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29/03/2023

LUIS CASADO
Los Inválidos

Luis Casado, Politika, 29/3/2023

Según la prensa, industriales y militares franceses buscan más y más dinero para 'adaptar' el ejército francés a "una guerra de alta intensidad". ¿Qué significa "alta intensidad"? ¿Dos o tres kilotones en mi jardín? Gran Bretaña ya le suministra a Ucrania obuses equipados con cabezas de uranio empobrecido. Eso fue utilizado en Serbia y en Iraq por la OTAN y ahora hay miles de cancerosos gracias a las municiones "democráticas". Y a nadie se le ocurre parar a estos enfermos de la cabeza...


En el Liceo Neandro Schilling de San Fernando tuve dos profes de Historia: Don Heriberto Soto, un hombre mayor de reconocida erudición, y el “choro” Silva, que le hacía honor al apodo. Magníficos maestros y sin embargo nunca logré entender los cambiantes mapas de Europa, con países que crecían o encogían, cambiaban de nombre y de fronteras, albergando cientos de naciones y comunidades variopintas, de enrevesadas lenguas, que jamás se sentían a gusto ni con el príncipe de turno ni con sus vecinos. Ergo, guerras. Masacres durante milenios.

Si agarras de París al sur, la ruta Nacional 7 tiene un trazado que fue definido por las tropas de Julio César durante la conquista de las Galias. Más tarde hubo la Guerra de los Cien años, que opuso, de 1337 a 1453, las dinastías de los Plantagenet, los Capeto y los Valois, y a través de ellas el reino de Inglaterra al reino de Francia.

Guerras y más guerras.

Es probable que hasta Joe Biden haya oído hablar de Napoléon, no digo que sepa de qué va el tema. El corso se encaramó sobre Francia y Europa gracias a su artillería, que manejaba con destreza y prodigalidad. Con ella masacró a los monarquistas que se oponían a lo que quedaba de Revolución Francesa. Eso y un par de cojones monumentales le llevaron al poder: eran otros tiempos, para llegar al palacio de gobierno tenías que tener dos.

Su ambición desmedida le llevó a invadir Rusia en 1812, y llegó a Moscú. Pero los rusos, con Kutuzov a la cabeza, contraatacaron. Las llanuras de Bielorrusia son heladitas en invierno, y las tropas napoléonicas se congelaron. Al llegar al río Berezina... Napoleón perdió hasta el modo de andar. De ahí en adelante, cuando un francés quiere decir que ha quedado una cagada federal, dice simplemente Fue una Berezina. Tolstoi escribió su gigantesca obra La Guerra y la Paz, Tchaikowsky compuso su Obertura 1812, cañonazos incluidos, y el Zar Nicolás I llegó con sus tropas a París, en donde vivió cómodamente instalado en el palacio de Talleyrand hasta que se terminó el champaña.

En los años 1860 Napoléon III, -sobrino de Napoléon I-, se aburría, o había perdido en las quinielas, o envidiaba Iena, anda a saber, la cosa es que se le ocurrió invadir México y poner allí un emperador a la pinta suya: Maximiliano. Los mexicanos, ni cortos ni perezosos, pararon la ranchera y tuvieron una idea divertida: fusilar al emperador.

Napoléon III, algo mosqueado -buscando desquite- le declaró la guerra a Prusia en 1870, y así le fue. Los prusianos lo tomaron prisionero en Sedán y llegaron a París, aprovechando el impulso para proclamar el Imperio Alemán en Versailles. Napoléon III fue enviado a parir a Inglaterra, y nació la III República Francesa. La misma que ese año masacró a decenas de miles de obreros y obreras parisinas en la tristemente célebre Comuna de París.

El 28 de junio de 1914, un joven nacionalista serbio -originario de Bosnia- llamado Gavrilo Princip, asesinó a la pareja heredera del trono austro-húngaro, el príncipe Franz-Ferdinand de Austria, y su esposa la duquesa de Hohenberg. ¿Lo qué? Eso mismo.

A partir de ahí se declararon la guerra unos a otros con tal entusiasmo que se armó la 1ª Mundial. De un lado la Triple Alianza formada por Inglaterra, Francia y Rusia, -así como lo lees-, del otro los Imperios Centrales, Alemania y Austria-Hungría, más el imperio Otomano y los que fueron llegando.

Al cabo de un par de birras, tres copas de saké y un bourbon (nada que ver con la dinastía franco-española) se metieron los yanquis, los japoneses y Petauchnok. Era un gusto ver eso: unos peleando, otros financiando y suministrando pólvora.

Las peores batallas se libraron en suelo galo, y Verdun aun sangra en nuestros corazones. En la batalla del Chemin des Dames murieron más de 200 mil soldados franceses gracias a la genialidad de sus generales, que inventaron fusilar a sus propias tropas para inocularle patriotismo y arrojo a los reclutas. Francia, el País de las Luces.

La alta oficialidad gala supo desde entonces que la caja torácica de un milico no para las balas de una ametralladora .50

Por eso tuvieron una idea genial, sólo comparable al ardid del Caballo de Troya, o a las malas artes de Mata Hari: construir un muro para detener a los alemanes en la frontera. Así se gastaron un billete largo construyendo la Línea Maginot.

Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, los alemanes invadieron Bélgica primero, y llegaron a Francia por la ruta directa que viene de Bruselas a París: no pagaron ni peaje. De la Línea Maginot nunca más se supo, parece que ahora es un museo.