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21/01/2025

El Big MAGA Show

FG, 21/1/2025

El lunes por la noche, un espectáculo alucinante eclipsó todos los netflix, amazon tv y demás youtube a escala planetaria: la segunda entronización de Donald el MAGAlómana. Una ceremonia interminable seguida en directo por 700 invitados elegidos a dedo y en pantallas gigantes por 20.000 aficionados desde la sala «Capital One» de Washington. El espectáculo costó la friolera de doscientos millones de dólares. El show me estremeció tanto que tardé unas doce horas en recomponerme y escribir este comentario.


Emad Hajjaj

Ya sabíamos que quienes nos gobiernan están enfermos. Pero Donald eclipsa a todos los demás. Donald, su mujer (con un sombrero Marvel que le ocultaba los ojos) y sus hijos, de los que los comentaristas ya no sabían cuántos eran ni cómo se llamaban, las pequeñas cantantes de la marina militar -tan diversas étnicamente como una publicidad de Benetton- arrullando sin cesar «Glory, glory, aleluia», los jueces del Tribunal Supremo evocando un desfile de zombis, el Presidente saliente, el Tío Joe, dudando sobre cuándo unirse a los aplausos del selecto público, los hombres de iglesia rezando y haciendo rezar al público aparentemente 100% cristiano, etc., etc..

El plato fuerte, por supuesto, fue el discurso del Emperador. Una pieza de antología a estudiar por cualquier estudiante que pretenda seguir la carrera de psiquiatra. Resumiendo: somos los más grandes, los más bellos, los más fuertes, los más civilizados, los más ricos, los más armados, los más plus plus plus. O mejor dicho: lo fuimos, ya no lo somos, volveremos a serlo. Durante mis cuatro años de reinado, América entrará nada menos que en la “Golden Age”, la Edad de Oro. 

El Emperador ha anunciado lo siguiente: he decidido que sólo haya dos sexos, masculino y femenino; voy a rebautizar el Golfo de México como Golfo de América; voy a recuperar Panamá y su canal; voy a declarar el estado de emergencia en la frontera con México; voy a echar a todos los sudacas que vienen a comerse a nuestros perros y gatos; voy a rebautizar el monte Denali -el pico más alto de USA, en Alaska- como monte McKinley, en honor a este gran presidente que fue un hombre de negocios de éxito (en definitiva, como yo); y, last but not least, voy a plantar nuestra bandera en el planeta Marte (Elon Musk se estremeció de alegría en ese momento).

No, no lo soñé, no fue una producción de la inteligencia artificial, sino de la estupidez natural. Donald II, más fuerte que Nerón, Calígula, Enrique VIII y Ceausescu juntos. Donald II, el último emperador de Yanquilandia, que no pasará a la historia más que como un amargo hazmerreír.


19/01/2025

TIGRILLO L. ANUDO
“Las cuchas tienen razón”: Lenguaje popular en la lucha cultural en Colombia

Tigrillo L. Anudo, 19-1-2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

 

“Las cuchas* tienen razón” gritan los murales en defensa de la memoria histórica en Medellín, Pasto, Bogotá, Neiva. Próximamente en Cali, Manizales, Bucaramanga, Barranquilla y otras ciudades. La lucha cultural que vive el país involucra los lenguajes escrito y hablado, los de las imágenes, los símbolos, las caricaturas, los grafitis, las pintas, los pasacalles, las pancartas, las artes, los murales. Y lo hacen con creatividad, poéticamente, musicalmente, lúcidamente.


Son lenguajes con mensajes directos, sencillos, coloquiales. No necesitan análisis hermenéuticos ni semióticos. Son mensajes políticos, filosóficos, sociológicos. Colombia se politizó, todos hablamos de política todos los días, con engaños, con verdades, con ideología, con objetividad, con posturas críticas. Pero se habla. El pueblo habla como siente y piensa, con sus jergas, sus estilos, códigos, rabias y frustraciones.

La lucha cultural de la última semana se centró en la reivindicación de la memoria histórica. La oposición negacionista quiere tapar con escombros y pinturas las oprobiosas masacres y desapariciones no sólo de La Escombrera sino de otros lugares del territorio nacional.

Colombia necesita que la libertad de expresión sea costumbre porque ella hará que la dignidad también se vuelva costumbre. Necesitamos levantar a todos nuestros muertos con violencia, sean quienes sean; que sus huesos vuelvan a ser calentados por el sol, que sus ojos se paseen de nuevo en los ojos de sus seres queridos.

Colombia es una telaraña de fosas comunes cruzadas por ríos, represas, selvas, ciudades. Somos el país que las volvió paisaje. Habitamos la nación que revivió las prácticas de los hornos crematorios clandestinos.

Colombia es un inmenso diván clamando la sanación de las almas víctimas, implorando la verdad completa, exigiendo la reparación. Estamos llenos de conceptos, pero no de verdades.

En el año y medio que resta del gobierno de Gustavo Petro se pueden radicalizar los reclamos por la memoria histórica, por la verdad, la justicia y la reparación. Igualmente, radicalizar la solicitud de juicio y castigo para los funcionarios corruptos que robaron los recursos de la salud, la conectividad, la alimentación escolar, la educación, los alcantarillados, los acueductos, las vías 4 y 5G. También exigir resultados en las investigaciones a los comprometidos en la conformación de grupos paramilitares. Que la verdad histórica nos grite desde el amanecer hasta el anochecer.
 
Sin justicia no hay país digno. Sin justicia no hay cambio. Sin justicia no hay progreso. La población trabajadora está cargando no sólo con altos costos tributarios por vivir, sino con el sostenimiento de una casta burocrática corrupta que roba $50 billones al año. La impunidad nos hace un Estado fallido.

La violencia económica institucional está estructurada para castigar a los que menos ingresos tienen y favorecer a los de mayores ingresos. La economía nacional rentística se sostiene en los hombros de la clase trabajadora y gran parte de la clase media que también es trabajadora.

El gobierno podría intentar de nuevo reducir las tarifas de los servicios públicos, buscar medidas para eliminar los peajes-pillajes-fotomultas, reducir el 4 x 1.000, revisar el IVA que encarece los arriendos, regular los costos notariales, controlar precios de medicamentos, replantear tasa aeroportuarias - tarifas de impuestos prediales – Industria y Comercio, analizar la inutilidad de las cámaras de comercio.   

Al país se lo está devorando el narcotráfico y no reaccionamos. Van 4 masacres en los primeros días de enero, todas relacionadas con el polvo blanco. Varios departamentos están tomados por carteles de la droga, asesinan civiles todos los días, desplazan comunidades, matan soldados y policías, también firmantes de paz. El Estado está perdiendo esa guerra. Las reformas sociales se debilitan.

El gobierno nacional puede declarar un estado de emergencia para solicitar en un foro internacional la legalización de las drogas ilícitas. La sociedad civil puede ser convocada para que acompañe dicho proceso. Que se convierta en otra exigencia de la sociedad. Poner el dedo en la llaga, convertir tal objetivo en política de Estado. Para frenar el desangre, para pacificar las regiones, para conservar recursos que necesitan los más golpeados. Para neutralizar el discurso de la oposición oportunista, de que a Colombia se la tomaron los criminales por falta de “seguridad democrática”.

Las reformas sociales pueden tener un nuevo envión con todo el vigor que ameritan. De tal modo que, de no lograrse, le quede claro a la sociedad colombiana que la oposición y los dueños históricos del poder -gobernantes durante 200 años- no permiten el bienestar general, quieren volver para usurpar y usufructuarlo todo. Que le quede claro al pueblo que no es posible un cambio significativo que alivie las cargas económicas sin la elección de un nuevo gobierno progresista, con mayorías en Cámara y Senado de La República.

*Cuchas: este término popular colombiano tiene varios sentidos pero aquí, designa las mujeres buscando sus hijos victimas de desaparición forzada por los grupos paramilitares en La Escombrera, en Medellín, entre otros [NdE] Ver todos los sentidos aquí

17/01/2025

TAREK WILLIAM SAAB
Estimado Presidente Petro: Ocúpese de los graves problemas de Colombia que nosotros resolvemos los de Venezuela



El Ministerio Público de Venezuela a través de su titular, Tarek William Saab, exigió al presidente de Colombia, Gustavo Petro evitar realizar comentarios injerencistas sobre Venezuela y su sistema judicial.

Saab recordó en la misiva que fue en Colombia donde se entrenaron y desde donde se embarcaron mercenarios contratados por una empresa extranjera, con el objetivo de desencadenar un baño de sangre en el país.

A continuación el comunicado integro:

Excelentísimo señor Presidente Gustavo Petro. He leído con sorpresa su último pronunciamiento en una red social, en el que se refiere a las personas detenidas en distintos procesos penales en nuestro país.


 

Conocido y respetado Presidente con quien en una época compartí encuentros e ideales de emancipación para nuestra Patria Grande: Venezuela ha sido y sigue siendo amenazada desde el territorio colombiano por criminales grupos narco/paramilitares que controlan buena parte del territorio bajo su jurisdicción.

Debo recordarle que fue en Colombia donde se entrenaron y desde donde se embarcaron los mercenarios contratados por una nefasta empresa extranjera para venir a desencadenar un baño de sangre en nuestro país. Eso ocurrió a la vista de las autoridades colombianas y hasta el día de hoy no hay un solo procesado por esos hechos.

Los jefes máximos del narcoparamilitarismo colombiano, Álvaro Uribe e Iván Duque, han incluso amenazado nuevamente a Venezuela con una intervención militar extranjera, de manera pública y notoria, hecho ante el cual usted ha guardado silencio.

En las semanas previas a la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro, se han capturado decenas de mercenarios entrando a nuestro territorio desde Colombia. ¿Los organismos de seguridad de su país no saben quién entra y quién sale de su geografía?

Por el bien de la paz del continente, usted debería verificar que los organismos de seguridad colombianos cumplan con sus deberes y resguarden la frontera que compartimos.

Celebra usted la liberación de una persona, como un hecho excepcional, al parecer por desconocimiento de la realidad venezolana: Desde finales del año pasado se han liberado más de 1.500 personas detenidas durante las acciones violentas que siguieron a la elección del 28 de julio. Este Ministerio Público sigue revisando esas y otras causas con la finalidad de brindar los beneficios de ley a quienes corresponda.

En un contexto de agresión trasnacional y multifactorial contra Venezuela, que hemos calificado como el máximo ensayo de una guerra híbrida contra nuestro país y sus instituciones, hemos defendido a través de la Unidad Cívico Militar: la democracia, la estabilidad y la paz interna de manera ejemplar, con pleno respeto a las garantías constitucionales y los Derechos Humanos.

Es bien sabido que dentro de esa guerra no convencional hay participación de algunas organizaciones no gubernamentales, que reciben financiamiento de la USAID: contexto que Ud. no puede, en aras de ser objetivo, ignorar.

Estimado Presidente, yo no veo al jefe de Estado Nicolás Maduro Moros entrometiéndose en los asuntos internos de Colombia. Respondemos cuando desde Colombia los enemigos de Venezuela nos atacan vilmente para desencadenar actos terroristas.

Con todo respeto le digo, Usted debe ocuparse de Colombia, que tiene múltiples y graves problemas aqui nosotros nos ocupamos de los nuestros.

¿Cree Usted que atacando a Venezuela se va salvar de los verdugos que amenazan a nuestras democracias populares? ¿No le parece que su discurso se parece demasiado a la de estos personajes que convirtieron a vastas regiones de Colombia en una fosa común? ¿Que gana usted pareciéndose a esos asesinos seriales? La paz del continente necesita una aproximación distinta de usted, en su condición de Jefe de Gobierno.

Al pueblo venezolano y al pueblo colombiano nos unen poderosos lazos desde los tiempos de la independencia. Tenemos una cultura compartida y deseamos el fortalecimiento de la relación binacional para beneficio mutuo.

Por eso deseamos una Colombia en paz, como hemos logrado de manera colosal que haya paz en Venezuela.

Que América sea tierra libre de paramilitarismo y de lacayos a sueldo que piden invasiones a los países hermanos.

Caracas, 16 de enero de 2025

Tarek William Saab

Fiscal General de la República




 

16/01/2025

Convocatoria a una gran reunión de fuerzas y personalidades civiles y políticas sirias
Soberanía, Ciudadanía, Transición Democrática (SAMA)
15-16 de febrero de 2025

Original árabe : الاجتماع الموسع للقوى والشخصيات المدنية والسياسية السورية  

Traducido por Ayman El Hakim, Tlaxcala

En la mañana del 8 de diciembre de 2024, los hombres libres del Sur entraron en la capital, Damasco, seguidos por facciones armadas del Norte y de varias provincias, para poner fin a medio siglo de tiranía y opresión sangrienta.

Este acontecimiento nacional histórico marcó el principio del fin de la injusticia, el despotismo y el poder único. Por desgracia, también hemos sido testigos de prácticas e iniciativas incompatibles con los principios fundamentales de la revolución del 18 de marzo de 2011: «Uno, uno, uno, el pueblo sirio es uno». Kurdos y árabes unidos, cristianos y musulmanes de la mano, suníes y alauitas solidarios: un Estado de ciudadanía para todos los sirios, donde las personas sean ciudadanos y no súbditos. Estos principios, por los que nuestro pueblo ha sacrificado a casi medio millón de mártires, así como años de exilio, de desplazamiento interno y de opresión e intimidación. 

Por esta razón, anunciamos ya durante los diez primeros días nuestros miedos como resultado de la asunción del poder del nuevo Comando de Operaciones Militares. Yreafirmamos que la liberación de la tiranía no justifica la presencia de combatientes no sirios en el suelo de nuestra amada patria. Rechazamos categóricamente cualquier fuerza militar que monopolice la toma de decisiones nacionales, sea cual sea su tamaño o poder. No aceptaremos ninguna ideología que sustituya a cincuenta años de miseria ideológica baasista y no toleraremos ninguna autoridad impuesta por la fuerza de las armas.

Los sirios derrocaron el régimen criminal de Assad, pero no es ningún secreto que hay manos bien conocidas por la mayoría de los sirios, manos capaces de reproducir el régimen tiránico con nuevos ropajes, perpetuando las heridas de sangrientos conflictos internos, crímenes de guerra y liquidaciones. 


Hoy, mientras las potencias regionales han concedido a Hay'at Tahrir al-Sham (HTS) autoridad operativa en Damasco, asistimos a flagrantes intentos de manipular a quienes han entrado en el palacio presidencial. Cada facción busca en primer lugar garantizar sus intereses, asegurándose de que las nuevas autoridades estén a favor del proyecto de construir organismos acordes con la visión turca de la región. 

Estos actores se aprovechan de que quienes hoy controlan Damasco carecen de legitimidad popular, porque tienen las manos manchadas de sangre siria, han liquidado a aliados y opositores y son susceptibles de recibir influencias de potencias extranjeras en nombre de ecuaciones regionales, internacionales y locales que no facilitan la consecución de la estabilidad en el país y en la región.

Los sirios y las sirias nos encontramos ahora bajo una nueva y débil autoridad, lastrada por el currículo de sus dirigentes. Las milicias armadas, incluidos los combatientes extranjeros, se han convertido en la parte más poderosa del aparato de seguridad y militar, tratando de imponer su visión, copiada de la dictadura que hemos conocido durante sesenta años, a cualquier debate o diálogo nacional interno. Al mismo tiempo, las fuerzas exteriores desempeñan el papel de mentor y supervisor supremo de los pasos dados por el «gobierno interino».

El Estado sirio no puede reconstruirse sin el esfuerzo concertado de todos sus ciudadanos, basado en un sentimiento de pertenencia a la patria. Ningún responsable en Damasco, ni su oposición, puede permitirse pasar por alto las causas profundas de nuestra tragedia actual: desde 2011, los políticos, los grupos armados y el régimen han buscado la validación externa para ganar «legitimidad» y conservar el poder.

La mayoría de las partes en conflicto, en mayor o menor medida, han contribuido a infundir miedo y división entre los sirios, reduciéndolos a identidades sectarias, religiosas, étnicas o tribales, perpetuando así la ausencia de un Estado basado en la ciudadanía, una situación que comenzó con el reinado de Assad padre. En otras palabras, una vuelta a las estructuras autoritarias otomanas.

Tanto islamistas como laicistas han caído en la trampa del populismo, movidos por emociones momentáneas, a un alto coste. Ha llegado el momento de un diálogo racional y sensato, alejado de la retórica de derrotas y victorias. 

En una situación como la que estamos viviendo, pedimos a los sirios que se adhieran a los principios básicos en los que está de acuerdo la gran mayoría de los sirios:

1. Construcción de un Estado soberano y con un concepto de ciudadanía igualitario.

2. Dignidad y derechos humanos 

3. Igualdad de género: las mujeres son iguales a los hombres.

4. Libertad de expresión y participación política.

5. El Estado de Derecho.

6. Desarrollo económico equilibrado.

Medidas que consideramos necesarias

  • Crear un Consejo Militar Nacional: los oficiales libres deben formar un consejo para supervisar la reconstrucción de un ejército nacional sirio unificado.
  • Convocar una conferencia nacional general que incluya a todas las fuerzas nacionales sirias, sin excluir a nadie, bajo el patrocinio de la ONU. Esta conferencia estaría en consonancia con la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU del 18 de diciembre de 2024 para aplicar la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo objetivo es crear un órgano de gobierno de transición, un comité de redacción de la constitución y un órgano judicial independiente para la justicia transicional.
  • Formar un gobierno tecnocrático interino: su mandato finalizará con la elección de un gobierno en virtud de la nueva constitución.
  • Relanzar y desarrollar la red siria para unas elecciones libres y justas. 
  • Crear la Comisión Nacional Siria de Derechos Humanos: una colaboración entre organizaciones de derechos humanos y de abogados para garantizar y proteger todos los derechos humanos en Siria, eliminando toda discriminación contra las mujeres. 
  • Respetar la Declaración Universal de Derechos Humanos: todas las partes deben comprometerse a respetar los principios que Siria ratificó en 1968, distinguiendo así entre quienes apoyan la ciudadanía y la democracia y quienes pretenden reproducir la dictadura totalitaria.
  • Penalizar el discurso del odio y la incitación al sectarismo: promulgar leyes contra el discurso del odio basado en la religión, la raza, la etnia o la nacionalidad y modificar el código penal para aumentar las penas por violencia sectaria sistemática y asesinato.

Puntos adicionales:

  • Ocupación extranjera: el mundo, así como el pueblo sirio, son muy conscientes de la presencia de múltiples fuerzas de ocupación en nuestro país, en particular las tropas usamericanas, turcas e israelíes estacionadas actualmente en suelo sirio. Hemos sido testigos de la flagrante agresión israelí contra el territorio sirio, dirigida contra infraestructuras militares, centros de investigación y fábricas de defensa. Parece existir un acuerdo tácito o una coordinación entre las autoridades de facto, sus partidarios y el ejército israelí para retirarse en los términos israelíes, así como en los de las potencias que apoyan al régimen actual. Sin embargo, no hemos oído ninguna condena del Consejo de Seguridad, de las partes occidentales, ni siquiera una exigencia clara e inequívoca de retirada de todas las fuerzas extranjeras del suelo sirio. Esta es una lección para todos los sirios, que deben trabajar para construir un ejército nacional, que tenga como objetivo la salida de estas fuerzas extranjeras y la preservación de la unidad del territorio, incluido todo el suelo nacional.
  • Sanciones económicas: el pueblo sirio lleva dos décadas sufriendo sanciones unilaterales que afectan a todos los aspectos de la vida. . Rechazamos que el pueblo sirio pague el precio de unas sanciones que fueron provocadas por las prácticas del antiguo régimen, y pedimos el levantamiento inmediato e incondicional de estas sanciones para aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo.

Todas estas demandas requieren una acción urgente. El retraso, la dilación o la negligencia son inaceptables. La historia nos enseña que la ausencia de plazos claros conduce a consecuencias catastróficas.

Un llamamiento a la acción:

Tras tres semanas de debates entre las fuerzas políticas y civiles, hemos reconocido la necesidad de organizar la mayor reunión posible para unir a todos aquellos comprometidos con la construcción de un Estado soberano, una ciudadanía inclusiva para los sirios y las sirias y una transición democrática que rompa con la tiranía y la corrupción.  Este encuentro central tendrá lugar en una ciudad siria capaz de acogerlo, con reuniones paralelas por videoconferencia en Ginebra (un tercio de la sociedad siria se halla fuera del territorio sirio, y más de un tercio del país está fuera del control de la Comando de Operaciones) y en las principales ciudades sirias.

El objetivo de este gran encuentro nacional es elaborar una hoja de ruta unificada, fomentar la colaboración entre las fuerzas vivas de la sociedad siria y concebir una Siria que se parezca a los sirios y las sirias. Todos los indicios que estamos viendo hoy muestran que las autoridades de facto pretenden establecer aparatos militares y de seguridad que repitan las tragedias que nuestro pueblo sufrió en Idlib a manos de los mismos responsables que ahora controlan Damasco. Esto incluye la confiscación del poder de decisión de los sindicatos profesionales y la perpetuación de actos de represalia y venganza contra amplios sectores de nuestra población.

Os podeís comunicar con el Comité Preparatorio a través de la página web dedicada a la comunicación y la participación, o también coordinaros con el Comité desde vuestra localidad en Siria para organizar esta reunión que rechaza la exclusión o el alejamiento de cualquier sirio o siria que aspire a evitarle al país una nueva dictadura, los peligros de la guerra civil, la división y la partición. 

¡Viva una Siria libre e independiente!

El Comité Preparatorio de la gran reunión de fuerzas y personalidades civiles y políticas sirias

Para inscribirse, rellene el formulario aquí https://syrnc.org/ 


Suníes, alauíes, drusos, cristianos, árabes, kurdos: un solo pueblo

15/01/2025

JONATHAN POLLAK
“Vi que el suelo estaba lleno de sangre. Sentí el miedo como una electricidad en mi cuerpo. Sabía exactamente lo que iba a ocurrir”
Testimonios sobre el gulag sionista

Violación. Hambre. Palizas mortales. Malos tratos. Algo fundamental ha cambiado en las cárceles israelíes. Ninguno de mis amigos palestinos que han sido liberados recientemente son las mismas personas que eran antes.

Jonathan Pollak, Haaretz , 9/1/2025 

Traducido por Shofty Shmaha, Tlaxcala

Jonathan Pollak (1982) es uno de los fundadores del grupo israelí Anarquistas contra el Muro en 2003. Herido y encarcelado en varias ocasiones, colabora con el diario Haaretz. En particular, se negó a comparecer ante un tribunal civil, exigiendo ser juzgado por un tribunal militar, como un palestino cualquiera, lo que obviamente le fue denegado. 

Jonathan Pollak se enfrenta a un soldado israelí durante una manifestación contra el cierre de la carretera principal en la aldea palestina de Beit Dayan, cerca de Nablus, Cisjordania ocupada, viernes 9 de marzo de 2012. (Anne Paq/Activestills)

Jonathan Pollak en el Tribunal de Magistrados de Jerusalén, detenido en el marco de una campaña legal sin precedentes de la organización sionista Ad Kan, 15 de enero de 2020. (Yonatan Sindel/Flash90)


Activistas sostienen carteles en apoyo de Jonathan Pollak durante la manifestación semanal en la ciudad palestina de Beita, en la Cisjordania ocupada, el 3 de febrero de 2023. (Wahaj Banimoufleh) 


Jonathan Pollak con su abogada Riham Nasra en el tribunal de Petah Tikva durante su juicio por haber lanzado piedras durante una manifestación contra el puesto de avanzada de colonos judíos de Eviatar en Beita, en la Cisjordania ocupada, el 28 de septiembre de 2023. (Oren Ziv)

Cuando regresé a los territorios [ocupados desde 1967] tras una larga detención a raíz de una manifestación en la aldea de Beita, Cisjordania era muy diferente de lo que yo conocía. También aquí Israel ha perdido la calma. Asesinatos de civiles, ataques de colonos que actúan con el ejército, detenciones masivas. Miedo y terror en cada esquina. Y este silencio, un silencio abrumador. Incluso antes de mi liberación, estaba claro que algo fundamental había cambiado. Pocos días después del 7 de octubre, Ibrahim Alwadi, un amigo del pueblo de Qusra, fue asesinado junto con su hijo Ahmad. Les dispararon cuando acompañaban a cuatro palestinos que habían sido abaleados el día anterior: tres por colonos que habían invadido la aldea y el cuarto por los soldados que los acompañaban. 

Tras mi liberación, me di cuenta de que algo muy malo estaba ocurriendo en las cárceles. El año pasado, cuando recuperé la libertad, miles de palestinos -entre ellos muchos amigos y conocidos- fueron detenidos en masa por Israel. Cuando empezaron a ser liberados, sus testimonios pintaron un cuadro sistemático de tortura. Los golpes mortales son un motivo recurrente en todos los relatos. Se producen en los recuentos de los prisioneros, durante los registros de las celdas, cada vez que se les traslada de un lugar a otro. La situación es tan grave que algunos presos piden a sus abogados que las audiencias se celebren sin su presencia, porque el camino de la celda a la sala donde está instalada la cámara es un camino de dolores y humillaciones.

Dudé durante mucho tiempo sobre cómo compartir los testimonios que escuché de mis amigos que habían regresado de la detención. Al fin y al cabo, no voy a revelar aquí ningún detalle nuevo. Todo, hasta el más mínimo detalle, ya llena volumen tras volumen los informes de las organizaciones de derechos humanos. Pero para mí no son historias de gente lejana. Son personas que conocí y que sobrevivieron al infierno. Ninguno de ellos es la misma persona que era antes. Intento contar lo que he oído a mis amigos, una experiencia compartida por innumerables personas, aunque cambie sus nombres y oculte detalles identificables. Al fin y al cabo, el miedo a las represalias se repite en todas las conversaciones.

Golpes y sangre

Visité a Malak unos días después de su liberación. Una puerta amarilla y una torre de vigilancia bloqueaban el camino que antes conducía al pueblo desde la carretera principal. La mayoría de las demás carreteras que atraviesan los pueblos vecinos están bloqueadas. Sólo una carretera sinuosa, la que está cerca de la iglesia bizantina que Israel v hizo explotar en 2002, permanece abierta. Durante años, este pueblo había sido como un segundo hogar para mí, y es la primera vez que vuelvo desde mi liberación. 

Malak estuvo detenido durante 18 días. Le interrogaron tres veces, y en todos los interrogatorios le hicieron preguntas triviales. Por ello, estaba convencido de que lo trasladarían a detención administrativa, es decir, sin juicio y sin pruebas, sin acusarlo de nada, bajo un manto de sospecha secreta y sin límite de tiempo. Este es, de hecho, el destino de la mayoría de los detenidos palestinos en la actualidad. 

Tras el primer interrogatorio, lo llevaron al jardín de los suplicios. Durante el día, los guardias retiraban los colchones y las mantas de las celdas, y los devolvían por la noche, cuando apenas estaban secos, y a veces todavía mojados. Malak describe el frío de las noches de invierno en Jerusalén como flechas que penetraban en su carne hasta los huesos. Relata cómo le pegaban y a los demás reclusos en cuanto tenían ocasión. Cada vez que contaban, cada vez que registraban, cada vez que se trasladaban de un lugar a otro, todo era una oportunidad para golpear y humillar.

«Una vez, durante el recuento de la mañana», me contó, »estábamos todos de rodillas, con la cara vuelta hacia las camas. Uno de los guardias me agarró por detrás, me esposó las manos y los pies y me dijo en hebreo: 'Vamos, muévete'.

Me levantó por las esposas de la espalda y me llevó agachada a través del patio que hay junto a las celdas. Para salir, hay una especie de cuartito por el que hay que pasar, entre dos puertas con una ventanita». Sé exactamente de qué cuartito habla, lo he atravesado decenas de veces. Es un pasadizo de seguridad en el que, en un momento dado, sólo se puede abrir una de las puertas. «Así que llegamos allí -continúa Malek- y me pusieron contra la puerta, con la cara contra la ventana. Miré dentro y vi que el suelo estaba cubierto de sangre coagulada. Sentí que el miedo me recorría el cuerpo como la electricidad. Sabía exactamente lo que iba a ocurrir. Abrieron la puerta, uno entró y se colocó junto a la ventana del fondo, la bloqueó, y el otro me tiró dentro  al suelo. Me dieron patadas. Intenté protegerme la cabeza, pero tenía las manos esposadas y no podía hacerlo. Fueron golpes mortales. Realmente pensé que podrían matarme. No sé cuánto duró. En un momento dado, recordé que la noche anterior alguien me había dicho: «Cuando te peguen, grita con todas tus fuerzas. ¿Qué más te da? No puede ser peor, y a lo mejor alguien te oye y viene». Así que empecé a gritar muy fuerte y, efectivamente, alguien vino. No entiendo hebreo, pero hubo algunos gritos entre él y ellos. Luego se fueron y él me sacó de allí. Me salía sangre de la boca y de la nariz».

Jaled, uno de mis mejores amigos, también sufrió la violencia de los guardias. Cuando salió de la cárcel tras ocho meses de detención administrativa, su hijo no lo reconoció de lejos. Corrió la distancia entre la prisión de Ofer y su casa de Beitunia. Más tarde, dijo que no le habían dicho que la detención administrativa había terminado, y temía que hubiera habido un error y que pronto volvieran a detenerlo. Esto ya le había ocurrido a alguien que estaba con él en la celda. En la foto que me envió su hijo unos minutos después de su encuentro, parece una sombra humana. En todo su cuerpo -hombros, brazos, espalda, cara, piernas- había signos de violencia. Cuando fui a visitarle, se levantó para abrazarme, pero cuando le cogí en brazos, gimió de dolor. Unos días después, las pruebas mostraron un edema alrededor de su columna vertebral y una costilla que se había curado. 


Prisión de Megiddo

Cada acción es una oportunidad para golpear y humillar

Otro testimonio que escuché de Nizar, que ya estaba en detención administrativa antes del 7 de octubre, y desde entonces ha sido trasladado a varias prisiones, incluida Megiddo. Una noche, los guardias entraron en la celda vecina y él pudo oír los golpes y gritos de dolor desde su celda. Al cabo de un rato, los guardias cogieron a un preso y lo metieron solo en la celda de aislamiento. Durante la noche y el día siguiente, gimió de dolor y no paró de gritar «mi barriga» y de pedir ayuda. Nadie acudió. Esto continuó la noche siguiente. Hacia la mañana, los gritos cesaron. Al día siguiente, cuando una enfermera vino a echar un vistazo a la sala, se dieron cuenta, por la conmoción y los gritos de los guardias, de que el preso estaba muerto. Hasta el día de hoy, Nizar no tiene ni idea de quién era. Estaba prohibido hablar entre celdas y no sabe qué fecha era.
 
Tras su liberación, se dio cuenta de que durante el tiempo que estuvo detenido, este preso no había sido el único en morir en Megido. Taufik, que fue liberado en invierno de la prisión de Gilboa, me contó que durante un control de la zona realizado por funcionarios de prisiones, uno de los detenidos se quejó de que no le dejaban salir al patio. En respuesta, uno de los funcionarios le dijo: «¿Quieres el patio? Da las gracias por no estar en los túneles de Hamás en Gaza». Luego durante dos semanas,   todos los días durante el recuento del mediodía, los sacaron al patio y les ordenaron acostarse en el frío suelo durante dos horas. Incluso bajo la lluvia. Mientras estaban acostados, los guardias se paseaban por el patio con perros. A veces los perros pasaban entre los prisioneros, y otras pasaban por encima de ellos; y a veces los pisaban.

Según Taufik, cada vez que un detenido se reunía con un abogado, tenía un precio. «Cada vez sabía que el camino de vuelta, entre la sala de visitas y la celda, sumaría al menos tres golpes más. Pero nunca me negué a ir. Estuviste en una prisión de cinco estrellas. No entiendes lo que es estar 12 personas en una celda donde incluso seis personas están apretadas. Es como vivir en un círculo cerrado. No me molestó en absoluto lo que me iban a hacer. El mero hecho de ver a otra persona hablándote como a un ser humano, de ver quizá algo en el corredor en el  camino, eso lo significaba todo para mí». 

Mondher Amira -el único que aparece aquí con su nombre real- fue liberado por sorpresa antes de que finalizara su periodo de detención administrativa. Aún hoy, nadie sabe por qué. A diferencia de muchos otros que han sido advertidos y temen represalias, Amira contó a las cámaras la catástrofe en las cárceles, describiéndolas como cementerios para los vivos. Me contó que una noche, una unidad Kt'ar irrumpió en su celda de la prisión de Ofer, acompañada de dos perros. Ordenaron a los presos que se desnudaran hasta quedar en ropa interior y se acostaran en el suelo, después ordenaron a los perros que olfatearan sus cuerpos y sus caras. Después ordenaron a los presos que se vistieran, los llevaron a las duchas y los enjuagaron con agua fría mientras aún estaban vestidos. En otra ocasión, intentó pedir ayuda a una enfermera después de que un preso intentara suicidarse. El castigo por pedir ayuda fue otra redada de la unidad Kt'ar. Esta vez ordenaron a los reclusos que se acostaran unos encima de otros y los golpearon con porras. En un momento dado, uno de los guardias les abrió las piernas y les golpeó en los testículos con una porra. 

 Hambre y enfermedad 

Mondher perdió 33 kilos durante su detención. No sé cuántos kilos perdió Jaled, ya que siempre fue un hombre delgado, pero en la foto que me enviaron vi un esqueleto humano. En el salón de su casa, la luz de la lámpara revelaba entonces dos profundas depresiones donde solían estar sus mejillas. Sus ojos estaban rodeados por un contorno rojo, el de alguien que no ha dormido durante semanas. De sus delgados brazos colgaba una piel suelta que parecía haber sido adherida artificialmente, como una envoltura de plástico. Los análisis de sangre de ambos mostraban graves carencias. Todas las personas con las que hablé, independientemente de la prisión por la que pasaran, repetían casi exactamente el mismo menú, que a veces actualizado, o más bien reducido. La última versión que escuché, de la prisión de Ofer, fue: para desayunar, una caja y media de queso para una celda de 12 personas, tres rebanadas de pan por persona, 2 o 3 verduras, normalmente un pepino o un tomate, para toda la celda. Una vez cada cuatro días, 250 gramos de mermelada para toda la célula. Para el almuerzo, un vaso de plástico desechable con arroz por persona, dos cucharadas de lentejas, algunas verduras y tres rebanadas de pan. En la cena, dos cucharadas (de café, no de sopa) de hummus bi tahina   por persona, unas pocas verduras, tres rebanadas de pan por persona. A veces otra taza de arroz, a veces una bola de falafel (¡sólo una!) o un huevo, que suele estar un poco podrido, a veces con manchas rojas, a veces azules. Y eso es todo. Nazar me dijo: «No es sólo la cantidad. Incluso lo que ya han traído no es comestible. El arroz apenas está cocido, casi todo está estropeado. Incluso hay niños de verdad, que nunca han estado en la cárcel. Hemos intentado cuidar de ellos, darles nuestra comida podrida. Pero si les das un poco de tu comida, es como suicidarse. En la cárcel hay ahora una hambruna (maya'a مَجَاعَة), y no es una catástrofe natural, es la política del servicio penitenciario.» 

Recientemente, el hambre incluso ha aumentado. Debido a las condiciones de hacinamiento, el servicio penitenciario está encontrando maneras de hacer las celdas aún más estrechas. Las zonas públicas, los comedores... todos los lugares se han convertido en una celda suplementaria. El número de presos en las celdas, que ya estaban superpobladas, ha aumentado aún más. Hay secciones en las que se han añadido 50 presos más, pero la cantidad de comida sigue siendo la misma. Así que no es de extrañar que los presos estén perdiendo un tercio o más de su peso corporal en tan sólo unos meses.  

La comida no es lo único que escasea en la cárcel, y de hecho a los presos no se les permite poseer más que un único conjunto de ropa. Una camisa, un par de calzoncillos, un par de calcetines, un pantalón, un jerséis. Y eso es todo. Mientras dure su detención. Recuerdo una vez, cuando el abogado de Mondher, Riham Nasra, lo visitó, entró descalzo en la sala de visitas. Era invierno y hacía un frío que pelaba en Ofer. Cuando ella le preguntó por qué, él se limitó a decir: «No hay». Una cuarta parte de todos los presos palestinos padecen sarna, según una declaración hecha al tribunal por el propio servicio penitenciario. Nizar fue puesto en libertad cuando su piel estaba cicatrizando. Las lesiones de su piel ya no sangran, pero las costras siguen cubriendo grandes partes de su cuerpo. «El olor en la celda era algo que ni siquiera podemos describir. Como a descomposición, estábamos allí y nos estábamos descomponiendo, nuestra piel, nuestra carne. Allí no éramos seres humanos, éramos carne en descomposición», dice. «Ahora bien, ¿cómo no serlo? La mayor parte del tiempo no hay agua en absoluto, a menudo sólo una hora al día, y a veces no teníamos agua caliente durante días. Hubo semanas enteras en las que no me duché. Tardé más de un mes en recibir jabón. Y allí estábamos, con la misma ropa, porque nadie tenía una muda, y estaba llena de sangre y pus y había un hedor, no de suciedad, sino de muerte. Nuestras ropas estaban empapadas de nuestros cuerpos en descomposición».

Taufik dijo que «sólo había agua corriente una hora al día. No sólo para las duchas, sino en general, incluso para los retretes. Así que, durante esa hora, 12 personas en la celda tenían que hacer todo lo que requería agua, incluidas sus necesidades naturales. Obviamente, era insoportable. Y además, como la mayor parte de la comida estaba en mal estado, todos teníamos problemas digestivos casi todo el tiempo. No te puedes imaginar lo mal cómo apestaba nuestra celda». 
En estas condiciones, la salud de los prisioneros se deterioraba de forma evidente. Una pérdida de peso tan rápida, por ejemplo, hace que el cuerpo consuma su propio tejido muscular. Cuando Mondher fue puesto en libertad, le contó a su mujer Sana, que es enfermera, que estaba tan sucio que el sudor le había teñido la ropa de naranja. Ella lo miró y le preguntó: «¿Y la orina?». Él respondió: «Sí, también he meado sangre». «Idiota», le gritó ella, “eso no era suciedad, era tu cuerpo rechazando los músculos que se había comido”.

Los análisis de sangre de casi todas las personas que conocía mostraban que sufrían desnutrición y graves carencias de hierro, minerales esenciales y vitaminas. Pero incluso la atención médica es un lujo. No sabemos lo que ocurre en las enfermerías de las cárceles, pero para los presos ellas no existen. El tratamiento regular simplemente ha cesado. De vez en cuando, una enfermera visita las celdas, pero no se administra ningún tratamiento, y el «examen» se resume a una conversación a través de la puerta de la celda. La respuesta médica, en el mejor de los casos, es paracetamol y, más a menudo, algo parecido a «bebe un poco de agua». 

Ni siquiera hace falta decir que no hay suficiente agua en las celdas, ya que la mayor parte del tiempo no hay agua corriente. A veces pasa una semana o más sin que ni siquiera el enfermero visite el bloque.
Y si se habla poco de violaciones, no hace falta mencionar las humillaciones sexuales: se han difundido en las redes sociales vídeos de presos a los que el servicio penitenciario conduce completamente desnudos. Estos actos no podrían haber sido documentados sino por los propios guardias, que pretendían jactarse de sus acciones. El uso del cacheo como oportunidad para la agresión sexual, a menudo mediante golpes en la ingle con la mano o con el detector de metales, es una experiencia casi constante, descrita regularmente por presos que han estado en diferentes cárceles.

No he oído hablar de agresiones a mujeres de forma directa, obviamente. Lo que sí he oído, y no una sola vez, es sobre la falta de material sanitario durante la menstruación y su uso para humillar. Tras las primeras palizas el día de su detención, Munira fue conducida a la prisión de Sharon. Al entrar en la prisión, todo el mundo es sometido a un registro corporal, pero el cacheo al desnudo no es la norma y requiere motivos razonables para sospechar que el preso oculta un objeto prohibido. El cacheo al desnudo también requiere la aprobación del funcionario encargado. Durante el cacheo, no había ningún funcionario a cargo de Munira y, desde luego, no había ningún procedimiento organizado para verificar una sospecha razonable. Munira fue empujada por dos guardias femeninas a una pequeña sala de registro, donde la obligaron a quitarse toda la ropa, incluida la ropa interior y el sujetador, y a ponerse de rodillas. Tras dejarla sola unos minutos, una de las guardias volvió, la golpeó y se marchó. Al final, le devolvieron la ropa y le permitieron vestirse. 

Al día siguiente le vino la regla. Le dieron una compresa y tuvo que conformarse con ella durante todo el periodo de la regla. Y lo mismo les ocurrió a todas. Cuando le dieron el alta, sufría una infección y una grave inflamación de las vías urinarias.

Epílogo

Sde Teiman era el lugar más terrible para estar recluido, y supuestamente por eso lo cerraron. De hecho, es difícil pensar en las descripciones de horror y de atrocidad que salieron de este campo de tortura sin pensar en el lugar como uno de los círculos del infierno. Pero no en vano el Estado accedió a trasladar a los allí recluidos a otros lugares, principalmente Nitzan y Ofer. Sde Teiman o no, Israel retiene a miles de personas en campos de tortura, y al menos 68 de ellas han perdido la vida. Sólo desde principios de diciembre se ha informado de la muerte de otros cuatro detenidos. Uno de ellos, Mahmad Walid Ali, de 45 años, del campo de Nour Shams, cerca de Tulkarem, murió apenas una semana después de su detención. La tortura en todas sus formas -hambre, humillación, agresión sexual, promiscuidad, palizas y muerte- no se produce por casualidad. Juntas, constituyen la política israelí. Ésa es la realidad.


 



14/01/2025

TIGRILLO L. ANUDO
La guerra de los murales
Un cuento locombiano

 


Tigrillo L. Anudo, 14-1-2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

 

En una ciudad muy pulcra se desató una guerra singular. No fue con piedras ni tanquetas, fue entre pinceles y rodillos, el arte contra la infecundidad.


La ciudad -muy visitada por extranjeros y nacionales- permanecía ataviada con los ajuares más blancos, bandejas de brillante plata, impecables servicios de seguridad.

La orden del alcalde fue muy clara desde su posesión: “¡Nada de suciedad! Es menester que todo esté limpio, desinfectado como el Metro, desprovisto de sugerencias, ningún símbolo ni metáfora, tampoco banderas extrañas, ni alegorías ni opinión”.

Los rodillos iniciaron la guerra. Lanzaron sus primeras andanadas de acrílico gris tapando frases y grafitis de infausta recordación.

Siguieron con pintas en muros y bancas, con los signos parceros en parques y barrios, luego con los murales de un estallido social.

Los pinceles contestaron la afrenta contra la libertad pintando en el lugar donde estuvo la frase “Nos están matando” otra frase con letras de gran tamaño: “El arte no se calla”.

Pero los rodillos regresaron pronto y agrisaron otra vez el mural.
Volvieron a la carga los pinceles. Esta vez pintaron un cráter inmenso lleno de cráneos y huesos. Arte con filosofía, poderoso arte. “La fosa común a cielo abierto más grande de América. Atentamente, las cuchas”, lo titularon.

No pasaron 24 horas para que llegaran los rodillos y en un santiamén taparon aquél mural que tardó 12 horas de realización.

La pared no demoró en ser intervenida nuevamente por los pinceles que entre porros y cumbias dibujaron una represa cercada con alambre de púas. Arte memoria, puro arte. Le pusieron como nombre: “Hidrofango, la fosa acuática más grande de América”.
En esta ocasión, los rodillos esperaron agazapados detrás de los árboles; apenas se retiraron los pinceles, entraron a cubrir con pintura más densa y oscura el mural aún fresco.

Quién dijo “nos rendimos”. ¡Nadie! Al contrario, se unieron más pinceles y empezaron a pintar murales a lo largo y ancho de la ciudad. El muro donde se concentró la discordia amaneció con la frase en pintura de neón que decía: “Ciudad innovadora en narcobernabilidad”.

Ordenaron en penumbroso pasillo que ni siquiera durante una noche brillara ese fosforescente mural. Como los anteriores se esfumaron sus vistosos colores que hasta a las aves atrajeron.

Pero no alcanzaban las cuadrillas de rodillos para tapar tanto mural que cubrió la pulcra ciudad. En el muro de un largo puente apareció la frase: “El prostíbulo infantil más populoso del mundo”. En un deprimido se pudo leer: “Débora Arango ha vuelto para pintar las 300.000 personas que se acuestan sin comer cada noche”. En un paredón abandonado: “Gonzalo Arango presenta silla eléctrica para moralistas”.  En las paredes de varios hoteles: “Turismo sexual: sólo Euros”, o “Bienvenidos a Silicona Valley”.  En la pared de varios colegios: “Vigilados y castigados. Nos persigue un fascista”. Una locura esa ciudad. Frases y murales bellamente pintados por todas las esquinas, los paramentos y separadores de las calles, las jardineras, los zócalos deteriorados. El espacio público volvía a ser público, la ciudad estaba viva, vibraba con sus verdades expresadas artísticamente.

Los rodillos entraron en pánico. Estaban perdiendo la guerra. No sabían qué hacer ante tanto mural. Cuando vieron pintada en caracteres gruesos las frases “Ciudad moldeada con harina blanca” y “Por más que laven no dejará de ser un lavadero” estallaron de rabia que no pudieron contener. Antes de empezar a limpiar y lavar lo que llamaban suciedad, cuadrillas de radioteléfonos vigilantes del espacio público, cerraron con vallas metálicas el ingreso a las plazoletas que tenían las dos últimas frases. No permitieron entrar a los vendedores ambulantes, ni a los artistas callejeros, ni a los lustrabotas. A los visitantes extranjeros les recomendaron volver más tarde pues estaban atendiendo una emergencia.

Los rodillos se multiplicaron por miles, el alcalde y sus corifeos contrataron mano de obra que esperaba sentada frente a los murales porque en esa ciudad saben dónde va a resultar súbitamente el trabajito. ¿Qué hay pa hacer? Así, lograron en una semana rescatar la buena imagen, sí, borraron todos los mensajes a la vista del público.  

De no creer. Enterados de la pérdida de todos los murales, los pinceles se dieron una tregua. Esta vez, respiraron profundo, planearon una sola frase para pintar en toda la ciudad. Arribaron tranquilos a los puntos de intervención, danzaron, comieron helados, hicieron relatos de memoria histórica para realizar mejor la tarea. Preparadas las pinturas de intenso colorido escribieron con letras mayúsculas la frase “La mugre está en el alma, ningún detergente la limpia”.

Los rodillos llegaron cansados a los nuevos murales, sus rostros lucían descompuestos, los ánimos destemplados. Tuvieron que ser empujados por capataces. Descendieron de camiones y carro tanques con baldes, escobas, trapeadoras, barriles de pintura gris, trapos y mangueras. Seguidamente, restregaron con cepillos, echaron agua, secaron con compresores, rodaron los rodillos con espesa capa, repitieron la faena, pero el letrero seguía legible y completo. Ni una sola letra de aquella frase pudieron borrar.

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12/01/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Venezuela: digna resistencia al fascismo


Tigrillo L. Anudo, 12-1-2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

Digan lo que digan, son 25 años resistiendo las ambiciones colonialistas de USA, Europa e Israel. Desde que triunfó la Revolución Bolivariana con la elección del presidente Hugo Chávez Frías en 1999, han querido estrangularla con bloqueos, métodos infames, inhumanos y violentos, con el fin de apoderarse de sus grandes reservas de petróleo, gas, carbón, coltán, oro, uranio, hierro, bauxita, manganeso, aluminio, diamantes, torio, caolín, tierras raras, aguas, níquel, plomo, zinc, asbesto, cobre, titanio, feldespato.


A Chávez lo eligió un pueblo que no aguantó un modelo económico neoliberal, excluyente y corrupto. Igual a lo que sucedió con la elección del presidente Gustavo Petro en Colombia. El saqueo de las rentas petroleras, la desatención y la miseria extendida, provocadas por los partidos Acción Democrática –AD- y Comité de Organización Política Electoral Independiente –Copei- (liberal y conservador), ya habían generado un estallido social conocido como El Caracazo. Es la misma historia de Colombia.

Desde el primer día que Chávez se posesionó dijeron que era un dictador. La oligarquía, la clase política parasitaria y los colonialistas ordenaron escribir en los diarios y en la televisión que Chávez era un dictador y que iba a convertir a Venezuela en otra Venezuela. También dijeron que era populista radical, corrupto, mesiánico, intolerante, que causaría más pobreza, que era aliado de las Farc, que albergaba y protegía terroristas. Es exactamente lo mismo que hoy le dicen al presidente Gustavo Petro.

Nunca dijeron en sus medios de propaganda que el presidente Chávez en escasos 6 años logró reducir la pobreza de un 60% a un 22% lo que constituye un récord mundial. Revirtió el crecimiento económico de un – 7% a un sorprendente 18% en apenas 5 años, la mejor tasa de América Latina en el 2004 (Cepal). Redujo la inflación del 53% a menos del 20%; también la devaluación que estaba en el 759% promedio anual en 1999 al 40.9% en el 2003. El salario mínimo que estaba en 75.000 bolívares / mes en 1998, lo subió a 190.080 / mes en septiembre de 2002. Elevó las reservas internacionales de 14.000 millones de dólares a 20.000 millones en tres años (1999 a 2001). También incrementó sustancialmente el gasto social per cápita, la construcción de viviendas, la atención en salud, el acceso a la educación, disminuyó ostensiblemente la mortalidad infantil.

En Venezuela, como en Colombia, el Estado era paquidérmico, clasista, burocrático, y no permitía avanzar las reformas sociales. Chávez se vio obligado a crear un Estado paralelo al Estado oligárquico; fundó las Misiones Sociales que atendieron a millones de pobres excluidos del desarrollo humano integral. El proceso de democratización del desarrollo allá fue diferente al que arrancó con el gobierno progresista del cambio en Colombia. Chávez, gracias al poderoso apoyo popular, contó con mayor maniobrabilidad y audacia para atender las necesidades de las comunidades. No permitió que el aparato judicial le frenara las reformas, menos incluir “caballos de Troya” en los mandos medios y altos de los cargos públicos.

La Revolución Bolivariana fue arrasadora en conquistas sociales y económicas. Chávez arrollaba en las elecciones presidenciales, de diputados, regionales, para estados y alcaldías; también barrió en el referéndum del año 2004, convocado por la oposición para revocar su mandato, en el que el pueblo decidió por inmensa mayoría su permanencia en el poder. Fue una demostración singular de democracia, sin embargo, la prensa corporativa mundial siguió tildándolo de dictador. Igual sucede en Colombia con el presidente Petro a pesar del respeto que ha mostrado a la división de poderes y a la Constitución Política.



La oposición nunca aceptó el triunfo legitimo del presidente Chávez, no sólo lo linchaba moralmente sino que intentó darle golpe de Estado, asesinarlo, defenestrarlo con invasión de tropas extranjeras. Pero se encontraron con la bravura, tenacidad y dignidad de los revolucionarios chavistas, émulos de Simón Bolívar y José Antonio Páez. Hasta que el destino apagó prematuramente la vida del gran líder latinoamericano en el año 2013. Chávez gobernó durante 14 años soportando las “guarimbas”, el terrorismo, los saboteos de una oposición que no sintonizaba con el cambio de modelo en Venezuela. El odio, la violencia, la intolerancia, la incapacidad de adaptarse a un nuevo modelo de desarrollo que no era siquiera socialista, -sino promotor de las libertades y capacidades de las personas-, estancó los avances que se había fijado la Revolución.

Llegó a la Presidencia el excanciller Nicolás Maduro Moros. La oposición se envalentonó porque consideró que la estatura política de Maduro no tenía comparación con la del comandante Chávez. Entonces arreciaron con mayor ímpetu los ataques desestabilizadores apoyados desde afuera por las sanciones comerciales y económicas que el gobierno de los USA impuso no al gobierno bolivariano sino al pueblo venezolano. El propósito de la oposición consistió en no dejar gobernar, ridiculizar y linchar mediáticamente a Maduro para sacarlo de la Presidencia. Tanta virulencia e infamia llevó a los chavistas a radicalizar sus posturas para evitar la destrucción de la Revolución Bolivariana, el sueño de un conglomerado, el derecho de los eternamente ninguneados.

El asedio, el saboteo, la conspiración y la sedición desde afuera y desde adentro acabaron por generar acciones defensivas rigurosas y extremas de quienes se sentían perseguidos. El gobierno de Maduro se vio obligado a afianzar alianzas con gobiernos que tienen diferencias ideológicas y económicas con la potencia del Norte. Rusia, China, Irán.

Dos hechos marcaron un tenso clima:
1. el reconocimiento a Juan Guaidó como autoproclamado presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Fue reconocido por el gobierno de USA, de España, inclusive del expresidente colombiano Iván Duque.
2. La solicitud de María Corina Machado, la jefa de la oposición, a los gobiernos de Israel y USA para ejecutar una invasión a Venezuela con el objetivo de derrocar al presidente Maduro.


El reconocimiento a Guaidó tuvo como fines debilitar el gobierno de Maduro y robar los recursos de Venezuela en el exterior, representados en oro guardado en Inglaterra, cuentas bancarias, bienes de transporte (barcos –aviones), otros bienes. Volvió a la escena la filibustería y piratería internacional, propia de los siglos XVII y XVIII cuando Inglaterra y Francia asaltaban los botines de oro y plata que la madre España transportaba desde américa en galeones y carabelas. No menos dañina fue la burda y traidora solicitud de la Machado que llevó al gobierno a decretar una alerta nacional, realizar ejercicios militares, detener cualquier sospechoso de sedición, vigilar milímetro a milímetro el espacio aéreo. Venezuela ha vivido bajo un clima de guerra en los últimos años; los servicios de seguridad y el ejército han neutralizado atentados, intentos de magnicidio, y capturado elementos terroristas entrenados en países latinoamericanos y en USA.

Han sido entonces 25 años de estigmatización, desestabilización, conspiraciones, actos criminales, contra un proyecto político popular, un proceso democratizador amparado por la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos. El gobierno venezolano y el chavismo se han parado firmes en la defensa de dicho proyecto, no ha habido momento de tregua o respiro. Si el presidente Maduro y su equipo de gobierno han cometido errores ha sido por efecto de las presiones, del acorralamiento, el intervencionismo, la instigación permanente del conjunto del fascismo internacional. Desde el 2 de febrero de 1999, día de la posesión del presidente Chávez, Venezuela ha sido atacada desde todos los flancos, con toda la parafernalia y bulla mediática, con grupos de mercenarios colombianos, sanciones imperiales de bloqueo criminal que hicieron escasear medicamentos, alimentos, insumos, maquinarias, divisas.

El éxodo masivo de venezolanos fue consecuencia directa de las sanciones económicas. El desabastecimiento, la parálisis industrial, la crisis económica, la devaluación, la inflación galopante fueron planificadas fría y calculadamente en el país de las hamburguesas para asfixiar el gobierno bolivariano y provocar su caída. Finalmente, lo que lograron fue golpear a la población más vulnerable, expulsarla de su propio territorio. Constituye otro crimen que se suma a las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, los bombardeos con napalm y agente naranja en Vietnam, los derrocamientos de gobiernos democráticos (Chile, República Dominicana, Honduras, Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú), entre otros.

El libreto seguido desde hace 25 años, el cual es muy predecible y pueril, vuelve y desconoce una victoria legitima del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del pasado 28 de julio de 2024. Vuelven a cantar fraude en un sistema electoral electrónico con tres filtros de pruebas, uno de los más seguros y confiables del mundo. Los gobiernos de USA, Italia, Israel, Perú, reconocen como presidente legítimo a Edmundo González. Y como novedad en la artillería golpista, Biden (presidente de USA) le pone precio en dólares a la captura de Maduro. Repiten en todos los medios de comunicación que Maduro es un dictador, y ponen a repetir lo mismo a muchos demócratas y progresistas del mundo. Para el fascismo, todos los presidentes con criterio son dictadores. Según los nuevos moralistas (los que aman la dictadura del capital), Petro es dictador, Pedro Castillo (Perú) es dictador, Luis Arce (Bolivia) es dictador. Para el fascismo, el presidente Nicolás Maduro no tiene derecho a defenderse. Debe dejarse amedrentar, humillar, amenazar, quedarse quieto. Si se atreve a anunciarles que les aplicará la Ley entonces es dictador. Sólo los fascistas pueden mandar paramilitares, crear guarimbas, terrorismo callejero, autoproclamarse presidentes legítimos, amenazar con invasión. El gobierno bolivariano no puede detener a alguien que esté involucrado en acciones de traición a su país, que amenazan la seguridad y la convivencia pacífica, porque entonces es dictadura y viola los derechos humanos. Pretenden que las instituciones se queden maniatadas para que así prospere la conspiración.

Cuba y Venezuela son los procesos revolucionarios de emancipación que se han sostenido en América Latina porque se radicalizaron. Aquellos procesos democráticos progresistas que no se radicalizaron terminaron reventados, casos de Republica Dominicana (1963 - Juan Bosch), Chile (1972 - Salvador Allende), Honduras (2009 – Manuel Zelaya), Paraguay (2012 – Fernando Lugo), Brasil (2016 – Dilma Rousseff),  Bolivia (2019 – Evo Morales), Perú (2022 – Pedro Castillo).