Traducido del inglés por Sinfo Fernández, Tlaxcala
Una investigación de Yahoo News revela que, durante gran parte de 2017, la CIA sopesó utilizar medios totalmente extrajudiciales para hacer frente a la supuesta amenaza que suponía Julian Assange y su plataforma de denunciantes WikiLeaks. La agencia había planeado secuestrarlo o asesinarlo.
A pesar de lo impactante de las revelaciones -que exponen el enfoque totalmente anárquico de la principal agencia de inteligencia estadounidense-, la investigación de Yahoo tiende a oscurecer más que a iluminar el panorama en su conjunto.
No es que a Assange se le haya privado de su libertad durante más de una década a causa de una operación no ejecutada por la CIA, sino que, más bien, se le ha mantenido en diversas formas de cautiverio -desaparecido- mediante la colaboración de varios gobiernos nacionales y sus agencias de inteligencia, con la ayuda de los sistemas legales y los medios de comunicación, que han violado sistemáticamente sus derechos y el debido proceso legal.
La realidad de los años de persecución de Assange es mucho peor incluso que la imagen de una CIA matona, vengativa y ansiosa de poder expuesta en el reportaje de Yahoo.
Más de 30 exfuncionarios de alto nivel que sirvieron en la Agencia, en la inteligencia exterior estadounidense o en la administración de Trump, ayudaron a reconstruir para Yahoo los diversos componentes del plan de la CIA. Muestran que la agencia consideró dos opciones principales para abordar el problema de Assange, además de los movimientos secretos que sentaron las bases para procesar al fundador de WikiLeaks en los tribunales estadounidenses.
Uno de los planes era secuestrar a Assange en la embajada de Ecuador en Londres, donde había buscado asilo político desde 2012.
El objetivo era llevarlo de contrabando a Estados Unidos -violando la soberanía de Ecuador y del Reino Unido- en una operación que habría tenido todas las características de una “entrega extraordinaria”. Ese era el procedimiento ilegal que Estados Unidos utilizaba tras el 11-S para secuestrar a sospechosos en la “guerra contra el terrorismo” para enviarlos, habitualmente, a “sitios negros” donde eran torturados y retenidos sin supervisión judicial.
La otra propuesta de la CIA era asesinar a Assange o, quizás más exactamente, cometer un asesinato extrajudicial para silenciarlo de una vez por todas. Se dice que envenenarlo fue uno de los métodos considerados.
Hay que tener en cuenta estos escenarios cuando nos remontamos a 2012, al momento en que Assange decidió buscar refugio en la embajada de Ecuador temiendo la ira de Estados Unidos por la revelación de sus crímenes de guerra en Afganistán e Iraq.
Ningún periodista corporativo dio crédito a sus preocupaciones. De hecho, las ridiculizaron. Estas últimas revelaciones confirman lo que resultaba obvio para muchos de nosotros: Assange tenía muy buenas razones para buscar asilo político.
Deseo de venganza
Examinemos ese panorama en conjunto oscurecido por la información sobre el plan de la CIA.