Rafael Agacino, Correo de los Trabajadores, 21/12/2021
Rafael Agacino Rojas (1956) es un cientista político, economista y profesor marxista chileno. Apoya y participa activamente en diversas organizaciones sociales ligadas al mundo del trabajo y popular; participa en los Colectivos de Trabajadores, CC.TT..
Gana la casa (patronal): ni espectro del fascismo ni fantasma del comunismo
¿Quién dijo terror? Anoche [domingo 19, Editor CT] en medio de públicos parabienes entre Boric y el “presidente” Piñera, entre Boric y “José-Antonio” Kast y entre los personajes de la elite – las dos derechas y los señoritos del FA, el miedo se disipó de una, y en menos de media hora, no había ni espectro del fascismo ni fantasma del comunismo. La República se había salvado.
Una gran operación mediática que logró atraer a un 5% adicional de electores, sobre todo de sectores populares que sin restricciones gritaron sus anhelos en las calles, así como los sectores medios, aunque en un tono levemente más moderado, se regocijaron, dando un aire de legitimidad al sistema político y su institucionalidad electoral. Notable.
Si no fuera por las franjas capturadas por el miedo, que votaron sin convicción e incluso con nauseas – una buena parte de esos 5 puntos porcentuales adicionales – y un contingente que explícitamente llamó a no votar, se diría que la potencialidad de la Revuelta en la noche de ayer ya fue definitivamente anulada. Pero no; aunque solo estemos en los prolegómenos de una obra restauradora mayor.
Viene ahora la negociación, composición y duración del primer gabinete de Boric, sobre todo a la luz del boicot del transporte del día de ayer, cual anticipo de las tácticas amenazadoras que el capital puede ensayar para lograr un gabinete amable, pues en caso contrario, ya sabemos: huelga de inversiones, especulación con el dólar, fuga de capitales, apagones de redes digitales, paro del comercio, etc. Este, el capital, operará para conseguir no sólo se acomode el lenguaje si no también las intenciones un poco más allá de lo que, el ahora presidente electo, ya hizo para la segunda vuelta. Y sabemos que Boric -por más que lo remede – no tiene la estatura política de Allende para resistir las amenazas del capital criollo ni menos las del imperialismo…
Capaz que de tumbo en tumbo capitule, primero, en la política exterior – decepcionando al progresismo latinoamericano que lo ha ensalzado – y luego en la política interior, y nos comunique de súbito por cadena nacional que se equivocó y que las cadenas si son necesarias para imponer el orden, y este Gabriel mute en ese otro Gabriel, el González Videla, esta vez el del siglo XXI [1]. Tal vez la primera prueba de fuego sea el Wallmapu – una guerra que le serviría de excusa- para asir la espada, obtener reconocimiento de las FF.AA. y Policías, e inaugurar la nueva temporada de reprimendas y castigos a los pueblos. Es cierto: legitimar la ley anti-barricada y negar el indulto general a los y las presos políticos de la revuelta, no es lo mismo que imponer una nueva “ley maldita” y desencadenar la represión sobre el pueblo, pero ¿quién sabe?