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25/08/2024

GIDEON LEVY/ALUF BENN
Las verdaderas motivaciones y objetivos de Netanyahu


Es la ideología lo que mueve a Netanyahu, no sólo el poder

Gideon Levy, Haaretz, 25/8/2024

Traducido por Fausto Giudice, Tlaxcala

Tal vez no hayamos denigrado suficientemente su estilo de vida; en cualquier caso, le ha sido bien bien a pesar de toda la denigración. Pero tenga en cuenta que sus numerosos detractores se abstienen de atacarle en una cuestión: su ideología. Para todos sus detractores, él no tiene ideología, sólo un profundo deseo de permanecer en el cargo, un ansia de poder que no conoce límites. Para ellos, los miembros de la brigada «cualquiera menos Bibi», es un oportunista vacío, carente de visión del mundo. Si alguna vez tuvo una, la vendió hace tiempo, sólo para mantenerse en el poder.

El redactor jefe de Haaretz, Aluf Benn, piensa lo contrario. Según él, [ver articulo debajo] Benjamin Netanyahu tiene un objetivo primordial, y no es necesariamente mantenerse en el poder. Netanyahu, dice Benn, lucha por un objetivo mucho mayor: la ocupación permanente de la Franja de Gaza.

 

Para alcanzarlo, el primer ministro está dispuesto a pagar un alto precio, incluido el abandono de los rehenes y el riesgo de una guerra regional, con tal de que Israel controle Gaza para siempre. Nadie ha nunca analizado así los motivos de Netanyahu. La cuestión de qué le motiva sigue siendo crucial.

La respuesta de Benn no disminuye la necesidad de combatir a Netanyahu, pero sí revela la pobreza intelectual de sus oponentes. No le atacan por su ideología, sólo por su obsceno estilo de vida, porque les resulta mucho más cómodo.

También es fácil atacar a Netanyahu por el fracaso del 7 de octubre debido a su suprema responsabilidad, pero este bando se abstiene de criticarle por su visión del mundo porque sabe perfectamente que no tiene verdaderas diferencias ideológicas con él ni un plan viable para sacar a Israel del nadir en el que se ha hundido.

De todos los posibles candidatos a sustituir a Netanyahu - Yoav Gallant, Benny Gantz, Gadi Eisenkot, Naftali Bennett, Avigdor Lieberman, Gideon Sa’ar, Yossi Cohen y Yair Golan - no hay ni uno solo que esté dispuesto a liberar a todos los prisioneros palestinos y a retirarse de toda la Franja de Gaza. En otras palabras, no hay nadie que esté realmente a favor de poner fin a la guerra y liberar a los rehenes. Tampoco hay nadie que pretenda retirarse jamás a las fronteras anteriores a 1967.

En esas condiciones, evitan criticar el plan de Netanyahu. Los crímenes y fracasos de su gobierno, que no sólo provocaron que Israel fuera acusado de genocidio, sino que lo convirtieron en un país tercermundista podrido, corrupto y disfuncional, son desalentadores. No menos desalentador es el hecho de que ninguno de sus clamorosos críticos proponga algo diferente.

La ideología de Netanyahu es mucho más peligrosa que su ostentoso estilo de vida y su corrupción. En contra de la opinión de sus críticos, se ha adherido a su ideología a lo largo de los años. Netanyahu nunca ha creído en los acuerdos con los palestinos. Es un devoto creyente en vivir siempre por la espada; nunca se ha retractado de ello.

Desde el truco transparente y casi admitido del «discurso de Bar-Ilan», Netanyahu ha actuado y prosperado: Retiró definitivamente de la mesa la posibilidad de establecer un Estado palestino e impidió todo compromiso con otras soluciones.

Nunca creyó en una solución diplomática, y se mantuvo fiel a su creencia. Lo siguiente es conquistar Gaza, y el hecho de convertir esto en una ocupación permanente añade otro conjunto de ladrillos a su plan de «resolver» la cuestión palestina únicamente mediante la guerra.

Netanyahu debería haber sido atacado sin piedad por esta visión del mundo, antes que por cualquier otra cosa, incluido su estilo de vida. Es lo que siembra las semillas de la destrucción del país, mucho antes que el avión Ala de Sión*, su hijo Yair, su esposa Sara y los juicios por corrupción.

La interminable renovación de la casa de Cesarea es aborrecible, al igual que el trato que reciben los empleados de la residencia del primer ministro, pero el plan de Netanyahu para perpetuar el apartheid es el mayor peligro que representa el primer ministro más vilipendiado/reverenciado de la historia de Israel.

Por esto, por la inmortalización del apartheid, ningún dirigente de un partido sionista puede atacar a Netanyahu: desde Itamar Ben-Gvir hasta Yair Golan, todos están de acuerdo con él. Y esa es la verdadera causa de la desesperación, es la mayor de todas las razones de desesperar.

NdT

* Se trata de un Boeing 767 reconfigurado y modernizado, con capacidad para 60 pasajeros, que realizó su primer vuelo el pasado julio con motivo de la visita de Netanyahu a Wasington. El «Ala de Sión» ha sido objeto de disputas políticas en Israel durante varios años. Netanyahu y sus partidarios afirman que es una medida de seguridad necesaria, mientras que sus críticos lo consideran un despilfarro del dinero de los contribuyentes y un símbolo de corrupción. Cada vuelo cuesta más de 200.000 dólares.

 

El objetivo de guerra de Netanyahu no es el retorno de los rehenes. Es la ocupación de Gaza

Aluf Benn, Haaretz, 21/8/2024

Traducido por Fausto Giudice, Tlaxcala

Aluf Benn, nacido Bomstein (Ramat HaSharon, 1965) es desde 2011 redactor jefe del diario israelí Haaretz, donde trabaja desde 1989. @alufbenn

 

57 años de ocupación israelí en Cisjordania nos enseñan que mañana no se levantará ninguna gran ciudad judía en Gaza; la «ocupación rampante» avanzará caravana tras caravana, puesto de avanzada tras puesto de avanzada

En su anuncio del martes 20 de agosto sobre el torpedeo de las negociaciones para un acuerdo de alto el fuego con Hamás, el primer ministro Benjamín Netanyahu habló de «nuestros activos de defensa y estratégicos» -el control de las rutas de Filadelfia y Netzarim- que Israel perdería si aceptara el acuerdo actualmente sobre la mesa.

El discurso público en Israel se centra en los rehenes y su destino, pero Netanyahu los considera una molestia mediática, un ariete de sus oponentes políticos y una distracción del objetivo: una ocupación prolongada de la Franja de Gaza, o -como ha declarado repetidamente desde el estallido de la guerra- «el control de la seguridad israelí.»

El control de la ruta de Filadelfia y del «corredor de seguridad» a lo largo de la frontera permite a Israel rodear las fronteras terrestres de Gaza y aislarla de Egipto. El control de la ruta de Netzarim divide en la práctica el norte de Gaza, donde quedan pocos palestinos con viviendas e infraestructuras destruidas, de la parte sur del enclave costero, rebosante de refugiados de toda la Franja.

En la práctica, se está elaborando un acuerdo a largo plazo para «el día después». Israel controlará el norte de la Franja de Gaza y expulsará a los 300.000 palestinos que aún permanecen allí. El general de división (reserva) Giora Eiland, ideólogo de la guerra, propone matarlos de hambre o exiliarlos como palanca para derrotar a Hamás. La derecha israelí prevé una colonización judía en la zona, con un enorme potencial inmobiliario de topografía conveniente, vistas al mar y proximidad al centro de Israel.

La experiencia de 57 años de ocupación de Cisjordania y Jerusalén indica que se trata de un proceso largo que requiere mucha paciencia y capacidad de maniobra diplomática. Mañana no se construirá ninguna gran ciudad judía en Gaza, pero se avanzará acre por acre, casa móvil por casa móvil, puesto de avanzada por puesto de avanzada, igual que en Hebrón, Elon Moreh y Gilad Farm.

El sur de la Franja de Gaza quedará en manos de Hamás, que tendrá que ocuparse de los indigentes residentes bajo el asedio israelí, incluso después de que la comunidad internacional pierda interés en la historia y pase a ocuparse de otras crisis. Netanyahu cree con certeza que, tras las elecciones usamericanas, la influencia de los manifestantes propalestinos en la política yanqui disminuirá, incluso si gana la vicepresidenta Kamala Harris.

Naturalmente, si Donald Trump trastorna el juego y vuelve a la Casa Blanca, Netanyahu espera de él mano libre en Gaza. En ambos escenarios, se supone que USA, con sus portaaviones, debe disuadir a Irán de una escalada general, o implicarse él mismo en una guerra para salvar a Israel.

No hay que confundirse: la ocupación es el objetivo por el que lucha Netanyahu, aun a costa de que mueran los rehenes restantes y con el riesgo de una guerra regional. Los andamios que sostienen su régimen, el ministro de Seguridad Nacional , Itamar Ben Gvir, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, se mantendrán en su sitio mientras busque de palabra y obra una ocupación permanente y una anexión progresiva de Gaza.

En la reunión del gabinete de esta semana, Netanyahu reiteró su eslogan de 1996 contra los Acuerdos de Oslo: «Dar y tomar, no dar y ceder». En términos más sencillos: no se devolverá el territorio ocupado, ni siquiera bajo presión internacional e incluso ahora, ante las súplicas de los rehenes. Ese es el objetivo de su guerra.

 

Brandan Reynolds, Business Day, Sudáfrica

 

 

GIDEON LEVY/ALUF BENN
Les véritables motivations et objectifs de Netanyahou

C’est l’idéologie qui motive Netanyahou, pas seulement le pouvoir

Gideon Levy, Haaretz, 25/8/2024
Traduit par  Fausto GiudiceTlaxcala

Peut-être n’avons-nous pas suffisamment dénigré son mode de vie ; en tout cas, il s’en est bien sorti malgré tout ce dénigrement. Mais notez que ses nombreux détracteurs s’abstiennent de l’attaquer sur un point : son idéologie. Pour tous ses détracteurs, il n’a pas d’idéologie, il n’a qu’un désir profond de rester en place, une soif de pouvoir sans limite. Pour eux, les membres de la brigade « tout sauf Bibi », il est un opportuniste creux, dépourvu de toute vision du monde. S’il en a jamais eu une, il l’a vendue il y a longtemps, juste pour rester au pouvoir.

Le rédacteur en chef de Haaretz, Aluf Benn, pense le contraire. Selon lui [voir article ci-dessous], Benjamin Netanyahou a un objectif primordial, et ce n’est pas nécessairement de rester au pouvoir. Netanyahu, dit Benn, se bat pour un objectif bien plus important : l’occupation permanente de la bande de Gaza.

Pour l’atteindre, le premier ministre est prêt à payer un lourd tribut, y compris l’abandon des otages et le risque d’une guerre régionale, à condition qu’Israël contrôle la bande de Gaza pour toujours. Personne n’a jamais analysé les motivations de Netanyahou de cette manière. La question de ses motivations reste cruciale.

La réponse de Benn ne diminue pas la nécessité de combattre Netanyahou, mais elle révèle la pauvreté intellectuelle de ses opposants. Ils ne l’attaquent pas pour son idéologie, mais seulement pour son mode de vie obscène, parce que c’est beaucoup plus commode pour eux.

Il est également facile d’attaquer Netanyahou sur l’échec du 7 octobre en raison de sa responsabilité suprême, mais ce camp s’abstient de le critiquer pour sa vision du monde parce qu’il sait très bien qu’il n’a pas de réelles différences idéologiques avec lui et aucun plan réalisable pour sortir Israël du nadir dans lequel il s’est enfoncé.

De tous les candidats possibles pour remplacer Netanyahou - Yoav Gallant, Benny Gantz, Gadi Eisenkot, Naftali Bennett, Avigdor Lieberman, Gideon Sa’ar, Yossi Cohen et Yair Golan - il n’y en a pas un seul qui soit prêt à libérer tous les prisonniers palestiniens et à se retirer de l’ensemble de la bande de Gaza. En d’autres termes, personne n’est véritablement en faveur de la fin de la guerre et de la libération des otages. Il n’y a personne non plus qui ait l’intention de se retirer un jour dans les frontières d’avant 1967.

Dans ces conditions, ils évitent de critiquer le plan de Netanyahou. Les crimes et les échecs de son gouvernement, qui ont non seulement valu à Israël d’être accusé de génocide, mais l’ont également transformé en un pays du tiers monde pourri, corrompu et dysfonctionnel, sont décourageants. Ce qui est tout aussi décourageant, c’est qu’aucun de ses critiques virulents ne propose quelque chose de différent.

L’idéologie de Netanyahou est bien plus dangereuse que son style de vie flamboyant et sa corruption. Contrairement à ce que pensent ses détracteurs, il a adhéré à son idéologie au fil des ans. Netanyahou n’a jamais cru aux accords avec les Palestiniens. Il est un fervent adepte de la vie par l’épée pour toujours ; il n’a jamais reculé.

Depuis la supercherie transparente et presque avouée du « discours de Bar-Ilan », Netanyahou a agi et prospéré : Il a définitivement écarté la possibilité de créer un État palestinien et a empêché tout engagement en faveur d’autres solutions.

Il n’a jamais cru à une solution diplomatique et est resté fidèle à sa conviction. La prochaine étape est la conquête de Gaza, et le fait d’en faire une occupation permanente ajoute une nouvelle série de briques à son plan visant à « résoudre » la question palestinienne par la seule guerre.

Netanyahou aurait dû être attaqué sans pitié pour cette vision du monde, avant toute autre chose, y compris son mode de vie. C’est ce qui a semé les graines de la destruction du pays, bien avant l’avion Aile de Sion*, son fils Yair, sa femme Sara et les procès pour corruption.

La rénovation sans fin de la maison de Césarée est odieuse, tout comme le traitement des employés de la résidence du Premier ministre, mais le projet de Netanyahou de perpétuer l’apartheid est le plus grand danger posé par le Premier ministre le plus décrié/révéré de l’histoire d’Israël.

Pour cela, pour l’immortalisation de l’apartheid, aucun leader d’un parti sioniste ne peut attaquer Netanyahou : d’Itamar Ben-Gvir à Yair Golan, ils sont tous d’accord avec lui. Et c’est là la véritable cause du désespoir, c’est la plus grande de toutes les raisons de désespérer.

 NdT

* Il s’agit d’un Boeing 767 reconfiguré et modernisé ayant une capacité de 60 passagers, qui a effectué son premier vol en juillet dernier, pour la visite de Netanyahou à Wasington. « Aile de Sion » fait l’objet d’une lutte politique en Israël depuis plusieurs années, Netanyahou et ses partisans affirmant qu’il s’agit d’une mesure de sécurité nécessaire, tandis que ses détracteurs le considèrent comme un gaspillage de l’argent des contribuables et un symbole de corruption. Chaque vol coûte plus de 200 000 dollars.

 


L’objectif de guerre de Netanyahou n’est pas le retour des otages, c’est l’occupation de Gaza

Aluf Benn, Haaretz, 21/8/2024

Aluf Benn, né Bomstein (Ramat HaSharon, 1965) est depuis 2011 rédacteur en chef du quotidien israélien Haaretz, où il travaille depuis 1989. @alufbenn

57 ans d’occupation israélienne en Cisjordanie nous ont appris qu’aucune grande ville juive ne sera érigée demain à Gaza ; l’« occupation rampante » fera avancer caravane après caravane, avant-poste après avant-poste.

Lorsqu’il a annoncé mardi 20 août qu’il torpillait les négociations en vue d’un accord de cessez-le-feu avec le Hamas, le Premier ministre Benjamin Netanyahou a parlé de « notre défense et de nos atouts stratégiques » - le contrôle des routes de Philadelphie et de Netzarim - qu’Israël perdrait s’il acceptait l’accord actuellement sur la table.

Le discours public en Israël se concentre sur les otages et leur sort, mais Netanyahou les considère comme une nuisance médiatique, un bélier pour ses opposants politiques et une distraction par rapport à l’objectif : une occupation prolongée de la bande de Gaza ou, comme il l’a déclaré à plusieurs reprises depuis le début de la guerre, le « contrôle de la sécurité israélienne ».

Le contrôle de la route de Philadephie et du « corridor de sécurité » le long de la frontière permet à Israël d’encercler les frontières terrestres de Gaza et de l’isoler de l’Égypte. Le contrôle de la route de Netzarim divise en pratique le nord de Gaza, où il ne reste que quelques Palestiniens dont les maisons et les infrastructures ont été détruites, de la partie sud de l’enclave côtière, qui regorge de réfugiés venus de toute la bande de Gaza.

Dans la pratique, un accord à long terme pour le « jour d’après » est en cours d’élaboration. Israël contrôlera le nord de la bande de Gaza et chassera les 300 000 Palestiniens qui s’y trouvent encore. Le général de division (réserviste) Giora Eiland, idéologue de la guerre, propose de les faire mourir de faim ou de les exiler pour vaincre le Hamas. La droite israélienne envisage une colonisation juive de la région, qui présente un vaste potentiel immobilier grâce à une topographie favorable, une vue sur la mer et la proximité du centre d’Israël.

Les 57 années d’occupation de la Cisjordanie et de Jérusalem-Est montrent qu’il s’agit d’un long processus qui exige beaucoup de patience et de capacité de manœuvre diplomatique. Aucune grande ville juive ne sera construite à Gaza demain, mais les progrès se feront acre par acre, mobile home par mobile home, avant-poste par avant-poste - tout comme à Hébron, Elon Moreh et Gilad Farm.

Le sud de la bande de Gaza sera laissé au Hamas, qui devra s’occuper des habitants démunis sous le siège israélien, même lorsque la communauté internationale se désintéressera de l’histoire et passera à d’autres crises. Netanyahou est convaincu qu’après les élections usaméricaines, l’influence des manifestants pro-palestiniens sur la politique usaméricaine diminuera, même si la vice-présidente Kamala Harris l’emporte.

Naturellement, si Donald Trump bouleverse le jeu et revient à la Maison Blanche, Netanyahou s’attend à avoir les coudées franches à Gaza. Dans les deux scénarios, l’USAmérique, avec ses porte-avions, est censée dissuader l’Iran d’une escalade générale, ou s’impliquer elle-même dans une guerre pour sauver Israël.

Ne vous méprenez pas : l’occupation est l’objectif pour lequel Netanyahou se bat, même au prix de la mort des derniers otages et au risque d’une guerre régionale. Les échafaudages qui soutiennent son régime, le ministre de la sécurité nationale Itamar Ben Gvir et le ministre des finances Bezalel Smotrich, resteront en place tant qu’il cherchera, par ses paroles et ses actes, à obtenir une occupation permanente et une annexion rampante de la bande de Gaza.

Lors de la réunion du cabinet de cette semaine, M. Netanyahu a réitéré son slogan de 1996 contre les accords d’Oslo: « Donner et prendre, pas donner et donner ». En termes plus simples : les territoires occupés ne seront pas restitués, même sous la pression internationale et même aujourd’hui, face aux appels des otages. Tel est le but de sa guerre.

 
Brandan Reynolds, Business Day, Afrique du Sud