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22/02/2023

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
Restaurante La Huella y la verdad de la milanesa*

Luis E. Sabini Fernández, 22-2-2023

Ninguna novedad saber que los medios de incomunicación de masas no informan la esquiva verdad, sino que configuran sus verdades, a menudo deglutidas de antemano.

El episodio del restaurante La Huella en José Ignacio, al este del dpto. de Maldonado es paradigmático.


En mayo de 2021, en plena matanza de palestinos mediante bombardeo de zonas civiles,[1] el presidente uruguayo, conservando un triste historial de apoyo incondicional de  gobiernos uruguayos al Estado de Israel no tuvo nada mejor que apresurarse a expresar su “solidaridad” con Israel ante “la violencia palestina”.[2] Martín Pittaluga, hispano-uruguayo y −alma mater de La Huella, observó la cruda realidad y comentó, muy contenidamente: “¿Solidaridad? En vez de condenar la violencia desmedida del gobierno reaccionario de Netanyahu. Más de 50 muertos es lamentable y triste.” [3]

Y como decía la abuela, en Uruguay “se armó la de San Quintín”.

La Huella era el restaurante que había logrado atraer al mayor número de clientes del entorno; se decía que ¡hasta mil diarios! Desde Punta del Este y alrededores. No se trata de población de bajos recursos, ciertamente.

Marcos Galperin, dueño y director del exitosísimo Mercado Libre, Jeordan Legon, dueño y director de Alnylam Pharmaceuticals entre muchos otros repudiaron el comentario de Pittaluga y anunciaron la voluntad de boicotear su hasta ahora tan atractivo restaurante. (los datos de estos dos últimos párrafos se basan en el artículo ya citado en nota 2).

Alguien con claro sentido práctico le anunció: “Acabás de perder chiquicientos clientes, dudo que ganes uno solo con lo que acabás de poner.” Buen ojo comercial, monetario. El desconocido citado por infobae remata: “Infórmate antes de poner cualquier guarangada”. Como si Pittaluga hubiera desbarrado; el calificativo “guarangada” para referirse a la compasión por tantos muertos califica la mentalidad y la moral de quien lo dice.

Aunque hubo aclaraciones y deslindes de Pittaluga, que, por ejemplo, aclaró que no era antisemita (lo cual es obvio, dada la enorme cantidad de judíos antiisraelíes y antisionistas críticos de Israel), la bula condenando a Pittaluga había echado a correr y era imparable.

Tenía su explicación. Buena parte de la red social de la CIPEMU –Comunidad Israelita de Punta del Este, Maldonado, Uruguay− tiene que haberse sentido disgustada con semejante juicio y condena en su propio mundo. En esa especie de minúscula pero significativa “República de Saló” que el CIPEMU  encarna en Punta del Este e inmediaciones, el cuestionamiento de Pittaluga debe haber sonado a blasfemia; pronunciando lo impronunciable.[4]

Es un hecho significativo. Porque Pittaluga con su honestidad intelectual y su frescura política ofició como el niño que señalara al rey desnudo en el muy instructivo cuento del Conde Lucanor sobre los tejedores pícaros que embaucaran al rey.

Pittaluga no señaló que el “terror palestino” de tirar cohetes Kassem que apenas llegaban a destino o globos incendiarios que apenas incendian, es una digna pero tardía respuesta a la violencia, ésa sí, efectiva y asesina, con que el sionismo arrasó a la población palestina sobre todo en las décadas del ’30 y ’40. Y no sólo a palestinos; a lo que se les opusieran, incluidos judíos, como el poeta religioso Jacob de Haan (1924), representantes de la ONU como Folke Bernadotte, sueco (1947) o  refractarios no violentos a las demoliciones de viviendas palestinas como la estadounidense Rachel Corrie (2003), entre otros muchos.

Pittaluga comentó con pesar, muy humano, de ver decenas de vidas destrozadas, de niños, mujeres, varones. Su posición fue lógica, no politizada. Una sana ingenuidad, diría yo.

Pasado el episodio, el intercambio de correos y mensajitos apurados, a Antía le quedó la tarea de desembarazarse del molestoso. El boicot estaba decidido.

Como queda políticamente penoso decir que se expulsa algo o alguien por decir verdades incómodas o juicios discrepantes, se echaron a rodar otros mecanismos. El primero, desatender o despreciar los hechos crudos; el segundo, buscar “buenos motivos” para “la excomunión”; ruidos molestos, daños ambientales, desacuerdos entre Pittaluga y Antía… todas excusas.

La Huella ya no va a abrir en José Ignacio, a 40 km de Punta.


Enrique Andrés Antía Behrens (Partido Nacional/Alianza Nacional), intendente [= gobernador o prefecto]  de Maldonado

Pero el exilio forzado, no buscado, es peculiar. Abandona la jurisdicción del CIPEMU que administra Enrique Antía;[5]  pero se muda cerquita, a la jurisdicción rochense de la misma laguna (Garzón). Estimo que a unos pocos km más al este. Tal vez, ni siquiera a 50 km de Punta.

Enhorabuena.

Esperemos que no surjan otros impedimentos de orden “superior”, impostergable: ruta cortada, zoonosis, quién conoce lo por venir.

*Expresión rioplatense: "la verdad de la milanesa" se refiere a que hay algo más de lo aparente, que hay un trasfondo...

Notas

[1]  Así resumió M. Freytas (IAR) la situación con Morir en Gaza (2021): “Israel ingresa, mata, destruye masivamente y se va. Y la masacre con demolición es diaria, precisa y selectiva. Lo que era periódico y cíclico (los bombardeos) se convirtió en rutina diaria. No hay principio ni final. […] Y la cúpula genocida de Tel Aviv ni siquiera se inmuta. Sigue matando y destruyendo burocráticamente. casi como un trabajo rutinario. Casi como una misión aburrida y agendada. Los pilotos israelíes hacen las demoliciones de relojería con los misiles, sepultan cuerpos humanos vivos debajo de los escombros, y vuelven a cenar con sus hijos a casa.”

[2]   Hay que tener mucho desparpajo moral para ver el daño de piedras palestinas  e  ignorar el de francotiradores de élite cómodamente situados para elegir dónde y cómo herir o matar palestinos.

[3]  Infobae, Buenos Aires, 13 mayo 2021.

[4]  No tomar a la República de Saló como exabrupto o insulto; nada más lejos. El sionismo, una de sus variantes principales, el revisionismo de VladimirJabotinsky (donde revistaba el padre de Benjamín Netanyahu) mantenía cordialísimas relaciones político-ideológicas con el fascismo y Mussolini les cedió un territorio en las cercanías de Roma para sus entrenamientos militares. La comunidad judía italiana de los ’30 adhirió mayoritariamente al sionismo y al fascismo.  No había contradicción.

[5]   El lector desprevenido se puede sorprender que se hable de jurisdicción del CIPEMU y de una suerte de gerencia de Enrique Antía. Pero mi lenguaje procura ser fiel a la realidad: cuando el CIPEMU dispuso la prohibición de albergar en las aulas púbicas fernandinas al Congreso Anual de Docentes de Historia del Uruguay, APHU, en 2016, el intendente Enrique Antía se apresuró a cancelar los locales ya cedidos al efecto. El argumento del CIPEMU: antisemitismo. La realidad: entre centenares de docentes de historia había un par sindicados como críticos, diría contenidos o tímidos, del comportamiento israelí.


05/02/2022

EVA MENASSE
El debate sobre el antisemitismo en Alemania es un tormento equivocado e histérico

Por qué hay que acabar de una vez con las políticas simbólicas que distraen de la lucha contra el odio y los delitos reales

Un artículo de opinión de Eva Menasse, Die Zeit, Nr°5/2022, 327/1/2022
Traducido por Miguel Álvarez Sánchez, editado por Fausto Giudice, Tlaxcala


La escritora Eva Menasse. Foto Andreas Arnold/dpa

Eva Menasse, nacida en Viena en 1970, es una de las más importantes escritoras en lengua alemana. En 2021 recibió el Premio Bruno Kreisky por su reciente novela Dunkelblum. Ella vive en Berlín. De ella en español se puede leer Viena (Lumen, 2008).

 El debate sobre el antisemitismo en Alemania está lleno de agitadores que se superan en la política simbólica. Todos los demás -el público, que es bastante sensible al respeto, así como los judíos de a pie que no son agentes que desempeñan funciones ni líderes de opinión- hace tiempo que se apartaron con frustración. Puede que a uno u otro ya le hayan dado con el garrote del antisemitismo, eso también le puede pasar a los judíos. Los políticos simbólicos no son, al pasar por la arena, muy cautelosos. ¿Existe el antisemitismo (crudo, brutal, que pone en peligro la vida)? Sí, y no demasiado escaso. Ha crecido exponencialmente, como todo el odio, gracias a los medios antisociales. Si no estuviéramos tan embriagados por las aplicaciones gratuitas que roban datos, tendríamos que preguntarnos por qué estamos soportando un brote de violencia física y psicológica como no ha sido causado por un solo invento desde el invento de la pólvora. Además de los cárteles digitales, son principalmente los guardaespaldas los que se benefician: desde políticos locales hasta profesores universitarios, pasando por cabareteros y virólogos, el grupo de personas que van acompañadas de pistoleros y tienen que mantener sus direcciones en secreto está creciendo rápidamente.

Pero no es sólo el odio multiplicado (que lleva directamente a crímenes como los de Kassel, Hanau, Halle) lo que estalla bajo nuestra mano, sino también un moralismo completamente equivocado de fuentes digitales igualmente turbias. Pequeños grupos de fustigadores rigurosos se han hecho con el control de gran parte del discurso y han contagiado a su público, que ahora tiene un comportamiento inmoderado, implacable y amenazante incluso en nombre de nobles conceptos como la “igualdad”, la “diversidad” o precisamente la "lucha contra el antisemitismo".

El grupúsculo (6 personas) llamado pomposamente Alianza contra el Antisemitismo (Bündnis gegen Antisemitismus) pone la siguiente imagen en el encabezado de su blog, rematada por este texto:
“- Oye, hace poco escribí un ensayo contra Hamás
-¡Grande! Pero preferimos la Fuerza Aérea”.

Entre ellos se encuentra la “Alianza de Kassel contra el antisemitismo”, que ha desatado el supuesto escándalo de la Documenta sobre supuestas actitudes antisemitas entre los artistas invitados a la misma. Su “investigación” fue asumida por medios de comunicación de calidad como DIE ZEIT y ampliamente comentada (ZEIT nº 3/22 21). Ya que es contra los antisemitas, estará más o menos bien, ¿no? En todas partes, incluyendo MeToo y Black Lives Matter, los debates han descarrilado por completo. Muchos participantes se han alejado del enfoque pragmático (“¿Dónde está el problema y cómo se puede resolver?”), pasando a la locura religiosa.

02/12/2021

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
¿Así enfrenta la ADL el “antisemitismo conspiranoico”?

Luis E. Sabini Fernández, Revista Futuros, 28/11/2021

En un trabajo reciente, “Antisemitic Conspiracies About 9/11 Endure 20 Years Later” (Conspiraciones antisemitas acerca del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York persisten veinte años después)  la ADL (Anti-Defamation League, Liga contra la Difamación, USA) sale a enfrentar lo que anuncian en el título.

Supuestas caricaturas antisemitas creadas por la ADL para ilustrar su “informe”

¿Qué es lo que espera el lector ante tamaño título? La presentación de pruebas o al menos de argumentos mostrando la inconsistencia de tales intentos de explicación de lo acontecido en el World Trade Center con las dos torres.

Se trata de un trabajo extenso, más de 40 mil espacios estructurado en cuatro capítulos, con lo cual no cabe ninguna disculpa por falta de medios, de espacio o similar.

Sin embargo, salvo la observación inicial de que tales teorías “antisemitas y conspiranoicas*” rechazan “la ampliamente aceptada versión de los hechos”, lo que tenemos es una larga enumeración de personajes calificados así (antisemitas y conspiranoicos) con sus respectivas puntualizaciones en denuncias a los hechos del 11 de setiembre de 2001, el derrumbe en Manhattan y así sumando.

Cabe en primer lugar, un deslinde: ‘la versión ampliamente citada de los hechos’ no es garantía de verdad ni de solvencia; al contrario, diríamos que ante cuestiones complejas e intrincadas, la versión más ampliamente citada no tiene porqué ser la más veraz; en concreto, semejante apelación no garantiza nada, al contrario.

La ADL refuta poco y nada lo que va exponiendo de los respectivos referentes “antisemitas y conspiranoicos”. Como si una afirmación de ADL fuera evidente por sí misma.

Por ejemplo, califica así a Gilad Atzmon, que  ni siquiera abona las meneadas tesis “por carecer de  conocimiento en construcciones y aviación”, según sus declaraciones; igualmente este autor declara adherir a la explicación del atentado tan criticada por ADL; ver lo acontecido como una conspiración, por, aclara Atzmon: “1) la asiduidad con que el Mossad israelí  se dedica a operaciones de falsa bandera; 2) por el principio de cui bono, que nos muestra claramente que Israel ha sido el principal beneficiario de lo acontecido y 3) que el imperio anglonorteamericano  ha estado a cargo de conflictos armadas generados por el sionismo al menos en las últimas dos décadas.”

ADL  ni siquiera intenta comentar tan jugosas como veraces consideraciones. Más aún, no visualizamos el planteo de Atzmon ni como antisemita ni como conspiranoico, sí muy atenido a la realidad.

Tomemos otro ejemplo, no ya de alguien acusado de “antisemita y conspiranoico” (que los son todos) sino de un elemento, presuntamente probatorio de la fuerte implicancia israelí con lo acontecido en Nueva York.

‘Los 5 israelíes danzantes o festejantes’. ADL tipifica como conspiranoico y antisemita cada vez que alguno de sus impugnados menciona el episodio de cinco jóvenes que se estaban fotografiando y festejando en un garaje abierto, que tenía como telón de fondo el derrumbe de una de las torres. Visualizados, con desconcierto e indignación, desde una casa vecina, fueron denunciados a la policía quien prestamente los ubicó y los detuvo.

Resultaron ser cinco jóvenes, y quien parecía tener la voz cantante, atendió el procedimiento policial y les dijo a quienes los detenían y esposaban: "Somos israelíes. No somos su problema. Sus problemas son nuestros problemas. Los palestinos son el problema". Era el conductor de la camioneta, Sivan Kurzberg. Los otros pasajeros eran su hermano Paul Kurzberg, Yaron Shmuel, Oded Ellner y Omer Marmari. La camioneta pertenecía a la empresa Urban Moving Systems.

Aunque hubo una orden de liberación presta, tanto la CIA como el FBI postergaron el dejarlos en libertad por un total de 71 días en que hubo ceñidos interrogatorios. Al cabo de esos días fueron todos despachados de retorno a Israel, sin cargos. En esos dos largos meses, fueron sometidos a detectores de mentiras muchas veces, aunque Sivan Kurzberg, precisamente, se negó siempre a pasar por el detector.

Opinión generalizada de quienes tuvieron contacto con el episodio fue que al menos Sivan era un agente secreto israelí.

Las oficinas de Urban M. S. fueron allanadas. Y se interrogó a su propietario, Dominik Suter. También israelí. Solo que, pocos días después no resultó posible un segundo interrogatorio pues el propietario de Urban…, 48 horas después del primer interrogatorio, abandonó el país… de regreso a Israel.

ADL no da explicación alguna por el peculiar episodio. Como tampoco la dio Urban Moving Systems.

ADL se limita a  calificar el episodio como perteneciente a la fábula conspiranoica. Como si no hubiera existido.

Vemos la misma modalidad con buena parte de los calificados por ADL. Por cierto que algunos son verdaderamente racistas, antisemitas, supremacistas blancos, porque obviamente ese país, imperial, se fue constituyendo con pobladores colonialistas, genocidas, racistas, mentalidades que les permitieron primero arrebatarle la tierra a los nativoamericanos y luego expandir su poderío alterando fronteras siempre a su favor. Y muchos de esos pobladores privilegiados –núcleo duro del Partido Republicano– no vieron con buenos ojos a recién llegados que les arrebataran el control del imperio “democrático”. 

Las dirigencias sionistas “diplomáticas”, melifluas, tipo Ben Gurión, evitaban mostrar el dominio creciente de las redes judeosionistas dentro de EE.UU., pero con la llegada de dirigentes sionistas de origen fascista (línea histórica Jabotinski), como Ariel Sharon o Beniamin Netanyahu, el descaro de actuar imponiendo condiciones a la administración de EE.UU. ha aumentado. Y eso ha resentido a aquella vieja dirigencia blanca estadounidense, racista, que tiene que tragar ahora la medicina del poder que ellos solían administrar.

Pero que la ADL nos muestre que David Icke, sostenga que ‘la familia Rotschild tiene en sus venas sangre de reptiles humanoides que le permiten controlar el mundo’ nos muestra únicamente un grado de primitivismo conceptual de algunos críticos de Israel. Pero eso no demuestra que todas las críticas a Israel, al sionismo, a los judíos, pertenezcan a ese género de ciencia-ficción, ni siquiera en el mismo Icke.

ADL reproduce, por ejemplo, otras argumentaciones de Icke, hasta cierto punto más descriptivas y menos ideológicas: “Las organizaciones sionistas y archisionistas constituyen una red a lo ancho de todo EE.UU. y el mundo entero dispuesta para manipular e imponer la voluntad del archisionismo y el culto a la muerte [de sectas judías que menciona; fundadas en el s. XVIII, por Sabbatian Zevi].” Llama la atención lo del “culto a la muerte” que menciona Icke, siempre truculento. Y nos choca. Pero por como  la sociedad israelí  mata a cuentagotas (y a veces  “a chorros”) población palestina que está sufriendo el despojo de sus tierras desde hace más de un siglo, me hace pensar que se necesita un subterfugio mental que “legitime” esa amplia tolerancia a la muerte de seres humanos que han tenido la mala fortuna de estar radicados (desde hace siglos o milenios) en un suelo del que una religión ha decidido adueñarse.

La atroz indiferencia con que Israel ejecuta a tiros o a fuego lento a esa población, año a año, día a día, expresa sin duda un tipo de culto a la muerte (ajena, claro).

Mucho más importante que aquellos escarceos sobre sangre de reptiles ancestrales es, volviendo a la ADL, la falta total de escarceos sobre citas al Plan Yinon, que ADL se permite. Veamos cómo citan a Cynthhia McKinney, legisladora afroambientalista norteamericana: “Sostuvo que Israel estaba detrás de los ataques, tomando como referencias documentos israelíes de línea política como «Clean Break» y el «Plan Yinon».”

No conozco “Clean Break”, pero sí por cierto el Plan Yinon, de principios de la década de los ’80, y el mismo trasunta nítidamente una política imperial israelí sobre las naciones árabes circumvecinas, y algo más: una actitud supremacista para el manejo de los conflictos que precisamente el mismo expansionismo sionista genera, y ha generado desde la primerísima hora de su asentamiento en Palestina (fines del s. XIX). La crítica de ADL a McKinney elude los argumentos que presenta la criticada. Y solo se limita a etiquetarla, de antisemita y conspiranoica.

En consecuencia, ADL parece no tener reparos al Plan Yinon. Lo cual prueba su funcionalidad con el poder sionista, no sólo establecido en Israel sino en EE.UU y en el Reino Unido (allí, el lobby sionista fue decisivo para desmoronar el liderazgo de Jeremy Corbyn, que quería desmarcarse del colonialista y racista papel cumplido por el Reino Unido a lo largo de toda la actividad sionista (y de mucho antes, ciertamente).

Veamos todavía otro (penoso) ejemplo del estilo ADL; La emprende contra GDL, Goyim Defense League (Liga de Defensa de no judíos) que sostiene  que “judíos tienen un poder ilegítimo a través del control de instituciones mayores,  como los grandes medios de comunicación masivos, la economía o el gobierno […].” La cita desbarra porque continúa acusando a judíos individualmente, pero el pasaje transcrito merece una consideración: ¿no es acaso cierto que los judíos están sobrerrepresentados en los medios masivos de comunicación, en la economía, en el gobierno? Eso resulta clarísimo en EE.UU., y no sólo en EE.UU. Y resulta una explicación sobre porqué los israelíes tienen las manos tan libres para abusar de los palestinos. Una explicación que de ningún modo es una justificación. El mundo, mediáticamente hablando, ignora el abuso cotidiano sobre Palestina y los palestinos; el calvario que es ir al trabajo, a estudiar, volver a su vivienda, siempre asediada. Y contar con que la policía, toda legal, tan “occidental”, defiende a los agresores…

Veamos como ADL la emprende contra Kevin Barrett: “El teórico antisemita de la conspiración es un colaborador asiduo  del noticiero iraní de propaganda Press TV que alberga toda una carrada de antisemitas y negadores del Holocausto […] y escribe para Veterans Today y Unz Review, Barrett invoca a menudo teorías de conspiración antisemitas acerca de una supuesta manipulación de los acontecimientos mundiales, afirmando que Occidente no comprende la duplicidad israelí a causa del extendido poder sionista clandestino.”

Está la cita, pero nos quedamos sin saber cómo ADL refuta tales afirmaciones. ¿No hay acaso un extendido poder sionista clandestino?, ¿no hay manipulación de los acontecimientos mundiales? Nos quedamos sin saber la presunta sinrazón de Barrett. ¿Creerá ADL que alcanza una bula de ellos para neutralizar y refutar lo señalado por el acusado (en este caso, Barrett)?

ADL la emprende contra el estadounidense, es subsecretario del Tesoro republicano, Paul Craig Roberts. Lo cita: “Los neoconservadores que dominaban el gobierno de Cheney y Bush identificaron el Cercano Oriente árabe como ‘el enemigo’ e invocaron ‘un nuevo Pearl Harbor’ como necesario para proveer guerras que permitan derribar 7 gobiernos en 5 años… Para obtener ese ‘nuevo Pearl Harbor’ Cheney, los neoconservadores e Israel orquestaron los ataques al WTC y al Pentágono… el 11 de setiembre fue una operación del Estado profundo. Setiembre 2020.”

ADL apenas lo transcribe. Como si la mera presentación de tales consideraciones cayeran por su propio peso. Cuando bien podría ser exactamente lo opuesto.

Leámoslo. El documento a que se refiere Roberts, “Rebuilding America’s Defenses” (setiembre 2000), un manifiesto netamente imperialista y supremacista, firmado por la craneoteca neoconservadora del gobierno de entonces, compuesta primordialmente por judíos (y algunos que no), convoca a “crear” un nuevo Pearl Harbor. Un imperialismo desfachatado.

Dicho documento revela el afán por preservar “la preponderancia” (término acuñado por George Kennan en la década de los ’50); “promover el liderazgo global de EE.UU. [american]. En consonancia promueven “las nuevas fronteras” [en la formación de EE.UU. en el territorio continental norteamericano, “la cuestión de la frontera”, siempre desplazándose, fue muy importante; imprimir en el inconsciente colectivo estadounidense una nueva frontera ahora a lo largo de todo el planeta expresa el alcance imperialista mundial ahora en juego].

Y en ese concierto de control planetario los autores de “Rebuilding…” ven carencias; los servicios de aprovisionamiento no han aumentado el mismo ritmo que los aviones de combate, por ejemplo, el adiestramiento de los marines está atrasado… “En una palabra, una Armada capaz de preservar la preeminencia marítima de EE.UU., va a requerir mucho mayores aumentos de los presupuestos de la Armada […] para preservar la preeminencia militar de EE.UU. en las décadas que vienen el Ministerio de Defensa debe moverse más agresivamente.”

Y nuestra atribulada craneoteca neoconservadora mira con preocupación que “el proceso de transformación, aunque conlleve cambios revolucionarios, probablemente lleve mucho tiempo, faltando un  evento catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor. La política interna y la industrial tomarán el ritmo y el contenido transformador tanto como lo requieran las misiones militares.

ADL está encandilada con sus propias luces y ha olvidado la capacidad de razonamiento y de abordaje de la realidad, o está persuadida del efecto que tiene la política de ubicar en el Index a determinadas manifestaciones intelectuales críticas o a determinadas personas (fue un sistema que empleó asiduamente la Iglesia Católica hace siglos, pero la “modernidad líquida” ha revelado su total ineficiencia).

Nos preguntamos si el poder sionista pretende gobernar “nuestras almas” con semejantes “verdades” que no necesitan demostración.

En cualquier caso, la denuncia de ADL expresa una total impotencia y pobreza intelectual. O descaro. Demasiada chutzpah***.

NdE

*La voz conspiranoico, ca es un acrónimo humorístico formado a partir de conspira(tivo) y (para)noico.

**A Clean Break : A New Strategy for Securing the Realm ([Una ruptura limpia: Una nueva estrategia para asegurar el reino] comúnmente conocido como el informe "Clean Break") es un documento político que fue preparado en 1996 por un grupo de estudio dirigido por Richard Perle para Benjamin Netanyahu, el entonces Primer Ministro de Israel. El informe explicaba un nuevo enfoque para resolver los problemas de seguridad de Israel en Oriente Medio haciendo hincapié en los "valores occidentales". Desde entonces ha sido criticado por defender una nueva política agresiva que incluía la eliminación del poder de Saddam Hussein en Irak y la contención de Siria mediante una guerra por delegación y destacando su posesión de “armas de destrucción masiva”. Algunas partes de las políticas expuestas en el documento fueron rechazadas por Netanyahu [Wikipedia].

*** Chutzpah: palabra hebrea pasada al yiddish, y de éste al inglés y al alemán, significando descaro, insolencia, chulería o desfachatez. En el hebreo israelí de hoy, ha adquirido un sentido positivo, equivalente de audacia, como componente mayor de una supuesta israelidad.