Catherine Duthu, France Culture, 4/10/2025
Periodista de la redacción de la emisora pública France Culture
Traducido por Tlaxcala
La juventud se enciende, desde Indonesia hasta Perú, pasando por Nepal y Marruecos: manifestantes de la generación Z enarbolan la bandera del manga japonés One Piece para denunciar las desigualdades, la corrupción y exigir mejores servicios públicos. La cultura pop sirve como punto de unión.
Entrevista con David Peyron, profesor titular de
ciencias de la información y la comunicación en la Universidad de Aix-Marsella.
Los objetos de la cultura pop, compartidos en las redes
sociales, se trasladan al mundo real, al corazón de la protesta social, a las
calles. Se ha visto, por ejemplo, la bandera del manga One Piece
(bandera pirata negra con una calavera sonriente con sombrero de paja y cinta
roja, en la serie de cómics que ha vendido 500 millones de ejemplares en el
mundo) enarbolada por jóvenes manifestantes en Marruecos, Madagascar o incluso
en Filipinas, Indonesia, Nepal y Perú en las últimas semanas. Estos jóvenes
retomaron el estandarte del héroe Luffy, que lucha contra las desigualdades y
el autoritarismo en One Piece. Es el último ejemplo de objetos de la
cultura pop que se convierten en símbolos de revuelta popular en la vida real,
después de haber sido ampliamente compartidos en las redes sociales.
El gobierno indonesio suspendió el viernes la licencia de
explotación de la aplicación para compartir videos TikTok, después de que la
plataforma se negara a proporcionar ciertos datos relacionados con las
recientes manifestaciones antigubernamentales, anunció el Ministerio indonesio
de Comunicación y Asuntos Digitales.
¿Cómo se ha convertido esta bandera pirata del héroe de One
Piece en un símbolo de unión para los manifestantes en varios países de
Asia, África, pero también en Perú y en Francia?