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25/09/2021

WILLIAM HARTUNG
Las ganancias de la guerra
De cómo las empresas usamericanas se beneficiaron del aumento del gasto del Pentágono tras el 11-S

William Hartung, TomDispatch.com, 21/9/2021

Traducido del inglés por Sinfo Fernández, Tlaxcala


William D. Hartung
(1955)
colaborador habitual de TomDispatch, es el director del Programa de Armas y Seguridad del Center for International Policy. Este artículo es una adaptación de un nuevo informe que escribió para dicho centro y para el Costs of War Project de la Universidad de Brown: “Profits of War: Corporate Beneficiaries of the post-9/11 Pentagon Spending Surge”. @WilliamHartung

Los costes y las consecuencias de las guerras usamericanas del siglo XXI están ya bien documentados: una cifra escandalosa de 8 billones de dólares en gastos y más de 380.000 muertes de civiles, según los cálculos del proyecto Costs of War de la Universidad de Brown. Pero, por desgracia, la pregunta de quién se ha beneficiado más de esta orgía de gastos militares ha recibido mucha menos atención.

https://www.polyp.org.uk/cartoons/arms/polyp_cartoon_Arms_Trade_Profits.jpg

Polyp, Reino Unido

Corporaciones grandes y pequeñas han salido del festín financiero de ese aumento del gasto militar posterior al 11-S con sumas realmente asombrosas. Después de todo, el gasto del Pentágono ha ascendido a un total casi inimaginable de más de 14 billones de dólares desde el comienzo de la guerra de Afganistán en 2001, de los cuales, hasta la mitad (cojan aire aquí), fueron a parar directamente a los contratistas de defensa.

“La billetera está abierta”: La avalancha de contratos militares tras el 11-S

El clima político creado por la Guerra Global contra el Terrorismo, o GWOT (por sus siglas en inglés), como los funcionarios de la administración Bush la apodaron rápidamente, preparó el terreno para los enormes aumentos del presupuesto del Pentágono. En el primer año tras los atentados del 11-S y la invasión de Afganistán, el gasto en defensa aumentó más del 10% y eso fue solo el principio. De hecho, iría aumentando anualmente durante la siguiente década, algo sin precedentes en la historia de EE. UU. El presupuesto del Pentágono alcanzó en 2010 el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial: más de 800.000 millones de dólares, bastante más de lo que el país gastó en sus fuerzas en el momento álgido de las guerras de Corea o Vietnam o durante el cacareado incremento militar del presidente Ronald Reagan en la década de 1980.

En el nuevo clima político provocado por la reacción a los atentados del 11-S, esos aumentos fueron mucho más allá de los gastos específicamente vinculados a la lucha contra las guerras en Iraq y Afganistán. Como dijo Harry Stonecipher, entonces vicepresidente de Boeing, al Wall Street Journal en una entrevista de octubre de 2001: “La billetera está abierta ahora... Cualquier miembro del Congreso que no vote a favor de los fondos que necesitamos para defender este país va a tener que buscar un trabajo nuevo después del próximo noviembre”.