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21/01/2022

ALEJANDRO KIRK
Chile: Quiénes son los cobardes que matan gente desarmada

Alejandro Kirk, Politika, 21/1/2022

Alejandro Kirk es un periodista chileno, corresponsal de HispanTV y teleSur. @kirkreportero

Como en una pelea de borrachos, el general Cuellar desafía a sus 'oponentes': "Sale pa' juera poh, sale pa' juera". Pa' juera, o sea allí donde tiene cuatro amigos esperando. Este comportamiento de un general de la República -milico en territorio ocupado- es penoso y lamentable. La alta oficialidad no se distingue mucho de los matones de barrio. Una nota del periodista Alejandro Kirk.

Resultó un tiro en el pie el ya famoso desafío de callejón formulado por el general chileno Luis Felipe Cuellar, jefe militar del estado de excepción en el Wallmapu (Araucanía), a los supuestos grupos armados que operan en la zona: "...aquí hay gente cobarde que mata civiles desarmados. ¿Por qué no se enfrentan con nosotros?" los invitó.

 

La incitación al enfrentamiento - y el anuncio de que el Ejército iba a matar gente- fue condenada masivamente, incluido el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), cuyo director, Sergio Micco, no se caracteriza por su asertividad en el tema.

Más bien, la oferta de caerse a balazos con una fuerza infinitamente inferior, vino a reforzar las iniciativas de norma para que en la nueva Constitución, actualmente en redacción, se transforme profundamente la naturaleza y el carácter de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad, que en cada oportunidad demuestran no haberse desligado de la Doctrina de Seguridad Nacional.

Hay ya tres iniciativas populares de ese tipo presentadas a la Convención Constitucional.

La bravuconada de Cuellar responde a una larga tradición del Ejército de Chile, cuyo tejado de vidrio (o rabo de paja) en el tema no parece haber sido comprendido por los herederos del dictador Augusto Pinochet: si algo ha caracterizado a este cuerpo armado en su historia, es haber reprimido, secuestrado, torturado, asesinado y hecho desaparecer alegremente a miles de sus propios conciudadanos civiles... siempre desarmados.

Ha sido diferente cuando los oponentes estaban armados y entrenados.

Los relatos de los participantes del atentado en contra de Pinochet, en 1986, coinciden en que la guardia personal militar del dictador no opuso resistencia alguna. Huyeron despavoridos al primer tiroteo, se escondieron debajo de los vehículos o incluso se lanzaron a un barranco, como mostraron las reconstituciones judiciales. Si Pinochet no cayó ese día, fue tanto por las fallas del armamento de los atacantes como por la calidad del blindaje del auto y la pericia del chofer.

Pinochet no murió, pero los atacantes escaparon todos ilesos, dejando en ridículo a los comandos especializados que habían jurado dar la vida por su jefe.

En Chile jamás se dice, pero en Perú son conocidas las tropelías de las tropas chilenas victoriosas -un Ejército organizado a toda prisa en 1879 con leva de campesinos- contra la población civil en las poblaciones que ocupaban. La guerra lanzada en 1879 contra Perú y Bolivia para anexar los yacimientos de salitre fue el último conflicto armado en que participó Chile.

En el Wallmapu está muy fresca la memoria del genocidio conocido como "Pacificación de la Araucanía", perpetrado por las fuerzas militares entre 1861 y 1883, para arrebatarles sus tierras y entregárselas a inmigrantes europeos y terratenientes chilenos.

Una de las Iniciativas Populares de Norma, la del capitán (R) Juan Painecura, hace una descripción detallada de 23 masacres perpetradas contra civiles por el Ejército chileno (ver aquí).

La lista no incluye los 17 años de dictadura entre 1973 y 1991, en que al menos tres mil personas fueron asesinadas, dos mil desaparecidas, y decenas de miles sufrieron secuestros, torturas, exilio y persecuciones.


19/11/2021

LUIS CASADO
Persisto y firmo: la elección presidencial chilena no es sino una megagaláctica payasada

 Luis Casado (bio), 19/11/2021

Más de una vez Luis Casado recordó esos versos de Leo Ferré: "Votaron... ¿Y ahora qué?" El tema es recurrente. ¿De qué va la próxima elección? ¿Qué está en juego? No mucho... visto lo que hemos visto.

Hace algunos meses afirmé que el dichoso “Acuerdo” cocinero no tenía otro objetivo que detener y desarmar el movimiento insurreccional nacido el 18 de octubre de 2019. Claramente, el plebiscito y luego la Convención Constitucional no fueron, en su origen, sino un intento de darle largas al asunto para mantener, hasta donde fuese posible, incólume el ‘modelo’ económico-político.

Lo sucedido después es conocido: no todo salió a pedir de bocas y la pugna por consolidar la tambaleante y delicuescente institucionalidad sigue ahí. Poco a poco la Convención Constitucional empieza a formar parte del paisaje y, hasta donde sé, el Artículo 1º de la tan esquiva nueva Constitución sigue en el limbo.

La política, como dicen en Europa, se ha gasificado.

Henos aquí –una vez más– frente a la cuestión de saber si las mismas causas producen los mismos efectos. Lo cierto es que surgen fenómenos similares en diversos puntos del globo y Chile no solo no es una excepción, sino que funge de señero experimento de laboratorio.

La imposición de un liberalismo ultramontano a partir de los años 1980 tuvo, entre otras, la consecuencia de atomizar la sociedad, su desagregación, como una suerte de acreción al revés que en vez de formar un planeta lo disuelve en corpúsculos elementales, en polvo interestelar.


22/10/2021

JOSEFINA SALOMÓN
Pinochet la encarceló. Ahora ella está demoliendo su legado: Alejandra Flores Carlos

Josefina Salomón, OZY, 15/9/2021
Traducido por
Fausto Giudice, Tlaxcala

Nacida en Buenos Aires en una familia con con raíces libanesas, pero habiendo pasado la mitad de su vida en el Reino Unido con largas temporadas en Hong Kong, México y ahora en Melbourne, Josefina es ahora una experta en descifrar los husos horarios. Ha pasado las dos últimas décadas viajando por el mundo, especialmente por América Latina, documentando e informando sobre derechos humanos y cuestiones de seguridad para medios de comunicación y ONG internacionales. Recientemente se ha incorporado a la plantilla de la revista usamericana OZY. @josefinasalomon

  •  Alejandra Flores Carlos es una de l@s 17 miembr@s indígenas elegid@s en la Convención encargada de reescribir la Constitución de la época de Pinochet en Chile.

  •  Durante décadas, Chile ha sido un bastión de las políticas económicas neoliberales. Ahora, un movimiento popular de protesta está poniendo patas arriba la política del país.

 

En 1986, cuando era una joven activista estudiantil, Alejandra Flores Carlos fue detenida y pasó por las tristemente célebres prisiones del dictador chileno Augusto Pinochet. Ahora, 35 años después, Flores Carlos es una de las pocas personas elegidas por el pueblo de su país para desmantelar el mismo marco legal que justificaba aquel régimen autoritario.

Indígena aymara, esta profesora de español y activista social es una de las 155 personas elegidas en mayo para redactar una nueva Constitución que podría sustituir a la promulgada durante la brutal dictadura de extrema derecha de Pinochet en 1973. Es un cambio que hubiera parecido imposible hace sólo dos años.

18/10/2021

LUIS CASADO
Los dos tercios de Versalles

 La Convención Constitucional chilena ratificó el cuórum de dos tercios para la aprobación de normas constitucionales. Luis Casado nos cuenta un precedente histórico.

Luis Casado, 18/10/2021

Se ha usado y abusado del aforismo de Karl Marx, quien dijo que la Historia se repite. Primero como tragedia, y luego como una farsa. Para Luis Casado merece la pena señalar que una vez más "No hemos inventado nada". Vivimos solo una mala copia del pasado...



Inauguración de los Estados Generales en Versalles, el 4 de mayo de 1789

Mi serie “No hemos inventado nada” se enriquece cada día.
El follón de los dos tercios, contrariamente a lo que se pudiera pensar, no tiene nada de nuevo. Quienes controlan el palito del emboque y no quieren ceder ninguno de sus privilegios, buscan modo de evitar el cambio. Muchas veces cambiando las reglas del juego, torciéndolas, o bien eternizando el statu quo más allá de lo conveniente.
Cuando Louis XVI, debidamente pauteado por su Consejo Real, decidió convocar los Estados Generales –asamblea que reunía los tres órdenes del sistema monárquico–, buscaba apenas el respaldo necesario para recaudar los impuestos que debían restablecer el equilibrio de sus finanzas.
Justamente. La corona siempre gastó más de lo que recaudaba. Los impuestos los pagaba exclusivamente el Tercer Estado que reunía la casi totalidad de los 26 millones de franceses. La nobleza y el clero –unas 400 mil almas– se distribuían alegremente los privilegios, inmunidades, ventajas y derechos acordados por el rey.
Grosso modo, 26 millones de campesinos, agricultores, peones, industriales, comerciantes, profesionales de todo tipo, artesanos y obreros, generaban la riqueza que luego era distribuída equitativamente: 50% para quienes la creaban, y 50% para el rey, la nobleza y el clero, cuya inutilidad y parasitismo se hacían cada día más evidente.
De cara a los Estados generales la Nobleza tenía derecho a 285 diputados, el Clero a 291 y el Tercer Estado a 289. Para más inri, debían votar por ‘orden’, es decir cada orden por separado, lo que finalmente daba tres votos…
Pero el 18-O, perdón, la movilización masiva de los pringaos logró obtener de Su Majestad que el número de diputados del Tercer Estado doblase, pasando a 578. Teóricamente estaban empatados con la suma del Clero y la Nobleza.

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