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12/11/2021

ELIZABETH KOLBERT
Se agota el tiempo en la Conferencia de la ONU sobre el Clima

Elizabeth Kolbert, The New Yorker, 7/11/021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala
 

Elizabeth Kolbert (Nueva York, 1961) forma parte del equipo de escritores de The New Yorker desde 1999. Con anterioridad trabajó para el Times. Ha escrito una serie, “The Climate of Man”, sobre el calentamiento climático dividida en tres partes, que ganó en 2006 el Premio National Magazine for Public Interest. En 2010 ganó el Premio National Magazine for Reviews and Criticism. Es la editora de “The Best Science and Nature Writing 2009”, y es autora deThe Profet of Love: And Other Tales of Power and Deceit”, “Field Notes from a CatastropheyThe Sixth Extinction”, por el que ganó en 2015 el Premio Pulitzer a una obra de no ficción. En 2017 recibió el Premio Blake-Dodd de la Academia de Artes y Letras de EE. UU. Su último libro esUnder a White Sky: The Nature of Future”. @ElizKolbert

Para apreciar realmente la ineficacia de Estados Unidos, hay que remontarse a la reunión que precedió a todas las malas COP, la llamada Cumbre de la Tierra, en 1992. 
       Cartoon about COP26

Tjeerd Royaards

Para quien quiera verlo, la semana pasada, cuando la última ronda de negociaciones internacionales sobre el clima -la COP26- se puso en marcha en Glasgow, hubo muchos malos presagios. Una tormenta que azotó Inglaterra con vientos de 130 kilómetros por hora interrumpió el servicio de trenes de Londres a Escocia, dejando a muchos delegados tratando de encontrar la manera de llegar a la reunión. Justo al comenzar el cónclave, los trabajadores de la basura de Glasgow se pusieron en huelga, y la basura se acumuló en las calles. El Primer Ministro Boris Johnson, en su discurso de apertura, comparó la situación del mundo con la de James Bond, que a menudo se encuentra “atado a un dispositivo del día del juicio final, intentando desesperadamente averiguar de qué cable de color tirar para desactivarlo, mientras un reloj digital rojo avanza implacable hacia una detonación que acabará con la vida humana tal y como la conocemos”. Como señaló un comentarista, en su última película -¡alerta de spoiler!- Bond acaba muerto.

 Ilustración de João Fazenda

También la actuación de Joe Biden en Glasgow resultó poco propicia. En su discurso formal ante la COP26, el presidente declaró que Estados Unidos estaba “de vuelta en la mesa” y “confío en que liderando con el poder de nuestro ejemplo”. Más tarde, ese mismo día, Biden se vio cuestionado por el senador Joe Manchin, demócrata por Virginia Occidental, que anunció que no estaba seguro de poder apoyar el paquete de gastos de 1,75 billones de dólares en el que se basaban las afirmaciones de Biden. El momento fue, como señaló Associated Press, “desafortunado”. En unas declaraciones separadas y sin guión en Glasgow, Biden volvió a la carga, reconociendo que Estados Unidos no predica con el ejemplo, o, en realidad, no predica en absoluto. “Supongo que no debería disculparme, pero sí me disculpo por el hecho de que Estados Unidos, en su último gobierno, se retirara de los acuerdos de París”, dijo, en referencia al conjunto de acuerdos climáticos negociados en la COP21 en 2015. Añadió, a modo de eufemismo, que esto “nos ha puesto algo así como detrás de la bola ocho de billar”.