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06/11/2025

Los miserables de Israel merecen su propio Mamdani

Gideon Levy, Haaretz, 6-11-2025
Traducido por Tlaxcala


El senador Bernie Sanders y el alcalde de Nueva York Zohran Mamdani en Brooklyn, Nueva York, en septiembre. Foto Eduardo Munoz / Reuters

Nunca hemos visto algo así aquí en Israel, y nunca lo veremos.
Un candidato que surge de la nada — ni general retirado, ni estrella de televisión, ni príncipe privilegiado de la élite, ni siquiera un embrollón político.
Un joven, con origen extranjero, inmigrante, desconocido hasta hace poco; sus opiniones son firmes, radicales; no teme decir lo que piensa ni pensar lo que dice.

No le importan las encuestas ni escucha los consejos para moderar sus posturas.
Ataca con su propia verdad — y gana. Derrota al establishment, al otro candidato, al heredero de una dinastía.
Nunca hemos tenido algo así aquí; nunca tendremos un Zohran Mamdani.
Mientras la política israelí siga estancada — no solo porque Benjamín Netanyahu no se va, sino porque incluso sus rivales, derrotados una y otra vez, se niegan a salir de nuestras vidas — nunca tendremos un Mamdani. Desesperación.

Para comprender la magnitud de la revolución que representa Mamdani, elegido alcalde de la ciudad más importante del mundo [no exageremos, Gideon, NdT], imaginen a un candidato árabe o eritreo migrante ganando unas elecciones aquí, en Israel. Imaginen al exdiputado de Hadash Dov Khenin elegido primer ministro.
Piensen también en un artista de hip-hop como Mr. Cardamom — uno de los seudónimos musicales de Mamdani — convertido de la noche a la mañana en líder. ¿Quizá el rapero Tamer Nafar?

En solo unos meses, Mamdani entusiasmó a la ciudad y cautivó a su juventud, incluso a quienes no se interesaban por la política.
Fue elegido en la ciudad con la comunidad judía más grande del mundo, aunque maliciosamente intentaron tacharlo de antisemita.
Fue elegido en una de las ciudades más capitalistas del mundo, con una plataforma socialista, sin vacilaciones.

USA ha demostrado una vez más que es la tierra de las oportunidades ilimitadas.
Mamdani podría hacerla grande de nuevo — mucho más que Donald Trump.


Neoyorquinos celebrando la victoria de Zohran Mamdani en las elecciones municipales del martes por la noche. Foto Gili Getz

También es posible que fracase estrepitosamente. El viejo establishment hará todo lo posible por eliminarlo, como hicieron en el Reino Unido con Jeremy Corbyn del Partido Laborista — otra gran esperanza de cambio — que fue derribado. También es posible que las promesas de Mamdani resulten imposibles de cumplir, pese al gran atractivo de instaurar justicia e igualdad en su ciudad y más allá.

Incluso es posible que no sea tan hábil para gobernar y ejecutar como lo es para prometer. Pero su sola elección ya ha generado un cambio enorme, ha insuflado esperanza de algo distinto, ha traído un espíritu nuevo y refrescante que en Israel no se ve desde hace mucho tiempo: tengan envidia de los neoyorquinos.


Las últimas horas de la campaña


El próximo año tendremos las «elecciones más decisivas», y no hay una sola persona que despierte entusiasmo, ninguna figura en la que confiar o por la que valga la pena esforzarse. Nadie en quien creer, que ofrezca un reinicio y una revolución. Solo más de lo mismo: elogios al ejército israelí, «no es el momento para un Estado palestino» y, por encima de todo, la supremacía judía perpetua.

Todo esto en un país desesperado por un reinicio — quizá más que cualquier otra nación del mundo, y más ahora que nunca en su historia. Aquí, todo es lo mismo: el líder supremo, los aspirantes golpeados al trono, los lemas vacíos, la corrupción, el vacío y la desesperanza.

Un Mamdani israelí es ahora tan necesario como un respirador para quien se ahoga. Cuando nadie se atreve a ofrecer algo distinto, un camino aún no intentado, una perspectiva no explorada, y el país y la sociedad están atascados — necesitamos un Mamdani.


 Manifestantes mamdanófobos  reunidos frente a la CBE (Congregación Beth Elohim, una sinagoga reformista histórica en Park Slope). La tensión había aumentado durante toda la semana a medida que se difundía la noticia de la visita de Mamdani. Foto Gili Getz

Quizás por eso las máquinas de incitación al odio y miedo ya han comenzado a trabajar contra él en Israel; casi todos los comentaristas de los estudios de televisión se han manifestado en su contra. Después de todo, dijo que Israel mató niños en Gaza — imagínense — e incluso cometió genocidio. Eso debe significar que es un antisemita probado. También está contra la islamofobia, lo que significa que es islamista, el Estado Islámico en Nueva York.

Si tan solo lograra cumplir algunas de sus enormes promesas. Si pudiera romper la campaña mundial contra el progreso. Si pudiera ocuparse de los miserables de Nueva York. Los miserables de Israel también merecen un Mamdani.


05/11/2025

Petróleo venezolano, cambio de régimen made in USA y política gangsteril de Washington

El endeble pretexto moral hoy es la lucha contra las drogas, sin embargo el objetivo real es derrocar a un gobierno soberano, y el daño colateral es el sufrimiento del pueblo venezolano. Si esto suena familiar, es porque lo es.

Jeffrey D. Sachs & Sybil Fares, Common Dreams, 4-11-2025

Traducido par Tlaxcala

USA está desempolvando su viejo manual de cambio de régimen en Venezuela. Aunque el eslogan ha pasado de «restaurar la democracia» a «combatir a los narco-terroristas», el objetivo sigue siendo el mismo: el control del petróleo venezolano. Los métodos seguidos por USA son familiares: sanciones que estrangulan la economía, amenazas de fuerza y una recompensa de 50 millones de dólares por la cabeza del presidente venezolano Nicolás Maduro, como si esto fuera el Lejano Oeste.


Carlos Latuff

USA es adicto a la guerra. Con el cambio de nombre del Department of War [ministerio de la Guerra], un presupuesto propuesto para el Pentágono de 1,01 billones de dólares, y más de 750 bases militares en alrededor de 80 países, esta no es una nación que busque la paz. Durante las últimas dos décadas, Venezuela ha sido un objetivo persistente de los intentos usamericanos de cambio de régimen. El motivo, que el presidente Donald Trump dejó claramente expuesto, son los aproximadamente 300 mil millones de barriles de reservas de petróleo bajo la franja del Orinoco, las mayores reservas petroleras del planeta.

En 2023, Trump declaró abiertamente: «Cuando me fui, Venezuela estaba lista para colapsar. La habríamos tomado, habríamos conseguido todo ese petróleo… pero ahora estamos comprando petróleo de Venezuela, así que estamos haciendo a un dictador muy rico.» Sus palabras revelan la lógica subyacente de la política exterior yanqui, que muestra un completo desprecio por la soberanía y favorece en cambio la apropiación de los recursos de otros países.

Lo que está en marcha hoy es una operación típica de cambio de régimen dirigida por USA, revestida con el lenguaje de la interdicción antidrogas. USA ha concentrado miles de tropas, buques de guerra y aeronaves en el mar Caribe y el océano Pacífico. El presidente ha autorizado con orgullo a la CIA a llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela.

Las llamadas del gobierno usamericano a la escalada reflejan un desprecio temerario por la soberanía de Venezuela, el derecho internacional y la vida humana.

El 26 de octubre de 2025, el senador Lindsey Graham (Republicano, Carolina del Sur) apareció en televisión nacional para defender recientes ataques militares usamericanos contra buques venezolanos y para decir que ataques terrestres dentro de Venezuela y Colombia son una «posibilidad real». El senador por Florida Rick Scott, en el mismo ciclo informativo, reflexionó que si él fuera Nicolás Maduro «se iría a Rusia o China ahora mismo». Estos senadores pretenden normalizar la idea de que Washington decide quién gobierna Venezuela y qué sucede con su petróleo. Recuerde que Graham de modo similar defiende que USA luche contra Rusia en Ucrania para asegurar los 10 billones de dólares en riquezas minerales que Graham afirma, de manera fatua, que están disponibles para que USA las tome.

Tampoco son los movimientos de Trump una historia nueva respecto a Venezuela. Durante más de 20 años, administraciones usamericanas sucesivas han intentado someter la política interna de Venezuela a la voluntad de Washington. En abril de 2002, un golpe de Estado militar de corta duración depuso brevemente al entonces presidente Hugo Chávez. La CIA conocía los detalles del golpe por adelantado, y USA reconoció inmediatamente al nuevo gobierno. Al final, Chávez retomó el poder. Sin embargo, USA no puso fin a su apoyo al cambio de régimen.

En marzo de 2015, Barack Obama codificó una notable ficción legal. Firmó la Orden Ejecutiva 13692, declarando la situación política interna de Venezuela como una «amenaza inusual y extraordinaria» para la seguridad nacional de USA para activar sanciones económicas gringas. Ese movimiento preparó el terreno para una coerción creciente por parte de USA. La Casa Blanca ha sostenido esa afirmación de una «emergencia nacional» usamericana desde entonces. Trump añadió sanciones económicas cada vez más draconianas durante su primer mandato. Asombrosamente, en enero de 2019, Trump declaró a Juan Guaidó, entonces una figura de la oposición, «presidente interino» de Venezuela, como si Trump pudiera simplemente nombrar a un nuevo presidente venezolano. Esta tragicomedia grencha acabó desmoronándose en 2023, cuando USA abandonó esta maniobra fracasada y ridícula.

USA ahora está iniciando un nuevo capítulo de apropiación de recursos. Trump ha sido durante mucho tiempo vocal acerca de «quedarse con el petróleo». En 2019, al hablar de Siria, el presidente Trump dijo: «Nos estamos quedando con el petróleo, tenemos el petróleo, el petróleo está asegurado, dejamos tropas únicamente por el petróleo.» Para los que lo dudan, las tropas usamericanas aún permanecen hoy en el noreste de Siria, ocupando los campos petroleros. Antes, en 2016, sobre el petróleo de Irak, Trump dijo: «Yo decía esto constantemente y de forma consistente a quien quisiera escuchar, decía quédense con el petróleo, quédense con el petróleo, quédense con el petróleo, no dejen que alguien más lo consiga.»

Ahora, con nuevos ataques militares a buques venezolanos y conversaciones abiertas sobre ataques terrestres, la administración invoca los narcóticos para justificar el cambio de régimen. Sin embargo, el artículo 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas prohíbe expresamente «la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado». Ninguna teoría gringa de «guerras de cárteles» justifica remotamente un cambio de régimen coercitivo.

Incluso antes de las incursiones militares, las sanciones coercitivas usamericanas han funcionado como un ariete de asedio. Obama construyó el marco de sanciones en 2015, y Trump lo convirtió en un arma aún más potente para derrocar a Maduro. La afirmación era que la «presión máxima» empoderaría a los venezolanos. En la práctica, las sanciones han causado un sufrimiento generalizado. Como encontró el economista y renombrado experto en sanciones Francisco Rodríguez en su estudio sobre las «Consecuencias humanas de las sanciones económicas», el resultado de las medidas coercitivas usamericanas ha sido una caída catastrófica del nivel de vida en Venezuela, un empeoramiento marcado de la salud y la nutrición, y un daño grave a las poblaciones vulnerables.

El endeble pretexto moral hoy es la lucha contra las drogas, sin embargo el objetivo real es derrocar a un gobierno soberano, y el daño colateral es el sufrimiento del pueblo venezolano. Si esto suena familiar, es porque USA ha emprendido repetidamente operaciones de cambio de régimen en busca de petróleo, uranio, plantaciones de banano, rutas de oleoductos y otros recursos: Irán (1953), Guatemala (1954), Congo (1960), Chile (1973), Irak (2003), Haití (2004), Siria (2011), Libia (2011) y Ucrania (2014), por nombrar solo algunos casos. Ahora Venezuela está en el escaparate.

En su brillante libro Covert Regime Change (2017), la profesora Lindsey O’Rourke detalla las maquinaciones, los reveses y los desastres de no menos de 64 operaciones encubiertas usamericanas de cambio de régimen durante los años 1947-1989. ¡Ella se centró en ese período anterior porque muchos documentos clave de esa época ya han sido desclasificados! Trágicamente, el patrón de una política exterior usamericana basada en operaciones de cambio de régimen encubiertas (y no tan encubiertas) continúa hasta el día de hoy.

Las llamadas del gobierno de Washington a la escalada reflejan un desprecio temerario por la soberanía de Venezuela, el derecho internacional y la vida humana. Una guerra contra Venezuela sería una guerra que los ciudadanos de USA no quieren, contra un país que no ha amenazado ni atacado a USA, y sobre fundamentos legales que fracasarían ante un estudiante de primer año de Derecho. Bombardear buques, puertos, refinerías o soldados no es una demostración de fuerza. Es puro y simple hampa.

NdT: El discurso pronunciado por Tulsi Gabbard en Manama el 31 de octubre, en el que anunciaba el fin de la política de «cambio de régimen» de Washington, pasó claramente desapercibido para los autores. Léase Después del armisticio económico de Seúl, el armisticio militar de Manama 

03/11/2025

Los drones con inteligencia artificial usados en Gaza ahora vigilan ciudades usamericanas

Nate Bear, ¡Do Not Panic!, 31-10-2025
Traducido por Tlaxcala

Los drones cuadricópteros impulsados por inteligencia artificial, utilizados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para cometer un genocidio en Gaza, ahora sobrevuelan ciudades usamericanas, vigilando a manifestantes y subiendo automáticamente millones de imágenes a una base de datos de pruebas.


 

Estos drones son fabricados por una empresa llamada Skydio, que en los últimos años ha pasado de una relativa oscuridad a convertirse discretamente en una compañía multimillonaria y en el mayor fabricante de drones de USA.

La magnitud del uso de los drones Skydio en todo el país, y la rapidez con que su utilización ha crecido en apenas unos años, resulta extraordinaria. La empresa tiene contratos con más de 800 agencias de seguridad y fuerzas del orden en todo USA, frente a las 320 del año pasado en marzo, y sus drones son lanzados cientos de veces al día para vigilar a la población en pueblos y ciudades de todo el país.


Vínculos estrechos con Israel

Skydio mantiene fuertes lazos con Israel. En las primeras semanas del genocidio, la empresa californiana envió más de un centenar de drones a las FDI con la promesa de enviar más. Se desconoce cuántos se han entregado desde entonces. Skydio posee una oficina en Israel y colabora con DefenceSync, una empresa local de drones militares que actúa como intermediaria entre los fabricantes y las FDI.

Skydio también ha recaudado cientos de millones de dólares de capitalistas de riesgo israelí-usamericanos y de fondos de inversión con fuertes intereses en Israel, entre ellos la firma Andreessen Horowitz (a16z), fundada por Marc Andreessen.

Y ahora, esos mismos drones —probados en un contexto de genocidio y perfeccionados sobre los palestinos— pululan sobre las ciudades usamericanas.

Despliegue nacional masivo

Según mis investigaciones, casi todas las grandes ciudades de USA han firmado un contrato con Skydio en los últimos 18 meses, entre ellas Boston, Chicago, Filadelfia, San Diego, Cleveland y Jacksonville. Las fuerzas policiales de varias ciudades han utilizado recientemente los drones Skydio para obtener información durante las protestas No Kings, y la universidad de Yale los usó para espiar el campamento estudiantil anti-genocidio instalado el año pasado en su campus.

En Miami, los drones Skydio se emplean para vigilar a los turistas del spring break [vacaciones de primavera]; en Atlanta, la empresa se ha asociado con la Atlanta Police Foundation para instalar una estación permanente de drones en el nuevo Centro de Entrenamiento de Seguridad Pública.
Según un informe municipal, Detroit gastó recientemente casi 300 000 dólares en la compra de catorce drones Skydio.
El mes pasado, la agencia ICE adquirió un dron Skydio X10D, capaz de seguir y perseguir automáticamente a un objetivo. Desde julio, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha comprado treinta y tres drones del mismo modelo.

Una tecnología de inteligencia artificial autónoma

El sistema de inteligencia artificial que impulsa los drones Skydio funciona con chips Nvidia y permite su operación sin control humano directo. Los drones están equipados con cámaras térmicas y pueden funcionar en entornos sin GPS, los llamados GPS-denied environments. También reconstruyen edificios e infraestructuras en 3D y pueden volar a más de 50 kilómetros por hora.

La policía de Nueva York (NYPD) fue una de las primeras en adoptar los drones Skydio y sigue siendo una de sus usuarias más entusiastas.
Un portavoz declaró recientemente a un sitio especializado en drones que el NYPD había realizado más de 20 000 vuelos en menos de un año, lo que significa unos 55 vuelos diarios sobre la ciudad.
Un informe municipal señalaba que el NYPD operaba entonces 41 drones Skydio.
Una reciente modificación de las normas de la Administración Federal de Aviación (FAA) indica, sin embargo, que esa cifra ha aumentado —y, de forma más general, ha impulsado una expansión masiva del uso de drones Skydio.

Relajación normativa

Antes de marzo de este año, las normas de la FAA prohibían a las fuerzas de seguridad usamericanas usar drones fuera del campo visual de su operador, y también volarlos sobre calles concurridas.
Pero una exención emitida ese mes abrió las compuertas: ahora la policía y las agencias de seguridad pueden operar drones más allá de la línea visual y sobre grandes concentraciones de personas.

Skydio calificó la medida de “revolucionaria”. Y lo fue.
Este cambio normativo ha desencadenado una auténtica fiebre de compra de drones Skydio por parte de la policía y de las agencias de seguridad usamericanas, muchas de las cuales aplican ahora el programa llamado Drone As First Responder (dron como primer respondedor).

Al no necesitar mantener el dron a la vista y tener libertad para sobrevolar las calles, la policía envía cada vez con mayor frecuencia drones antes que agentes humanos para responder a llamadas o investigaciones.
Por ejemplo, la ciudad de Cincinnati afirma que, para finales de este año, el 90 % de todas las llamadas serán atendidas primero por un dron Skydio.

Infraestructura de vigilancia total

Este nivel de cobertura es posible gracias a las plataformas de acoplamiento de Skydio, dispositivos instalados en distintos puntos de la ciudad que permiten recargar, lanzar y aterrizar drones a kilómetros de las sedes policiales.

Toda la información recopilada durante los vuelos se guarda en una tarjeta SD interna y se sube automáticamente a un software especial diseñado para las fuerzas del orden.
Ese software, llamado Axon Evidence, es fabricado por Axon, un importante inversor de Skydio y fabricante controvertido de pistolas eléctricas (tasers) y armas “menos letales” utilizadas por las policías de USA y de otros países occidentales.

Según un comunicado de Axon, este sistema permite “la carga automática de fotos y videos de drones en una plataforma digital de gestión de pruebas”.

Los vínculos entre Axon e Israel

El equipo de Axon también es central en la infraestructura de apartheid israelí, ya que la empresa suministra cámaras corporales y tasers a las fuerzas policiales y a los carceleros israelíes que rutinariamente torturan a palestinos.
Axon, que participó en una ronda de financiación Serie E de 220 millones de dólares en Skydio, es solo una de las muchas entidades que respaldan a Skydio y que sirven a una agenda sionista.


La red de inversores

El primer inversor en Skydio, en 2015, fue Andreessen Horowitz (a16z), que aportó 3 millones de dólares de capital semilla al equipo fundador de tres personas.
Desde entonces, la firma ha invertido decenas de millones más en sucesivas rondas de financiación.
Sus fundadores, Marc Andreessen y Ben Horowitz, son sionistas notorios.
En 2024, su firma fue el inversor de capital de riesgo más activo en Israel, y este verano ambos visitaron el país para reunirse con empresas tecnológicas fundadas por exmiembros de las FDI y de la unidad de inteligencia 8200.

Entre los otros inversores de Skydio figuran Next 47, que tiene una oficina en Israel dirigida por Moshe Zilberstein, exmiembro del centro informático de espionaje Mamram de las FDI, y Hercules Capital, cuya directora general, Ella-Tamar Adnahan, es una israelí-usamericana descrita por los medios como “la banquera tecnológica de referencia de Israel en USA”.

Gaza como laboratorio

La saturación de los departamentos de policía usamericanos con tecnología de drones estrechamente vinculada a Israel, tecnología usada para cometer crímenes de guerra, es un desarrollo alarmante, aunque no sorprendente.
Los drones Skydio serán un elemento central en el protofascismo en expansión de USA y en la represión contra Antifa y otros llamados “terroristas domésticos” por parte del gobierno de Trump.

En este contexto, lo más sorprendente es que la rápida expansión de la tecnología de vigilancia vinculada a Israel haya pasado casi desapercibida.

Política y simbolismo

Skydio también debería estar en la agenda de Zohran Mamdani.
Recientemente criticado por haber dicho que “cuando la bota del NYPD está sobre tu cuello, está atada con cordones de las FDI”, Skydio es otro ejemplo que demuestra que tiene razón.
Si tiene el valor de sus convicciones, podría aprovechar su poder como alcalde para cancelar el contrato del NYPD con Skydio.

Uso militar y riesgo de integración

Skydio es también un gran proveedor del Departamento de Defensa, habiendo firmado recientemente un contrato para suministrar drones de reconocimiento al ejército usamericano.
Como proveedor importante tanto de fuerzas de seguridad civiles como militares, surgen interrogantes sobre qué información se comparte —o se compartirá— entre el ejército y las agencias de seguridad interna a través del sistema digital Skydio-Axon.

Gaza, laboratorio del mundo occidental

Skydio demuestra una vez más cómo Gaza sirve de laboratorio para los fabricantes de armas: el lugar donde se prueban las nuevas tecnologías de vigilancia y apartheid antes de ser perfeccionadas y utilizadas en Occidente.

El próximo año, Skydio lanzará una nueva generación de drones para interiores.
Solo podemos especular hasta qué punto estos nuevos modelos incorporan las “lecciones aprendidas” a través del genocidio.

La historia de Skydio demuestra una verdad cruda: lo que ocurre en Gaza no se queda en Gaza.
La lógica del imperialismo capitalista asegura que estas tecnologías siempre terminan regresando a casa.

Todas las ilustraciones provienen de Skydio.

Simplemente no conviertan a la fiscal militar israelí dimisionaria en una mártir

ACTUALIZACIÓN

Yifat Tomer-Yerushalmi fue detenida en el marco de una investigación sobre la difusión de un video que muestra actos de violencia cometidos en 2024 contra presos palestinos por soldados israelíes en una prisión de alta seguridad, según informó el lunes el ministro de Seguridad Interior. Tras anunciar su dimisión el viernes, Tomer-Yerushalmi desapareció brevemente el domingo, lo que desató especulaciones en la prensa sobre un posible intento de suicidio. En un mensaje en Telegram, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció el lunes que «se ha acordado que, a la luz de los acontecimientos de la noche anterior, el servicio penitenciario actuará con mayor vigilancia para garantizar la seguridad de la reclusa en el centro de detención donde se encuentra bajo custodia».

¿Valió la pena, mayora general Tomer-Yerushalmi, servir con tanta servilidad al ejército criminal, con un final tan patético? 

Gideon Levy, Haaretz, 2-11-2025 

Traducido por Tlaxcala

Cuando la noche se vuelve día, una fiscal militar puede convertirse en mártir, alguien que luchó por la ley y los derechos humanos hasta ser quemada en la hoguera, víctima inocente de la malvada derecha. Cuando la noche se vuelve día, solo cuando la abogada general no incumple su deber y da un paso valiente por primera (y última) vez en su carrera, es destituida. 


La Grala. de división Yifat Tomer-Yerushalmi en el cuartel general de las FDI en Tel Aviv, el mes pasado. Foto Itai Ron

El monstruo insaciable nunca se sacia. Usted puede defender el genocidio, Grala. Yifat Tomer-Yerushalmi; puede disimular todos los crímenes, ocultar todas las investigaciones y blanquear los delitos cometidos por los soldados israelíes, complaciendo así a sus superiores. Pero al primer tropiezo, el monstruo la hará responsable.
¿Valió la pena, Gral. Tomer-Yerushalmi, servir con tanta servilidad a un ejército criminal, para acabar de forma tan patética? ¿No habría sido más correcto cumplir su deber, hablar con valentía e integridad, y al menos ser depuesta con algo de dignidad? Como dice la vieja parábola judía: comió el pescado podrido y aun así fue expulsada de la ciudad. ¿Valió la pena?

Durante años, usted dictó sentencias en tribunales militares que nada tienen que ver con lo que le enseñaron en la universidad. Fue fiscal y jueza, enviando a miles de personas a prisión sin un juicio real. Impidió cualquier investigación sobre miles de crímenes cometidos por soldados contra palestinos en Cisjordania y en la Franja de Gaza.

Cada caso de un niño asesinado sin motivo o de un soldado abusivo recibió el respaldo legal suyo y del sistema que dirige. En ese sistema, nunca hay soldados culpables de crímenes, ni siquiera después de los horrores de Gaza.
Usted participó en el espectáculo más despreciable: el llamado sistema de justicia militar, donde basta con ser palestino para ser condenado; un tribunal de apartheid en el que los acusados no tienen derechos ni absoluciones, todo una farsa barata en un sistema judicial falso. Así ascendió en las filas, hasta convertirse en fiscal militar, todo con el propósito de blanquear los crímenes del ejército al que servía.

No existe institución judicial seria en el mundo que blanquee los crímenes del ejército israelí en Gaza y Cisjordania. Y usted, Gral. Tomer-Yerushalmi, lo hizo con entusiasmo. Fue la abogada del genocidio, y llegará el día en que eso se le reproche. Ahora el sistema le devuelve el golpe: fue despedida por las peores razones posibles.

Es difícil saber qué llevó a Tomer-Yerushalmi a desviarse de repente de su papel asignado y escandalizarse por un video en el que guardianes de prisión militares sádicos –no “soldados de combate”, como suelen llamarlos– maltratan brutalmente a un detenido palestino indefenso. Según la acusación, esos cinco guardias, escoria humana, apuñalaron a su víctima en el recto, desgarrándolo, además de romperle las costillas y perforarle un pulmón.

Era importante mostrar a los israelíes lo que hacen nuestros soldados, especialmente en el ambiente de “todo está permitido al ejército” que domina desde el 7 de octubre. De repente, la generala aportó un momento de verdad al debate. Comprendió que las posibilidades de condenar a los acusados, con el clima público actual, eran mínimas. Por eso publicó el video, el único acto por el cual merece una medalla.


Sde Teiman


Es un hecho rutinario en las prisiones militares, pero esta vez se escandalizó. ¿No ha oído hablar de los 80 detenidos muertos en prisión, algunos a manos de soldados israelíes? ¿Qué hizo respecto a esas muertes? ¿Qué hizo respecto al soldado que disparó y mató a un niño de 9 años en el pueblo cisjordano de al-Rihiya hace dos semanas? El portavoz del ejército dijo que “el caso fue remitido a la Oficina de la Abogada General Militar para su revisión”. La investigación terminará en unos años, ¿y qué le pasará a ese soldado? El hecho de que siga libre es la respuesta.

Cuando la noche se vuelve día, los cinco hombres acusados de abusos en el centro de detención de Sde Teiman se convirtieron en las víctimas. Sus indultos ya están en camino, y quien les clavó el cuchillo en el recto es la abogada general militar. El ministro de Defensa, Israel Katz, ya babea con ansias de venganza.
Cuánto le gusta destituir a oficiales de alto rango, cuán embriagante es la sensación de poder –y todos, incluido el comentarista moderado Nadav Eyal, consideran la filtración del video “escandalosa”. Este es el crimen y esta su autora. Pero no la conviertan en mártir.

Cuando la noche se vuelve día, los cinco hombres acusados de abusos en el centro de detención de Sde Teiman se convirtieron en las víctimas. Sus indultos ya están en camino.

02/11/2025

El auge del Thielverso y el Estado de vigilancia: anatomía del tecnofascismo en marcha en USA


Transcrito y traducido por Tlaxcala

Resumen sintético de la entrevista

La entrevista entre Chris Hedges y Whitney Webb explora la mutación silenciosa del poder en la era digital: la fusión entre el Estado securitario y los gigantes de Silicon Valley.
Whitney Webb traza la filiación directa entre el programa de vigilancia Total Information Awareness, concebido por John Poindexter tras el 11 de septiembre, y Palantir, la empresa fundada en 2003 por Peter Thiel con el apoyo de la CIA. Este traslado del espionaje público al sector privado convirtió la vigilancia en un mercado. El ciudadano deja de ser un sujeto de derecho para transformarse en un flujo de datos.
Bajo el pretexto de la seguridad y la salud pública, Palantir y sus derivados han generalizado la lógica del precrimen: predecir los comportamientos, identificar los riesgos antes de que ocurran y administrar la sociedad como si fuera un algoritmo.
El Estado profundo no desaparece: se reconfigura en torno a las tecnologías predictivas, alimentadas por los gigantes digitales.
En torno a Thiel gravita la llamada PayPal Mafia – Musk, Altman, Vance, Luckey, Sacks –, que transforma el capitalismo tecnológico en ideología política: un Estado privatizado dirigido como una empresa.
La “gobernanza por IA” y la militarización de la tecnología (Palantir, Anduril, SpaceX) consagran la fusión del poder militar, financiero y digital.
A esta arquitectura se suma la contribución israelí: la unidad 8200 y sus empresas emergentes de ciberespionaje (Black Cube, NSO, Carbyne) prolongan el modelo usamericano a escala global, donde los datos y los algoritmos circulan entre Tel Aviv, Washington y Silicon Valley.
Este sistema no impone la tiranía por la fuerza, sino por la seducción del confort: seguridad, eficiencia, personalización. La libertad se convierte en una opción que se marca en una casilla, y la propaganda en una función nativa de las plataformas.
Para Hedges y Webb, la resistencia no puede ser puramente tecnológica: es moral y política. Rechazar la servidumbre digital, apoyar las redes libres y los medios independientes es preservar la parte humana en un mundo donde el poder pretende cuantificarlo todo — incluso la conciencia.

Descargar traducción de la entrevista

 


 

 

 

 


31/10/2025

Todos los israelíes somos Itamar Ben-Gvir
Ya no es posible ser sionista sin ser fascista

Gideon Levy, Haaretz, 29-10-2025

Traducido por Tlaxcala

Por fin, todos somos Itamar Ben-Gvir. Una misma línea une a Naftali Bennett, Yair Lapid y Avigdor Lieberman —la esperanza de la oposición— con Ben-Gvir, el gran espantajo: nacionalismo, fascismo y militarismo que solo difieren en los matices más mínimos. Entre el gobierno más derechista de la historia de Israel y quienes aspiran al poder, no hay más que cincuenta tonos de derecha.

Por eso, todo ese discurso sobre una «fractura nacional» y sobre «las elecciones más importantes de la historia del país» —ese cliché que circula estos días— es una mentira. Israel no tiene un Zohran Mamdani, ni lo tendrá en mucho tiempo. Pero Ben-Gvires nos sobran.


Fuerzas israelíes hacen guardia junto a una puerta cerrada durante la cosecha de aceitunas en el pueblo de Kobar, cerca de Ramala, en la Cisjordania ocupada. Sábado. Foto Mohamad Toroman/Reuters

La temporada electoral ha comenzado, y nadie como Lapid para identificar rápidamente el espíritu de la época —el fascismo— y subirse a su ola. Es el producto más caliente del mercado desde el 7 de octubre, y Lapid ya lo reparte con entusiasmo.

Esta semana, el «líder de la oposición» prometió apoyar una ley que prohíba votar a quienes no se alisten en el ejército. Ni en Esparta ni en la super-Esparta se habrían atrevido a imaginar una medida tan militarista. Allí tal vez se habrían avergonzado. Los árabes, los ultraortodoxos, los discapacitados, los enfermos, los criminales y los impedidos serían arrojados al Nilo. No forman parte de nuestra democracia, ¿por qué no deportar entonces a todos los que no sirven? ¿Quitarles la ciudadanía? ¿O tal vez meterlos en campos?

Según Lapid, servir en el ejército es lo que te da acceso a los derechos básicos. Si no matas niños en Gaza, querido israelí, Lapid te quitará tu carné de elector. Supuestamente, el pueblo, golpeado y marcado por años de Benjamín Netanyahu, debería ahora ver en una figura como esta una fuente de esperanza.

La mayor esperanza de la oposición es aún más desalentadora. «En el Néguev está surgiendo un Estado palestino», advirtió Bennett esta semana a los residentes de la ciudad de Omer. «Si no actuamos, despertaremos ante un 7 de octubre en el Néguev.» Los ciudadanos beduinos de Israel, el grupo más desfavorecido y desposeído de la sociedad, serían entonces Hamás. El peligro que representan sería otro 7 de octubre.

Si Ben-Gvir habla así, ¿para qué necesitamos a Bennett? ¿Por su buen inglés? ¿Por sus modales refinados? ¿Por su servicio militar en una unidad de comandos? ¿Por tener una esposa que no anda con una pistola en el cinturón? ¿Por vivir en Ra’anana (y no en Tel Rumeida)?

Para Bennett, no menos que para Ben-Gvir, esta tierra es solo para los judíos. Los beduinos, algunos de los cuales fueron expulsados al Néguev desde otras partes de Israel, no son sus hijos. Son una amenaza que hay que contener. Pero la realidad es que el Néguev les pertenece tanto como a Bennett o a los buenos ciudadanos de Omer.

El Néguev es lo que les quedó después de haber sido despojados de sus tierras, de que se destruyera el tejido de sus vidas y se los confinara en corrales miserables. Algunos no son agradables, es cierto: conducen de manera temeraria, tienen más de una esposa y son violentos. Eso debe corregirse, pero sin violar sus derechos civiles, que no pueden negarse.

Bennett, como Lapid, es un hombre sombrío. Ambos creen que los derechos se otorgan por la bondad del Estado, como un regalo o una recompensa por una conducta (a sus ojos) correcta. Eso es fascismo en su peor expresión —y Lieberman, el más veterano fascista de los tres, se les unirá con entusiasmo. Él también está a favor de negar el derecho al voto a quienes no ayudaron a librar la guerra ni a cometer sus crímenes. Él también ve a los beduinos como invitados no deseados en este país.

La semejanza fascista entre coalición y oposición no es casual. Se llama sionismo. En 2025, ya no se puede defender esta ideología nacional sin ser fascista o militarista. Es ahora la esencia misma del sionismo. Quizá lo haya sido desde el principio, y la honestidad exige que lo reconozcamos.

Netanyahu y Bennett, Ben-Gvir y Lapid son sionistas como casi todos los israelíes. En lo que respecta a la tierra, creen en la supremacía judía y en la mentira de un Estado judío y democrático. El fascismo es la consecuencia inevitable de ello. Ya no es posible ser sionista sin ser fascista.



30/10/2025

Tucumán, Argentina: el pulpo sionista extiende sus tentáculos en todas direcciones (desde la comunidad judía hasta las instituciones del Estado)

 Rubén Kotler, 30-10-2025

Rubén Kotler (1974) es un historiador argentino, judío antisionista, especialista en la historia reciente de Tucumán, cofundador de la Asociación de Historia Oral de la República Argentina y coadministrador de la Red Latinoamericana de Historia Oral, coguionista y responsable de la investigación histórica del documental El Tucumanazo (sobre las revueltas obreras y estudiantiles de Tucumán). https://www.deigualaigual.net/

El historiador israelí Ilan Pappe sostiene que un lobby es “la influencia desplegada para cambiar la política gubernamental (de un país) o alterar la opinión pública”.[1] En el libro de reciente aparición analiza la historia del lobby sionista entre USA y el Reino Unido. La penetración sionista en América Latina hunde sus raíces en la primera mitad del Siglo XX y es fundamental en el sostenimiento del Estado de Israel y sus políticas de genocidio, limpieza étnica, apartheid, colonialismo, expansionismo, racismo e islamofobia, como columnas vertebrales sobre las que se edifica el Estado autoproclamado judío en detrimento del pueblo palestino. Todo este andamiaje colonial es sostenido por las comunidades judeo-sionistas en todo el orbe. Es lo que podemos observar cuando, lupa mediante, anclamos nuestra mirada en comunidades como las de Tucumán en Argentina.



La provincia más chica de Argentina alberga una pequeña pero importante comunidad judeo-sionista. En ella cohabitan herencias del mundo tanto ashkenazi como sefardí. Sus instituciones van desde distintas sinagogas, escuelas, un club denominado “Unidad Sionista” y un cementerio. La principal escuela de la comunidad, en la que yo mismo me he formado en mis años del tránsito escolar, mantiene una doble escolaridad y su formación judeo-sionista es pieza clave en el sostenimiento y refuerzo comunitario hacia Israel. Los programas escolares de formación estrictamente judía, lejos de la ortodoxia religiosa, demarcan una tendencia a la generación de una identidad sionista muy profunda. Se celebran con igual énfasis las fechas patrias argentinas como las fechas judías, dotándolas de un relato nacionalista que nada tiene que envidiar a la escolaridad en el mismo enclave colonial de Israel. La penetración sionista en el mundo judío religioso ha sido de tal magnitud que incluso en los oficios religiosos de las comunidades reformistas se ha incluido una oración para pedirle a dios la protección del ejército israelí.

 

Imágenes de un acto escolar “patrio israelí” en Tucumán
(Archivo del autor)

Al mismo tiempo, un sistema de becas para viajes iniciáticos al Estado autoproclamado judío, como si fuera un viaje a Disneyworld, sumado a un férreo sostenimiento identitario compartido por todas las instituciones locales, refuerzan un sentimiento de defensa de Israel como segunda nación, y en algunos casos, como nación imaginada que se convierte en refugio para un futuro apocalíptico que podría repetirse en un segundo holocausto judío. Los atentados a la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, reforzaron la teoría del posible “holocausto” en Argentina. Desde 1994 las instituciones de la comunidad judeo-sionista sostienen un paredón extramuros para “evitar la explosión de coches bomba”. Desde hace 30 años que la comunidad judeo-sionista de Argentina espera como al mesías el “tercer atentado”.

La promesa que los soldados del ejército más criminal del mundo hacen en la fortaleza de Masada, en la Palestina ocupada, en la que juran y perjuran que Sión no volverá a caer, se replica en las escuelas judeo-sionistas con la misma intensidad.

En Argentina además existe una institución de lobby prosionista nefasta, como lo es la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), cuyo propósito inicial era el proteger los intereses judíos en Argentina. Nada más lejos de la realidad, la DAIA defiende los intereses sionistas en el país. Es además una de las propulsoras de la equiparación de antisionismo con antisemitismo, como veremos más adelante.


El kirchnerista José Jorge Alperovich (1955) fue tres veces gobernador de la provincia de Tucumán entre 2003 y 2015, En noviembre de 2019 fue denunciado penalmente e imputado por abusos sexuales. En 2024 fue condenado a 16 años de prisión por abuso sexual y fue inhabilitado a ejercer cargos públicos de manera perpetua.

Pero vayamos a la penetración del sionismo en la provincia de Tucumán en los últimos años, como sostén de una quinta columna que justifica y acompaña el genocidio. Los distintos gobiernos provinciales desde 2003 a la fecha, mantuvieron firmes lazos económicos, culturales, políticos y sociales con Israel. La elección del gobernador José Alperovich, hijo de una familia judeo-sionista tucumana como parte de una elite comercial económicamente poderosa, resultó paradigmática en un país cuya religión oficial mayoritaria es el catolicismo romano. Fue novedosa la elección de Alperovich como fueron novedosas sus alianzas con el sionismo a escala global. Alianzas que preexistieron a esta elección pero que se vieron reforzadas con la inclusión en el gabinete provincial de miembros de la comunidad judía local. Destacados miembros comunitarios abrazaron al peronismo como partido donde anclaron sus influencias políticas y vincularon al Estado provincial con el Estado de Israel por medio de distintos acuerdos económicos.


Juan Luis Manzur (1969), el funcionario más rico de la administración nacional

Quién continuó esa línea de sumisión al sionismo fue el gobernador Juan Manzur, de fuertes lazos, incluso afectivos, con una parte de la comunidad judeo-sionista como Jabad Lubavitch. Manzur rápidamente hizo negocios con Israel en una de las ramas que el enclave colonial mejor domina como es el de la seguridad. Hacia finales de 2018 el gobierno de la provincia adquirió 4.000 pistolas semiautomáticas Jerichó 9 milímetros con armazón de polímero desarrolladas por la empresa IMI (Israel Military Industries), privatizada en 2018 e incorporada a Elbit Systems. El acuerdo cerrado por nueve millones de dólares trajo a la provincia estas y otras armas usadas incluso en la persecución a los palestinos en Cisjordania. Una de esas armas usada por la policía tucumana, asesinó a Luis Espinoza en el contexto represivo de la pandemia, cuando la policía tucumana intervino en una reunión social el 15 de mayo de 2020, reunión de la que fue secuestrado, desaparecido Espinoza durante siete días, hasta la aparición de su cuerpo sin vida en otra provincia.

Pero los acuerdos no terminan aquí. Dos años antes de la desaparición seguida de muerte de Luis Espinoza, el 13 de agosto de 2018, la Orquesta Sinfónica de Jerusalén daba un concierto en uno de los principales teatros de la provincia al amparo del propio gobierno provincial. Lo que en su momento titulé como “Un concierto de metrallas”, daba cuenta de la forma de abrazar al Estado sionista a través de un hecho cultural en el que se normalizaba la opresión al pueblo palestino. La normalización de la estructura colonial por medio de la cultura y el deporte son rasgos distintivos de este tipo de alianzas y de esta penetración a escala global. Podría ir mucho más lejos en el tiempo, pero para botones de muestra, estos hechos narrados sobre la influencia sionista, bastan. Sobre todo, en lo que vino después, con una serie de acuerdos comerciales y de otra índole, que no hizo más que fortalecer estos nexos con el lobby sionista en la provincia.

El peronismo como aliado del sionismo

Hoy se menciona al gobierno del ultra derechista Javier Milei en alianza estratégica con el sionismo como sostenedor del genocidio palestino, pero con mucha hipocresía una parte del peronismo calla o mira a otro lado cuando de los acuerdos del Estado con el ente sionista se trata. Los viajes a Israel por parte de funcionarios argentinos se repiten de un gobierno a otro. Desde la provincia los acuerdos firmados tanto por el gobierno local como por las autoridades universitarias se repiten de gestión en gestión.

Recordemos que el primer viaje internacional, en los meses previos a la pandemia, del presidente peronista Alberto Fernández, fue a Israel para estrechar las manos del criminal de guerra Netanyahu; y recordemos que fue uno de sus ministros, Wado de Pedro, hijo de desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar en Argentina, quien trajo a la empresa israelí Mekorot a Argentina para el control de un recurso estratégico como el agua. No podía de Pedro desconocer las denuncias internacionales que pesan sobre la empresa de agua israelí en el esquema de apartheid contra los palestinos en el control de los recursos hídricos de la Palestina ocupada. Estos acuerdos hoy se ven profundizados gracias a los intentos del gobierno ultra liberal de Milei de privatizar Agua y Saneamiento Argentino - AYSA.   ¿Será Mekorot quien se quede con AYSA? Es muy probable.

El 13 de octubre de 2021, aún durante la pandemia del Covid 19, el ministerio de salud de la provincia firmó un convenio con la “Red de Salud Hadassah” de Israel La firma fue rubricada por la entonces ministra de Salud, Rossana Chahla, hoy intendenta de la ciudad capital y sobre la que daremos cuenta del último capítulo en esta saga de entreguismo al sionismo por parte de la provincia. Pero volviendo al acuerdo de “cooperación” con la institución israelí, el acuerdo no fue lo suficientemente difundido. Según el sitio del propio ministerio de Salud de la provincia “este convenio tiene como objetivo compartir conocimientos médicos desarrollados en el Hospital Hadassah Medical Center de Israel para brindar acceso a capacitaciones, ateneos, jornadas médicas dictadas por profesionales, además de la cooperación y la incorporación de hospitales y centros de salud de Tucumán a la Red de Salud Hadassah y que los profesionales puedan gozar de los más modernos y calificados conocimientos.” El objetivo se explicita sin rubores: compartir información de la provincia con el ente colonial israelí, algo inédito para un área sensible como es la de salud pública. También se explicita que la relación entre el gobierno de la provincia y la Red Hadassah lleva más de 15 años, desde los tiempos del gobierno de Alperovich justamente.

La academia local fortalece la narrativa sionista

La narrativa sionista necesita de escribas. La “Hasbará”[2] despliega toda una serie de recursos que van desde el financiamiento de medios masivos de comunicación, la inundación de las redes de personajes que instalan sentido común, entre otras. Como lo dijo recientemente el criminal Netanyahu, Israel debe comprar Tik Tok. Pero en este esquema en el que la Hasbará procura llegar a todos los ámbitos posibles, la academia juega un papel fundamental. Los acuerdos de las universidades públicas argentinas con instituciones sionistas o prosionistas son notables.



Volvamos a Tucumán. El 23 de julio de este año la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán albergó una actividad de Hasbará con la clara intención de reforzar el relato sionista. La presentación del libro de Ariel Gelblung, “Antisemitismo: Definir para combatir”. Gelblung es director del polémico Centro Simón Wiesenthal, sostenedor de la narrativa sionista. Además la actividad estuvo sostenida por la DAIA local y las autoridades tanto universitarias como del Poder Judicial de la provincia, toda vez que participaron miembros de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Claudia Sbdar y Daniel Posse, el periodista del principal diario local, La Gaceta, Álvaro José Aurane, y los funcionarios del gobierno provincial Raúl Albarracín y Hugo Navas. Cabe remarcar que la presentación del trabajo de Gelblung se enmarcó en las actividades de la Diplomatura de Posgrado sobre Genocidio y Delitos de Lesa Humanidad, dictada por la propia Facultad de Derecho y en la que no se menciona el genocidio contra el pueblo palestino. El 25 de julio además se concretó una charla para alumnos de la provincia en el que también hubo una bajada de línea en la asociación del antisemitismo con el antisionismo. En una entrevista con el diario local Gelblung afirmó que “estamos en el peor momento de antisemitismo en el mundo después del fin de la Segunda Guerra Mundial. El conflicto en Medio Oriente, del que no nos referimos en este caso, ha puesto en real peligro a las comunidades judías que viven en cada uno de los lugares. La no separación de determinadas cosas y haber permitido que se caigan determinadas caretas poniéndose en algunos lugares del lado del terrorismo es realmente peligroso”.  Para este propagandista “sionismo no es una mala palabra. Sionismo es el movimiento de autodeterminación nacional del pueblo judío en su tierra ancestral. Y alguien no puede venir y sostener: ‘yo estoy de acuerdo con la autodeterminación de todos los pueblos del mundo menos uno’. Eso es realmente una discriminación. Entonces uno no puede decir yo no soy antisemita, soy antisionista. Es una falacia”. 

Para el director del Centro Wiesenthal como para toda la comunidad judeo-sionista en Gaza no se está cometiendo un acto de genocidio, yendo incluso a contramano de los informes sobre el tema elaborados de organismos de DDHH del propio  Israel como B’Tselem. Ni Gelblung, ni las autoridades de la Universidad o del Poder Judicial de la provincia han leído evidentemente el informe titulado “Nuestro Genocidio” y haciéndose eco de la definición de antisemitismo del IHRA, equiparan el término con antisionismo. Nada más falaz que esto. Además, llevan buen tiempo, sobre todo después del 7 de octubre de 2023, repitiendo a viva voz que estamos en presencia de un incremento del antisemitismo en todo el mundo, aumento que no se verifica en los hechos. Decir Gaza o mencionar a Palestina transforma al denunciante en antisemita, sin importar el contexto o las formas. En Argentina fueron procesados incluso diputados nacionales por mencionar el genocidio en Palestina acusándolos de antisemitas como le ocurrió a la diputada del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Vanina Biassi.


Rossana Chahla (1966), intendenta (alcaldesa) de Tucumán, justicialista (peronista/kirchnerista)

El último capítulo de la alianza de Tucumán con el sionismo

Uno de los últimos capítulos en la alianza de Tucumán con el sionismo lo vuelve a escribir Rossana Chahla. Hoy intendenta de la ciudad capital, San Miguel de Tucumán, firmó un convenio de cooperación en materia de seguridad con la agencia israelí Mashav para la capacitación en materia de seguridad del personal del municipio. Pese al reclamo de la organización “Tucumán por Palestina”, el municipio siguió adelante con este vil acuerdo. En pleno desarrollo del genocidio, la intendenta, médica de profesión y de origen sirio-libanés, refuerza sus lazos con el sionismo.

Según el sitio del propio municipio, “durante el curso, que se dicta en idioma español y tiene lugar en el campus del Instituto en Beit Berl, cerca de Tel Aviv, se abordan temas clave como la coordinación entre municipios y fuerzas policiales, la creación de cuerpos de policía comunitaria, la gestión de emergencias, el trabajo con jóvenes en situación de riesgo y la articulación con instituciones educativas, organizaciones comunitarias y el sector privado.” Este acuerdo como otros del rubro se firman a lo largo y ancho de todo el continente reforzando lo que el periodista Antony Loewenstein nombró como “El laboratorio palestino”, para dar cuenta la forma en cómo Israel muestra al mundo “sus avances tecnológicos” en materia de seguridad y guerra con el funcionamiento de sus sistemas represivos sobre el pueblo palestino. No está de más recordar aquí que Israel es uno de los principales Estados cuya industria armamentística y en materia de seguridad recorre todo el orbe negociando incluso con dictaduras.


Un fantasma recorre Tucumán, el fantasma del genocidio

La agrupación Tucumán por Palestina, integrada por un heterogéneo grupo que incluye palestinas, judíos antisionistas, artistas, militantes políticos y sindicales, académicos, entre otros, lleva años denunciando al sionismo y exponiendo los crímenes el Estado de Israel contra el pueblo palestino. No les valió ni una sola línea en el principal diario de Tucumán. Por el contrario, cada vez que la comunidad judeo-sionista salió a la calle u organizó una actividad, el medio le dedicó importantes espacios de difusión hasbarática. En general los medios locales, salvo honrosas excepciones, no cubren las actividades de denuncia que con persistencia militante se realizan en la capital. Está claro que la penetración sionista en la provincia abarca a los tres poderes del Estado, a la prensa local hegemónica, a distintos miembros de la academia universitaria, entre otros. 

Desde mi posición de hijo de aquella comunidad judía, vuelvo a reiterar mi oposición al sionismo y al genocidio. Levanto mi voz cada vez que puedo como lo hacen los compañeros y compañeras de Tucumán por Palestina. La penetración de ese fantasma llamado genocidio tiene nombres y apellidos en la provincia, muchos de los cuales son descendientes de sirio-libaneses, como la intendenta de la capital tucumana. Romper el relato, hacer todo el ruido posible y convencer a miembros de las comunidades judías en todo el mundo de que Israel no representa al judaísmo en cualquiera de sus variantes religiosas o culturales, puede contribuir a debilitar el enclave. Quitarle respaldo comunitario como lo están haciendo distintas organizaciones de judíos antisionistas o propalestinos, puede ayudar a la caída de un régimen que lleva más de un siglo haciendo la guerra, cometiendo crímenes de lesa humanidad, sosteniendo un genocidio y una limpieza étnica en la Palestina histórica y en otros puntos igualmente estratégicos de Oriente Medio.

Notas

1 - Pappe, Ilan (2025) El Lobby sionista. Una historia a ambos lados del Atlántico, Edit. Akal

2 - Hasbará o “explicación” en hebreo, es el aparato propagandístico que utiliza Israel para lavar la cara al régimen e instalar una narrativa que, de lugar a mostrar al Estado sionista como la única democracia en Oriente medio, demostrar que su ejército es el “más moral del mundo” y que toda acción bélica contra los países de la región es acción de “defensa”.