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04/02/2025

Adiós USAID: por qué no lloraré su muerte

 FG, 4-2-2025

La pareja infernal de corbatas rojas, Donald II y Baby Marco, en sintonía con Adolf Musk, han decidido liquidar USAID, a la que consideran una cueva de fanáticos, una especie de Al-Qaeda marxista de izquierda radical dentro del Beltway, el anillo de circunvalación de Washington. 

Las redes sociales están llenas de lamentos de treintañeros del Sur Global, que ven cómo se les escapa su sustento en dólares. 

Solo puedo aplaudir esta decisión de los MAGAlomaníacos. He aquí el porqué: en mi lejana juventud, en los felices años 60, vivía en el centro de Túnez. De camino a casa desde la escuela, alrededor del mediodía, me detenía en la ahora desaparecida boulangerie, una panadería industrial sin tienda, donde se compraba pan recién salido del horno, para comprar «bâtards», «pan italiano» o, más raramente, «baguettes». 


Alrededor de 1963-1964, el pan dejó de ser comestible. Al abrirlo, aparecía una miga verde. Harina podrida. Le pregunté al panadero: «¿Qué está pasando?». Con gesto de disgusto, señaló un montón de sacos de harina apilados en un rincón. El texto impreso en los sacos decía: «Donado gentilmente por el pueblo de los Estados Unidos de América - USAID» y, debajo, las dos manos entrelazadas, con la bandera de barras y estrellas de fondo.

En pocas palabras, USAID nos ofrecía generosamente harina de trigo podrida. Una razón más para vomitar a los yanquis, que habían empezado a bombardear Vietnam del Norte y a desembarcar tropas en Vietnam del Sur. 

Hoy en día, USAID ya no nos envenena con harina podrida, sino con programas de empowerment: empoderamiento de los jóvenes, empoderamiento de las mujeres, empoderamiento de l@s LGBTQ+, en definitiva, empoderamiento con todas las salsas, incluida la de kétchup. Han comprado a la generación de la Primavera Árabe, en dura competencia con fundaciones alemanas, suecas, canadienses, francesas y japonesas, sin olvidar a nuestros hermanos emiratíes. Benditos sean entonces Donald, Marco y Adolf, que nos liberen de esta escoria de la tierra y su moneda de monopoly.

Bye bye USAID: why I won’t mourn its death

 FG, 4/1/2025

The infernal couple in red ties - Donald II and Baby Marco - in tune with Adolf Musk, have decided to liquidate USAID, which they consider a den of fanatics - a kind of radical left Marxist Al-Qaeda inside the Beltway. Social media is full of the lamentations of thirty-somethings in the Global South, who see their dollar livelihoods slipping away. I can only applaud this decision by the MAGAlomaniacs. 

Here’s why: in my distant youth, in the happy 60s, I lived in downtown Tunis. On my way home from school around noon, I’d stop at the now-defunct boulangerie - an industrial bakery with no store, where you bought bread straight from the oven - to buy “bâtards”, “Italian bread” or, more rarely, “baguettes”. Around 1963-1964, the bread became inedible. When you opened it, a green crumb appeared. Rotten flour. I asked the baker, “What’s going on?”  Looking disgusted, he pointed to a pile of flour sacks piled up in a corner. The text printed on the sacks read “Graciously donated by the people of the Unted States of America – USAID” and - underneath - the two hands intertwined, with the stars and stripes flag in the background.


Quite simply, USAID was generously offering us rotten wheat flour. One more reason to vomit at the Yankees, who had started bombing North Vietnam and landing troops in South Vietnam. Today, USAID no longer poisons us with rotten flour, but with empowerment programmes: youth empowerment, women’s empowerment, LGBTQ+ empowerment, in short, empowerment with all the sauces, including ketchup. They’ve bought into the Arab Spring generation, in stiff competition with German, Swedish, Canadian, French and Japanese foundations, without forgetting our Emirati brethren. Blessed be Donald, Marco and Adolf, who will deliver us from this scum of the earth and their Monopoly money.

Bye bye USAID : pourquoi je ne pleurerai pas sa mort

 FG, 4/2/2025


Le couple infernal en cravates rouges -Donald II et Baby Marco - ont donc décidé, en accord avec Adolf Musk, de liquider l’USAID, qu’ils considèrent un repaire de fanatiques - une sorte d’Al-Qaïda marxiste de gauche radicale à l’intérieur du Beltway, le boulevard périphérique de Washington.
Les médias sociaux sont pleins de lamentations de trentenaires du Sud global, qui voient leur gagne-pain en dollars s’envoler. 

Je ne peux qu’applaudir des deux mains à cette décision des MAGAlomaniaques. 

Voici pourquoi : dans ma lointaine jeunesse, dans les heureuses années 60, j’habitais au centre-ville de Tunis. En rentrant de l’école vers midi, je m’arrêtais à la boulangerie, aujourd’hui disparue -une boulangerie industrielle sans boutique, où l’on achetait directement le pain à la sortie du four - pour acheter des « bâtards», du «pain italien» ou, plus rarement, des «baguettes». 

Vers 1963-1964, le pain devint immangeable. Quand on l’ouvrait, apparaissait une mie verte. Farine pourrie. J’ai demandé au boulanger : « Qu’est-ce qui se passe ?». L’air dégoûté, il m’a montré du doigt une pile de sacs de farine entassés dans un coin. Le texte imprimé sur les sacs disait « Graciously donated by the people of the United States of America – USAID » et -dessous les deux mains entrelacées avec le drapeau stars and stripes en background. 

Tout simplement, l’USAID nous offrait généreusement de la fariné de blé pourrie. Une raison de plus pour vomir les yankees, qui avaient commencé à bombarder le Nord-Vietnam et à débarquer des troupes au Sud-Vietnam. 



Aujourd’hui, l’USAID ne nous empoisonne plus avec de la farine pourrie, mais avec des programmes d’empowerment : empowerment des jeunes, empowerment des femmes, empowerment des LGBTQ+, bref empowerment à toutes les sauces, ketchup compris. 

Ils ont acheté une partie de la génération du printemps arabe, en forte compétition avec les fondations allemandes, suédoises, canadiennes, françaises et japonaises, sans oublier nos frères émiratis.

Bénis soient donc Donald, Marco et Adolf qui vont nous libérer de cette engeance et de sa monnaie de singe.   


02/02/2025

OTO HIGUITA
Donald Trump: guerra en todos los frentes para un mundo forjado a la fuerza

Oto Higuita, 2-2-2025

Este par de anticomunistas fanáticos, ultra capitalistas y nacionalistas extremos, el presidente de Estados Unidos Donald Trump y su secretario de Estado Marco Rubio, son enemigos de la soberanía de las naciones del continente. Y poco a poco se van a erigir en enemigos de las demás, incluidos sus aliados europeos de la OTAN que no se sometan a sus dictados de ser una Nación Grande de Nuevo, un nuevo imperio continental.


Sherif Arafa, Egipto

Su ambición de hacer Estados Unidos grande de nuevo, Make America Great Again, que traducido políticamente al español significa, adueñarse de todo el continente americano impidiendo que las potencias coloniales europeas se apoderaran de él, después que éstas recuperaron su capacidad militar y poder tras la derrota de Napoleón.

La idea de Hacer a Estados Unidos Grande de nuevo, la lanzó por primera vez el secretario de Estado John Quincy Adams, pero quien la puso en práctica fue el presidente James Monroe en 1823 cuando ordenó al Congreso enviar ministros plenipotenciarios a las Repúblicas que se acababan de liberar del yugo español tras las guerras de Independencia. En resumen, es el viejo sueño de la doctrina Monroe, América para los americanos.

Donald Trump empezó su mandato antes de posesionarse anunciando guerra comercial, arancelaria, tecnológica, militar, invasiones, deportaciones masivas, anexiones, reconquistas.

Ha acusado sin juicio a todo ciudadano que se encontrara indocumentado en suelo estadounidense de ser no sólo ilegal sino criminal. Violando uno de los primeros Derechos Humanos Universales, que dice que ninguna persona es ilegal en el mundo, encuéntrese donde se encuentre, y que ésta persona tiene los mismos derechos humanos que los demás.

Quiere a las naciones de Nuestra América, como las llamó José Martí, sometidas a sus planes expansionistas imperialistas, en su fase de crisis y decadencia a nivel continental y global.

Buscan la anexión de Groenlandia, un inmenso territorio como un continente en el Ártico, que pertenece a Dinamarca, una pequeña nación escandinava miembro de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y de la Unión Europea (UE), es decir, un aliado de los Estados Unidos.

Amenaza con expropiar y anexar el Canal de Panamá, que pertenece a los panameños.

Incrementa el bloqueo a Cuba y la vuelven a incluir en la lista de países que apoyan el terrorismo, creyendo que así doblegarán su histórica lucha por la soberanía e independencia de este pueblo heroico. No contento con ello, quiere convertir Guantánamo, un pequeño territorio de Cuba que Estados Unidos nunca ha querido devolver a sus legítimos dueños, de nuevo en una cárcel para 30 mil deportados como si fueran criminales y sin haber tenido ni juicio, ni derecho a la defensa.

Acusa a México y a China, sin pruebas, de inundar su mercado con fentanilo, una peligrosa droga que ha causado estragos en su población.

Ha impuesto tarifas arancelarias del 25% a las importaciones de México, Canadá y China.

Amenaza con anexar Canadá y ha cambiado el nombre del histórico Golfo de Méjico por Golfo de  “América”.

Quiere imponer a las naciones del continente la deportación de sus ciudadanos encadenados y esposados como si fueran criminales, violando todos sus derechos y doblegando la dignidad humana y la soberanía nacional de las repúblicas del continente.

Amenazan castigar a Colombia y su gobierno progresista, acusando de socialista a Gustavo Petro su presidente, que nunca lo ha sido y, en cambio, ha sido un progresista aliado del partido demócrata, que nunca ha hecho un discurso antinorteamericano, tampoco es un antimperialista ni busca serlo, e incluso ha respetado obedientemente los acuerdos que Estados Unidos le impuso a la nación durante los gobiernos de las viejas oligarquías de los últimos cien años de tener hasta 7 bases militares en el país, violando la soberanía nacional; de imponer una guerra antinarcóticos desde hace 60 años que ha costado un millón de vidas de colombianos y no se ve aún su final; de diseñar y apoyar una guerra contrainsurgente y paramilitar que ha mantenido vivo el conflicto armado interno y dado justificación histórica al levantamiento armado.

“Baby Rubio”, el gusano de Miami

Buscan doblegar a Venezuela bolivariana con nuevas amenazas y bloqueos, pero ante la muralla y resistencia que ha demostrado la unidad del gobierno legítimo de Nicolás Maduro-pueblo, han optado, sin dejar de amenazar, por enviar un alto funcionario a dialogar y llegar a un acuerdo sobre deportados, incluidos criminales del llamado Tren de Aragua y mercenarios estadounidenses encarcelados por conspirar contra el gobierno y subvertir la tranquilidad pública.

Hoy nadie duda que el imperialismo estadounidense ha perdido autoridad, legitimidad, influencia y ha retrocedido económica y tecnológicamente frente a otras grandes potencias como China y Rusia, que se mueven en su mismo terreno, el capitalismo. Su poderío y dominio, lo desafían otras alianzas poderosas, como los BRICS, que buscan ponerle fin a la hegemonía del dólar en el intercambio comercial global.

Todo apunta a cambios súbitos en la configuración del mundo, a una intensificación en la disputa geoestratégica mundial y no hay tiempo para vacilaciones como diría el avezado analista. A las naciones del continente y sus pueblos les corresponde moverse con la frente en alto y la antorcha iluminando el camino, que será tortuoso como lo ha sido a lo largo de la historia, para encontrar un sitio digno en el nuevo mundo que se abre a sus pies, en medio del viejo que se derrumba a la fuerza.