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06/10/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Las flotillas que secuestran todos los días

 

Tigrillo L. Anudo, 6-10-2025

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El mundo cambia poco. Se repiten patrones históricos. El pasado nunca se fue. La cosificación de los seres humanos continúa. La colonización está a la orden del día. La piratería en aguas internacionales revive con otros actores (¿quién se quedó finalmente con las ayudas y las pertenencias de los ocupantes de la flotilla humanitaria rumbo a Gaza?). Tildan de “Terroristas” a quienes emprenden acciones en pro de la justicia.

El secuestro de la Flotilla Global Sumud que llevaba ayuda humanitaria al pueblo atormentado de Gaza es lo que ocurre diariamente en muchos países. Está ocurriendo ahora mismo en Ecuador, Perú, Argentina, donde las políticas neoliberales someten a la población al hambre, la falta de atención en salud, educación, vivienda, empleos, muerte lenta.

La diferencia es que no son flotillas que van por el mar. Son flotillas de la inversión social que quedan secuestradas en los Congresos y Asambleas plutocráticas corruptas. La diferencia está en que esa práctica del capitalismo global se hace más visible en una nación invadida, masacrada y humillada por la ideología sionista, concepción de un Estado supremacista que hace una limpieza étnica con quienes considera “inferiores y terroristas”.

En los países mencionados están secuestrados los derechos humanos de otras etnias (indígenas, afrodescendientes, campesinos, obreros mestizos), operan regímenes dictatoriales represivos y antidemocráticos. No asesinan con aviones bombarderos e inteligencia artificial, sino con la negación de la dignidad humana, ignominia invisibilizada por los medios de comunicación empresariales y los aparatos de educación programadores de analfabetas políticos.

Todo está articulado. Daniel Noboa -presidente del Ecuador-, Dina Boluarte -presidenta del Perú-, y Javier Milei -presidente de Argentina-, son aliados del gobierno sionista de Netanyahu. Igual que éstos, Donald Trump -presidente de Estados Unidos- y otros presidentes de naciones europeas, tienen negocios y defienden el régimen de Israel. Aunque gobiernos europeos rechazaron de palabra las acciones terroristas del Estado Israelí en Palestina (entre ellos Italia y España) terminaron agachando la cabeza ante el genocidio. No hay entereza en el rechazo. Les da miedo asumir posiciones enhiestas, no quieren salirse del Club de los poderosos cómplices del mundo.

El gobierno de Estados Unidos sigue la ideología sionista, es su referente. Es el aliado natural de quienes encarnan lo más característico del capitalismo 2.0: la usura, el control de la banca y sistema financiero, el manejo de las industrias más lucrativas, la producción de armas y tecnología de vigilancia, servicios de espionaje y técnicas de combate a “enemigos internos”, desarrollos de Inteligencia Artificial que aumenta la explotación del trabajo y el desempleo. El capitalismo 2.0 avanza la tecnología y decrece la humanidad.

Israel le enseña a Estados Unidos cómo hacer negocios, lo involucra como socio en un ambicioso proyecto hotelero en territorio palestino. A la tasa de ganancia no la detiene ni el Derecho Internacional ni los Derechos Humanos. El mundo político elitista sigue, en gran parte, muy permisivo con el genocidio en Gaza. Les conviene. Son los hilos invisibles de intereses comerciales, diplomáticos, los que predominan en la agenda de las políticas para las relaciones exteriores. Prima la economía política, no la ética ni la solidaridad internacional.

Ni siquiera las novelas distópicas del siglo XX previeron la utopía negativa que vive el mundo hoy. Un pequeño país con un ejército poderoso, respaldado por el imperio estadounidense, “defiende” su derecho a cometer un genocidio. Además, considera la acción de llevar alimentos, agua, medicina y otras ayudas humanitarias, a un pueblo bloqueado, como actos terroristas financiados por Hamas. Se da el permiso para hacer bloqueo marítimo a La Franja de Gaza (desde hace 17 años), sometiéndolo a la sed, el hambre y la ausencia de medicamentos. También se permite violar el derecho al mar al abordar embarcaciones que están en aguas internacionales. ¿A quién le importa Palestina?

¿Cómo enfrentar el peligro que significa el terrorismo de Estado de Israel? Las marchas y las flotillas humanitarias son más simbólicas que efectivas. Sin embargo, son valiosas y deben continuar porque visibilizan la infame ofensiva de una máquina que mata niños y mujeres. También hay campañas de boicot a empresas que financian el terrorismo del ejército sionista. Su alcance también es limitado pero van sumando al clamor por la paz. El presidente Petro propuso un Ejército de Salvación de la Humanidad, pero no hubo respuesta oportuna para cristalizarlo. El presidente Trump anunció un “Plan de Paz” recolonizador para frenar la “guerra” (no dice genocidio) y administrar con Tony Blair (asesino de asiáticos) La Franja de Gaza. Un engaño y burla al mundo. Anulan la autodeterminación de los pueblos de un plumazo, deciden por Palestina.

Todo indica que el desorden que destroza el Derecho Internacional sólo podrá ser compensado con el uso de la fuerza por nuevos y audaces actores. Los hutíes de Yemen, un país pobre asolado por la guerra, se han atrevido a lanzar drones y misiles a Israel; lo hacen por solidaridad con Palestina, lo hacen para hacerse sentir como nación ignorada y golpeada, lo hacen por motivos histórico religiosos, lo hacen por estrategia, lo hacen por cálculo político, lo hacen porque tienen la dignidad y la valentía de la que carecen las naciones ricas. Estas acciones, más las respuestas con misiles supersónicos de Irán que volvieron trizas el domo de hierro de Israel, están alentando a otros países a intervenir para frenar las masacres que impunemente cometen a diario los enloquecidos milicos dirigidos por Netanyahu. Israel no es tan invulnerable, ya quedó demostrado. Y un país diminuto como Yemen entiende que puede jugar controlando el Mar Rojo por donde navega gran parte de los combustibles y mercancías del comercio internacional. En un mundo donde se violan las reglas de la convivencia y el respeto entre naciones, se autoriza la continuidad de la violación de dichas reglas por parte de otros interesados. Israel está arriesgando a ser borrado del mapa por su persistente desafío a la paz y moralidad internacional.

Ahmed Rahma, Türkiye

Si el ejército israelí se abroga el derecho a secuestrar barcos en aguas internacionales está validando que los hutíes ataquen barcos que les lleven armas o mercancías o combustibles por el Estrecho de Bad el-Mandeb, la entrada sur del Mar Rojo, por donde transitan buques cargados de petróleo que abastecen no sólo a Israel, sino a Europa y Estados Unidos. Los barcos de este último país también sufrirán. Los precios del petróleo pueden subir. La economía mundial se podría afectar. La ley de la selva se expande en el planeta, un futuro incierto podría marcar las relaciones internacionales.

La disputa de los mercados y las rutas comerciales mundiales tiene en un ajedrez a Rusia, China, Europa y Estados Unidos. A ninguno de ellos le importa la suerte de Palestina. Están preocupados de cómo se posicionan frente a sus contrincantes. Cada que se abre un nuevo frente de guerra para Estados Unidos, se aprovecha por parte de rusos y chinos, sacan partido de ello. Les interesa que Estados Unidos se desgaste ayudando a sus socios israelíes. De ahí que los osos y dragones no entren con energía a defender a Palestina. Así funciona la economía política. Hacen más por los gazatíes países pequeños como Yemen y Líbano (Hezbolá) que las grandes potencias. Los gobiernos árabes tampoco se ponen de acuerdo en cómo apoyar a sus hermanos palestinos, ni en cómo hacer frente al desafío sionista.

Sólo los pueblos salvan a los pueblos. Otras iniciativas serán indispensables para atajar el genocidio. No hay poder militar que salve vidas en Gaza. Ningún gobierno se atreve a interceder por los palestinos masacrados. Ninguno se quiere “meter en problemas”, cada uno mira su interés propio. Hasta ahora, sólo Indonesia ofreció 20.000 soldados para un ejército de salvación improbable. Nadie cree en ejércitos de salvación.

Gaza está sola. Siguen cayendo sus habitantes bajo las balas asesinas de Netanyahu. Después de Hiroshima y Nagasaki, el genocidio palestino es el mayor fracaso de la humanidad. La cúpula sionista está empeñada en exterminar a los gazatíes. Lo viene haciendo desde 1947 cuando sus socios británicos los ubicaron calculadamente en territorio palestino. Su odio y miedo (falta de amor) los ha llevado a considerar a todos los palestinos como terroristas. Lo mismo dicen de quienes tratan de llevarles ayuda. El fascismo está reinando y no nos hemos dado cuenta. 

04/10/2025

LE MONDE
En Marruecos, el grito de alarma de la generación Z

Editorial, Le Monde, 3-10-2025
Traducido por Tlaxcala
Read in English

Las autoridades del reino jerifiano, completamente absorbidas por los proyectos de prestigio lanzados para la Copa Africana de Naciones de fútbol y la Copa del Mundo de 2030, han sido tomadas por sorpresa por la revuelta de una juventud movilizada contra las injusticias sociales.

La cólera social retumba en Marruecos. El reino jerifiano es escenario, desde el 27 de septiembre, de concentraciones diarias de jóvenes manifestantes —a veces menores de edad— que reclaman mejores servicios de educación y salud. En la noche del miércoles 1 al jueves 2 de octubre, los disturbios violentos cerca de Agadir, en el sur del país, causaron la muerte de tres manifestantes.

Ante una fiebre contestataria como Marruecos no había conocido desde la revuelta del Rif (norte) en 2016-2017, el gobierno parece desbordado. El primer ministro, Aziz Akhannouch, declaró el jueves estar dispuesto a «dialogar» para «responder a las demandas sociales» de los jóvenes. Sin embargo, es dudoso que estos se conformen con promesas vacías.

El movimiento nació de una indignación general provocada por la muerte de ocho mujeres a mediados de septiembre en un hospital de Agadir, tras partos por cesárea, trágica ilustración de un sector sanitario abandonado. Una decena de días más tarde, la movilización se organizaba en la red social Discord bajo la bandera de un colectivo llamado GenZ 212.

CATHERINE DUTHU
Bandera pirata de “One Piece”, saludo de tres dedos de “Los Juegos del Hambre”: emblemas de la cultura pop, símbolos de rebeliónEntrevista con David Peyron

Catherine Duthu, France Culture, 4/10/2025


Periodista de la redacción de la emisora pública 
France Culture

Traducido por Tlaxcala




Un manifestante con la bandera nacional de Indonesia y una bandera pirata del manga japonés One Piece, el 29 de agosto de 2025 en Surabaya, Indonesia. Foto Juni Kriswanto/AFP

La juventud se enciende, desde Indonesia hasta Perú, pasando por Nepal y Marruecos: manifestantes de la generación Z enarbolan la bandera del manga japonés One Piece para denunciar las desigualdades, la corrupción y exigir mejores servicios públicos. La cultura pop sirve como punto de unión.

Entrevista con David Peyron, profesor titular de ciencias de la información y la comunicación en la Universidad de Aix-Marsella.

Los objetos de la cultura pop, compartidos en las redes sociales, se trasladan al mundo real, al corazón de la protesta social, a las calles. Se ha visto, por ejemplo, la bandera del manga One Piece (bandera pirata negra con una calavera sonriente con sombrero de paja y cinta roja, en la serie de cómics que ha vendido 500 millones de ejemplares en el mundo) enarbolada por jóvenes manifestantes en Marruecos, Madagascar o incluso en Filipinas, Indonesia, Nepal y Perú en las últimas semanas. Estos jóvenes retomaron el estandarte del héroe Luffy, que lucha contra las desigualdades y el autoritarismo en One Piece. Es el último ejemplo de objetos de la cultura pop que se convierten en símbolos de revuelta popular en la vida real, después de haber sido ampliamente compartidos en las redes sociales.

El gobierno indonesio suspendió el viernes la licencia de explotación de la aplicación para compartir videos TikTok, después de que la plataforma se negara a proporcionar ciertos datos relacionados con las recientes manifestaciones antigubernamentales, anunció el Ministerio indonesio de Comunicación y Asuntos Digitales.

¿Cómo se ha convertido esta bandera pirata del héroe de One Piece en un símbolo de unión para los manifestantes en varios países de Asia, África, pero también en Perú y en Francia?

30/09/2025

TIGRILLO L. ANUDO
La ONU descertificada por los pueblos

 

Tigrillo L. Anudo, 30-9-2025

El mundo es un manicomio. Tantas bestias desatadas no serán controladas ni por un Ejército de Salvación de la Humanidad. Se necesita un teatro de la crueldad para apenas sofocar el asalto a la razón que se apoderó de las sociedades humanas. Disrupciones performáticas, parálisis masivas, rompimiento de la normalidad, gritos generalizados por la verdad y la libertad, acciones audaces, desafío a los poderes. Hasta que la sensatez despunte cada mañana con la salida del sol.

La Organización de las Naciones Unidas -ONU- es un teatro de la simulación y la mentira. Nada significativo para la tranquilidad de las especies surge en ese instrumento de las elites corporativistas opresoras de la familia humana. Entidad sin autoridad ante los poderes militares y económicos. Entidad sin alma, sin pueblos raizales, sin representación de los oprimidos. Las voces de la vida, del agua, de lo sagrado, de lo ancestral, de la paz, de la niñez, del migrante, no tienen cabida allí.

Fracasó una vez más la diplomacia como lo dijo Petro en las calles de Nueva York. Desde hace dos años, el desfile de palabras por las alfombras de la ONU no ha podido atajar los ríos de sangre en los desiertos de Gaza. Desde su fundación hace 80 años, casi ninguna guerra ha podido prevenir. Las contiendas que estallaron terminaron en gran parte por la disuasión provocada por las mismas armas. Es tal la inoperancia de la ONU que los países confían más en la capacidad disuasiva de las armas nucleares o en alianzas estratégicas. Por eso se preocupan por desarrollarlas. País que no quiera sucumbir a la atarvanería de potencias agresoras muestra sus armas atómicas y supersónicas.

07/12/2024

Casablanca, Marruecos : el levantamiento del 7 y 8 de diciembre de 1952, un hito histórico

He aquí dos artículos, traducidos por Tlaxcala, que recuerdan los motines del 7 y 8 de diciembre de 1952 en Casablanca, Marruecos, que fueron brutalmente reprimidos por las autoridades coloniales francesas del llamado Protectorado. Al día de hoy, no se conoce todavía el número exacto de víctimas.

7 y 8 de diciembre de 1952: motines en las Canteras Centrales de Casablanca tras el asesinato del líder sindical Farhat Hached en Túnez.

Sabrina El Faiz, lebrief.ma, 5/12/2024

Canteras Centrales. El nombre resuena
en la memoria de los habitantes de Casablanca y Marruecos. Los días 7 y 8 de diciembre de 1952, Casablanca fue escenario de violentos disturbios. Estos acontecimientos, que tuvieron lugar en el barrio de Carrières Centrales, fueron desencadenados por el asesinato de Farhat Hached, dirigente sindical tunecino y ferviente defensor de la independencia de los países del Magreb. La revuelta de los trabajadores y vecinos de este barrio precario se convirtió rápidamente en un símbolo de la lucha anticolonial en Marruecos. Inmersión...


Farhat Hached
(2 de febrero de 1914 - 5 de diciembre de 1952)


Para el noticiero de British Pathé, todo eso eran “disturbios comunistas”.

A principios de la década de 1950, Marruecos vivía bajo el protectorado francés, establecido en 1912. Aunque este régimen colonial se basaba en una administración modernizadora, había engendrado numerosas desigualdades sociales, marginado a las poblaciones rurales y suprimido toda forma de reivindicación política.
Casablanca, como centro económico del país, simbolizaba todas estas disparidades.
Las Canteras Centrales, para quien no las conozca, es un barrio obrero de la periferia de la ciudad. En aquella época, albergaba a una población predominantemente marroquí que vivía en condiciones precarias. El barrio era un refugio para los trabajadores empleados en las industrias y obras de construcción de Casablanca, a menudo explotados y privados de los derechos más elementales. En este contexto creció considerablemente la influencia de los sindicatos y los movimientos nacionalistas, como el partido Istiqlal.
Farhat Hached, Secretario General de la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT) y figura emblemática de la lucha independentista en Túnez, era considerado un aliado natural por los militantes marroquíes. Su asesinato el 5 de diciembre de 1952 por miembros de la Liga Anticomunista, grupo paramilitar próximo a los colonos, conmocionó a todo el norte de África.

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La prensa preponderante se desencadena

El estallido de los disturbios

El 7 de diciembre se celebraron manifestaciones en todo Marruecos para denunciar el asesinato de Farhat Hached. En Casablanca, las protestas fueron especialmente intensas en las Canteras Centrales. La ira de los habitantes se expresó inicialmente mediante concentraciones pacíficas. Trabajadores, activistas nacionalistas y sindicalistas convocaron una huelga general para expresar su solidaridad con los tunecinos y su rechazo a la violencia colonial.
 Pero las tensiones no tardaron en aumentar. El aumento de la presencia de la policía francesa, que había acudido para sofocar cualquier protesta, avivó la ira de los manifestantes. Estallaron enfrentamientos entre los residentes y la policía, convirtiendo las calles del distrito en un campo de batalla. Las protestas, en principio pacíficas, se convirtieron en violentos disturbios.
Las fuerzas coloniales, sorprendidas por la amplitud de la movilización, reaccionaron con extrema brutalidad. La policía y el ejército se desplegaron en masa para dispersar a los manifestantes. Se disparó munición real, causando numerosas víctimas. Según fuentes históricas, varias decenas de personas murieron y centenares resultaron heridas.

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/97/19521210_-_Le_Petit_Marocain_-_Page_1.jpg

Las autoridades francesas también llevaron a cabo una oleada de detenciones. Activistas nacionalistas, sindicalistas y residentes ordinarios fueron arrestados en masa. Testimonios posteriores relataron escenas de violencia sin precedentes, marcadas por exacciones y actos de humillación contra los marroquíes.
A pesar de esta feroz represión, las revueltas de las Canteras Centrales tuvieron una amplia repercusión nacional e internacional. Demostraron el alcance del rechazo al régimen colonial.
Estos acontecimientos no se limitaron a Casablanca. Manifestaciones similares estallaron en varias ciudades marroquíes, mostrando la solidaridad de los marroquíes frente a la represión colonial. Los disturbios de diciembre de 1952 se convirtieron en un símbolo de la resistencia popular contra la opresión y dieron un nuevo impulso al movimiento nacionalista.

11 décembre

En la escena internacional, estos acontecimientos llamaron la atención sobre la situación de los países del Magreb bajo dominio colonial. Las reivindicaciones de los movimientos independentistas marroquíes ganaron en legitimidad, sobre todo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 Aún hoy, los disturbios de diciembre de 1952 permanecen grabados en la memoria colectiva de Marruecos, y especialmente de Casablanca. Son un recordatorio de los sacrificios realizados por la libertad y de la importancia de la solidaridad entre los pueblos del Magreb en su búsqueda de la emancipación.

Casablanca 1952: la arquitectura al servicio de la lucha anticolonial o de la contrarrevolución


Léopold Lambert, The Funambulist, 9/8/2018
Traducido por
Tlaxcala

Recientemente viajé a Argelia para hacer algunas investigaciones para mi próximo libro sobre el espacio del estado de emergencia francés; espero escribir pronto algunos de esos artículos no rigurosos al respecto pero, mientras tanto, me gustaría escribir un breve artículo sobre una lucha de liberación nacional contra el imperio colonial francés que generalmente mencionamos con menos frecuencia que la Revolución argelina: la lucha de liberación marroquí. Un momento de esa lucha reviste especial importancia a la hora de hablar de la relación entre colonialismo y arquitectura, sobre todo si se compara con las estrategias adoptadas por los sucesivos gobiernos franceses en Argelia en los años posteriores a ese momento concreto.
El acontecimiento en cuestión consiste en dos días de huelgas y manifestaciones organizadas por la Union. Générale des Syndicats Confédérés du. Maroc (UGSCM) y el principal partido nacionalista marroquí (Istiqlal) en diciembre de 1952, descritos con precisión por Jim House en un ensayo titulado 
L’impossible contrôle d’une ville coloniale ? [¿El control imposible de una ciudad colonial?] (Genèses vol. 86, 2012). Aunque este artículo está motivado en parte por el intento de traducir ciertos elementos de la descripción de House de la huelga de 1952 (a la que se dedica la primera parte de este artículo), también encuentra su motivación en la falta de consideración de su artículo por la transformación urbana masiva que las autoridades coloniales estaban llevando a cabo en ese momento. Este punto, y lo que nos dice sobre las responsabilidades de los arquitectos en la contrarrevolución colonial, será por tanto el tema de la segunda parte de este artículo.
 


 Farhat Hached (de traje oscuro) a la cabeza de una manifestación de la UGTT, la confederación sindical tunecina

Manifestación anticolonial en las Canteras Centrales de Casablanca 

El 5 de diciembre de 1952, el nacionalista y sindicalista tunecino Farhat Hached es asesinado en un complot en el que parecen estar implicadas las autoridades coloniales francesas en Túnez. Como respuesta transnacional, la UGSCM marroquí y el Istiqlal organizaron una huelga general en Marruecos el 7 de diciembre. La huelga se originó en el barrio de chabolas de Carrières Centrales (ahora Hay Mohammadi) en Casablanca, donde vivían más de 130.000 personas colonizadas. Algunos de ellos se habían trasladado allí desde las zonas rurales del país; otros habían sido desplazados del centro de la ciudad en 1938, después de que una epidemia de fiebre tifoidea sirviera de pretexto a las autoridades para destruir los pequeños barrios de chabolas adyacentes a los "barrios europeos" y expulsar a sus habitantes fuera de lo que entonces eran los límites de la ciudad. 
El chabolismo masivo que existía a principios de la década de 1950 fue visto por las autoridades francesas como una amenaza política para el orden colonial -veremos en la segunda parte en qué consistió la estrategia contrarrevolucionaria que siguió-. En consecuencia, se puso en marcha un plan específico de represión para responder a cualquier movimiento anticolonial en las Carrières Centrales: además de los agentes de policía franceses y marroquíes (estos últimos a las órdenes del Majzén), las autoridades coloniales idearon varios niveles de refuerzos militares como tiradores marroquíes o senegaleses, goums (unidades militares bereberes) y otras ramas del ejército colonial.

 La huelga organizada originalmente por el Istiqlal se conocía como la “huelga del ratón”. Consistía en negarse a salir de casa para ir a trabajar. Sin embargo, la noche del 7 de diciembre, los pregoneros circularon por el barrio de chabolas para declarar que la huelga estaba prohibida y que todo el mundo debía abrir sus comercios como en un día normal. Momentos después, la policía abrió fuego contra los vecinos que les habían lanzado piedras en respuesta a la prohibición. Los manifestantes se concentraron frente a la comisaría local; algunos murieron por disparos. La policía comenzó entonces a registrar el poblado de chabolas, entrando sistemáticamente en las casas y deteniendo a activistas nacionalistas. Al día siguiente, los colonos que vivían cerca fueron evacuados y la policía volvió a disparar en el barrio, matando a un muchacho de 15 años que había estado cavando una zanja dentro de su casa para proteger a su familia. 
El 8 de diciembre por la tarde se organizó una marcha multitudinaria, que salió de los barrios marroquíes pobres y se dirigió al centro de la ciudad, hacia la Casa de los Sindicatos, donde estaba prevista una reunión. Al describir los acontecimientos, la prensa francesa se refirió a un "intento de invasión de la ciudad europea". La policía disparó y mató al menos a 14 personas de la procesión. Muchas otras personas fueron detenidas. Un pequeño número fue liberado en medio de una multitud de colonos que les atacaron. Mientras tanto, se solicitaron grandes refuerzos militares para acordonar los barrios pobres marroquíes. Aviones de reconocimiento sobrevolaron a baja altura estos barrios en un esfuerzo que era tanto de vigilancia como de intimidación. Asimismo, tanques ligeros y ametralladoras desfilaron por las Carreras Centrales. En el propio distrito, la policía marroquí obligó a los residentes a abrir sus tiendas y destruyó las que permanecían cerradas, en lo que prefiguró la respuesta francesa a la huelga general organizada por el FLN en Argelia cinco años después.
En los días siguientes, miles de policías y soldados se desplegaron en los barrios marroquíes y 1.206 personas fueron declaradas culpables de alteración del orden público por los tribunales coloniales. Algunos de los manifestantes detenidos fueron torturados con electricidad en las comisarías, un presagio de los años siguientes de la revolución argelina (1954-1962). 51 sindicalistas franceses próximos al movimiento nacionalista marroquí también fueron deportados a Francia. 
Como suele ocurrir en las masacres coloniales (el Estado tiene interés en impedir que existan archivos), el número de manifestantes muertos durante estos días de represión sigue sin estar claro, pero se cree que osciló entre 100 y 300 (Jim House, "L'impossible contrôle d'une ville coloniale?", 2012).


El Plan Écochard y el chabolismo. Hemeroteca del Ministerio de Vivienda marroquí


Arquitectos y contrarrevolución 
 

Como se ha mencionado anteriormente, la información proporcionada por Jim House en su ensayo es extremadamente valiosa, pero tampoco menciona cómo las Carrières Centrales fueron al mismo tiempo el lugar de una drástica transformación urbana que sigue siendo bien conocida en la historia de la arquitectura actual. Por lo tanto, la narrativa política e histórica no implica a la arquitectura y, como era de esperar, la mayoría de las narrativas arquitectónicas no implican la violencia del colonialismo o lo hacen con demasiado poco énfasis. 
Siendo director del Departamento de Planificación Urbana de Marruecos (1946 a 1952), el arquitecto y urbanista francés Michel Écochard diseñó un plan director para las Carrières Centrales con su colectivo, cuyo nombre, GAMMA por Grupo de Arquitectos Modernas Marroquíes, induce a error en cuanto al tipo de arquitectos implicados (“marroquíes” significa aquí franceses y occidentales en Marruecos, como Shadrach Woods o Georges Candilis).
Como ya se ha dicho, este plan director y su reconocible cuadrícula de 8×8 metros, así como sus intentos (más o menos orientalistas) de adaptarlo a la población marroquí, pertenecen a la historia canónica de la arquitectura. En las raras ocasiones en que se menciona el contexto político de este proyecto (no “simplemente” el orden colonial francés en Marruecos, sino también la supresión del movimiento nacionalista marroquí), este contexto se entiende como el trasfondo del proyecto, más que como su propia esencia. 
Esta es, en mi opinión, una dimensión fundamental para entender no sólo el papel de la arquitectura aquí, no sólo la relación que la arquitectura tiene con el colonialismo, sino, más ampliamente, la propia función de la arquitectura en la cristalización y la imposición de órdenes políticos (y, quizás en las más raras ocasiones, del desorden).
En otras palabras, no debería sorprendernos simplemente el hecho de que la masacre de 1952 se produjera mientras estaba en marcha la transformación urbana del poblado chabolista, sino que deberíamos ver esta transformación como el esfuerzo colonial por silenciar el movimiento anticolonial, como ocurriría más tarde en Argelia a finales de la década de 1950 con la construcción de complejos residenciales masivos por parte de las autoridades francesas como la segunda oleada contrarrevolucionaria (después y al mismo tiempo que la oleada judicial y militar) contra la revolución anticolonial. Por supuesto, el proyecto en sí no fue una respuesta a la huelga de 1952, sino más bien una respuesta preventiva a dicha lucha política. 
Afirmar esto no es sugerir que la historia deba releerse a través del prisma de una conspiración colonial en la que participaron arquitectos y urbanistas en todos los niveles de la toma de decisiones militares y administrativas. Personalmente, no he leído ningún relato que implique a Écochard y a los militares sobre los rasgos contrarrevolucionarios de su proyecto urbano, y no sé si existe alguno, al igual que no lo hice con Fernand Pouillon en Argel unos años más tarde. 
Sin embargo, el grado de intencionalidad mostrado por los arquitectos a la hora de participar en el orden colonial es secundario cuando los clientes son precisamente los guardianes de ese orden, y los arquitectos miembros de la sociedad colonial. Además, con su extremo énfasis en la racionalidad, la arquitectura moderna, quizás más que ninguna otra, encarna el paradigma espacial ideal cuando se trata de controlar a la población (véase este artículo de 2014 sobre Brasilia, por ejemplo) y enmarcar la mayoría de los aspectos de la vida cotidiana de sus residentes. 
Por tanto, los diversos complejos modernistas construidos por las autoridades coloniales francesas en Marruecos y Argelia deben verse, tanto política como operativamente, como lo que son: armas arquitectónicas contrarrevolucionarias.


El edificio “Nid d'Abeilles” [Nido de abejas] diseñado por Georges Candilis y Sadrach Woods en 1952 y 2016. Fotos de Léopold Lambert

Arquitectura y revolución anticolonial

 Como he dicho muchas veces en The Funambulist, estoy convencido de que la arquitectura tiene propensión a encarnar el orden colonial. Su violencia intrínseca materializa fácilmente los muros que el Estado colonial necesita para mantenerse, y nada es más fácil que extruir una línea trazada en un mapa donde las fronteras son construcciones coloniales. Una parte de mí sigue creyendo que se puede lograr un diseño anticolonial si se está dispuesto de algún modo a abrazar esa violencia intrínseca en favor de una agenda anticolonial. Sin embargo, la relación entre arquitectura y revolución anticolonial nunca es mayor que cuando el orden encarnado por la primera se subvierte (voluntaria o involuntariamente) en favor de la segunda. Aunque la liberación de Marruecos tuvo lugar en 1956, y es dudoso que tal proceso ya se hubiera logrado para entonces en el entramado Écochard de las Carrières Centrales, una visita a la arquitectura moderna del actual Hay Mohammadi sugiere sin duda tal subversión en la dificultad que incluso podríamos experimentar al intentar reconocerla.
Por supuesto, la subversión aquí se basaba principalmente en la apropiación de un espacio doméstico para las necesidades cotidianas, no en un esfuerzo político anticolonial; sin embargo, al igual que los arquitectos coloniales no necesitan contribuir voluntariamente al orden colonial para hacerlo, los residentes colonizados y poscoloniales (Hay Mohammadi sigue siendo hoy un barrio proletario) no necesitan subvertir voluntariamente ese orden para hacerlo.
Si se nos permite concluir con una última comparación con Argel, la Casba no necesitó ser transformada políticamente para constituir una condición espacial ideal para la revolución argelina; su existencia continuada en desacuerdo con la lógica colonial, así como su encarnación de una multitud de procesos racionales (en oposición a un proceso uniforme, siempre manifestado en un plan maestro), hicieron que lo fuera. Por ello, las fotografías siguientes, en comparación con la anterior del plan Écochard, representan menos la eficacia de una lucha anticolonial pasada que el símbolo de su potencial presente o futuro en la subversión del orden colonial que encarnan.

Abajo fotografías de Hay Mohammadi, Casablanca, de Léopold Lambert (2016).



Agradecimientos: este artículo solo ha podido escribirse hoy gracias a una invitación a Hay Mohammadi de las amigas Karima El Kharraze y Hélène Harder en 2016, y a la generosa introducción de Karim Rouissi a la historia proletaria de la ciudad. También me gustaría aprovechar este párrafo adicional para decir que, por supuesto, he leído varios de los textos de Marion Von Osten sobre el tema, y por lo tanto estoy obligado a ser influenciado de una manera u otra por su trabajo en este artículo; sin embargo, sigo siendo incapaz de articular una respuesta a ella porque su discurso parece estar formulado más para los fines de la historia de la arquitectura que para la historia del colonialismo y los movimientos anticoloniales abordados a través de la perspectiva de la arquitectura, como me interesa hacer.

11/10/2024

SAMAN MUDUNKOTUWAGE
Por qué era inevitable una victoria de la izquierda en Sri Lanka

Saman Mudunkotuwage, 10/11/202
Traducido por Fausto Giudice, Tlaxcala

El autor es un exiliado de Sri Lanka que vive en Francia. Participó en la campaña para la elección presidencial del 22 de septiembre en Sri Lanka, que dio la victoria al candidato del JVP, Anura Kumara Dissanayake.

La victoria electoral de la izquierda en Sri Lanka es el resultado de varios años de lucha inquebrantable de los oprimidos de todos los orígenes sociales, étnicos y religiosos del país. Es importante señalar que esta victoria no habría sido posible sin la unificación de todos los revolucionarios supervivientes y víctimas de todas las represiones llevadas a cabo por los poderes corruptos desde la independencia en 1948. El principio británico de divide y vencerás fue finalmente derrotado por el pueblo de Sri Lanka el 21 de septiembre de 2024.

Anura Kumara Dissanayake, candidato del JVP de 55 años, fue elegido Presidente de la República Socialista Democrática de Sri Lanka el 21 de septiembre de 2024

Sin embargo, el Poder Nacional Popular (NPP), dirigidO por el partido marxista JVP (Frente de Liberación Popular de Sri Lanka), desea continuar con el programa del FMI. Al mismo tiempo, el partido se compromete a establecer un sistema económico más justo y razonable sin abolir completamente la propiedad privada de los medios de producción ni la economía de mercado que el país ha adoptado desde 1977. El gobierno del JVP se encuentra en una situación alarmante, enfrentado por un lado a conflictos regionales e internacionales organizados por USA, China e India, y por otro a una deuda de 55.000 millones de dólares que debe reembolsar a instituciones financieras de todo el mundo, sin olvidar a la parte de su electorado que exige un freno a las privatizaciones y la venta de recursos públicos. En definitiva, el JVP mantiene la llama encendida para preservar su poder y satisfacer a su electorado de izquierdas.

Para entender este nuevo giro político en Sri Lanka, es importante tener en cuenta que, durante 70 años, el pueblo ha estado dividido en varias tendencias político-étnicas y religiosas, impuestas abiertamente por la élite del país. Es más, durante todo el periodo colonial, las autoridades británicas también utilizaron criterios étnicos para elegir a los representantes de su asamblea consultiva nacional, con el fin de dividir a esta pequeña nación insular. A pesar de ello, el pueblo de Sri Lanka obtuvo el sufragio universal en 1934. Tras la independencia en 1948, el UNP (Partido Nacional Unido), un partido conservador de derechas apoyado por el Partido Comunista estalinista que actuaba siguiendo directrices de Moscú, obtuvo una mayoría relativa en el parlamento. Una vez en el poder, retiró inmediatamente el derecho al voto a los trabajadores de las plantaciones de té, cuyo único delito sindical fue negarse a apoyar la formación de un gobierno de derechas dirigido por el UNP. Estas buenas gentes llamaron a las fuerzas de izquierda del país a manifestarse junto a los trotskistas del LSSP para formar un gobierno socialista. Sin embargo, el Partido Comunista apoyó discretamente al UNP con la ayuda del SLFP, dirigido por el clan Bandaranaike, contra este proyecto. El Partido Nacionalista Tamil del Norte también apoyó al UNP en su plan de retirar la ciudadanía a los tamiles de las plantaciones de té, que habían sido traídos a pie por los británicos en pésimas condiciones desde la India para trabajar en el centro del país.

Desde 1960, el LSSP y el PC participaron juntos en la constitución de gobiernos capitalistas con el SLFP, obteniendo algunos ministerios, pero pronto olvidaron a los trabajadores que habían perdido su ciudadanía y su derecho al voto y que habían hecho campaña en gran medida junto a estos dos partidos de izquierda. Tuvieron que esperar hasta 1988 para recuperar su ciudadanía. Por otra parte, estos trotskistas y estalinistas respaldaron la redacción de constituciones con rasgos discriminatorios: la lengua cingalesa se convirtió en la lengua oficial, el budismo pasó a ser la religión del Estado, etc. Se estableció un sistema de cuotas para los estudiantes tamiles del Norte ante la existencia de escuelas católicas dirigidas por misioneros usamericanos para formar funcionarios, científicos, abogados y médicos al servicio de las autoridades británicas. En lugar de crear escuelas similares en el sur, el gobierno de izquierdas, apoyado por el PCSL y el LSSP, al igual que el gobierno de derechas, aprobó una ley que restringía el acceso de los estudiantes tamiles a la enseñanza superior en el país. Esta discriminación en la educación se convirtió en una de las causas preliminares que animaron a los jóvenes tamiles a convertirse en guerrilleros de los Tigres Tamiles ( LTTE) para la creación de un Estado independiente.

Desde la independencia, el pueblo tamil ha exigido, mediante manifestaciones pacíficas, el derecho a utilizar su lengua materna en sus relaciones con las autoridades. Estas luchas democráticas han sido violentamente reprimidas por todos los gobiernos, de izquierda y de derecha, desde 1948. A pesar de que el cingalés se ha convertido en la lengua oficial del país, todos los asuntos gubernamentales se llevan a cabo en inglés. Al final, el pueblo cingalés también fue víctima de esta maquinación lingüística anglosajona. Cuando los británicos abandonaron el país en 1948, sólo el 10% de la población -la élite de las comunidades cingalesa, tamil, musulmana y europea- hablaba inglés. Dentro de esta élite no había conflictos ni guerras, pero manipulaban sistemáticamente a las comunidades no anglófonas para acceder al poder exacerbando el racismo.

La participación del LSSP y el PC en los sucesivos gobiernos provocó la decepción y la ira de los trabajadores de Colombo y los campesinos. En los años 60 y 70, la revolución cubana y la guerra de Vietnam despertaron el odio contra el imperialismo en todos los países del mundo. En Sri Lanka, un joven marxista, víctima de la política del Kremlin, fundó un partido maoísta llamado Frente de Liberación Popular de Sri Lanka (JVP). Se convirtió en un icono entre los jóvenes no anglófonos, y fue visto como un enemigo a destruir por las dos formaciones burguesas, el UNP y el SLFP, apoyadas por el PCSL y el LSSP. Rohana Wijeweera, fundador del JVP, consideraba que en aquel momento la posición china era más progresista e internacionalista que la de Moscú. Por ello, las autoridades soviéticas se negaron a conceder un visado al joven marxista, que estudiaba medicina en la Universidad Patrice-Lumumba de Moscú.

Rohana Wijeweera, por Darsha Kapuge



Una de las escasas fotos de las semanas sangrientas de 1971: la mayoría de los jóvenes detenidos desaparecieron sin dejar rastro.

Frente a la represión dirigida por la Alianza Popular, formada por el PCSL y el LSSP, estalló una insurrección en abril de 1971 bajo la dirección del JVP. El gobierno, apoyado por una «Santa Alianza» (URSS, Yugoslavia, India, Pakistán, USA, China, Egipto), eliminó a más de 20.000 revolucionarios en una semana sangrienta, y 10.000 supervivientes fueron encarcelados. Este acontecimiento fue bautizado como «la Comuna de Ceilán» por el agrónomo René Dumont, futuro candidato ecologista a las elecciones presidenciales fraancesas de 1974, que se encontraba en la isla en el momento de la insurrección y publicó una columna sobre el tema en el número de julio-agosto de 1971 de la le revista Esprit, en la que recordaba que esas «semanas sangrientas» en Sri Lanka habían tenido lugar en el centenario del aplastamiento de la Comuna de París [lea la columna en francés aquí]. Sin embargo, «los ministros trotskistas del gobierno no dimitieron», se lamentaba Dumont en su libro de 1972, « Paysannerie aux abois (Ceylan, Tunisie, Sénégal)[Campesinados en apuros]».

Sacando lecciones de la insurrección, el gobierno emprendió una vasta reforma agraria, distribuyendo tierras a los más desposeídos. Hoy, el 80% de las tierras de Sri Lanka pertenecen directa o indirectamente al Estado. En estas tierras abundan el agua, las materias primas, el hierro, las piedras preciosas, el silicio, etc.


En la cárcel, el fundador y sus partidarios del JVP se reorganizaron y se convirtieron en un partido marxista-leninista, renunciando al maoísmo, al estalinismo, al trotskismo y al guevarismo, pero sin negar su compromiso con el socialismo. El partido ha creado un sistema de formación de revolucionarios profesionales que se comprometen sin recibir ningún salario, privilegio o compensación. Al día de hoy, los salarios de los representantes electos del partido se ingresan en un fondo para ayudar a la población en dificultades. En 1977, cuando llegó al poder, el UNP decidió liberar a los presos políticos del JVP. El nuevo gobierno también quería liberar a unos cuantos multimillonarios corruptos que habían sido encarcelados de por vida en virtud de la misma ley que había condenado a los militantes del JVP tras la insurrección de 1971.

Una vez excarcelados, los militantes del JVP abandonaron la lucha armada e iniciaron actividades políticas para participar en las elecciones. El partido obtuvo 13 escaños en las elecciones de distrito de 1981, que el UNP presentó como una solución a la cuestión nacional tamil. Durante la campaña electoral, la prestigiosa biblioteca en lengua tamil de Jaffna (con 100.000 obras] fue incendiada por un equipo dirigido por el antiguo jefe de Estado, Ranil Wicremesinghe, derrocado tras las elecciones del 21, según los medios europeos, un «liberal prooccidental» que aún no ha sido castigado por este crimen contra la humanidad. También estuvo implicado en la dirección de un cuartel de tortura donde fueron eliminados más de 5.000 jóvenes durante la guerra civil de 1987-1990.

El nuevo gobierno del UNP, instalado en 1977, introdujo un sistema liberal cada vez más salvaje, basado en los principios neoclásicos de Milton Friedman, asesor económico de Pinochet en Chile. Se recortó más del 60% de la producción agrícola del país animando a los sectores privados nacionales y extranjeros a importar más de lo que exportaban. Los cultivadores de cebollas rojas, pimientos, frutas y verduras (en su mayoría tamiles) se vieron obligados a abandonar la agricultura y emigrar al Mashreq y a Europa. Al mismo tiempo, el UNP creó una estructura neoliberal a escala nacional para promover la privatización de los servicios públicos y del sector industrial, incitando a las clases trabajadoras a rebelarse y desafiándolas en varias ocasiones. Se han privatizado los transportes, los servicios, la sanidad, etc. Los funcionarios convocaron una huelga general en 1980; más de 40.000 huelguistas fueron despedidos sin indemnización ni readmisión. Más de 50 funcionarios en huelga se suicidaron. La mayoría de los despedidos se unieron a la lucha armada contra el régimen.

Aprovechando la inestabilidad social y la división de los partidos de la oposición, el presidente del UNP, JR Jayawardene, apodado « Yankee Dickie », convocó una elección presidencial anticipada en 1982. Utilizando métodos de terror y fraude masivo, el UNP se toma el poder con el 52% de los votos. Rohana Wijeweera obtuvo el 4% de los votos y el JVP se convirtió en la tercera fuerza política del país. Sin celebrar elecciones generales en 1982, el gobierno en el poder convocó un referéndum para salvaguardar a sus diputados, que tenían mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. El jefe del Estado diría más tarde que el objetivo del referéndum era utilizar todos los medios posibles para impedir que los diputados del JVP entraran en el Parlamento. El JVP emprende acciones legales contra el referéndum y el fraude electoral. Se convierte así en un enemigo para el UNP.

02/08/2024

Larry Itliong y los “manongs” de Stckton a Delano
La epopeya de l@s trabajador@s pin@y* de California

En plena guerra de Vietnam, los soldados usamericanos se vieron de repente inundados de cantidades industriales de uva. El Pentágono había comprado toda la cosecha recolectada por los esquiroles de Delano en el valle californiano de San Joaquín. Los vendimiadores filipinos, a los que pronto se unieron sus compañeros mexicanos, habían lanzado allí una huelga en septiembre de 1965 que duró hasta 1970 y terminó con la victoria de los trabajadores.

Los organizadores de la huelga tuvieron la ingeniosa idea de llamar a los comerciantes y consumidores a boicotear la uva en solidaridad con los huelguistas. La figura legendaria surgida de esta lucha fue César Chávez, el "Martin Luther King chicano", dejando en la sombra al principal líder real de los trabajadores filipinos, Larry Itliong.

 Tuvieron que pasar 50 años para que la figura del organizador de esta huelga -y de muchas otras- obtuviera pleno reconocimiento público. Esto se debe a la labor   de los hijos y nietos de los "manangs" (hermanos mayores) de primera generación, que emigraron a EEUU en los años 40 desde Filipinas, que fue colonia yanqui hasta 1946 y luego neocolonia del Tío Sam.

A continuación se presentan tres artículos que relatan esta epopeya, traducidos y editados por Fausto Giudice, Tlaxcala/El Taller Glocal

NdT: *Pinoy - femenino Pinay - es el término tagálog con el que l@s filipin@s se refieren a sí mism@s. Lo escribimos pin@y para incluir masculino y femenino

Índice

Gayle Romasanta
Por qué cad@ filipinousamerican@ debería conocer a Larry Itliong

Dawn Bohulano Mabalon
¡Mabuhay ang Causa! [¡Viva la Causa!]
El vínculo entre Stockton, la huelga de la uva de Delano y la Unión de Campesinos

David Bacon
L@s migrantes filipin@s dieron a la huelga de la uva su carácter político radical 

 

11/06/2024

Palabras del presidente Gustavo Petro luego de recibir la condecoración El Gran Collar del Estado de Palestina


Gustavo Petro, Bogotá, 3 de junio de 2024

El 3 de junio de 2024, en Bogotá, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, recibió el Gran Collar del Estado de Palestina, la más alta orden civil del Estado de Palestina. A continuación, su discurso de aceptación


Foto: Andrea Puentes - Presidencia

“Los jóvenes que salen de las universidades en Estados Unidos, que salen en Europa, en Asia, en África y en América Latina, son la expresión genuina de una nueva humanidad; una que si sobrevive va a construir un mundo diferente, muy alejado de lo material, mucho más afincado en la frugalidad, pero sobre todo en la sabiduría y en el conocimiento, donde la humanidad ya no encuentre páginas donde unos seres humanos matan a otros seres humanos”.