Affichage des articles dont le libellé est Mishal Husain. Afficher tous les articles
Affichage des articles dont le libellé est Mishal Husain. Afficher tous les articles

04/12/2025

Richard Moore, ex jefe del MI6 británico : el espionaje es una “guerra armamentista”

Mishal Husain, Bloomberg Weekend, 14/11/2025

Traducido por Tlaxcala

Mishal Husain (Northampton, 1973) es una periodista, presentadora y autora británica, editora general de Bloomberg Weekend.


 

El veterano oficial de inteligencia habla sobre cómo gestionar a China, la psicología de Putin y por qué los espías no deberían esperar reconocimiento.



Imagen Uli Knorzer para Bloomberg; Foto fuente: Jason Alden/Bloomberg

Durante casi 40 años, Richard Moore fue espía de carrera en el Secret Intelligence Service británico —más conocido como MI6— sin poder decir a nadie salvo a sus amigos íntimos y familiares a qué se dedicaba. Cuando fue nombrado jefe de la agencia en 2020, eso cambió: el nombre de la persona que ocupa el cargo más alto es el único que se hace público.

Moore dejó el puesto a finales de septiembre, y esta conversación es una de sus primeras entrevistas desde entonces: una mirada retrospectiva al mundo en el que comenzó su carrera en inteligencia y al mundo en el que vivimos hoy.

En el cargo, Moore era conocido —como todos los jefes del MI6— como “C”, el rol que Ian Fleming convirtió en “M”, el jefe de James Bond. Y tal vez esas habilidades adquiridas durante décadas para pasar desapercibido siguen intactas: cuando llegó a la oficina de Bloomberg en Londres para nuestra entrevista, pasó junto al pequeño equipo de bienvenida y recogió su tarjeta sin que nadie lo detectara. Tal vez fue la gorra plana y el abrigo —o quizá simplemente es la forma en que ha operado durante décadas: discreto, modesto, en las sombras.

Hasta hace seis semanas, su trabajo diario consistía en leer inteligencia altamente clasificada. ¿Puedo empezar por el presente? ¿Qué ve usted cuando observa el mundo, que la mayoría de nosotros no alcanza a ver?

Creo que estamos en un entorno internacional extraordinariamente disputado. No creo que en mis 38 años como oficial de inteligencia y diplomático haya visto un orden global tan frágil.

Hay una cantidad extraordinaria de cabos sueltos en la escena internacional y, lamentablemente, la manera en que las relaciones entre las grandes potencias se han deteriorado —particularmente tras el comportamiento de Rusia en Ucrania, pero también, sin duda, entre Washington y Pekín— significa que algunas de las líneas maestras a las que estábamos acostumbrados después de 1945 ya no existen realmente.

Ciertamente no he dejado el mundo en un estado mejor que en el que lo encontré, y tengo la suerte de que eso no figuraba en mi descripción de funciones.

¿Más disputado significa más peligroso?

Definitivamente hay peligros en el mundo, y pueden surgir de repente entre la niebla.

Ha mencionado el deterioro de la relación entre Washington y Pekín. ¿Cómo influye eso en la percepción del MI6 y la CIA de China como el principal desafío de inteligencia del siglo XXI?

Creo que ha habido problemas en esa relación desde hace tiempo. En particular, la ruptura del contacto diplomático normal durante la pandemia: durante varios años, altos cargos chinos y usamericanos simplemente no se reunieron. Y eso es preocupante. Como oficial de inteligencia, cuando ves los riesgos de un cálculo erróneo, quieres que diplomáticos y líderes hablen con más regularidad. El hecho de que el presidente Trump y el presidente Xi se hayan reunido recientemente —esto es útil. Los aranceles son el problema actual. Pero hay, claramente, múltiples puntos de fricción entre USA y China, y entre los aliados de USA y China.

Ayúdeme a entender cómo ve usted a China. Usted ha hablado de ella como una “oportunidad y una amenaza”, una combinación que no es fácil de asimilar. ¿Cómo se supone que un gobierno debe manejar un país que es a la vez oportunidad y amenaza?¹

¹ Estas palabras provienen del último discurso público de Moore como jefe, pronunciado en Estambul en septiembre. “En muchas áreas de los bienes comunes globales —cambio climático, IA segura y comercio mundial— China tiene un papel enorme y bienvenido que desempeñar”, dijo. “Nosotros, en el Reino Unido, queremos una relación respetuosa y constructiva con China. Pero China debe ceñirse a las reglas de compromiso y no injerencia que dice promover públicamente.”

La gente suele asumir, comprensiblemente, que nuestro trabajo consiste únicamente en amenazas. Pero un servicio de inteligencia exterior como el MI6 está ahí para recopilar información sobre diversos asuntos globales. También se recopila inteligencia para permitir a los líderes políticos aprovechar oportunidades. Con China: es un país enorme y poderoso, y sus valores e intereses no siempre coinciden con los nuestros.

Así que, si usted es el primer ministro del Reino Unido, ¿cómo gestiona esa relación de forma que garantice los intereses británicos? Para mí, eso significa ser bastante firme en casa —tratar de impedir y luego contrarrestar cualquier comportamiento dirigido contra su propio país, ya sea espionaje o ciberataques.

¿Y eso ocurre todo el tiempo?

Es bastante constante, sí.

Entonces, ¿qué opinó usted del colapso reciente del caso contra dos británicos acusados de espiar para China?²

² La actividad de espionaje chino en el Reino Unido ha llamado más la atención desde septiembre, cuando se abandonó un caso contra dos hombres acusados de intentar recopilar información sobre la política británica hacia Beijing. Los fiscales dijeron que China no había sido designada legalmente como amenaza para la seguridad nacional en el momento de los supuestos hechos. Los sospechosos negaron las acusaciones.

China tiene la intención de recopilar inteligencia sobre el Reino Unido, y debemos reconocerlo. Ken McCallum, el director general del MI5, ha hablado de ello.

Él dijo que estaba “frustrado”.

No creo que deba pronunciarme sobre un caso individual —eso corresponde a los abogados— pero ciertamente están activos en este ámbito.

Si no se puede responsabilizar a la gente por actuar así, ¿dónde deja eso al país? ¿Qué herramientas tiene?

Claramente, si usted espía para una potencia extranjera contra el Reino Unido, y es descubierto, debe esperar sufrir las consecuencias. También comprenderá por qué tiendo a desalentar a los políticos de mostrarse demasiado moralistas sobre el acto mismo del espionaje. El Reino Unido tiene organizaciones de inteligencia bastante eficaces y también recopilamos información sobre otros países.

Creo que donde hay que ser menos tolerante es con el tipo de actividades de guerra híbrida que estamos viendo por parte de Rusia: incendios provocados, intentos de asesinato. Eso cruza una línea completamente distinta.³
³
En 2018, los servicios de inteligencia británicos trabajaron con enorme rapidez y precisión para permitir que la entonces primera ministra Theresa May acusara a Rusia de ser responsable del envenenamiento del exagente del KGB Serguéi Skripal y su hija Yulia con el agente nervioso Novichok. Este año, seis hombres fueron condenados por un ataque incendiario apoyado por Rusia en un almacén de Londres que contenía ayuda para Ucrania. También se han producido ataques incendiarios en propiedades vinculadas al primer ministro Keir Starmer; Rusia ha negado toda implicación.

Entonces, en cuanto al lenguaje, ¿considera usted a China una “amenaza activa para la seguridad nacional”?

Creo que, claramente, China participa en actividades que amenazan nuestros intereses, y debemos ser muy firmes para contrarrestarlas. Ellos esperarían que lo hiciéramos, para ser sinceros. Beijing respeta la fuerza en este ámbito.

¿O sea, mantenerse fiel a sus valores?

Mantenerse firme.

¿Qué haría usted con el proyecto de una nueva megaembajada china en el límite de la City de Londres? Sería la mayor embajada de Europa.

Los países obviamente necesitan embajadas. Nosotros necesitamos una en Beijing —y es importante que la tengamos— así que es justo y apropiado que los chinos tengan la suya. Si es esta o no lo es, no me corresponde juzgarlo.

Es particularmente grande. Va a ser un lugar enorme.

No estoy aquí para justificar su tamaño ni lo que hace. Pero, ya sabe, estoy seguro de que debe haber una solución que les permita tener una embajada adecuada, y que nos permita a nosotros mantener y desarrollar nuestra excelente embajada en Beijing.⁴
El Reino Unido ha irritado a China al no aprobar aún la embajada propuesta en el antiguo emplazamiento de la Royal Mint, cerca de la Torre de Londres, un terreno que Beijing compró en 2018. Aunque el primer ministro Keir Starmer ha pedido un reinicio diplomático y económico con China, enfrenta presiones —incluso dentro de su propio gabinete— para adoptar una actitud más dura.


Los planes de China para construir una embajada nueva y ampliada en el emplazamiento del antiguo edificio de la Royal Mint, cerca de la Torre de Londres, han generado protestas y retrasos en la aprobación. Foto Martin Pope/SOPA Images/LightRocket/Getty Images

 

Quiero conocer el recorrido de su vida profesional durante casi 40 años. Su reclutamiento a principios de los años ochenta. ¿Cómo ocurrió?

Me temo que soy un ejemplo casi estereotípico de lo que a veces se denomina una palmada en el hombro —un tap on the shoulder— y, para colmo, en Oxford.⁵
Antes de que se instauraran procedimientos formales, los espías solían ser reclutados en las universidades de Oxford y Cambridge, no sólo para el Reino Unido sino también —especialmente en Cambridge— para la Unión Soviética. El “círculo de espías de Cambridge” incluía individuos que eran agentes dobles al servicio de la inteligencia británica y del KGB.

No diré quiénes eran, pero un académico se acercó a mí; sabía que me interesaba una carrera en el Foreign Office —así como su antiguo empleador, la BBC, que me rechazó sin siquiera una entrevista.

Bueno, cuando yo salí de la universidad no era elegible para entrar en el servicio que usted dirigió, porque mis padres no habían nacido en el Reino Unido.⁶

Hasta 2022, las agencias de inteligencia británicas exigían que los solicitantes tuvieran al menos un padre nacido en el Reino Unido. Bajo Moore, esa regla fue eliminada, y un portavoz dijo que “había impedido innecesariamente que personas brillantes se presentaran”. Ahora, el requisito principal es ser ciudadano británico.

Gracias a Dios hemos cambiado eso, igual que hemos cambiado la manera de acercarnos a la gente.

¿Entonces ya no ocurre, eso de la palmada en el hombro?

No, no de esa manera. Recuerdo que [el académico que me reclutó] dijo: “¿Le interesaría una carrera en un campo alternativo de los asuntos exteriores?” Yo no tenía ni idea de lo que quería decir, pero una cosa llevó a la otra.

¿Ese académico en Oxford trabajaba para el servicio? ¿Era una tapadera?

No, en aquella época existía un grupo muy informal de personas llamadas talent spotters -cazatalentos. Su trabajo era observar a jóvenes prometedores y decidir quién podría ser adecuado para nuestra peculiar línea de trabajo.

¿Dudó usted cuando se dio cuenta de lo que significaban esas “carreras alternativas”? Sé que su padre trabajaba en el Foreign Office.

Uno genuino.⁷

Moore nació en Libia, durante uno de los destinos de su padre en el extranjero. Cuando operan fuera del Reino Unido, los agentes del MI6 suelen tener un rol de cobertura en una embajada u otra misión diplomática, pero al decir “genuino”, Moore quiere decir que su padre era realmente miembro del Servicio Diplomático británico. Moore mismo salió temporalmente de MI6 para servir como embajador en Turquía entre 2014 y 2017.

Así que usted conocía ese mundo. Pero el espionaje…

Sí, lo pensé detenidamente. Me intrigaba, me parecía que sería emocionante, [pero] no sabía gran cosa —en aquella época apenas te contaban nada. Pensé en los dilemas que implica, que son bastante complejos, y en el grado de engaño que forman parte del oficio. Pero animado por personas —incluido mi maravilloso padre, un hombre de rectitud absoluta, de una integridad monumental, que tenía muchos amigos en el servicio, y mi madre, que me apoyaba— decidí intentarlo.

El engaño: ¿qué significaba eso?

Algunos amigos íntimos, miembros de la familia extensa, no saben a qué te dedicas, y debes sentirte cómodo con eso. Si buscas desesperadamente reconocimiento, esta no es la profesión adecuada. Debes sentirte satisfecho con la importancia intrínseca de la misión. Debes sentirte satisfecho con la camaradería que se crea entre quienes están al corriente. No puedes ir al pub al final de la semana y presumir frente a tus amigos.⁸
Ian Fleming dijo una vez al New Yorker que quería que su héroe James Bond fuera “un hombre extremadamente aburrido, poco interesante, a quien le ocurren cosas; quería que fuera un instrumento contundente”.

¿Cuándo y cómo se lo dijo a sus hijos?

Eso varía de familia en familia. Es una gran decisión, porque una vez que se lo cuentas, los introduces en ese círculo de conocimiento y les impones algo: se vuelven cómplices. En nuestro caso, cuando nuestros hijos estaban en la primera mitad de la adolescencia nos pareció el momento adecuado.

¿Y qué palabras utilizó?

A esas alturas, yo era un oficial de inteligencia con experiencia. Había aprendido a hablar con la gente, a plantear la pregunta: “¿Trabajará con nosotros?” Y, sin embargo, lo hice fatal con mi hijo. [Maggie] y yo cometimos el error de sentarnos con aspecto nervioso. Así que, claro, vi en los ojos de mi hijo que pensaba que íbamos a anunciar nuestro divorcio. Después empecé a tartamudear y al final todo salió atropelladamente. Me miró y dijo algo que no puedo repetir.

Pero Maggie lo sabía desde siempre, porque ustedes se conocen desde muy jóvenes.

Sí, eso es inusual. Cuando entré al servicio con 24 años, ya estábamos casados. Piense en los colegas que empiezan una relación sentimental. Como no pueden contarlo en la primera cita, en algún momento tienen que encontrar el momento adecuado para decir que quizá no fueron del todo honestos al principio.

Quiero preguntarle cómo es realmente el trabajo de espionaje. Cuando entró en el servicio, sin duda había leído a John le Carré y a Ian Fleming. ¿Se parecía en algo a eso?

Esto es una terrible confesión, pero cuando llegué al trabajo no había leído ni una sola novela de Ian Fleming. Sí había leído a Le Carré. Y ahora coloco a Mick Herron en lo más alto del panteón.

Las novelas de Slow Horses.⁹

Estas novelas, sobre marginados del MI5, inspiraron la exitosa serie de televisión protagonizada por Gary Oldman. En un artículo reciente de Bloomberg Opinion tras la caída del caso de espionaje chino, Matthew Brooker escribió: “El escándalo de espionaje chino que actualmente sacude a la política y los medios británicos recuerda de nuevo a un mundo ficticio —pero esta vez la acción se asemeja más al caótico universo de Slow Horses, donde la dejadez, la confusión y las luchas internas son la norma.”

Sí. Mucha gente estará más familiarizada quizá con la serie, pero los libros son fantásticos. Estas son obras de ficción, creaciones artísticas. Claramente, Le Carré pasó un corto período en el servicio, así que hay cierta verosimilitud, especialmente en los retratos del Berlín de la Guerra Fría. A veces se ven alusiones al tradecraft —el arte del espionaje— a veces correctas, a veces no.¹⁰
¹⁰
En la apertura de la icónica novela El espía que surgió del frío: “Al este y al oeste del Muro se extendía la parte no restaurada de Berlín, un semimundo en ruinas, dibujado en dos dimensiones, residuos de guerra.”

Por supuesto, la vida real es muy distinta, pero ocasionalmente hay un grado de intriga y emoción que roza ese mundo.

¿No existe también un grado de usar a las personas? Cuando identifica a alguien, intenta averiguar cómo puede servir a los intereses del Reino Unido y trata de reclutarlo.

Claramente intenta establecer una relación con otro ser humano, porque necesita los secretos que posee. Esto significa que debe crear una relación de verdadera intimidad y confianza, porque muchas veces les está pidiendo que asuman riesgos para obtener esa inteligencia.

¿Y a veces se ofrece dinero?

Lo que puedo decir es que, obviamente, cuando alguien decide hablar con usted y correr esos riesgos, lo hace movido por distintas motivaciones. Nuestro trabajo no consiste en juzgarlas, sinceramente, sino en encontrar un arreglo que funcione para ambas partes. Si eso implica una compensación económica, sí, por supuesto la ofrecemos.

¿Ha tenido alguna vez un agente reclutado y desarrollado por usted que luego haya sido arrestado, o algo peor, en otro país?

Voy a distanciarlo ligeramente de mí, porque soy muy reacio a dar cualquier pista sobre quién pudo haber trabajado conmigo. Pero, por supuesto, de vez en cuando ocurre. Nuestro compromiso es mantener a esas personas a salvo, y haremos todo lo posible para lograrlo. Pero en la historia, por razones a veces ajenas al MI6, las circunstancias pueden llevar a su arresto. Es un momento muy difícil, porque sentimos un enorme aprecio por esas personas; son la razón de ser de un servicio de inteligencia humana. Es muy doloroso cuando sucede, pero no es frecuente, porque somos extremadamente cuidadosos.

Si usted se gana reputación de usar y abandonar a la gente, no hablarán con usted. O cuando se acerque a ellos, le dirán que no sin rodeos. Pero saben que con el MI6 recibirán cuidado y atención, y que los protegeremos.

¿Puedo hablar de algo que casi con certeza puso a prueba exactamente lo que usted acaba de describir? Me refiero al periodo posterior al 11 de septiembre, cuando USA y el Reino Unido trabajaron muy estrechamente. USA llevó a cabo torturas contra detenidos —lo sabemos por el informe del Senado usamericano dirigido por Diane Feinstein en 2014. Más tarde, los diputados británicos concluyeron en su propio informe que el Reino Unido colaboró con ello.

No estoy seguro de reconocer la caracterización que acaba de hacer. Quiero decir, obviamente somos muy cercanos a USA. Yo trabajé durante ese período, incluso en tareas complejas de contraterrorismo en Islamabad. De hecho, mi hija estaba en un jardín de infancia cuyas ventanas saltaron por los aires debido a una bomba que explotó en la embajada egipcia [en 1995].

Es muy claro que la administración usamericana de la época hizo un montón de cosas totalmente inaceptables. Todos conocemos el waterboarding, que es claramente tortura.

Pero ¿lo sabía usted en ese momento?

No, porque ellos fueron muy cuidadosos en excluirnos. Absolutamente no informaron a sus homólogos británicos.

Eso no es exactamente lo que reveló el informe parlamentario británico. Dicho informe concluía que el Reino Unido toleró un trato “inexcusable” hacia los detenidos. Afirmaba que era “fuera de toda duda” que el Reino Unido sabía cómo manejaban los usamericanos a algunos reclusos.

No estoy seguro de estar de acuerdo con esa expresión de “fuera de toda duda”, porque yo estaba allí y ellos no. Su descripción de las actividades es perfectamente válida, y estoy de acuerdo con ella. Seamos claros: tratamos con socios en todo el mundo que emplean métodos que nosotros nunca aceptaríamos. Y tenemos mucho cuidado de que nuestra colaboración no facilite ni refuerce ese comportamiento.

Los diputados fueron muy exhaustivos: las agencias británicas siguieron suministrando inteligencia aun sabiendo o sospechando abusos en más de 200 casos.

Mishal, estamos entrando en un terreno ligeramente distinto. ¿Continuó la relación con los usamericanos y, por tanto, transmitimos información, como describen los diputados? Sin duda. ¿Se aprendieron lecciones? Absolutamente. Ahora existe todo un proceso de cumplimiento. Eso no existiría si no reconociéramos que se cometieron errores.

Como oficiales individuales —incluyéndome a mí— no, yo no sabía que mi homólogo usamericano participaba en ese tipo de actividades; de lo contrario, no hubiera actuado igual. ¿Hay un argumento de que deberíamos haber sido mejores y antes en darnos cuenta de que estaban ocurriendo cosas que nosotros no haríamos? Sí, por supuesto. Lo acepto por completo.

Sólo quería resistirme a cualquier insinuación de que individuos del MI6 fueron cómplices, porque si lo hubieran sido, estarían en la cárcel. Ningún oficial del MI6 ha sido procesado por esto, y estoy muy orgulloso de ello. Y no es porque no los hayan pillado, Mishal; es porque tienen valores.

Pasemos al presente, entonces.

Claro.

En septiembre de 2024, usted apareció en un evento del Financial Times junto a su entonces homólogo usamericano, el director de la CIA William Burns. Usted dijo: “Compartiremos más entre nosotros que con ningún otro, debido a los altos niveles de confianza construidos durante muchos años.” ¿Cómo fueron sus últimos nueve meses en el servicio, con la nueva administración Trump?

Bueno, Bill dejó el cargo —fue un colega maravilloso y uno de los grandes servidores públicos de USA en las últimas décadas. Lo sustituyó un caballero llamado John Ratcliffe, que ha sido un excelente socio.

Obviamente, hay cambios de administración en Washington. Hay cambios de gobierno en el Reino Unido —en mi caso, demasiados. Dejando de lado la política, sólo el número de primeros ministros [y] ministros de Asuntos Exteriores con los que traté en cinco años era enorme.¹¹ Pero la alianza sigue siendo la más crítica para nuestros dos países.

¹¹ Durante los cinco años de Moore en el cargo, hubo seis ministros de Asuntos Exteriores británicos. En los últimos diez años, el Reino Unido ha tenido seis primeros ministros.

Las personas encargadas de mantener esa relación —el jefe del MI6 y el director de la CIA— trabajan muy duro en ello.

¿Está sugiriendo que no ha habido ningún cambio? Hubo un cambio muy evidente en marzo, cuando USA suspendió el intercambio de inteligencia con Ucrania. El propio William Burns ha descrito esta etapa en USA como realmente difícil —afirmando que los despidos de funcionarios, incluidos agentes de inteligencia, tenían más que ver con represalias que con reformas.¹²

¹² Tras la pausa de una semana, Ratcliffe se reunió en Bruselas con responsables extranjeros y de inteligencia para transmitir un mensaje de tranquilidad. Recientemente, jefes de inteligencia neerlandeses dijeron a un periódico que ahora son más cautelosos a la hora de compartir información con USA, citando preocupación por la “politización” de la inteligencia.

Lo que puedo decir es que la relación sigue siendo muy importante y sólida, y que he trabajado muy duro en ella. Las relaciones evolucionan, cambian. Las personalidades cambian, las políticas cambian. Cuando eres jefe del MI6, te toca trabajar con el mundo tal como es.

Pero ayúdeme a entender cómo ha evolucionado durante este periodo. Claramente, Rusia, Ucrania, China —siguen siendo amenazas y cuestiones vigentes.

Utilizas tu influencia, ¿no? Ucrania es un buen ejemplo. En el Reino Unido tenemos opiniones muy claras sobre cómo debe librarse esta guerra y cómo apoyar a los ucranianos. Nuestra voz se escucha en Washington. Así que las cosas cambian, se mueven —ese es el estilo de la administración actual— pero siempre estamos ahí, y es nuestra responsabilidad ad transmitir exactamente lo que dice la inteligencia. La inteligencia nos dice, por ejemplo, que Putin no tiene intención de llegar a un acuerdo, que para él no se trata sólo de territorio, sino de dominar y convertir Ucrania en algo parecido a su vecino, Bielorrusia.¹³
¹³
En Bloomberg Opinion, Marc Champion describe Bielorrusia —gobernada desde 1994 por el autoritario Alexander Lukashenko— como “el modelo de la unión subordinada de estados rusos que Putin quiere construir”. El país depende de la energía y la ayuda financiera rusas. Rusia ha utilizado Bielorrusia como base operativa para miles de tropas durante la guerra y ha instalado allí armas nucleares tácticas.

Entonces, si Vladimir Putin no tiene intención de negociar, ¿cómo ve usted el final de esta guerra?

En las condiciones actuales —me baso en la información a la que tuve acceso hace unas semanas— [Putin] no está dispuesto a hacer un acuerdo. Para mí, la respuesta es que hay que ejercer más presión para que esté dispuesto a negociar. El presidente de Ucrania está claramente dispuesto a un acuerdo. De forma notable, en su búsqueda de la paz, está dispuesto a ceder de facto hasta el 20 % de su país.

¿Qué puede cambiar eso?

Más presión en el campo de batalla. La industria de defensa ucraniana está infra capitalizada. Tienen capacidad ociosa que podría activarse con financiación. Podemos darles más autorizaciones para usar armamento de largo alcance, además de ofrecerles lo esencial en defensa aérea. Y existe la oportunidad de ejercer mucha más presión sobre Putin en su propio país.

No pretendo que esto vaya a producir resultados inmediatos. Hay que tener paciencia. Hay que estar dispuestos a resistir. He hablado de la importancia fundamental de este conflicto para la alianza occidental —no podemos perder esta batalla de voluntades.

Ya me ha dado su lectura de Putin. ¿Y su lectura del presidente Trump? ¿Por qué le da la bienvenida con alfombra roja? ¿Por qué le concede el beneficio de la duda una y otra vez?¹⁴

¹⁴ La reunión entre Putin y Trump en Alaska en agosto comenzó “con un espectáculo altamente coreografiado”, informó Bloomberg. “Ambos bajaron de sus aviones y caminaron por la pista hacia alfombras rojas en una apertura guionizada. Trump aplaudía mientras veía a Putin acercarse y luego lo saludó con un cálido apretón de manos y una palmada en el brazo.”

Mishal, lo maravilloso de este trabajo que tuve el honor de desempeñar es que espiamos a Putin, pero no espiamos a nuestros aliados usamericanos. Hay otras personas más cualificadas que yo para comentar la política usamericana.




Trump prometió poner fin a la guerra en Ucrania en cuanto regresara a la Casa Blanca, pero a pesar de su reunión con Vladimir Putin en Alaska en agosto, un acuerdo sigue fuera de alcance. Foto Andrew Caballero-Reynolds/AFP/Getty Images

Pero su lectura personal, de su experiencia, no de información interna.

Lo que diría es que reconozco en el presidente Trump un compromiso genuino con la paz. Claramente le horrorizan las atrocidades de la guerra —como las vistas en Ucrania o en Gaza— y está decidido a ponerles fin. Creo que ha habido una evolución en el pensamiento de la administración respecto a Putin.

Claramente, Putin está intentando manipularnos. Es un oficial de inteligencia, Mishal. Conozco muy bien ese tipo. Está tratando de llevarnos a un terreno que le conviene, y debemos acorralarlo y no permitirle esa maniobrabilidad.¹⁵


¹⁵
Putin ingresó al KGB en 1975 tras estudiar en lo que entonces era Leningrado. Aprendió alemán y fue destinado a Alemania Oriental cuando cayó el Muro en 1989, presenciando el asalto a la sede de la Stasi en Dresde. Hoy, antiguos colegas del KGB siguen entre sus asesores más cercanos.

Usted pinta el cuadro de una guerra larga.

Me pagaban por robar secretos, no por resolver misterios. Pero es tremendamente importante que no perdamos esta batalla de voluntades. No sólo por Putin y otras figuras del liderazgo ruso —lo que pueda invitar en términos de pruebas oportunistas de nuestras defensas, algunas de las cuales hemos visto en las últimas semanas— sino también porque el presidente Xi observa esto muy atentamente.

El liderazgo chino ha cultivado una narrativa de debilidad occidental desde la crisis financiera internacional. Existe un peligro real de que, si nos ve débiles en Ucrania, saque conclusiones sobre su propio comportamiento en el mar de China Meridional y, posiblemente, respecto a Taiwán.



Putin junto al presidente chino Xi y el líder norcoreano Kim Jong Un en un desfile militar en Beijing en septiembre. Foto Sergey Bobylev/POOL/AFP/Getty Images

¿Ha unido más USA a Rusia y China por sus acciones este año? Pienso en esas imágenes en Pekín, con Putin, Xi y Kim Jong Un juntos.¹⁶

¹⁶ En una entrevista anterior de Weekend Interview, le pedí a la historiadora china Jung Chang que comentara esta imagen. «Me repugna», dijo. «Me da miedo que China se haga con el control del mundo; ¿adónde podría huir entonces? ¿Y adónde podrían huir los demás?».

No creo que hayan sido empujados a unirse por USA. Han sido empujados por su propia alianza, especialmente en torno a Ucrania.

Es una relación muy desigual, pero Putin depende cada vez más del apoyo chino. Aunque China no ha proporcionado a Rusia algunas de las armas más sofisticadas, ha sido muy útil suministrando material de doble uso con aplicaciones civiles o militares. Los químicos de esos proyectiles son en su mayoría chinos; muchos componentes de los misiles también son chinos.¹⁷

¹⁷ El gobierno chino ha negado haber suministrado armas letales a Rusia y afirma que controla estrictamente las exportaciones de los denominados productos de doble uso.

Y, por supuesto, los iraníes y los norcoreanos también lo han ayudado. Así que existe un estrechamiento de ese grupo de cuatro actores que se asocian para hacer cosas dañinas.

Desde hace un par de meses, USA lleva a cabo ataques contra barcos en el Caribe, diciendo que transportaban narcotraficantes. Usted ha lidiado con cuestiones de este tipo; vivió la época de los ataques con drones en lugares como Afganistán. ¿Qué piensa cuando observa lo que ocurre en el Caribe?

No estoy al tanto, Mishal. No está en el centro de los intereses británicos. Así que realmente no sé en qué basan esas acciones los estadounidenses.

Menciona Afganistán. Nosotros siempre preferimos arrestar a la gente y llevarla ante un tribunal. Pero en ciertas partes del mundo, en ciertos momentos, hay personas que quieren hacerte daño y no puedes alcanzarlas.

Y, en casos extremos, los ministros pueden autorizar una operación letal, como un ataque con drones, para eliminar una amenaza. Pero cuando lo haces, la ley británica exige que las medidas sean necesarias y proporcionales a la amenaza. Suele haber una palabra muy jurídica: inminencia. Es decir, no basta con una amenaza vaga que podría materializarse dentro de 20 años: debe ser real y actual. Sobre esa base actuamos. Y no puedo comentar lo que está ocurriendo en Venezuela.¹⁸

¹⁸ Moore realmente no quería abordar este tema, pero los ataques contra estos barcos comenzaron en septiembre, y es difícil imaginar que, como jefe del MI6, no se le hubiera informado al respecto. Poco después de nuestra entrevista, CNN informó de que el Reino Unido había suspendido el intercambio de información con Estados Unidos debido a la preocupación por estos ataques, algo que el Gobierno británico no desmintió. Para conocer otro punto de vista, véase nuestra reciente entrevista de fin de semana con María Corina Machado, líder de la oposición venezolana.

Quisiera hablar más cerca de casa, sobre políticos en Europa. Pienso en dos que han sido acusados de repetir argumentarios rusos sobre Ucrania, de ser suaves con Rusia: Nigel Farage, que podría ser el próximo primer ministro británico, y Marine Le Pen. ¿Tendría usted preocupaciones si cualquiera de ellos fuera elegido?

Mishal, he pasado 38 años siendo rigurosamente apartidario. No voy a abandonar ese hábito ahora. El trabajo del jefe del MI6 consiste en servir al gobierno de turno, obedeciendo la ley británica. Proporcionas la verdad al poder; te presentas con frecuencia ante el primer ministro y el ministro de Asuntos Exteriores y, a veces, les dices cosas que realmente no quieren oír —particularmente un viernes por la tarde.

Cuando usted se aleja de todo eso, como ahora, ¿cómo es la descompresión? Imagino que es difícil hacer un trabajo así sin dedicarle prácticamente cada hora despierto.

No me preocupaba por las cosas que no podía cambiar. Me centraba mucho en nuestro propio trabajo, el de inteligencia humana —mantenerlo en un mundo donde las herramientas de vigilancia contra nosotros son extremadamente sofisticadas. Me preocupaba: ¿seguiremos en la carrera? ¿Seguiremos siendo suficientemente buenos en nuestra metodología, nuestro tradecraft? ¿Obtendremos la tecnología adecuada lo bastante rápido?

¿Ahora se trata más de tecnología que del factor humano?

De ambos. No es algo binario. Necesitas gran tecnología. La IA nos ayuda enormemente a analizar cantidades vastas de datos y quizá a encontrar a alguien dispuesto a ayudarnos. Al mismo tiempo, en China se puede ver que el estado de vigilancia está muy avanzado, y gran parte de esa tecnología se exporta. No tiene por qué venir de Pekín: puedes encontrarla en Dubái o en otra ciudad. Debemos ser muy conscientes de las capacidades desplegadas contra nosotros.

Me preocupaba si seguiríamos a la altura. Me alegra decir que creo que lo estamos, pero es una especie de carrera armamentista. Una de las razones por las que decidí que debíamos ser un poco más abiertos sobre quiénes somos y hablar más sobre nuestra misión fue porque quería conectar con el sector tecnológico fuera del gobierno —a menudo allí se encuentran las soluciones.

¿Se refiere a OpenAI, Google?

A todo: desde las grandes empresas de defensa o tecnología, hasta la mujer que trabaja en su garaje inventando algo extraordinario. Las grandes empresas eran más accesibles; teníamos estructuras para ello. Podíamos autorizar a algunos de sus empleados para que vieran información clasificada. Pero si eres una pequeña startup, ese no es tu mundo. Y si decimos: “Necesitamos someterte a un proceso de autorización”, esas personas pueden fundar su empresa, ganar mil millones y desaparecer antes de que terminemos el trámite. Por eso era importante abrirnos más.

¿Consiguieron crear algún tipo de vía rápida?

Sí, hemos hecho cosas maravillosas. El HMGCC —His Majesty’s Government Communications Centre— que es un acrónimo horrible, lo sé, es nuestro centro nacional de ingeniería en seguridad. Si eres fan de James Bond, es lo más parecido que tenemos a Q Labs. Ahora puedes ir a un edificio cerca de la estación de Milton Keynes y literalmente entrar para hablar de tecnología.

Hace algunos años, bajo mi predecesor, decidimos entrar en el capital riesgo. El National Security Strategic Investment Fund (NSSIF) estudia tecnologías que podrían no salir adelante si se dejan exclusivamente al sector privado, pero que, con el sello de la comunidad de inteligencia, atraen el interés del capital privado. Del conjunto de tecnologías financiadas, el 40 % acaba utilizándose realmente en la organización. Es un gran cambio.²⁰

20 Puede que no desarrolle automóviles submarinos ni relojes de pulsera láser, pero el NSSIF, creado en 2018, afirma que se centra en la inteligencia artificial, el espacio, la cuántica y otras tecnologías emergentes. Es similar a In-Q-Tel, creada por la CIA, y ha respaldado a empresas como el fabricante de drones Tekever, que ahora suministra hardware a la fuerza aérea del Reino Unido, y la startup de computación cuántica Oxford Ionics, posteriormente adquirida por una empresa usamericana por mil millones de dólares.

¿Cómo es la vida fuera ahora?

Si vas a desempeñar estos trabajos, los haces durante cinco años y debes cuidarte.²¹ Tenía una institución extraordinaria bajo mis órdenes, y podía delegar. Podía irme de vacaciones —si ocurría algo enorme, evidentemente volvía.

21 Renunciar al cargo después de cinco años es una convención relativamente moderna. El primer jefe del MI6, un oficial naval con monóculo llamado Mansfield Cumming, ocupó el cargo desde 1909 hasta 1923. Firmaba sus cartas con la letra «C» de Cumming; el apodo de una sola letra se popularizó y fue adoptado por los jefes posteriores.

También creo que soy una persona bastante tranquila. No soy un gran preocupado. No quieres a alguien ansioso en ese trabajo.

En las últimas seis semanas, muchos amigos esperan verme completamente transformado, pero no me siento así. Fui de vacaciones con Maggie a la Toscana, luego volvimos, y ahora pienso en qué puedo hacer después.

Hay una vacante de embajador en Washington.

No es para mí. Deseo lo mejor a quien asuma ese cargo, y estoy seguro de que encontrarán un gran candidato.

¿Por qué dice que no con tanta facilidad?

Lo digo con facilidad porque, por supuesto, lo he pensado mucho y he tomado una decisión. Creo que hay personas mejor calificadas que yo para ese puesto. Después de cinco años de un trabajo realmente intenso, estoy listo para hacer otras cosas —incluido ver más a mi nieto.

Richard Moore, ancien chef du MI6 britannique : l’espionnage est une “course aux armements”

Mishal HusainBloomberg Weekend, 14/11/2025
Traduit par Tlaxcala

Mishal Husain (Northampton, 1973) est une journaliste, présentatrice et autrice britannique, rédactrice générale pour Bloomberg Weekend.


Le vétéran du renseignement parle de la gestion de la Chine, de la psychologie de Poutine, et de la raison pour laquelle les espions ne devraient pas attendre de reconnaissance.



Image : Uli Knorzer pour Bloomberg ; Photo source : Jason Alden/Bloomberg

Pendant près de 40 ans, Richard Moore a été agent de carrière au sein du Secret Intelligence Service britannique — plus connu sous le nom de MI6 — ne pouvant dire qu’à ses amis et à sa famille proche ce qu’il faisait dans la vie. Lorsqu’il a été nommé chef de l’agence en 2020, cela a changé : le nom de la personne occupant le poste le plus élevé est le seul rendu public.

Moore a quitté ses fonctions fin septembre, et cet entretien est l’une de ses premières interviews depuis : un retour sur le monde dans lequel il a commencé sa carrière de renseignement et celui dans lequel nous vivons aujourd’hui.

En poste, Moore était connu — comme tous les chefs du MI6 — sous l’appellation « C », rôle qu’Ian Fleming a transformé en « M », le supérieur de James Bond. Et peut-être que ses compétences affinées de longue date pour rester discret sont intactes : lorsqu’il est arrivé dans les bureaux de Bloomberg à Londres pour notre entretien, il a glissé devant le petit comité d’accueil et a récupéré son badge sans que nous le remarquions. C’était peut-être la casquette plate et le manteau — ou peut-être simplement ainsi qu’il a toujours opéré pendant des décennies : discret, modeste, dans l’ombre.

Jusqu’à il y a six semaines, votre travail quotidien consistait à lire des renseignements hautement confidentiels. Puis-je commencer par le présent ? Ce que vous voyez en observant le monde, et que la plupart d’entre nous ne perçoivent pas.

Je pense que nous sommes dans un environnement international extraordinairement contesté. Je ne crois pas qu’en 38 ans en tant qu’officier du renseignement et diplomate j’aie jamais vu le monde aussi peu ordonné.

Il y a un nombre extraordinaire de fils lâches sur la scène internationale, et malheureusement, la manière dont les relations se sont détériorées entre grandes puissances — en particulier après le comportement de la Russie en Ukraine, mais aussi, incontestablement, entre Washington et Beijing — fait que certaines des lignes directrices auxquelles nous étions habitués dans les années suivant 1945 n’existent plus vraiment.

Je n’ai certainement pas laissé le monde dans un meilleur état que celui dans lequel je l’ai trouvé, et j’ai la chance que cela ne figurait pas dans ma description de poste.

Plus contesté veut dire plus dangereux ?

Il y a certainement des dangers dans le monde, et ils peuvent soudain surgir du brouillard devant vous.

Vous avez mentionné la relation qui s’effiloche entre Washington et Pékin. Comment cela s’inscrit-il dans la perception qu'ont le MI6 et la CIA de la Chine, considérée comme le principal défi de renseignement du XXI siècle ?

Je pense qu’il existe depuis un certain temps des problèmes dans cette relation. En particulier, la rupture des contacts diplomatiques normaux qui a eu lieu pendant la pandémie : pendant plusieurs années, des responsables chinois et usaméricains de haut niveau ne se sont tout simplement pas rencontrés.

Et c’est inquiétant. En tant qu’officier du renseignement, lorsque vous percevez les dangers de mauvaises interprétations, vous souhaitez que diplomates et dirigeants se parlent plus régulièrement. Le fait que le président Trump et le président Xi se soient récemment rencontrés — c’est positif. Les tarifs douaniers sont le problème actuel. Mais il existe clairement de multiples points de tension entre les USA et la Chine, ainsi qu’entre les alliés des USA et la Chine.

Aidez-moi à comprendre comment vous voyez la Chine. Vous en avez parlé comme d’une « opportunité et d’une menace », une combinaison qui est assez difficile à saisir. Comment un gouvernement est-il censé gérer un pays qui est à la fois opportunité et menace ?¹

¹ Ces mots proviennent du dernier discours public de Moore en tant que chef, à Istanbul en septembre. « Dans de nombreux domaines des biens communs mondiaux — changement climatique, IA sûre et commerce mondial — la Chine a un rôle immense et bienvenu à jouer », a-t-il déclaré. « Nous, au Royaume-Uni, voulons une relation respectueuse et constructive avec la Chine. Mais la Chine doit respecter les règles d’engagement et de non-ingérence qu’elle promeut publiquement. »

Les gens supposent souvent, à juste titre, que nous ne nous occupons que des menaces. Mais un service de renseignement extérieur comme le MI6 est là pour recueillir du renseignement sur un certain nombre d’enjeux mondiaux.

Vous recueillez également du renseignement pour permettre à vos dirigeants politiques de saisir des opportunités. Concernant la Chine : c’est un pays immense et puissant, et ses valeurs et ses intérêts ne coïncident certainement pas toujours avec les nôtres.

Donc si vous êtes le Premier ministre du Royaume-Uni, comment gérez-vous cette relation de manière à préserver les intérêts britanniques ? Pour moi, cela signifie être très ferme sur le territoire national — essayer de déjouer puis de contrer tout comportement visant votre propre pays, qu’il s’agisse d’espionnage ou de cyberattaques.

Et cela arrive tout le temps ?

C’est assez incessant, oui.

Alors qu’avez-vous pensé de l’effondrement du récent dossier contre deux Britanniques accusés d’espionnage pour la Chine ?²

² L’activité d’espionnage chinoise au Royaume-Uni a été davantage scrutée depuis septembre, lorsqu’une affaire contre deux hommes accusés d’avoir tenté de recueillir des informations sur la politique vis-à-vis de Beijing a été abandonnée. Les procureurs ont indiqué que la Chine n’avait pas été légalement désignée comme menace à la sécurité nationale au moment des faits présumés. Les suspects ont nié les accusations.

La Chine cherche à collecter du renseignement sur le Royaume-Uni, et nous devons en être conscients. Ken McCallum, directeur général du MI5 (renseignement intérieur), en a parlé.

Il s’est dit « frustré ».

Je ne vais pas me prononcer sur une affaire individuelle — cela relève des avocats — mais il est certain qu’ils sont actifs dans ce domaine.

Si vous ne pouvez pas sanctionner les gens qui agissent ainsi, où cela vous laisse-t-il en tant que pays ? Quels sont vos leviers ?

De toute évidence, si vous espionnez pour une puissance étrangère contre le Royaume-Uni, et que vous êtes pris, vous devez vous attendre à en subir les conséquences.

Vous comprendrez également pourquoi j’ai tendance à décourager les responsables politiques d’être trop moralisateurs sur la question même de l’espionnage. Le Royaume-Uni dispose d’organisations de renseignement assez efficaces et nous recueillons activement du renseignement sur d’autres pays.

Je pense que ce à quoi vous devez être moins tolérant, c’est ce genre d’activités de guerre hybride que nous voyons de la part de la Russie : incendies criminels, tentatives d’assassinat. Cela dépasse une tout autre limite selon moi.³
³
En 2018, les responsables du renseignement britannique ont travaillé minutieusement et avec une grande rapidité pour permettre à la Première ministre Theresa May d’accuser la Russie d’être responsable de l’empoisonnement de l’ancien agent du KGB Sergueï Skripal et de sa fille Ioulia avec l’agent neurotoxique Novitchok. Cette année, six hommes ont été condamnés pour un incendie criminel soutenu par la Russie dans un entrepôt londonien contenant de l’aide destinée à l’Ukraine. Il y a également eu des attaques incendiaires visant des propriétés liées au Premier ministre Keir Starmer ; la Russie a nié toute implication.

Alors, en termes de langage, considérez-vous la Chine comme une « menace active à la sécurité nationale » ?

Je pense que, clairement, la Chine mène des activités qui menacent nos intérêts et nous devons être très fermes pour repousser celles-ci. Ils s’attendent d’ailleurs à ce que nous le fassions. Beijing respecte la fermeté dans ce domaine.

Donc : rester fidèle à ses valeurs ?

Rester ferme.

Que feriez-vous du projet de nouvelle méga-ambassade chinoise en bordure de la City de Londres ? Ce serait la plus grande ambassade d’Europe.

Les pays doivent évidemment avoir des ambassades. Nous en avons besoin d’une à Beijing — et il est important que nous l’ayons — donc il est normal et légitime que les Chinois obtiennent leur ambassade. Que ce soit celle-ci ou une autre , ce n’est pas vraiment à moi d’en juger.

C’est tout de même une ambassade particulièrement grande. Ce sera un site immense.

Je ne suis pas là pour justifier sa taille ni ce qu’elle fait. Mais vous savez, je suis sûr qu’il doit exister une voie permettant qu’ils obtiennent une ambassade appropriée, et que nous puissions conserver et développer notre propre excellente ambassade à Pékin.⁴
Le Royaume-Uni a irrité la Chine en n’approuvant pas encore le projet d’ambassade proposé sur l’ancien site de la Royal Mint, près de la Tour de Londres, un terrain acheté par Beijing en 2018. Bien que le Premier ministre Keir Starmer ait appelé à une relance diplomatique et économique avec la Chine, il subit des pressions — y compris de membres de son propre cabinet — pour adopter une attitude plus ferme.



Les projets chinois visant à construire une nouvelle ambassade élargie sur le site de l’ancien bâtiment de la Royal Mint, près de la Tour de Londres, ont donné lieu à des protestations et à des retards d’approbation. Photo Martin Pope/SOPA Images/LightRocket/Getty Images

 

J’aimerais revenir sur le parcours de votre vie professionnelle pendant près de 40 ans. Votre recrutement au début des années 1980 : comment cela s’est-il passé ?

J’ai bien peur d’être un exemple presque stéréotypé de ce que l’on appelle parfois un « tap on the shoulder » — une tape discrète sur l’épaule — et qui plus est à Oxford.⁵
Avant la mise en place de procédures formelles, les espions étaient souvent recrutés dans les universités d’Oxford et Cambridge, non seulement pour le Royaume-Uni mais — surtout à Cambridge — pour l’Union soviétique. Le « cercle d’espions de Cambridge » comprenait des individus qui étaient des agents doubles travaillant à la fois pour le renseignement britannique et le KGB.

Je ne citerai pas de noms, mais un universitaire m’a approché ; il savait que je m’intéressais à une carrière au Foreign Office — ainsi qu’à votre ancien employeur, la BBC, qui m’a rejeté sans même un entretien.

Eh bien, lorsque j’ai quitté l’université, je n’étais pas éligible pour entrer dans le service que vous avez dirigé, car mes parents n’étaient pas nés au Royaume-Uni.⁶

Jusqu’en 2022, les agences de renseignement britanniques exigeaient que les candidat·es aient au moins un parent né au Royaume-Uni. Sous Moore, cette règle a été supprimée, un porte-parole déclarant qu’elle « avait inutilement empêché des personnes brillantes de postuler ». Désormais, la principale exigence est d’être citoyen britannique.

Dieu merci, nous avons changé cela, comme nous avons aussi changé la manière d’approcher les gens.

Donc cela n’existe plus, la tape sur l’épaule ?

Non, pas de cette manière.

Je me souviens que [l’universitaire qui m’a approché] m’a demandé : « Seriez-vous intéressé par une carrière dans un domaine alternatif des affaires étrangères ? » Je n’avais aucune idée de ce qu’il voulait dire, mais de fil en aiguille…

Cet universitaire à Oxford faisait-il partie du service ? Était-ce une couverture ?

Non, à l’époque, il existait un ensemble très informel de personnes appelées talent spotters — des dénicheurs de talents. Leur rôle était d’observer les jeunes gens brillants qui arrivaient et qu’ils estimaient susceptibles de convenir à notre étrange ligne de travail.

Avez-vous hésité une fois que vous avez compris ce que signifiait « carrière alternative » ? Je sais que votre père était un homme du Foreign Office.

Un vrai.⁷
Moore est né en Libye, lors de l’une des affectations de son père à l’étranger. Lorsqu’ils sont en poste hors du Royaume-Uni, les agents du MI6 ont souvent une couverture diplomatique, mais en disant « vrai », Moore signifie que son père appartenait réellement au service diplomatique britannique. Moore lui-même a temporairement occupé des postes publics, notamment comme ambassadeur du Royaume-Uni en Turquie de 2014 à 2017.

Donc vous connaissiez cet univers. Mais l’espionnage…

Oui, j’y ai longuement réfléchi. Cela m’intriguait, je pensais que ce serait excitant, [mais] je n’en savais pas grand-chose — à l’époque, on ne vous disait pratiquement rien.

J’ai réfléchi aux enjeux, qui sont assez complexes, impliquant un certain degré de dissimulation. Mais encouragé par les gens — dont mon père merveilleux, d’une intégrité absolue, un homme d’une rectitude remarquable, qui avait de nombreux amis au sein du service, ainsi que ma mère, qui m’encourageait — j’ai décidé de tenter l’aventure.

La dissimulation : qu’est-ce que cela signifiait ?

Certains amis proches, des membres de la famille élargie, ne savent pas ce que vous faites dans la vie, et vous devez être à l’aise avec ça.

Si vous êtes avide de reconnaissance, ce n’est pas la bonne profession. Vous devez être satisfait par l’importance intrinsèque de la mission. Vous devez être satisfait de la camaraderie entre ceux qui savent. Vous ne pouvez pas descendre au pub en fin de semaine et vous en vanter à vos amis.⁸
Ian Fleming a déclaré un jour au New Yorker qu’il voulait que son héros James Bond soit « un homme extrêmement banal, inintéressant, à qui il arrive des choses ; je voulais qu’il soit un instrument contondant ».

Quand et comment l’avez-vous dit à vos enfants ?

ça varie selon les familles. C’est une décision importante parce qu’une fois que vous leur dites, vous les faites entrer dans ce cercle de connaissance et vous leur imposez quelque chose : ils deviennent complices. Dans notre cas, lorsque nos enfants étaient dans leurs premières années d’adolescence, cela nous a semblé être le bon moment.

Et les mots que vous avez utilisés ?

À ce stade, j’étais un officier du renseignement expérimenté. J’avais appris à parler aux gens pour leur demander : « Allez-vous travailler avec nous ? » Et j’ai complètement raté mon coup avec mon fils.

[Maggie] et moi avons eu la mauvaise idée de nous asseoir en semblant nerveux. Donc évidemment, je pouvais voir dans ses yeux qu’il pensait que nous étions sur le point d’annoncer notre divorce. Puis j’ai commencé à bafouiller, et c’est sorti n’importe comment. Il m’a regardé et a dit quelque chose que je ne peux pas répéter.

Mais Maggie le savait depuis toujours, puisque vous vous connaissez depuis très longtemps.

Oui, c’est inhabituel. Quand j’ai rejoint le service à 24 ans, nous étions déjà mariés.

Pensez à des collègues qui commencent une relation amoureuse. Comme ils ne peuvent pas le dire au premier rendez-vous, à un moment donné ils doivent trouver le bon moment pour dire qu’ils n’ont peut-être pas été totalement honnêtes lors de la première phase de la relation.

Je veux vous interroger sur ce qu’est réellement le métier d’espion. Lorsque vous êtes entré dans le service, vous aviez sans doute lu John le Carré et Ian Fleming. Était-ce réellement comme ça ?

Donc, c’est une terrible confession à faire, mais lorsque je suis arrivé dans ce métier, je n’avais jamais lu un seul roman d’Ian Fleming. J’avais lu John le Carré. Et je place désormais Mick Herron tout en haut du panthéon.

Les romans Slow Horses.⁹

Ces romans, qui mettent en scène des marginaux du MI5, ont inspiré la série télévisée à succès avec Gary Oldman. Dans une récente chronique de Bloomberg Opinion après l’effondrement de l’affaire d’espionnage chinoise, Matthew Brooker a fait cette comparaison : « Le scandale actuel d’espionnage chinois qui secoue la politique et les médias britanniques rappelle une fois de plus un univers fictif — mais cette fois l’action ressemble davantage au monde chaotique de Slow Horses, où la négligence, la confusion et les rivalités internes sont la norme. »

Oui. Beaucoup de gens connaissent peut-être davantage la série télé, mais les livres sont fantastiques.

Ce sont des œuvres de fiction, des œuvres de créativité. Évidemment, le Carré a passé une courte période dans le service, donc il y a une certaine vérité, en particulier dans ses portraits du Berlin de la guerre froide. On repère parfois des références au tradecraft — l’art du renseignement — parfois exactes, parfois non.¹⁰
¹⁰
Dans l’ouverture du roman emblématique L’espion qui venait du froid : « À l’est et à l’ouest du Mur s’étendaient les quartiers non restaurés de Berlin, un demi-monde en ruines, dessiné en deux dimensions, des résidus de guerre. »

Bien sûr, dans la réalité, c’est très différent, mais il arrive qu’il y ait un certain degré d’intrigue et d’excitation qui se rapproche de cet univers.

N’y a-t-il pas aussi une forme d’instrumentalisation des gens ? Quand vous repérez des individus, vous essayez de déterminer comment ils peuvent servir les intérêts britanniques, et vous cherchez à les approcher.

Vous cherchez clairement à établir une relation avec un autre être humain, parce que vous avez besoin des secrets qu’il détient, oui.

Cela signifie que vous devez créer une relation d’intimité réelle et de confiance, car vous leur demandez souvent de prendre des risques pour obtenir ces renseignements.

Et parfois vous offrez de l’argent ?

Ce que je peux dire, très clairement, c’est que lorsque des personnes acceptent de vous parler et de prendre de tels risques, elles sont motivées par différentes raisons. Notre mission n’est pas de porter un jugement moral sur ces motivations, mais plutôt de trouver un terrain qui fonctionne pour les deux parties. Si cela implique une compensation financière, oui, bien sûr, nous le faisons.

Avez-vous déjà eu un agent que vous aviez recruté et formé, qui a ensuite été arrêté ou pire, dans un autre pays ?

Eh bien, je vais prendre un peu de distance par rapport à ma propre expérience, car je suis très réticent à donner le moindre indice sur qui aurait pu travailler avec moi dans le passé. Mais bien sûr, cela arrive de temps en temps.

Notre engagement envers ces personnes est de les garder en sécurité, et nous faisons tout notre possible pour cela. Mais dans l’histoire, pour des raisons parfois sans rapport avec l’action du MI6, les circonstances peuvent conduire à leur arrestation. C’est un moment très difficile, parce que nous nous attachons à ces personnes : elles sont la raison d’être d’un service de renseignement humain. C’est très douloureux lorsque ça arrive, mais ça reste rare, car nous sommes très prudents.

Si vous avez la réputation de n’être là que pour utiliser les gens et les abandonner, ils ne choisiront pas de venir vous parler. Ou lorsqu’on les approche, ils diront non très abruptement. Mais ils savent qu’avec le MI6, ils recevront de l’attention, des soins, et que nous prendrons soin d’eux.

Puis-je évoquer une période qui a presque certainement été un test de ce que vous venez de décrire ? Celle qui a suivi le 11 septembre, lorsque les USA et le Royaume-Uni ont travaillé très étroitement. Les USA ont eu recours à la torture sur des détenus — nous le savons depuis le rapport du Sénat usaméricain dirigé par Diane Feinstein en 2014. Le Royaume-Uni, selon des députés britanniques, a ensuite été jugé complice.

Je ne suis pas certain de reconnaître la description que vous venez de donner.

Je veux dire : nous sommes clairement très proches des USA. J’ai travaillé durant cette période, notamment sur des questions difficiles de contre-terrorisme à Islamabad. En fait, ma fille était dans une garderie dont les fenêtres ont été soufflées par une bombe qui a explosé à l’ambassade d’Égypte [en 1995].

Il est très clair que l’administration usaméricaine de l’époque a fait toute une série de choses absolument inacceptables. Nous connaissons tous le waterboarding, qui est clairement de la torture.

Mais le saviez-vous à l’époque ?

Non, car ils ont bien pris le soin de nous en exclure. Ils n’ont absolument pas informé leurs homologues britanniques.

Ce n’est pas vraiment ce qui ressort du rapport parlementaire britannique. Ce rapport concluait que le Royaume-Uni avait toléré un traitement « inexcusable » des détenus des USA. Il affirmait qu’il était « hors de tout doute » que le Royaume-Uni savait comment les USA traitaient certains détenus.

Je ne suis pas certain d’être d’accord avec « hors de tout doute » dans ces termes, parce que j’étais là — eux non. Leur description des activités est parfaitement valable, et je suis d’accord avec elle.

Soyons clairs : nous collaborons avec des partenaires dans le monde entier qui emploient des méthodes que nous n’accepterions jamais. Et nous sommes très attentifs à ce que notre coopération ne facilite ni ne renforce ce type de comportements.

Les députés étaient pourtant très précis : les agences britanniques ont continué de fournir des renseignements tout en sachant ou suspectant des abus dans plus de 200 cas.

Mishal, nous nous écartons légèrement vers un autre sujet. Est-ce que la relation a continué avec les USAméricains, et donc avons-nous transmis des informations, comme le décrivent les députés ? Sans aucun doute. Est-ce que des leçons ont été tirées ? Absolument. Il existe aujourd’hui tout un processus de conformité autour de nous. Cela n’existe pas si l’on ne reconnaît pas qu’il y a eu des erreurs.

En tant qu’officiers individuels — y compris moi à l’époque — non, je ne savais pas que mon homologue usaméricain était impliqué dans ce type de pratiques ; sinon, je n’aurais pas abordé les choses de la même manière.

Y a-t-il un argument disant que nous aurions dû être meilleurs, plus tôt, pour comprendre que des choses se passaient, que nous n’aurions jamais faites ? Oui, bien sûr. Je l’accepte entièrement.

Je voulais simplement résister à toute implication selon laquelle des individus au sein du MI6 auraient été complices — car si cela avait été le cas, ils seraient en prison. Aucun officier du MI6 n’a été poursuivi pour ça, et j’en suis très fier. Ce n’est pas parce qu’ils ne se sont pas fait prendre, Mishal ; c’est parce qu’ils ont une éthique.

Poursuivons jusqu’à aujourd’hui, alors.

Bien sûr.

En septembre 2024, vous êtes apparu sur scène lors d’un événement du Financial Times avec votre homologue usaméricain de l’époque, le directeur de la CIA William Burns. Vous avez dit : « Nous partagerons plus entre nous qu’avec quiconque, en raison des niveaux élevés de confiance construits au fil de nombreuses années. » Comment se sont déroulés les neuf derniers mois de votre service, avec une nouvelle administration Trump ?

Alors, Bill est parti — c’était un collègue formidable et l’un des plus grands serviteurs de l’État usaméricain de ces dernières décennies. Il a été remplacé par un homme appelé John Ratcliffe, qui a été un excellent partenaire.

Il est évident qu’il y a des changements d’administration à Washington. Il y a des changements de gouvernement au Royaume-Uni — dans mon cas, beaucoup trop. Sans parler des politiques, rien que le nombre de Premiers ministres [et] de ministres des Affaires étrangères que j’ai dû traiter en cinq ans.¹¹ Mais ce partenariat reste le plus essentiel pour nos deux pays.
¹¹
Il y a eu six ministres des Affaires étrangères britanniques au cours des cinq années où Moore était en poste. Au cours des dix dernières années, le Royaume-Uni a connu six Premiers ministres.

Les personnes chargées de maintenir ce partenariat — le chef du MI6 et le directeur de la CIA — travaillent très dur pour ça.

Êtes-vous en train de dire qu’il n’y a eu aucun changement ? Il y a pourtant eu un changement très évident en mars, lorsque les USA ont suspendu le partage de renseignements avec l’Ukraine. William Burns lui-même a qualifié cette période aux USA de vraiment difficile — affirmant que les limogeages d’officiels, dont des responsables du renseignement, relevaient davantage de la vengeance que de la réforme.¹²

¹² Après la pause — qui a duré une semaine — Ratcliffe aurait rencontré à Bruxelles des responsables étrangers et du renseignement pour transmettre un message de réassurance. Des responsables néerlandais ont récemment déclaré à un journal qu’ils étaient désormais plus prudents sur ce qu’ils partageaient avec les USA, s’inquiétant de la « politisation » du renseignement.

Ce que je peux dire, c’est que la relation reste très importante et très solide, et que j’ai travaillé très dur à son maintien.

Toutes les relations évoluent, changent. Les personnalités changent, les politiques changent. Lorsque vous êtes chef du MI6, vous devez faire avec le monde tel qu’il est et vous adapter.

Mais aidez-moi à comprendre comment 9A a évolué dans cette période ? Clairement, la Russie, l’Ukraine, la Chine — ce sont toujours des menaces et des enjeux présents.

Vous utilisez votre influence, n’est-ce pas ? L’Ukraine en est un bon exemple : nous avons des opinions très claires au Royaume-Uni sur la manière de mener cette guerre et sur le soutien à apporter aux Ukrainiens. Notre voix est entendue à Washington. Donc les choses changent, bougent un peu — c’est le style de l’administration actuelle — mais nous sommes toujours là, et c’est notre responsabilité de transmettre exactement ce que dit le renseignement.

Le renseignement nous dit, par exemple, que Poutine n’a aucune intention de conclure un accord, que ce n’est pas pour lui simplement une question de territoire, mais la volonté de dominer et de transformer l’Ukraine en quelque chose qui ressemble plutôt à son voisin, le Bélarus.¹³
¹³
Dans Bloomberg Opinion, Marc Champion décrit le Bélarus, dirigé depuis 1994 par l’autoritaire Alexandre Loukachenko, comme « le modèle de l’union subordonnée d’États russes que Poutine veut construire ». Le pays dépend de l’énergie et de l’aide financière russes. La Russie a utilisé le territoire biélorusse comme base opérationnelle pour des milliers de soldats pendant la guerre en Ukraine, et y a déployé des armes nucléaires tactiques.

Donc, si Vladimir Poutine n’a aucune intention de négocier, comment voyez-vous la fin de cette guerre ?

Dans les conditions actuelles — je me base sur l’accès que j’avais il y a quelques semaines à notre analyse du renseignement — [Poutine] n’est pas prêt à conclure un accord. Pour moi, la réponse est qu’il faut exercer davantage de pression pour qu’il accepte d’en conclure un.

Le président ukrainien est clairement prêt à un accord. Il est — et c’est remarquable dans la quête de la paix — prêt à céder de facto jusqu’à 20 % de son pays.

Donc qu’est-ce qui peut changer ça ?

Plus de pression sur le champ de bataille. L’industrie de défense ukrainienne manque de capital. Elle dispose de capacités inutilisées que des financements pourraient activer. Nous pourrions aussi leur donner davantage d’autorisations concernant l’usage d’armes à longue portée, ainsi que des éléments essentiels de défense aérienne. Et il y a la possibilité d’exercer beaucoup plus de pression sur Poutine chez lui.

Je ne prétends pas que cela donnera des résultats immédiats. Il faut être patient. Il faut être prêts à tenir. J’ai parlé de l’importance fondamentale de ce conflit pour l’alliance occidentale — qu’il ne faut absolument pas perdre cette bataille de volontés.

Vous m’avez donné votre lecture de Poutine. Et votre lecture du président Trump ? Pourquoi accueille-t-il Poutine avec un tapis rouge ? Pourquoi lui accorde-t-il toujours le bénéfice du doute ?¹⁴

¹⁴ La rencontre entre Poutine et Trump en Alaska en août s’est ouverte sur « un spectacle hautement chorégraphié », rapportait Bloomberg. « Les deux hommes sont descendus de leurs avions et ont traversé le tarmac sur des tapis rouges dans une ouverture scénarisée. Trump applaudissait en voyant Poutine s’approcher, puis l’a salué d’une poignée de main chaleureuse et d’une tape sur le bras. »

Mishal, la merveille de ce métier que j’ai eu l’honneur d’exercer, c’est que nous espionnons Poutine, mais pas nos alliés américains. D’autres seraient mieux placés que moi pour commenter la politique usaméricaine.




Trump avait promis de mettre fin à la guerre en Ukraine dès son retour à la Maison-Blanche, mais malgré une rencontre avec Vladimir Poutine en Alaska en août dernier, un accord reste pour l’instant hors de portée. PhotoAndrew Caballero-Reynolds/AFP/Getty Images

Mais votre lecture personnelle, issue de votre expérience, pas d’informations classifiées.

Ce que je dirais, c’est que je reconnais chez le président Trump un engagement sincère pour la paix. Il semble trouver les horreurs de la guerre — comme celles observées en Ukraine ou à Gaza — profondément choquantes, et veut y mettre un terme.

Je pense qu’il y a eu une évolution dans la réflexion de l’administration concernant Poutine.

Clairement, Poutine tente de nous manipuler. C’est un officier du renseignement, Mishal. Je reconnais ce type. Il essaie de nous placer dans une position qui lui convient, et il faut l’en empêcher, ne pas lui laisser cette marge de manœuvre.¹⁵
¹⁵
Poutine a rejoint le KGB en 1975, après l’université à Leningrad. Il a appris l’allemand et a été envoyé en Allemagne de l’Est au moment de la chute du Mur en 1989, observant la prise d’assaut du siège de la Stasi à Dresde. Aujourd’hui, ses anciens collègues du KGB comptent parmi ses plus proches conseillers.

Vous décrivez une guerre longue.

J’étais payé pour voler des secrets, pas pour résoudre des énigmes. Mais il est absolument crucial que nous ne perdions pas cette bataille de volontés. Non seulement à cause de Poutine et d’autres dirigeants russes — ce que ça pourrait encourager comme tests opportunistes de nos défenses, dont certains que nous avons vus ces dernières semaines — mais aussi parce que le président Xi observe ça de très près.

La direction chinoise a construit un récit de faiblesse occidentale depuis la crise financière internationale. Il y a un réel danger que, si elle nous voit faibles en Ukraine, elle en tire des conclusions sur son propre comportement en mer de Chine méridionale, voire vis-à-vis de Taïwan.


Poutine, Xi et Kim Jong Un lors d’un défilé militaire à Beijing en septembre dernier. Photo Sergey Bobylev/POOL/AFP/Getty Images

Les deux pays — la Russie et la Chine — ont-ils été rapprochés par les actions usaméricaines cette année ? Je pense à ces images à Pékin, où l’on voyait Vladimir Poutine, Xi Jinping et Kim Jong Un ensemble.¹⁶

¹⁶ Dans une précédente Weekend Interview, j’avais demandé à l’historienne chinoise Jung Chang de réagir à cette image. « Elle me révulse », disait-elle. « J’ai peur que la Chine prenne le contrôle du monde ; où pourrais-je fuir alors ? Et où les autres pourraient-ils fuir ? »

Je ne pense pas qu’ils aient été rapprochés par les USA. Ils ont été rapprochés par leur alliance, en particulier autour de l’Ukraine. C’est une relation très inégale, mais Poutine est devenu de plus en plus dépendant du soutien chinois. Bien que les Chinois n’aient pas fourni aux Russes certaines des armes les plus sophistiquées, ils ont été très utiles en fournissant des éléments à double usage, pouvant avoir une application civile ou militaire. Les composants chimiques de ces obus sont pour la plupart chinois ; de nombreux éléments des missiles sont chinois.¹⁷
¹⁷
Le gouvernement chinois a nié fournir des armes létales à la Russie et affirme contrôler strictement les exportations de biens dits à double usage.

Et bien sûr, les Iraniens et les Nord-Coréens l’ont aussi aidé. Il y a donc eu un resserrement de ce groupe de quatre pays qui s’associent pour faire de mauvaises choses.

Depuis quelques mois, les USA mènent des frappes sur des bateaux dans les Caraïbes, disant qu’ils transportaient des trafiquants de drogue. Vous avez été confronté à tant de questions de ce genre ; vous avez vécu l’époque des frappes de drones en Afghanistan. Que pensez-vous de cette situation dans les Caraïbes ?

Je ne suis vraiment pas au courant, Mishal. Ce n’est pas au premier plan des intérêts britanniques. Donc je ne sais véritablement pas sur quoi les USA fondent ces frappes.

Vous avez mentionné l’Afghanistan. Nous préférons toujours arrêter les gens et les traduire devant un tribunal. Mais dans certaines régions du monde, à certains moments, des individus qui veulent vous faire du mal ne sont pas atteignables. Et en dernier recours, les ministres peuvent autoriser une opération létale, comme une frappe de drone, afin d’éliminer une menace. Mais lorsque vous faites ça, la loi britannique exige que l’action soit nécessaire et proportionnée à la menace. Il y a généralement un mot très précis : imminence. En d’autres termes, il ne suffit pas d’une menace vague qui pourrait se matérialiser dans 20 ans. Elle doit être réelle et actuelle. C’est sur cette base que nous procédons. Et je ne peux vraiment pas commenter ce qui se passe au Venezuela.¹⁸
¹⁸
Moore ne voulait véritablement pas aborder ce sujet, mais les frappes contre ces bateaux ont commencé en septembre, et il est difficile d’imaginer que la question n’ait pas été portée à sa connaissance en tant que chef du MI6. Peu après notre entretien, CNN a rapporté que le Royaume-Uni avait suspendu un certain partage de renseignements avec les USA, en raison d’inquiétudes concernant ces frappes, ce que le gouvernement britannique n’a pas démenti. Pour un autre point de vue, voir notre récente Weekend Interview avec María Corina Machado, dirigeante de l’opposition vénézuélienne.

J’aimerais maintenant parler plus près de chez nous, des responsables politiques en Europe. Deux d’entre eux ont été accusés de reprendre des éléments de langage russes sur l’Ukraine, d’être complaisants envers la Russie : Nigel Farage, qui pourrait être le prochain Premier ministre britannique, et Marine Le Pen. Auriez-vous des inquiétudes si l’un ou l’autre était élu ?

Mishal, j’ai passé 38 ans à être résolument apartidaire non partisan. Je ne vais pas abandonner cette habitude maintenant.

Le rôle du chef du MI6 ? Servir le gouvernement en place, dans le respect de la loi britannique. Vous fournissez la vérité au pouvoir ; vous vous présentez fréquemment devant le Premier ministre et le ministre des Affaires étrangères et, parfois, vous leur dites des choses qu’ils ne veulent vraiment, vraiment pas entendre — en particulier un vendredi après-midi.

Lorsque vous quittez tout cela, comme c’est votre cas maintenant, que se passe-t-il ? J’imagine qu’on ne peut pas vraiment exercer un travail pareil sans lui consacrer chaque heure éveillée.

Je ne m’inquiétais pas pour les choses que je ne pouvais pas changer. Je me concentrais beaucoup sur notre propre travail, le renseignement humain — maintenir cela dans un monde où les outils de surveillance utilisés contre vous sont très sophistiqués.

Je me demandais : pouvons-nous rester dans la course ? Allons-nous rester suffisamment bons dans nos méthodes, notre tradecraft ? Allons-nous obtenir les technologies adéquates suffisamment vite ?

Est-ce plus une question de technologie que de facteur humain désormais ?

C’est les deux. Ce n’est pas du tout binaire. Il faut d’excellentes technologies. L’intelligence artificielle nous aide énormément à analyser d’immenses volumes de données et peut-être à trouver quelqu’un susceptible de nous aider. En même temps, vous pouvez observer en Chine que l’État de surveillance est très avancé et qu’une grande partie de cette technologie s’exporte. Cela ne doit pas forcément venir de Beijing : vous pouvez rencontrer ça à Dubaï ou dans une autre ville. Nous devons rester très attentifs aux capacités déployées contre nous.

Je m’inquiétais de savoir si nous resterions au sommet. Je suis heureux de dire que je pense que c’est le cas, mais c’est une forme de course aux armements. L’une des raisons pour lesquelles j’ai décidé que nous devions être un peu plus ouverts sur qui nous sommes et parler davantage de notre mission, c’est que je voulais engager la discussion avec le secteur technologique en dehors du gouvernement — qui possède souvent les solutions.¹⁹
¹⁹
Moore est devenu le premier chef du MI6 à donner une interview télévisée en direct alors qu’il était encore en fonction. Il en a donné peu, mais sous son mandat le service a aussi lancé un compte Instagram et publié sur YouTube des instructions expliquant comment le contacter de manière sécurisée.

Vous voulez dire OpenAI, Google ?

Tout — des très grandes entreprises de défense ou de technologie, jusqu’à la femme qui invente quelque chose d’extraordinairement brillant dans son garage. Les grandes entreprises étaient plus faciles à atteindre ; nous avions déjà des structures pour ça. Nous pouvions habiliter certains de leurs employés afin qu’ils puissent voir des éléments classifiés. Mais si vous êtes une petite start-up, ce n’est pas votre monde. Et si nous attendons en disant : « Nous devons vous soumettre à une procédure de sécurité », ces gens auront créé leur entreprise, gagné un milliard et disparu avant que nous ayons fini. Il était donc important d’être plus ouverts.

Avez-vous réussi à créer une forme de procédure accélérée ?

Oui, nous avons fait de très belles choses. Le HMGCC — His Majesty’s Government Communications Centre — qui est un acronyme affreux, je m’en excuse — est notre pôle national d’ingénierie pour la sécurité. Si vous êtes fan de James Bond, c’est ce qui se rapproche le plus de Q Labs. On peut désormais se rendre dans un bâtiment près de la gare de Milton Keynes et littéralement y entrer pour parler de technologies.

Il y a quelques années, sous mon prédécesseur, nous avons décidé de nous lancer dans le capital-risque. Le National Security Strategic Investment Fund (NSSIF) examine les technologies qui, laissées au seul marché, ne seraient peut-être pas financées, mais qui, avec un soutien de la communauté du renseignement, attirent l’intérêt du secteur privé. Sur les technologies financées, 40 % sont effectivement utilisées dans l’organisation. C’est un changement majeur.²⁰
²⁰
Le NSSIF, créé en 2018, affirme se concentrer sur l’IA, l’espace, le quantique, et d’autres technologies émergentes. Comparable à In-Q-Tel, créé par la CIA. Il a soutenu notamment Tekever, fabricant de drones — dont le matériel équipe aujourd’hui la Royal Air Force — et Oxford Ionics, une start-up de calcul quantique rachetée ensuite pour 1 milliard de dollars par une entreprise usaméricaine.

Que ressent-on en vivant « à l’extérieur » désormais ?

Si vous faites ces métiers, vous les exercez pendant cinq ans, et vous devez prendre soin de vous.²¹ J’avais une institution extraordinaire sous ma responsabilité, et je pouvais déléguer. Je pouvais m’absenter et prendre des vacances — bien sûr, si quelque chose de massif se produisait, je rentrais.

²¹ Quitter le poste après cinq ans est une convention relativement récente. Le premier chef du MI6, Mansfield Cumming — officier de marine à monoicle et fondateur du service en 1909 — a servi jusqu’en 1923. Il signait ses lettres « C » pour Cumming ; le surnom est resté et a été adopté par ses successeurs.

Je suis aussi, je crois, quelqu’un d’assez calme. Je ne suis pas un grand anxieux. On ne veut pas d’un inquiet dans ce métier.

Au cours des six dernières semaines, beaucoup d’amis s’attendaient à me voir totalement transformé, mais je ne me sens pas ainsi. J’ai passé de très belles vacances en Toscane avec Maggie, puis nous sommes rentrés, et je réfléchis à ce que je pourrais faire ensuite.

Il y a un poste vacant d’ambassadeur à Washington.

Ce n’est pas pour moi. Je souhaite la meilleure des chances à celui qui prendra ce rôle, et je suis sûr qu’ils choisiront un excellent candidat.

Pourquoi dites-vous non aussi facilement ?

Je le dis facilement parce que, bien sûr, j’y ai beaucoup réfléchi et j’ai pris ma décision. Je pense qu’il y a des gens mieux qualifiés que moi pour ce poste. Après cinq années d’un travail vraiment intense, je suis prêt à faire autre chose — y compris passer davantage de temps avec mon petit-fils.