Luis Casado, 21/6/2022
Las elecciones tienen ese detalle... a veces gana el pueblo. Como en Colombia. Lo que tiene la virtud de enfadar al imperio. Otras veces se produce un empate, o una anulación de unos por otros, y todos nadan en la incertidumbre. Acaba de ocurrir en Francia...
De paso en Moscú, regresando a “occidente”, esa maravillosa región de libertades, de protección de la diversidad LGTBHYZ@#%$, de respeto a los intereses de los poderosos y, sobretodo, de una hipocresía de mil pares de cojones, Dmitri me propuso una entrevista para una agencia periodística ucraniana. No te sorprendas. En Rusia viven miles y miles de ucranianos como en su patria, y hacen lo que les da la gana, comenzando por luchar contra la camarilla neonazi que controla Kiev y su ejército.
Como la primera entrevista tuvo algún eco en Rusia, Dmitri me llamó el domingo pasado para interrogarme sobre el resultado de las elecciones parlamentarias francesas. Francia, como sabes, es mi país de adopción desde hace casi 50 años. Yo amo a Francia y admiro su Historia, su cultura, su geografía, su idioma, su gastronomía y un montón de cosas que solo ocurren aquí.
Hablando de literatura rusa, Olya Valentinovna me dijo: “El escritor que prefiero es Mijaíl Bulgákov”. Tú me conoces. Ipsofactamente me fui a buscar sus libros. Leí “Corazón de perro”, una terrible y satírica historia fantástica que hace una demoledora crítica del poder soviético. El libro, escrito en 1925, fue juzgado contrarrevolucionario, de modo que recién fue publicado en la URSS en 1987, cuando mandaba Andrei Gromyko, más conocido como “Mr. Nyet”.
Al abrir “El maestro y Margarita”, obra mayor de Bulgakov, me llevé una sorpresa. La casa editora francesa, la célebre Robert Laffont, presenta al autor del modo siguiente:
“Mijaíl Bulgákov nació en Kiev, Rusia, en 1891, en una familia de intelectuales…”
De tal modo que en el año de gracia de 2009 un símbolo de la cultura y la intelectualidad galas estimaba que Kiev forma parte de Rusia o, lo que es lo mismo, que Ucrania es parte de Rusia. Como quiera que sea, Mijaíl Bulgákov es un escritor ruso. Hoy, la histeria y la fobia anti rusa que se apoderó de las elites locales les lleva a asegurar que Ucrania nunca formó parte del Imperio Ruso, y que ese país puede, *democráticamente*, escoger sus alianzas militares.
Eso de democráticamente es un chiste malo: cuando Nicolas Sarkozy decidió –por cojones– reingresar Francia al comando de la OTAN, no le preguntó a nadie. La Asamblea Nacional no debatió del tema, y ni siquiera los ‘gaullistas’ históricos protestaron. La memoria de Mon Général fue mancillada.