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23/03/2025

LA JORNADA
Bukele, carcelero de Trump

La Jornada, México, 17-3-2025

El pasado sábado 15 de marzo el juez federal James E. Boasberg prohibió al Gobierno de Estados Unidos que siguiera deportando a extranjeros indocumentados, en respuesta a una demanda interpuesta por la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y la organización Democracy Forward. La resolución judicial señaló que un retraso en las expulsiones no perjudicaba a las autoridades y ordenó el regreso de cualquier avión que llevara migrantes deportados hacia otros países. Sin embargo, la administración que encabeza Donald Trump ignoró el fallo y una aeronave con expulsados llegó a El Salvador, cuyo presidente, Nayib Bukele, acordó recientemente con el secretario de Estado, Marco Rubio, un negocio entre ambos Gobiernos consistente en que el centroamericano recluirá en sus cárceles a unas 300 personas expulsadas de Estados Unidos a cambio de un pago anual de 6 millones de dólares, 20 mil dólares por prisionero.

El juez federal James Boasberg, del distrito de Washington
Foto Carolyn Van Houten (Getty Images)

Es claro que las deportaciones ordenadas por Trump tienen un fundamente legal sumamente endeble, por decir lo menos: la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que da al jefe del Ejecutivo libertad para emprender en tiempos de guerra acciones como expulsiones masivas de personas del territorio estadunidense. Lo cierto es que oficialmente Estados Unidos no le ha declarado la guerra a nadie, por más que el magnate neoyorquino afirme que la organización delictiva de origen venezolano Tren de Aragua está en guerra con Estados Unidos y describa como invasión la presencia de integrantes de esa banda en territorio estadunidense, una hipérbole carente de toda razón jurídica y, desde luego, militar.

Bukele

Estos hechos permiten confirmar el desprecio por las leyes que caracteriza a la presidencia trumpista, la cual no sólo emprende acciones sin más base que el tremendismo metafórico de su titular, sino que ignora resoluciones judiciales como la aquí referida y convierte las acciones de su política xenofóbica y racista en hechos consumados.

El asunto tiene una faceta igualmente grave: el que Bukele haya asumido, a cambio de unos millones de dólares, la condición de carcelero de Estados Unidos. El hecho no sólo representa un trato humillante para El Salvador, sino que coloca a individuos cuya culpabilidad ni siquiera ha sido establecida en juicio en el ámbito del infierno penitenciario construido por el presidente salvadoreño con total desprecio por los derechos humanos de los internos.

Cabe recordar que con el argumento de la lucha contra la violencia de los grupos delictivos, Bukele realizó grandes redadas policiales que llevaron a la prisión a unos 80 mil individuos, muchos de ellos sin haber cometido más delito que el de tener, a juicio de la policía, una apariencia física de pandillero. Con ello, El Salvador se convirtió en el país con más población encarcelada en el mundo: mil 86 por cada 100 mil habitantes. Adicionalmente, el gobierno del país centroamericano erigió una megaprisión en la que se hacinan unas 25 mil personas. Quienes tienen la desgracia de caer en los reclusorios de Bukele pierden automáticamente todo derecho, incluido el de un proceso penal, visitas de abogados y familiares y una alimentación mínimamente digna.

Bukele incluso ha sometido a la población carcelaria a malos tratos como forma de presión explícita a las pandillas para que disminuyan sus actos de violencia.

En tales circunstancias, el hecho de que los gobiernos de ambos países hayan establecido un pacto comercial de reclusión de personas constituye una indignante violación internacional y binacional de los derechos humanos y debiera llevar a Naciones Unidas y a gobiernos democráticos del mundo a denunciar y repudiar tan denigrante negocio.

TIGRILLO L. ANUDO
Reformas estructurales en una democracia burguesa

Tigrillo L. Anudo, 23-3-2025

La democracia burguesa con sus legislaciones a favor de poderosos intereses de clase es la gran tranca para la conquista de la justicia humana, social, redistributiva, ambiental, en una sociedad profundamente afectada por sus ausencias. La democracia burguesa permite comprar los jueces, el Congreso, los magistrados, los funcionarios - empleados públicos, las juntas directivas, los empresarios y todos los que haya que comprar. Esa “democracia” necesita de la injusticia, del hambre, la desigualdad, la miseria; estimula la corrupción, el delito, la aporofobia, la sociopatía, la exclusión y otros males que se devoran el país. La democracia burguesa se debe al capitalismo puro y duro que avasalla al pueblo trabajador.


«La nueva relación entre el trabajador y el empresario». Caricatura del Neuer Postillon, Zúrich, Suiza, 1896

La gran burguesía aliada con criminales no quiere compartir las rentas y las riquezas. Su codicia y afán monopolista, su carácter excluyente y sociópata, no admiten la redistribución de la riqueza. Lo máximo que permitirá serán unas reformas deshilachadas, amputadas, disminuidas en sus alcances, retazos de los proyectos presentadas por el gobierno nacional, o sea, reformas que finalmente no se configuran como reformas estructurales. Seguirá imperando la inequidad en la tributación como ya ocurrió con la reforma tributaria de 2022 trasquilada por la Corte Constitucional quien autorizó a las empresas deducir de su impuesto de renta lo que pagan por regalías al Estado. También ocurrió con el archivo de la Ley de Financiación. Ahora está en vilo la reforma pensional.

El pueblo colombiano está luchando contra un aparato criminal multidiverso que se apropió del Estado, de sus instituciones encargadas de asegurar los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política de 1991. Políticos, grandes empresarios, mafias de rentas ilícitas, empresas transnacionales, contratistas, se ferian los recursos públicos, los presupuestos, las vigencias futuras, los medicamentos, las flotas de carro tanques, las falsas facturas de atenciones médicas, de servicios de ambulancias, de contratos e IPS ficticias, entre otros; se llevan lo que pertenece al pueblo desprotegido. En la letra escrita constitucional están resueltas las necesidades básicas de los colombianos, pero en la praxis está bloqueada por la rapiña que sufren las finanzas de dichas necesidades. 

El presidente Gustavo Petro está enfrentando toda esa maquinaria para poder cristalizar las reformas sociales. El pueblo movilizado en las calles lo acompaña. ¿Bastarán estas luchas para lograr implantar las reformas estructurales? La Delincuencia Política Organizada –DPO- no se asusta con nada. Archivó en la Comisión Séptima del Senado la reforma a la salud el mismo día en que marchas multitudinarias en todo el país respaldaron la convocatoria a una consulta popular para preguntar sobre las reformas laboral y de salud. Todos los engranajes del aparato criminal nacional están estrechamente sincronizados para conservar el “Estado de cosas” aberrantes a las que se acostumbró la sociedad. La oposición en el Senado de la “República” ya anunció votar en contra de la consulta popular, es decir, no permitirán siquiera consultar al pueblo –el constituyente primario- sobre lo que ya está escrito en la CN 1991. 

Ya están consagrados los derechos a la salud, la educación, la pensión, el trabajo digno, la vivienda, la paz; sin embargo, el pueblo tiene que pedir que se ratifiquen esos derechos a través de una consulta popular. Un absurdo.  El Congreso que está en el deber de tramitar lo que ya es ley, se dedica a sabotear, boicotear, bloquear las propias normas. El propio Estado hace conspiración contra sí mismo. Esto es una canallada por parte de una casta política burocrática que gana 40 veces más que cualquiera de nosotros que somos clase obrera-proletaria. No somos clase media, somos asalariados, vivimos de lo que nos pagan por nuestro trabajo, trabajo que genera riqueza, riqueza de la cual apenas arañamos unas migajas.

Colombia es el único país del mundo donde la mayoría de los votantes dijo no a la paz. ¿Será que, en una consulta popular, la mayoría vote negativamente las reformas laboral y de salud? No creo que suceda esto. De hacerse esa consulta, ganará el sí a las reformas. Estamos en otro momento, ya no es el dominio del uribismo doctrinario fundamentalista; hoy es el momento del pueblo empoderado, del poder popular en ciernes, del despertar de la conciencia de clase y política. El pueblo en las calles es una tromba de alegría, arte, expresión, dignidad y poder. 

Para lograr la aprobación de la consulta popular en el Congreso se puede convocar una nueva y poderosa marcha, previa a la votación. Esta marcha será un mandato popular; si no votan a favor de la consulta, el pueblo escalará a acciones más audaces que cuestionarán los cimientos de la democracia burguesa. Esa posible afrenta del Congreso pondrá a prueba la organización revolucionaria del pueblo; el nuevo Partido Unitario mostrará de qué está hecho y cuál es su compromiso con la revolución política y cultural que tenemos que hacer.

17/03/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Colombia: Hacia una democracia directa y el Poder Popular

Tigrillo L. Anudo, 17/3/2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

El pueblo de Colombia va a hacer una revolución. La hará a su manera, con su tumbao, ritmo y respiración. Cada país tiene su danzao, sus revulsivos, sus exorcismos. Cada comunidad comulga con sus propios dioses, entonces saltan los girasoles.

Una revolución no tiene fecha ni fórmula anticipada. Simplemente, estalla cuando menos se le espera. Ya ocurrió el 9 de abril de 1948 cuando arrancaron la rosa más rosa del rosal. Pero ese levantamiento de furia y dignidad fue devorado por los propios cortadores que bogaron del manantial rojo, los que silenciaron la voz de la esperanza. 

Francia hizo rodar una corona por las gradas en 1789. Rusia hizo primero su revolución burguesa en 1905 y luego su revolución proletaria en 1917. Cuba mandó a parar la juerga ajena en 1959 y emprendió su propia diversión. Venezuela hizo la Revolución Bolivariana desde 1999. 

Cada revolución trasforma un país, deja una huella indeleble en los hijos de los hijos que ni siquiera la oyeron. Como todos los procesos en los que intervienen los seres humanos, se consolidan o se disuelven, se anquilosan o se deforman. La materia está en perpetuo movimiento.

La revolución colombiana será distinta a todas. Una revolución política y cultural. Empieza el 18 de marzo de 2025 cuando el pueblo salga a las calles a ordenar las reformas laboral y de la salud. Será el preludio de nuevos mandatos desde las movilizaciones y las consultas populares. Será el jardín florecido con el empoderamiento de la muchedumbre. Será una nueva forma de gobernarnos, quizás un anarquismo inspirador y saludable. Cada colombiano lleva en su cabeza una idea de país y gobierno diferentes, lo dijo Simón Bolívar. Se abrirá una era en la que por fin entenderemos que los derechos no se mendigan sino que se arrancan sin zaherir la primavera. 

Y la revolución se repetirá con cada necesidad negada hasta que la democracia directa y el Poder Popular se vuelvan costumbre. 

Léase también

TEEMU RUSKOLA
La formación de la clase obrera china

 Teemu Ruskola, New Left Review, n° 151, enero/febrero de 2025

Traducido por Tlaxcala, editado por Luis Casado

Teemu Ruskola, nacido en Finlandia, es profesor de Derecho y profesor de Lenguas y Civilizaciones de Asia Oriental en la Universidad de Pensilvania (EEUU). Es autor de The Unmaking of the Chinese Working Class, que publicará Verso Books en 2026; Legal Orientalism: China, the United States and Modern Law (Harvard University Press 2013); coautor de Schlesinger's Comparative Law (Foundation Press 2009); y coeditor, con David Eng Shuang Shen, de un número doble especial de la revista Social Text sobre «China and the Human» (2012).

Este ensayo está extraído de Teemu Ruskola, The Unmaking of the Chinese Working Class: The Global Limits of Capitalism, de próxima publicación en Verso.


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05/03/2025

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
Uruguay- Los trajines de Neptuno Arazatí: ¿Refrendar o no refrendar?
That’s the question

Luis E. Sabini Fernández, 5-3-2025

El gobierno del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou que cesó sus funciones formal y plenamente el 1º. de marzo 2025 no alcanzó a consumar un contrato con la u.t.e., unión transitoria de empresas compuesta por SACEEM, FAST, Berkes y CIEMSA, durante lo que denominaré su período de mandato pleno. Contra todos los prejuicios, presupuestos y presuntas garantías que teníamos la mejor agua  del mundo,[1] en 2023, una sequía (que ni siquiera fue históricamente la peor), dejó a casi todo el país sometido a tener que consumir agua “bebible” ya que no potable.

Nadie quiso comprobar públicamente si este destrato a la población, a la sociedad, por la crisis de abastecimiento de OSE, por falta de agua potable, estaba relacionado con una disposición reciente que legalizara la toma de nuestra  agua de consumo público por parte de centenares de productores dedicados a la agricultora  industrial (de soja transgénica y otros productos rentables mediante uso ingente de agrotóxicos).

El cimbronazo ha sido fuerte. Y así como algunos reflotaron la dejada a un lado represa en Casupá, otros reforzaron la idea del negocio de proveer agua a la población desde… el río de la Plata. Como la idea no era exactamente ideal, la u.t.e.  procuró hacerla aceptable, tragable, potable o al menos bebible, mediante la creación de un lago artificial de agua dulce que compensase el carácter semisalino del Río de la Plata (como sabemos, nuestro río al sur −que no es técnicamente un río sino un estuario− tiene, por su propia estructura, agua dulce o agua salada, dependiendo de las corrientes, a veces desde ríos arriba, a veces desde el océano Atlántico).

La misma idea del lago suplente es enrevesada. Ignorando hasta lo más craso en materia de ingeniería acuática, se lo quiso llamar pólder (por el lustre de la ingeniería holandesa en el rubro, aunque se trata de una masa de agua que cumpliría exactamente lo opuesto de un pólder). Primero se lo imaginó “flotante” en el medio del estuario; luego se lo proyectó en tierra, cerca de la costa platense –denotando tanteos e ignorancias−, robando escasas tierras (Uruguay no es Argentina o Brasil), valiosas para la agricultura, la apicultura o la granja).[2]

Esa u.t.e. encontró que la crisis abonaba su proyecto. Estábamos en 2023, agosto, poco más de un año atrás, y evidentemente, pese a la aquiescencia del gobierno de Lacalle con el proyecto, con su política de apostar a los malla oro −de los cuales Alejandro Ruibal, el namberuán de SACEEM es sin duda modelo ejemplar− no se llegó a tiempo para firmar contrato dentro de lo que designé “mandato pleno” del gobierno de Lacalle.

Con las elecciones de octubre de 2024, advino un nuevo gobierno frenteamplista. Entonces se inició ese anómalo período que en Uruguay es increíblemente largo (hasta casi 5 meses) en que sigue gobernando el que pierde las elecciones.[3]

El gobierno saliente tiene todas las potestades para rematar, terminar proyectos de su período. Pero resulta políticamente inaceptable inaugurar políticas en ese interregno. Lacalle firmó el contrato con la sociedad anónima que la u.t.e. que ya sabemos constituyó, denominada consorcio Aguas de Montevideo[4] en ese cuestionable lapso.

Ha sido tan poco clara, incluso poco democrática, esta superposición de funciones; un  tamaño negocio cerrado por un gobierno que ya no está en funciones plenas, que hasta un hiperconservador comunicador como Emiliano Cotelo advirtió la beligerancia de Lacalle cerrando el trato en este curioso “limbo gubernamental” (que al parecer los países procuran estrechar, salvo Uruguay).

El 23 ene 2025 se firmó el contrato por Arazatí. Así lo anunció el diario argentino Ámbito financiero: “Las 5 claves del cuestionado proyecto. El Poder Ejecutivo avanzó con la firma del contrato a través de OSE con el consorcio Aguas de Montevideo, pese a los cuestionamientos desde el gobierno entrante. El contrato fue firmado entre OSE e Infraestructura Arazatí S. A.”.[5]

Es una firma peculiar. No soy jurista Desconozco los aspectos procedimentales. Pero me llama la atención: todo un proyecto nacional que embreta al país en casi mil millones de dólares aparece firmado por la u.t.e por un lado, presentada como flamante sociedad anónima y por el otro, OSE. ¿Ni siquiera el P. E. N.?

Se abren hipótesis: ¿atropellada y despedida pícara de LLP o gambito frenteamplista cediendo la firma “al otro”? La invocación de Orsi a ”un orden basado en reglas” que Biden nos ha mostrado hasta el hartazgo que sirve proteger a los privilegiados del planeta, no ayuda…

Nahir Curbelo, ambientalista y vocera que iba a entregar una carta al actual gobierno y al entrante en representación de unas 150 organizaciones o redes ambientalistas y de cuidado de la salud, comentó que en dicha reunión estuvo un representante de Aguas de Montevideo. Y dijo: “Nos sorprendió. Nosotros habíamos avisado que íbamos a entregar esta carta y surge esa reunión muy rápidamente. No esperábamos que la empresa estuviese presente, ya que no corresponde. Se supone que están haciendo una transición entre dos gobiernos, y una empresa no tiene nada que hacer en ese encuentro”.[6]

Hay un viejo dicho, sabio: “Dime qué no puedes criticar y te diré dónde está el poder”. Podemos agregar un corolario: “Dime quien está presente sin que le corresponda y te diré quién tiene el poder”.

Los firmantes de la carta advierten que en el trámite para aceptar o rechazar el proyecto de hacernos tomar agua del Río de la Plata se ha dejado de lado la salud. “Debería haber estado el Ministerio de Salud Pública”.[7]

Difícil que un gobierno para mallas oro pueda atender las necesidades de la población en general ni de nuestra sociedad, que no es una corte del rey Midas. Un gobierno donde contadores ejercen el ministerio que tendría que atender lo ambiental, nos da la impresión que siempre va a ser más “sensible” a “las cuentas” que a la maltrecha naturaleza.

Pero me atrevo a hacer un comentario a los Ruibal, a los Bouvier, a los Lacalle, que incluye a los Orsi: somos cada vez más los que vemos el camino sin salida de los negocios sin fin, de las rentabilidades que prosperan en los puros dividendos en desmedro de nuestro hábitat.

La versión grotesca del negocio la tenemos con los hermanos Milei, al otro lado del río. Otra versión igualmente grotesca, la tenemos aquí, entrecasa, con vacas numéricas, caravanas, y muchas macanas. 

Pero el lucro “legal”, la privatización de tierras de grandes extensiones, la privatización de nuestras aguas territoriales, también nos está matando.

 

Notas

[1]  La ministra Eneida de León (21 feb. 2016) llegó a presumir que Uruguay tenía agua potable de calidad superior a la de Suecia. http://www.espectador.com/sociedad/331588/eneida-de-leon-la-ministra-de-vivienda-que-devino-en-ministra-del-agua .

[2]  Falta nomás que algunos creativos procuren establecerlo en el aire, ahora con tanto proyecto muskiano, planetario e interplanetario, con tanto arribo a la luna, con tanto dron danto vueltas.

[3]  En Argentina, el período entre comicios y cambio de mando varía entre mes y mes y medio, dependiendo de que haya balotaje o no; en EE.UU., es también de alrededor de un mes; en Suecia, apenas de dos semanas.

[4]  Una designación que refuerza la vieja y bien criticada macrocefalia capitalina. Esa designación es geográficamente incorrecta, por cuanto la regulación del agua potable desde Aguas Corrientes y OSE sobrepasa con mucho a Montevideo y a los montevideanos.

[5]  Buenos Aires, 25 ene 2025.

24/02/2025

Madrid, 3 de marzo: 4º aniversario de las concentraciones semanales por los presos políticos saharauis



 

El lunes 3 de marzo, el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis cumple 4 años de concentraciones semanales ante el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para denunciar la ocupación marroquí del Sahara Occidental y mostrar su solidaridad con los presos políticos saharauis. Como su nombre indica -presos políticos-, han sido condenados por Marruecos en juicios farsa por el hecho de pedir pacíficamente la autodeterminación a la que tienen derecho.

Estos presos han sido torturados. Padecen condenas abultadísimas -hay 9 cadenas perpetuas- y viven unas condiciones carcelarias denigrantes. Quizá los exponentes más descriptivos de su situación sean el aislamiento –algunos presos llevan más de 7 años en aislamiento- y la falta de atención médica. Un caso de septicemia no recibe tratamiento, un caso de tuberculosis tampoco, a un enfermo con un tumor en el pecho y asma le trasladan a una zona apestosa. Hay más ejemplos. Les están dejando morir sufriendo aunque no era esa su condena.

Acudimos ante el Ministerio de Exteriores porque España es responsable de esa ocupación. Entregó la que España consideraba la Provincia 53 a Marruecos y Mauritania sin haber organizado un referéndum de autodeterminación para los saharauis. En estos 50 años, España no ha asumido su responsabilidad. Ahora la situación es aún peor cuando el presidente Sánchez presenta “la propuesta marroquí de autonomía (léase anexión) como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”. No hablamos de un diferendo, hablamos de una ocupación, y Sánchez no ignora que sus palabras atentan contra el derecho internacional.

Todos los lunes pedimos al ministro que actúe, que medie, que abogue por esos presos inocentes, porque le obligan la conciencia de este país hacia los saharauis y la posición de España como Potencia Administradora del Sahara Occidental. 

 

21/02/2025

MAURICE LEMOINE
Esperando a Edmundo...

 Maurice Lemoine, Mémoire des luttes, 3-2-2025
Fotos del autor
Traducido por Michel Mujica

Reelegido y proclamado el 28 de julio de 2024 con el 52% de los votos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el periodo 2025-2031, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, fue investido oficialmente el 10 de enero de 2025. Esta victoria fue muy cuestionada por la Plataforma de la Unidad Democrática (PUD), la facción radical de la oposición. Según la PUD, su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó con más del 67% de los votos.

Cerca o lejos del lugar de los acontecimientos, los ciudadanos, siempre y cuando sean honestos se preguntan quién tiene razón.

Gracias por formularla, es una excelente pregunta.

Las elecciones presidenciales se celebraron al término de las negociaciones entre el gobierno y la derecha radical, reagrupada en el seno de la PUD, que concluyeron en la isla de Barbados el 17 de octubre de 2023. Ese día, con la mediación de Noruega y la participación de representantes de los Países Bajos, Rusia, México, Colombia y Brasil, el acuerdo firmado ha garantizado «la promoción de los derechos políticos y las garantías electorales para todos» de cara a los comicios. El artículo 3-5 establecía que el «proceso electoral pacífico y participativo» se desarrollaría «sin injerencias externas, en el marco del respeto a los ciudadanos, a la autoridad electoral, a los actores políticos, a la Constitución y a las leyes del país».


20/02/2025

SERGIO RODRÍGUEZ GELFENSTEIN
De Bruselas a Riad, pasando por Múnich: ocho días que estremecieron el mundo (I)

Sergio Rodríguez Gelfenstein, 20-2-2025

Los acontecimientos internacionales han tomado un ritmo extraordinariamente acelerado. He consultado con algunos colegas y hemos concluido que se está haciendo difícil seguir el movimiento de hechos que están conmoviendo, transformando y reestructurando el sistema internacional a una velocidad nunca vista por lo menos en los últimos 80 años. Lo cierto es que el mundo de la posguerra parece desmoronarse. El consenso logrado en 1945 en Yalta y Potsdam acaba de recibir un golpe mortal en Múnich.


“Haz Europa pequeña otra vez” - Tom Janssen, Países Bajos

Hagamos un somero recorrido de los acontecimientos de los últimos días para constatar esta aseveración que emana la impronta que la administración Trump le está imponiendo al mundo: 

12 de febrero. El presidente de Estados Unidos informó que había sostenido una “larga y muy productiva” llamada telefónica con su homólogo ruso Vladimir Putin. Dijo que este quiere que la guerra en Ucrania termine y que cree que habrá un alto el fuego “en un futuro no muy lejano”. La llamada fue la primera conversación conocida entre ambos presidentes desde que Trump asumió el cargo el mes pasado.  

12 de febrero. El secretario de Defensa de Estados Unidos Pete Hegseth, durante su reunión en Bruselas con los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), declaró “directamente y sin ambigüedades” que Washington ya no priorizará la seguridad de Europa, determinó que la guerra entre Ucrania y Rusia “debe terminar”, pues su prioridad se enfoca en asegurar las fronteras del país norteamericano y evitar la guerra con China.

Hegseth afirmó que las realidades estratégicas actuales impiden que Estados Unidos siga siendo el principal garante de la seguridad en Europa. Estas mismas realidades obligan –según el jefe del Pentágono-  a una reducción de las fuerzas estadounidenses en la región.  La prioridad para Washington es enfrentar a China, a la que definió como “ un competidor de gran envergadura” porque tiene la capacidad y la intención de amenazar la seguridad nacional de Estados Unidos y sus intereses principales en la región del Indo-Pacífico.   Hegseth subrayó que la disuasión de un conflicto con China en el Pacífico es la misión más importante de su despacho. Reconoció la escasez de recursos y la necesidad de tomar decisiones difíciles para garantizar que el proceso no fracase.

El secretario de Defensa instó a los aliados europeos, miembros de la OTAN, a asumir un liderazgo activo. Les dijo tajante que: “La Casa Blanca ya no tolerará una relación desequilibrada que fomente la dependencia. En su lugar, la relación entre Estados Unidos y Europa se centrará en capacitar a los países europeos para que asuman la responsabilidad de su propia seguridad”.

14 de febrero. El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, pronunció un discurso durante la 61.ª Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania, sorprendiendo tanto a los presentes como a los países europeos aliados de Washington. En la disertación, el alto cargo estadounidense afirmó que: “La amenaza que más me preocupa respecto a Europa no es Rusia, no es China, no es ningún otro actor externo. Lo que me preocupa es la amenaza desde dentro, el retroceso de Europa respecto a algunos de sus valores más fundamentales, valores compartidos con Estados Unidos”. Sin tomar en consideración la perplejidad que generaban sus palabras, agregó que “Cuando vemos a las cortes europeas cancelando elecciones, con altos funcionarios amenazando con cancelar otras, tenemos que preguntarnos si nos ceñimos a unos estándares debidamente altos”.   

18/02/2025

OTO HIGUITA
Colombia: ¿para dónde va el gobierno del cambio?

Oto Higuita, 19-2-2025

El gobierno del cambio que encabeza el presidente Gustavo Petro está ante una decisiva encrucijada. ¿Qué camino tomar, a la izquierda, a la derecha o al centro?

Mucha gente cree que el presidente va a dar un timonazo para cambiar el rumbo que ha tomado su gobierno, ante el incumplimiento de 146 de los 195 compromisos, solo un escaso 25% de lo prometido en campaña se ha cumplido. Fracaso del cual responsabiliza a sus ministros y directores de departamentos administrativos. 

Lo que no está claro es hacia qué dirección dará el timonazo en el tiempo que resta para que termine el período presidencial. 

Lo que sí está claro es que Gustavo Petro busca quedar ante la historia como el presidente revolucionario, el gobierno no lo es, como afirmó en el primer consejo de ministros público del pasado 4 de febrero, dando a entender que sus ministros no son revolucionarios; no cumplieron con las metas que se trazó el gobierno, pues lo logrado está muy por debajo de las expectativas del pueblo que lo eligió.

Lo que sucedió en la reunión en la Casa de Nariño, cuando el jefe de Estado salió en directo por la televisión y las redes sociales de la presidencia a anunciar que haría público el consejo de ministros, puede calificarse como una jugada política maestra que trajo varias sorpresas. 

Las sorpresas del consejo de ministros

El regaño público a sus ministros por no cumplir el programa de gobierno que se acordó con el pueblo. Mostrar a toda Colombia un balance de gestión bastante pobre. Sorpresiva fue la manera como despotricó de la última guerrilla histórica que queda en Colombia, el ELN, para luego justificar la vuelta a la estrategia contrainsurgente, lo cual significa nada más y nada menos que deshacerse de la paz total y acoger la vieja doctrina de la seguridad nacional, decretando el Estado de conmoción interior por 90 días.  

Ni el objetivo maximalista de hacer de Colombia una potencia mundial de la vida se va a poder realizar, de no llegar a un acuerdo definitivo sobre la paz total; más difícil aún lograr sin completar la reforma institucional profunda (tributaria, laboral, salud, pensional) que requiere el Estado, hoy frenada por la mayoría parlamentaria al servicio de la oligarquía, lo cual lleva a poner en entredicho el gran sueño del gobierno del cambio.

Sorpresivo también que se ventilaran al aire las fuertes contradicciones dentro del gobierno. Haber atornillado a un personaje oscuro y negativo para el proyecto progresista en Colombia como Armando Benedetti, quien encarna precisamente valores contrarios a los que representa el gobierno del cambio.

Reunión ampliada de las fuerzas y personalidades civiles y políticas sirias (15-16 de febrero de 2025): Declaración final

Reunión ampliada de las fuerzas y personalidades civiles y políticas sirias, 16-2-2025

Traducido por Ayman El Hakim, Tlaxcala

Oh gran pueblo de Siria

Oh pueblo del sacrificio y la redención, cuna de las primeras civilizaciones de la historia

Oh nuestro pueblo, que aún sufre privaciones, opresión, sangre y la amenaza de la partición, la división y los fraccionamientos sociales que amenazan la unidad del país y la unidad del pueblo.

Para luchar por aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo, responder a todas estas amenazas estableciendo las bases de una acción nacional libre, luchar por restaurar la unidad nacional de todo el pueblo, eliminar la injusticia para todos, rechazar la monopolización del poder por cualquier partido, para no volver a caer en un régimen totalitario monolítico y no repetir la tragedia nacional, y bajo el lema:

La religión para Dios y la patria para todos - Ciudadanía igualitaria y dignidad humana.

Para todos estos objetivos:

La reunión nacional siria ampliada se celebró en las ciudades sirias y en la ciudad suiza de Ginebra los días 15 y 16 de febrero de 2025, con participación a distancia para aquellos que no pudieron asistir físicamente. El llamamiento a celebrar esta reunión ampliada se hizo en vista de las condiciones políticas, de seguridad, económicas y sociales que aún sufre nuestro pueblo sirio.

El objetivo de los revolucionarios sirios ha sido derrocar al régimen de Assad, que ha causado estragos en el pueblo sirio durante más de medio siglo, ya que nuestro pueblo sirio ha pagado un alto precio por su derrocamiento desde el inicio de la revolución siria el 18 de marzo de 2011, y también antes de su inicio, muchos combatientes sirios han pagado con su vida la lucha contra la familia criminal de Ásad y su sistema totalitario.

El 8 de diciembre de 2024 nos dio una dosis de esperanza en vísperas de la caída del tirano Bachar el-Ásad y sus acólitos, porque era el día que queríamos, como dice la popular canción nacional.

Sin embargo, desde los primeros días, nosotros, los patriotas sirios, empezamos a ver cosas y comportamientos preocupantes que nunca formaron parte de los objetivos de la revolución de la libertad y la dignidad.

La nueva administración ha anunciado unilateralmente, de una manera que monopoliza la decisión nacional, sin respetar las luchas de todos aquellos que se sacrificaron por el éxito de la revolución, decisiones que suscitan una profunda preocupación por lo que está sucediendo, y sugieren que la nueva administración, a pesar de la retórica del jefe del mando Ahmad al-Sharaa  para disuadir a los críticos,  y su discurso meloso en diversos medios de comunicación, está estableciendo un nuevo régimen totalitario que es unilateral y no pluralista.

La nueva administración ha anunciado nombramientos en el mando del ejército y en el Ministerio de Defensa sin respetar la lucha y los sacrificios de los 6.000 oficiales que desertaron del régimen de Ásad, como si no existieran. También ha concedido grados militares en el ejército sirio a personas no sirias cuyas manos están manchadas de sangre siria, y ha ignorado a la gran mayoría de los hijos de la revolución, oficiales, suboficiales y soldados que lo dieron todo para liberar a Siria de la corrupción y la tiranía.

16/02/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Colombia : es el proyecto político, no los egos y estigmas

Tigrillo L. Anudo, 16-2-2025

No se trata de seguir ciegamente al presidente Gustavo Petro. Se trata de comprender sus formas y contenidos en el ejercicio de su gobierno. Siempre, teniendo como referencia la coherencia con el proyecto político para el cual fue elegido. La lealtad no se pide sólo para el presidente o para los ministros, sino, ante todo, hacia el proyecto.


Al presidente Petro lo seguimos apoyando porque encarna el proyecto del cambio. Lo logró dilucidar, transmitir, impulsar, de tal modo que nadie mejor que él para abanderarlo y desarrollarlo inicialmente. Él propició la esquiva juntanza, él encontró las llaves para entrar a la presidencia, también vislumbró el camino para avanzar hacia una primera etapa del cambio. Es el líder que tiene mejor dibujado el proyecto en su mente.

El cambio anhelado no se logra en 4 años. Requiere mínimo entre 12 y 20 años, es decir, otros 4 gobiernos progresistas. Lo que se estructuró durante 215 años no se puede desestructurar, corregir y mejorar en poco tiempo. En Colombia reinan la ilegalidad, la corrupción, los grupos multicrimen, la impunidad y la injusticia. El Estado está tomado por clanes políticos y mafias controladoras de rentas legales e ilegales. Cada departamento es un feudo cuyos dueños son la Delincuencia Política Organizada –DPO-, redes de contratistas, narcos, paracos, carteles empresariales, extorsionistas y reductos “guerrilleros”. La población trabajadora es objeto de despojo y burla en la danza de las ganancias ilícitas. Colombia es un remedo de país, un Estado fallido donde no opera la justicia.

El cambio que queremos es estructural. Hay que reinventar a Colombia. Más que ajustarla es volverla a moldear y configurar. Pero por algo hay que empezar. El presidente Petro ya puso la primera piedra. Corresponderá a las nuevas generaciones educadas, revolucionarias y leales al proyecto político poner otras piedras. Tendremos que elegir un congreso con mayorías leales al proyecto progresista en el 2026. Igualmente, debemos apoyar a un candidato presidencial que prosiga la juntanza, que tenga carácter y que también sea leal al proyecto.

No se trata de egos y estigmas. Se trata de consolidar el proyecto político.

Todo aquél que ayude a conservar y profundizar el proyecto será bienvenido al proyecto. Todo aquel que busque puestos dentro del proyecto, poniendo por encima sus egos e intereses personales, no le sirve al proyecto. El proyecto no tiene dueño ideológico. No es exclusivamente de la izquierda, ni del “centro”, ni de los liberales progresistas. El proyecto es de las ciudadanías libres, de los partidistas y sin partido, de todo aquel que quiera reconstruir a Colombia, contribuir al cambio, jugársela por la paz, el progreso con justicia social y la desaparición de la impunidad.

¡Que se vayan todos los ministros que tienen aspiraciones electorales! Los directores también. No están jugándosela con el proyecto. Están por su ego, por seguir trepando en la escalera política. Así no es.

No podemos seguir reproduciendo el sistema de casta política que creó el Frente Nacional. Un segmento privilegiado de funcionarios partidistas que cooptaron el Estado, se hicieron ricos y humillaron a los ciudadanos con su desatención y sus pésimas gestiones.

Los servidores públicos son servidores del pueblo que los eligió. Su principal función es ejecutar los compromisos adquiridos con el pueblo, hacerlos bien.

El objetivo del gobierno en el año y medio que le resta es ejecutar el Plan Nacional de Desarrollo. Los ministros, en su mayoría, no estaban ejecutando, no estaban liderando, a pesar de que tenían toda la autonomía para gestionar. El presidente solo no puede hacer lo que le corresponde a su equipo. Se necesita gente con carácter, liderazgo, iniciativa y capacidad de trabajo para sacar adelante el proyecto político. Por eso es que Petro mantiene a Laura Sarabia y a Armando Benedetti. Porque además de esas virtudes, ellos son negociadores con otras fuerzas políticas. Ellos están contribuyendo al proyecto sin pertenecer a la línea dura del proyecto 

El presidente Petro no fue presa de una rabieta, tampoco incurrió en un acto autoritario, menos en un “despelote” que se le salió de las manos. No actuó ni arbitraria ni individualistamente en el manejo que le dio al Consejo de ministros del pasado 4 de febrero. Como jefe del Gabinete solicitó una rendición de cuentas que se convirtió sorpresivamente en un semi mitin de los funcionarios por la ratificación de Sarabia y Benedetti en los cargos elegidos. Siquiera ocurrió lo que ocurrió. Ese “accidentado” Consejo de ministros mostró debilidades en algunos funcionarios. Por un lado, deslealtad al presidente. No han internalizado la estrategia política adoptada por el jefe de Estado, quien conduce el proyecto. Al proyecto lo conduce Petro (su creador y ganador en las urnas con ese mandato). El proyecto no es conducido por sus ministros y directores. El verdadero conductor del proyecto escogió la estrategia de jugar con varias fuerzas políticas en el durísimo y arduo propósito de democratizar un proceso de cambio en un país desmembrado. Y a esas fuerzas políticas pertenecen o le juegan los funcionarios estigmatizados.

Por otro lado, hay funcionarios del alto gobierno que son presa de la enfermedad infantil del izquierdismo al considerar que en el gobierno deben estar sólo los que más han batallado por el cambio durante sus vidas, por tanto, no debería dársele cabida a otros. Eso es sectarismo aquí y en Cafarnaúm. Pareciera que aún no tenemos una lectura objetiva y holística del contexto político colombiano, y menos acerca del talante de los actores que se apropiaron del Estado. También es decepcionante ver en el Consejo de ministros cómo una ministra brillante (quizás la mejor del gabinete) expresa que “no se puede sentar junto a Benedetti”. Reveló un feminismo y discriminación extremos. Así no es. No podemos derivar a crucificarnos desde los juicios los unos a los otros. O escuchar a Francia Márquez hablando de “la falta de transparencia y la corrupción galopante”. O a un director, también brillante y leal al proyecto, quejarse como un estudiante ante el profesor porque una compañerita no envió sus representantes a un evento. ¿Dónde queda el respeto al otro?, ¿dónde la lealtad, el perdón, la aceptación del diferente, la comprensión y la compasión? ¿Cómo avanzar así hacia el amor eficaz que proponía el sacerdote revolucionario Camilo Torres Restrepo?

Y no es que no se deban quejar. Sino que también hay formas y momentos para hacerlo. Manifestarlo en un Consejo transmitido por todos los canales nacionales cuando el objetivo del evento era una rendición de cuentas y la urgencia de acelerar las ejecuciones, no era la mejor opción. Pero se dio y hay que analizarlo.

Quienes más deberían mostrar estrategia y táctica no lo hacen y se enfrascan en discusiones desgastantes y dañinas para el proyecto. No se apropian de la estrategia y táctica del presidente; no hay sintonía con el ajedrez de éste en las formas de conducir el proceso. Esto si es delicado porque puede socavar desde dentro todo el proyecto.

Tenemos que apropiarnos del proyecto. El proyecto político es ante todo un proyecto reformista democrático de ajustes dentro de la democracia burguesa, el cual requiere del apoyo de fuerzas de diverso color político e ideológico. No se sostiene privilegiando posiciones de izquierda de línea dura. Tampoco sembrando divisiones inútiles dentro del gobierno. Lo fundamental es ir sumando ejecuciones, ir avanzando en la disputa del presupuesto para inversiones que favorecen al pueblo. Pensarnos cómo contribuimos al proceso proyectando los cambios a corto, mediano y largo plazo.    

Hay gente que no percibe ni experimenta ningún cambio. Hay otros que valoran los cambios reales en cuestiones como los golpes que han sufrido los carteles de la droga (incautaciones históricas), la entrega de tierras a campesinos, el liderazgo internacional del presidente, las reformas tributaria y pensional, la estabilidad económica, las fuerzas policiales que ya no le sacan los ojos ni asesinan a los manifestantes, el uso de los bienes de la SAE a favor del pueblo, las mejoras salariales de los militares, etc. También hay individuos que conciben el cambio como transformaciones estructurales o de fondo que no se están produciendo. Hay otros quienes pensamos que el cambio ya empezó en agosto del año 2022 con la elección de un proyecto progresista opuesto en sus principios a la agenda neoliberal de los que gobernaron durante 215 años.

La tarea principal, entonces, es ejecutar los compromisos adquiridos con el pueblo. Cumplir al 100% el Plan Nacional de Desarrollo. Pero, además, intentar una y otra vez reformas que no van a dejar hacer por la desventaja numérica de los progresistas en el parlamento. Intentar liberar o mejorar las condiciones de reclusión de los cientos de jóvenes condenados injustamente durante el estallido social. Hacer realidad la reducción de las tarifas de servicios públicos. Convocar a las empresas privadas que tienen concesiones a través de peajes en carreteras para renegociar su permanencia y las tarifas de cobro. Disminuir la vacuna del 4 X 1.000. Cumplir con los Acuerdos de Paz. Involucrar más a las fuerzas militares en acciones con la sociedad civil. Neutralizar los focos de desestabilización terrorista por parte de grupos narco-criminales (el ELN vendió su alma al narcotráfico). Desarrollar a fondo la sustitución de cultivos ilícitos y llevar el desarrollo a las regiones cocaleras. Profundizar la Reforma Agraria. Poner a funcionar a toda máquina el Ministerio de la Igualdad, uno de los que más puede incidir contra la injusticia social en la Colombia profunda.

El cambio en marcha es invisible y lento porque tiene muchas resistencias. La estructura socioeconómica que recibió el gobierno del Pacto Histórico tiene fundamentos y raíces clientelares, injustas y corruptas. El Estado heredado es un inmenso aparato totalmente cooptado por la Delincuencia Política Organizada –DPO- y grupos criminales satélites de ésta. La policía está corrompida. El ejército está lleno de Zapateiros bandidos y sediciosos. La tierra hermosa y fértil está en manos de terratenientes parasitarios, paramilitares y empresarios mimados. Los departamentos son haciendas en poder de toda laya de vividores de las rentas legales e ilegales. Las mejores oportunidades para salir de pobre siempre las brinda la ilegalidad. ¿Cómo transformar un país tan envilecido?

Pero también debemos decir que este proyecto político tendría que ir de menos a más. Del reformismo hacia los cambios estructurales. De gobiernos reformistas a gobiernos de la revolución estructural. El reformismo necesita otros 4 años de gobierno. En este gobierno que entró en su última recta, difícilmente se lograrán otras reformas significativas. El Congreso saboteará todos los intentos con el fin de desprestigiar al Pacto Histórico para las elecciones del 2026. El presidente Petro y sus coequiperos en el legislativo han librado duras batallas y han conseguido importantes conquistas gracias también a Roy Barreras (otro indeseable) y a apoyos liberales, conservadores y “centristas”. Se impone cuidar los huevitos que contra viento y marea no se han roto en el gallinero.

Hoy en día, es inviable lo que proponen algunos compañeros, como, por ejemplo, dejar de pagar la deuda externa, eliminar las 7 bases militares gringas, desconocer los tratados leoninos de libre comercio, abolir el parlamento, ignorar las instituciones, tomar y destruir el Estado burgués, que la clase obrera se tome los medios de producción, eliminar la propiedad privada, etc. Las condiciones no están dadas para emprender alguna de esas reivindicaciones.   Colombia sí debe avanzar hacia una revolución que permita la reconstrucción de un país muy distinto al que tenemos hoy; Colombia será un país potente, justo y digno. Pero esa revolución debe pasar primero por otras revoluciones, la primera, una revolución cultural educativa. Los “valores” y disvalores tradicionales que han dominado la cultura colombiana son los que han impulsado a elegir gobiernos verdugos del pueblo, gobiernos que vendieron la patria, gobiernos que han gobernado con los peores gánsteres y hampones. Esta realidad no se va a transformar fácilmente; requiere una revolución cultural; posicionar en el imaginario colectivo otros valores, los valores de la paz, la justicia social, la empatía, la solidaridad, el trabajo honrado, el enriquecimiento lícito, la información veraz (la verdad histórica), el amor eficaz, la cooperación. Otra revolución previa será la de la justicia. Mientras en Colombia no haya justicia soberana, eficiente, imparcial, restaurativa, no habrá cambios estructurales. En nuestro país es más respetado el ladrón exitoso que el profesor, el campesino o el artista. Mientras haya impunidad no habrá Patria.

Así que el camino es largo y lleno de huecos. Respiremos profundo y pensemos. ¿Vamos a defender egos o vamos a rodear la defensa del proyecto político? ¿Vamos a dividirnos con estigmatizaciones moralistas y sectarias, para facilitar de ese modo el regreso del fascismo criollo al poder? La oposición está al acecho como hienas alrededor de la presa. Lo primero que hará si vuelve a gobernar es destruir la Jurisdicción Especial para la Paz –JEP-, el organismo que ha revelado cómo eliminaban las voces inconformes con el proyecto de la ultraderecha.

 Posdata: Es importante transmitir los Consejos de ministros siempre y cuando haya una metodología, un respeto a la intervención de cada ministro, un apoyo en herramientas visuales y tecnológicas para informar sobre las ejecuciones en los ministerios, departamentos y unidades. Estas transmisiones educarán y empoderarán a la población. Los principios de esas transmisiones deben ser transparencia y pedagogía.