El genocidio de Gaza presagia la aparición de un mundo distópico en el que la violencia industrializada del Norte Global se utiliza para sostener su acaparamiento de recursos y riquezas cada vez menores.
Chris Hedges, The Chris Hedges Report, 1/2/2025
Traducido por Atahualpa Guevara
Gaza es un erial de 50 millones de toneladas de escombros y desechos. Ratas y perros hurgan entre
las ruinas y los fétidos charcos de aguas residuales sin tratar. El hedor
pútrido y la contaminación de los cadáveres en descomposición se elevan desde
debajo de las montañas de hormigón destrozado. No hay agua limpia. Poca comida. Una grave escasez de servicios médicos y apenas refugios
habitables. Los palestinos corren el riesgo de morir a causa de artefactos
explosivos sin detonar, dejados atrás tras más de 15 meses de ataques aéreos,
descargas de artillería, impactos de misiles y explosiones de proyectiles de
tanques, así como de diversas sustancias tóxicas, como charcos de aguas
residuales sin tratar y amianto.
La hepatitis A, causada por beber agua contaminada, está muy extendida, al igual que las afecciones respiratorias, la sarna, la
desnutrición, el hambre y las náuseas y vómitos generalizados causados por la
ingestión de alimentos rancios. Las personas vulnerables, incluidos los bebés y
los ancianos, junto con los enfermos, se enfrentan a una sentencia de muerte.
Alrededor de 1,9 millones de personas han sido desplazadas, lo que supone el 90% de la población. Viven en tiendas improvisadas,
acampadas entre losas de hormigón o al aire libre. Muchos se han visto
obligados a mudarse más de una docena de veces. Nueve de cada 10 viviendas han
quedado destruidas o dañadas. Bloques de apartamentos, escuelas, hospitales, panaderías, mezquitas,
universidades - Israel voló la
Universidad de Israa en la ciudad de Gaza en una demolición controlada -
cementerios, tiendas y oficinas han sido arrasados. La
tasa de desempleo es del 80% y el producto interior bruto se ha reducido en
casi un 85%, según un informe de octubre de 2024 publicado por
la Organización Internacional del Trabajo.
La prohibición por
parte de Israel del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones
Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente -que calcula que
limpiar Gaza de los escombros dejados tras de sí llevará 15 años- garantiza que
los palestinos de Gaza nunca tendrán acceso a suministros humanitarios básicos,
alimentos adecuados y servicios.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo calcula que
reconstruir Gaza costará entre 40.000 y 50.000 millones de dólares y llevará,
si se dispone de los fondos, hasta 2040. Sería el mayor esfuerzo de
reconstrucción posbélica desde el final de la Segunda Guerra Mundial.