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09/01/2025

LUIS CASADO
¿Quién es el que manda aquí, Ah?

Luis Casado, 9-1-2025

Sociólogos, opinólogos, enólogos, teólogos, ufólogos, proctólogos, urólogos, etólogos, zoólogos, todólogos y un ceremíl de expertos diversos y variados se devanan la cavidad craneal (no está claro que tengan un cerebro) intentando explicarnos a) lo que hará Donald, b) porqué lo hará, c) con qué objetivos, d) cuales son las razones que aconsejan hacerse el weón, mirar p'al lao, repetir: no se oye padre, o bien: más vale esto que estar muerto, el mundo es de los vivos...


Lo cierto es que una epidemia de diarrea disentérica recorre Europa – como antaño un fantasma, con la diferencia que todas las fuerzas de la vieja Europa no se han unido en santa cruzada para acosar a la causa de la diarrea disentérica: ni el Papa que no cuenta, ni el zar que ya no existe, ni canciller austriaco Karl Nehammer que dimitió, ni Macron a quién le faltan dos, ni los socialdemócratas franceses ni los polizontes alemanes incluida la muy autoritaria Ursula van der Leyen – y todo dios calla, se viste color muralla, se hace chiquito, intenta pasar piola y evita hacer como hicieron cuando la COVID: comprar vacunas o en su defecto la más mínima molécula de loperamida (Imodium) o de subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol, Kaopectate).
Hacerse el peras cocidas es un recurso tan evidente, que ante las patochadas de Elon Musk el diario parisino Le Figaro apenas osa titular en primera página:
El activismo diplomático de Musk desestabiliza a los europeos (sic)
Le Figaro llama “activismo diplomático” lo que en buen romance es cagarse en la Unión Europea, comenzando por sus mediocres autoridades designadas a dedo gracias al insigne método de tin marín de do pingué cúcara títere mácara fue, para no hablar de cancilleres, primeros ministros, presidentes, reyezuelos y otros jefes de Estado que bien bailan.
No exagero: Le Figaro, refiriéndose a Elon Musk, precisa en su portada:
Cercano a Trump, de cuya Administración debe hacer parte, el millonario multiplica las injerencias en Europa (resic)
Bueh... la verdad es que Musk le señala a quién quiera oírle que en Alemania debe gobernar la ultraderecha neonazi de Alternative für Deutschland (AfD), acusa al primer ministro británico Keir Starmer de ser “cómplice de redes criminales pedófilas” y amenaza con las penas del infierno a la Unión Europea que considera la eventual posibilidad de definir reglas aplicables a las redes sociales de su propiedad.

El silencio acojonado de las autoridades europeas, y sus muy tenues reacciones públicas que evitan nombrar a nadie, llevó al conocido demógrafo e intelectual Emmanuel Todd a llamar las cosas por su nombre:
Musk, es el tipo que dice todo el desprecio que tienen los yanquis por nuestro servilismo
Lo esencial de la prensa, la radio y la TV de la Unión Europea – en manos de oligarcas multimillonarios y hundidas en el cenagal de la propaganda neoliberal y promercado – no informa: manipula. Durante el proceso electoral yanqui apoyó en modo descarado al senil Joe Biden a tal punto que tres días antes del voto, en Radio France Info un “periodista” acusó a Donald Trump de ser un esbirro de la mafia rusa (sic) y de hacer sus negocios inmobiliarios en New York con dicha mafia.
Puede que haya sido la razón por la que Macron – siempre en avance cuando se trata de demostrar su inconstancia, su volubilidad, su cobardía y su oportunismo – fue el primer jefe de Estado en felicitar a Trump, en lo que la prensa yanqui calificó públicamente de actitud “lameculos”.
Para encontrar algún artículo de prensa que exponga el modo en que el neofascismo avanza en la Unión Europea tienes que leer Reporter, una publicación del diminuto Estado de Luxemburgo (672 mil habitantes...). Allí, el periodista Robert Schmidt constata:
Concierto por el cumpleaños de Hitler, festival neonazi, concentraciones de grupúsculos de extrema-derecha… a los skinheads, neonazis y otros extremistas de derecha les gusta juntarse en Alsacia o en Lorena” (provincias francesas, fronterizas con Alemania).
Cuando Trump amenaza con la imposición de aranceles a los productos europeos, la diarrea disentérica deviene viral y las autoridades de la UE se acercan a la septicemia y al choque séptico.
Si a eso Donald le agrega que Canadá, Groenlandia, el Canal de Panamá y lo que le salga de los bajos deben ser parte de EEUU... Macron, Scholz y sus pares caen brutalmente en los síntomas de las crisis de pánico: sudores, palpitaciones, ahogos, dolores pectorales, náuseas y picores.
Lo que precede dista mucho de parecerse a la reacción de Bruno Le Maire, entonces ministro de Finanzas galo, cuando Rusia atacó en Donesk y Lugansk para defender a la población rusa de las agresiones neonazis de Zelensky.
En esa ocasión Bruno Le Maire, y todo el gobierno francés, se plegaron servilmente a las órdenes del Pentágono y de Washington y le aplicaron todo tipo de sanciones económicas a Rusia. Bruno Le Maire vino a la TV a declarar: “Rusia no resistirá, y en una semana estará de rodillas”.
La Unión Europea que arrojó y aún arroja cientos de miles de millones de euros en “ayuda militar” a los neonazis de Kiev, conminada ahora por Donald Trump a aumentar sus gastos militares hasta alcanzar el 5% de su PIB... calla y obedece. Probando así que la Unión Europea no es sino un Protectorado yanqui en el viejo continente.
Mi pana Julio César – una lumbrera – descubrió un error fatal en el razonamiento de Trump: 

Ché Luisito – me escribió – Donald no puede hacer de Canadá el quincuagésimo primer Estado de la Unión, sino el quincuagésimo segundo...  visto que el quincuagésimo primero es la Unión Europea...

 Ave (Julius) Caesar, morituri te salutant