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18/09/2025

ZVI BAR’EL
La supervivencia de una Esparta israelí depende de un estado permanente de guerra

Zvi Bar'el , Haaretz, 16-9-2025
Traducido por Tlaxcala


La conquista de la ciudad de Gaza se supone que debe proporcionar al Estado de Israel la imagen de la victoria total. Porque no es Irán, ni Siria, ni Líbano y ciertamente tampoco los hutíes en Yemen quienes son el enemigo definitivo que Benjamín Netanyahu no ha logrado derrotar, sino el propio Hamás, la organización que él cultivó durante años como un activo estratégico e ideológico. Hamás debía ser la bomba al borde del camino que borraría la caracterización de la Organización para la Liberación de Palestina y de la Autoridad Palestina como los únicos representantes del pueblo palestino y, de este modo, impedir el reconocimiento internacional de un Estado palestino.


Una protesta exigiendo la liberación inmediata de los rehenes israelíes, cerca de la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu en Jerusalén, el martes 16 de septiembre de 2025.  Foto Ammar Awad/REUTERS

Fue una asociación maravillosa que duró muchos años, que confirió al Hamás un miniestado en Gaza y que entregó a Netanyahu la realización del sueño de una Gran Tierra de Israel. Hasta que Hamás traicionó a su socio y no cumplió su propósito.

Supuestamente Hamás puso fin a su papel de apoderado de Netanyahu y ahora debe ser borrado como castigo por haber frustrado la estrategia mesiánica que combatía la solución de dos Estados. Pero tomar el control de la ciudad de Gaza no es solo otra historia de venganza. Israel ya ha cobrado con creces su venganza por la masacre que, debido al completo abandono de Netanyahu, Hamás cometió el 7 de octubre de 2023. Los palestinos han pagado treinta veces o más por cada israelí asesinado, y por cada casa incendiada en el kibutz Nir Oz o en Sderot, barrios enteros y ciudades han sido arrasados. La muerte de otros 10.000 o 20.000 palestinos en la actual ola de destrucción no añadirá dulzura alguna a la venganza.

Esa venganza ha sido reemplazada por la necesidad de permanecer en el poder, aunque ello signifique la destrucción de la patria, que será sustituida por un Estado formado por todas sus colonias: en Gaza, Cisjordania, el sur del Líbano y el oeste de Siria.

Esa destrucción no solo se manifiesta en los campos de exterminio de Gaza, que han anulado todo valor humano y moral, que han llevado el poder del ejército israelí al límite, que imponen y seguirán imponiendo una carga económica insoportable y que han convertido a Israel en un Estado paria. El arquitecto de esta destrucción nacional tuvo el descaro de definirla claramente cuando comparó a Israel con Esparta. Esparta no es solo un símbolo de poderío militar, supervivencia y valor. Fue un modelo considerado digno de imitación por Adolf Hitler y Benito Mussolini.

En el libro clandestino que Hitler escribió en 1928, y que recibió el título de El segundo libro de Hitler, publicado únicamente después de la Segunda Guerra Mundial, escribió: «El dominio de seis mil espartanos sobre 350.000 ilotas solo fue posible gracias a su superioridad racial... Ellos crearon el primer Estado de la raza».

Esa Esparta, que fue destruida y solo dejó tras de sí un legado simbólico, ha vuelto ahora a la vida en Israel. Si hasta ahora identificábamos el inicio de procesos que estaban transformando a Israel en un Estado fascista basado en la superioridad racial, la guerra en Gaza terminará el trabajo. Ya ha cosechado logros ideológicos impresionantes.

Ha socavado la mayoría de los sistemas que defendían la democracia israelí. Ha convertido al sistema judicial en un felpudo intimidado y ha reclutado al sistema educativo para impartir adoctrinamiento nacional-religioso. Dicta la narrativa ideológica «correcta» a los medios, al cine y al teatro, y ha etiquetado de traidor a todo aquel que no homenajea al gobernante. También ha convertido la esperanza de reemplazar al gobierno mediante elecciones en una perspectiva incierta.

Y a diferencia de los regímenes dictatoriales «tradicionales» que persiguen y reprimen a sus rivales políticos, el gobierno israelí puede incluso utilizar a la oposición como un adorno del que presumir para mantener su imagen de administración democrática que representa «la voluntad del pueblo».

El problema es que cuando una banda se apodera de un país, no es como una operación militar que termina con la derrota del enemigo. Apuntalar el régimen requiere una lucha incesante contra rivales internos potenciales y, lo más importante, requiere una legitimación pública constante. Ahí entra en juego la nueva misión que involucra a Gaza y a Hamás. Porque la supervivencia de la Esparta israelí depende de un estado permanente de guerra.

La buena noticia es que, incluso si el último miembro de Hamás es asesinado, seguirán existiendo más de 2 millones de gazatíes que se encargarán de que la conquista de Gaza sea solo un anticipo de la guerra eterna que perpetuará la sumisión y obediencia del público israelí al régimen de bandas que lo controla.

16/09/2025

AMEER MAKHOUL
Netanyahu, el discurso “espartano” y la guerra de civilizaciones

Ameer Makhoul, Progress Center for Policies, 15/9/2025
Traducido por Tlaxcala

 


En su discurso del 15 de septiembre en el Departamento de Contadores Generales del Ministerio de Finanzas de Israel, Netanyahu expuso los rasgos del futuro y una dimensión fundamental de su visión y de sus políticas, basadas en la permanencia de la guerra, afirmando: «Los peligros no desaparecen, solo cambian». Netanyahu subrayó la nueva orientación de contrarrestar el aislamiento internacional mediante una producción militar autosuficiente.

No está claro si el discurso de Netanyahu, que coincidió con la cumbre árabe-islámica en Doha y la visita del secretario de Estado de USA, estaba relacionado con estos dos eventos en cuanto a su calendario.

Análisis

Netanyahu reconoce abiertamente el aislamiento en el cual se encuentra Israel, mientras que su conclusión es profundizar aún más en políticas que equivalen a una apuesta total y a una guerra perpetua hasta la “victoria decisiva”. Parece convencido de que Israel es capaz de lograrlo, respaldado por las declaraciones de Marco Rubio, quien ha adoptado la postura y la narrativa de Israel. En la práctica, Netanyahu rechaza cualquier mano árabe tendida hacia el entendimiento o la paz, sea cual sea su forma o sustancia.

Más peligrosa aún es la afirmación de Netanyahu, en el contexto de los logros de Israel en la guerra contra Irán, de que existen nuevas amenazas para Israel. Añadió: «Incluso cuando una fuerza es eliminada, otras fuerzas emergen... No las nombraré.» Continuó, dirigiéndose a altos funcionarios del Ministerio de Finanzas: «Piensen entre ustedes en los peligros. Los peligros no desaparecen, solo cambian.» Netanyahu insinúa implícitamente tanto a Egipto como a Turquía, además de justificar un ataque contra Catar.

El tema de la fabricación militar independiente surgió durante la presidencia de Biden, cuando él prohibió el suministro de bombas masivas a Israel antes de su ocupación y destrucción total de Rafah. La consideración de Biden era que el ejército israelí las usaría contra civiles, mientras que USA proporcionaba a Israel bombas y equipos aún más letales para la guerra contra Hezbolá e Irán. Trump ha levantado desde entonces la prohibición de Biden.

Alemania siguió esta línea, deteniendo la exportación de ciertas armas de destrucción masiva y municiones que podrían usarse contra civiles en la «Operación Carros de Gedeón 2», según la posición alemana. El Reino Unido y Francia tomaron medidas similares, mientras que España fue más allá al prohibir el uso de sus puertos para transferir armas usamericanas a Israel, seguida después por Italia.

La guerra de civilizaciones y el “Gran Israel”

Netanyahu atribuye el aislamiento de Israel a dos razones principales: la primera es “la migración ilimitada de minorías musulmanas a los países de Europa occidental. Aún no son mayoría, pero son una minoría influyente, ruidosa y efectiva, lo que disuade a los gobiernos. Estos asuntos influyen en los líderes, y ellos no lo niegan en conversaciones privadas”.

El Israel oficial y su maquinaria mediática respondieron de forma ostentosa a las recientes manifestaciones racistas en Gran Bretaña contra la inmigración, expresándoles su apoyo. También buscaron agitar el discurso populista europeo contra los migrantes, presentándolos como antisemitas, anti-civilización occidental y manipuladores de las posiciones europeas. Esta retórica recuerda al discurso de odio dirigido en su momento contra los judíos europeos durante el auge del antisemitismo.

Netanyahu y su gobierno ven la visita de Rubio, secretario de Estado usamericano cuyas posiciones ideológicas se alinean con las de Trump contra la inmigración (a la que llama “una amenaza para la seguridad nacional”), como una oportunidad para instar a ambos a librarse del “peligro” expulsando por la fuerza a los migrantes. Para Netanyahu, la cuestión de deportar migrantes se alinea lógicamente con sus intenciones de desplazar a la población de Gaza e incluso de Cisjordania.

El segundo mensaje, dirigido principalmente a Trump y a su administración, fue la afirmación de Netanyahu: “Países como Catar y China influyen en la opinión pública mediante enormes inversiones en campañas en redes sociales. Esto cambia la posición internacional de Israel. Tendremos que invertir sumas enormes en ello”. Este mensaje también iba dirigido al Ministerio de Finanzas para asignar presupuestos a tal efecto.

En su discurso, Netanyahu pasa efectivamente de la doctrina del mercado libre abierto global y nacional a la doctrina de una economía cerrada basada en la autosuficiencia y el aislamiento defensivo. Esto no es un fin en sí mismo, sino parte de una visión que acepta las guerras perpetuas como realidad. Declaró: “Al menos en los próximos años, tendremos que defendernos y saber cómo golpear al enemigo”. Añadió que Israel debe ser gestionado como “Esparta”, que libró muchas guerras contra Atenas: “Tendremos que desarrollar industrias armamentísticas aquí. Seremos tanto Atenas como una gran Esparta. No tenemos otra opción”.

Conclusión

Netanyahu reconoce que el aislamiento internacional actual de Israel no es temporal o pasajero, sino constante y sostenible, mientras apuesta por los valores de Trump y por los populistas europeos.

Si permanece en el poder, el enfoque de Netanyahu para enfrentar el aislamiento internacional es atrincherarse en intenciones de guerra permanente, confiando únicamente en soluciones militares sin ninguna vía política. No le interesa la normalización ni siquiera los Acuerdos de Abraham.

Amenaza implícitamente tanto a Egipto como a Turquía, señalando que la operación militar israelí en Doha no es el final del camino.

Desafía a los países exportadores de armas insistiendo en la producción independiente del arsenal militar de Israel, lo que requeriría presupuestos sin precedentes y posiblemente indisponibles, incluso con grandes cambios en la economía.

Netanyahu se alinea casi completamente con la agenda y la administración de Trump en su hostilidad hacia los inmigrantes, el Islam y China, abrazando la xenofobia y una teoría de “choque de civilizaciones” sostenido. Se posiciona dentro de las fuerzas populistas europeas —incluso aquellas que son antisemitas— mientras su retórica sea antinmigrante, buscando provocar enfrentamientos internos en Europa con los movimientos propalestinas.

Al explotar la cuestión de los inmigrantes palestinos y árabe-islámicos en Europa y al exigir grandes presupuestos para la propaganda destinada a promover la narrativa israelí, Netanyahu busca abrir un frente directo contra los movimientos de solidaridad con Palestina, demonizándolos con retórica racista como producto de la inmigración y como una amenaza a la postura “blanca europea” según el discurso colonial.

En paralelo con el movimiento aislacionista MAGA (“Make America Great Again”), Netanyahu promueve su doctrina aislacionista “espartana”, que podría resumirse como MIGA – “Make Israel Great Again”.

Estos cambios ideológicos en la retórica de Netanyahu confirman que las transformaciones en las posiciones internacionales a favor de los derechos palestinos aíslan cada vez más a Israel. Sin embargo, las conclusiones de Netanyahu solo profundizarán y empeorarán este aislamiento, demostrando que no se trata de una fase pasajera.

05/09/2025

LYNA AL TABAL
El último de los reyes: Netanyahu , prisionero de la ilusión de la inmortalidad y cavador de su propia tumba

Desde las leyendas de los reyes devorados por la arrogancia — Gilgamesh, que buscó la inmortalidad, y Nerón, que jugó con fuego — en cada época nace un rey que se cree por encima de los hombres. 
En Israel, su nombre es Benjamín Netanyahu, “Bibi, rey de Israel”… Netanyahu cree realmente que es un rey bíblico que llegó por error al siglo XXI… Un rey que posee todas las formas de guerra.

 Emad Hajjaj

Y cuando los soldados caen en las fronteras de Gaza, o los civiles en Beirut, el rey sonríe… y les dice a sus súbditos que esa sangre es el precio de la seguridad. Les recuerda que es indispensable, que solo él tiene la llave de la salvación.

Es el último de los reyes de Israel, un rey de papel, que gobierna un reino que se desmorona desde dentro. 

Netanyahu construyó su gloria sobre las ruinas de la paz…

Su política se asemeja a una antigua maldición: cada vez que se acerca a una tregua, estalla una nueva guerra… Para él, la paz es la guerra perpetua…

Un rey sin sabiduría — así lo habría descrito Ibn Jaldún; porque cuando un rey carece de razón y discernimiento, se convierte en una desgracia para sí mismo y para su pueblo.
Que invoque entonces el espíritu de Golda Meir: ella le dirá que el vacío no devora Gaza. Se reirá en su cara y dirá: “¡Bien hecho, Bibi! Nos trajiste la misma estupidez de siempre. ¿No sabes que ese vacío engendrará generaciones más fuertes? ¿No sabes que cada muro que destruyes en Gaza se convertirá en una lápida para ti y para tu reino de papel?”
¿Todavía sueñas con el Gran Israel, Bibi? Es un reino de cenizas, que crece con sangre y se apaga también con sangre.
Esta guerra debe terminar de inmediato. Ningún trono se mantiene sobre la sangre, ningún ejército escapa a la maldición de los niños hambrientos o enterrados bajo los escombros. Tu única salida es un intercambio de prisioneros y una retirada.
Aquí tampoco, en el Líbano, nadie habla de los prisioneros… Miren al Líbano: aquí no hay un solo rey, sino una manada de reyezuelos. Aficionados al poder que ni siquiera dominan los rituales del gobierno, y que solo practican el silencio como costumbre diaria… 19 prisioneros libaneses están en cárceles israelíes, y nadie menciona sus nombres. Silencio… El presidente ocupado cortando cintas en festivales, el primer ministro tomándose fotos con Amr Diab, y los ministros compitiendo en la televisión… Silencio con todo.
Sabe que una sola foto de un prisionero liberado es más poderosa que todos sus tanques y su arsenal, y que la sonrisa de Maruan Barghuti podría derribar su trono, que le costó décadas de sangre.
Al final, Netanyahu no negocia por sus prisioneros ni por el futuro de Gaza. Negocia solo por la duración de su trono… y por su poder. 
Ese poder que adora lo aplastará al final.

Es una copia de Trump en su obsesión con todo lo que es “tendencia”… Ambos prisioneros de la ilusión de la inmortalidad a través de grandes titulares y trofeos huecos. Viven en una era digital en la que creen que la historia es una aplicación que se puede programar, o un algoritmo que se puede engañar…

Pero la historia lo registra todo. No responde a los deseos de los reyes ni a los sueños de los narcisistas. Es un juez silencioso… La historia escribirá sobre ellos, sin duda, y consignará su estruendosa caída.

En la noche de Gaza, Netanyahu teje los hilos de su nueva invasión… Las anteriores no le bastaron. Quiere borrar edificios y arrancar a los seres humanos, para que se conviertan en espectros errantes en el exilio. Lo llama “salida voluntaria”, pero el derecho internacional lo llama por su verdadero nombre: desplazamiento forzoso, crimen de guerra, crimen de lesa humanidad (según los Convenios de Ginebra de 1949 y el Estatuto de Roma de 1998).

¿Pero acaso Netanyahu no aprendió nada de los generales del vacío y la estupidez? 

Mira la calle israelí hervir… Las manifestaciones llenan las plazas, las pancartas gritan: “Basta ya, se acabó el juego, Bibi”… La guerra con la que prometiste la victoria a tu pueblo se ha convertido en una pesadilla que devora a tus soldados y deja a las familias en duelo perpetuo.

No hay ocupación de Gaza, ni ilusiones de un reino bíblico… Comprende que “se acabó el juego”. ¿No te diste cuenta de que Gaza no es un pequeño campamento que tus tanques puedan ocupar? ¿No entendiste que Gaza es una bestia que respira desde debajo de los escombros? Tu única salida ahora es reconocer la realidad y apresurarte a abrir la puerta… Acepta el acuerdo ahora… Un acuerdo para devolver a los prisioneros y una retirada que salve lo que queda de la imagen de tu ejército hundido en la arena.

Netanyahu, rey bíblico obsesionado con la inmortalidad y no con sus soldados, prefiere dejar a los prisioneros de su país fundirse en la oscuridad de los túneles de Gaza antes que enfrentar el momento de la verdad… Los lanza a la hoguera de la política para ganar un día más en su trono.

¿Quieren saber cuán afortunado es Netanyahu? La “yerida”, la emigración fuera de Israel de intelectuales de izquierda y liberales es el “premio gordo” que ganó… Ellos no se fueron por amor a Gaza ni para defenderla; se fueron porque no podían soportar la política del rey… Los “molestos”, como los llamaba, finalmente se marcharon…

Ahora solo queda el país para él y su corte rabínica: el rubio Smotrich y el bufón Ben Gvir. Un dúo de comedia negra que acompañará a su rey en su último viaje hacia La Haya.

Este no es un artículo sobre Netanyahu presentándose como rey de la historia, sino un artículo sobre la pesadilla del rey: el día en que se firme el acuerdo.  Cuando los rostros regresen de las celdas de la oscuridad: Maruan Barghuti, con la mano levantada en señal de victoria; Ahmad Saadat, con su kefia roja… y Abdallah Barghuti, con su mirada firme.

Estas imágenes por sí solas desmantelarán toda una narrativa, harán que la historia regrese para cruzar pasado y presente, y serán testigos del colapso del poder real… Netanyahu lo sabe… muy bien. 

El final de Netanyahu no vendrá de sus enemigos. Caerá por la mano de un aparato de poder estúpido que él mismo diseñó… Del caos que construyó como herramienta de dominio y que se convirtió en una máquina de caída.

El destino de Netanyahu ya comenzó hace tiempo, camina hacia él como un rey ciego. 

Es un rey sin sabiduría, ignorante de que la inmortalidad que persigue es su nombre grabado en el muro del colapso final.

04/09/2025

JON GAMBRELL
La construcción se intensifica en un sitio vinculado al programa nuclear de Israel, muestran fotos satelitales

Los trabajos de construcción se han intensificado en una nueva estructura importante dentro de una instalación clave para el programa de armas atómicas que se sospecha desde hace mucho tiempo en Israel, según imágenes satelitales analizadas por expertos. Estos señalan que podría tratarse de un nuevo reactor o de una instalación para ensamblar armas nucleares —pero el secreto que rodea al programa hace difícil saberlo con certeza.

Jon Gambrell, AP News, 3/9/2025
Traducido por Tlaxcala

Jon Gambrell es el director de noticias para el Golfo e Irán de la agencía de noticias usamericana The Associated Press. Ha reportado desde cada uno de los países del Consejo de Cooperación del Golfo, Irán y otros lugares del mundo desde que se unió a AP en 2006.

DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Los trabajos de construcción se han intensificado en una nueva estructura importante dentro de una instalación clave para el programa de armas atómicas que se sospecha desde hace mucho tiempo en Israel, según imágenes satelitales analizadas por expertos. Estos señalan que podría tratarse de un nuevo reactor o de una instalación para ensamblar armas nucleares —pero el secreto que rodea al programa hace difícil saberlo con certeza.

Los trabajos en el Centro de Investigación Nuclear Shimon Peres del Néguev, cerca de la ciudad de Dimona, reavivarán las preguntas sobre el estatus ampliamente aceptado de Israel como el único estado del Medio Oriente con armas nucleares.

También podría provocar críticas internacionales, especialmente porque ocurre después de que Israel y USA bombardearan en junio sitios nucleares en Irán por temor a que la República Islámica pudiera usar sus instalaciones de enriquecimiento para desarrollar un arma atómica. Entre los sitios atacados se encontraba el reactor de agua pesada de Arak.

Esta imagen de archivo, tomada de un video transmitido el 7 de enero de 2005 por el canal de televisión israelí Channel 10, muestra lo que dicho canal afirma es la instalación nuclear de Israel cerca de Dimona, el primer video detallado del sitio jamás mostrado al público. (Channel 10 vía AP, archivo)

Siete expertos que examinaron las imágenes dijeron creer que la construcción estaba relacionada con el programa de armas nucleares sospechado desde hace mucho tiempo en Israel, dado que se encuentra cerca del reactor de Dimona, donde no existe ninguna planta eléctrica civil. Sin embargo, se dividieron en cuanto a lo que podría ser la nueva construcción.

Tres de ellos afirmaron que la ubicación y el tamaño de la zona en construcción, así como el hecho de que parecía tener varios pisos, significaban que la explicación más probable era la construcción de un nuevo reactor de agua pesada. Dichos reactores pueden producir plutonio y otro material clave para las armas nucleares.

Los otros cuatro reconocieron que podría tratarse de un reactor de agua pesada, pero también sugirieron que los trabajos podrían estar relacionados con una nueva instalación para ensamblar armas nucleares. Se negaron a ser concluyentes, dado que la construcción aún estaba en una etapa temprana.


“Probablemente sea un reactor; ese juicio es circunstancial, pero esa es la naturaleza de estas cosas”, dijo Jeffrey Lewis, experto del James Martin Center for Nonproliferation Studies en el Instituto Middlebury de Estudios Internacionales, quien basó su evaluación en las imágenes y en la historia de Dimona. “Es muy difícil imaginar que se trate de otra cosa”.

Israel no confirma ni niega poseer armas atómicas, y su gobierno no respondió a las solicitudes de comentarios. La Casa Blanca, principal aliada de Israel, tampoco respondió a las solicitudes de comentarios.

Construcción en marcha desde hace años

Associated Press informó por primera vez en 2021 sobre excavaciones en la instalación, situada a unos 90 kilómetros al sur de Jerusalén. En ese momento, las imágenes satelitales solo mostraban a trabajadores cavando un hoyo de unos 150 metros de largo y 60 metros de ancho cerca del reactor original de agua pesada del sitio.

Imágenes tomadas el 5 de julio por Planet Labs PBC muestran una construcción intensificada en el lugar de la excavación. Al parecer, se han colocado gruesos muros de contención de hormigón, y la obra parece tener varios pisos subterráneos. Grúas se alzan sobre el sitio.

No hay cúpula de contención ni otras características típicamente asociadas a un reactor de agua pesada visibles en el lugar. Sin embargo, podría añadirse más adelante o el reactor podría estar diseñado sin ella.

El actual reactor de agua pesada de Dimona, que entró en funcionamiento en la década de 1960, ha estado operando mucho más tiempo que la mayoría de los reactores de la misma época. Eso sugiere que pronto tendrá que ser reemplazado o reacondicionado.

«Es alto, lo cual era de esperar, porque el núcleo del reactor va a ser bastante alto», dijo Lewis. «Basándonos en la ubicación, el tamaño y la falta general de construcciones en el lugar, es más probable que se trate de un reactor que de cualquier otra cosa».


Esta foto satelital proporcionada por Planet Labs PBC muestra el Centro de Investigación Nuclear Shimon Peres Negev cerca de la ciudad de Dimona, Israel, el 5 de julio de 2025. (Planet Labs PBC vía AP)

Edwin Lyman, un experto nuclear de la organización Union of Concerned Scientists, con sede en Cambridge, Massachusetts, también señaló que la nueva construcción podría tratarse de un reactor en forma de caja que no tiene una cúpula de contención visible, aunque reconoció que la falta de transparencia dificulta estar seguro.
Israel «no permite ninguna inspección o verificación internacional de lo que está haciendo, lo cual obliga al público a especular», dijo Lyman.

Aunque los detalles sobre Dimona siguen siendo secretos muy guardados en Israel, un denunciante en la década de 1980 reveló información y fotografías de la instalación que llevaron a expertos a concluir que Israel había producido docenas de ojivas nucleares.
«Si se trata de un reactor de agua pesada, buscan mantener la capacidad de producir combustible gastado que luego pueden procesar para separar plutonio y fabricar más armas nucleares», dijo Daryl G. Kimball, director ejecutivo de la Arms Control Association, con sede en Washington. «O están construyendo una instalación para mantener su arsenal o fabricar ojivas adicionales».

El programa de Israel se cree que depende de subproductos de un reactor de agua pesada

Israel, al igual que India y Pakistán, se cree que depende de un reactor de agua pesada para fabricar sus armas nucleares. Los reactores pueden usarse con fines científicos, pero el plutonio —que provoca la reacción en cadena nuclear necesaria en una bomba atómica— es un subproducto del proceso. El tritio es otro subproducto y puede usarse para aumentar la potencia explosiva de las ojivas.

Dada la naturaleza secreta del programa israelí, sigue siendo difícil estimar cuántas armas nucleares posee. El Bulletin of Atomic Scientists en 2022 situó el número en alrededor de 90 ojivas.


Esta fotografía satelital espía del 29 de septiembre de 1971, posteriormente desclasificada por el gobierno usamericano, muestra lo que ahora se conoce como el Centro de Investigación Nuclear Shimon Peres Negev, cerca de la ciudad de Dimona, Israel. (U.S. Center for Earth Resources Observation and Science/U.S. Geological Survey, vía AP)

Obtener más tritio para reemplazar el material en descomposición podría ser la razón de la construcción en Dimona, ya que, como señaló Lyman, este decae un 5% cada año.
«Si están construyendo un nuevo reactor de producción», dijo, «no significa necesariamente que busquen ampliar el plutonio que ya tienen, sino fabricar tritio».

Israel tiene una política de ambigüedad nuclear

Se cree que Israel comenzó a construir el sitio nuclear en el desierto a fines de la década de 1950, tras enfrentar varias guerras con sus vecinos árabes después de su fundación en 1948, a raíz del Holocausto.

Su política de ambigüedad nuclear se considera que ha ayudado a disuadir a sus enemigos.

Es uno de los nueve países confirmados o sospechosos de poseer armas atómicas y uno de los cuatro que nunca se han adherido al Tratado de No Proliferación Nuclear, un histórico acuerdo internacional destinado a frenar la expansión de las armas nucleares. Eso significa que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control nuclear de la ONU, no tiene derecho a realizar inspecciones en Dimona.

Al ser consultado sobre la construcción, el OIEA, con sede en Viena, reiteró que Israel «no está obligado a proporcionar información sobre otras instalaciones nucleares en el país» fuera de su reactor de investigación Soreq.

Sobre el mismo tema, escuchen el resumen audio en español del libro en francés La bomba opaca de Shimshon: arma definitiva, tabú supremo. Cómo Israel se convirtió en «la única democracia»... nuclear de Oriente Medio


03/09/2025

GIDEON LEVY
Una moral selectiva inadmisible : por qué el movimiento de protesta por los rehenes en Israel ignora a los palestinos en Gaza

Una protesta moral lucharía contra el genocidio al mismo tiempo que exigiría la liberación de los rehenes, porque no se puede escapar a las cifras: 20 rehenes vivos y más de 2 millones de palestinos cuya vida es un infierno
Gideon Levy, Haaretz, 31-8-2025
Traducido por
Tlaxcala

 Familiares de rehenes israelíes y manifestantes levantan fotos y banderas durante una protesta antigubernamental que exige acciones para asegurar la liberación de israelíes retenidos por militantes palestinos en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023, cerca del kibutz Beeri, próximo a la frontera oriental con Gaza, el 20 de agosto de 2025. Foto : Ahmad Gharabli/AFP

Israel está gobernado por un gobierno cruel y un primer ministro sin corazón, como nunca se había visto aquí [Ben Gurión, Golda Meir, Menachem Begin, Shimon Peres e Itzhak Rabin tampoco estaban mal, NdT]. Las vidas humanas, sean de gazatíes, rehenes o soldados israelíes, no le interesan a este gobierno. Masacra a los habitantes de Gaza y abandona a rehenes y soldados con la misma indiferencia.
En su contra se levanta un pequeño movimiento extraparlamentario, humano y valiente, que valora todas las vidas humanas por igual.
Entre ese pequeño grupo y el gobierno malvado está el pantano centrista La mayoría lucha contra la creciente pérdida de humanidad y el engaño que exhibe el gobierno. La gente de este campo se conmueve con cada video, pierde el sueño por el destino de los rehenes famélicos y de los soldados muertos. Pero cuando escuchan informes de una masacre atroz en un hospital, bostezan, desinteresados.



[Poquísimas]] manifestantes sostienen [pequeños] carteles con la inscripción “Stop Gaza Genocide”» en Tel Aviv el sábado por la noche.
Photo Moti Milrod

Son mejores que el gobierno y sus seguidores. Son humanos y solidarios, pero solo de manera selectiva. No existe la media moral. Así como la moral de doble rasero no es moral, tampoco lo es la moral a medias. Es lo opuesto a la verdadera moral. Así son los de este campo. Se preocupan por la vida de 20 rehenes mientras ignoran que su país mata en promedio a 20 inocentes por hora.

Para ellos, la humanidad se detiene en las fronteras de la nacionalidad. No dejarán piedra sin remover para ayudar a un israelí, pero apartan la mirada, desinteresados, ante un palestino cuyo destino suele ser mucho peor. Se indignan por la frialdad de Benjamín Netanyahu, pero la suya no es menos evidente. Cuando se trata de palestinos, muestran la misma crueldad y el mismo corazón helado.

Es difícil entender este fenómeno, que ha llegado a su punto más bajo durante la guerra actual. ¿Cómo puede uno conmoverse al ver al rehén hambriento Evyatar David y encogerse de hombros, o incluso alegrarse, ante los asesinatos en las colas para conseguir comida? ¿Cómo puede uno horrorizarse por el asesinato de la familia Bibas y al mismo tiempo mostrar desinterés por los 1.000 bebés y 19.000 niños muertos por el ejército israelí, o por los 40.000 huérfanos de Gaza?

¿Cómo puede uno perder el sueño por los túneles de Hamás y no interesarse por lo que ocurre en los centros de detención de Sde Teiman o Megiddo, para nuestra vergüenza? ¿Cómo es posible? ¿Cómo se puede exigir visitas de la Cruz Roja para los rehenes sabiendo que Israel impide esas visitas a miles de palestinos secuestrados?

Es humano y comprensible preocuparse primero por la propia gente. Pero mostrar total indiferencia hacia los miembros de la otra nación, masacrados por decenas de miles, con su país destruido ante nuestros ojos por nuestras propias manos, convierte a muchas de las buenas personas que se manifiestan en calle Kaplan y en plaza de los Rehenes en personas inhumanas ellas mismas.


Palestinos lloran frente al hospital Shifa de Ciudad de Gaza, donde se trasladaron los cadáveres antes de sus funerales el viernes.
Foto
Bashar Taleb/ AFP

Para ellos – y algunos lo dicen abiertamente – Israel debe hacer todo para liberar a los rehenes, y luego puede volver a la guerra, al genocidio y a la limpieza étnica. Lo principal es que los rehenes sean liberados. Esto no es moral ni humanidad. Es un ultranacionalismo abyecto.

Considerar a los seres humanos – niños, personas con discapacidad, ancianos, mujeres y otros indefensos – como polvo, como personas cuyo asesinato y hambre son legítimos, cuyos bienes no valen nada y cuya dignidad no existe, equivale a ser Netanyahu, Ben-Gvir y Smotrich.

Frente al mal absoluto, hay que defender la humanidad absoluta, que casi no existe en Israel. El refugio moral de colgar un lazo amarillo en la puerta del coche y la aparente muestra de preocupación por los rehenes no es un refugio ni constituye moralidad. Incluso un extremista ultranacionalista hueco como el periodista Almog Boker, que sabe que «no hay personas inocentes en Gaza», quiere la liberación de los rehenes. Esto no lo hace menos ultranacionalista ni menos vil, ni siquiera por un momento.

El poder moral del movimiento de protesta es solo parcial debido a su carácter selectivo. Si fuera plenamente moral, su principal preocupación sería la lucha contra el genocidio, junto con la campaña por la liberación de los rehenes. Su lucha no se vería disminuida; su validez moral solo se fortalecería. No se puede escapar a las cifras: 20 rehenes vivos y más de 2 millones de palestinos cuya vida es un infierno. El corazón no puede dejar de estar con ambos.