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29/12/2021

WILLIAM HANNA
RIP Desmond Tutu

William Hanna, 29/12/2021

 

William Hanna is a London-based freelance writer on democracy and human rights and author of The Grim Reaper and The Broken Promise Of A Promised Land. Further information including books, reviews, articles, sample chapters, videos, and contact details at: https://www.williamhannaauthor.com

 

In 2014, Archbishop Emeritus Desmond Tutu wrote an exclusive article for Haaretz in which he called for a global boycott of Israel and urged Israelis and Palestinians to look beyond their leaders for a sustainable solution to the crisis in the Holy Land. The following is an excerpt:

The past weeks have witnessed unprecedented action by members of civil society across the world against the injustice of Israels disproportionately brutal response to the firing of missiles from Palestine.

If you add together all the people who gathered over the past weekend to demand justice in Israel and Palestine in Cape Town, Washington, D.C., New York, New Delhi, London, Dublin and Sydney, and all the other cities this was arguably the largest active outcry by citizens around a single cause ever in the history of the world.

A quarter of a century ago, I participated in some well-attended demonstrations against apartheid. I never imagined wed see demonstrations of that size again, but last Saturdays turnout in Cape Town was as big if not bigger. Participants included young and old, Muslims, Christians, Jews, Hindus, Buddhists, agnostics, atheists, blacks, whites, reds and greens ... as one would expect from a vibrant, tolerant, multicultural nation.

I asked the crowd to chant with me: We are opposed to against the injustice of the illegal occupation of Palestine. We are opposed to the indiscriminate killing in Gaza. We are opposed to the indignity meted out to Palestinians at checkpoints and roadblocks. We are opposed to violence perpetrated by all parties. But we are not opposed to Jews.

 Unlike the majority — if not all — of his fellow Christian bishops and archbishops, Nobel peace laureate Desmond Tutu was not a cowardly hypocrite who shied away from his Christian duty to condemn Israeli crimes against the Palestinian people because as was declared by the Human Rights Campaign (HRC), “To stand with Palestine is to stand with Humanity.” Christian religious and political leaders, however — the same despicable breed who with hypocritical moral indignation condemned Apartheid in South Africa — have continued to subserviently go along with Israel’s asinine assertion that its terrifying transgressions against Palestinians represents “a right to defend itself.

28/12/2021

DESMOND TUTU
Una súplica al pueblo de Israel: Libérense liberando a Palestina

Haaretz, 26/12/2021

Traducido por Tlaxcala

El arzobispo Desmond Tutu falleció el domingo 26 de diciembre a los 90 años en Ciudad del Cabo, de la cual fue el primer arzobispo negro. El veterano luchador antiapartheid recibió el Premio Nobel de la Paz en 1984 y presidió la Comisión de la Verdad y la Reconciliación diez años después. En 2014 escribió un artículo exclusivo para el diario Haaretz en el que pedía un boicot mundial a Israel e instaba a israelíes y palestinos a mirar más allá de sus líderes para encontrar una solución duradera a la crisis en Tierra Santa.- Tlaxcala

 

Las últimas semanas han sido testigo de una acción sin precedentes por parte de miembros de la sociedad civil de todo el mundo contra la injusticia de la respuesta desproporcionadamente brutal de Israel al lanzamiento de misiles desde Palestina.

 

Si se suman todas las personas que se reunieron durante el pasado fin de semana para exigir justicia en Israel y Palestina -en Ciudad del Cabo, Washington, D.C., Nueva York, Nueva Delhi, Londres, Dublín y Sídney, y en muchas más ciudades-, podría decirse que se trata de la mayor protesta activa ciudadana en torno a una sola causa jamás vista en la historia del mundo.

 

Hace un cuarto de siglo participé en algunas manifestaciones muy concurridas contra el apartheid. Nunca imaginé que volveríamos a ver manifestaciones de esa envergadura, pero la participación del pasado sábado en Ciudad del Cabo fue igual de grande, si no más. Entre los participantes había jóvenes y mayores, musulmanes, cristianos, judíos, hindúes, budistas, agnósticos, ateos, negros, blancos, rojos y verdes... como cabía esperar de una nación vibrante, tolerante y multicultural.

 

Pedí a la multitud que coreara conmigo: “Nos oponemos a la injusticia de la ocupación ilegal de Palestina. Nos oponemos a la matanza indiscriminada en Gaza. Nos oponemos a la indignidad que sufren los palestinos en los puestos de control y en los controles de carretera. Nos oponemos a la violencia perpetrada por todas las partes. Pero no estamos en contra de los judíos”.

 

A principios de semana pedí que se suspendiera a Israel en la Unión Internacional de Arquitectos que se reunía en Sudáfrica.

 

Hice un llamamiento a las hermanas y hermanos israelíes presentes en la conferencia para que se desvincularan activamente, tanto ell@s como su profesión, del diseño y la construcción de infraestructuras relacionadas con la perpetuación de la injusticia, como el muro de separación, las terminales de seguridad y los puestos de control y los asentamientos construidos en la tierra palestina ocupada.

 

“Les imploro que lleven este mensaje a casa: Por favor, cambien el curso de la violencia y el odio uniéndose al movimiento no violento por la justicia para todos los pueblos de la región”, dije.

 

En las últimas semanas, más de 1,6 millones de personas de todo el mundo se han sumado a este movimiento uniéndose a una campaña de Avaaz que pide a las empresas que se benefician de la ocupación israelí, y/o están implicadas en los abusos y la represión de los palestinos, que se retiren. La campaña se dirige específicamente al fondo de pensiones holandés ABP, al banco Barclays, al proveedor de sistemas de seguridad G4S, a la empresa de transportes francesa Veolia, a la empresa informática Hewlett-Packard y al proveedor de excavadoras Caterpillar.

 

El mes pasado, 17 gobiernos de la UE instaron a sus ciudadanos a evitar hacer negocios o invertir en los ilegales asentamientos israelíes.

 

También hemos sido testigos recientemente de la retirada por parte del fondo de pensiones holandés PGGM de decenas de millones de euros de los bancos israelíes; de la desinversión en G4S por parte de la Fundación Bill y Melinda Gates; y de que la Iglesia Presbiteriana de EE.UU. desinvierte unos 21 millones de dólares en HP, Motorola Solutions y Caterpillar.

 

Se trata de un movimiento que está cobrando fuerza.

 

La violencia engendra violencia y odio, que solo sirven para engendrar más violencia y odio.

 

        

Los sudafricanos conocemos la violencia y el odio. Entendemos el dolor de ser la mofeta del mundo; cuando parece que nadie entiende ni está dispuesto a escuchar nuestra perspectiva. Es de dónde venimos.

27/12/2021

DAVID ROVICS
Desmond Tutu se opuso también al capitalismo, al apartheid israelí y al imperialismo de USA y Reino Unido

David Rovics, CounterPunch, 27/12/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala

Puedo sonar arrogante u olvidadizo, pero no podría recordar el número de veces que estuve en la misma habitación o en la misma protesta que Desmond Tutu.  Y la principal razón por la que sé que él estuvo allí es porque estuve escuchando su discurso, a menudo desde una distancia no superior a los dos metros.  Digo esto no para asociarme con el gran hombre -aunque disculparé que piensen que soy un narcisista que trata de dárselas de conocer gente importante- sino solo para estar seguro de que todos sabemos que todo ocurrió realmente, porque yo lo vi y lo oí.

Me parece muy importante mencionarlo por la forma en la que este hombre está siendo recordado ya por los expertos y políticos del mundo.  Como cualquiera podría haber vaticinado, Tutu está siendo recordado como el gran opositor al apartheid en su Sudáfrica natal, uno de los líderes más reconocidos y más elocuentes de la lucha contra el apartheid allí durante la mayor parte de su vida adulta.

Ser un líder del movimiento para acabar con el apartheid en Sudáfrica fue probablemente el mayor logro de la obra de este hombre, y no debería sorprender a nadie que éste sea el centro de sus numerosos obituarios, junto con el Nobel de la Paz que se le concedió en 1984.  Tras el asesinato de Martin Luther King, Jr., este fue recordado de la misma manera por la clase dirigente de EE. UU., como líder del movimiento contra el apartheid.  El hecho de que en el momento de su muerte se hubiera convertido en una de las voces más conocidas y queridas del movimiento contra la guerra, en EE. UU. y en todo el mundo, ha sido en gran medida excluido de los libros de historia porque es una verdad muy incómoda.

Pero al igual que con Martin Luther King, muchos de los mismos líderes políticos que hoy conmemoran a Tutu no habrían mencionado su figura un día antes, para evitar la oportunidad de que Tutu dijera lo que pensaba.  Esta es sin duda la razón por la que no fue invitado a conmemorar a su amigo y camarada, Nelson Mandela, en su funeral de hace ocho años.

Como King y tantos otros, podíamos estar seguros de que todas las alabanzas a Desmond Tutu como gran brújula moral del mundo se harían con seguridad después de su muerte.  Antes de eso habría sido demasiado peligroso y era mejor ignorarlo hasta entonces, hasta el momento de su fallecimiento, para facilitar que liberales y conservadores por igual hablen de cómo ellos también se opusieron, finalmente, al apartheid sudafricano.

26/12/2021

DESMOND TUTU
Mon appel au peuple d'Israël : Libérez-vous en libérant la Palestine

 

Mgr Desmond Tutu est mort aujourd’hui à l’âge de 90 ans au Cap, dont il avait été le premier archevêque noir. Ce vétéran de la lutte contre l’apartheid avait reçu le prix Nobel de la Paix en 1984 et avait présidé la Commission pour la Vérité et la Réconciliation dix ans plus tard. Il avait écrit un article exclusif pour le quotidien Haaretz en 2014, dans lequel il appelait à un boycott mondial d'Israël et exhortait les Israéliens et les Palestiniens à regarder au-delà de leurs dirigeants pour une solution durable à la crise en Terre Sainte.

Haaretz, 26/12/2021
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala 

Au cours des dernières semaines, des membres de la société civile du monde entier ont pris des mesures sans précédent contre l'injustice de la réaction disproportionnée d'Israël aux tirs de missiles en provenance de Palestine.

Si vous additionnez toutes les personnes qui se sont rassemblées le week–end dernier pour réclamer justice en Israël et en Palestine – au Cap, à Washington, D.C., à New York, à New Delhi, à Londres, à Dublin et à Sydney, et dans toutes les autres villes - ce fut sans doute le plus grand cri de ralliement actif de citoyens autour d'une seule cause jamais dans l'histoire du monde.

Il y a un quart de siècle, j'ai participé à des manifestations très suivies contre l'apartheid. Je n'aurais jamais imaginé que nous verrions à nouveau des manifestations de cette ampleur, mais la participation de samedi dernier au Cap était aussi importante, sinon plus. Les participants étaient des jeunes et des moins jeunes, des Musulmans, des Chrétiens, des Juifs, des Hindous, des bouddhistes, des agnostiques, des athées, des noirs, des blancs, des rouges et des verts... comme on peut s'y attendre d'une nation dynamique, tolérante et multiculturelle.

J'ai demandé à la foule de chanter avec moi : « Nous sommes opposés à l'injustice de l'occupation illégale de la Palestine. Nous sommes opposés aux tueries aveugles à Gaza. Nous sommes opposés à l'indignité infligée aux Palestiniens aux postes de contrôle et aux barrages routiers. Nous sommes opposés à la violence perpétrée par toutes les parties. Mais nous ne sommes pas opposés aux Juifs ».

Plus tôt dans la semaine, j'ai demandé la suspension d'Israël de l'Union internationale des architectes, qui se réunissait en Afrique du Sud.

J'ai lancé un appel aux frères et sœurs israéliens présents à la conférence pour qu'ils se dissocient activement, ainsi que leur profession, de la conception et de la construction d'infrastructures liées à la perpétuation de l'injustice, y compris la barrière de séparation, les terminaux de sécurité et les points de contrôle, et les colonies construites sur les terres palestiniennes occupées.

« Je vous implore de ramener ce message chez vous : Veuillez inverser la tendance contre la violence et la haine en rejoignant le mouvement non violent pour la justice pour tous les habitants de la région », ai-je dit.

Au cours des dernières semaines, plus de 1,6 million de personnes à travers le monde ont adhéré à ce mouvement en se joignant à une campagne d'Avaaz appelant les entreprises profitant de l'occupation israélienne et / ou impliquées dans les abus et la répression des Palestiniens à se retirer. La campagne cible spécifiquement le fonds de pension néerlandais ABP, la banque Barclays, le fournisseur de systèmes de sécurité G4S, la société de transport française Veolia, la société informatique Hewlett-Packard et le fournisseur de bulldozers Caterpillar.

Le mois dernier, 17 gouvernements de l'UE ont exhorté leurs citoyens à éviter de faire des affaires ou d'investir dans des colonies israéliennes illégales.

Nous avons également récemment assisté au retrait par le fonds de pension néerlandais PGGM de dizaines de millions d'euros de banques israéliennes; au désinvestissement de G4S par la Fondation Bill et Melinda Gates; et l'Église presbytérienne américaine a désinvesti environ 21 millions de dollars de HP, Motorola Solutions et Caterpillar.

C'est un mouvement qui s'accélère.

La violence engendre la violence et la haine, ce qui ne fait qu'engendrer plus de violence et de haine.

Nous, Sud-Africains, sommes au fait de la violence et de la haine. Nous comprenons la douleur d'être le paria du monde, quand il semble que personne ne comprend ou n'est même prêt à écouter votre point de vue. C'est de là que nous venons.

 Nous connaissons également les avantages que le dialogue entre nos dirigeants nous a finalement apportés, lorsque des organisations qualifiées de « terroristes » ont été légalisées et que leurs dirigeants, dont Nelson Mandela, ont été libérés de l'emprisonnement, du bannissement et de l'exil.

 Nous savons que lorsque nos dirigeants ont commencé à se parler, la raison de la violence qui avait ravagé notre société s'est dissipée et a disparu. Les actes de terrorisme perpétrés après le début des pourparlers – comme les attaques contre une église et un pub – ont été presque unanimement condamnés, et le parti tenu pour responsable a été snobé dans les urnes.

L'exaltation qui a suivi notre vote ensemble pour la première fois n'était pas l'apanage des seuls Sud-Africains noirs. Le véritable triomphe de notre règlement pacifique a été que tous se sont sentis inclus. Et plus tard, lorsque nous avons dévoilé une constitution si tolérante, compatissante et inclusive qu'elle rendrait Dieu fier, nous nous sommes tous sentis libérés.

Bien sûr, cela a aidé que nous ayons un cadre de dirigeants extraordinaires.

Mais ce qui a finalement forcé ces dirigeants à se réunir autour de la table des négociations, c'est le cocktail d'outils persuasifs et non violents qui avaient été développés pour isoler l'Afrique du Sud, économiquement, académiquement, culturellement et psychologiquement.

À un certain moment – le point de basculement - le gouvernement de l'époque s'est rendu compte que le coût de la tentative de préserver l'apartheid l'emportait sur les avantages.


Le retrait du commerce avec l'Afrique du Sud par des multinationales conscientes dans les années 1980 a finalement été l'un des leviers clés qui a mis à genoux l'État d'apartheid – sans effusion de sang –. Ces sociétés ont compris qu'en contribuant à l'économie de l'Afrique du Sud, elles contribuaient au maintien d'un statu quo injuste.

Ceux qui continuent de faire des affaires avec Israël, qui contribuent à un sentiment de “normalité” dans la société israélienne, rendent un mauvais service au peuple d'Israël et de Palestine. Ils contribuent à la perpétuation d'un statu quo profondément injuste.

Ceux qui contribuent à l'isolement temporaire d'Israël disent qu'Israéliens et Palestiniens ont également droit à la dignité et à la paix.

En fin de compte, les événements survenus à Gaza au cours du dernier mois vont mettre à l'épreuve qui croit en la valeur des êtres humains.