Affichage des articles dont le libellé est Antropoceno. Afficher tous les articles
Affichage des articles dont le libellé est Antropoceno. Afficher tous les articles

03/09/2022

Luis E. Sabini Fernández
Constelación ominosa

Luis E. SabiniFernández, 3/9/2022

No es habitual, como panorama o perspectiva lo que vamos a enumerar:La segunda mitad del 2022 nos permite, más bien nos obliga, a considerar:

  •  CONTAMINACIÓN PLANETARIA FUERA DE CONTROL

La humanidad ha construido nuestro mundo presente, la realidad, abusando cada vez más de los poderes que hemos ido adquiriendo y atesorando. Mientras las sociedades habidas hasta hace un par de siglos se valían del sol y el agua como fuerzas y palancas del desarrollo humano, el industrialismo permitió emplear una energía acumulada en millones de años en pocos siglos (todos los cálculos sobre las existencias de petróleo no pasan los tres siglos).

Pero el uso en cantidades extraordinarias de energía fosilizada trajo consigo tam-bién la aparición de residuos cuantiosos. Para apenas señalar uno de los más recientes: los plásticos desechados han generado por ejemplo “islas” oceánicas de millones de km2.

El optimismo tecnológico que caracteriza nuestro presente diseñó navíos “tragaplásticos” con los cuales nos prometieron  salvar el error anterior de haber generado tantos desechos fuera de control. Pero la situación no ha resultado tan sencilla. Como los plásticos son un invento humano, no son naturales, no se biodegradan como todos los elementos, sólidos, líquidos o gaseosos de la naturaleza. La erosión, claro, los achica, los desmenuza hasta hacer partículas microscópicas, que siguen empero en los mares. Ya sea depositándose en los fondos marinos, obstruyendo el “almácigo” oceánico que es todo fondo marino o, “tripulado” por microorganismos que siguen así sus marchas marinas. Investigadores han comprobado que estas partículas microplásticas, tripuladas como dije por microorganismos despiertan grandes apetencias en peces, algunos peces al menos como anchoas (con los que se ha experimentado), que los engullen ávidamente. Así tenemos microplásticos incorporados a las cadenas alimentarias y por lo tanto depositados en humanos (que somos casi siempre el fin de todas las cadenas alimentarias).  Se trata de cuerpos extraños, no alimentarios, que a muchos les hace temer serán origen de tumoraciones.

El Roto

  • ALTERACIONES PLANETARIAS… EL ANTROPOCENO ES NUESTRO

La sociedad contemporánea apenas tiene registro de la cantidad e intensidad de inundaciones, sequías, incendios  (claro que una buena cantidad, provocados por el hombre para ampliar tasas particulares de ganancia), desbordes de diques de cola (altamente tóxicos), deshielos de altas cumbres y permafrost, –crisis biológica de especies muy perseguidas y hostigadas (sobre todo por el hombre, pero también y cada vez más, por alteraciones climáticas).

¿Estamos alterando el planeta, como podemos desgraciadamente ver con la plasti-ficación de los mares o los derretimientos de glaciares y nieves otrora “eternas”, y empu-jando a la extinción a tantas especies, y a la vez, ¿no nos estamos alterando nosotros?

  • MEDICALIZACIÓN SOCIAL NO POR SABER SINO POR… MIEDO

Con la pandemia declarada por la OMS mediante una redefinición, la medicalización generalizada resultó altamente efectiva. La pregunta es para qué. El miedo fue el motor de comportamiento. Con el que se generó  una ofensiva mediática, que logró una regimentación social pocas veces vista. El saldo de este emprendimiento de alcance planetario es variado: desde el punto de vista sanitario no se sabe si ha empeorado o mejorado la salud social, aunque la reiteración de las recaídas en el Covid19 da pábulo a temer que no ha sido una jugada saludable; desde el punto de vista de la gestión empresarial la oferta de inoculaciones vendidas como vacunas aunque en casi todos los casos con técnicas médicas tan  alejadas del concepto inicial de vacunación que  debería haberse optado por una nueva denominación –terapias génicas–, en cambio, las llamadas vacunas han sido un negocio formidable de alcance mundial. Y dada la denominación buscada y aceptada por los estados bobos que integran la OMS, la calidad de vacuna de un medicamento libera al fabricante de responsabilidad penal por un perjuicio al inoculado,  que se traslada al estado donde se encuentra la población objeto de ese tratamiento, algo bien distinto por cierto a la regla, teórica, que es que el laboratorio debe responsabilizarse por daños ocasionados por su medicación. [1]

25/08/2021

THOMAS KLIKAUER/MEG YOUNG
Los muertos vivientes del calentamiento global

Thomas Klikauer y Meg Young, CounterPunch, 23/8/2021
Traducido del inglés por Sinfo Fernández, Tlaxcala
 

 Thomas Klikauer (Darmstadt, 1962) es profesor titular de Gestión de Recursos Humanos y Relaciones Laborales Estratégicas en la Universidad de Western Sydney, Australia. Es autor de varios libros, entre ellos “Managerialism: A Critique of an Ideology(Palgrave, 2013), y colabora con frecuencia en diversas publicaciones.  

Meg Young es contable en Sídney; le gustan las películas extranjeras y la música y, en su tiempo libre, trabaja en un Máster en Administración de Empresas.

Una vez más, el recientemente publicado Sexto Informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) sobre el calentamiento global pinta un panorama bastante sombrío de nuestro futuro global común. El informe, redactado por 200 científicos y aprobado por 195 países, se publicó en un momento en el que algunas zonas de Turquía, Italia, Siberia y Grecia seguían ardiendo con temperaturas cercanas a los 50ºC. La reciente ola de calor de Canadá también hizo que las temperaturas llegaran a casi 50ºC. Mientras tanto, las pérdidas por las inundaciones de 2021 en Alemania se estimaban en 30.000 millones de euros.

Central eléctrica en la zona inferior del río Columbia, USA (Foto: Jeffrey St. Clair)


Hoy en día, la
NASA puede presentar sus datos sin tener que temer que los políticos conservadores le recorten el presupuesto por utilizar las palabras “calentamiento global”. Sin embargo, los conservadores y los populistas de derechas están demasiado ansiosos por reproducir la lucha de poder entre Galileo Galilei y la Iglesia Católica, en la que el astrónomo más importante del mundo tenía el conocimiento, pero la Iglesia tenía el poder y los instrumentos de tortura.

Como dijo la revista Nature sobre el informe climático del IPCC, la Tierra es más cálida de lo que ha sido en 125.000 años. En conjunto, los 7.900 millones de personas que habitan la Tierra la han llevado a lo que conocemos como Antropoceno, la época geológica que data del momento en que los seres humanos comenzaron a tener un impacto significativo en la geología y los ecosistemas de la Tierra. Algunos fijan la fecha de inicio del Antropoceno en los primeros años de la década de 1950: el comienzo de pruebas atómicas rutinarias en superficie. El Antropoceno significa un calentamiento global desenfrenado.

En 2021 hemos causado estragos en más de la mitad de las tierras libres de hielo de la Tierra y, de forma indirecta, en la otra mitad. Hemos construido presas y redirigido, enderezado y “gestionado” (¡sic!) casi todos los ríos más grandes de la tierra. Hemos construido fábricas gigantescas y plantas de fertilizantes y hemos utilizado sus productos para aumentar las cosechas para alimentar a casi 8.000 millones de personas. Hemos producido más nitrógeno del que nuestros ecosistemas hayan acumulado jamás. Mientras tanto, los aviones, los coches y las centrales eléctricas emiten 100 veces más dióxido de carbono que los volcanes de la Tierra.

Al mismo tiempo, hemos superpoblado el planeta. La biomasa combinada de todas las personas de la Tierra supera a la de todos los animales salvajes, a muchos de los cuales nos hemos empeñado en matar o llevar a la extinción. Nos dirigimos rápidamente hacia la 6ª Extinción Masiva.

Pero es aún peor, por cada animal salvaje que sigue vivo, hay ocho personas en la Tierra. Esto es sencillamente insostenible. Y está empeorando. La biomasa combinada de los seres humanos y el ganado que mantenemos para comer supera a todos los demás animales, con la excepción de los peces. Dado el ritmo actual de sobrepesca, los seres humanos pronto superarán también este espantoso hito.

Sin embargo, seguimos ahogados con la alucinación de que el problema del control de nuestro clima puede solucionarse con más control. Incluso antes de la Primavera Silenciosa de Rachel Carson (1963), nos hemos rodeado de políticos que piensan que el calentamiento global puede eliminarse mediante la consagrada propaganda de las 3D: (de)negar, distraer y disminuir.