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10/09/2021

CHRISTOS PARIDIS
Mikis Theodorakis (1925 - 2021) : les étapes d'une vie légendaire

 Moments d'une immense carrière musicale et d'une vie bien remplie

Christos Paridis, LIFO, 2/9/2021
Traduit du grec par Jacques Boutard, édité par Fausto Giudice, Tlaxcala

Christos Paridis est um journaliste indépendant et traducteur grec, né à Thessalonique et vivant à Athènes, qui a étudié le théâtre et le cinéma au Bard College de New York. Il est le directeur artistique de la « Boîte Noire », une plateforme théâtrale et musicale de la Fondation Mikhalis Cacoyannis. @rueLepsius

Lorsque Mikis Theodorakis a rencontré Konstantinos Karamanlis  pendant la période houleuse que fut l'été 1974,  marqué par le débarquement à Chypre, l'effondrement du régime des colonels et le danger imminent de guerre avec la Turquie, l'homme d’état lui demanda s'il participerait à un gouvernement de salut national, il répondit par un refus : « Quand je dirige l'orchestre, je m’habille en noir et je deviens le « prêtre de la démocratie », c'est mon rôle, j'utilise mes mains comme si j'embrassais tout l’orchestre et que le monde entier chantait avec moi. Si vous êtes sur la bonne voie, celle à laquelle je crois, je serai de votre côté. »

Mikis Theodorakis à Londres en 1970

Cette description du style familier avec lequel il dirigeait l'orchestre lors de ses concerts, était en même temps l’admission de sa part d’un extrême dévouement envers les Grecs et la Grèce qui a joué un rôle clé dans ses choix musicaux et politiques. Ce dévouement envers le pays lui a servi de boussole à toutes les périodes de sa longue vie, provoquant d'innombrables malentendus chez ses admirateurs comme chez ses compatriotes, car cette attitude était parfois la source de réactions enthousiastes et, à d'autres moments, de brouilles, voire d’une guerre acharnée contre lui.

Dans les nombreuses interviews qu'il a accordées une fois parvenu à l’âge de sa plus grande maturité, il disait souvent : « Je suivrais le diable pour défendre mon pays ». Pour la majorité des progressistes grecs, c'était comme s'il était effectivement « parti avec le diable », lorsqu'il a prononcé son fameux « Karamanlis ou les chars », l’été de la chute de la junte - bien qu'il ne l'ait pas dit exactement comme ça, c'est une phrase qui lui a été attribuée dans un titre du journal « Vradini » et qui est restée dans la mémoire historique collective, faisant de la plus grande idole des Jeunes communistes (KNE) un « traître ». Cette étiquette l'a suivi toute sa vie. Ses choix et positions politiques ont souvent envenimé ses relations avec eux, seules les luttes et les épreuves qu’il avait subies dans sa jeunesse le « rachetaient » à leurs yeux.

Il était né à Chios en 1925. Sa mère était originaire de Çeşme  en Asie Mineure et son père,  originaire du bourg de Galata dans le dème de La Canée en Crète, était un haut fonctionnaire partisan d’Elefthérios Venizélos. Ils s’étaient rencontrés à Urla [entre Smyrne et Chios], où il avait été affecté à l’époque du Haut-Commissariat grec, juste avant la Grande Catastrophe de 1922, et quand la tragédie est survenue, ils ont fait ensemble la traversée en barque afin de sauver leur vie et prendre un nouveau départ.

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 L'enterrement dans son village natal de Galatas, en Crète

06/09/2021

A raíz de la muerte de Mikis Theodorakis

Miguel Álvarez Sánchez, Tlaxcala, 6/9/2021

Después de la lectura de dos artículos en español e inglés acerca de la reciente muerte de Mikis Theodorakis, me llevó a volandas mi espíritu a mi estancia como estudiante de Erasmus en Ioaninna en el año 2010 y posteriores experiencias de mi mosaico vivencial griego que fueron estruendosas y maravillosas; como buen estudiante disfruté de los placeres mundanos que la tierra helena me proveyó y también conocí la gran hospitalidad que tanto caracteriza a los helenos -hecho que se plasma en la voz griega φιλοξενία, que significa tanto como “amigo del extranjero”- al narrarme en una barra de un camping de la variopinta isla griega de Kreta, que para mí alberga un microcosmos de Grecia, como un griego acompañó a un extranjero al preguntarle este por la dirección de un hostal hasta la mismísima entrada del mismo. 

Pero también me solidaricé con el sufrimiento del pueblo griego por los severos recortes de la Troika en aquel año al participar en manifestaciones contra los mismos; tal vez el único acto de valentía que tenga en común con Ο ψηλός (el alto) Mikis Theodorakis, porque seguramente no creo que hubiese tenido la valentía, el empuje y la entereza que mostró en sus actos políticos durante toda su vida; comenzando ya en su juventud ayudando a familias judías a escapar de las autoridades alemanas del régimen nazi, por lo cual fue detenido y torturado por las autoridades italianas.

Tras el golpe de Estado de una junta militar de extrema derecha bajo el mando de Geórgios Papadópoulos, Theodorakis se fue a la clandestinidad y fundó una organización de resistencia contra la misma, incluso los coroneles vetaron la audición de su música y unos meses más tarde fue capturado y encarcelado durante cinco meses y tras una larga huelga de hambre le desterraron a él con su mujer Myrto y sus dos hijos al pueblo de Zatuna y posteriormente fue recluido en el campo de concentración de Oropos. Durante todo ese tiempo compuso incansablemente canciones contra la Junta.

Algunos griegos exiliados en el extranjero como Melina Mercouri y María Farandouri obtuvieron sus canciones y las interpretaron. Su salud sufrió las condiciones del arresto y las huelgas de hambre; se produjo un movimiento de solidaridad por parte de artistas e intelectuales de todo el mundo. Durante el exilio dedicó todas sus fuerzas en la lucha contra la dictadura recorriendo varios países llevando acabo conciertos, charlas y manifestaciones. Sus canciones se convirtieron en un símbolo de resistencia contra el fascismo en países esparcidos por todo el mundo y tuvo encuentros con políticos e intelectuales de altísimo rango. En 1974 volvió a Grecia tras la caída del régimen fascista. Continuó con sus dos facetas, artística y política, fue elegido en dos ocasiones diputado y se le nombró Ministro en el gobierno de coalición entre centro derecha y los comunistas de Constantinos Mitsotakis. En 1983 recibió el Premio Lenin de la Paz. Sin duda uno de los grandes referentes de la izquierda europea del siglo pasado.

Uno de los dos conciertos históricos en el Estadio Karaiskaki en 1974, celebrando la caída de la junta de los coroneles

El punto de vista artístico de Theodorakis despunta en mi imaginario por el visionado de la cinta de Mihalis Kakogiannis para mi Trabajo Fin de Grado acerca de la retraducción del griego al español de la novela “Zorba el Griego, Vida y andanzas de Alexis Zorba”; cuando me sumergí en la banda sonora para escucharla y disfrutar del talento musical del genio griego. El Sirtaki, un invento para la película, me acompañó hace unos años cuando estuve en la Feria Internacional de Fuengirola en la carpa griega sentado con unos amigos y viendo y escuchando a los músicos griegos comenzando a tocar la música del Sirtaki, el muro de enfrente con un plano de Grecia y bebiendo con un vaso de vino griego en mano, me sobresaltaron las lágrimas y la emoción y empecé a bailar el Sirtaki tan alocadamente como Zorba el Griego, alias Antony Quinn.