Dan Kovalik, COHA,
18/10/2021
Traducido
del inglés
por S. Seguí, Tlaxcala
El analista principal de COHA William Camacaro ha prestado asistencia en la investigación y redacción de este artículo.
El 16 de octubre, el empresario colombiano y enviado especial venezolano, Alex Saab, fue secuestrado por segunda vez: la primera lo había sido por Cabo Verde bajo presiones de Washington, y ahora por Estados Unidos, en flagrante violación del derecho internacional.
No hay tratado de extradición y no hubo orden de Interpol
La captura de Saab se realizó sin ninguna base legal formal. Washington persuadió a Cabo Verde para que detuvieran a Saab, so pretexto de que Estados Unidos quería extraditarlo por presuntos delitos, a pesar de que no hay firmado ningún tratado de extradición entre Cabo Verde y Estados Unidos. [3] Además, aunque las autoridades de Cabo Verde afirmaron que Saab fue detenido en virtud de una notificación válida de Interpol, un tribunal regional de Nigeria determinó que la detención tuvo lugar antes de que se emitiera la notificación de Interpol, lo que suscita grandes dudas sobre la validez legal de la detención y el encarcelamiento de Saab. [4]
También la ONU exigió que se suspendiera la extradición
En efecto, este tribunal regional, la Corte de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), dictaminó explícitamente que Saab debía ser liberado porque fue detenido antes de que se emitiera la notificación roja. [5] Como señala Reuters, “las decisiones de ese tribunal son definitivas y vinculantes en virtud de un protocolo de 1991.”