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04/11/2024

ARMANDO PALAU ALDANA
Disertaciones del Crepúsculo
¡Salimos a deber los ambientalistas!


Cali, 3 de noviembre de 2024



Culminó la dieciseisava conferencia de los países parte del Convenio sobre la Biodiversidad, que se prolongó hasta las primeras horas de la mañana del 2 de noviembre (siendo suspendida por falta de quorum). Hagamos un balance previo, esperando los documentos oficiales que emitirá la Secretaria Ejecutiva de la COP16 (Astrid Schomaker), para conocer posteriormente en detalle el alcance de las decisiones accesorias, pues las principales siguen sin concretarse desde la Cumbre Río de Janeiro en 1992.
En efecto, la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo en la que se aprobó el Convenio sobre Diversidad Biológica, determinó en su primer artículo como objetivos: la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante, un acceso adecuado a ellos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta los “derechos sobre esos recursos y tecnologías”, mediante una financiación apropiada.
O sea, llevan 32 años en la consecución de ese sofisma y pasarán otros tantos y nunca se logrará, sin embargo, una buena parte de letrados y actores de la contratación estatal ambiental, creen que fue un gran logro, pensando que quienes no lo reconocemos y cuestionamos dicha mercantilización de la biodiversidad, somos unos leños atravesados en el camino impidiendo que el crisol del dinero resuelva la vertiginosa degradación de la diversidad biológica, por lo tanto, salimos a deber.
El instituto Humboldt publicó un informe en 2017, afirmando que la biodiversidad colombiana ha mostrado una disminución promedio del 18% (sin precisar el rango de tiempo), siendo la mayor amenaza la pérdida de hábitats naturales, por lo general, relacionada con la agricultura y la ganadería expansiva, degradación que se mimetiza con el hecho de ser nuestra matria primer lugar en especies de aves y orquídeas, segunda en riqueza de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce, tercera en número de especies de palmas y reptiles, y cuarta en mamíferos.
Sin embargo, salimos a deber los ambientalistas, porque seguramente no dejamos durante estas tres décadas que la gamonal gobernadora del Valle del Cauca se hubiera dedicado a hacer los esfuerzos que anunció en la COP16, de lograr una mayor cooperación financiera para proteger nuestro degradado entorno; dirán también que los ambientalistas no permitimos a los cañicultores -a través hoy del alcalde de la Sucursal del Cielo- el viejo deseo de enlucirla y haberle dado matiz ambiental a la feria de Cali.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente le apostó al impulso a la economía hacia la transformación productiva y competitiva basada en la naturaleza y el traslado de parte de los 20 mil millones de dólares anuales prometidos en Montreal (2022) para el financiamiento de la gestión colectiva de territorios marino-costeros, dulceacuícolas y terrestres; pero los pocos ambientalistas estropeamos esta visión rentística al denunciar que la COP16 y sus Mesas de Negocios, son evidencia más de la monetización de la naturaleza.
También seremos los ambientalistas los responsables de que no se haya logrado abandonar desde 1970 la quema de los cañaduzales del valle geográfico del río Cauca, es decir, quienes desde siempre hacemos activismo sobre problemáticas del entorno y sus recursos naturales, que lesionan a todos los seres vivos, generando masa crítica y tratando de lograr opinión pública, pues aunque el Minambiente emitió el pasado abril una resolución sugiriendo parar las quemas agrícolas, le permitió a la CVC excepcionar a los pirómanos 13 ingenios azucareros de Asocaña.
A propósito, Asocaña anunció en plena COP16 que son una agroindustria cada vez más sostenible y que conectaran 890 kilómetros de corredor biodiverso para contribuir a conservar la fauna que se moviliza por el río Cauca y que dejaran de quemar en 5 años cañaduzales, abandonando esta práctica de la que dependen 4 mil corteros; porque somos los ambientalistas quienes hemos desprestigiado desde 1994 ésta altruista causa, acudiendo desde hace 3 décadas al Consejo de Estado en ingentes acciones constitucionales para que se detenga esta contaminante práctica agrícola que daña el agua, el suelo, el aire, el paisaje, la biodiversidad y la salud de la niñez.
Ahora resultaron ambientales los bancos, las cámaras de comercio y las urbanizadoras, solo que los ambientalistas les impedimos demostrarlo, porque coincidimos con el dictamen del indígena Toro Sentado que en 1868 dijo: “Solo cuando el último árbol este muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero", pero aún así salimos a deber, porque no logramos que la Ministra, quien se tornó ambientalista después de haber sido consultora de la Shell Oil Company, revocara la licencia ambiental para construir una base militar en el Parque Natural Isla Gorgona, uno de los biomas más biodiversos del mundo.

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31/10/2024

COP DiverGente
Manifesto to Colombia and the World

  


COP DiverGente - Citizen and Autonomous Environmental Summit, Cali, October 26th and 27th, 2024
Spanish Original
Translated by Fausto Giudice, Tlaxcala

Gathered in the “COP DiverGente - Environmental, Citizen and Autonomous Summit”, we record the words of the Secretary General of the United Nations, Mr. António Guterres, on the occasion of the COP16: “Developing countries are being plundered. The digitized DNA of biodiversity underpins scientific discovery and economic growth. But developing countries are not benefiting equitably from these advances, despite harboring extraordinary wealth.” 

COP 16 is a long way from resolving these imbalances. Despite the glowing speeches with the slogan “Peace with nature”, COP 16 corroborates that it is one more phase of the commodification of nature and of our cultural and biological diversity, against the exclusive sovereignty rights of our Peoples.

The statements of the Colombian Minister of Environment are revealing: “What we are proposing in substance,” she says, “is a new financial pact, so we invite the private sector to build hand in hand a sustainable model that puts the care of nature at the center and enhances the opportunities that arise from it; we hope that this portfolio will be an incentive for capital and progress for all sectors; above all, to mobilize regional development and global leadership”. And she adds: “We must translate this portfolio into three currencies: biodiversity, carbon and hard currency”, defining COP16 as a “Fair of economies” (El Tiempo, September 28, 2024).

We reiterate that COP 16 is the commodification of the biological and cultural diversity of our Peoples, we disagree with this Conference and declare that we are against biopiracy, as appropriation by transnational corporations of the financial benefits of the use of digital sequence information on genetic resources; input for pharmaceutical biotechnology, the agrochemical market, as well as biological weapons and pathogens against the struggles of the peoples, by the great powers of the global north. Colombia -second most biodiverse country on Earth- is a victim, like our “second order” countries, of the plundering of the information of its genetic resources, without any benefit for our Peoples, since the large corporations have already appropriated these resources and created DNA information banks with secret agendas.

Background. The action of our Divergent COP does not begin or end today. It has as background, among others, the most powerful environmental citizen mobilization existing in Colombia, which is the defence of water and the Santurbán Paramo, which joins the struggle for an autonomous water policy where the management of water sources by the communities is respected; the struggle against the sugar mafia in the geographical valley of the Cauca; the defence of the Colombian Massif and Colombian rivers such as the Magdalena, the Cauca and the Atrato; and the forests, such as the Amazon and the Biogeographic Chocó, in indissoluble union with their inhabitants, subjected to ethnocide and ecocide.

Within the most immediate background of this process, undoubtedly, the defence of Gorgona Island occupies a central place, to prevent the construction of military works of a Coast Guard Station, which transgress the mega biodiversity of this fragile ecosystem, included in the Green List of the International Union for Conservation of Nature; works that harm the right of exclusive sovereignty of the ancestral peoples (without prior and informed consultation), which could lead to an ecocide. On April 9, we achieved the defence of these collective rights before the Court of Bogotá, by means of a court order to suspend the questioned environmental license. We demand that the government, without further formalities, proceed to revoke it.

Rights animate our alternative action. From our perspective, we agree with other thoughts that there is an indissoluble union of human beings with nature. Nature is the source of the goods indispensable for life, which is why we are environmentalists. Can a civilization or a society, lacking in solidarity, that does not respect human life and its natural environment, make a pact of “peace with nature”? A civilization defined by hunger, misery and the destruction of nature!

The “exchange of the external debt for nature” (formulated in 1989 by the Economic Commission for Latin America, and the Caribbean ECLAC) is offered to our Peoples as environmental redemption. This is the main banner of the Colombian Government before the Global North, which is equivalent to saying: “he who pollutes pays and he who pays pollutes”. We affirm that what is essential are the indigenous, Afro-Colombian, Raizal, Roma (Gypsy) and peasant peoples, with their inalienable, individual, collective, territorial and self-determination rights. Consequently, we affirm that there is no solution without the peoples. It is they, the irreplaceable protagonists, who in the first place can defend nature and their own rights against colonialism and neocolonialism.

In the Amazon basin, strategic for the climatic balance of the Planet, the brutal offensive of the landowners and cattle ranchers, of the megaprojects of extractivist transnationals continues, with the deforestation and destruction of the jungle, to the detriment of the original Peoples. We agree in the defence of the cross-border unity of all Peoples, so that the exclusive popular sovereignty is internationalist.

Food and nutritional security and sovereignty must be framed within the policies for the dignified survival of humanity, focusing its plans, programs and activities on the continuous improvement of the conditions of existence within the right to a dignified life, plans based on the right of the Peoples to define their own agrarian, production, distribution and consumption policies; with the capacity to self-supply, autonomously and adequately to their communities; the activities, in the peasant and ethnic Peoples' grassroots, must promote the permanent formation and training, linked and directed to the development of the solidarity economy, fundamental basis for the construction of popular power. Our option in rural and agrarian development is the peasant and ethnic peoples' way. Their own economies promote food sovereignty and security in our countries.

The national and international context. In the context of the new technological and energetic revolution of capitalism, in the face of the decline of fossil fuels, imperialist and geopolitical powers are jostling for zones of influence and the natural resources of the planet. One of the causes of the deployment of large military forces in the world and in America is the control of “natural resources” and their sources, under neocolonial relations of extractivism; which, with the participation of the local ruling classes, leads to the destruction of nature and social injustices that harm the rights of the Peoples. In the energy transition, big capital does not abandon its brutal methods of accumulation and reproduction. It is not the purpose of capitalism to “save the Planet”, nor to cease its predatory condition of human beings and nature.

The seas are the fundamental means, in more than 90%, of communication, of commercial and military relations in the world; therefore the inter-oceanic routes and channels, actual or potential, have a privileged place in the “maritime” and military strategy of the USA. In the “Eastern Tropical Pacific Marine Corridor” -which includes the Ecuadorian archipelago of the Galapagos Islands, Malpelo and Gorgona of Colombia, Coiba of Panama, Coco of Costa Rica-, the US Southern Command promotes a regional project with extension to the Caribbean Sea (over the isthmic region of the Continent); which, in Gorgona, as everywhere, violates the territorial rights of the ancestral Peoples, their exclusive sovereignty and leads to ecocide. 

Our alignment and solidarity is with all Peoples, as today with the Palestinian People subjected to genocide. Some plausible diplomatic actions are not enough, such as the rupture of relations with the government of Israel for the genocide of the Palestinian People; nor are speeches and declarations for peace. Coherence is indispensable and Colombia must leave NATO, the subordination to the Southern Command, renounce the Combined Maritime Force that under US command operates today in the Middle East and exclude any possibility of military agreement with the world geopolitical powers.

In the face of the worrying lurks of the ultra-right aimed at destabilizing and executing a fascist plan, we are on the side of the governmental alternative represented by the Historical Pact, without abandoning our critical approaches, especially in matters of environmental policies. We essentially defend the popular mandate expressed at the ballot box and demand coherence.

Immediate objectives. Our immediate objective is to articulate a citizens' alliance, autonomous from the government and its institutions. We demand that governments fulfil their social obligations and effectively guarantee the rights of civil society. Our action seeks to articulate existing organized environmental and social expressions, to strengthen the defence of human rights, the rights of indigenous peoples, Afro-Colombians and peasants, and the rights of nature. We seek to build a process to join wills and citizen powers, to reach consensus on objectives and to agree on mobilization initiatives around proposals that arise from debate and consensus, amid creative dissent. We propose today to strengthen a process of mobilization, debate and action. With a perspective of struggle against economic models predatory of nature and human beings. A cultural effort must be prioritized toward children and youth, to overcome the dominant paradigms that have led us to crisis and war. Our struggle is for life and for rights!

This Manifesto has as its initial bases the “Call” and the “Preliminary Declaration” of this Divergent Environmentalist, Citizen and Autonomous COP. It gathers contributions from previous forums and from this event held in Cali, on October 26 and 27, 2024, with a representative group of environmental and social leaders.

Convening Organizations: Indepaz; Poder Negro; Foundations: Biodiversidad, Pangea, Multipropaz, and Huella de Agua; EkoInc; Fraternales y Revolucionarias; Corporación Compromiso; Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana, Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán, Instituto para la Igualdad de Oportunidades, with an attendance of 120 environmental and social leaders gathered at the Institución Educativa Multipropósitos.


 


COP DiverGente
Manifeste à la Colombie et au monde

COP DiverGente-Sommet environnemental citoyen et autonome, Cali, 26-27 octobre 2024

Original espagnol
Traduit par Fausto GiudiceTlaxcala

Réunis à l’occasion de la « COP DiverGente - Sommet environnemental, citoyen et autonome », nous reprenons les mots du Secrétaire général des Nations Unies, António Guterres, à l’occasion de la COP16 : « Les pays en développement sont pillés.  L’ADN numérisé de la biodiversité est à la base des découvertes scientifiques et de la croissance économique.  Mais les pays en développement ne bénéficient pas équitablement de ces avancées, alors qu’ils recèlent des richesses extraordinaires ».

La COP 16 est loin de résoudre ces déséquilibres.   Malgré les discours enflammés sur le thème « Paix avec la nature », la COP 16 corrobore qu’elle est une phase de plus de la marchandisation de la nature et de notre diversité culturelle et biologique, contre les droits exclusifs de souveraineté de nos peuples.

Les déclarations de la ministre colombienne de l’Environnement sont révélatrices : « Ce que nous proposons en substance, -dit-elle-, c’est un nouveau pacte financier, nous invitons donc le secteur privé à construire main dans la main un modèle durable qui place le soin de la nature au centre et valorise les opportunités qui en découlent ; nous espérons que ce portefeuille sera une incitation en matière de de capital et de progrès pour tous les secteurs ; surtout, pour mobiliser le développement régional et le leadership mondial ».   Elle ajoute : « Ce portefeuille doit être traduit en trois monnaies : la biodiversité, le carbone et des devises fortes », qualifiant la COP16 de « Foire des économies » (El Tiempo, 28 Septembre 2024).

 Nous réaffirmons que la COP 16 est la marchandisation de la diversité biologique et culturelle de nos peuples, nous sommes en désaccord avec cette conférence et déclarons que nous sommes contre la biopiraterie, en tant qu’appropriation par les entreprises transnationales des bénéfices financiers de l’utilisation de l’information des séquences numériques sur les ressources génétiques ;  l’apport des sociétés transnationales à la biotechnologie pharmaceutique, au marché agrochimique, ainsi qu’aux armes biologiques et aux agents pathogènes contre les luttes des peuples de la part des grandes puissances du Nord. La Colombie, deuxième pays le plus riche en biodiversité de la planète, est victime, comme nos pays de « second ordre », du pillage de l’information sur ses ressources génétiques, sans aucun bénéfice pour nos peuples, puisque les grandes entreprises se sont déjà approprié ces ressources et ont créé des banques d’information sur l’ADN à des fins secrètes.

Contexte. L’action de notre COP divergente ne commence ni ne se termine aujourd’hui.    Elle a pour toile de fond, entre autres, la plus puissante mobilisation environnementale des citoyens existant en Colombie, à savoir la défense de l’eau et du biotope du Páramo de Santurbán, qui rejoint la lutte pour une politique de l’eau autonome où la gestion des sources d’approvisionnement par les communautés soit respectée ;    la lutte contre la mafia de la canne à sucre dans la vallée du Cauca ; la défense du Massif colombien [Nœud d’Almaguer] et des fleuves colombiens tels que le Magdalena, le Cauca et l’Atrato ; et des forêts, telles que l’Amazonie et le Chocó Biogeográfico [ensemble Tumbes-Chocó-Magdalena], en union indissoluble avec leurs habitants, soumis à l’ethnocide et à l’écocide.

Une place sans aucun doute centrale est occupée dans le contexte le plus immédiat de ce processus, par la défense de l’île Gorgona, pour empêcher les travaux militaires de construction d’une station de garde-côtes, qui transgresse la méga-biodiversité de cet écosystème fragile, inclus dans la liste verte de l’Union internationale pour la conservation de la nature ; des travaux qui portent atteinte au droit de souveraineté exclusive des peuples ancestraux (sans consultation préalable et informée), ce qui pourrait conduire à un écocide.   Nous avons obtenu le 9 avril dernier devant le Tribunal de Bogota, la défense de ces droits collectifs, par le biais d’un ordre judiciaire de suspension de la licence environnementale contestée.  Nous exigeons que le gouvernement, sans plus attendre, procède à la révocation de celle-ci.

Notre action alternative est animée par la conscience des droits.  Notre perspective rejoint d’autres pensées selon lesquelles il existe une union indissoluble entre les êtres humains et la nature.  La nature est la source des biens indispensables à la vie.    C’est pourquoi nous sommes écologistes : une civilisation ou une société dépourvue de solidarité, qui ne respecte pas la vie humaine et son environnement naturel, peut-elle conclure un pacte de « paix avec la nature » ? Une civilisation marquée par la faim, la misère et la destruction de la nature !

 L’ « échange de la dette extérieure contre la nature » (formulé en 1989 par la Commission économique pour l’Amérique latine et les Caraïbes, CEPALC) est offert à nos peuples comme source de rédemption environnementale.   C’est la principale bannière du gouvernement colombien face au Nord global, ce qui équivaut à dire : « qui pollue paie et qui paie pollue ».   Nous affirmons que l’essentiel, ce sont les peuples indigènes, afro-colombiens, raizales, rroms et paysans, avec leurs droits inaliénables, individuels, collectifs, territoriaux et d’autodétermination. Par conséquent, nous affirmons qu’il n’y a pas de solution sans les peuples.   Ce sont eux, les protagonistes irremplaçables, qui peuvent en premier lieu défendre la nature et leurs propres droits contre le colonialisme et le néocolonialisme.

Dans le bassin amazonien, stratégique pour l’équilibre climatique de la planète, l’offensive brutale des propriétaires terriens et des éleveurs de bétail, des mégaprojets des transnationales extractives, avec la déforestation et la destruction de la jungle, se poursuit à l’encontre des peuples autochtones. Nous sommes d’accord sur la défense de l’unité transfrontalière de tous les peuples, afin que la souveraineté populaire exclusive soit internationaliste.

La sécurité et la souveraineté alimentaire et nutritionnelle doivent s’inscrire dans le cadre des politiques de survie dans la dignité de l’humanité, en axant leurs plans, programmes et activités sur l’amélioration continue des conditions d’existence dans le cadre du droit à une vie digne. Les peuples doivent définir leurs propres politiques agraires, de production, de distribution et de consommation ; avec la capacité d’autosuffisance, ils doivent approvisionner leurs communautés de manière autonome et adéquate ; les activités, dans le monde associatif paysan et ethnique, doivent promouvoir l’éducation et la formation permanentes, liées et orientées vers le développement de l’économie solidaire, base fondamentale pour la construction du pouvoir populaire. Notre option en matière de développement rural et agraire est la voie des paysans et des peuples ethniques.  Leurs propres économies favorisent la souveraineté et la sécurité alimentaires dans nos pays.

Le contexte national et international.   Dans le contexte de la nouvelle révolution technologique et énergétique du capitalisme, face au déclin des énergies fossiles, les puissances impérialistes et géopolitiques se disputent bec et ongles les zones d’influence et les ressources naturelles de la planète.     L’une des causes du déploiement d’importantes forces militaires dans le monde et en Amérique est le contrôle des « ressources naturelles » et de leurs sources, dans le cadre de relations néocoloniales d’extractivisme qui, avec la participation des classes dirigeantes locales, conduisent à la destruction de la nature et à des injustices sociales qui portent atteinte aux droits des peuples.  Dans la transition énergétique, le grand capital n’abandonne pas ses méthodes brutales d’accumulation et de reproduction.  Le capitalisme n’a pas vocation à « sauver la planète », ni à cesser sa prédation des êtres humains et de la nature.

Les mers sont, à plus de 90%, le moyen fondamental de communication, de relations commerciales et de relations militaires dans le monde ; par conséquent, les routes interocéaniques et les voies navigables, actuelles ou potentielles, occupent une place privilégiée dans la « stratégie maritime » et militaire des USA.   Dans le « Corridor marin du Pacifique tropical oriental » - qui comprend l’archipel équatorien des Galápagos, Malpelo et Gorgona en Colombie, Coiba au Panama et Coco au Costa Rica -, l’US Southern Command promeut un projet régional avec une extension régionale qui comprend les îles Galápagos en Équateur, Malpelo et Gorgona en Colombie, Coiba au Panama et Coco au Costa Rica.   A Gorgona, comme partout ailleurs, ce projet viole les droits territoriaux des peuples ancestraux, leur souveraineté exclusive et conduit à l’écocide.

Notre alignement et notre solidarité s’adressent à tous les peuples, comme c’est le cas aujourd’hui avec le peuple palestinien soumis à un génocide.  Quelques actions diplomatiques plausibles, comme la rupture des relations avec le gouvernement d’Israël pour le génocide du peuple palestinien, ne suffisent pas, pas plus que les discours et les déclarations pour la paix.    La cohérence est indispensable et la Colombie doit quitter l’OTAN, quitter la subordination au Southern Command, renoncer à la Combined Maritime Force qui opère aujourd’hui sous commandement américain au Moyen-Orient et exclure toute possibilité d’accord militaire avec les puissances géopolitiques mondiales.

Face aux tentatives inquiétantes de l’ultra-droite de déstabiliser et de mettre en œuvre un projet fasciste, est du côté de l’alternative gouvernementale représentée par le Pacte historique, sans abandonner nos approches critiques, notamment dans le domaine des politiques environnementales.  Nous défendons essentiellement le mandat populaire exprimé dans les urnes et exigeons la cohérence.

Objectifs immédiats.  Notre objectif immédiat est de construire une alliance citoyenne, autonome par rapport au gouvernement et à ses insꢀtutions.  Nous exigeons des gouvernements qu’ils remplissent leurs obligations sociales et qu’ils garantissent effectivement les droits de la société civile.   Notre action cherche à relier les expressions environnementales et sociales organisées existantes pour renforcer la défense des droits de l’homme, des droits des peuples indigènes, afro-colombiens et paysans et des droits de la nature.    Nous cherchons à construire un processus pour unir les volontés et les pouvoirs citoyens, pour atteindre un consensus sur les objectifs et pour convenir d’initiatives de mobilisation autour de propositions issues du débat et du consensus, au milieu d’une dissidence créative. Nous proposons aujourd’hui de renforcer un processus de mobilisation, de débat et d’action.  Dans une perspective de lutte contre les modèles économiques prédateurs de la nature et des êtres humains. Un effort culturel de premier ordre doit être réalisé en direction des enfants et des jeunes, pour dépasser les paradigmes dominants qui nous ont conduits à la crise et à la guerre. Notre lutte est pour la vie et pour les droits !

Ce Manifeste, a pour bases initiales l’"Appel" et la "Déclaration préliminaire" de cette COP Divergente Environnementaliste, Citoyenne et Autonome.   Il rassemble les contributions des forums précédents et de cet événement tenu à Cali, les 26 et 27 octobre 2024, avec un groupe représentatif de dirigeants environnementaux et sociaux.

Organisations invitantes : Indepaz ; Poder Negro ; Fondations :  Biodiversidad, Pangea, Multipropaz, et Huella de Agua ; EkoInc ; Fraternales y Revolucionarias ; Corporación Compromiso ;   Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana, Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán, Instituto para la Igualdad de Oportunidades, avec une participation de 120 dirigeants environnementaux et sociaux réunis à l’Institución Educativa Multipropósitos.

 


COP DiverGente - Cumbre Ambientalista Ciudadana y Autónoma
Manifiesto a Colombia y al Mundo

Nota de prensa

 

Cali, 26 y 27 de octubre de 2024

Reunidos en la “COP DiverGente - Cumbre Ambientalista, Ciudadana y Autónoma”, registra las palabras del Secretario General de Naciones Unidas, señor António Guterres, en ocasión de la COP16: “Los países en desarrollo están siendo expoliados. El ADN digitalizado de la biodiversidad sustenta los descubrimientos científicos y el crecimiento económico. Pero los países en desarrollo no se benefician equitativamente de estos avances, a pesar de albergar una riqueza extraordinaria”. 

La COP 16 está muy lejos de resolver estos desequilibrios. A pesar de los discursos encendidos con el lema “Paz con la naturaleza”, la COP 16 corrobora que es una fase más de la mercantilización de la naturaleza y de nuestra diversidad cultural y biológica, contra los derechos de exclusiva soberanía de nuestros Pueblos.

Las declaraciones de la Ministra de Ambiente de Colombia, son reveladoras: “Lo que proponemos de fondo,   -dice ella-, es un nuevo pacto financiero, por eso invitamos al sector privado a construir de la mano un modelo sostenible que ponga en el centro el cuidado de la naturaleza y potencie las oportunidades que surgen de ella; esperamos que este portafolio sea un incentivo de capital y de avance para todos los sectores; sobre todo, para movilizar desarrollo regional y liderazgo global”. Y agrega: “Este portafolio debemos traducirlo en tres monedas: biodiversidad, carbono y divisas fuertes”, definiendo la COP16 como una “Feria de economías” (El Tiempo, 28 septiembre 2024).

Reiteramos que la COP 16 es la mercantilización de la diversidad biológica y cultural de nuestros Pueblos, discrepamos de esta Conferencia y declaramos que estamos en contra de la biopiratería, como apropiación por parte de las corporaciones transnacionales de los beneficios financieros del uso de la información de secuencias digitales sobre recursos genéticos; insumo de la biotecnología farmacéutica, del mercado agroquímico, así como de armas biológicas y patógenos contra las luchas de los pueblos, por parte de las grandes potencias del norte global. Colombia -segundo país más biodiverso de la Tierra- es víctima, como nuestros países del “segundo orden”, del saqueo de la información de sus recursos genéticos, sin ningún beneficio para nuestros Pueblos, pues las grandes corporaciones ya se han apropiado de estos recursos y creado los Bancos de información del ADN con manejo de agendas secretas.

Antecedentes. La acción de nuestra COP Divergente no empieza ni termina hoy. Tiene como antecedentes, entre otros, la más poderosa movilización ambientalista ciudadana existente en Colombia, que es la defensa del agua y del Páramo de Santurbán, que se aúna a la lucha por una política autónoma el agua donde se respete el manejo de las fuentes abastecedoras por las comunidades; la lucha contra la mafia azucarera del valle geográfico del Cauca; la defensa del Macizo Colombiano y de ríos de Colombia como el Magdalena, el Cauca y el Atrato; y de las selvas, como la Amazónica y el Chocó Biogeográfico, en unión indisoluble con sus pobladores, sometidos al etnocidio y al ecocidio.

Dentro de los antecedentes más inmediatos de este proceso, sin duda, ocupa un lugar central la defensa de la Isla Gorgona, para impedir la construcción de obras militares de una Estación Guardacostas, que transgreden la mega biodiversidad de este frágil ecosistema, incluido en la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza; obras que lesionan el derecho de exclusiva soberanía de los pueblos ancestrales (sin consulta previa e informada), que podrían conducir a un ecocidio. Logramos el pasado 9 de abril ante el Tribunal de Bogotá, la defensa de estos derechos colectivos, mediante orden judicial de suspensión de la cuestionada licencia ambiental. Exigimos que el Gobierno, sin más trámites, proceda a su revocatoria.

Los derechos animan nuestra acción alternativa. Desde nuestra perspectiva, coincidimos con otros pensamientos en que existe una unión indisoluble de los seres humanos con la naturaleza. La naturaleza es la fuente de los bienes indispensables para la vida. Por esto somos ambientalistas. ¿Puede acaso realizar un pacto de “paz con la naturaleza”, una civilización o una sociedad, carentes de solidaridad, que no respetan la vida humana ni su entorno natural? ¡Una civilización definida por el hambre, la miseria y la destrucción de la naturaleza!

Se ofrece a nuestros Pueblos como redención ambiental el "cambio de la deuda externa por naturaleza" (formulada en 1989 por la Comisión Económica para América Latina, CEPAL). Esta es la principal bandera del Gobierno colombiano frente al norte Global, lo que equivales a decir: “quien contamina paga y quien paga contamina”. Afirmamos que lo esencial son los Pueblos indígenas, afrocolombianos, raizales, Rrom (gitanos) y campesinos, con sus derechos inalienables, individuales, colectivos, territoriales y de autodeterminación. En consecuencia, afirmamos que no hay solución sin los pueblos. Son ellos, protagonistas insustituibles, quienes en primer lugar pueden defender la naturaleza y sus propios derechos contra el colonialismo y el neocolonialismo.

En la cuenca amazónica, estratégica para el equilibrio climático del Planeta, continúa la ofensiva brutal de los terratenientes y ganaderos, de los megaproyectos de transnacionales extractivistas, con la deforestación y la destrucción de la selva, en contravía de los Pueblos originarios. Coincidimos en la defensa de la unidad transfronteriza de todos los Pueblos, para que la exclusiva soberanía popular sea internacionalista.

La seguridad y soberanía alimentarias y nutricionales, deben enmarcarse dentro de las políticas para la sobrevivencia digna de la humanidad, enfocando sus planes, programas y actividades en la mejora continua de las condiciones de existencia dentro del derecho a una vida digna, planes fundados en el derecho de los Pueblos a definir sus propias políticas agrarias, de producción, distribución, consumo; con capacidad de autoabastecer, autónoma y adecuadamente a sus comunidades; las actividades, en la asociatividad campesina y de Pueblos étnicos, deben promover la formación y capacitación permanentes, vinculada y encaminada al desarrollo de la economía solidaria, base fundamental para la construcción del poder popular. Nuestra opción en el desarrollo rural y agrario es la vía campesina y de los pueblos étnicos. Sus economías propias propician la soberanía y seguridad alimentarias en nuestros países.

El contexto nacional e internacional. En el contexto de la nueva revolución tecnológica, energética, del capitalismo, ante el declive, a un plazo determinado, de los combustibles fósiles, las potencias imperialistas y geopolíticas se disputan a dentelladas las zonas de influencia y los recursos naturales del Planeta. Una de las causas del despliegue de grandes fuerzas militares en el Mundo y en América es el control de los “recursos naturales” y sus fuentes, bajo relaciones neocoloniales de extractivismo; que, con la participación de las clases dominantes locales, conduce a la destrucción de la naturaleza y a injusticias sociales que lesionan los derechos de los Pueblos. El gran capital no abandona en la transición energética sus métodos brutales de acumulación y reproducción. No es propósito del capitalismo “salvar el Planeta”, ni cesar su condición depredadora de los seres humanos y de la naturaleza.

Los mares son el medio fundamental, en más de un 90%, de la comunicación, de las relaciones comerciales y militares en el Mundo; por lo cual las rutas y las vías interoceánicas, actuales o potenciales, tienen un lugar privilegiado en la “estrategia marítima” y militar de los EE. UU. En el “Corredor Marino del Pacífico Este Tropical” -que incluye el archipiélago ecuatoriano de las islas Galápagos, Malpelo y Gorgona de Colombia, Coiba de Panamá, Coco de Costa Rica-, el Comando Sur de los EE. UU impulsa un proyecto regional con extensión al Mar Caribe (sobre la región ístmica del Continente); que, en Gorgona, como en todas partes, viola los derechos territoriales de los Pueblos ancestrales, su exclusiva soberanía y conduce al ecocidio. 

Nuestro alineamiento y solidaridad es con todos los Pueblos, como hoy con el Pueblo Palestino sometido a un genocidio. No bastan algunas acciones diplomáticas plausibles, como la ruptura de relaciones con el gobierno de Israel por el genocidio al Pueblo palestino; ni los discursos y declaraciones por la paz. La coherencia es indispensable y Colombia debe salir de la OTAN, de la subordinación al Comando Sur, renunciar a la Fuerza Marítima Combinada que bajo el mando de los EEUU opera hoy en el Oriente Medio y excluir cualquier posibilidad de acuerdo militar con las potencias geopolíticas mundiales.

Ante las preocupantes acechanzas de la ultraderecha orientadas a desestabilizar y ejecutar un plan fascista, estamos del lado de la alternativa gubernamental representada por el Pacto Histórico, sin deponer nuestros planteamientos críticos en especial en materia de políticas ambientales. Defendemos esencialmente el mandato popular expresado en las urnas y exigimos coherencia.

Propósitos inmediatos. Nuestro objetivo inmediato es articular una alianza ciudadana, autónoma del gobierno y sus instituciones. Demandamos a los gobiernos el cumplimiento de sus obligaciones sociales y la garantía efectiva de los derechos de la sociedad civil. Nuestra acción busca articular expresiones organizadas ambientalistas y sociales existentes, para potenciar la defensa de los derechos humanos, los derechos de los pueblos indígenas, afrocolombianos y campesinos y los derechos de la naturaleza. Buscamos construir un proceso para sumar voluntades y poderes ciudadanos, consensuar objetivos y concertar iniciativas de movilización en torno de propuestas que surjan del debate y el consenso, en medio del disenso creador. Proponemos hoy fortalecer un proceso de movilización, de debate y acción. Con una perspectiva de lucha contra los modelos económicos depredadores de la naturaleza y los seres humanos. Un esfuerzo cultural de primer orden debe ser realizado con la infancia y la juventud, para superar los paradigmas dominantes que nos han conducido a la crisis y a la guerra. ¡Nuestra lucha es por la vida y por los derechos!

El presente Manifiesto, tiene como bases iniciales la “Convocatoria” y la “Declaración Previa”, de esta COP Divergente Ambientalista, Ciudadana y Autónoma. Recoge aportes de foros previos y de este evento realizado en Cali, los días 26 y 27 de octubre de 2024, con un conjunto representativo de líderes ambientalistas y sociales.

Organizaciones Convocantes: Indepaz; Poder Negro; Fundaciones: Biodiversidad, Pangea, Multipropaz, y Huella de Agua; EkoInc; Fraternales y Revolucionarias; Corporación Compromiso; Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana, Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán, Instituto para la Igualdad de Oportunidades, con una asistencia de 120 líderes ambientalistas y sociales reunidos en la Institución Educativa Multipropósitos.

FuenteCIRPA