute certitude.

Les travaux au Centre de recherche nucléaire Shimon Peres du Néguev, près de la ville de Dimona, relanceront les questions sur le statut largement admis d’Israël en tant que seul État du Moyen-Orient doté de l’arme nucléaire.

Cela pourrait également susciter des critiques internationales, d’autant plus que cela intervient après qu’Israël et les USA ont bombardé en juin plusieurs sites nucléaires en Iran, par crainte que la République islamique n’utilise ses installations d’enrichissement pour se doter d’une arme atomique. Parmi les sites attaqués figurait le réacteur à eau lourde d’Arak.


Cette image d’archive, tirée d’une vidéo diffusée le 7 janvier 2005 par la chaîne de télévision israélienne Channel 10, montre ce que la chaîne affirme être l’installation nucléaire d’Israël près de Dimona, première vidéo détaillée du site jamais montrée au public. (Channel 10 via AP, archive)

Sept experts ayant examiné les images ont tous déclaré qu’ils pensaient que la construction était liée au programme d’armes nucléaires longtemps suspecté d’Israël, compte tenu de sa proximité avec le réacteur de Dimona, où aucune centrale électrique civile n’existe. Toutefois, leurs avis divergeaient sur la nature exacte de la nouvelle construction.

Trois d’entre eux ont affirmé que l’emplacement et la taille de la zone en construction, ainsi que le fait qu’elle semblait comporter plusieurs étages, signifiaient que l’explication la plus probable était la construction d’un nouveau réacteur à eau lourde. De tels réacteurs peuvent produire du plutonium et un autre matériau essentiel aux armes nucléaires.

Les quatre autres ont reconnu qu’il pouvait s’agir d’un réacteur à eau lourde, mais ont également suggéré que les travaux pourraient être liés à une nouvelle installation d’assemblage d’armes nucléaires. Ils ont refusé de se prononcer définitivement, étant donné que la construction n’en était encore qu’à un stade précoce.



« C’est probablement un réacteur — ce jugement est circonstanciel mais c’est la nature de ce type d’analyse », a déclaré Jeffrey Lewis, expert au James Martin Center for Nonproliferation Studies de l’Institut Middlebury d’études internationales, qui a fondé son évaluation sur les images et sur l’histoire de Dimona. « Il est très difficile d’imaginer qu’il s’agisse d’autre chose. »

Israël ne confirme ni ne nie posséder des armes atomiques, et son gouvernement n’a pas répondu aux demandes de commentaires. La Maison-Blanche, alliée la plus proche d’Israël, n’a pas non plus répondu aux sollicitations.

Travaux de construction en cours depuis des années

Associated Press avait rapporté pour la première fois en 2021 des travaux d’excavation dans l’installation, située à environ 90 kilomètres au sud de Jérusalem. À l’époque, les images satellites ne montraient que des ouvriers creusant un trou d’environ 150 mètres de long et 60 mètres de large près du réacteur à eau lourde d’origine du site.

Des images prises le 5 juillet par Planet Labs PBC montrent une intensification des travaux sur le site de l’excavation. D’épaisses parois de soutènement en béton semblent être posées sur le site, qui paraît comporter plusieurs étages souterrains. Des grues dominent le chantier.

Aucun dôme de confinement ni autre élément généralement associé à un réacteur à eau lourde n’est visible pour l’instant sur le site. Cependant, un tel dôme pourrait être ajouté plus tard ou bien le réacteur pourrait être conçu sans.

Le réacteur actuel à eau lourde de Dimona, mis en service dans les années 1960, fonctionne depuis bien plus longtemps que la plupart des réacteurs de la même époque. Cela suggère qu’il devra bientôt être remplacé ou rénové.

« C’est une structure haute, ce qui est attendu, car le cœur du réacteur est assez grand », a expliqué Lewis. « Vu l’emplacement, la taille et le manque général de construction alentour, il est plus probable qu’il s’agisse d’un réacteur que de toute autre chose. »


Cette photo satellite fournie par Planet Labs PBC montre le Centre de recherche nucléaire Shimon Peres du Néguev près de la ville de Dimona, en Israël, le 5 juillet 2025. (Planet Labs PBC via AP)

Edwin Lyman, expert nucléaire à l’Union of Concerned Scientists, basée à Cambridge (Massachusetts), a lui aussi estimé que la nouvelle construction pourrait être un réacteur de forme rectangulaire ne présentant pas de dôme de confinement visible, tout en reconnaissant que le manque de transparence rendait difficile toute certitude.

Israël « n’autorise aucune inspection ou vérification internationale de ce qu’il fait, ce qui force le public à spéculer », a déclaré Lyman.

Alors que les détails concernant Dimona restent des secrets d’État en Israël, un lanceur d’alerte avait dans les années 1980 révélé des informations et des photos de l’installation, amenant les experts à conclure qu’Israël avait produit des dizaines d’ogives nucléaires.

« S’il s’agit d’un réacteur à eau lourde, ils cherchent à maintenir la capacité de produire du combustible usé qu’ils peuvent ensuite retraiter pour séparer le plutonium destiné à fabriquer davantage d’armes nucléaires », a déclaré Daryl G. Kimball, directeur exécutif de l’Arms Control Association, basée à Washington. « Ou bien ils construisent une installation pour entretenir leur arsenal ou produire de nouvelles ogives. »

Le programme israélien reposerait sur les sous-produits d’un réacteur à eau lourde

Israël, comme l’Inde et le Pakistan, s’appuierait sur un réacteur à eau lourde pour fabriquer ses armes nucléaires. Ces réacteurs peuvent avoir des usages scientifiques, mais le plutonium — qui déclenche la réaction en chaîne nécessaire à une bombe atomique — en est un sous-produit. Le tritium en est un autre et peut être utilisé pour accroître la puissance explosive des ogives.

Compte tenu du secret qui entoure le programme israélien, il reste difficile d’évaluer combien d’armes nucléaires le pays possède. Le Bulletin of Atomic Scientists estimait en 2022 ce nombre à environ 90 ogives.


Cette photo satellite d’espionnage du 29 septembre 1971, ultérieurement déclassifiée par le gouvernement usaméricain, montre ce qui est aujourd’hui connu comme le Centre de recherche nucléaire Shimon Peres du Néguev, près de Dimona en Israël. (U.S. Geological Survey via AP)

Obtenir davantage de tritium pour remplacer la matière qui se dégrade pourrait être la raison de la construction à Dimona, a noté Lyman, le tritium se désintégrant à un rythme de 5 % par an.

« S’ils construisent un nouveau réacteur de production », a-t-il ajouté, « cela ne veut pas forcément dire qu’ils cherchent à accroître leur stock de plutonium, mais plutôt à fabriquer du tritium. »

Israël et la politique de l’ambiguïté nucléaire

Israël aurait commencé à bâtir ce site nucléaire dans le désert à la fin des années 1950, après avoir affronté plusieurs guerres avec ses voisins arabes depuis sa fondation en 1948, dans le sillage de la Shoah.

Sa politique d’ambiguïté nucléaire est considérée comme ayant contribué à dissuader ses ennemis.

Israël fait partie des neuf pays confirmés ou soupçonnés de détenir l’arme atomique, et de seulement quatre qui n’ont jamais adhéré au Traité de non-prolifération nucléaire (TNP), un accord international majeur visant à empêcher la prolifération des armes nucléaires. Cela signifie que l’Agence internationale de l’énergie atomique (AIEA), l’organisme onusien de contrôle du nucléaire, n’a aucun droit de mener des inspections à Dimona.

Interrogée sur la construction, l’AIEA, basée à Vienne, a rappelé qu’Israël « n’est pas tenu de fournir d’informations sur d’autres installations nucléaires dans le pays » en dehors de son réacteur de recherche de Soreq.

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03/09/2025

LUCÍA ESCOBAR
Juan Josué Chel, l’instituteur guatémaltèque qui offre des expériences aux enfants

Lenseignant lutte contre le décrochage scolaire avec un plan : fêter par un voyage ses élèves qui ont terminé l’école primaire

Lucía Escobar , América Futura, El País, 2-9-2025

Journaliste guatémaltèque née en 1975, qui a dû s'exiler à deux reprises, en 2011 et en 2023.

Traduit par Tlaxcala 


Juan Josué Chel, instituteur ixil, lors d’un voyage avec ses élèves. Photo ZioN

Chaque année, dans un hameau reculé de la Sierra du Quiché, un groupe d’élèves rompt avec la routine scolaire en vivant une excursion unique, rendue possible grâce à de petits gestes et au soutien de personnes qu’ils ne connaissent pas.

Ils laissent derrière eux les collines, la boue et le brouillard pour découvrir un pays qu’ils n’avaient vu jusque-là qu’en images dans les livres. En tête marche Juan Josué Chel, un instituteur ixil peu bavard mais très actif, qui transforme loteries et collectes en voyages. Cette année, cela s’est produit alors qu’une grève des enseignants paralysait les cours au Guatemala pendant 79 jours, privant plus de 300 000 enfants de classe et de repas scolaires.

Santa Clara Chajul, située au nord d’Alta Verapaz, est l’un des villages les plus oubliés du Guatemala. Fondée par d’anciens membres des Communautés de Population en Résistance (CPR), survivants du conflit armé interne, elle affronte aujourd’hui d’autres défis comme la malnutrition infantile, qui touche 58 % de ses habitants, et l’analphabétisme, qui atteint 45 %, selon l’INE (Institut national de statistiques).

Chaque lundi, Juan Josué enfourche sa moto et traverse les montagnes du Quiché jusqu’à l’école où il enseigne à des enfants d’une communauté privée d’électricité, d’eau potable et de routes pavées. En saison des pluies, la boue transforme les sentiers en pièges qui exigent six heures de marche. Mais cela ne l’arrête pas. Cela fait vingt ans qu’il effectue ce trajet, deux fois par semaine. En 2005, quand il a commencé, il donnait cours à trois niveaux différents. Pour arriver, il fallait deux heures de voiture et six heures de marche. Son salaire était de moins de 200 dollars par mois, et même s’il a augmenté de 4 % chaque année, il reste insuffisant au regard des conditions extrêmes dans lesquelles il travaille.

Chaque semaine, il emprunte une route inaugurée au moins quatre fois par divers présidents et ministres de la communication, mais qu’aucune administration corrompue n’a su entretenir. Il loue une chambre dans le village et ne rentre chez lui que le vendredi, portant sur lui la routine de l’abandon de l’État.

Mais Chel fait partie de ceux qui savent en faire plus que le service minimum. C’est pourquoi il organise chaque année ce voyage comme « une récompense pour mes élèves qui ont atteint la dernière année du primaire. Pour moi, c’est une expérience de partage, nous avons vécu tant de choses ensemble », dit-il.

Garçons et filles de Chajul. Photo ZioN

En juillet 2025, alors que le Guatemala était paralysé par une grève menée par le Syndicat des travailleurs de l’éducation du Guatemala (STEG), Chel préparait sa huitième excursion scolaire avec plus de 25 enfants.

La grève, dirigée par le controversé Joviel Acevedo, a été perçue par la population comme une manœuvre politique davantage axée sur des négociations de pouvoir que sur l’amélioration de l’enseignement public. Elle a touché principalement les écoliers des zones rurales. Dans des régions comme Chajul, où 88 % de la population vit dans la pauvreté, les écoles ne sont pas seulement des lieux d’éducation mais aussi des cantines pour des enfants qui dépendent des repas scolaires.

Sur 100 enfants qui commencent l’école primaire, au moins 15 l’abandonnent chaque année. Et selon l’Unicef, un sur trois n’arrivera pas en sixième année. Face à ces chiffres, Chel ne baisse pas les bras. « Beaucoup de ces enfants ne connaissent même pas un feu de circulation, ils ne sont jamais allés jusqu’au chef-lieu du département. » C’est pourquoi chaque excursion est un exploit. Rien qu’en transport pour quitter le village, il dépense bien plus que ce qu’il gagne en un mois.

Une solidarité qui s’élargit

La première excursion, il y a plus de dix ans, a été financée grâce à la vente de friandises et à des loteries. Mais aussi avec l’aide de personnes de la capitale alertées par un article dans la presse.

À Antigua Guatemala, quelqu’un attend toujours le groupe d’élèves de Chajul. L’une d’elles est Suzane Brichaux. Elle a rencontré Juan Josué avant la pandémie, lorsqu’elle l’a accueilli au Cerro de la Cruz avec des encas pour ses élèves et beaucoup de curiosité. Depuis, elle soutient systématiquement l’excursion. « Je repars toujours avec plus d’espérance et de gratitude », reconnaît-elle.

Suzane a co-organisé des visites de monuments, des après-midis à la piscine et des matchs de football. Elle est impressionnée de voir comment les enfants découvrent pour la première fois la mer, la ville ou une vallée. « Cela les marque pour la vie, et cela nous marque aussi, nous qui entourons le projet. Les réponses pour transformer le Guatemala sont là, surtout dans les zones rurales. » Pour elle, accompagner l’enseignant Chel n’est pas seulement un acte de soutien : c’est un rappel qu’il existe, dans chaque recoin du pays, des leaders silencieux capables de changer des destins.

« Ils m’ont demandé si j’étais venue en avion. Pour eux, cette sortie est une expérience qui change la vie », raconte Sofía Cabrera, athlète professionnelle et marraine de l’excursion, qui parraine également un enfant. Elle les a accompagnés au zoo : « Ils étaient très heureux, couraient partout, je crois qu’ils se sentaient comme dans un autre pays, loin de chez eux. Ils m’ont dit que le trajet avait duré 18 heures ! Pour eux, c’est un voyage très long, et je pense que cela les aide énormément à rêver plus grand. »

Chaque excursion est différente. En 2017, ils ont marché des heures parmi les glissements de terrain ; en 2018, ils ont vu la mer pour la première fois et visité l’aéroport La Aurora. L’année suivante, ils ont dansé au Centre Culturel d’Espagne et découvert le Transmetro. En 2024, ils ont salué le président Bernardo Arévalo et navigué en barque sur le lac Atitlán.


Voyage de Josué Chel au lac Atitlán. Photo ZioN

Robert Gröllen, un Autrichien qui n’a jamais connu le village, a soutenu pendant des années le projet en envoyant 20 euros par mois. À son décès, son fils Richard a demandé des dons pour poursuivre le legs solidaire de son père. Ils ont réuni 800 euros, essentiels pour rendre possible l’excursion de cette année.

En 2025, accompagnés également par le professeur Gaspar Chávez Pérez, ils ont visité la Foire du Livre et reçu des exemplaires de livres grâce à la journaliste Claudia Navas. L’économiste Vivian Guzmán a aussi voyagé avec eux et souligne que Chel est un enseignant qui dépasse la salle de classe et lutte contre l’exclusion des communautés indigènes, où pauvreté et malnutrition sont des obstacles quotidiens. « Aider ne serait-ce qu’un enfant change tout », affirme Sofía Cabrera. Et à Santa Clara, chaque excursion devient un acte de résistance.

Il n’existe pas d’étude prouvant que les excursions scolaires diminuent le décrochage, mais Chel est convaincu que ces expériences ouvrent des portes qu’aucune salle de classe ne peut offrir.

Et le fait que Juan Josué ne participe pas à la grève ne signifie pas qu’il pense que tout va bien. Il reconnaît que, sous ce gouvernement, les fournitures scolaires ont doublé et qu’un budget plus important a été alloué à l’alimentation scolaire. Mais cela semble toujours insuffisant. « Nous avons besoin de bourses, d’ordinateurs et d’un toit pour le terrain de sport », dit Chel au ministère de l’Éducation.

Anabella Giracca, ministre de l’Éducation, a qualifié Chel de maître exemplaire. « À Santa Clara Chajul, où la pauvreté extrême limite les rêves des enfants, Juan Josué Chel démontre qu’enseigner, c’est aussi permettre à ses élèves de vivre, toucher et respirer le savoir, dépassant la salle de classe pour transformer l’éducation en expérience de vie », affirme-t-elle.

L’instituteur Chel enseigne dans la zone ixil, là où s’est produit un génocide et où l’on enregistre le taux de malnutrition infantile le plus élevé d’Amérique latine (58 %), ainsi qu’une migration alarmante de jeunes et d’enfants non accompagnés vers les USA. Rien qu’en 2013, environ 12 800 enfants ont été arrêtés à la frontière. Chel affronte le décrochage avec les moyens dont il dispose : persévérance, créativité et un réseau solidaire qui l’accompagne. « 3 % de mes élèves sont déjà partis aux USA », déplore-t-il.

C’est pourquoi résister et leur offrir cette expérience est important. De retour à Santa Clara Chajul, Juan Josué a projeté à l’école, alimentée par panneaux solaires, les photos de l’excursion pour de nombreux parents qui n’ont ni téléphone ni ordinateur.

Parfois, la communauté le remercie avec ce qu’elle a : des épis de maïs, des pommes, de la canne à sucre, des tissus faits main. C’est leur manière de rendre le geste, avec la même générosité qu’ils ont reçue.

Juan Josué porte des années de routes défoncées et un dos fatigué, mais cela ne l’arrête pas. Il vient d’obtenir un don de 21 ordinateurs pour ses élèves ; il cherche maintenant des logiciels et des souris pour compléter l’équipement.

Il continue de rêver à la prochaine aventure pour ses élèves. Il sait que les réussites qui comptent ne se mesurent pas en statistiques : c’est un enfant avec son premier livre, une mère qui pleure en voyant sa fille face à la mer, une fillette qui rêve de devenir ministre et un élève qui veut être enseignant, un bon enseignant, comme lui.

LUCÍA ESCOBAR
Juan Josué Chel: el maestro guatemalteco que regala experiencias

El profesor enfrenta la deserción escolar con un plan: celebrar en un viaje con sus alumnos que completaron primaria

Lucía Escobar, América Futura, El País, 2-9-2025

Periodista guatemalteca nacida en 1975 que tuvo que exiliarse en dos ocasiones, en 2011 y 2023.


Juan Josué Chel, maestro Ixil, durante un viaje con sus alumnos. Foto ZioN

Cada año, en una remota aldea de la sierra de Quiché, un grupo de estudiantes rompe la rutina escolar realizando una excursión única, y que sucede gracias a pequeños gestos y apoyos de personas desconocidas para ellos.

Dejan atrás los cerros, el lodo y la neblina para conocer un país que solo han visto en libros. Al frente va Juan Josué Chel, un maestro ixil de pocas palabras y muchas acciones, quién convierte rifas y colectas en viajes. Este año, sucedió mientras una huelga docente paralizó las clases en Guatemala durante 79 días, dejando a más de 300.000 niños sin clases, ni refacción escolar.

Santa Clara Chajul, ubicada al norte de Alta Verapaz, es una de las aldeas mas olvidadas de Guatemala. Fundada por ex integrantes de las Comunidades de Población en Resistencia, CPRs, sobrevivientes del conflicto armado interno, hoy enfrentan otros retos como la desnutrición infantil que afecta al 58% de sus habitantes y el analfabetismo del 45%, según datos del INE.

Cada lunes, Juan Josué se monta en su motocicleta y atraviesa las montañas de Quiché hacia la escuela donde enseña a niños de primaria de una comunidad que carece de electricidad, de agua potable, de caminos pavimentados. En época de lluvia, el lodo convierte las veredas en trampas de seis horas a pie. Pero eso no lo detiene. Lleva veinte años haciendo ese recorrido, dos veces por semana. En el 2005, cuando comenzó daba clases a tres grados distintos. Para llegar, se tardaba dos horas en carro y seis a pie. Su salario era de menos de 200 dólares al mes, y aunque ha subido un 4% anual, es insuficiente tomando en cuenta las condiciones extremas en las que trabaja.

Cada semana transita una carretera que ha sido inaugurada al menos cuatro veces por distintos presidentes y ministros de comunicación, pero que la corrupción no mantiene en pie. Alquila un cuarto en la aldea y regresa a su casa solo los viernes, cargando consigo la rutina del abandono estatal.

Pero Chel es de los que “dan la milla extra”. Por eso organiza este viaje anual como “un premio para mis estudiantes por haber llegado al último grado de la primaria. Para mi es parte de una convivencia, hemos compartido durante mucho con ellos” comenta.

Niños y niñas de Chajul. Foto ZioN

En julio de 2025, mientras Guatemala estaba paralizada por una huelga promovida por el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), Chel organizaba su octava excursión escolar con más de 25 infantes.

El paro, liderado por un controversial Joviel Acevedo, fue visto por la ciudadanía como una maniobra política, más interesada en negociaciones de poder que en mejorar la educación pública. Afectó principalmente a estudiantes de primaria en áreas rurales. En regiones como Chajul, donde el 88% de la población vive en pobreza, las escuelas no son solo centros educativos, sino también comedores para niños que dependen de los desayunos escolares para alimentarse.

De cada 100 niños que inician la primaria, al menos 15 abandonan la escuela cada año. Y según Unicef, uno de cada tres no llegará a sexto grado. Frente a esas cifras, Chel no se rinde. “Muchos de estos niños no conocen un semáforo, nunca han salido ni si quiera a la cabacera departamental”. Por eso cada excursión es una hazaña. Solo en transporte para salir de la aldea se gasta mucho más de lo que Juan Josué gana en un mes de trabajo.

Una red solidaria que crece

La primera excursión, hace más de diez año fue financiada vendiendo gelatinas y haciendo rifas. Pero también con apoyo de personas de la capital que se enteraron por una publicación en la prensa.

En La Antigua Guatemala, hay alguien que espera al grupo de niños y niñas de Chajul. Una de ellas es Suzane Brichaux. Conoció a Juan Josué, antes de la pandemia, cuando lo recibió en el Cerro de la Cruz con un bocadillos para sus alumnos y mucha curiosidad. Desde entonces, siempre apoya la excursión. “Siempre salgo más cargada de esperanza y gratitud”, reconoce.

Suzane ha co- organizado visitas a monumentos, tardes de piscina y partidos de fútbol. Le impresiona ver cómo los chicos y chicas descubren por primera vez el mar, la ciudad o un valle. “Eso les marca la vida, y también nos marca a quienes estamos alrededor del proyecto. Las respuestas para transformar Guatemala están aquí, sobre todo en lo rural”. Para ella, acompañar al profe Chel no es solo un acto de apoyo: es un recordatorio de que en cada rincón del país hay líderes silenciosos capaces de modificar destinos.

“Me preguntaba si había llegado en avión. Para ellos esa salida es una experiencia que les cambia la vida”. cuenta Sofía Cabrera, atetla profesional y una de las madrinas de la excursión y que beca también a un niño. Ella los acompañó al zoológico: “Estaban muy contentos, corrían de un lado a otro, creo que se sentían como en otro país, lejos de casa. ¡Me contaron que se habían tardado 18 horas en llegar! Eso lo sienten como un un viaje muy lejano y creo que les ayuda muchísimo para soñar más grande”.

Cada excursión es distinta. En 2017 caminaron durante horas entre deslaves; en 2018 vieron el mar por primera vez y visitaron el aeropuerto La Aurora. Un año después, bailaron en el Centro Cultural de España y conocieron el transmetro. En 2024, saludaron al presidente Bernardo Arévalo y navegaron en lancha por el Lago Atitlán.


Viaje de Josué Chel por el Lago Atitlán. Foto ZioN

Robert Gröllen, un austríaco que nunca conoció la aldea, apoyó durante años enviando 20 euros mensuales. Al fallecer, su hijo Richard pidió donaciones para continuar el legado solidario de su padre. Reunieron 800 euros, claves para hacer posible la excursión de este año.

En 2025, acompañados también por el profesor Gaspar Chávez Pérez, visitaron la Feria del Libro y recibieron ejemplares gestionados por la periodista Claudia Navas. También viajó con ellos la economista Vivian Guzmán, quien destaca a Chel como un maestro que trasciende el aula y lucha contra la exclusión de las comunidades indígenas, donde la pobreza y la desnutrición son barreras cotidianas. “Apoyar aunque sea a un niño cambia todo”, afirma Sofía Cabrera. Y en Santa Clara, cada excursión se convierte en un acto de resistencia.

No existe un estudio que diga que llevar a los niños de excursión disminuye la deserción escolar, pero Chel está convencido de que esas experiencias abren puertas que ningún aula puede ofrecer.

Y el hecho de que Juan Josué no participe en la huelga no quiere decir que crea que todo está bien, pero reconoce que durante este gobierno se duplicaron los útiles escolares y se asignó más presupuesto a la alimentación escolar. Aunque siempre parece insuficiente. “Necesitamos becas, computadoras y un techo para la cancha”, dice Chel al Ministerio de Educación.

Anabella Giracca, ministra de Educación, calificó a Chel como un maestro ejemplar. “En Santa Clara Chajul, donde la pobreza extrema limita los sueños de la niñez, Juan Josué Chel demuestra que enseñar también es llevar a sus alumnos a vivir, tocar y respirar el conocimiento, rebasando el aula para transformar la educación en una experiencia de vida”, afirma.

El maestro Chel da clases en el área ixil, el lugar en dónde se dio un genocidio y que registra la tasa de desnutrición infantil más alta de América Latina (58%), y en donde la migración de jovenes o niños no acompañados hacia Estados Unidos alcanza cifras alarmantes. Solo en el 2013, unos 12.800 niños fueron detenidos en la frontera. Chel enfrenta la deserción con lo que tiene a mano: persistencia, creatividad y una red solidaria que lo acompaña. “El 3% de mis alumnos ya se fue a Estados Unidos”, lamenta.

Por eso resistir, y darles esta experiencia es importante. Al volver a Santa Clara Chajul, Juan Josué proyectó en la escuela que funciona con paneles solares, las fotos de la excursión para muchos padres que no tienen celular ni computadora.

A veces, la comunidad agradece con lo que tiene: elotes, manzanas, caña de azúcar, tejidos hechos a mano. Es su manera de devolver el gesto, con la misma generosidad que reciben.

Juan Josué carga años de caminos rotos y una espalda adolorida, pero eso no lo detiene. Acaba de conseguir una donación de 21 computadoras para sus alumnos, ahora está buscando software y ratones para completar el equiplo.

Ahí sigue soñando con la próxima aventura para sus alumnos. Sabe que los logros que valen no se miden en estadísticas: son un niño con su primer libro, una madre llorando al ver a su hija frente al mar, una niña que sueña con ser ministra y un estudiante que quiere ser maestro, un buen maestro, como él.