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17/09/2025

YANIV KUBOVICH
Eyal Zamir, jefe del Estado Mayor del ejército israelí, ordenó la evacuación total de la ciudad de Gaza, ignorando la opinión de la abogada militar jefe

Yaniv Kubovich, Haaretz, 10/9/2025
Traducido por Tlaxcala

La principal jurista del ejército israelí advirtió que la transferencia de población era jurídicamente indefendible sin un análisis completo de las condiciones humanitarias para un millón de personas en el sur de Gaza. Sin embargo, el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, ignoró su advertencia y dio la orden. Fuentes militares afirmaron que los dirigentes “crearon un escenario que no existe, cuando todos sabían que la evacuación no podía llevarse a cabo”.


El jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, a principios de esta semana. Foto Unidad del Portavoz de las FDI

El lunes, el jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, ordenó la evacuación de toda la población de la ciudad de Gaza, en contra de la posición de la abogada general militar, la generala Yifat Tomer-Yerushalmi.

La semana anterior, Tomer-Yerushalmi había advertido a Zamir que no podía determinarse que las operaciones de evacuación previstas hacia el sur de Gaza fueran legales, y exigió que se pospusieran las notificaciones de evacuación hasta que existieran condiciones adecuadas para recibir a la población. Pero Zamir ignoró su postura.

Pocos días después, convocó una reunión con el jefe del Mando Sur de las FDI, Yaniv Asor, y el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), Ghassan Alian, excluyendo a la abogada general. Los tres decidieron ordenar a todos los residentes de la ciudad de Gaza que se trasladaran al sur, sin informar a Tomer-Yerushalmi de la decisión.

La abogada general militar es la autoridad de las FDI encargada de interpretar el derecho internacional. Altos mandos señalaron que no recordaban un caso en el que un jefe del Estado Mayor hubiera ignorado la posición de la principal jurista en un asunto de tanta importancia.

Zamir recalca con frecuencia su compromiso de actuar de acuerdo con el derecho internacional, tanto públicamente como en conversaciones con reservistas preocupados por posibles violaciones del derecho de la guerra. “Las FDI siempre actúan conforme al derecho interno e internacional”, declaró en mayo. “Cualquier acusación que cuestione la integridad de nuestras acciones o la moralidad de nuestros soldados carece de fundamento”.

La semana pasada, Zamir celebró varias reuniones con altos funcionarios legales y mandos militares sobre la evacuación de los residentes de la ciudad de Gaza y su traslado al sur. Durante estas discusiones, el jefe del Estado Mayor, el jefe del Mando Sur y el comandante de COGAT fueron instados a proporcionar a la abogada general militar un informe completo detallando la situación humanitaria en el sur de Gaza y el estado de las infraestructuras requeridas por el derecho internacional en las zonas designadas para recibir a la población.

Las estimaciones indican que alrededor de 1,2 millones de personas en la ciudad de Gaza tendrían que desplazarse al sur, incluidos 700.000 residentes de antes de la guerra y unos 500.000 desplazados internos que se habían refugiado allí.


Palestinos desplazados, que huyen del norte de Gaza debido a una operación militar israelí, se dirigen al sur tras la orden de evacuación de las FDI, en el centro de la Franja de Gaza, el miércoles. Foto Mahmoud Issa/Reuters

Fuentes militares israelíes familiarizadas con las discusiones de la semana pasada –en las que participaron el jefe de las FDI, altos mandos y la abogada general– afirmaron que los dirigentes militares presentaron una imagen irreal de las condiciones humanitarias en el sur de Gaza. “Crearon un escenario que no existe, sin ningún trabajo serio de base, cuando todos sabían que no era la realidad y que la evacuación no podía llevarse a cabo”, dijo un responsable de seguridad conocedor del asunto.

Según estas fuentes, la información parcial y superficial presentada durante las discusiones se mostró en mapas poco claros en los que áreas ya completamente ocupadas aparecían como disponibles para nuevos residentes. Los cálculos del Mando Sur y de COGAT mostraban que, en las zonas designadas como seguras y destinadas a albergar a la población, se asignaban apenas siete metros cuadrados por persona, muy por debajo de los estándares del derecho internacional.

Las FDI habían anunciado planes para introducir 100.000 tiendas de campaña en el territorio para albergar a los residentes durante el invierno, pero fuentes militares afirmaron que, en la práctica, solo se estaban proporcionando lonas simples, no tiendas cerradas.

Estas fuentes también señalaron que, contrariamente a lo que sostenía el ejército, los hospitales del sur de Gaza estaban al borde del colapso y no podían atender a más heridos debido a la grave saturación. Trasladar a un millón de personas a zonas sin servicios médicos adecuados podría provocar un desastre humanitario, suscitar críticas internacionales y potencialmente conducir a sanciones de países que apoyan a Israel.


La generala Yifat Tomer-Yerushalmi, abogada general militar, en la Corte Suprema en 2024. Foto Oren Ben Hakoon

El jueves, la abogada general contactó al jefe de las FDI y dejó claro que no podía determinarse que el ejército estuviera preparado para evacuar la ciudad de Gaza, operación que debía comenzar el domingo. Tomer-Yerushalmi explicó que organizaciones internacionales, incluida la Cruz Roja, la ONU y otras agencias de ayuda que coordinan con las FDI en Gaza, ya habían expresado serias preocupaciones sobre las difíciles condiciones en el sur.

Señaló que estas organizaciones habían repetido en reuniones y foros con altos funcionarios de las FDI que evacuar a la población del norte de Gaza violaría el derecho internacional y las leyes de la guerra debido a las condiciones ya extremas en el sur. La abogada general dijo a Zamir que aceptaba la evaluación de la División de Investigación de la Dirección de Inteligencia Militar, que confirmaba que existía base para las afirmaciones de las organizaciones internacionales, en contra de la imagen presentada por algunos altos mandos israelíes. Los funcionarios de inteligencia subrayaron que Israel debía ser capaz de dar una respuesta creíble a estas preocupaciones.


Palestinos cargan sacos de harina descargados de un convoy de ayuda humanitaria que llegó a la ciudad de Gaza desde el norte de la Franja, el domingo 24 de agosto de 2025. Foto Abdel Kareem Hana/AP

La principal jurista de las FDI declaró por tanto que los avisos y panfletos de evacuación para los residentes de la ciudad de Gaza debían posponerse. Señaló que, aunque el jefe del ejército había ordenado recibir un informe detallado de COGAT sobre las condiciones humanitarias necesarias para la operación, ningún informe de este tipo había sido entregado antes del previsto traslado de población. Según ella, tampoco se había presentado ningún otro documento completo sobre el tema. Subrayó que, sin esa preparación, sería imposible “afrontar los desafíos legales previstos” respecto a la legalidad de la evacuación.

Un alto funcionario de las FDI criticó a Tomer-Yerushalmi, alegando que buscaba retrasar las órdenes de evacuación en el último minuto. Afirmó que, desde el inicio de la guerra, no había hecho nada para impedir el fuego indiscriminado contra civiles ni había investigado incidentes graves como la muerte de trabajadores humanitarios en Rafah o los ataques contra hospitales. También aseguró que temía las críticas de la derecha política y de otros sectores dentro de las FDI, lo cual influía a veces en sus decisiones.

Otra fuente militar señaló que, durante las discusiones previas a la orden de evacuación, la abogada general preguntó a los representantes de COGAT sobre las condiciones de saneamiento en el sur de Gaza. Aunque reconoció que no cumplían los estándares del derecho internacional, finalmente aceptó no convertirlo en una condición previa para iniciar la evacuación.


Personas observan panfletos lanzados por el ejército israelí instando a evacuar hacia Muwasi, que caen sobre la ciudad de Gaza, el martes. Foto Omar al-Qattaa/AFP

El lunes se celebró otra reunión con el jefe de las FDI, el jefe del Mando Sur, el jefe de COGAT y otros altos funcionarios para planificar el traslado de población. La abogada general no estuvo presente y se tomó la decisión de comenzar la evacuación de la ciudad de Gaza y distribuir los panfletos entre los residentes. Tras la reunión, Tomer-Yerushalmi reafirmó a altos mandos de las FDI que su interpretación legal –que las notificaciones de evacuación debían posponerse hasta presentar una respuesta detallada a las preocupaciones internacionales– seguía sin cambios.

Insistió en que abordar estas preocupaciones era necesario tanto para mantener la legalidad de las operaciones militares en Gaza como para proteger a los altos mandos de las FDI de posibles acciones judiciales en tribunales internacionales.






El martes, el portavoz de las FDI, Avichay Adraee, emitió un aviso de evacuación en árabe a todos los residentes de la ciudad de Gaza.

Tras la publicación de este aviso, altos juristas militares aclararon que la orden no había recibido aprobación legal y que, en las circunstancias actuales, su legalidad no podía ser defendida.

En respuesta, el portavoz de las FDI declaró que el ejército “opera conforme a toda la legislación, y cualquier otra afirmación es incorrecta”. Añadió que “la abogada general militar participa en todas las evaluaciones operativas sobre Gaza, incluidos los movimientos de población, y ha señalado al personal correspondiente las condiciones necesarias para ello”.

Según las FDI, las órdenes de evacuación fueron aprobadas por responsables profesionales de COGAT “tras verificar que se cumplían las condiciones requeridas y que la situación humanitaria en el sur de Gaza permitía la operación”.
La respuesta de las FDI no mencionó la posición de la abogada general militar sobre la orden de evacuación.



YANIV KUBOVICH
Eyal Zamir, le chef d’état-major de Tsahal, a ordonné l’évacuation totale de la ville de Gaza en ignorant l’avis de l’avocate militaire en chef

Yaniv Kubovich, Haaretz, 10/9/2025
Traduit par Tlaxcala

La principale juriste de l’armée israélienne avait averti que le transfert de population était juridiquement indéfendable sans une analyse complète des conditions humanitaires pour un million de personnes dans le sud de Gaza. Cependant, le chef d’état-major Eyal Zamir a ignoré son avis et a donné l’ordre. Des sources militaires ont déclaré que les dirigeants de l’armée « ont créé un scénario qui n’existe pas, alors que tout le monde savait que l’évacuation ne pouvait pas avoir lieu ».


Le chef d’état-major de Tsahal, Eyal Zamir, plus tôt cette semaine. Photo Unité du porte-parole de Tsahal


Lundi 8 septembre, le chef d’état-major de Tsahal, Eyal Zamir, a ordonné l’évacuation de l’ensemble de la population de la ville de Gaza, contrairement à la position de l’avocate générale de l’armée, la générale Yifat Tomer-Yerushalmi.

La semaine précédente, Tomer-Yerushalmi avait averti Zamir qu’il n’était pas possible d’affirmer que les opérations d’évacuation prévues vers le sud de Gaza étaient légales et avait exigé que les avis d’évacuation soient reportés tant que les conditions nécessaires pour accueillir la population n’étaient pas réunies. Mais Zamir a ignoré sa position.

Quelques jours plus tard, il a convoqué une réunion avec le chef du Commandement Sud de Tsahal, Yaniv Asor, et le coordinateur des activités gouvernementales dans les territoires (COGAT), Ghassan Alian, en excluant l’avocate générale. Tous trois ont décidé d’ordonner à l’ensemble des habitants de la ville de Gaza de se déplacer vers le sud, sans informer Tomer-Yerushalmi de cette décision.

L’avocate générale militaire est l’autorité de Tsahal chargée d’interpréter le droit international. Des responsables militaires de haut rang ont indiqué ne pas se souvenir d’un cas où un chef d’état-major avait ignoré la position de la principale juriste sur une question aussi importante.

Zamir souligne souvent publiquement son engagement à agir conformément au droit international, tant dans ses déclarations publiques que dans ses discussions avec les réservistes préoccupés par des violations possibles du droit de la guerre. « Tsahal agit toujours conformément au droit israélien et international », avait-il déclaré en mai. « Toute affirmation mettant en doute l’intégrité de nos actions ou la moralité de nos soldats est infondée. »

La semaine dernière, Zamir a tenu plusieurs réunions avec des hauts responsables juridiques et militaires concernant l’évacuation des habitants de Gaza-ville et leur transfert vers le sud de Gaza. Au cours de ces discussions, le chef d’état-major, le chef du Commandement Sud et le commandant du COGAT ont été priés de fournir à l’avocate générale militaire un rapport complet détaillant la situation humanitaire dans le sud de Gaza et l’état des infrastructures exigées par le droit international dans les zones désignées pour accueillir la population de la ville.

Les estimations indiquent qu’environ 1,2 million de personnes à Gaza-ville devraient se déplacer vers le sud, comprenant 700 000 habitants d’avant-guerre et environ 500 000 déplacés internes qui s’étaient réfugiés dans la ville.


Des Palestiniens déplacés, fuyant le nord de Gaza en raison d’une opération militaire israélienne, se déplacent vers le sud après l’ordre d’évacuation de Tsahal, dans le centre de la bande de Gaza, mercredi. Photo Mahmoud Issa/Reuters

Des sources militaires israéliennes familières des discussions de la semaine dernière – auxquelles participaient le chef de Tsahal, de hauts responsables militaires et l’avocate générale – ont affirmé que les dirigeants militaires ont présenté une image irréaliste des conditions humanitaires dans le sud de Gaza. « Ils ont créé un scénario qui n’existe pas, sans aucun travail de fond sérieux, alors que tout le monde savait que ce n’était pas la réalité et que l’évacuation ne pouvait pas avoir lieu », a déclaré un responsable de la sécurité au courant du dossier.

Selon ces sources, les informations partielles et superficielles présentées pendant les discussions étaient accompagnées de cartes imprécises, où des zones déjà entièrement occupées étaient indiquées comme disponibles pour accueillir de nouveaux habitants. Les calculs du Commandement Sud et du COGAT montraient que, dans les zones désignées comme sûres et destinées à loger la population, seulement sept mètres carrés par personne étaient prévus – bien en dessous des standards du droit international.

Tsahal avait annoncé un plan visant à introduire 100 000 tentes dans le territoire pour héberger les habitants pendant l’hiver, mais des sources militaires ont affirmé qu’en pratique, seules de simples bâches, et non des tentes fermées, étaient fournies.

Ces sources ont également noté que, contrairement aux affirmations de l’armée, les hôpitaux du sud de Gaza étaient au bord de l’effondrement et incapables d’accueillir de nouveaux blessés en raison d’une surpopulation extrême. Déplacer un million de personnes vers des zones dépourvues de services médicaux adéquats pourrait provoquer une catastrophe humanitaire, susciter des critiques internationales et potentiellement entraîner des sanctions de la part des pays soutenant Israël.


La générale Yifat Tomer-Yerushalmi, avocate générale militaire, à la Cour suprême en 2024. Photo Oren Ben Hakoon

Jeudi, l’avocate générale a contacté le chef de Tsahal et a précisé qu’il n’était pas possible d’affirmer que l’armée était prête à évacuer Gaza-ville, opération qui devait commencer dimanche. Tomer-Yerushalmi a expliqué que des organisations internationales, dont la Croix-Rouge, l’ONU et d’autres agences d’aide en coordination avec Tsahal à Gaza, avaient déjà exprimé de sérieuses inquiétudes quant aux conditions difficiles dans le sud de Gaza.

Elle a souligné que ces organisations avaient répété à plusieurs reprises, lors de réunions et forums avec de hauts responsables de Tsahal, que l’évacuation de la population du nord de Gaza constituerait une violation du droit international et du droit de la guerre, en raison des conditions déjà désastreuses dans le sud. L’avocate générale a indiqué à Zamir qu’elle acceptait l’évaluation de la Division de recherche du renseignement militaire israélien, qui confirmait qu’il existait un fondement aux préoccupations des organisations internationales – en contradiction avec l’image présentée par certains hauts responsables de l’armée. Les responsables du renseignement ont souligné qu’Israël devait être en mesure de fournir une réponse crédible à ces préoccupations.


Des Palestiniens transportent des sacs de farine déchargés d’un convoi d’aide humanitaire arrivé à Gaza-ville depuis le nord de la bande de Gaza, dimanche 24 août 2025. Photo Abdel Kareem Hana/AP

L’avocate militaire en chef a donc déclaré que les avis et tracts d’évacuation destinés aux habitants de Gaza-ville devaient être reportés. Elle a rappelé que, bien que le chef de l’armée ait demandé à recevoir un rapport détaillé du COGAT sur les conditions humanitaires nécessaires à l’opération, aucun rapport de ce type n’avait été livré avant le transfert prévu de population. Selon elle, aucun autre document complet sur le sujet n’avait été présenté non plus. Elle a souligné que sans cette préparation, il serait impossible de « répondre aux défis juridiques attendus » concernant la légalité de l’évacuation.

Un haut responsable de Tsahal a critiqué Tomer-Yerushalmi, affirmant qu’elle cherchait à retarder les ordres d’évacuation à la dernière minute. Il l’a accusée de n’avoir rien fait, depuis le début de la guerre, pour empêcher les tirs indiscriminés contre les civils et de ne pas avoir enquêté sur des incidents graves, comme la mort de travailleurs humanitaires à Rafah ou les attaques contre des hôpitaux. Il a également affirmé qu’elle craignait les critiques de la droite politique et d’autres éléments au sein de Tsahal, ce qui influençait parfois ses décisions.

Une autre source militaire a noté que, lors des discussions précédant l’ordre d’évacuation, l’avocate générale avait interrogé des représentants du COGAT sur les conditions sanitaires dans le sud de Gaza. Bien qu’elle ait reconnu que celles-ci ne répondaient pas aux standards du droit international, elle avait finalement accepté de ne pas en faire une condition préalable au lancement de l’évacuation.


Des habitants regardent les tracts largués par l’armée israélienne appelant à évacuer vers Muwasi, tombant sur Gaza-ville, mardi. Photo Omar al-Qattaa/AFP

Lundi, une autre réunion s’est tenue avec le chef de Tsahal, le chef du Commandement Sud, le chef du COGAT et d’autres hauts responsables pour planifier le transfert de population. L’avocate militaire en chef n’était pas présente, et la décision a été prise de commencer l’évacuation de Gaza-ville et de distribuer les tracts aux habitants. Après la réunion, Tomer-Yerushalmi a réaffirmé à de hauts responsables de Tsahal que son interprétation juridique – selon laquelle les avis d’évacuation devaient être reportés tant qu’une réponse détaillée aux préoccupations internationales n’était pas apportée – restait inchangée.

Elle a insisté sur le fait que répondre à ces préoccupations était nécessaire à la fois pour maintenir la légalité des opérations militaires à Gaza et pour protéger les hauts responsables de Tsahal contre d’éventuelles poursuites devant les tribunaux internationaux.





Mardi, le porte-parole de Tsahal, Avichay Adraee, a publié en arabe un avis d’évacuation à tous les habitants de Gaza-ville.

À la suite de cette publication, de hauts juristes militaires ont précisé que l’ordre n’avait pas reçu d’approbation légale et que, dans les circonstances actuelles, sa légalité ne pouvait pas être défendue.

En réponse, le porte-parole de Tsahal a déclaré que l’armée « agit conformément à toutes les lois, et toute autre affirmation est incorrecte ». Il a ajouté que « l’avocate générale militaire participe à toutes les évaluations opérationnelles concernant Gaza, y compris les mouvements de population, et a défini pour le personnel concerné les conditions nécessaires à cela ».

Selon Tsahal, les ordres d’évacuation avaient été approuvés par des responsables professionnels du COGAT « après avoir vérifié que les conditions requises étaient remplies et que la situation humanitaire dans le sud de Gaza permettait l’opération ».
La réponse de Tsahal n’a pas mentionné la position de l’avocate générale militaire concernant l’ordre d’évacuation.



03/07/2025

HAARETZ
“C’est un champ de mise à mort” : des soldats israéliens ont reçu l’ordre de tirer délibérément sur des Gazaouis non armés qui attendaient l’aide humanitaire
Témoignages sur des crimes de guerre avérés

Des officiers et des soldats de l’armée israélienne ont déclaré à Haaretz qu’ils avaient reçu l’ordre de tirer sur des foules non armées près des sites de distribution de nourriture à Gaza, même en l’absence de menace. Des centaines de Palestiniens ont été tués, ce qui a incité le parquet militaire à demander une enquête sur d’éventuels crimes de guerre Netanyahou et Katz rejettent ces accusations, les qualifiant d’ accusation calomnieuses”


Des Palestiniens se rassemblent à un point de distribution d’aide mis en place par la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), une organisation privée, près du camp de réfugiés de Nuseirat, dans le nord de la bande de Gaza, le 25 juin 2025. Photo par Eyad BABA / AFP)

 

Nir Hasson, Yaniv Kubovich et Bar Peleg, Haaretz, 27/6/2025

Traduit par Fausto GiudiceTlaxcala

 

Écouter résumé audio


Des soldats israéliens à Gaza ont déclaré à Haaretz que l’armée avait délibérément tiré sur des Palestiniens près des sites de distribution d’aide au cours du mois dernier.

Des conversations avec des officiers et des soldats révèlent que les commandants ont ordonné aux troupes de tirer sur la foule pour la repousser ou la disperser, même s’il était clair qu’elle ne représentait aucune menace.

Un soldat a décrit la situation comme un effondrement total des codes éthiques des Forces de défense israéliennes à Gaza.

Selon le ministère de la Santé de Gaza, dirigé par le Hamas, 549 personnes ont été tuées près des centres d’aide et dans les zones où les habitants attendaient les camions de nourriture de l’ONU depuis le 27 mai. Plus de 4 000 personnes ont été blessées, mais le nombre exact de personnes tuées ou blessées par les tirs de l’armée israélienne reste incertain.

Haaretz a appris que le procureur général militaire a chargé le mécanisme d’évaluation des faits de l’état-major de l’armée israélienne, un organisme chargé d’examiner les incidents impliquant des violations potentielles du droit de la guerre, d’enquêter sur les crimes de guerre présumés commis sur ces sites.

Dans une déclaration publiée à la suite de la publication de cet exposé, le Premier ministre Benjamin Netanyahou et le ministre de la Défense Israel Katz ont rejeté ces accusations, qu’ils ont qualifiées d’ “accusations calomnieuses”.

Les centres d’aide de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF) ont commencé à fonctionner dans la bande de Gaza à la fin du mois de mai. Les circonstances de la création de cette fondation et son financement sont obscurs : on sait qu’elle a été mise en place par Israël en coordination avec des évangéliques usaméricains et des sociétés de sécurité privées. Son PDG actuel est un leader évangélique proche du président Trump et de Netanyahou.



Des Palestiniens se rassemblent pour recevoir des vivres à Beit Lahia, dans le nord de la bande de Gaza, le 25 juin 2025. Photo DAWOUD ABU ALKAS/
REUTERS

La GHF gère quatre sites de distribution alimentaire – trois dans le sud de Gaza et un dans le centre – connus au sein de l’armée israélienne sous le nom de « centres de distribution rapide » (Mahpazim). Ils sont gérés par des travailleurs USaméricains et palestiniens et sécurisés par l’armée israélienne à une distance de plusieurs centaines de mètres.

Des milliers, voire parfois des dizaines de milliers de Gazaouis se rendent chaque jour sur ces sites pour y récupérer de la nourriture.

Contrairement aux promesses initiales de la fondation, la distribution est chaotique, la foule se précipitant sur les piles de cartons. Depuis l’ouverture des centres de distribution rapide, Haaretz a recensé 19 incidents impliquant des coups de feu à proximité. Si l’identité des tireurs n’est pas toujours claire, l’armée israélienne n’autorise pas la présence d’individus armés dans ces zones humanitaires sans en être informée.

Les centres de distribution n’ouvrent généralement qu’une heure chaque matin. Selon les officiers et les soldats qui ont servi dans ces zones, l’armée israélienne tire sur les personnes qui arrivent avant l’ouverture pour les empêcher de s’approcher, ou à nouveau après la fermeture des centres, pour les disperser. Comme certains incidents impliquant des tirs ont eu lieu la nuit, avant l’ouverture, il est possible que certains civils n’aient pas pu voir les limites de la zone désignée.

« C’est un champ de mise à mort », a déclaré un soldat. « Là où j’étais stationné, entre une et cinq personnes étaient tuées chaque jour. Elles sont traitées comme une force hostile – aucune mesure de contrôle des foules, pas de gaz lacrymogène – juste des tirs à balles réelles avec tout ce qui est imaginable : mitrailleuses lourdes, lance-grenades, mortiers. Puis, une fois que le centre ouvre, les tirs cessent et les gens savent qu’ils peuvent s’approcher. Notre forme de communication, ce sont les tirs. »

Le soldat a ajouté : « Nous ouvrons le feu tôt le matin si quelqu’un tente de faire la queue à quelques centaines de mètres de distance, et parfois nous chargeons simplement à bout portant. Mais il n’y a aucun danger pour les forces. » Selon lui, « je ne connais pas un seul cas de riposte. Il n’y a pas d’ennemi, pas d’armes. » Il a également déclaré que l’activité dans sa zone de service est appelée « Opération Poisson salé », du nom de la version israélienne du jeu pour enfants « Feu rouge, feu vert ».

Des officiers de l’armée israélienne ont déclaré au journal Haaretz que l’armée n’autorisait ni le public israélien ni celui étranger à voir les images de ce qui se passe autour des sites de distribution de nourriture. Selon eux, l’armée estime que les opérations de la GHF ont empêché l’effondrement total de la légitimité internationale de la poursuite de la guerre. Ils pensent que l’armée israélienne a réussi à transformer Gaza en « arrière-cour », en particulier depuis le début de la guerre avec l’Iran.


Des Palestiniens transportent des colis d’aide humanitaire distribués par la GHF à Khan Younès, dans le sud de la bande de Gaza, le jeudi 26 juin 2025. Photo Abdel Kareem Hana/AP

 « Gaza n’intéresse plus personne », a déclaré un réserviste qui a terminé une nouvelle période de service dans le nord de la bande de Gaza cette semaine. « C’est devenu un endroit avec ses propres règles. La perte de vies humaines n’a aucune importance. Ce n’est même plus un « incident malheureux », comme on disait autrefois. »

Un officier chargé de la sécurité d’un centre de distribution a décrit l’approche de l’armée israélienne comme profondément défaillante : « Travailler avec une population civile alors que votre seul moyen d’interaction est d’ouvrir le feu, c’est pour le moins très problématique », a-t-il déclaré à Haaretz. « Il n’est ni éthiquement ni moralement acceptable que des personnes doivent atteindre, ou ne parviennent pas à atteindre, une [zone humanitaire] sous le feu des chars, des snipers et des obus de mortier. »

L’officier a expliqué que la sécurité sur les sites est organisée en plusieurs niveaux. À l’intérieur des centres de distribution et du « couloir » qui y mène se trouvent des travailleurs usaméricains, et l’armée israélienne n’est pas autorisée à opérer dans cet espace. Un niveau plus externe est constitué de superviseurs palestiniens, dont certains sont armés et affiliés à la milice Abou Shabab.

Le périmètre de sécurité de l’armée israélienne comprend des chars, des tireurs embusqués et des mortiers dont le but, selon l’officier, est de protéger les personnes présentes et de garantir la distribution de l’aide.

« La nuit, nous ouvrons le feu pour signaler à la population qu’il s’agit d’une zone de combat et qu’elle ne doit pas s’approcher », a déclaré l’officier. « Une fois, a-t-il raconté, les mortiers ont cessé de tirer et nous avons vu des gens commencer à s’approcher. Nous avons donc repris le feu pour leur faire comprendre qu’ils n’avaient pas le droit de s’approcher. Finalement, l’un des obus a atterri sur un groupe de personnes. »

Dans d’autres cas, a-t-il déclaré, « nous avons tiré avec des mitrailleuses depuis des chars et lancé des grenades. Il y a eu un incident au cours duquel un groupe de civils a été touché alors qu’il avançait à couvert dans le brouillard. Ce n’était pas intentionnel, mais ce genre de choses arrive. »

Il a souligné que ces incidents avaient également fait des morts et des blessés parmi les soldats de l’armée israélienne. « Une brigade de combat ne dispose pas des outils nécessaires pour gérer une population civile dans une zone de guerre. Tirer des mortiers pour éloigner des personnes affamées n’est ni professionnel ni humain. Je sais qu’il y a des membres du Hamas parmi eux, mais il y a aussi des personnes qui veulent simplement recevoir de l’aide. En tant que pays, nous avons la responsabilité de veiller à ce que cela se fasse en toute sécurité », a déclaré l’officier.

L’officier a souligné un autre problème lié aux centres de distribution : leur manque de cohérence. Les habitants ne savent pas quand chaque centre ouvrira, ce qui ajoute à la pression sur les sites et contribue à nuire aux civils.

« Je ne sais pas qui prend les décisions, mais nous donnons des instructions à la population, puis soit nous ne les suivons pas, soit nous les modifions », a-t-il déclaré.

« Au début du mois, nous avons été informés qu’un message avait été diffusé indiquant que le centre ouvrirait dans l’après-midi, et les gens se sont présentés tôt le matin pour être les premiers à recevoir de la nourriture. Comme ils sont arrivés trop tôt, la distribution a été annulée ce jour-là. »

Les sous-traitants comme shérifs

Selon les témoignages des commandants et des combattants, l’armée israélienne était censée maintenir une distance de sécurité entre les zones peuplées par les Palestiniens et les points de distribution de nourriture. Cependant, les actions des forces sur le terrain ne correspondent pas aux plans opérationnels.

« Aujourd’hui, tout entrepreneur privé travaillant à Gaza avec du matériel d’ingénierie reçoit 5 000 shekels [environ 1 250 €] pour chaque maison qu’il démolit », a déclaré un combattant chevronné. « Ils font fortune. De leur point de vue, chaque instant où ils ne démolissent pas de maisons est une perte d’argent, et les forces doivent sécuriser leur travail. Les entrepreneurs, qui agissent comme une sorte de shérif, démolissent où ils veulent sur tout le front. »

En conséquence, a ajouté le combattant, la campagne de démolition des entrepreneurs les amène, avec leurs équipes de sécurité relativement réduites, à proximité des points de distribution ou le long des itinéraires empruntés par les camions d’aide humanitaire.

 

Un Palestinien porte un sac de farine alors que des gens se rassemblent pour recevoir des vivres à Khan Younès, dans le sud de la bande de Gaza, le 26 juin 2025. Photo Hatem Khaled/REUTERS

 « Afin que [les entrepreneurs] puissent se protéger, une fusillade éclate et des personnes sont tuées », a-t-il déclaré. « Ce sont des zones où les Palestiniens sont autorisés à se trouver – c’est nous qui nous sommes rapprochés et avons décidé qu’ils représentaient un danger pour nous. Ainsi, pour qu’un entrepreneur gagne 5 000 shekels supplémentaires et démolisse une maison, il est jugé acceptable de tuer des personnes qui ne cherchent qu’à se nourrir. »

Un officier supérieur dont le nom revient régulièrement dans les témoignages sur les fusillades près des sites d’aide humanitaire est le brigadier général Yehuda Vach, commandant de la division 252 de l’armée israélienne. Haaretz a déjà rapporté comment Vach a transformé le corridor de Netzarim en une route mortelle, mis en danger les soldats sur le terrain et été soupçonné d’avoir ordonné la destruction d’un hôpital à Gaza sans autorisation.

Aujourd’hui, un officier de la division affirme que Vach a décidé de disperser les rassemblements de Palestiniens qui attendaient les camions d’aide humanitaire de l’ONU en ouvrant le feu. « C’est la politique de Vach », a déclaré l’officier, « mais de nombreux commandants et soldats l’ont acceptée sans poser de questions. [Les Palestiniens] ne sont pas censés être là, donc l’idée est de s’assurer qu’ils partent, même s’ils ne sont là que pour la nourriture. »



La division de Vach n’est pas celle qui opère dans la région. Elle est responsable du nord de Gaza, et la politique de Vach concerne donc ceux qui pillent les camions d’aide humanitaire de l’ONU, et non les sites du GHF.

Un soldat de réserve de la division blindée qui a récemment servi dans la division 252 dans le nord de Gaza a confirmé ces informations et a expliqué la « procédure de dissuasion » de l’armée israélienne pour disperser les civils qui se rassemblent en violation des ordres militaires.

« Les adolescents qui attendent les camions se cachent derrière des monticules de terre et se précipitent vers eux lorsqu’ils passent ou s’arrêtent aux points de distribution », a-t-il déclaré. « Nous les voyons généralement à des centaines de mètres de distance ; ils ne représentent pas une menace pour nous. »

Lors d’un incident, le soldat a reçu l’ordre de tirer un obus en direction d’une foule rassemblée près du littoral. « Techniquement, il s’agit d’un tir d’avertissement, destiné soit à repousser les gens, soit à les empêcher d’avancer », a-t-il déclaré. « Mais ces derniers temps, tirer des obus est devenu une pratique courante. Chaque fois que nous tirons, il y a des blessés et des morts, et quand quelqu’un demande pourquoi un obus est nécessaire, il n’y a jamais de bonne réponse. Parfois, le simple fait de poser la question agace les commandants. »



Dans ce cas précis, certaines personnes ont commencé à fuir après le tir d’obus et, selon le soldat, d’autres forces ont ensuite ouvert le feu sur elles. « Si c’est censé être un tir d’avertissement, et que nous les voyons courir vers Gaza, pourquoi leur tirer dessus ? », a-t-il demandé. « Parfois, on nous dit qu’ils se cachent toujours et que nous devons tirer dans leur direction parce qu’ils ne sont pas partis. Mais il est évident qu’ils ne peuvent pas partir si, dès qu’ils se lèvent et courent, nous ouvrons le feu. »

Le soldat a déclaré que cela était devenu une routine. « Vous savez que ce n’est pas juste. Vous sentez que ce n’est pas juste, que les commandants ici prennent la loi entre leurs mains. Mais Gaza est un univers parallèle. Vous passez rapidement à autre chose. La vérité, c’est que la plupart des gens ne s’arrêtent même pas pour y réfléchir. »

Au début de la semaine, des soldats de la division 252 ont ouvert le feu à un carrefour où des civils attendaient des camions d’aide humanitaire. Un commandant sur le terrain a donné l’ordre de tirer directement au centre du carrefour, causant la mort de huit civils, dont des adolescents. L’incident a été porté à l’attention du chef du commandement sud, le général de division Yaniv Asor, mais jusqu’à présent, mis à part un examen préliminaire, il n’a pris aucune mesure et n’a pas demandé d’explications à Vach concernant le nombre élevé de victimes dans son secteur.

« J’étais présent lors d’un événement similaire. D’après ce que nous avons entendu, plus de dix personnes ont été tuées là-bas », a déclaré un autre officier supérieur de réserve commandant les forces dans la région. « Lorsque nous avons demandé pourquoi ils avaient ouvert le feu, on nous a répondu que c’était un ordre venant d’en haut et que les civils représentaient une menace pour les troupes. Je peux affirmer avec certitude que les gens n’étaient pas proches des forces et ne les mettaient pas en danger. C’était inutile, ils ont été tués pour rien. Cette pratique consistant à tuer des innocents est devenue normale. On nous répétait sans cesse qu’il n’y avait pas de non-combattants à Gaza, et apparemment, ce message a été bien compris par les troupes. »

Un officier supérieur familier avec les combats à Gaza estime que cela marque une nouvelle détérioration des normes morales de l’armée israélienne. « Le pouvoir que les commandants supérieurs exercent sur le commandement général menace la chaîne de commandement », a-t-il déclaré.

Selon lui, « ma plus grande crainte est que les tirs et les dommages causés aux civils à Gaza ne soient pas le résultat d’une nécessité opérationnelle ou d’un mauvais jugement, mais plutôt le produit d’une idéologie défendue par les commandants sur le terrain, qu’ils transmettent aux troupes sous forme de plan opérationnel ».

Bombardements

Au cours des dernières semaines, le nombre de victimes près des zones de distribution alimentaire a fortement augmenté : 57 le 11 juin, 59 le 17 juin et environ 50 le 24 juin, selon le ministère de la Santé de Gaza. En réponse, une discussion a eu lieu au Commandement sud, où il est apparu que les troupes avaient commencé à disperser les foules à l’aide d’obus d’artillerie.

« Ils parlent d’utiliser l’artillerie sur un carrefour rempli de civils comme si c’était normal », a déclaré une source militaire qui a assisté à la réunion. « Toute la conversation porte sur le bien-fondé ou non de l’utilisation de l’artillerie, sans même se demander pourquoi cette arme était nécessaire au départ. Ce qui préoccupe tout le monde, c’est de savoir si cela nuira à notre légitimité de continuer à opérer à Gaza. L’aspect moral est pratiquement inexistant. Personne ne s’arrête pour se demander pourquoi des dizaines de civils à la recherche de nourriture sont tués chaque jour. »

 



Un autre officier supérieur familier avec les combats à Gaza a déclaré que la normalisation des meurtres de civils avait souvent encouragé les tirs à leur encontre près des centres de distribution d’aide humanitaire.

« Le fait que des tirs réels soient dirigés contre une population civile – que ce soit avec de l’artillerie, des chars, des tireurs d’élite ou des drones – va à l’encontre de tout ce que l’armée est censée représenter », a-t-il déclaré, critiquant les décisions prises sur le terrain. « Pourquoi des personnes qui collectent de la nourriture sont-elles tuées simplement parce qu’elles ont dépassé la ligne ou parce qu’un commandant n’aime pas qu’elles doublent tout le monde ? Pourquoi en sommes-nous arrivés à un point où un adolescent est prêt à risquer sa vie juste pour prendre un sac de riz dans un camion ? Et c’est contre lui que nous tirons avec l’artillerie ? »

Outre les tirs de l’armée israélienne, des sources militaires affirment que certaines des victimes près des centres de distribution d’aide humanitaire ont été tuées par des tirs provenant de milices soutenues et armées par l’armée. Selon un officier, l’armée israélienne continue de soutenir le groupe Abou Shabab et d’autres factions.

« Il existe de nombreux groupes qui s’opposent au Hamas, mais Abou Shabab est allé plus loin », a-t-il déclaré. « Ils contrôlent des territoires où le Hamas ne pénètre pas, et l’armée israélienne encourage cela. »

Un autre officier a fait remarquer : « Je suis stationné là-bas, et même moi, je ne sais plus qui tire sur qui. »

Lors d’une réunion à huis clos cette semaine avec des hauts responsables du bureau du procureur général militaire, organisée à la lumière des dizaines de morts quotidiennes de civils près des zones d’aide, les responsables juridiques ont demandé que les incidents soient examinés par le mécanisme d’évaluation et d’enquête de l’état-major de l’armée israélienne. Cet organisme, créé après l’incident de la flottille Mavi Marmara, est chargé d’examiner les cas où il y a suspicion de violation des lois de la guerre, afin de repousser les demandes internationales visant à enquêter sur les soldats de l’armée israélienne pour crimes de guerre présumés.

Au cours de la réunion, les hauts responsables juridiques ont déclaré que les critiques internationales concernant les meurtres de civils s’intensifiaient. Les officiers supérieurs de l’armée israélienne et du commandement sud ont toutefois affirmé que ces cas étaient isolés et que les tirs visaient des suspects qui représentaient une menace pour les troupes.

Un jeune homme transporte un carton contenant des fournitures humanitaires de la GHF, dimanche. Photo AFP

 Une source ayant assisté à la réunion a déclaré à Haaretz que les représentants du bureau du procureur général militaire avaient rejeté les affirmations de l’armée israélienne. Selon eux, ces arguments ne tiennent pas face aux faits sur le terrain. « L’affirmation selon laquelle il s’agit de cas isolés ne correspond pas aux incidents au cours desquels des grenades ont été larguées depuis les airs et des mortiers et des tirs d’artillerie ont été dirigés contre des civils », a déclaré un responsable juridique. « Il ne s’agit pas de quelques personnes tuées, mais de dizaines de victimes chaque jour. »

Bien que le procureur général militaire ait chargé le mécanisme d’évaluation et d’enquête d’examiner les récents incidents de tirs, ceux-ci ne représentent qu’une petite partie des cas dans lesquels des centaines de civils non impliqués ont été tués.


Yaniv Asor : sa place est à La Haye, devant la CPI

De hauts responsables de l’armée israélienne ont exprimé leur frustration face au fait que le commandement sud n’ait pas enquêté de manière approfondie sur ces incidents et ignore les morts civiles à Gaza. Selon des sources militaires, le chef du commandement sud, le général de division Yaniv Asor, ne mène généralement que des enquêtes préliminaires, s’appuyant principalement sur les témoignages des commandants sur le terrain. Il n’a pris aucune mesure disciplinaire à l’encontre des officiers dont les soldats ont blessé des civils, malgré des violations manifestes des ordres de l’armée israélienne et des lois de la guerre.

Un porte-parole de l’armée israélienne a répondu : « Le Hamas est une organisation terroriste brutale qui affame la population de Gaza et la met en danger afin de maintenir son pouvoir dans la bande de Gaza. Le Hamas fait tout ce qui est en son pouvoir pour empêcher la distribution de nourriture à Gaza et perturber l’aide humanitaire. L’armée israélienne autorise l’organisation civile américaine (GHF) à opérer de manière indépendante et à distribuer de l’aide aux habitants de Gaza. L’armée israélienne opère à proximité des nouvelles zones de distribution afin de permettre la distribution tout en poursuivant ses activités opérationnelles dans la bande de Gaza.

« Dans le cadre de leurs opérations menées à proximité des principales voies d’accès aux centres de distribution, les forces de défense israéliennes (FDI) mènent des processus d’apprentissage systématiques afin d’améliorer leur réponse opérationnelle dans la région et de minimiser autant que possible les frictions potentielles entre la population et les forces de défense israéliennes. Récemment, les forces ont travaillé à la réorganisation de la zone en installant de nouvelles clôtures, des panneaux de signalisation, en ouvrant des routes supplémentaires, etc. À la suite d’incidents au cours desquels des civils se rendant dans les centres de distribution auraient été blessés, des enquêtes approfondies ont été menées et des instructions ont été données aux forces sur le terrain sur la base des enseignements tirés. Ces incidents ont été soumis à l’examen du mécanisme de débriefing de l’état-major général. »

L’armée israélienne a publié une réponse supplémentaire à la suite de la publication de cet article, affirmant qu’elle « rejette fermement l’accusation soulevée dans l’article : l’armée israélienne n’a pas donné pour instruction à ses forces de tirer délibérément sur des civils, y compris ceux qui s’approchaient des centres de distribution. Pour être clair, les directives de l’armée israélienne interdisent les attaques délibérées contre des civils ».

L’armée a ajouté que « toute allégation de violation de la loi ou des directives de l’armée israélienne fera l’objet d’un examen approfondi et des mesures supplémentaires seront prises si nécessaire. Les allégations de tirs délibérés sur des civils présentées dans l’article ne sont pas reconnues sur le terrain ».

Circulez, ya rien à voir [NdT]

08/01/2025

YANIV KUBOVICH
L’armée israélienne met en garde ses soldats: lorsque vous voyagez à l’étranger, vous pourriez être poursuivis pour des crimes de guerre présumés commis à Gaza

Alors que les soldats d’active et de carrière doivent obtenir une autorisation pour leurs vols vers l’étranger, les FDI s’inquiètent de l’absence de supervision pour les réservistes. Israël s’efforce de bloquer les enquêtes à l’étranger alors que des fonctionnaires critiquent le chef des FDI pour n’avoir pas réussi à limiter les fuites de vidéos sur Gaza.
Yaniv Kubovich, Haaretz   5/1/2025
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Les agences de sécurité et les ministères israéliens se préparent à aider les soldats et les réservistes qui risquent d’être arrêtés à l’étranger pour avoir participé à des crimes de guerre présumés à Gaza.

Un peu de détente entre deux crimes de guerre

Les autorités israéliennes se coordonnent avec les cabinets d’avocats locaux pour fournir une aide juridique immédiate si nécessaire. Certains voyageurs israéliens ont été avertis qu’ils risquaient d’être arrêtés, mais la plupart d’entre eux ont poursuivi leur voyage sans incident ni interrogatoire.
Alors que les soldats en service actif doivent faire approuver leurs destinations de voyage par des commandants supérieurs, le corps de l’avocat général des armées s’est inquiété du manque de supervision pour les réservistes.
Des plaintes ont été déposées contre des soldats des FDI en Afrique du Sud, au Sri Lanka, en Belgique, en France et au Brésil. Dans ce dernier pays, un tribunal a récemment ordonné une enquête sur un réserviste qui avait fui le pays.
Aucune plainte similaire dans d’autres pays n’a encore donné lieu à des enquêtes formelles, et les responsables juridiques israéliens s’efforcent d’empêcher d’autres enquêtes ou arrestations. Cependant, de hauts responsables juridiques avertissent que les déclarations des membres du gouvernement pourraient saper les efforts de défense des soldats.
Un groupe de travail conjoint du corps de l’avocat général des armées, du ministère des affaires étrangères, du Conseil de sécurité nationale et du Shin Bet analyse actuellement les risques encourus par les soldats dans différents pays et surveille les enquêtes potentielles, comme celle qui a été lancée au Brésil.
Ces derniers mois, les autorités israéliennes ont identifié des organisations pro-palestiniennes qui recueillent des témoignages, des photos et des vidéos partagés par des soldats de Tsahal sur les médias sociaux pendant la guerre à Gaza.
Ces organisations surveillent également l’activité en ligne des soldats à l’étranger, exposant ceux qui publient du contenu permettant de les localiser à d’éventuelles plaintes en justice.
Les FDI reconnaissent que la guerre de Gaza a fait l’objet d’une documentation plus abondante que tout autre conflit antérieur, les deux parties ayant produit des quantités sans précédent d’images.
Au début de la guerre, de hauts responsables juridiques ont averti que les soldats qui publiaient des vidéos en ligne présentaient des risques importants. Bien que le chef d’état-major de l’armée israélienne, Herzl Halevi, ait pris des mesures pour résoudre le problème après avoir été alerté par de hauts fonctionnaires, certains estiment que sa réponse a été insuffisante et critiquent le fait qu’il n’ait pas poursuivi les officiers et les soldats responsables de la documentation non autorisée.
Les juristes des systèmes civil et militaire avertissent que sans commission d’enquête sur les événements du 7 octobre et la guerre de Gaza, et avec des menaces continues sur l’indépendance judiciaire, la capacité d’Israël à défendre ses soldats au niveau international va s’affaiblir.
Avant même la guerre, de hauts fonctionnaires avaient prévenu que les réformes judiciaires pourraient nuire à la réputation du système judiciaire à l’étranger et exposer les dirigeants politiques et militaires israéliens à des poursuites pénales.
Ces craintes se sont concrétisées avec les récents mandats d’arrêt émis à l’encontre du Premier ministre Benjamin Netanyahou et de l’ancien ministre de la défense Yoav Gallant. Des sources juridiques militaires préviennent que ces mandats pourraient n’être qu’un début.
Les responsables craignent que si Israël ne parvient pas à convaincre la communauté internationale que son système judiciaire est capable d’enquêter sur les crimes de guerre et de les poursuivre de manière crédible, les soldats seront de plus en plus exposés à des risques d’arrestation et de poursuites judiciaires à l’étranger.
Ils avertissent que les déclarations de hauts fonctionnaires s’opposant aux enquêtes sur les abus présumés, tels que l’incident de la base de Sde Teiman, affaiblissent la position d’Israël.
De même, les attaques de ministres et de membres de la Knesset contre des personnalités judiciaires de haut rang ne font qu’éroder la confiance internationale dans la capacité d’Israël à mener des enquêtes indépendantes.
Récemment, de hauts responsables juridiques ont fait savoir à des dirigeants gouvernementaux que leurs déclarations publiques auraient des conséquences directes sur les procédures judiciaires internationales impliquant des soldats des FDI.
Les représentants juridiques israéliens doivent souvent fournir des explications à divers organismes internationaux concernant des remarques controversées faites par des ministres et des membres de la Knesset, y compris des appels à annexer Gaza ou à y établir des colonies.
Selon des sources familières avec les procédures de la Cour internationale de justice de La Haye, l’argument principal d’Israël est que Gaza n’est pas un territoire occupé mais une zone de combat. Elles préviennent que les déclarations contraires des membres de la Knesset et des ministres pourraient nuire à la défense juridique d’Israël et exposer ses soldats à des risques supplémentaires à l’étranger.
De même, les appels lancés par des responsables gouvernementaux à affamer la population de Gaza afin de faire pression sur le Hamas ont suscité de vives critiques de la part de la communauté internationale, qui a déjà condamné Israël pour n’avoir autorisé qu’une aide humanitaire limitée à entrer dans le territoire.
Les responsables juridiques et sécuritaires israéliens ont été appelés à plusieurs reprises à défendre ces politiques auprès des alliés du pays.