Affichage des articles dont le libellé est Hezbollah. Afficher tous les articles
Affichage des articles dont le libellé est Hezbollah. Afficher tous les articles

30/03/2023

SERGIO RODRIGUEZ GELFENSTEIN
Pour le régime sioniste, c’est le début de la fin : en voici quelques indices

 Sergio Rodríguez Gelfenstein, 29/3/2023
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Original He aquí evidencias claras del principio del fin del régimen sionista
English Behold, clear evidence of the beginning of the end of the Zionist regime

À Julio García Jarpa, camarade et  ami cher
qui nous a quittés avant l’heure
Un homme noble et bon, loyal comme peu d’autres.
Il y a quelques jours, après avoir lu mon article précédent,
 avec son humour traditionnel, il m’a écrit pour me dire
“Ecrivez poète, vous avez de l’avenir”.
Qu’il en soit ainsi, cher frère, et je promets de continuer à le faire.
Jusqu’à la victoire. Toujours !

La décision de Benjamin Netanyahou de reporter sa proposition de refonte judiciaire semble clore une période de grands bouleversements dans l’État sioniste, mais les événements de ces dernières semaines pourraient faire penser le contraire.

Il convient toutefois de préciser qu’il ne s’agit pas de “souffler les bougies” de la fin du sionisme à court terme, mais de montrer la pourriture politique, morale et éthique du régime et la fin du mythe de l’homogénéité et de la solidité du système de domination sioniste.

 À cette occasion, nous ne porterons pas de jugement de valeur, nous nous contenterons de rappeler les événements des six derniers mois. Laissons-les parler d’eux-mêmes, afin que chacun puisse tirer ses propres conclusions. Nous commencerons en septembre de l’année dernière, lorsque, à mon avis, l’escalade des conflits internes a commencé, pour aboutir à une situation qui met clairement en évidence la fragilité de l’État sioniste :

9 septembre. Le général de division Uri Gordin, nouveau commandant du commandement nord de l’armée israélienne, a averti que le Hezbollah tirerait quelque 4 000 missiles sur les territoires occupés au cours des premiers jours d’une éventuelle guerre à venir et que les dirigeants israéliens seraient les premiers visés.

4 octobre. Dans une interview accordée aux médias, l’ancien chef de la Direction du renseignement militaire de l’armée israélienne (AMAN), le général-major Amos Yadlin, a donné son avis sur l’accord maritime avec le Liban qui était en cours de discussion à l’époque. Yadlin a déclaré : « Les critères de l’accord n’ont pas été publiés, ni en Israël ni au Liban, et l’hypothèse selon laquelle il pourrait être proche de la fin est que le secrétaire général du Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, a obtenu tout ce qu’il voulait, et qu’il est donc satisfait... »

4 octobre. Les médias israéliens, quant à eux, ont déclaré que Hassan Nasrallah « a réussi la bataille des consciences dans les négociations sur la délimitation des frontières maritimes ». Ils ajoutent que le Liban est uni sur l’accord maritime alors que « Tel-Aviv est divisé ».

8 octobre. La chaîne israélienne Kan estime que « ni le commandant, ni les services de renseignement israéliens ou occidentaux ne peuvent entrer dans la tête de Nasrallah et parvenir à analyser ce qu’il planifie ».

22/10/2022

  SERGIO RODRíGUEZ GELFENSTEIN
Algo huele mal en Israel
Las implicaciones del acuerdo sobre la frontera marítima con el Libano

Sergio Rodríguez Gelfenstein, 20/10/2022
La situación internacional tan compleja y convulsa que vive el planeta en los últimos años, sobre todo desde el inicio de la pandemia en 2020 y la guerra de la OTAN contra Rusia que comenzó en octubre de 2014 pero que este año ha tenido una importante escalada, ha influido poderosamente en casi todos los acontecimientos políticos del planeta.

Muy a su pesar, el Estado sionista no ha podido apartarse de tal dinámica que empieza a influir directamente en el acontecer interno y en la capacidad de decisión del gobierno. Así, la guerra en Ucrania y las sanciones de Estados Unidos y sus apéndices contra Rusia ha significado un golpe a un mercado gasífero mundial sometido a fuertes vaivenes que hacen imposible mantener la estabilidad para los consumidores.

Por esta razón, ante el litigio fronterizo con el Líbano, el ente de ocupación que usurpa el territorio palestino se ha visto obligado a consentir las condiciones que Hezbollah ha establecido para llegar a un acuerdo. Europa ha exigido a Estados Unidos e Israel “bajar la guardia” para aceptar la mayor parte de los puntos de vista de la organización de la resistencia libanesa que aprovechando la coyuntura y las necesidades de gas del Viejo Continente, forzó un trato que no sólo resuelve el asunto vinculado a la explotación y producción del combustible, sino que también reconoce derechos soberanos de el Líbano sobre territorios que le pertenecen y que estaban en cuestión.  

Por otra parte, mientras el acuerdo ha generado unidad nacional en torno a Hezbollah en el Líbano, en Israel ha despertado todo tipo de apreciaciones contradictorias y lucha de tendencias como expresión de una debilidad interna que crece con el tiempo y que se manifiesta en una profunda crisis social, deserción y huida de jóvenes para no cumplir el servicio militar y resquebrajamiento de la unidad tan publicitada en el Estado sionista como instrumento de cohesión para justificar la represión contra el pueblo palestino así como cumplir con su papel de gendarme de la política de Estados Unidos en la región.

Escrito en el contenedor; “Gás-Egipto-Palestina-Libano”, y sobre el gasoducto: “Hacia UE”-Viñetas de Imad Hayyay, Jordania


Todo tipo de declaraciones públicas dan cuenta de esta situación. Cuando los términos del acuerdo aún no eran conocidos el ex jefe de la División de Inteligencia Militar del ejército israelí Amos Yadlin, opinó que aunque “Los criterios para el acuerdo no se han publicado, [existe] la suposición […] de que [el secretario general de Hezbollah, Hasan] Nasrallah obtuvo todo lo que quería, por lo que se siente satisfecho…” y agregó: “Cuando escuché el discurso de Nasrallah, sonó como alguien que conoce el trato y lo presenta al público libanés como un éxito para ellos. Hay puntos muy complicados que aún no conocemos”. Yadlin aseguró que el acuerdo era importante para ambas partes. Según él, para Israel significaba conseguir una “calma” muy necesaria. 

Una apreciación semejante hizo el canal estatal israelí KAN 11. Estimó que “un país que sufre un conflicto y está dividido políticamente como el Líbano, parece más unido que Israel con respecto a todo lo relacionado con la cuestión de la disputa sobre las fronteras marítimas”. Así mismo, valoró que el resultado obtenido significo un éxito para Nasrallah en “la batalla de la conciencia en las negociaciones para demarcar las fronteras marítimas”.

En este contexto, el ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu la emprendió contra el actual premier Yair Lapid , asegurando que éste se había rendido ante las amenazas de Nasrallah porque Hezbollah recibirá “territorio soberano de Israel y un yacimiento de gas valorado en miles de millones de dólares, sin ningún debate parlamentario ni referéndum”. Lapid le respondió diciendo que, a pesar de no haber llegado al acuerdo deseado, eso, “no era razón para unirse a la campaña de propaganda de Nasrallah”.


Viñeta de Mohamed Sabaaneh/Middle East Monitor

Otros criterios apuntan en la misma dirección. El analista político israelí, Rafif Droker, destacó que Israel habría retrasado el acuerdo marítimo con el Líbano durante 200 años si no hubiera sido por el poder militar de Hezbollah. Por su parte el experto en asuntos árabes Zvi Yehezkeli dijo que: “Israel retrocedió debido a las amenazas de Nasrallah” y agregó que el pueblo libanés le agradece porque protegió sus derechos. Coincidiendo con la apreciación general, este especialista cree que el líder de Hezbollah utilizó los problemas políticos locales de Israel y la necesidad internacional de gas, asegurando que Tel Aviv está en una situación tal que “cualquier guerra con Hezbollah sería destructiva para los israelíes”. 
 
Por su parte, la ministra de interior israelí Ayelet Shaked declaró que las amenazas fueron el catalizador para llegar al pacto de demarcación de la frontera marítima. Según ella, fue muy vergonzoso que Nasrallah amenazara a Israel con disparar contra las plataformas israelíes en el campo de gas de Karish que se encuentra en la zona en disputa, si su país comenzaba a extraer el hidrocarburo antes de la firma del convenio. No parece serio proviniendo de una funcionaria de un Estado que ha invadido dos veces a el Líbano y que tiene ocupada a Palestina y parte de Siria en el Golán. Shaked manifestó que tales amenazas al acuerdo fueron “un catalizador para firmar” [ella fue el único miembro del gabinete que no aprobó el acuerdo y arremetió contra Lapid tras anunciar que no sometería el acuerdo a votación en la Knesset, NdE].
 
Se refería a las advertencias de Hezbollah que anunció que no iba a permitir la explotación del gas sino se consideraban los puntos de vista del gobierno del Líbano.  El 3 de julio, tres drones enviados por Hezbollah sobrevolaron las plataformas israelíes en el campo de gas de Karish enviando un poderoso mensaje que advertía a Israel contra cualquier infracción. Unos días después, el 13 de julio, el secretario general de Hezbollah hizo saber a Estados Unidos e Israel que, si se impedía que el Líbano extrajera sus recursos marítimos, tampoco Israel podría hacerlo. Más adelante, el 31 de julio, Hezbollah publicó un vídeo que mostraba las plataformas israelíes, reiterando sus avisos a Israel contra sus intentos de explotar unilateralmente los campos de gas y petróleo. Después de esto, Mawaf Fardy, un analista político citado por el canal de televisión libanés Al -Manar, dijo que Israel se vio obligado a hacer concesiones después de las advertencias de Hezbollah  “lo que confirma que ´Israel` no entiende otro lenguaje que el de la fuerza”.

En una mirada más amplia de la situación, ya el pasado 8 de septiembre , el mayor general Uri Gordin nuevo jefe del comando norte del ejército israelí, alertó en el sentido de que Hezbollah podría disparar hasta 4.000 misiles contra Israel en los primeros días de un potencial conflicto bélico que podría desatarse. Según el alto jefe militar esto significa unas 10 veces más que los utilizados en la guerra de 2006 y aseguró que la organización libanesa podía ir incrementando la cifra a razón de 1.500 a 2.000 diarios.

Intentando matizar la información, Gordin afirmó que el número de misiles de alta precisión de Hezbollah es relativamente pequeño, pero que son suficientes para que instalaciones estratégicas civiles y militares, así como altos líderes del país estén entre los blancos a atacar. Agregando preocupación a su análisis, opinó que Israel no está preparado para interceptar tal cantidad de misiles por los que el número de víctimas podría ser muy alto. Y señaló que las ciudades de Haifa y Tiberíades estarían entre los objetivos de Hezbollah. Ahondando en el conflicto interno generado, el exministro de energía y actual miembro del parlamento, Yuval Steinitz, afirmó que: “Israel cedió un área de agua 17 veces el tamaño de Tel Aviv”. Así mismo, en una entrevista con el periódico de extrema derecha Israel Hayom, cercano a Netanyahu, el ex embajador de Estados Unidos designado por Donald Trump en Israel, David Friedman criticó duramente el pacto afirmando que Hezbollah estaba en una buena posición porque fue el ganador; “… sin ser parte directa de las negociaciones, fue su posición la que trajo a el Líbano el 40% adicional… Este aumento, en comparación con lo que había en el pasado, es producto de la acción de ellos”.

Como se puede observar, la situación creada ha conmocionado a la sociedad israelí. En este sentido Roi Sharon, analista de asuntos militares de KAN 11 consideró que ni los jefes militares ni los analistas de inteligencia israelíes u occidentales “pueden entrar en la cabeza de Nasrallah y lograr analizar lo que planea”. Yendo más allá, el exministro Tzachi Hanegbi, miembro del parlamento por el partido Likud,  de extrema derecha, dijo que “cree más en Nasrallah que en los portavoces israelíes”. 

Esta situación se produce en el mismo momento que todas las organizaciones políticas de Palestina reunidas en Argel, firmaron un compromiso de 9 puntos para avanzar hacia la unidad nacional y poner fin a la división que desde hace quince años mantiene enfrentados a Al Fatah y a Hamás. Entre los puntos, destaca la convocatoria de elecciones en el plazo de un año desde la firma del documento y el reconocimiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como único representante legítimo del pueblo palestino. Este llamado es una convocatoria para que partidos y movimientos como Hamás que gobierna en Gaza y la Yihad Islámica, entre otros que hoy no son miembros, se adhieran a la organización. De esta manera, el más amplio espectro jamás alcanzado de fuerzas políticas palestinas estableció la “firme convicción” de que mantener la situación actual "favorece el 'statu quo' y alimenta el fracaso del proceso de paz en Oriente Medio", además de beneficiar a la ocupación israelí. 
 
Este debilitamiento de Israel que se manifiesta tanto en la unidad palestina como en el acuerdo limítrofe, considerado como la tercera victoria de Hezbollah contra el Estado sionista después del triunfo en las guerras de 2000 y 2006, son expresión de los éxitos de la lucha de la resistencia. En 2000, se logró la retirada de Israel del Líbano, en 2006, el objetivo era recuperar a los combatientes presos en las cárceles del sionismo, lo que también se obtuvo. Ahora se trataba del reconocimiento de los límites marítimos libaneses y la aceptación de su derecho a explotar las riquezas que subyacen en ese territorio, lo cual sin duda debe apreciarse como un nuevo triunfo. Aunque el convenio aún no se ha firmado, la aceptación de las partes que conducirá a la concreción de este se hará en Naciones Unidas [el 26 o 27 de octubre, en la sede de la FINUL en Naqura, een el sur de Líbano, NdE], tras el rechazo del Líbano de firmar bilateralmente un acuerdo con un Estado al que no le reconoce legitimidad .

Para la historia quedará esta batalla diplomática como un triunfo indudable del pueblo libanés y de todas las fuerzas de la resistencia antiimperialista y anti sionista.


13/10/2022

DAVID DAOUD
L'accord d'Israël avec le Liban est un cadeau inestimable pour le Hezbollah

David Daoud, Haaretz, 11/10/2022
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

David Daoud est directeur de la recherche sur le Liban, Israël et la Syrie à United Against Nuclear Iran (UANI, Unis contre un Iran nucléaire) et chercheur non-résident à l’Atlantic Council.

NdT
Loin de partager les opinions et les engagements de l’auteur, j’ai traduit son article pour son intérêt quasiment anthropologique : il est rare que l’on reconnaisse la victoire d’un ennemi, en l’occurrence le Hezbollah.

Israël espère que l'accord sur la frontière maritime avec le Liban réduira les risques de guerre ou d'affrontements violents avec le Hezbollah. Paradoxalement, l'accord ne fait que les rendre plus probables

Quand Israël et un pays arabe interagissent sans violence, cela suscite naturellement une certaine excitation. Les observateurs intéressés ont tendance à deviner la perspective d'une paix imminente, ou du moins un signe de progrès vers elle, dans tout acte de non-belligérance mutuelle.

Ce sentiment est compréhensible. Comme en témoignent les présidents usaméricains successifs qui, de manière chimérique, mettent en jeu leur héritage de politique étrangère pour parvenir à la paix entre Juifs et Arabes, le désir de voir la fin du conflit israélo-arabe, apparemment interminable, a tendance à l'emporter sur la rationalité.

Mais dans cette catégorie d'interactions arabo-israéliennes bienvenues, et encore moins compréhensibles, les gestes entre le Liban et Israël en particulier – même neutres, purement procéduraux - se voient accorder une signification spéciale, presque mystique. Soulignant l'irrationalité, en particulier ces dernières années, cela a parfois même remplacé l'excitation des gestes de rapprochement entre Israéliens et Palestiniens, dont la discorde a jadis été au cœur du conflit arabo-israélien.

Cette exaltation injustifiée est basée sur deux séries de fictions sur le Liban, en particulier en ce qui concerne Israël – l’une occidentale, et l’autre typiquement israélienne.

Dans l'imagination occidentale, avec un accent sur l'imagination, le Liban a longtemps été perçu comme un bastion levantin de la civilisation raffinée (lire : européenne). Cette conception est fondée sur  ce qui était perçu comme l'européanité des chrétiens maronites du Liban et sur une notion corollaire répugnante et franchement chauvine, sinon carrément raciste – souvent promue par de nombreux chrétiens maronites eux-mêmes : que l'hégémonie culturelle historique maronite au Liban a éclairé et civilisé les Arabes musulmans du pays, qui (selon cette cette pensée) auraient autrement été tout aussi ignorants et barbares que le reste de leurs frères dans la région.

Bref, le Liban mérite une attention et un soin particuliers – il doit être « sauvé », et nous, en Occident, devons le sauver, nous dit-on à satiétéparce que le Liban, contrairement à ces autres pays arabes, est « comme nous ». Autrement, nous disent les mêmes personnes, le Liban deviendra une plaque tournante de l'exportation de drogue et du terrorisme.

23/08/2022

AMOS HAREL
Beaucoup de généraux israéliens souffrent de SSPT, mais ces confessions du général de brigade Effie Defrin sont sans précédent
De la défaite au Liban en 2006 à la mondialisation du savoir-faire sioniste

Amos Harel, Haaretz, le 19/8/2022

Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Ce qui s'est passé dans les derniers instants de la Seconde Guerre du Liban le hante jour et nuit. Entretien à cœur ouvert avec le général de brigade des FDI Effie Defrin

Le général Effie Defrin : « Mon état d’esprit était déjà que je ne reviendrais pas. Le vendredi soir, j'ai parlé avec ma femme au téléphone et je me suis demandé comment mener une dernière conversation avec elle sans lui dire que je ne reviendrais pas. » Photo :Tomer Appelbaum

 

Vendredi dernier, le 12 août, le général de brigade Effie Defrin a marqué ce qu'il appelle, avec une certaine ironie, « l'anniversaire de ma mort ». Dans l'après-midi de ce jour, il y a 16 ans, Defrin était le commandant du 9e bataillon de la 401e brigade blindée des Forces de défense israéliennes. Lorsque la brigade a commencé à traverser Wadi Saluki, dans ce qui deviendrait probablement la bataille la plus connue et la moins nécessaire de la Seconde Guerre du Liban, le bataillon de Defrin a été attaqué avec des missiles antichars dans une embuscade du Hezbollah. Il a été grièvement blessé et a été évacué alors qu'il était ventilé et dans le coma induit. Initialement, son état a été classé comme critique. Sa femme, Carmel, a été appelée à l'hôpital, avec l'idée qu'elle devrait se séparer de lui.

 

Mais Defrin se remit exceptionnellement vite, surprenant ses médecins, et quelques semaines plus tard il était de retour à la tête de son bataillon – qui, comme lui, était sorti de la guerre battu et meurtri. Au cours des trois dernières années, il a dirigé la Division de la coopération internationale de l'armée, qui, malgré son nom plutôt inoffensif (qui sera bientôt changé), est chargée de coordonner les efforts de collaboration entre les FDI et des dizaines d'armées étrangères, et entretient également certains des liens de sécurité sensibles d'Israël.

 

Sur les photos officielles de l'armée, Defrin, en uniforme, sourit toujours. C'est aussi le visage connu de ses nombreux homologues dans les armées des pays amis. Mais depuis la bataille de Wadi Saluki, il a néanmoins porté en lui une expérience qui n'a été diagnostiquée que ces dernières années comme un syndrome de stress post-traumatique (SSPT).

 

Dans une interview à Haaretz, il décrit franchement les pensées et les sentiments difficiles que la guerre lui a laissés : qu'il s'agisse de la mauvaise préparation des troupes, de la déception au vu de l'issue des combats, ou de la perte de ses hommes et de l'immense estime pour le courage dont ses soldats ont fait preuve au combat. À mon avis, les hauts gradés de Tsahal encore en service, ou ceux qui ont terminé leur service ces dernières années, qui portent des fardeaux similaires ne sont pas rares – mais Defrin est apparemment le premier d'entre eux à en parler si franchement.

 

Tanks disparus

 

J'ai rencontré Defrin pour la première fois, en avril 2007, environ huit mois après la fin de la guerre au Liban. À l'époque, il avait 35 ans. Au cours de la collecte de matériel pour un livre sur la guerre (publié en anglais, en 2009, sous le titre « 34 Days : Israel, Hezbollah, and the War in Lebanon » [34 jours : Israël, le Hezbollah et la guerre au Liban]), que j'ai écrit avec Avi Issacharoff, des centaines d'entretiens ont été menés avec des personnes qui avaient été impliquées dans les combats. Parfois, le voyage que nous avons fait parmi les personnes interrogées – du premier ministre et des membres du cabinet, en passant par les généraux et les soldats du rang – ressemblait à des visites à des personnes blessées dans un accident de voiture en chaîne.

 

Le rapport intérimaire accablant de la Commission d'enquête Winograd sur la guerre venait d'être publié. L'histoire révisionniste de la guerre, la fausse affirmation que les FDI avaient en fait remporté une victoire retentissante, n'avait pas encore vu le jour. Certains des acteurs clés avaient déjà démissionné, dans un climat de dépression que la guerre avait engendré parmi le public. D'autres luttaient toujours pour leur avenir, avec l'aide d'avocats et de transcriptions de réunions secrètes. Des citations ont été tirées d'eux avec soin pour démontrer la responsabilité limitée que ces individus portaient ostensiblement pour l'échec de la guerre et pour rejeter la responsabilité sur leurs rivaux.

 

La rencontre avec Defrin était totalement différente. À la différence d’une grande partie des entretiens menés pour le livre, il s'agissait d'une conversation de fond, qui a été arrangée par des représentants de l'unité du porte-parole de Tsahal, parce que Defrin était toujours en service actif. Nous n'étions pas autorisés à le citer directement. L'entrevue d'une heure que j'avais programmée avec lui a duré près de trois heures.