El reconocimiento europeo de Palestina es un gesto vacío
que exime de responsabilidad a Israel. Sin sanciones para detener la matanza en
Gaza, no es diplomacia, es complicidad.
El reconocimiento internacional de un Estado palestino
recompensa a Israel, que debería dar las gracias a todos y cada uno de los
países que lo hacen, ya que dicho reconocimiento sirve como una alternativa
engañosa a lo que realmente se debe hacer: imponer sanciones.
El reconocimiento es un sustituto erróneo de los boicots
y las medidas punitivas que se deben tomar contra un país que perpetúa el
genocidio. El reconocimiento es una declaración vacía que los gobiernos
europeos, vacilantes y débiles, utilizan para demostrar a su opinión pública
enfurecida que no guardan silencio.
Reconocer un Estado palestino, que no existe ni existirá
en un futuro próximo, si es que alguna vez existe, es un silencio vergonzoso.
La gente se muere de hambre en Gaza y la reacción de Europa es reconocer un
Estado palestino. ¿Salvará esto a los hambrientos de Gaza? Israel puede ignorar
estas declaraciones con el apoyo de USA.
Eran Wolkowski, Haaretz
Se habla de un «tsunami» diplomático en Israel, sabiendo
que no llegará a las costas israelíes, siempre y cuando el reconocimiento no
vaya acompañado de la imposición de un precio por el genocidio.
El primer ministro británico, Keir Starmer, uno de los
primeros en reconocer a Palestina en la ola actual, después de Francia, se
superó a sí mismo. Se apresuró a presentar su medida como una sanción
(condicional), cumpliendo así con su deber.
Si Israel se
comporta bien, prometió, retirará su dedo acusador.
¿Qué tipo de sanción es esta, señor primer ministro? Si
reconocer a Palestina promoverá una solución, según su creencia, ¿por qué
presentarlo como un castigo? Y si se trata de una medida punitiva, ¿dónde está?
Así es cuando el miedo a Donald Trump se apodera de
Europa y la paraliza, cuando está claro que cualquiera que imponga sanciones a
Israel lo pagará. El mundo prefiere por ahora una fiesta verbal. Las sanciones
están bien cuando se trata de invasiones rusas, pero no de invasiones
israelíes.
La decisión de Starmer ha llevado a muchos otros a seguir
su ejemplo, lo que se presenta en Israel como un terremoto diplomático, un
tsunami. Esto no detendrá el genocidio, que no se detendrá sin medidas
prácticas por parte de la comunidad internacional. Estas son urgentes e
insoportables, ya que la matanza y el hambre intensa en Gaza continúan.
El reconocimiento tampoco traerá consigo un Estado. ¿Cómo
lo expresó una vez la líder de los colonos Daniella Weiss, tras una anterior
ola de reconocimientos? «Abro la ventana y no veo ningún Estado palestino».
Tampoco lo verá en un futuro próximo.
A corto plazo, Israel se beneficia de esta ola de
reconocimientos porque sustituye al castigo que se merece. A largo plazo, puede
haber algún beneficio en reconocer un Estado imaginario, ya que plantea la
necesidad de encontrar una solución.
Pero se necesita una dosis enfermiza de optimismo e
ingenuidad para creer que el reconocimiento sigue siendo relevante.
Nunca ha habido un
momento peor; el reconocimiento ahora es como silbar en la oscuridad. Los
palestinos no tienen líderes, y los líderes israelíes han hecho todo lo posible
para impedir ese Estado y lo han conseguido.
Está bien que el número 10 de Downing Street quiera un
Estado palestino, pero mientras Jerusalén no lo quiera, con el asentamiento
extremista de Yitzhar dedicado a destruir propiedades palestinas y cada vez más
fuerte con el apoyo ciego de Washington a Israel, no va a suceder.
Cuando la derecha israelí está en la cima de su poder y
el centro israelí vota en la Knesset a favor de la anexión y en contra del
establecimiento de un Estado palestino, cuando Hamás es la entidad política más
fuerte que tienen los palestinos y los colonos y sus ayudantes son la
organización más fuerte de Israel, ¿de qué Estado palestino estamos hablando?
¿Dónde estaría?
Una tormenta en un vaso de agua. El mundo cumple con su
deber mientras Israel destruye y mata de hambre. El plan de limpieza étnica
defendido por el gobierno israelí se está llevando a cabo primero en Gaza. No
se pueden concebir peores condiciones para soñar con la creación de un Estado.
¿Dónde se establecería? ¿En un túnel excavado entre
Yitzhar e Itamar? ¿Existe alguna fuerza capaz de evacuar a cientos de miles de
colonos? ¿Cuál?
¿Existe un bando político que lucharía por ello?
Lo mejor sería tomar primero medidas punitivas prácticas
que obligaran a Israel a poner fin a la guerra —Europa tiene los medios para
ello— y luego poner sobre la mesa la única solución que queda: una democracia
entre el Mediterráneo y el río Jordán; una persona, un voto. Apartheid o
democracia. Para nuestro horror, ya no hay una tercera vía.
Se llama Elnet, acrónimo de European Leadership Network, que no debe confundirse con ELN, acrónimo de la otra European Leadership Network, un «respetable» think tank creado en 2011 y con sede en Londres. Elnet no tiene nada de respetable: es una máquina de guerra yanquisraelí creada en 2007 tras la segunda Intifada para intoxicar a la opinión pública occidental con la más pura hasbara [propaganda] sionista. Su objetivo principal: los parlamentarios nacionales de la UE y europeos. Después del 7 de octubre de 2023, Elnet organizó 20 viajes a Israel para 300 parlamentarios europeos y británicos. Pero Elnet también ha diversificado sus operaciones, organizando viajes a la Tierra Prometida de militares, industriales y grandes intelectuales, entre ellos Bernard-Henri Lévy y Michel Onfray, sin olvidar al inefable suizo-catalán Manuel Carlos Valls i Galfetti, así como viajes de responsables políticos y militares israelíes a Europa. Entre los parlamentarios, se abarca un amplio espectro, desde conservadores hasta ecologistas, pasando por liberales y socialdemócratas, y desde lituanos hasta portugueses, pasando por húngaros, rumanos, franceses, alemanes, italianos, etc. A continuación se presentan documentos sobre esta empresa de compra (a bajo precio) de conciencias. -Ayman El Hakim
Elnet, un agente de influencia proisraelí en el corazón del Parlamento francés
Desde 2017, este lobby ha enviado a un centenar de parlamentarios a Israel, con todos los gastos pagados. Su director general afirma haber hecho "más de [su] parte" en apoyo de la "gran mayoría" de la Asamblea Nacional y el Senado al Estado judío desde el 7 de octubre.
En las fotos, posan sonrientes ante el Muro de las Lamentaciones, con aspecto concentrado en una sala de reuniones del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, o con expresión seria durante una visita a un kibutz atacado por Hamás el 7 de octubre... A lo largo de los años, decenas de imágenes de diputados y senadores franceses han sido publicadas en el sitio web de Elnet -por "European Leadership Network", una asociación bien conocida por la mayoría de los parlamentarios, que reciben regularmente sus correos electrónicos invitándoles a viajes a Israel.
En teoría, estos viajes, financiados íntegramente por Elnet -cuestan 4.000 euros por cuatro días, hotel y avión incluidos-, ejercen un gran atractivo para los representantes electos: ofrecen encuentros de «alto nivel» con intelectuales, embajadores y oficiales del Tsahal, así como visitas a la Knesset, el memorial de Yad Vashem o las bases militares en la frontera palestina...
"Con su presencia, contribuirán a reforzar la relación estratégica bilateral entre dos países [...] que comparten los mismos valores [y] tienen los mismos enemigos", escribió la organización en el verano de 2021 en un correo electrónico enviado a treinta y cuatro diputados macronistas, Los Republicanos (LR), centristas y socialistas en vísperas de su partida hacia el Estado hebreo. Durante su viaje se reunieron con un antiguo número 2 del Mossad para hablar de los problemas de seguridad del país, y con Benyamin Netanyahu, entonces líder de la oposición, que resumió la receta del "milagro israelí" en una palabra: "capitalismo".
En marzo de 2023, quince diputados de LR viajaron a Jerusalén para, entre otras cosas, escuchar a un comandante de policía explicar el sistema de videovigilancia con reconocimiento facial de la Ciudad Vieja, y ver con él el vídeo de un atentado cometido unas semanas antes por los palestinos. Dos meses antes, en un momento en que se multiplicaban las manifestaciones contra la muy controvertida reforma de la justicia de Netanyahu, les tocó a los diputados de Macron escuchar a un diputado del Likud asegurarles que el gobierno no atentaría en modo alguno contra las libertades fundamentales...
Después del 7 de octubre, Elnet intensificó su acción. Sólo ocho días después de las masacres cometidas por Hamás, la organización envió a diez diputados de LR y Renacimiento -así como a Manuel Valls, recién nombrado Ministro de los Territorios de Ultramar- a visitar la base militar de Shurah, al sur de Tel Aviv, donde yacían los cadáveres de 300 víctimas aún no identificadas, para reunirse con las familias de los rehenes y hablar con los supervivientes en el hospital Ichilov. "A medida que la atención de los medios de comunicación se centra en las imágenes de destrucción en Gaza, es aún más importante que los responsables europeos vean la realidad sobre el terreno desde una perspectiva israelí para ayudar a mantener el apoyo necesario de los principales aliados europeos", comentó Elnet tras el viaje.
En enero de 2024, cuando el número de muertos en Gaza se acercaba a los 25.000, una delegación de 22 senadores, entre ellos Francis Szpiner, Loïc Hervé y Françoise Gatel, ministros de los gobiernos Barnier y Bayrou, publicaron también un artículo de opinión a la vuelta de su viaje a Elnet: "Este viaje ha reforzado nuestro apego a la sociedad israelí y nuestra profunda convicción de que Israel [...] está en vanguardia de una guerra de civilización contra la barbarie", escribieron.
Un largo proceso de influencia
Creada en 2010, la rama francesa de Elnet - que también tiene filiales en Bélgica, Reino Unido, Alemania e Italia, se ha instalado a pocos metros de la Asamblea Nacional, en la calle Saint-Dominique. Un lugar estratégico para la ONG, que afirma estar financiada "al 100%" por contribuciones privadas (véanse los anexos) y se ha fijado como objetivo "reforzar el diálogo diplomático, político y estratégico entre Francia e Israel".
Detrás de este objetivo, a Elnet le cuesta ocultar su parcialidad en favor del gobierno de extrema derecha dirigido por Netanyahu. Más aún desde el inicio de la guerra en Gaza, que varias organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, califican ahora de "genocidio". "Es un lobby que goza de de cierta notoriedad", resume el senador socialista Rachid Temal, autor de un informe publicado en julio sobre las influencias extranjeras, quien subraya que "la asociación, como todos los demás lobbies, tiene derecho de influencia siempre que esté declarada para ello".
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Un registro tardío en la HATVP
A pesar de la ley Sapin de 2016 sobre la lucha contra la corrupción, que obliga a los representantes de intereses a registrarse como tales en la Haute Autorité pour la transparence de la vie publique (HATVP) (Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública), Elnet tardó ocho años en registrarse en el organismo.
Esta incongruencia no pasó desapercibida a la senadora de UDI Nathalie Goulet, quien, durante los debates sobre influencias extranjeras en el Palacio de Luxemburgo este verano, señaló que "Ciertas organizaciones que invitan regularmente a parlamentarios a viajes [...] no figuran en la lista de estos grupos de presión (lobbies), Elnet es uno de ellos".
Interrogada por Mediapart el 21 de noviembre sobre las razones por las que aún no se había declarado ante la HATVP, la asociación respondió: "No nos parecía que entráramos en la categoría de representante de intereses. Para asegurarnos de que cumplíamos la ley, nos reunimos con la HATVP y acordamos con sus responsables que debíamos declararnos como tales. Esto ya está en marcha. También en este caso, el HATVP dijo que "no podía decirnos nada más". La suerte quiso que Elnet apareciera finalmente en el registro... cinco días después de nuestra solicitud.
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El 23 de septiembre, en una entrevista concedida al medio de comunicación en línea Qualita, canal dirigido a los franceses emigrados a Israel, el presidente de Elnet-France, Arié Bensemhoun, se felicitó abiertamente por la influencia de su organización en el microcosmos político francés.
"Continúo siendo relativamente optimista sobre la capacidad de cambiar los parámetros del discurso diplomático", afirmó. Por un lado, está la diplomacia oficial y, por otro, la diplomacia parlamentaria. Les recuerdo que la gran mayoría del Parlamento [francés] apoya a Israel [...] en su lucha contra Hamás y Hezbolá, y esto es el resultado de décadas de trabajo de unos y otros, y hemos hecho más de lo que nos correspondía".
De hecho, desde 2017, los debates sobre el conflicto israelo-palestino han cambiado gradualmente de tono en una Asamblea Nacional que hasta entonces había adoptado una línea más bien benévola sobre la causa palestina, al unísono con el Quai d'Orsay. Entre la votación, en 2019, de una resolución destinada a condenar cualquier discurso "antisionista" por considerarlo automáticamente antisemita, las acusaciones, en pleno hemiciclo, contra el abogado franco-palestino Salah Hamouri en 2022, y la dimisión del presidente del grupo Francia-Palestina, privado de la palabra durante un debate sobre "el apartheid" en Israel, y el "apoyo incondicional" al Estado hebreo decretado por la Presidente de la Asamblea Nacional Yaël Braun-Pivet en 2023, sería insuficiente decir que el ambiente ha cambiado.
¿Podría ser obra de Elnet?En cualquier caso, la asociación ha trabajado duro para influir en las representaciones de los diputados franceses en los últimos años. Interrogada por Mediapart, la ONG afirma que "no lleva las cuentas", pero según las declaraciones oficiales de diputados y senadores -que están obligados a hacer pública "toda aceptación de una invitación a viajar de una persona jurídica o física de la que se hayan beneficiado como consecuencia de su mandato"-, desde 2017 se han organizado 55 viajes para diputados y 46 para senadores.
A estas cifras, se agregan las idas y vueltas efectuadas pero no declaradas: en total, un centenar de parlamentarios han viajado a Israel con Elnet, que se ha convertido, de lejos, en la principal organización que hace cabildeo (lobbying) a través de viajes de parlamentarios.
Aficionados en la macronía y en los LR
Algunos diputados se han convertido incluso en asiduos de Elnet. En el bando macronista, la diputada Renacimiento de los franceses en Israel, Caroline Yadan, así como su colega de Hauts-de-Seine, Constance Le Grip, y el ministro de Asuntos Europeos, Benjamin Haddad [de origen tunecino judío, NdT], han realizado varias visitas de ida y vuelta. Fervientes defensores del "derecho a defenderse" de Israel desde el 7 de octubre, todos ellos pertenecen al Grupo de Amistad Francia-Israel y asumen una forma de proselitismo proisraelí en las filas del bando presidencial.
Es también el caso de Aurore Bergé, expresidenta del Grupo de Amistad Francia-Israel (de 2019 a 2023) y ahora ministra delegada para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y la Lucha contra la Discriminación, que fue una de las primeras en aprovechar los viajes de Elnet. En julio de 2018, nada más entrar en el Palacio Borbón [sede de la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento, NdT], la joven diputada por Yvelines formó parte de una delegación de Elnet de treinta y un parlamentarios que fueron recibidos para lo que se describió como un diálogo "constructivo" con Benyamin Netanyahu.
Desde entonces, aquella, que juzga esta asociación "útil para luchar contra la lacra del antisemitismo, especialmentes en un momento en que está resurgiendo", ha vuelto al menos dos veces con Elnet. Su último viaje fue el 7 de octubre de 2024, para conmemorar los mortíferos atentados de Hamás, en compañía de sus colegas Caroline Yadan y Sylvain Maillard. Desde el lugar de la masacre del Festival Nova, aprovecharon para defender una posición alineada con la del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre el envío de armas a Israel.
Elnet también cuenta con varios partidarios en la derecha, como Loïc Hervé, vicepresidente del Senado francés (UDI), Meyer Habib, "amigo personal" de Netanyahu, así como los miembros de LR Michèle Tabarot, Roger Karoutchi, Karl Olive -ahora cercano a Emmanuel Macron- y Pierre-Henri Dumont. El antiguo presidente de la comisión de asuntos internacionales de la Asamblea -que perdió su escaño en 2024- nunca ha dudado en actuar como embajador de la organización: "Es un honor formar parte de la delegación de Elnet", declaró recientemente en un mensaje calibrado, debidamente retransmitido en las redes sociales por la organización.
Por otra parte, varios diputados no ven con buenos ojos las insistentes solicitudes de Elnet. El diputado macronista Ludovic Mendès cuenta que el director general de Elnet-France se le acercó hace dos años, en una cena organizada por el Crif (el Consejo representativo de las instituciones judías de Francia). Pero "no es cuestión de ir a ninguna parte con una organización financiada por no se sabe quién [ya sí se sabe, basta hacer una pequeña búsqueda, señor diputado, principalmente por millonarios yanquis, empezando con el fundador Larry Hochberg, NdT] y que promueve una línea religiosa o política, aseguró a Mediapart. Cuando voy a Israel, también quiero poder ir donde quiera, incluso al lado palestino". Una antigua diputada cercana a Gabriel Attal también afirma que rechazó las propuestas de la ONG: "Tengo ética", dice.
En las filas socialistas, la ex diputada Valérie Rabault y el diputado Jérôme Guedj, ambos miembros del grupo Francia-Israel en la Asamblea Nacional francesa, también han decidido no responder a las peticiones de Elnet, por temor a posibles "injerencias". David Habib, diputado Liot (Liberté, indépendants, outre-mer et territoires) y antiguo vicepresidente del Palacio Borbón encargado de ética, ha decidido poner las cartas sobre la mesa: efectivamente, realizó un viaje con Elnet, pero pagó todos los gastos de su bolsillo.
Por último, están los participantes que aceptan los viajes pero dicen que "no se engañan" sobre sus objetivos. "Elnet tiene que ver con el poder blando y está claro que no está ahí para enviar un mensaje crítico sobre Israel. Pero estos viajes no dejan de ser interesantes", estima el macronista Mounir Belhamiti, miembro de comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, que visitó Israel una vez en la época de la ley de programación militar, pero se negó volver después del 7 de octubre.
Una postura compartida por su colega Christophe Marion, que ha visitado Israel en dos ocasiones con Elnet:"Es un poco como los viajes a la URSS en los años 1930", sonríe, "aunque nos permite comprender mejor la compleja situación de la región. No tengo ningún problema en ir allí mientras no se me pida que tome posición después". Sin embargo, el representante electo reconoce que probablemente se haría más preguntas si la organización le propusiera que volviera hoy.
El blanco de "extrema izquierda"
Elnet, que se define como un " think tank del diálogo estratégico entre Francia e Israel", asegura que se contenta con promover "la democracia, la libertad, la justicia y la paz" de forma "independiente", y "apolítica".
Pero Arié Bensemhoun, el Presidente de Elnet-France, no habla de otra cosa que de política. Tanto en Radio J, donde escribe regularmente, como en CNews [emisora de televisión de ultra derecha, propriedad del magnate Vincent Bolloré, NdT], está lejos de adoptar una visión "apolítica" del conflicto de Oriente Medio.
Al día siguiente de que los jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) decidieran emitir una orden de detención internacional contra el primer ministro israelí, éste escribió en X: "Las acusaciones formuladas [...] no se basan en nada, en ninguna prueba, aparte de las falsas acusaciones de ONG a sueldo de los islamistas y terroristas de Hamás y de la Autoridad Palestina [...]. Como los nazis en el pasado, las naciones se han doblegado ante los islamistas que quieren destruir nuestras sociedades libres y democráticas".
A mediados de septiembre, cuando UNICEF contabilizó más de 43.000 muertos, entre ellos más de 14.100 niños, en la Franja de Gaza, Arié Bensemhoun también explicó en Radio J que "los civiles palestinos que nos dicen que son inocentes no son todos inocentes. Nadie puede imaginar que los nazis pudieran haber hecho todo lo que hicieron sin que todo o parte del pueblo fuera cómplice. Lo mismo puede decirse de los palestinos de Gaza", dijo el hombre que lleva un año denunciando a las "ONG vendidas a Hamás". En Francia, también ataca a los «islamistas», «extremistas de izquierda» y otros «wokistas». La «extrema izquierda» sigue siendo el blanco preferido del expresidente de la Unión de Estudiantes Judíos de Francia (UEJF) de Toulouse (Alto Garona), empezando por La France insoumise (LFI) y su «obsesión antijudía», que Arié Bensemhoun critica duramente en sus editoriales.
Es esta "obsesión antijudía" la que Arié Bensemhoun critica una y otra vez en sus editoriales. Hace unos días, fue Dominique de Villepin [ex Primer ministro y posible candidato a la elección presidencial de 2027, NdT] quien pagó el precio, como muestra este texto muy largo publicado en la web de Elnet, a raíz de unas declaraciones del ex Primer Ministro en un debate televisivo con la ex primera ministra Elizabeth Borne.
El 16 de octubre, el responsable de Elnet-France también se tomó la libertad de enviar una carta abierta a la Presidenta de la Asamblea Nacional, pidiendo "solemnemente" a Yaël Braun-Pivet que "imponga sanciones disciplinarias" a Aymeric Caron, vicepresidente del Grupo de Amistad Francia-Israel como diputado de La France Insoumise.
Según Bensemhoun, Caron desempeñaría "un papel cínico y protagonista en la legitimación del odio a los judíos en nuestro país" por haber difundido vídeos "sin fundamento" de las masacres de Gaza y haber comparado al ejército israelí con el "monstruo nazi". Según nuestras informaciones, Yaël Braun-Pivet se negó a recibir la petición del jefe de Elnet. Sin embargo, su entorno se negó a dejarnos leer su correo.
París, 18-19 de mayo de 2025, una cita que no te puedes perder
La justicia francesa ante el dilema de expulsar a los
palestinos
A pesar de las decisiones prefectorales de expulsión, los
jueces no pueden validar estas solicitudes debido a la situación sobre el
terreno. La detención de algunos extranjeros se prolonga, a pesar de que este
sistema sólo debería aplicarse a aquellos cuya expulsión es inminente.
Fue la sexta persona que compareció ante el juez de
libertades y detención el miércoles 28 de agosto. En este anexo del tribunal de
primera instancia contiguo al centro de retención administrativa (CRA) de
Mesnil-Amelot (Seine-et-Marne), el juez se pronuncia cada día sobre la prórroga
de la retención de extranjeros solicitada por la administración. A tiro de
piedra, los aviones despegan continuamente de las pistas del aeropuerto de
Roissy-Charles-de-Gaulle.
El centro de retención administrativa de
Mesnil-Amelot (Seine-et-Marne), el 6 de mayo de 2019.CHRISTOPHE ARCHAMBAULT / AFP
En principio, las personas en retención administrativa
deben ser deportadas en un plazo máximo de noventa días. Pero Issa (las personas
citadas fueron anonimizadas) no tiene prácticamente ninguna posibilidad de ser
deportado. Y por una buena razón: es de Gaza. Su abogado, Samy Djemaoun, alegó
aquel día: «No hay ninguna perspectiva de que sea deportado», a pesar de
que la ley establece que un extranjerosólo puede ser retenido
«durante el tiempo estrictamente necesario para su salida». “En Gaza hay
una situación de violencia indiscriminada, no hay un metro cuadrado que no sea
bombardeado,así que ir a Gaza significa ir a matarse», argumentó Djemaoun.
“Y Palestina no tiene control sobre sus fronteras exteriores, por lo que
pedir a Palestina un salvoconducto consular no tiene sentido”.
Sin embargo, eso es lo que hizo el prefecto de
Seine-Saint-Denis, que en agosto detuvo a Issa y pidió a las autoridades
palestinas que permitan su deportación, a pesar de que Francia no reconoce el
Estado palestino. Este hombre de 34 años, padre de dos hijos franceses y esposo
de una francesa, llegó a Francia en 2010. En junio de 2022 fue condenado a
cuatro meses de prisión con suspensión de pena y a cinco años de prohibición de
entrada en Francia por introducir ilegalmente en el país a dos sirios. Su
nombre también aparece -aunque no ha sido condenado- en casos de robo,
violencia, daños a la propiedad privada y fraude. Para las autoridades
francesas, constituye una «amenaza para el orden público».
“Aberración”
A última hora del miércoles, el juez decidió finalmente
ponerle en libertad, alegando una irregularidad procesal. Varios otros como él
han sido retenidos. En total, desde principios de año, y según datos
recopilados por Le Monde a partir de varias asociaciones que trabajan en
los CRA, casi una veintena de ciudadanos palestinos han sido detenidos. Según
el Ministerio del Interior, tres siguen retenidos. En cada ocasión, Francia se
ha dirigido a las autoridades consulares palestinas con vistas a su
identificación y expulsión. Sin embargo, ninguna de estas personas ha sido
deportada a Palestina.
En cambio, algunos fueron devueltos a un Estado del que
eran ciudadanos, como la activista palestina de extrema
izquierda Mariam Abudaqa, que debía participar en
varias conferencias sobre el conflicto israelo-palestino y que fue expulsada a
Egipto en noviembre de 2023. Algunos palestinos también fueron expulsados a
otro país europeo donde tenían permiso de residencia o una solicitud de asilo
pendiente. Otros fueron finalmente puestos en libertad. Para Claire Bloch, de la
Cimade, una asociación de ayuda a migrantes, “es una aberración que los
jueces prolonguen la retención cuando no hay posibilidad de deportación a
Palestina.Y si la hubiera, se estaría violando el artículo 3 del CEDH [Convenio
Europeo de Derechos Humanos], que prohíbe la tortura”.
Sin embargo, en una decisión fechada el 16 de junio, un
juez de Burdeos prorrogó la retención de un ciudadano de Gaza con el argumento
principal de que «se ha notificado a las autoridades consulares de Palestina
e Israel». Hoy sigue retenido. En otra decisión dictada el 17 de julio,
esta vez por un juez de Lille, se prorrogó 30 días la retención de un palestino
alegando que «se había solicitado un salvoconducto consular a la misión
palestina en Francia», aunque no se había recibido respuesta.
Según una fuente del Ministerio de Interior, «no
existe a priori ninguna prohibición de expulsión a ningún país, aunque pueda
haber imposibilidades técnicas o diplomáticas». Esta fuente afirma también
que algunas personas que reclaman la nacionalidad palestina son en realidad de
otro país.
“Riesgo de trato inhumano”
“Las personas retenidas son principalmente extranjeros
que representan una amenaza para el orden públic”,
añade Place Beauvau [sede del ministerio de interior]. Esto se refleja, en
particular, en las condenas penales que implican la inadmisibilidad. La
administración no duda en alegar este punto ante el juez de libertades y
detención. “La retención no debe ser un medio de regular la seguridad”,
afirma Claire Bloch. “Es un abuso de la ley de inmigración con fines
represivos”.
El jueves 29 de agosto, el Sr. Djemaoun acudió al
tribunal para defender a otro palestino, Youssef, detenido desde el 9 de agosto
en Mesnil-Amelot. El prefecto de Seine-Saint-Denis decidió expulsarlo tras una
serie de condenas, entre ellas una segunda por manipulación de teléfonos
móviles robados y la prohibición de entrar en territorio francés. El 23 de
agosto, el tribunal administrativo de Montreuil anuló la decisión de determinar
el país de devolución alegando que su expulsión a Palestina le expondría a “un
riesgo de trato inhumano o degradante”, en violación del artículo 3 del
Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Sin embargo, un juez de Meaux rechazó su solicitud de
puesta en libertad. Ha recurrido esta decisión. “El prefecto, a pesar de la
anulación del país de retorno, pidió a Marruecos que lo acogiera.¿Por
qué Marruecos?No lo sabemos”, ironizó Djemaoun ante el juez. “Si
no hay posibilidad de salida, ¿qué hace mi cliente retenido?” Al abogado de
la prefectura le cuesta responder por
qué ha elegido Marruecos, país con el que Youssef no tiene ninguna relación. El
29 de agosto, el juez decidió finalmente mantenerlo en retención alegando que
la prefectura había hecho «gestiones» -sin respuesta hasta el momento- para
deportarlo a Marruecos.
Durante su retención administrativa en Mesnil-Amelot,
Youssef, que vivía en Francia desde 2003, solicitó asilo. La Oficina Francesa
de Protección de Refugiados y Apátridas rechazó su solicitud porque no se
presentó el día de la entrevista programada: estaba enfermo y había avisado de
su indisponibilidad. Tiene intención de recurrir ante el Tribunal nacional del derecho
de asilo.
Después de investigar
los orígenes argelinos del presidente de la Agrupación Nacional, Jeune
Afrique siguió los pasos de su abuelo paterno, hasta Casablanca.Revelaciones exclusivas.
Si el presidente de la Agrupación Nacional, Jordan
Bardella, nunca ha dejado de resaltar sus orígenes italianos, sobre todo para
ilustrar el modelo de asimilación que defiende políticamente, siempre ha
ignorado los vínculos de su familia con el Magreb.
Permiso de residencia
En primer lugar, los de su bisabuelo Mohand Séghir Mada,
un trabajador inmigrante argelino que llegó desde Cabilia, en Francia, en los
años 1930. Pero también los de su abuelo paterno, Guerrino Bardella.Él
se casó por
primera vez con Réjane Mada, de la rama familiar argelina, y la pareja dio a
luz, en 1968, a Olivier Bardella, el padre del putativo futuro Primer Ministro
francés [este artículo fue publicado antes de la primera vuelta electoral, NdT].Posteriormente, la pareja se divorció y Guerrino se
instaló en Marruecos, donde se casó con su segunda esposa, una marroquí,
llamada Hakima.
Aunque se desconoce la fecha
exacta del matrimonio, lo menos que puede decirse es que se remonta a varios
años atrás -el último permiso de residencia de Guerrino Italo Bardella en
Marruecos obtenido por “reagrupación familiar”, según la información a la que
ha tenido acceso Jeune Afrique, se expidió en 2016 por un periodo de
diez años.
Esto significa
que no era su primer permiso de residencia en Marruecos, sino una renovación.
Conversión al
Islam
Con su nueva
esposa, este pensionista, qui cumplió 80 años el 1° de abril de 2024, vive
felizmente en Casablanca, en el barrio Bourgogne. Su matrimonio con Hakima
implica que se ha convertido al islam, de acuerdo con la ley vigente en
Marruecos, que estipula que un ciudadano no puede casarse con un extranjero de
confesión no musulmana si antes no se ha convertido oficialmente ante un adul
(autoridad jurídica religiosa) y varios testigos.
Guerrino
Bardella es conocido como carpintero y ebanista, trabaja en círculos de
expatriados y entre la burguesía marroquí, y está registrado en el Reino como
ciudadano italiano. Como muchos de sus compatriotas que viven en la capital
económica de Marruecos, es asiduo desde hace tiempo al restaurante del Círculo
Italiano “Chez Massimo”, en el bulevar Bir Anzarane del barrio Maarif.
Un futuro
mejor
Nacido en 1944
en Alvito, provincia de Frosinone, en la región italiana del Lacio, en el seno
de una familia de cuatro hijos -tiene una hermana, Giovanna, y dos hermanos:
Honoré Roger y Silvio Ascenzo, los tres fallecidos-, este hijo de albañil llegó
a Montreuil (Francia) en 1960, en busca de un futuro mejor. En 1963 se casó con
Réjane Mada, hija de Mohand Séghir Mada.
Poco se sabe
de la relación de Jordan Bardella con su abuelo, que se había convertido al
Islam y se había establecido en Marruecos. Menos aún se sabe de su relación con
sus orígenes argelinos, que el Presidente de la RN nunca ha mencionado
públicamente.
El bisabuelo de Jordan Bardella, presidente de la
Agrupación Nacional, era un trabajador inmigrante argelino. Se instaló en la
región francesa de Lyon a principios de los años treinta. Investigamos a este
abuelo en su pueblo de Cabilia y en París.
Jordan Bardella en Villepinte el 19 de junio de 2024.
Daniel Dorko / Hans Lucas vía AFP
Jordan Bardella, presidente de la Agrupación Nacional y
posible futuro Primer Ministro, nunca habla de los orígenes argelinos de su
bisabuelo. En la familia Bardella, el tema se silencia. En el antiguo Frente
Nacional de Marine Le Pen, la cuestión es tabú. Sin embargo, Mohand Séghir
Mada, bisabuelo de Bardella, procedía de la Cabilia argelina.
Jeune Afrique fue en busca de este
abuelo y de su familia, a su pueblo natal de Guendouz, cabecera del municipio
de Aït Rzine, en la wilaya (departamento) de Bejaïa*. Eran los años veinte.
Argelia era entonces “francesa” y, en este pequeño pueblo aferrado a las
montañas que se asoman al valle del Soummam, la población sobrevivía cultivando
exiguos campos de olivos y criando cabras y ovejas. Aquí, como en el resto de
la Cabilia, la pobreza está por todas partes. En aquella época, Albert Camus,
escritor y futuro Premio Nobel de Literatura, estaba tan conmovido por ella que
dedicó una serie de reportajes al tema, que aparecieron en el periódico
Alger Républicain en 1939 bajo el título “Misère de Kabylie” ("Miseria
en Cabilia").
Aquí no había fábricas, ni granjas coloniales, ni
fábricas que dieran trabajo y evitaran el hambre. De hecho, fue esta miseria y
el hambre lo que empujó a cientos de miles de cabilios a emigrar a Francia
desde principios del siglo XX para trabajar en las fábricas y minas de la
metrópoli. En el pueblo de Guendouz, la familia Mada lucha por sobrevivir. Tal
es su miseria que Tahar Mada y sus dos hijos Bachir, el mayor, y Mohand Séghir,
el menor, se ven obligados a vender sus olivares o a hipotecar algunos de ellos.
Guendouz, en la wilaya de Bejaïa, pueblo natal de Mohand
Séghir Mada.
Lo único que quedaba para alimentar a la familia era
tomar el barco hacia Francia. En 1930, Mohand Séghir Mada y su hermano mayor
Bachir salieron de su pueblo rumbo a la Francia metropolitana. Tras llegar a
Marsella, el bisabuelo de Jordan Bardella se trasladó a la región de Lyon,
donde en aquella época ya había varios miles de inmigrantes argelinos
trabajando en fábricas textiles. Según Moussa Mada, hijo de Bachir Mada, que
ahora tiene 90 años, los dos hermanos trabajaban en una fábrica de tintes en Villeurbanne.
Bachir Mada es una hormiga que envía regularmente dinero
a su familia. Su hermano, Mohand Séghir, fuerte y robusto como un leñador
canadiense, es una cigarra que ama la vida francesa. Se dice que es un bebedor.
Para un joven llegado de una Cabilia sumida en la pobreza, las tentaciones de
la vida en una ciudad moderna son grandes. Mohand Séghir disfruta tanto de la
vida en el Lyon de los años 30 que desaparece en el aire sin dar noticias a su
hermano mayor ni a su familia en Cabilia.
En
primer lugar, es una imagen. ¡Un trozo de tela es una cosa tan pequeña!
Sébastien Delogu, diputado insumiso por Marsella, está de pie, con su alto
cuerpo extendido, sosteniendo la bandera palestina.
Es un gesto simbólico, por supuesto. Pero los símbolos
siempre conllevan una fuerza singular, global, abarcadora. De repente, el
inmenso hemiciclo queda absorbido por completo en estos minúsculos centímetros
cuadrados coloreados. Entonces el marco explota. El genocidio grita su
angustia. Los rebeldes se ponen en pie, gritan su apoyo a la resistencia. Nada
les representa mejor en este momento que este hombre, uno de los suyos, ellos
mismos grandes, en estos preciosos minutos. Alma Dufour dijo las palabras en su
pregunta al Ministro, Sébastien mostró el camino. Desde los bancos de la
derecha hasta el extremo derecho del hemiciclo, estallaron los desplantes de
odio. Es el mundo tal como es, Francia tal como es, atrapados por un momento en
la dura luz del símbolo que ilumina lo más profundo de cada uno de nosotros.
Foto del 10 de octubre 2023 de Yaël
Braun-Pivet, presidenta de la Asamblea nacional francesa. Nieta de inmigrantes
polacos y alemanes judíos, fue socialista antes de convertirse al macronismo
Y luego está el rostro de la Presidenta de la Asamblea,
convulsionado por el odio. Explota de rabia, con los ojos desorbitados,
vociferante. Algo está fuera de control en ella. Por supuesto, es indigna de su
cargo. A los ojos del mundo, la Presidenta de la Asamblea Nacional francesa, ya
vista en uniforme militar en Tel Aviv, sufre un ataque de nervios ante la
bandera palestina. Frente a lo que no puede soportar, no puede reaccionar más
que en el extremo: golpear al máximo de su fuerza y de su poder, sin freno ni
contención. En tres años habrá castigado a más diputados que todos sus
predecesores desde el inicio de la V República. Está utilizando de nuevo el
látigo.
Está inventando normas para encubrir su violencia. Sólo
la bandera francesa tendría cabida en la asamblea, dice. Como si no
recordáramos la bandera ucraniana en el hemiciclo del Senado, o a su
presidente, el Sr. Larcher, que se jactaba de ello "como signo de
solidaridad". Como si toda esa gente no hubiera acudido ya al hemiciclo
con pins de Israel. Así que su reacción no fue una reacción normal, conforme al
reglamento. Entonces, ¿se trata sólo de odio partidista, a lo Meyer Habib*? No
lo creo. Creo que, literalmente, no quiere ver esa bandera. Por lo que
significa en ese momento en que es ondeada, sola y desarmada. Esta bandera
muestra tantas cosas que son invisibles sin ella. Muestra los rostros del
genocidio. Los rostros que vimos en esos vídeos desde la escena del crimen. Y
esta Presidenta se convierte una vez más en un ser humano aterrorizado por las
consecuencias de sus propios actos. No quiere verlo. Su reacción es como si de
repente se hubiera visto en un espejo, sentada sobre una pila de cadáveres, en el
barro de los campos de refugiados.
No es la bandera lo que ve. Se vio a sí misma como
cómplice de un crimen. Se vio a sí misma en el campo del mal absoluto. Del que
seguirá siendo la más cobarde cómplice durante generaciones. Es la indigna
Francia que mira hacia otro lado cuando tiene ante sus ojos un genocidio. Por
eso ya no puede controlarse, como muestran las imágenes. Porque esto es un
genocidio, ¡dice la bandera!
Netanyahu ha bombardeado sesenta veces desde que el
Tribunal Internacional de Justicia le pidió que detuviera inmediatamente toda
acción militar en Rafah. Bombardeará de nuevo. Una y otra vez. Esto no es un
incidente de guerra. Es deliberado. Los asesinatos son necesarios a sus ojos
para poder reclamar y colonizar cada metro de tierra. No es un incidente, no es
al azar. Un genocidio metódicamente planeado. Y llevado a cabo de tal manera
que demuestra que nada ni nadie puede hacer nada contra los autores.
Eso es lo que anunció Meyer Habib cuando, radiante en la
Cámara, repitió la lista de crímenes cometidos por su querido amigo Netanyahu,
tal y como la enunció el diputado rebelde Léaument: "¡Y aún no ha
terminado! ¡Aún no ha terminado! La vergüenza y el deshonor marchan a su lado.
Aún no ha terminado. Netanyahu matará y volverá a matar. Ha convertido a su
país en el paria de las naciones para millones de seres humanos sin prejuicios.
Ha dado a conocer a todos aquellos que tienen el poder de actuar, y que no hacen
nada, sus cómplices. Basta con nombrarlos y señalarlos con el dedo, sin hacer
nada más, para que los veamos tal como son, con el rostro de la inhumanidad más
allá de la frontera del mal.
La señora Presidenta es cómplice de Netanyahu. Bastó que
ondeara una bandera para que esto se supiera en todo el país y en toda Europa.
Sólo un trozo de tela sostenido a distancia. Se está produciendo un genocidio y
ella piensa que ondear la bandera de las víctimas para denunciarlo debe
castigarse con la pena más severa. Está en el lado equivocado de la historia.
Con el paso de las semanas, el palestino se ha convertido
en el rostro de los oprimidos, sean quienes sean. El despreciado por los
poderosos, aquel cuya humanidad se niega hasta el punto de que es aceptable
eliminarlo. Con el paso de las semanas y del genocidio, esta bandera, después
de la de Nelson Mandela en la época del apartheid, se ha convertido en un
mensaje universal de fraternidad humana. Se mantiene contra viento y marea,
contra insultos e intimidaciones, contra citaciones, detenciones policiales y
prohibiciones.
Aquí está Delogu de pie, y sobre sus hombros
todos los que no veríamos si no fuera porque sus grandes brazos sostienen esta
bandera en lo alto de la refriega. Como un pájaro fuera de su jaula volando al
viento libre. Gracias, Sébastien.
NdT
*Meyer Habib (París, 1961), hijo de tunecinos judíos y amigo personal de Netanyahu, es diputado francés de derecha (los llamados Republicanos) representando los electores franceses de Israel. Sionista rabioso, fue miembro activo del grupo terrorista Betar y se ha hecho un portavoz de la guerra de exterminación lanzada por Israel en octubre de 2023.
Así, el 21 de febrero, dos nuevos
“metecos” entrarán en el Panteón: Missak y Mélinée Manouchian, armenios,
apátridas, comunistas y combatientes de la Resistencia, se unirán a Joséphine
Baker, Simone Veil y otros 80 “grandes hombres” (entre ellos, 8 mujeres) en
este “templo republicano” cuya cúpula está coronada por una cruz cristiana, en
el más puro espíritu del laicismo a la francesa.
Una cruz cuyas apariciones y
desapariciones han seguido los cambios de régimen de los últimos 244 años. La
Convención de 1791 convirtió la iglesia de Sainte-Geneviève , construida antes
de la Revolución, en un “Panteón” inspirado en el Panteón de Roma, para
enterrar a Mirabeau, Voltaire, Rousseau, Descartes y otros. Napoleón I la
transformó en iglesia, Luis Felipe volvió a secularizarla en 1830, antes de que
Napoleón III la convirtiera en lugar de culto cristiano, luego la Comuna de
París aserró los brazos de la cruz, colgando en ella una bandera roja.
El Orden moral instaurado por los versalleses, que masacraron a los comuneros
-uno de los cuales, el periodista Jean-Baptiste Millière, fue fusilado de
rodillas en la escalinata del Panteón-, restauró la cruz, y en 1885 la
República enterró allí a Víctor Hugo con gran pompa y ceremonia. El que había
escrito en 1852 en su panfleto Napoleón el pequeño: “Él [Napoleón III] clavó
un clavo sagrado en el muro del Panteón y colgó de este clavo su golpe de
Estado”.
Y ninguna de las repúblicas que
se han sucedido desde entonces se ha preocupado por la presencia de esta cruz
en lo alto del “Templo”. La cruz tampoco molesta a los francmasones que
convencieron a Macron para que honrara a esos dos terroristas apátridas, Missak
y Mélinée.
Así pues, nuestros dos armenios
serán homenajeados el miércoles en presencia de Madame Le Pen, que acaba de
acoger en las filas de su partido a Fabrice Leggeri, que dimitió de su cargo de
director de la agencia Frontex en 2022 para evitar los inconvenientes de una
investigación sobre sus prácticas ilegales de devolución de solicitantes de
asilo a sus países y se prepara para un cómodo final de su carrera como
eurodiputado.
Si los Manouchian y sus camaradas
polacos, italianos, españoles, húngaros y rumanos hubieran vivido en la Europa
del siglo XXI, probablemente no habrían sido fusilados, sino simplemente internados
en centros de detención y enviados de vuelta en chárteres a los infiernos de
los que habían huido. Si Macron hubiera verdaderamente querido honrar a los metecos
FTP-MOI (Francotiradores y
Partisanos- Mano de Obra Inmigrada) que murieron
por Francia, debería haber incluido en el Panteón a los 23 mártires del 21 de
febrero de 1944, como pedían los firmantes del llamamiento que figura a
continuación. Pero era pedirle demasiado-FG
“Missak Manouchian debería ir al
Panteón con todos sus compañeros”
Mientras que los resistentes
Missak y Mélinée Manouchian entrarán en el Panteón el 21 de febrero de 2024,
sus 22 compañeros del grupo FTP-MOI también merecen este honor, afirma un
colectivo de descendientes de estos mártires e intelectuales, entre ellos
Costa-Gavras, Delphine Horvilleur, Patrick Modiano, Edgar Morin y Annette
Wieviorka, en una tribuna publicada en Le Monde.
Mural del pintor Popof en
homenaje al grupo Manouchian, esquina de la rue du Surmelin y la rue Darcy,
Ménilmontant, París 20 (Foto Marie-José PL)
Señor Presidente de la República,
le escribimos esta carta con la esperanza de evitar una injusticia. El 18 de
junio anunció usted su decisión de que los restos mortales de Missak Manouchian
y su esposa, Mélinée, fueran trasladados al Panteón en febrero de 2024, con
motivo del octogésimo aniversario del martirio del grupo de resistencia contra
la ocupación nazi y sus colaboradores franceses. El 21 de febrero de 1944,
veintidós hombres fueron fusilados en el Mont-Valérien. La única mujer de su
red fue decapitada en Stuttgart el 10 de mayo de 1944.
Retrato de Manouchian en la
prisión de Fresnes, por Christian Guémy alias C215
Nos alegramos de su decisión. Con
ella se pone fin a un largo periodo de olvido y se reconoce la contribución
decisiva de los resistentes internacionalistas a la liberación de Francia y al
restablecimiento de la República. Manouchian y sus compañeros pertenecían a los
Francotiradores y partisanos – Mano de obra emigrada (FTP-MOI), una unidad de
la Resistencia comunista compuesta en su mayoría por extranjeros, refugiados e
inmigrantes. “Veintitrés extranjeros y, sin embargo, nuestros hermanos”,
recordaba Louis Aragon al homenajearlos en su poema “L'Affiche rouge” [El
cartel rojo], en el que evocaba sus nombres “difíciles de pronunciar”.
Plaza Henri-Krasucki, distrito 20 de París
En estos tiempos inciertos, en
los que se ciernen nuevas sombras, en los que amenazan la xenofobia, el
racismo, el antisemitismo y todas las formas de rechazo del otro, del
extranjero y del diferente, este homenaje patriótico y republicano es un
mensaje de fraternidad que recuerda que Francia siempre ha estado hecha del
mundo, de la diversidad de sus pueblos y de la pluralidad de sus culturas
gracias a la contribución de todas sus comunidades de origen extranjero. Es,
sobre todo, un mensaje universal que subraya hasta qué punto los ideales de
igualdad de derechos, sin distinción de nacimiento, credo o apariencia,
proclamados inicialmente por la Declaración de los Derechos Humanos de 1789,
por los que Manouchian y sus compañeros dieron su vida, pueden inspirar al
mundo entero.
Sin olvidar a ninguno
Señor Presidente, es este mensaje
el que se contradice con la decisión de incluir a Missak y Mélinée Manouchian,
y sólo a ellos, en el Panteón. Probablemente ellos mismos no lo habrían
entendido ni deseado. Aislar un solo nombre es romper la fraternidad de su
colectivo militante. Distinguir a una sola comunidad es herir el
internacionalismo que los animaba. Este grupo de resistentes comunistas no
puede reducirse a Manouchian, que ciertamente, fue su jefe militar antes de que
la propaganda alemana lo promocionara como jefe de una banda criminal. Y el
símbolo que justamente representa para nuestros compatriotas de la comunidad
armenia es indisociable de todas las demás nacionalidades y comunidades que
compartieron su lucha y su sacrificio.
Señor Presidente, esperamos
haberle convencido de que Missak Manouchian no puede entrar solo en el Panteón,
aunque le acompañe su esposa. Son los veintitrés, todos juntos, los que
componen la profundidad de esta historia, su historia que se ha convertido en
nuestra historia, la historia de Francia, pasada y presente. Los veintitrés,
sin olvidar ni uno solo: judíos polacos, republicanos españoles, antifascistas
italianos y muchos otros.
Por eso le pedimos que se asegure
de que le acompañen sus veintidós camaradas: el armenio Arpen Manoukian, el
español Celestino Alfonso, los italianos Rino Della Negra, Spartaco Fontanot,
Cesare Luccarni, Antoine Salvadori y Amedeo Usseglio, los franceses Georges
Cloarec, Roger Rouxel y Robert Witchitz, los húngaros Joseph Boczov, Thomas
Elek y Emeric Glasz, los polacos Maurice Füngercwaig, Jonas Geduldig, Léon
Goldberg, Szlama Grzywacz, Stanislas Kubacki, Marcel Rajman, Willy Schapiro y
Wolf Wajsbrot, y la rumana Olga Bancic.
Fueron veintitrés, “veintitrés
que gritaron por Francia al caer”-otra vez Aragón-, veintitrés que hablaron de
nuestra patria común, de su riqueza y de su fuerza. Veintitrés que, en un
momento de reconocimiento nacional, son indisociables.
Firmado por : Juana Alfonso, nieta de Celestino Alfonso; Patrick Boucheron,
historiador, profesor en el Collège de France; Michel Broué, matemático;
Patrick Chamoiseau, escritor; Costa-Gavras, cineasta, Presidente de la
Cinémathèque française; Elise Couzens y Fabienne Meyer, primas hermanas de
Marcel Rajman; Michel, Patrice e Yves Della Negra, sobrinos de Rino Della
Negra; René Dzagoyan, escritor; Jean Estivil, sobrino de Celestino Alfonso;
André Grimaldi, profesor emérito de Medicina; Anouk Grinberg, actriz y artista;
Jean-Claude Grumberg, escritor y director teatral; Yannick Haenel, escritor;
Delphine Horvilleur, rabina y escritora; Serge y Beate Klarsfeld,
historiadores; Mosco Levi Boucault, director de cine; Patrick Modiano,
escritor, Premio Nobel de Literatura; Edgar Morin, sociólogo y filósofo; Edwy
Plenel, periodista; Anne Sinclair, periodista; Thomas Stern, sobrino de Thomas
Elek; Annette Wieviorka, historiadora, directora de investigación en el CNRS;
Ruth Zylberman, escritora y directora.