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02/06/2025

FAUSTO GIUDICE
“La religión pertenece a Dios y la patria a todos”: en Siria, el mensaje de Sultan Al-Atrash sigue vigente un siglo después
Entrevista con Rim Al-Atrash

Con la atención puesta en Siria y la abrumadora mayoría de la "información" que circula en los medios internacionales producida por personas que saben poco o nada sobre la historia siria, pensamos que sería útil darle la palabra a Rim Al-Atrash , residente en Damasco y descendiente de una larga cuna de combatientes, para que nos hable de su padre Mansour (1925-2006) y de su abuelo Sultan Basha (1888-1982), cuya historia puede arrojar luz sobre el estado actual del país.

Entrevista realizada por Fausto GiudiceTlaxcala
Original francés
Traducción de Ricard González Samaranch



 Rim, ¿puedes presentarte y hablarnos de tu linaje?

En la introducción a mi primera novela, en árabe, titulada "Hasta el fin de los tiempos", escribí lo siguiente: "Soy una persona que intenta combinar el Islam y el cristianismo en su corazón, y creo que la religión pertenece a Dios y la patria pertenece a todos".

Un día, la abogada siria Najat Qassab-Hassan me hizo esta pregunta: Rim, ¿qué parte de ti es drusa y qué parte es cristiana? Le respondí sin la menor vacilación: Estoy dividida verticalmente en dos, y puedo mover mi corazón a veces hacia la derecha, y a veces hacia la izquierda.

Zukan (sentado) y Sultan, 1910

Soy la bisnieta del mártir Zuqan Al-Atrash , uno de los líderes de la resistencia contra los turcos (1910). Él fue condenado a muerte y ejecutado en la plaza Merje de Damasco por Yamal Basha, conocido como el Carnicero Asesino.


Youssef al-Choueiri

Además, soy bisnieta de Youssef al-Choueiri, un muyahid de Sultan Al-Atrash durante la Revolución árabe de 1916-1918: se unió a la revolución con su amigo Sultan Al-Atrash , para liberar Damasco, el 30 de septiembre de 1918, después de la batalla de Tuloul al-Manea, cerca de Kisswa, al sur de Damasco. Junto con su hijo Habib al-Choueiri, mi abuelo materno, fue encarcelado durante la primera revolución de Sultan en 1922. Ambos apoyaron a Sultan y a sus compañeros en 1925, financiera y moralmente.

Soy la nieta de Sultan Al-Atrash , líder de la Gran Revolución Siria (1925) contra el Mandato Francés.

Por último, soy hija de Mansour Al-Atrash , político sirio, uno de los primeros baazistas, en 1945, y miembro del consejo fundador del Partido Baaz en 1947.

¿Qué es importante saber sobre Sultan Basha, a quien has dedicado una serie de cinco volúmenes (publicados en el Líbano), basados ​​en sus archivos familiares?

Sultan Al-Atrash rechazó explícitamente los mandatos francés y británico ante la Comisión King-Crane (1919), cuando ésta lo visitó en Yebel al-Arab (conocido como Yebel Druso) para sondear la opinión de los habitantes de la región.

Reunió a los jinetes para ayudar al ejército sirio, dirigido por el ministro de Guerra, Yusuf al-Azma, el 24 de julio de 1920, en Mayssaloun. Los jinetes de Yebel al-Arab, liderados por Sultan Al-Atrash , llegaron al pueblo de Sijen, e incluso algunos llegaron a Braq (40 km al sur de Damasco), donde Sultán, al enterarse del asesinato de Yousef Al-Azma, declaró: "Perder una batalla no significa perder la guerra".

Sultan Al-Atrash quiso entonces organizar la resistencia en Yebel al Arab bajo la bandera de la legitimidad en Siria. Por eso invitó al rey Faisal I a establecerse allí en lugar de partir hacia Europa en 1920. Pero el rey respondió al mensajero de Sultan diciendo: "¡Es demasiado tarde!".

Sultan también le pidió a Ibrahim Hanano (líder de los rebeldes del norte) que se quedara en su casa para organizar la resistencia contra la ocupación francesa, cuando acudió a él en busca de protección en 1922, pero Hanano quería ir a Jordania.

La Gran Revolución Siria estalló en el último tercio de julio de 1925, pero atrajo la atención mundial después de la batalla de Mazraa contra el ejército del general Michaud a principios de agosto del mismo año. Los europeos comenzaron a enviar periodistas de Alemania y otros países europeos a Siria, específicamente a Yebel al-Arab, para descubrir la verdad sobre lo que había sucedido. ¡Fue sólo entonces cuando los nacionalistas árabes empezaron a interesarse por lo que estaba sucediendo!

Es importante señalar que después de la batalla de Mazraa, las autoridades francesas se vieron obligadas a solicitar una tregua y un cese de hostilidades, antes de que los dirigentes del movimiento nacional en Damasco respondieran al llamado a la revolución de Yebel al-Arab, con el objetivo de extenderla a toda Siria y Líbano.

Sultan Al-Atrash declaró lo siguiente a dos periodistas alemanes del periódico Vössische Zeitung, que acudieron a fotografiar el lugar de la batalla de Mazraa: «Los franceses no buscan seriamente la paz en sus negociaciones. Ni siquiera las condiciones moderadas presentadas por nuestra delegación obtendrán nada esencial del general Sarrail. Quieren distraernos hasta la llegada de sus nuevas fuerzas militares, traídas de Francia o de sus colonias vecinas. En cuanto a nosotros, no devolveremos las armas capturadas en el campo de batalla mientras estemos vivos. No nos conformaremos con nada menos que la independencia y la unidad completa de Siria y el establecimiento de un gobierno nacional constitucional. La misión del Estado Mandatario debe limitarse a proporcionar asistencia y asesoramiento técnico y administrativo, a través de asesores y expertos cualificados, de conformidad con lo estipulado en el Pacto de la Sociedad de Naciones de 1919 relativo al mandato». La condición puesta por Sultan Al-Atrash para las negociaciones con los franceses fue que no debían exceder los tres días.

Sultan Al-Atrash quiso entonces organizar la resistencia en Yebel al Arab bajo la bandera de la legitimidad en Siria. Por eso invitó al rey Faisal I a establecerse allí en lugar de partir hacia Europa en 1920. Pero el rey respondió al mensajero de Sultan diciendo: "¡Es demasiado tarde!".
Sultan también le pidió a Ibrahim Hanano (líder de los rebeldes del norte) que se quedara en su casa para organizar la resistencia contra la ocupación francesa, cuando acudió a él en busca de protección en 1922, pero Hanano quería ir a Jordania.
La Gran Revolución Siria estalló en el último tercio de julio de 1925, pero atrajo la atención mundial después de la batalla de Mazraa contra el ejército del general Michaud a principios de agosto del mismo año. Los europeos comenzaron a enviar periodistas de Alemania y otros países europeos a Siria, específicamente a Yebel al-Arab, para descubrir la verdad sobre lo que había sucedido. ¡Fue sólo entonces cuando los nacionalistas árabes empezaron a interesarse por lo que estaba sucediendo!
Es importante señalar que después de la batalla de Mazraa, las autoridades francesas se vieron obligadas a solicitar una tregua y un cese de hostilidades, antes de que los dirigentes del movimiento nacional en Damasco respondieran al llamado a la revolución de Yebel al-Arab, con el objetivo de extenderla a toda Siria y Líbano.
Sultan Al-Atrash declaró lo siguiente a dos periodistas alemanes del periódico Vössische Zeitung, que acudieron a fotografiar el lugar de la batalla de Mazraa: «Los franceses no buscan seriamente la paz en sus negociaciones. Ni siquiera las condiciones moderadas presentadas por nuestra delegación obtendrán nada esencial del general Sarrail. Quieren distraernos hasta la llegada de sus nuevas fuerzas militares, traídas de Francia o de sus colonias vecinas. En cuanto a nosotros, no devolveremos las armas capturadas en el campo de batalla mientras estemos vivos. No nos conformaremos con nada menos que la independencia y la unidad completa de Siria y el establecimiento de un gobierno nacional constitucional. La misión del Estado Mandatario debe limitarse a proporcionar asistencia y asesoramiento técnico y administrativo, a través de asesores y expertos cualificados, de conformidad con lo estipulado en el Pacto de la Sociedad de Naciones de 1919 relativo al mandato». La condición puesta por Sultan Al-Atrash para las negociaciones con los franceses fue que no debían exceder los tres días.
A lo largo de su vida, Sultan nunca abandonó este lema que había lanzado. Él, se mantuvo firme, en palabras y hechos. Este eslogan fue una bofetada a los colonialistas franceses, que afirmaban falsamente su creencia en el secularismo. Esta consigna fue una respuesta clara de rechazo a la división del país, prevista en el Acuerdo Sykes-Picot, que también desembocó en la Declaración Balfour, que Sultan Al-Atrash rechazó por completo.

Así, el serio interés árabe y europeo en la Gran Revolución Siria comenzó después de la batalla de Mazraa (2 y 3 de agosto de 1925). El ejército del general Henry Michaud estaba formado por 13.000 soldados y oficiales franceses, y fue severamente derrotado por unos 400 combatientes rebeldes de Yebel al-Arab. Así lo afirmó uno de los militares de origen marroquí que participó en la campaña de Michaud y fue capturado: se lo confirmó al comandante en jefe de la revolución siria, Sultan Al-Atrash . Más tarde se unió a las filas de los revolucionarios para luchar contra los franceses.

Las fuerzas nacionales decidieron elegir a Sultan Al-Atrash como comandante general de esta revolución. Fue aquí donde se emitió la famosa declaración del Comandante en Jefe, "A las armas", el 23 de agosto de 1925, en la que se enfatizó que el primer objetivo de la revolución era unificar Siria, tanto en la costa como en el interior, lo que significaba rechazar la división de Siria sobre una base confesional, religiosa y étnica, y que el segundo objetivo era la independencia completa. El lema de la revolución es: "La religión pertenece a Dios y la patria es de todos". »


La religión pertenece a Dios y la patria a todos: este es un lema que hoy puede plantear cuestiones problemáticas, pero durante la Gran Revolución Siria de 1925-1927 era muy aceptado y representaba los conceptos de "secularismo" y "resistencia".

Durante los preparativos para las batallas, Sultan Al-Atrash elaboraba planes militares consultando los comandantes de campo, basándose en el área donde se desarrollaban las batallas, y en base a la posición de las fuerzas enemigas, su número y el volumen de su munición. También estaba siempre en coordinación con los comandantes que enviaba en campaña fuera de Jebel, y su responsabilidad era asegurarse de que tuvieran municiones y equipo.

Es importante destacar que las negociaciones de los políticos sirios con las autoridades del mandato francés dependían de la firmeza de los revolucionarios sobre el terreno. La política es, sin duda, de gran importancia, pero la Gran Revolución Siria, que sorprendió a todos, desde los políticos nacionalistas sirios y libaneses hasta los políticos franceses y europeos, comenzó a imponer su presencia, especialmente después de la batalla de Mazraa. Todos los nacionalistas siempre se remitieron, en sus negociaciones, a la opinión de Sultan Al-Atrash , quien consultó a los revolucionarios para elaborar una opinión que representara a todos.

A lo largo de su vida, Sultan Al-Atrash nunca utilizó "yo", sino más bien "nosotros". ¡Esto indica su modestia e incapacidad de negar el papel de los demás!

El 25 de octubre de 1929, durante el período del exilio, se celebró en Haditha, en Wadi al-Sirhan, la "Conferencia del Desierto", convocada por Sultan Al-Atrash . Participaron personalidades nacionales de partidos y organizaciones. En la conferencia se tomaron decisiones muy importantes que tuvieron un impacto significativo en el desarrollo de la vida política en Siria y en el curso que tomaron posteriormente los acontecimientos y las negociaciones que condujeron a la evacuación.

Sultan Al-Atrash y los revolucionarios exiliados insistieron en que esta conferencia estuviera libre de influencia extranjera y se adhiriera a los principios de los derechos humanos, y que Siria siguiera comprometida con sus derechos legítimos y la unidad nacional general en la búsqueda de la liberación del colonialismo.

Al final de esta conferencia, se anunció una resolución de seis puntos, en la que los revolucionarios estacionados en el desierto condenaron la suspensión de los trabajos de la Asamblea Constituyente en Siria y las declaraciones de Henry Ponsot [Alto Comisionado de Francia en el Levante, 1926-1933], ignorando la cuestión nacional siria. La conferencia también denunció las decisiones inválidas del Congreso sionista de Zurich [1929] y los ataques de los judíos contra los árabes, llamando al gobierno laborista británico a revocar la famosa Declaración Balfour y a reconocer los derechos nacionales de los árabes y su soberanía en su propio país para asegurar la paz mundial y fomentar las relaciones modernas entre los pueblos, como hizo Gran Bretaña en Egipto e Irak. La conferencia también agradeció a los árabes en la diáspora que apoyan financieramente a la patria y a los revolucionarios y sus familias en el exilio.

Sultan Al-Atrash creía que la Gran Revolución Siria duró doce años, de 1925 a 1937, porque su negativa a deponer las armas, junto con sus compañeros revolucionarios, significaba que la resistencia continuaría y no se rendirían al colonialismo. Los políticos también le escribieron con frecuencia para pedirle consejo durante su exilio de diez años, de 1927 a 1937, durante el cual llamó a la unificación del mundo árabe, con el fin de "lograr el éxito de la causa siria, que es el núcleo de la unidad árabe". Esto se considera una clara constatación de la importancia de lograr la unidad entre los árabes. Durante este período, resistió enormes tentaciones, a pesar de todas las dificultades que sufrió, ¡con su familia, sus compañeros y sus familias!

Menciono aquí que el funcionario británico, actuando como representante del rey Jorge V, se reunió con Sultan Al-Atrash en Azraq en 1927 para discutir la cuestión de la deportación de los revolucionarios que se negaban a entregar sus armas. Este representante intentó convencer a Sultan de la necesidad de acabar con la revolución incondicionalmente y le hizo una oferta real, cuya esencia era que viviría en un palacio privado en Jerusalén, además de un lucrativo salario mensual vitalicio que le garantizaría una vida cómoda a expensas del Imperio británico.

Pero Sultan respondió: "Nuestra felicidad reside en la independencia y la unidad de nuestro país, en la libertad de nuestro pueblo y en la retirada de las fuerzas extranjeras del país". En esta reunión, el representante del rey Jorge V no se olvidó de llevar consigo deliciosas comidas y bebidas y ofrecerlas a los rebeldes sedientos y hambrientos. Sin embargo, los rebeldes, por orden del Sultán, no los tocaron en absoluto. ¡Sultan rechazó la generosa oferta real y también la comida!

En uno de los documentos del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, durante el mandato, conservado en los archivos de la Biblioteca Nacional, el cónsul británico en el Levante admitió a su Ministerio de Asuntos Exteriores que Sultan Al-Atrash se había negado obstinadamente a cooperar con Gran Bretaña a pesar de los intentos repetidos y persistentes de las autoridades. Escribió: «Sultan Al-Atrash no se puede comprar».

Su posición sobre la enseñanza era firme; En el exilio, trabajó para garantizar que los hijos e hijas de los revolucionarios recibieran educación y que se construyera una escuela para ellos en el desierto. También donó terrenos para construir una escuela en su pueblo natal (Quraya) después de su regreso del exilio.

Palestina y los Altos del Golán fueron su obsesión hasta el final de su vida. Sultan Al-Atrash apoyó la unidad entre Siria y Egipto y la lucha del Partido Baath.

Desde 1918 hasta 1946 rechazó tanto el puesto como el dinero. ¡Recomendó al difunto presidente Shukri al-Quwatli que preservara la independencia del país por cuya liberación los revolucionarios habían sacrificado tanto! Reiteró esta recomendación más tarde, en 1960, ante el presidente Gamal Abdel Nasser. En 1981, frente al presidente Hafez al-Assad. Escribió esta recomendación en su testamento político, pronunciado por su hijo Mansour ante la procesión fúnebre de un millón y medio de personas en el estadio municipal de Sweida el 28 de marzo de 1982.

Sultan Al-Atrash firmó la famosa Carta Nacional, que fue firmada por personalidades nacionales conocidas de toda Siria, incluido el difunto Hashim al-Atassi, cuyo nieto, Radwan al-Atassi, la publicó en la biografía de su abuelo. Esta carta nacional incluía los siguientes principios:

1- Condenar el poder individual autoritario y no acatar lo que éste dicta.
2- Exigir elecciones justas que establezcan un régimen constitucional y democrático.
3- Respetar las libertades públicas y el estado de derecho para todos.
4- Proteger la independencia y la soberanía.
5- Fortalecer el ejército y limitar su misión a la defensa de la patria y su seguridad.
Después de esto, el coronel Adib Shishakli lanzó una injusta campaña militar contra la población de la Gobernación de Sweida, creyendo que con ello consolidaría los pilares de su poder, contra los cuales habían luchado todos los ciudadanos libres de la mayoría de los partidos (incluidos el Partido Baath y el Partido Comunista).

Alrededor de un centenar de mártires desarmados fueron asesinados en Yebel al-Arab durante la campaña militar (1954). Sultan Al-Atrash abandonó su pueblo y se dirigió a Jordania para evitar más derramamiento de sangre. Luego pronunció su famosa frase: "¡Me niego a enfrentarme a los soldados del ejército sirio, porque son mis hijos!". Sultan y sus compañeros caminaron, bajo la nevada, hacia Jordania. Tenía 66 años en ese momento. Al llegar a la frontera jordana, el gobierno le envió un coche con bandera británica, pero se negó a subir, a pesar de que lo perseguían y su vida corría peligro. Pero no, ni siquiera en las circunstancias más difíciles, ¡Sultan Al-Atrash no llamó a extranjeros! El gobierno jordano se vio obligado a enviar otro coche con bandera jordana. Él accedió a llevarla con sus compañeros y entraron en Jordania. Sultan y sus compañeros permanecieron allí hasta que Chichakli abandonó el país. Regresó victorioso a la aldea.

Cuando la gente acudió a felicitarlo por el asesinato de Shishakli, les dijo: «No tengo ninguna relación con él desde que dejó el poder. Su asesinato fue un acto individual, y no buscamos venganza ni nos alegramos de su muerte».

¡Éstas son tres lecciones ejemplares que Sultan Al-Atrash dejó a los sirios de hoy!

En un documento de mis archivos familiares, que edité y publiqué en cinco volúmenes en la Editorial Abaad de Beirut, Sultan escribió en 1961: «Dijeron que hemos cosechado el fruto de nuestra lucha, el fruto de este árbol cuya tierra regamos con nuestra sangre. No, este fruto aún no está maduro. Nuestra lucha está en su etapa de floración y aún no ha dado frutos, porque no nos hemos unido como árabes para cosecharlos juntos. Hijos de la revolución e hijos del desierto, así es como nos hemos entregado al sacrificio en el altar del nacionalismo árabe. Este árbol no dará fruto mientras sus ramas estén cubiertas de insectos… No dará fruto mientras la voz de la libertad palestina no se alce para alejar el espectro de las ambiciones coloniales, en lo que respecta a Irak, Egipto y Jordania. Después de eso, qué fruta tan deliciosa y madura, símbolo de las generaciones que han llevado la antorcha de la civilización, cuya luz nunca se extinguirá».

Sultan Al-Atrash siempre se mostró cauteloso ante las ambiciones coloniales, que adoptaban mil formas. Posteriormente dejó un testamento político en este sentido.


Vayamos a tu padre Mansour, hijo de Sult
an. Hablanos sobre su carrera

Estudió ciencias políticas e historia en la Universidad Americana de Beirut; Estudió Derecho en la Universidad de la Sorbona en París. Fue encarcelado por motivos políticos tres veces: en 1952 y 1954 durante la época de Adib Shishakli, y en 1966 después del Movimiento 23 de Febrero. Luego vivió exiliado en Beirut entre julio de 1967 y abril de 1969, cuando regresó a Damasco.

Sultan y Mansour, 1971

Fue nombrado Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales en 1963. Fue miembro del Consejo Presidencial en 1964. Se negó a aceptar el cargo de ministro en varias ocasiones, particularmente durante el período de 1961 a 1963. Miembro de las direcciones regional y nacional del partido. Fue presidente del Consejo Nacional de la Revolución 1965-1966. Se jubiló y trabajó en la agricultura.

Fue presidente del Comité Árabe Sirio para el Levantamiento del Asedio y Apoyo a Irak entre 2000 y 2006 y miembro fundador del Comité de Apoyo a la Intifada entre 2000 y 2006.

Estaba casado con Hind al-Choueiri, profesora de la Escuela Normal Superior, cristiana ortodoxa de Damasco, y tenía dos hijos: Thaer (ingeniero civil) y yo, Rim (traductora y escritora).


Mansour en 2005

En una entrevista publicada en el diario Al Khalij el 23 de mayo de 1993, Mansour Al-Atrash dijo lo siguiente: "Somos responsables y nuestra generación está condenada. Si alguna vez escribo mis memorias, las llamaré «La Generación Condenada».

¿Condenados, por qué? Porque nosotros, como generación, no hemos sido fieles a los objetivos que nos propusimos para el Partido Baaz, ni hemos seguido el camino honesto hacia ellos. Nos hemos refugiado en excusas para protegernos de la caída del poder, y así hemos caído moral y éticamente. Ya no sentimos ninguna conexión entre nosotros y la primera imagen del Partido Baaz...

A nivel personal, puedo decir que caí con la generación, pero me salvé como individuo. No he violado los derechos de nadie, no he cambiado y no me he dejado llevar por las tentaciones del poder. Desde esta perspectiva, tengo la conciencia tranquila y me considero libre de los males de esta experiencia, que ha renovado mi determinación de emprender una obra nacional, de modesta ambición, que responda a las necesidades de la fase actual que atraviesa la nación árabe.

Pero creo sinceramente que salvar a un individuo de cualquier deficiencia en el trabajo nacional o de cualquier acusación moral en el contexto de su labor política tiene poco valor, porque el individuo, a pesar de su papel a veces importante en la labor política, no puede salvar a la generación de su responsabilidad por el fracaso."

En tu opinión, ¿qué habrían hecho Sultan y Mansour en Siria en 2025?

Mi abuelo Sultan y mi padre, Mansor, creían en la unidad de Siria y el Levante, así como en la necesidad de integración entre los países del mundo árabe, para formar una fuerza política y económica significativa. Por lo tanto, no pueden convencerse por la división y fragmentación del país, sobre una base confesional y étnica. Más bien, creo que si estuvieran presentes en Siria hoy, habrían trabajado para apoyar el diálogo nacional entre los sirios con el fin de lograr una Constitución que proteja la ciudadanía y preserve la libertad, la independencia y el pluralismo. Y eso con el objetivo de consolidar la democracia participativa y la separación entre los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. También habrían trabajado para lograr la confederación del Levante, basada en un programa nacional claro. También destacaron la necesidad de liberar Palestina desde el río hasta el mar y de expulsar a todos los ejércitos extranjeros que se encuentran actualmente en Siria y en todo el Levante.


Sultan en 1950

¿Cómo podemos definir el ser druso en el mundo actual, donde los drusos, como todos los sirios, palestinos y otros, se han convertido en un "pueblo-mundo", presente desde Venezuela (donde se les llama Bani Zuela) hasta Escandinavia y Australia, pasando por Siria, Líbano, Jordania y Palestina, conocida como "Israel"?

El número de expatriados procedentes del Levante es muy elevado, especialmente desde la guerra civil libanesa, así como desde 2011 desde Siria, desde 1948 desde Palestina y desde 1967 desde los Altos del Golán, debido a la ocupación sionista. Los drusos en la diáspora son, en su mayoría, sirios, libaneses, palestinos, jordanos y, finalmente, árabes. En cuanto a las nuevas generaciones, pertenecen al país de expatriación en el que se encuentran y se han integrado en gran medida. Sin embargo, hay un hilo muy fino que todavía conecta a la mayoría de ellos con la herencia de su país y su comunidad religiosa. Esto quedó claramente demostrado, por ejemplo, con su apoyo material y moral a los drusos en Siria durante la terrible experiencia que dura desde 2011 y continúa hoy en día, ¡sobre todo porque hoy el 90% del pueblo sirio se encuentra por debajo del umbral de la pobreza!

¿Cuáles son las relaciones entre los drusos de Yebel Druso, los Altos del Golán, Damasco, Líbano y Palestina
de 1948, conocida hoy como "Israel"?

Los monoteístas o drusos nunca abandonan los unos a los otros. Se trata de las mismas familias, repartidas por Siria, los Altos del Golán sirios ocupados, Líbano, Jordania y la Palestina ocupada. Originalmente eran tribus árabes procedentes del Yemen, y en un determinado momento constituyen una denominación islámica del chiismo de los Siete Imanes. Los monoteístas no abandonan sus tierras ni sus armas, porque las armas protegen la tierra y el honor, y no se abandonan entre ellos, por su parentesco y su reducido número. Así vemos que, en el caso de una amenaza existencial para algunos de ellos, todos se ponen del lado de aquel que está bajo esa amenaza. Esto es lo que ocurrió, por ejemplo, en 1982 en el Monte Líbano.

¿Se puede soñar con una confederación drusa transnacional?

No creo que esto sea un sueño político druso. A lo largo de su historia, los drusos han adoptado posiciones patrióticas para construir un Estado nacional y liberarse del colonialismo occidental y turco.

¿Tienes algo más que añadir?

Me gustaría añadir aquí una parte del testamento político Sultan Al-Atrash , el único revolucionario sirio que dejó tal testamento:


“Les digo, queridos sirios y árabes, que tienen ante ustedes un largo y difícil camino, que requiere dos tipos de yihad: la yihad contra su instinto sectario y la yihad contra el enemigo. Sean pacientes, pues, como hombres libres, y que su unidad nacional y la fuerza de su fe sean su camino para repeler las conspiraciones del enemigo, expulsar a los usurpadores y liberar el país. Sepan que preservar la independencia es su responsabilidad, después de que muchos mártires murieron por ella y se derramó mucha sangre para obtenerla. Sepan que la unidad árabe es fuerza y
​​poder, que es el sueño de generaciones y el camino a la salvación. Sepan que lo usurpado por la fuerza será devuelto por la espada, que la fe es más fuerte que cualquier arma, que la amargura en la gloria es más dulce que la vida en la humillación, que la fe está llena de paciencia, preservada por la justicia, fortalecida por la certeza y fortificada por la yihad.Sabed que la piedad es para Dios, que el amor es para la tierra, que la verdad es victoriosa, que el honor está en la preservación de la moral, que el orgullo está en la libertad y la dignidad, que el progreso es por el conocimiento y el trabajo, que la seguridad es por la justicia y que la cooperación es la fuerza.”

Sultan con Rim, Falougha, Líbano, 1971

07/05/2025

HAYTHAM MANNA
Manifiesto contra el fascismo yihadista


Haytham Manna, 3/4/2025
Original: بيان ضد الفاشية الجهادية
Traducido por Tlaxcala

He aquí el primer capítulo de un libro de próxima publicación

El Comando de Operaciones Militares  dirigido por Hayat Tahrir al-Sham entró en Damasco el 8 de diciembre de 2024 tras la batalla militar más pequeña de su historia en términos de pérdidas materiales y humanas. Estaba claro que la pérdida por Hamás y Hezbolá de sus batallas en Gaza y Líbano y el éxito de Trump en la elección presidencial yanqui habían creado una nueva situación regional e internacional en la que Asad hijo ya no tenía cabida. Erdogan y Fidan decidieron acabar con la idea de un Estado sirio soberano instalando en el poder a la facción más extremista, fanática y ajena a la sociedad siria Los enmascarados entraron en la capital siria para “liberar” al país de la tiranía y la corrupción de una familia que había convertido Siria en una granja de esclavos. El día de la “celebración” de la boda victoriosa, la mayoría de los sirios no se detuvieron ante la visión de la novia, Siria, violada a plena luz del día.

Hassan Bleibel

- El 8 de diciembre de 2024, fuerzas de élite integradas principalmente por Hayat Tahrir al-Sham tomaron el control de puntos clave de Damasco: la Casa de la Radio y la Televisión, el Banco Central, las principales rotondas de la ciudad, el palacio presidencial y las principales comisarías. Establecieron puestos de control. La mayoría de estos hombres iban enmascarados y vestían atuendos con el logotipo de Hay'at Tahrir al-Sham.

- Rápidamente comenzó una campaña de liquidación y derramamiento de sangre de las instituciones estatales no suníes, y el término «al-Fulul» (residuos, restos del antiguo régimen) se convirtió en la palabra clave para designar a los enemigos de la nueva autoridad en la concepción que este grupo tiene del conflicto en Siria, a saber, una lucha contra “un régimen alauita que los juristas han calificado unánimemente de apóstata”. La primera decisión fue aplicar al pie de la letra la fatwa de Ibn Taymiyyah: “A nadie le está permitido ayudarles a permanecer en las filas de los soldados y servidores, y a nadie le está permitido guardar silencio sobre el cumplimiento de lo que Dios y Su Mensajero han ordenado”.

- El traspaso de poder se produjo muy rápidamente: el gobierno del HTS en Idlib fue transferido en su totalidad a Damasco para reestructurar las instituciones estatales en todo el país según el “exitoso modelo de Idlib” (Hakan Fidan). En la provincia más pequeña de Siria se habían construido 11 cárceles para controlar la seguridad. Con la organización e instalación de “inmigrantes yihadistas” en los hogares de la mitad de los habitantes de la provincia, que se han convertido en refugiados y desplazados, Hay'at Tahrir al-Sham ha logrado controlar la situación de seguridad.

- El Comando de Operaciones Militares ha asegurado las condiciones de vida de sus milicianos en las viviendas confiscadas a los oficiales y suboficiales, y el mando ha emitido la decisión de que los miembros del ejército y la policía del régimen depuesto permanezcan en sus casas y luego sean citados individualmente para decidir su destino. Hemos recibido una lista no exhaustiva de los nombres de 13.000 soldados y oficiales detenidos en condiciones inhumanas en ocho prisiones*.

- Desde los primeros días, los ataques contra los alauitas como tales comenzaron de forma aleatoria e irregular, pero sistemática, debido a la necesidad de excluir a toda persona perteneciente a esta secta de las instituciones públicas de educación, sanidad, subsistencia, militares y de seguridad, de acuerdo con la fatwa de Ibn Taymiyyah. Las nuevas fuerzas de seguridad han fomentado lo que denominan “derecho privado”, lo que significa que un ciudadano suní que haya sido agraviado o que haya perdido a un mártir en su familia puede hacer valer sus derechos ante el vecino alauita más próximo a su domicilio o barrio. En los puestos de control de las nuevas autoridades, no se ha vuelto raro preguntar: “¿Eres alauita o suní?” Hubo provocaciones contra cristianos en sus barrios, que se limitaron tras las reacciones europeas.

- Se han recogido los expedientes de los trabajadores del sector público. Se ha decidido despedir a más del 28% de los funcionarios, cifra confirmada por los ministerios afectados.

- Los empleados de los servicios de seguridad, la policía y el ejército sirio han sido convocados, detenidos y procesados, con o sin acuerdos. Durante el primer mes no se pagaron los salarios de los empleados públicos de diversos sectores.

- Al-Charaa emitió un decreto por el que se concedían los rangos más altos del “Nuevo Ejército” (compuesto en parte por yihadistas extranjeros, principalmente de Asia Central: uigures, uzbekos, turquestaníes y otros) a 49 sirios y no sirios, que se convirtieron en generales, brigadieres y coroneles con una nota y un papel firmados por él. Una semana después, se completó la construcción de las nuevas unidades del ejército, dirigidas por un yihadista jordano-turco-egipcio. Miles de oficiales disidentes, a pesar de pertenecer a la secta suní, no fueron llamados a filas, y la opinión al respecto había sido expresada claramente hacía tiempo por Anas Jattab, que fue nombrado director de la inteligencia general y luego ministro del Interior: “No está permitido afiliarse a grupos y ejércitos que pertenezcan a la doctrina del patriotismo, porque son grupos heréticos, y su lucha no se libra por Dios, sino por la patria, y quien muere por la patria no puede ser llamado mártir, porque el martirio es un estatus puramente religioso, no una medalla de honor humana a la que la gente se somete por sus filosofías e ideas erróneas” (Anas Jattab, Decisión sobre la afiliación a grupos y ejércitos patrióticos).

- Quedó claro que el nuevo equipo quería monopolizar el control de los servicios de inteligencia, la seguridad interior y el ejército antes de abordar cualquier otra cuestión. En consecuencia, la afiliación suní, la educación religiosa y la voluntad de defender el “verdadero islam” se convirtieron en condiciones de empleo en la policía y los servicios de seguridad.

- Desde el establecimiento del primer gobierno de facto en Idlib, el objetivo del HTS ha sido controlar completamente los sindicatos, la acción colectiva y las diversas formas de sociedad civil. Los siete gobiernos de Idlib han confiscado los proyectos más importantes nacidos de iniciativas civiles y populares y los han puesto bajo su control. Hasta ahora, parece claro que el proceso de transferencia de este modelo distópico a Damasco está muy avanzado.

- El 29 de enero de 2025 se celebró la “Conferencia de la Victoria” que, basándose en el principio de que quien “libera” decide, disolvió el ejército, las instituciones de seguridad y policiales, así como los órganos de negociación, los partidos y los grupos sindicales... En su primera y última sesión, la Conferencia Militar de la Victoria se atribuyó los poderes del “pueblo de la solución y el contrato” y nombró a Ahmad al-Charaa presidente de la República, con potestad para formar un consejo constitucional, aprobar los principios constitucionales y formar un gobierno de transición.

- El 6 de marzo, un pequeño grupo de exsoldados tomó como rehenes a miembros del personal de seguridad. Ahmed al-Charaa declaró la movilización general contra los rebeldes, se hicieron llamamientos a la yihad en muchas mezquitas y se movilizaron todos los instintos sectarios latentes. Una quincena de facciones armadas, compuestas principalmente por yihadistas extranjeros, irrumpieron en la zona costera siria (Sahel) al grito de “Muerte a los alauíes”.

- En los cuatro días siguientes se documentaron 25 masacres, se verificaron 811 vídeos y se identificaron 2.246 víctimas. También tenemos una lista de 2.100 civiles alauitas desaparecidos. También se han identificado 42 víctimas de otras afiliaciones religiosas, asesinadas por su solidaridad con los civiles o por intentar esconderlos. Además, casi 30.000 personas siguen desplazadas o refugiadas en el norte de Líbano.

- El Sahel está al borde de una catástrofe humanitaria sin precedentes, con el 97% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, más de 10.000 casos documentados de detenciones ilegales y desapariciones forzosas, y una oleada de despidos masivos de unos 2.000 funcionarios en los sectores de la sanidad y la educación.

- El 12 de marzo de 2025, la Presidencia siria anunció, en un decreto presidencial emitido por Ahmad al-Charaa*, la formación de un Consejo de Seguridad Nacional compuesto exclusivamente por dirigentes de Hay'at Tahrir al-Sham. Este consejo, formado por un grupo de personas cuyas manos están manchadas de sangre siria, tiene la misión de coordinar y gestionar las políticas del país.

- Nos acercamos al final del cuarto mes desde que el HTS entró en Damasco, y no se ha tomado ninguna decisión política respecto a la catastrófica situación económica en la que viven todos los habitantes de las zonas controladas por el HTS.

- El 30 de marzo de 2025, el presidente nombró un gobierno títere de transición por un periodo indefinido. En este gobierno, a modo de agradecimiento, Al Golani tiene previsto nombrar ministro de Cultura a un empleado de Al Yazira y ministro de Información a un estudiante del Instituto de Estudios Avanzados de Doha, dirigido por Azmi Bishara.

- El Gran Muftí de la República y el Consejo de la Fatwa fueron nombrados por una mayoría conocida por su “pureza” ideológica yihadista y por considerar un deber religioso limpiar el país de sectas descarriadas, laicistas, demócratas y patriotas. Según el jeque Nabulsi, una de sus tareas es supervisar las leyes y la legislación y su compatibilidad con la sharia.

Gran parte de la desgastada y cansada clase política sigue hablando de los nuevos ropajes del nuevo príncipe, del descubrimiento de su brillante potencial que ha permanecido enterrado durante 14 años, y de su joven equipo que devolverá al Levante su gloria omeya, mientras que la nueva autoridad está demostrando todos los pilares de la construcción de una autoridad totalitaria sectaria que vive de alimentar el discurso del odio entre los diferentes segmentos de la sociedad y de demostrar el racismo y la discriminación religiosa en todas sus nuevas estructuras.

En honor a la verdad y a la historia, los nuevos responsables no han velado sus opiniones y posiciones, sino que han sido más abiertos y claros en su visión de la construcción del Estado. Cuando hace unos años planteamos la cuestión de la necesidad de crear un nuevo ejército nacional sirio, el primero en responder fue el «general» Anas Jattab, comandante de la Inteligencia General y actual ministro del Interior, que dio una respuesta descarada en su ensayo titulado “Decisión sobre la afiliación a grupos y ejércitos patrióticos”:

“El Islam basa la lealtad y la deslealtad en la religión, luchando en nombre de la religión y promoviendo su palabra.

Los hijos de la misma patria son leales entre sí, cualquiera que sea su religión, porque el musulmán es hermano del cristiano, hermano del judío, hermano del ateo, hermano del apóstata, no hay diferencia entre ellos, y ninguno es favorecido sobre el otro, porque todos son hijos de la misma patria.

El Islam afirma clara y explícitamente que {los creyentes son hermanos}, {los hombres y mujeres creyentes son hermanos entre sí}, y {el musulmán es hermano del musulmán}.

El patriotismo hace que los miembros de una misma nación sean iguales en derechos y deberes -independientemente de sus diferentes religiones, ¡de modo que un cristiano, un judío, un ateo y un apóstata tienen los mismos derechos que un musulmán!

Por ejemplo, en el patriotismo es un derecho general para todos los ciudadanos -sea cual sea su religión-, incluso si son ateos o apóstatas, mientras que en el islam sólo se permite a los musulmanes, y sólo se permite a los que sólo son musulmanes”.

Y añadió: “El patriotismo es una doctrina filosófica que contradice la religión del Islam, por lo que no está permitido creer en él ni afiliarse a él, ya sea de verdad o para engañar al enemigo, aunque el juicio no es el mismo en los dos casos, pues el primero se rige por la incredulidad y el segundo por la prohibición”.

Jattab afirma claramente que no construirá una institución militar nacional siria, ya que ello significaría la igualdad entre musulmanes y no musulmanes, predeterminando el color, la secta y el credo del nuevo ejército.

Ayer, los habitantes de Naua se plantaron a pecho descubierto ante la agresión israelí, que no ha cesado desde el 8 de diciembre de 2024. 9 mártires cayeron en este enfrentamiento con el enemigo israelí...

No sabemos si Abu Qasra, Jattab, Al-Sharaa y Atoun alabarán a los mártires del Hauran y se referirán a ellos como tales, ya que no son ellos los que han dicho una y otra vez durante 14 años: “Cualquiera que sea asesinado por la patria no puede ser llamado mártir, porque el martirio es un estatus puramente religioso, no una medalla de honor humana que la gente somete a sus filosofías e ideas equivocadas”...

Día tras día, a los sirios y sirias les va quedando claro que el modelo de HTS que prevalece hoy no funciona, y que la idea infernal con la que se intimida y seduce a los sirios: “Nosotros o el diluvio” se convertirá en una maldición para sus dueños...

Las sociedades humanas están familiarizadas con el fenómeno del suicidio individual, pero nunca se han puesto de acuerdo, ni siquiera bajo el dominio de las peores formas de tiranía, para cometer un suicidio colectivo en beneficio de sus opresores.

Notas

* La limpieza sectaria como política de gobernanza
Sobre las masacres en la costa siria
Informe del Comité de Seguimiento de los Derechos Humanos y la Situación Humanitaria (Siria)

Capítulo 2

Capítulo 3


29/04/2025

HAYTHAM MANNA
Siria: el estadete golanesco* o las pútridas secreciones del totalitarismo yihadista

 *microestado creado em Siria por Ahmed Huseín al-Charaa alias Abu Mohamed al-Golani

 HaythamManna, 28/4/2025

دويلة الجولاني: أو الإفرازات الرثة للشمولية الجهادي Original:

Traducido por Tlaxcala

Haytham Manna (Umm al-Mayadhin, Daraa, 1951), médico y antropólogo, es un veterano defensor de la causa de los pueblos y los derechos humanos. Director del Instituto Escandinavo de Derechos Humanos/Fundación Haytham Manna de Ginebra y presidente del Movimiento Internacional por los Derechos Humanos y de los Pueblos (IMHPR), es autor de unos 60 libros. A continuación, publicamos un extracto de su próximo libro Manifiesto contra el fascismo yihadista.

En su ensayo titulado “El Estado-nación moderno: entre islamismo y laicismo, Asia Al-Muhtar y Adnan Haraui ofrecen un resumen claro y conciso del concepto de Estado-nación moderno, al afirmar:

“Los sistemas legislativos del Estado-nación moderno se caracterizan por su total independencia de cualquier ideología de cualquier tipo. Si el Estado laico pretende separar la estructura política del aparato religioso, el Estado-nación moderno es un Estado independiente que no depende de ninguna fuente legislativa que no sea la voluntad del pueblo. Como entidad neutral con respecto a religiones, sectas, ideologías, individuos y clases, este estado pretende evitar adoptar cualquier ideología que pueda afectar a su entidad y a su existencia, convirtiéndolo en un estado exclusivo que sirve a un grupo específico en detrimento de otro. Este "servicio exclusivo" que el Estado tratará de prestar se basa en principios que entran en conflicto con los principios de igualdad de la ciudadanía y se lleva a cabo sobre la base de una referencia religiosa, ideológica o doctrinal específica”.

 En realidad, el Estado nación moderno se basa en tres principios fundamentales: el primero es la igualdad de los ciudadanos, el segundo es el Estado de derecho y el tercero es la legitimidad del pueblo.

No es éste el lugar para discutir el nacimiento y la construcción del "Estado-nación moderno", al que hemos dedicado un libro y varios artículos. [2]Pero es importante recordar que este nacimiento es fruto de un largo proceso histórico que permitió a Europa, por ejemplo, salir de sus guerras sectarias y religiosas, que sólo a Alemania le costaron la vida de más de siete millones de personas durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). En el Mediterráneo oriental, el Imperio Otomano no salió de la historia y la geografía hasta que escribió sus últimas páginas con el genocidio de armenios y asirio-caldeos en 1916-1918, su derrota en la Primera Guerra Mundial y la firma por el sultán Mehmet VI del Tratado de Sèvres (1920), que dejó al Califato, al final de su existencia, con 380.000 km² de los 1.780.000 km² que tenía antes de la guerra.

En Egipto, la revolución de 1919 marcó un importante punto de inflexión en la lucha por la liberación nacional del yugo colonial británico, vencedor de la Segunda Guerra Mundial. En Damasco, la independencia del Reino Árabe Sirio fue proclamada el 8 de marzo de 1920 por una asamblea legislativa constituyente denominada "Conferencia General Siria", que adoptó el "Estatuto Fundamental", que preveía una monarquía constitucional civil, una administración descentralizada, la garantía de las libertades políticas y económicas, los derechos de las comunidades religiosas, la igualdad entre los ciudadanos y la celebración de elecciones libres al Consejo de Representantes mediante voto secreto en dos vueltas (artículo 73). Las elecciones eran libres y el gobierno no tenía derecho a intervenir u oponerse a ellas (Artículo 77).

La potencia colonial francesa no podía tolerar la idea de la independencia y sus fuerzas entraron en Siria. Tres días después de la batalla de Maysalun, las fuerzas de ocupación ocuparon Damasco, exiliaron al rey Faisal y desolaron el reino el 28 de julio de 2020.


Emad Hajjaj


Tras la trágica y grotesca caída del Califato otomano, ya no se podía hablar de Califato ni de Estado islámico según la lógica sultánica hereditaria y medieval. En varios países musulmanes surgieron organizaciones políticas y sociales que reclamaban la construcción de un Estado islámico. Si bien Hassan al-Banna es el más famoso en el mundo de habla árabe, Abu al-Ala al-Maududi ocupó el centro de la escena en el mundo islámico. Abu al-Alaa fue un agudo observador y conocedor de las características de la época en que vivían los musulmanes en la península de la India, pero también del auge de las corrientes ideológicas totalitarias a escala mundial: el estalinismo en Oriente, el nazismo y el fascismo en Occidente. La huella de estas corrientes se aprecia claramente en la definición que al-Maududi da del Estado Islámico:

- "El Estado islámico es un Estado gobernado por un partido concreto que cree en una doctrina determinada. Cualquiera que acepte el Islam puede convertirse en miembro del partido que se ha fundado para dirigir este Estado, y a los que no lo aceptan no se les permite interferir en los asuntos del Estado y pueden vivir dentro de las fronteras del Estado como dhimmis."

- "El Estado Islámico es un Estado totalitario que gobierna todos los aspectos de la vida". (Al-Maududi escribe esto en inglés, además de urdu y árabe).

- "Dios ha dotado al hombre de estos límites, un sistema independiente y una constitución universal que no admite cambio ni modificación…. Si lo desea, puede eludirla y declararle la guerra, como han hecho Turquía e Irán, pero no puede cambiarla en lo más mínimo, porque se trata de una constitución divina eterna que no puede ser cambiada ni modificada".[3]

Podemos ver en estos tres puntos el árbol genealógico común a los Hermanos Musulmanes, los jomeinistas, los salafistas yihadistas, los sruristas (seguidores del jeque Srur de la región de Daraa) y el Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación), porque los principios enunciados por Maududi  se encuentran todos allí, con algunas diferencias de expresión literaria o algunas frases incontestables. Si la primera versión de los Hermanos Musulmanes en Egipto y el modelo sirio del Dr. Mustafa al-Sibai no se atenían a la lógica del "partido sagrado", o lo que Jomeini llamaba en su libro "Gobierno islámico": "la banda sagrada", no fue hasta Sayyid Qutb cuando apareció una identificación más clara entre estos componentes.

El auge de la "religión pública" y la caída de las ideologías contemporáneas han tenido un impacto considerable en el auge, el extremismo y la radicalización de los movimientos políticos islámicos. La fabricación del enemigo ha desempeñado un papel clave en la introducción del takfir (definición de los límites entre creyente e incrédulo, entre sociedad pagana y sociedad islámica, ósea acusación de ateismo), prohibición (agrupar en la misma categoría todo lo que está prohibido, vedado y censurable) y destrucción (considerar la yihad o violencia sagrada como el único medio de instaurar el reino de Dios en la tierra). Como dice Yassin al-Haj Saleh: "En Afganistán, el enemigo fue la Unión Soviética, luego Estados Unidos; en Irak, fueron los estadounidenses y sus aliados en las organizaciones chiíes; en Siria, el enemigo fue esencialmente la revolución."[4].

En el estadio de El Cairo, el 15 de junio de 2013, el presidente egipcio Mohamed Morsi estuvo presente en persona para anunciar los resultados de la primera reunión ampliada entre "eruditos" salafistas, "eruditos" de la Hermandad Musulmana y dirigentes de la Unión Mundial de Ulemas Musulmanes, en la que se decidió por unanimidad declarar la yihad en Siria. Para anunciar los resultados de esta reunión y proclamar la decisión, los participantes designaron al jeque egipcio Mohamed Hassan:

"La tierra pura de Egipto acogió una conferencia a la que asistieron cerca de 500 eruditos de más de 70 organismos, organizaciones y asociaciones. Estos eruditos emitieron una fatwa y acordaron que la yihad es un deber de vida, riqueza y armas, cada uno según sus medios. La yihad para defender la sangre y el honor es ahora un deber individual para el pueblo sirio y un deber colectivo para los musulmanes de todo el mundo. Es lo que debemos al Señor del cielo y de la tierra". [5].

Desde entonces, han desaparecido las diferencias entre lo que antes se llamaba islam moderado o político y las tesis salafistas yihadistas, y se ha iniciado el proceso de "legitimación" de la presencia de combatientes extranjeros en Siria en la mayor fatwa colectiva de la historia islámica contemporánea. Los musulmanes sirios, sean cuales sean sus facciones y orientaciones, ya no son dueños de su presente y su futuro en el conflicto entre una dictadura corrupta y el mayor movimiento popular que se le enfrenta. La llegada masiva de más de 120.000 combatientes no sirios procedentes de unos sesenta países, con unas facilidades financieras, materiales y logísticas que han superado todo lo visto en la experiencia afgana, ha constituido un cambio completo en la naturaleza, la geografía y los objetivos de los conflictos armados y las luchas intestinas, así como en la naturaleza del Estado que se desea cambiar.

Al-Baghdadi proclamó el califato, visto como el tan deseado Estado islámico justo, y el conflicto dentro de las formaciones yihadistas se intensificó, dando lugar a sangrientos enfrentamientos de los que rara vez se hacen eco los partidarios de la "Comisión Islámica de Liberación de Siria" (Hayat Tahrir al-Sham). Mientras que la gran escisión entre el Estado Islámico en Irak y el Frente al-Nusra ha recibido su parte justa de atención y estudio, la "Sahwa" fue uno de los movimientos más audaces y cultos entre los yihadistas sirios, cuando Hassan Abbud, líder del movimiento Ahrar al-Sham, ayudado por el joven Mohammed al-Shami, redactó la "Carta del Honor Revolucionario", que constituyó una de las revisiones más importantes de la historia del "yihadismo salafista" en Siria. Este pacto aclaró los límites entre las tesis generales del movimiento yihadista salafista y el proyecto yihadista sirio de cambio en puntos clave, que van más allá de la lucha por el poder y la autoridad para tocar la concepción misma del Estado deseado:

“El objetivo político de la revolución armada siria es derrocar al régimen, con todos sus símbolos y pilares, y llevarlo ante la justicia, lejos de cualquier venganza o ajuste de cuentas.

- La revolución se dirige militarmente contra el régimen sirio, que ha ejercido el terrorismo contra nuestro pueblo con sus fuerzas militares regulares e irregulares y contra quienes las apoyan, como los mercenarios iraníes, Hezbolá y la Brigada Abu al-Fadl al-Abbas, así como contra todos los que atacan y apostatan a nuestro pueblo, como Daech. La acción militar se limita al territorio sirio.

- El derrocamiento del régimen es una empresa conjunta de las distintas fuerzas revolucionarias. Conscientes de la dimensión regional e internacional de la crisis siria, estamos abiertos a reunirnos y cooperar con los actores regionales e internacionales en solidaridad con el pueblo sirio, en interés de la revolución.

- Preservar la unidad del territorio sirio e impedir cualquier plan de partición por todos los medios disponibles es un principio revolucionario innegociable.

- Nuestra fuerza revolucionaria se apoya en su acción militar en el elemento sirio y está convencida de la necesidad de una decisión política y militar puramente siria, rechazando toda dependencia del extranjero.

- El pueblo sirio aspira a la instauración de un Estado de justicia, derecho y libertades, libre de presiones y dictados.

- La revolución siria es una revolución moral y ética que aspira a establecer la libertad, la justicia y la seguridad para la sociedad siria en toda su diversidad étnica y religiosa.

- La revolución siria se compromete a respetar los derechos humanos predicados por nuestra religión.” [6]

Está claro que el "Frente Islámico" sirio decidió ese día romper con lo que llamaba la "yihad global" o lo que el Frente al-Nusra llamaba la "yihad suní." [7] en Siria. Por eso no es de extrañar que cuarenta y cinco miembros de su dirección fueran asesinados en masa en el mayor atentado en catorce años de revolución y guerra en territorio sirio, y que años después las pruebas revelaran la implicación del Frente al-Nusra en colaboración con el servicio secreto turco (MIT) en esta masacre.

Siempre me detengo en este importante documento, porque muestra y explica la diferencia entre el Frente al-Nusra y sus ramificaciones, desde el Frente para la Conquista del Levante hasta Hayat Tahrir al-Sham, y las facciones yihadistas que han adoptado el Estado de Justicia, Derecho y Libertades en este pacto.

Otro punto importante de discordia entre el Frente al-Nusra y las demás organizaciones sirias fue la adopción por parte del Frente al-Nusra y Daech de un enfoque dirigido a integrar a los combatientes extranjeros en las estructuras organizativas y los puestos de responsabilidad. Como el Frente al-Nusra estaba formado por sirios y extranjeros, y posteriormente se le unieron algunos detenidos de la prisión de Sednaya, su dirección y sus líderes religiosos siguieron estando en manos de no sirios, con unos pocos sirios. Los no sirios constituían más del 70% de la plantilla en los primeros años de su existencia y ocupaban la mayoría de los puestos de toma de decisiones. Esto quedó claro cuando Hassan Abbud declaró en Al Jazeera que temía el papel perjudicial de los yihadistas extranjeros: "No necesitamos elementos no sirios, tenemos suficientes combatientes sirios, sobre todo porque muchos inmigrantes han sido víctimas de la desinformación y su apoyo inicial se ha convertido en una maldición". Puso como condición para cualquier diálogo con Al-Nusra que ésta se desvinculara de Al Qaeda, subrayando que "la decisión debe ser puramente siria".

El Frente Al-Nusra respondió: "En el Frente Al-Nusra rechazamos categóricamente y sin ambigüedades cualquier minimización u ocultación del papel de los hermanos inmigrantes en esta bendita yihad. Han desempeñado un papel inmenso e importante en el apoyo al pueblo de Siria, de acuerdo con la palabra de Dios: {Y si os piden ayuda en la religión, debéis ayudarles} Sólo les responderemos con amabilidad y gratitud, pues nuestro Señor, el Misericordioso, ha dicho: {¿Se paga el bien con otra cosa que no sea el bien?}. Estamos unidos a los musulmanes por una hermandad religiosa que trasciende cualquier vínculo territorial o nacional, y nuestro apoyo a los musulmanes se basa en la religión y la lealtad a ella, no en la patria, la tierra y la lealtad a ella, pues Allah, el Todopoderoso, ha dicho: {¿Y por qué no lucháis por la causa de Allah, mientras hombres, mujeres, niños e infantes son oprimidos?} Y el Profeta (la paz y las bendiciones de Alá sean con él) dijo: "El musulmán es hermano del musulmán, no lo engaña ni lo traiciona". Que todo el mundo sepa que el Estado islámico que queremos es un Estado fundado ante todo en la religión, la fe y la sharia, y que a él debemos nuestra lealtad y fidelidad. Para nosotros, un musulmán no es igual a un incrédulo, como Alá ha dicho: {¿Trataremos a los musulmanes como criminales?} Y el Profeta (saws) dijo: "El vínculo más fuerte de la fe es amar por Alá y odiar por Alá". Lo que perjudica a nuestros hermanos emigrantes nos perjudica a nosotros, lo que les afecta a ellos nos afecta a nosotros, y quien les critica nos critica a nosotros. Oh migrantes, esta tierra de Siria es inmensa, estableceos en ella, y las puertas de Siria permanecerán abiertas de par en par para todos aquellos que deseen apoyarla y hacer el bien por ella y su pueblo".

El Frente al-Nusra ha seguido su camino, apoyándose constantemente en un alto porcentaje de combatientes extranjeros. Las palabras "sirio" y "Siria" están ausentes de sus publicaciones y panfletos. En sus libros de texto, escuelas y en las posiciones de sus líderes religiosos, se inspiró en los escritos y posiciones yihadistas más extremas y radicales sobre la cuestión nacional siria. Incluso en su experiencia de poder en Idlib, los clérigos y los funcionarios de seguridad eran los que realmente tomaban las decisiones en el gobierno, el ejército, los servicios de seguridad, la policía religiosa y la intervención en la vida cotidiana de la gente. Cuando examinamos los discursos y escritos de las figuras sirias de Hayat Tahrir al-Sham, vemos que no hacen más que repetir y reiterar lo que se decía en el "Llamamiento a la resistencia islámica global" de Abu Musab al-Suri (Mustafa Set Mariam Nassar), " Cuestiones jurisprudenciales sobre la yihad " de Abu Abdalá al-Muhayir (Abu Rahman al-Ali), " La gestión de la barbarie " de Abu Bakr Nayi (Mohammed Jalil al-Hakim) y " La yihad y el yijtihad" de Abu Qatada al-Filistini. Comprendemos por qué Hassan Abbud los describe de la siguiente manera: "Jóvenes con sueños vanos, sin conocimientos de religión ni de la sharia".

A pesar del sangriento conflicto entre Daesh y Al-Nusra, es importante recordar que ambas organizaciones compartían la misma visión de la lucha contra la "alianza internacional". Anas Jattab escribió una carta sobre este tema, titulada "La alianza de los servidores de la cruz contra los muyahidines del Levante", en la que afirma:

"El veredicto justo para todos aquellos que participaron en esta coalición cruzada contra los muyahidines, o que llamaron a participar en ella, o que la ayudaron, la apoyaron, la respaldaron, la alentaron, la aprobaron, desearon su victoria sobre los muyahidines, o llamaron a su victoria, o le mostraron lealtad, ya sea material o moralmente, incluso en su corazón..... El veredicto para quienes lo hayan hecho es que son incrédulos apóstatas que han abandonado la religión del Islam y no tienen dignidad, ya sean miembros de un supuesto grupo 'combatiente', jeques u hombres del pueblo musulmán."[8]

La declaración de "ruptura" entre Al-Qaeda y el "Frente Al-Nusra", bajo la presión de Qatar y Turquía, no fue más que un cambio de nombre (Frente de Conquista del Levante luego Comisión de Liberación del Levante) sin ningún cambio de estructura, función o programa. Los nuevos ropajes del Frente Al-Nusra no han cambiado el comportamiento y las acciones de la nueva organización, ni política ni socialmente. Los mensajes, panfletos y fatwas del "Consejo Sirio de Liberación" se siguen enseñando en campamentos y escuelas, las consignas de la "yihad sunní" no han cambiado y los legitimistas siguen teniendo la última palabra en el "Emirato de Idlib". Observamos en los siete gobiernos del "Frente de Salvación Nacional" un intento de construir una estructura administrativa para el mini-Estado, en la que el "Comité para la Liberación de Siria" controla todo lo relacionado con la justicia, el ejército, la seguridad, la propiedad religiosa y la economía, con una tapadera proporcionada por figuras independientes que adoptan el enfoque del Comité. "HTS" ha construido el mayor número de prisiones y centros de detención del noroeste (doce prisiones y un centro de detención) en las zonas que controla y, gracias a su hipertrofiado aparato de seguridad, controla todos los aspectos de la vida pública, así como las fuentes de ingresos, empleo y financiación. (En el libro se dedica un capítulo entero a este tema).

Paresh

Hayat Tahrir al-Sham no ha cambiado un ápice las tesis del Frente al-Nusra: la guerra en Siria es una guerra sectaria y confesional, el enemigo es el régimen alauita, los alauitas y los chiíes y sus aliados, pero también el "enemigo" que habla de Estado nacional y democrático... Hablar de derechos de la mujer es una "imitación de Occidente", y la estricta separación de hombres y mujeres al estilo talibán es una obligación legal impuesta por la "policía religiosa" (¡que ordena lo que es bueno y prohíbe lo que es malo!)... Incluso en la Universidad de Idlib se emiten mensajes que prohíben la música, el canto y el teatro. [9]... En cuanto a las alianzas y enemistades regionales e internacionales, todo vale, y al mismo tiempo se puede discutir sobre cualquier tema, incluso con la "alianza de los adoradores de la cruz". Es esta esquizofrenia de comportamiento la que supone un peligro para la sociedad siria actual.

Cuando se trata de la "seguridad de los yihadistas", continúa la guerra contra toda una comunidad, vista como símbolo y expresión de un "resurgimiento" impune. En el ejército, la policía y los servicios de seguridad, cualquiera que pueda suponer una amenaza para la "seguridad de la yihad suní" es despedido, detenido o incluso asesinado. Esto es evidente en estos aparatos y en la forma en que el nuevo mando aplica la doctrina de "limpiar" el ejército y los servicios de seguridad de todos los "no musulmanes". En la carta del "general" Anas Khattab, "Reglas para la pertenencia a ejércitos y grupos nacionales", vemos que esta doctrina se aplica incluso a los oficiales disidentes que sacrificaron todo lo que tenían para defender a su pueblo y cuyo futuro se decide ahora, aquí en Egipto y allá en Turquía, después de haber sido sometidos a pruebas sobre "su grado de compromiso y conocimiento de la verdadera religión". ¿Hemos olvidado el virulento ataque de Marhaf Abu Qasra (Abu Hassan al-Hamui) y Anas Jattab (Abu Ahmad Hudud) contra todos los que piden la creación de un ejército nacional sirio no partidista y no sectario? Y los mensajes distribuidos a los combatientes del Grupo de Liberación de Damasco por el jefe adjunto del HTS y el jefe de los servicios de seguridad y actual ministro del Interior:

"La nacionalidad hace a los hijos de un mismo país iguales en derechos y deberes, sea cual sea su religión. Cristianos, judíos, ateos y apóstatas tienen los mismos derechos que los musulmanes.

Por ejemplo, el acceso a la función pública es un derecho general para todos los ciudadanos, sea cual sea su religión, incluso si son ateos o apóstatas, mientras que en el islam sólo se permite a los musulmanes, o incluso sólo a los musulmanes virtuosos".

Y añadió: "El patriotismo es una doctrina filosófica que contradice la religión islámica, por lo que no está permitido creer en él ni afiliarse a él, ya sea de verdad o para engañar al enemigo, aunque el juicio no sea el mismo en los dos casos, ya que el primero se considera apostasía y el segundo una prohibición...".[10]".

Era necesario remontarse a esos acontecimientos y posiciones para comprender la naturaleza de los cambios estructurales y funcionales que ha experimentado el "Frente al-Nusra", que lo han llevado a eliminar todas las facciones combatientes sirias (afiliadas o no a al-Baghdadi, luego a al-Zawahiri, antes de romper sus vínculos con al-Qaeda). No ha cambiado ni modificado su naturaleza, sus fatuas y sus posiciones sobre la cuestión de la integración de combatientes extranjeros, que considera parte esencial de su estructura y de su proyecto, ni sobre su hostilidad declarada al Estado nacional y a la pertenencia siria. A pesar de todas las formas de descontento popular con los combatientes extranjeros y la postura de Hayat Tahrir al-Sham sobre las minorías, en particular la comunidad alauita, el gobierno, el ejército y las fuerzas de seguridad de Al Joulani no han escuchado los consejos, ni siquiera de los "especialistas" en cirugía estética que intentan dar una imagen diferente de sí mismos desde los centros de Doha, el MIT, HD y el MI6. Porque cualquier planteamiento sobre la cuestión de la igualdad de derechos civiles para todos los sirios equivale a socavar la doctrina en la que se han educado sus combatientes, "emigrantes y simpatizantes", al tiempo que los desvía de su misión histórica de limpiar el Levante de todos los no suníes.

Cuando al HTS le resulta difícil encontrar a un clérigo damasceno o halabi (sunní) para pronunciar el sermón del viernes en una mezquita de Damasco, llama a un "magrebí" para esta misión con el fin de enseñar a los habitantes del Levante su religión: “Imagínense que las mejores criaturas de Dios están en suelo sirio, y entre nosotros, estos impuros. Ninguna secta puede dividir nuestras filas. Siria es suní y seguirá siéndolo, y seguirá siendo musulmana con la ayuda de Dios. Nos levantamos, tomamos las armas y dijimos: "A tu servicio, oh, Dios». Somos el pueblo del combate, somos el pueblo de la opresión, somos el pueblo de la lucha, somos el pueblo del sacrificio, el pueblo de la Sunna, hermanos míos. Ahora deben unirse, juntarse y aprender quiénes son sus enemigos. Si vemos que la llama de la discordia se enciende en Damasco, lucharemos contra ella, con la ayuda de Dios. Entonces, ¿estás listo para la yihad? ¿Estás listo para cualquier batalla?... Takbir...Takbir[11]”... El bloque militar y religioso absolutamente leal a Ahmed al-Charaa está formado en última instancia por facciones no sirias dirigidas por el Consejo Sirio de Liberación. Muchos dirigentes sirios han abandonado el movimiento, han dimitido o han sido encarcelados, mientras que todos los miembros extranjeros del HTS y sus aliados consideran que su afiliación está ligada a su destino y su futuro.

En esta configuración patológica del nuevo poder, surge el problema de las nuevas amistades y enemistades tras la derrota del llamado eje de la resistencia, que, según uno de los primeros legitimadores del "Frente al-Nusra", el salafista yihadista jordano Sami al-Dridi: "No es ningún secreto para nadie que siga los acontecimientos del conflicto entre el pueblo de la verdad y el pueblo de la mentira que los criminales han demostrado una gran astucia. Su astucia consistió, en el pasado, en apoyar a este régimen criminal en su guerra contra los musulmanes de este país, y se repartieron los papeles en este empeño... Pero cuando vieron que su interés en esta etapa era derrocar al régimen, convirtieron su astucia en un complot para derrocarlo con el fin de servir a sus intereses y planes en la lucha contra la verdad y sus partidarios, lo cual no pasa desapercibido para nadie que siga los acontecimientos."[12].

Para los países del Mediterráneo Oriental, que desempeñaron los papeles más importantes en la continuación y el fin del régimen de Assad, la llegada al poder de la "Liga Salafista Yihadista" significa sobre todo deshacerse del fantasma de los valores y del discurso que aterrorizaba a las pseudorepúblicas, las realezas y los emiratos... Y la entrada de la región en una era en la que hablar de soberanía estatal, sociedad de ciudadanos iguales y transición democrática se considera herejía y apostasía... ¿No es de extrañar, por tanto, la visión tan estrecha y la ceguera tan deliberada de estos gobiernos ante la naturaleza y las prácticas del nuevo poder, incapaz de construir un Estado, la paz social y la seguridad humana, y generador de guerras sectarias y civiles? Y su rápida normalización de lo que ellos mismos calificaron de "terrorismo", en el espacio de poco más de una década.

¿Acaso este terrorismo no lo "liberó" de quienes durante décadas había considerado su principal enemigo en la región?

Notas

[2] Para más información, véase Bina al-Muwatana (Construcción de la ciudadanía), Haytham Manna, Ediciones Bisan, Beirut 2021

[3] Abu al-Ala al-Maududi , La teoría del islam y su mensaje, 3ª edición, Dar al-Fikr, 1967, p. 47. La conferencia se remonta a los años treinta, con el ascenso de Adolf Hitler y las purgas estalinistas. La cita es de la edición "revisada" publicada tras la guerra de 1967.

[4] Yassin al-Haj Saleh, Los imperialistas impotentes, ediciones Riyad al-Rayyes, Beirut, 2019, p. 20.

[5] Haytham Manna, El declive del islam político, de al-Maududi a Erdoğan, Nofal/Hachette Antoine, Beirut, 2021, p. 89.

[6] El documento fue firmado por la Unión Islámica de Combatientes del Levante, el Cuerpo de Combatientes del Levante, el Ejército Muyahidín, las Brigadas del Corán y el Frente Islámico. Se publicó el 17 de mayo de 2014. Para leer el texto completo, véase: Haytham Manna, Frente al-Nusra, Bisan, Beirut, pp. 185-194.

[7] El ataque contra el "Pacto de Honor Revolucionario" fue lanzado primero por "legalistas" no sirios como Abu Qatada y Sami al-Dridi, entre otros, y luego se sumaron los sirios del Frente al-Nusra, donde Abderrahim Atun calificó el texto de "pacto de apostasía". Esta era también la posición de Abu Faras al-Suri, que publicó un artículo titulado "Al-Nazir al-Arian" (El avisador desnudo), en el que aludía a la apostasía de Ahrar al-Sham y de ciertas facciones sirias, considerando el "pacto de honor revolucionario" como un documento perdido, posición adoptada por Abu Mohammed al-Golani y Abu Maria al-Qahtani. Sin embargo, el comunicado de prensa nº 9 emitido por el Frente al-Nusra en relación con el "pacto de honor revolucionario" subrayaba "la necesidad de limpiar la yihad de errores" sin declarar apóstatas a los miembros de Ahrar al-Sham.

[8] Anas Jattab, "La alianza de los adoradores de la cruz contra los muyahidines de Siria, consejos y orientaciones", octubre de 2014: https://ketabonline.com/ar/books/20257/read?part=1&page=2&index=4370535

[9] Es necesario leer la carta de Anas Jattab, "Carta sobre el juicio de la música", para comprender la estrechez de miras y el oscurantismo del ministro del Interior, el jefe de los servicios secretos y el miembro del Consejo Supremo de Seguridad Nacional en la Siria de hoy.

[10] Anas Jattab, "El juicio sobre la pertenencia a las fuerzas armadas y a grupos nacionales". Existe una gran similitud entre la postura de los miembros de Hayat Tahrir al-Sham sobre esta cuestión y los discursos y conferencias de Abderrahim Atun, que hacen hincapié constantemente en la "naturaleza impía de la democracia" y en críticas superficiales y desesperadas a los conceptos nacionales y laicos del Estado, con una crítica más retórica que analítica de los modos de gobierno socialistas, capitalistas y comunistas. He aquí algunos ejemplos de estas posiciones: https://ketabonline.com/ar/books/106868/read?part=1&page=91&index=4685192https://www.noonpost.com/304248/

[11] https://www.facebook.com/watch/?ref=saved&v=2484450595237246

[12] Sami Al-Aridi, Carta sobre la caída del régimen tiránico de Bashar Al-Assad, Yamada Al-Ajira 1446.