La perle du jour

 « Le public n'est plus dupe des mensonges propagandistes qui résonnent dans les médias. Ces lettres ont été écrites par un petit groupe de radicaux, manipulés par des organisations financées par des fonds étrangers dans le seul but de renverser le gouvernement de droite. Ce n'est pas une vague. Ce n'est pas un mouvement. C'est un petit groupe de retraités bruyant, anarchiste et déconnecté, dont la plupart n'ont pas servi [dans l’armée] depuis des années ». C’est ainsi que Netanyahou a réagi aux pétitions qui se succèdent en rafales, émanant de centaines et de milliers de réservistes de l’armée de l’air, du corps médical militaire, de la marine, demandant au gouvernement d’arrêter de bombarder Gaza pour épargner les Israéliens encore captifs [les fameux « otages », qui sont encore une trentaine en vie plus une trentaine à l'état de cadavres]]. Bibi, qui a 75 ans, n’a pas l’intention, quant à lui de devenir un paisible retraité, ni bruyant ni silencieux. Les pilotes signataires de la première pétition seront rayés des cadres de l’armée génocidaire, ce qui est une bonne chose.

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09/06/2021

Siria: ¿Qué es lo siguiente tras la farsa electoral de Asad?

Zaki Kaf Al-Ghazal, Middle East Monitor, 4/6/2021

Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Zaki Kaf Al-Ghazal es responsable de medios y divulgación en el Syrian British Council. Ha terminado sus estudios de teoría legal y política en la Universidad de York, y actualmente se prepara para el doctorado en la Facultad de Derecho de la misma universidad.

 

Los sirios se manifiestan en la ciudad de Idlib contra las elecciones presidenciales celebradas en las zonas bajo control del régimen de Asad, el 26 de mayo de 2021 (Foto: Izzeddin Idilbi/Anadolu Agency)

Las elecciones, por lo general, son asuntos competitivos, con candidatos y partidos políticos que rivalizan para atraerse la atención del público durante las semanas y meses previos a la votación. Si bien no todas las elecciones son asuntos reñidos, debería haber una sensación de competencia, incluso de incertidumbre. Sin embargo, cuando una elección es como un partido de fútbol en el que los árbitros son parciales; la mayoría de tus jugadores tienen prohibido jugar y, en cualquier caso, no pueden entrenar antes del partido; el equipo contrario comienza con una ventaja de 5-0; y el campo de juego favorece literalmente a tus oponentes, estamos frente a un problema serio. Es justo decir que incluso este ejemplo de partido de fútbol amañado, en el que todos conocen el resultado de antemano, se queda corto al examinar las recientes “elecciones” presidenciales en Siria.

La única sorpresa fue que Bashar Al-Asad recibió el 95,1% de los votos y no el 99% que el pueblo sirio ha visto en muchas elecciones anteriores durante la época de su padre Hafiz Al-Asad. Es plausible, sin embargo, que el dictador sirio quisiera dejar un pequeño hueco para hacerlo más “realista”, aunque con tal margen, y dadas las condiciones en las que se llevó a cabo la votación, es evidente que esta elección fue fraudulenta. El hecho de que Occidente haya condenado ampliamente esta farsa es bienvenido, pero el temor a la normalización con el régimen de Asad sigue siendo muy real.

Siria es un Estado fallido. Con una economía impulsada por el tráfico de drogas, también es un narcoestado. Asad permanece en el poder; un criminal de guerra no puede fácilmente rehabilitarse. Se ha derramado demasiada sangre, debería estar en La Haya enfrentándose a un juicio por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, no gobernando el país. Por tanto, es motivo de preocupación que varios Estados árabes estén transitando ya el camino de la normalización; Emiratos Árabes Unidos y Bahréin han reabierto sus embajadas en Damasco, y se habla de que la Liga Árabe volverá a acoger a Siria por primera vez desde su expulsión hace casi diez años.