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18/07/2025

LUIS E. SABINI FERNÀNDEZ
La decisión judeosionista de exterminio de la sociedad palestina

Luis E. Sabini Fernández, 18-7-2025

La decisión judeosionista de exterminar a toda una población es el verdadero escándalo moral de nuestro tiempo.

Pero, ¿para qué y para quién es un escándalo?

No lo es, en primer término, para Israel, donde la política de exterminio de los palestinos goza de amplio apoyo.[1]


El niño caído, mural de Alan Zárate, estación de metro Cerro Blanco, Santiago de Chile

La política genocida es la máxima negación de valores universales que en tiempos bíblicos caracterizó al cristianismo.

El cristianismo forja un dios que, a diferencia del titular del Antiguo Testamento, reconoce rasgos y necesidades universales.

El choque entre éticas tribales y universales es muy fuerte, decisivo en nuestra condición humana. Somos distintos, nos comportamos de modo distinto, ya sea nuestra ética, nuestros impulsos morales, tribales o universales.

Tal vez el choque más relevante, en términos racionales, de discurso y de comportamientos, se expresa en la polémica –hace casi cinco siglos– en 1550 entre Fray Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda, dos sacerdotes cristianos que convivieron con la expansión colonial e imperial de España tras el llamado Descubrimiento de América con el cual España incorpora poder, riqueza, población a sus dominios, como nunca antes.

Nuestro curso histórico, el de la modernidad, reconoce ambos cauces –tribal y universal–, en inevitable conflicto.

Y el divorcio entre ambas posturas, impregna nuestra modernidad, sobre todo con la expansión que denominamos capitalista.

El poder de algunos humanos negará y desechará a otros humanos despojados de esos atributos. A veces bastará considerarlos “otros” y ya no tendrán la plenitud de derechos que el universalismo procura atribuir a cada quien.

Nuestra modernidad navegará siempre, agónicamente, entre el universalismo declarado a toda hora y la negación, práctica, concreta de toda igualdad.

Pero no lo reconocerá. Declarativamente, la modernidad tardía, el mundo ‘siguiendo reglas’, el orden jurídico internacional asentado con la ONU, desde mediados de la década de los ‘40 proclamará “la igualdad entre los hombres”. En todo caso, omitirá delicadamente que se trata de “nuestros hombres”, europeos, blancos (que se extiende claro, a las mujeres… nuestras).

Hemos examinado en notas anteriores el sincericidio de Lindsey Graham, un rentado de la AIPAC que tiene una banca en el Senado de EE. UU., que aplica ese doble estándar; la vieja máxima orwelliana: ‘todos somos iguales, pero hay algunos que son más iguales que otros’. Viendo entonces su práctica, resulta muy poco igualitaria la democracia que se dice igualitaria.

El pensamiento doble se aplica a todo; en particular, en la reproducción de la información sobre la realidad.

–Israel genera un ataque sorpresa sobre Irán (no sabemos si coordinado con EE. UU. o no) y los medios de incomunicación de masas exclaman: Israel se defiende.

–Irán propone normas de control de la actividad militar nuclear en la región. Israel se niega, se ha negado siempre a aceptar forma alguna de control de su actividad nuclear con fines militares. Y OIEA se queja porque no tendría del todo allanado su control en Irán; nada dice porque Israel no le acepta ninguna inspección (sin ni siquiera entrar a considerar los métodos non sanctos de que se valió Israel para obtener su armamento nuclear).


Muestra de zapatos infantiles frente al Palacio de La Moneda, Santiago de Chile, en repudio a la matanza en Gaza

La ONU ha ido tejiendo redes asistenciales ante estados nacionales en crisis, que en general han fracasado; Srebrenica en Bosnia, en Haití, en Myanmar, en los Altos de Golán y en tantos otros sitios.

Evaluó Volker Türk, austríaco, Alto Comisionado para DD.HH. de la ONU (desde 2022): “También trabajé en esta organización durante los genocidios contra los tutsis, los musulmanes bosnios, los yazidíes y los rohinyás. En todos los casos, cuando el polvo se asentó sobre los horrores que se habían perpetrado contra poblaciones civiles indefensas, quedó dolorosamente claro que habíamos fracasado en nuestro deber de cumplir los imperativos de prevenir atrocidades masivas, de proteger a los vulnerables y de exigir a los responsables que rindieran cuentas. Y así ha sucedido con las sucesivas oleadas de asesinatos y persecuciones contra los palestinos a lo largo de toda la vida de la ONU”.

Pero la Gran Hada Madrina del cuento del Tío Sam trasciende los designios iniciales acumulando voluntad y sensibilidad que son propias de los seres humanos, sean cuales fueren las instituciones y aparatos en que se articulen.  Y así, ante el escándalo de la migración forzosa y el robo de tierras palestinas a manos de Israel, gente con corazón dentro de  la ONU ha creado una comisión que ha montado todo una red de servicios para hacer la vida cotidiana de los despojados algo menos invivible (no hay un reconocimiento cabal de los derechos palestinos, pero no se acepta llanamente la política racista de un poder ocupante, por más investido que esté de preceptos  milenarios y cuente con el aval de ”la primera potencia”).

UNRWA cuenta con decenas de miles de asistentes (pensemos que los palestinos, despojados, bloqueados, se estiman en casi 2 millones en la Franja de Gaza y otros más de dos millones en Cisjordania y Jerusalén Oriental).

En el nivel de hostigamiento progresivo que Israel ha desencadenado contra la Franja de Gaza desde 2006, pero particularmente tras el 7 oct. 2023, Israel ha dispuesto por sí y ante sí, la expulsión de UNRWA, acusándola de ser cómplice con Hamás, pese a que apenas se pudo sumariar tentativamente a no más de una decena de sus funcionarios, como los que podrían tener alguna relación o simpatía por Hamás en una plantilla de personal que se cuenta por decenas de miles (y reparemos que Israel inició un cerco de aniquilamiento sobre la Franja de Gaza en 2006, impidiendo progresivamente plantar, producir, disponer de agua potable y bloqueando toda contacto con el mundo exterior, salvo el decidido por el Estado de Israel que monopoliza la provisión de alimentos).

Un campo de concentración, aquel modelo de los ’40, tantas veces reiterado.

Beniamin Netanyahu, ha estimulado el acoso a los gazatíes reviviendo el exterminio de los amalecitas. Al respecto Gilad Atzmon, nacido judío pero que ha roto con esa identidad tribal que se le asignara con el nacimiento, sostiene que el genocidio en curso no es sino “el verdadero regreso a casa de los judíos”.[2]

Son palabras fuertes, pero resultan muy acordes con la mentalidad de la mayoría aplastante en Israel. Sin un fuerte apoyo popular, no podría haberse desplegado con tanta fuerza una política de desprecio, de acoso, de tanto hostigamiento, de muerte explícita.

Porque entiende de qué habla, Atzmon exhorta a los cristianos a darse cuenta del verdadero alcance y significado del Antiguo Testamento. Esta observación es clave, porque en sus primeros tiempos, los cristianos adoptaron el Nuevo Testamento cada vez con más fuerza, separando ese dios del de la Torá. Sin embargo, y en buena parte, por la corrupción de la Iglesia Católica, primero los valdenses en el siglo 14 [y antes de ellos, los cátaros en el siglo 12, NdE] y luego Lutero y otros en el siglo 16, rompieron con la Iglesia Católica. Pero cometieron el error habitual: tiraron el bebito con el agua sucia.

Ante el lujo y la disolución vaticana, dejaron de tener como referencia básica al Nuevo Testamento y retornaron al Viejo: la Biblia judía. La del dios despótico. Y con ese movimiento, de reencuentro cristiano con el Viejo Testamento, tenemos hoy en día, sobre todo en EE. UU., pero expandiéndose por todo el mundo, sectas protestantes, que nutren la corriente de los cristianos sionistas de EE. UU., con su poder económico, su fanatismo religioso y su defensa acérrima del genocidio emprendido contra los palestinos.

Esta coexistencia tácita, pero agónica entre supremacismo e igualitarismo dentro de la Iglesia Católica es desgarradoramente conflictiva.

En la situación actual, un factor muy vinculado al desarrollo tecnológico, se presenta como decisivo: lo mediático, la infoesfera, que nos permite acceder al conocimiento de manera mucho más integral e inmediata, al mismo tiempo permite el bloqueo de la realidad, como el genocidio actual, a través de un machaconeo mediático caudaloso, inagotable, sesgado y falaz dispuesto para preservar los privilegios de los privilegiados, que han programado un genocidio más para afianzar, precisamente, sus privilegios.

Este segundo momento de la infoesfera pone en cuestión el “efecto mariposa” que una monstruosidad como un genocidio en acto, debería generar. Porque lo pensable, apenas uno advierte un genocidio, es su rechazo más terminante. Y si los genocidas se burlan de las víctimas, como en Israel, peor aún. Y si los usufructuarios del genocidio y de la apropiación de los bienes de los despojados y asesinados, llegan incluso a organizar terrazas desde donde mejor visualizar, cómodamente sentados, cómo los soldados aniquilan palestinos desarmados;  ancianos y niños incluidos, la reacción de repudio y rechazo tendría que ser aún más intensa. El efecto mariposa tendría que estar adquiriendo la forma de un tsunami político. Pero el efecto mariposa va golpeándose contra diversas aristas, intereses, recursos, tanto desde la esfera judicial o desde la del entertainment, como con los ejércitos de escribas o “creativos” de la corriente mediática principal.

Una tarea se impone: desbrozar ese tejido que se nos quiere hacer pasar como de conocimiento y en rigor es de condicionamiento.

GHF: la Fundación Humanitaria de Gaza (Gaza Humanitarian Foundation) es un buen ejemplo de la neolengua orwelliana programada por la intelectualidad israelí.[3]

Bueno es advertir que para adueñarse del destino de la Franja de Gaza (“depurada” de sus habitantes ancestrales) se han aliado en su desguace no solo la dirección sionista israelí sino también el Instituto británico Tony Blair y el Boston Consulting Group; también figura el proyecto de una ribera turística “a todo lujo” para milmillonarios, bajo auspicios de Donald Trump. [leer aquí]

GHF desplazó, incluso con violencia, los 400 puestos de asistencia de UNRWA y los sustituyó por una red de 4 puestos de asistencia, y al personal de la ONU civil por militares israelíes.

Teóricamente, cada uno de estos solo 4 puestos de suministro de alimentos tendría que “atender” a una población deliberadamente hambreada (y desde hace años con fortísimas privaciones) de alrededor de medio millón de habitantes. La sola mención del número señala el desprecio, el destrato absoluto por la población que quieren exterminar y no pueden hacerlo abiertamente. Desprovistos de abrigos y protección, a menudo sin techo o con precarias, vulnerables carpas. No conocemos la regularidad de la entrega de alimentos, pero sí nos enteramos de las balaceras con que frecuentemente los soldados combinan la entrega de alimentos, que dejan el tendal de palestinos no solo hambreados sino así asesinados.

La entrega de alimentos en sí es un ejercicio de abyección: para recibir un alimento deben avanzar por estrechos corredores de alambrados apeñuscados y a merced de los militares.

A tener en cuenta:

–Distinguir lo real y lo fingido (la maraña aluvional de las fake news)

–No llamar guerra a lo que no es una guerra.

–La mirada racista es necesariamente sesgada.

–Y la mirada supremacista no podrá ver otra realidad que la propia. Como les pasa a los israelíes que lloran tanto a sus muertos sin advertir que, por ejemplo, los palestinos tienen probablemente cien veces más hijos, madres, hermanos, esposos, abuelas, amigos, que llorar, también matados (muy a menudo por los que tantos israelíes lloran).

–Si existe un fundamento teórico en el sionismo, doctrinario para la visión supremacista, como se desprende de ciertos pasajes del Talmud, tenemos que saber que ese discurso teórico afectará inevitablemente la práctica política.

–Un rasgo que vemos sistemáticamente organizado desde la perspectiva de dominio (¿local, regional, universal?) es la más que problemática relación con la verdad: Israel miente. Mienten en todo. Mienten siempre. Tal vez sea el mayor reconocimiento que hacen a la verdad.

–Corolario inevitable: una política que niega la igualdad de los seres humanos no tiene más remedio que mentir.

 –Saber que los que defienden los privilegios que gozan mienten siempre, los que fabricaron esta pesadilla necesariamente mienten, para preservarlas.

–La práctica política de Israel y su desapego radical a todo el ordenamiento político internacional es tolerado y a menudo asistido por los estados nacionales del “Primer Mundo”. Y la pasividad a menudo impotente de estados africanos, asiáticos o sudacas, que cumplen “el orden basado en reglas”. O “se la creen”.

–Paradoja inevitablemente llamativa: que Israel, con su peculiar origen administrativo (primer fruto “cosechado” por ONU), se burle de todas las reglamentaciones, acuerdos, principios, respetos del orden onusiano.


Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?”, célebre frase de Cicerón, que podríamos retomar: “Hasta cuándo Netanyahu abusarás de nuestra paciencia?”

 Judy Duarte, São Paulo, Brasil

 Notas

[1]  Véase, por ejemplo, Norman Finkelstein, “Netanyahu  es un espejo perfecto de la sociedad israelí.”, blogs.mediapart.fr, 14 jul. 2025.

[3]   The Israel Project’s 2009.  GLOBAL LANGUAGE DICTIONARY. Uno de sus recurrentes capítulos es “Words that work” (palabras que funcionan-trabajan-rinden).  

 

GILAD ATZMON
El genocidio de Gaza es el verdadero regreso a casa de los judíos

Gilad Atzmon, 6-7-2025
Traducido por Atahualpa Guevara, Tlaxcala

¿Te has dado cuenta de que las «buenas almas» hipócritas de nuestras filas han dejado por fin de difundir la tontería de que «el judaísmo no es sionismo»? Con el 97 % de los judíos ortodoxos de Israel apoyando los crímenes israelíes en Gaza, es difícil convencer a nadie de que el judaísmo es sinónimo de paz y armonía. Con un Estado que se autodenomina «Estado judío» y que se está convirtiendo en un Estado judaico que lleva a cabo una guerra de exterminio al estilo del Antiguo Testamento contra los pueblos indígenas de la tierra, es prácticamente imposible seguir reutilizando la «carta de la inocencia judía».


Mr. Fish

Probablemente sea muy doloroso para algunos admitirlo, pero el genocidio que todos estamos presenciando en Gaza, ese culto a la muerte que une a los israelíes en su conjunto (excepto a los pocos verdaderos disidentes), es el verdadero regreso a casa de los hijos predilectos de Dios.

Esos crímenes catastróficos contra la humanidad perpetrados por un ejército nacional con el apoyo incondicional de toda la nación, sus rabinos y la clase política es lo único que los judíos no podían hacer en la diáspora. Como tal, el Estado judío ha sacado a la luz algo que los judíos han intentado suprimir e incluso negar a lo largo de su historia.

Sin embargo, nada de lo anterior es nuevo para los judíos. He aquí algunos datos fascinantes relacionados con lo anterior. Tanto la ortodoxia judía como los primeros sionistas eran plenamente conscientes de la carencia judaica en lo que se refiere al núcleo ético y los valores universales.

Fue la familiaridad de los primeros sionistas con la visión judía de la moralidad lo que impulsó a la primera generación de agitadores a promover una revolución hebraica. Como he mencionado muchas veces en esta página, en el judaísmo la ética es sustituida por el litigio (leyes, o mitzvot). El judío rabínico no actúa éticamente, sino que sigue las mitzvot, que imitan el acto ético. El sionismo temprano, al ser un movimiento revolucionario, estaba impulsado por la creencia de que los judíos, una vez en «su tierra», se reformarían y se convertirían en una nación normal y un pueblo corriente. Para los sionistas, era el desprendimiento de «la propia tierra» lo que era responsable de la morbosidad ética de la diáspora. Los sionistas laboristas creían que el regreso a la patria y el vínculo con la vida proletaria y agrícola darían lugar a un nuevo judío hebreo ético.

La fantasía reciclada de que «las FDI son el ejército más moral del mundo» se hace eco de esa aspiración sionista temprana. Los primeros sionistas deseaban realmente convertirse en morales y éticos, pero el fracaso en la consecución de su objetivo es mucho mayor que su deseo inicial.

Los judíos ortodoxos también comprendieron que mezclarse con los goyim es una receta para un desastre inimaginable. El gueto judío, como tal, es una condición que los judíos se impusieron a sí mismos al aceptar su propia separación de la tendencia ética universal general. El judaísmo ortodoxo ha sido, y sigue siendo, una percepción aislacionista. Su objetivo es minimizar la interacción con el mundo exterior, aceptando que la barrera metafísica y ética entre el judío observante y el goy es insalvable. El gueto judío, como tal, existe para salvar al judío, pero también para proteger al goy.

Curiosamente, tanto los judíos ortodoxos como los primeros sionistas consideraban la emancipación como un desastre en la historia judía. Los ortodoxos veían que la asimilación traería una catástrofe sobre los judíos. Hitler les dio la razón, pero los sionistas también identificaron un peligro similar y prometieron llevarse a los judíos.

El agitador sionista primitivo Max Nordau argumentó en los últimos años del siglo XIX [Discurso en el Primer Congreso Sionista*, Basilea, Suiza, agosto de 1897] que la emancipación judía era algo que los goyim hacían para sentirse bien consigo mismos. Ellos (los goyim) acogían a los judíos no porque realmente los amaran, sino porque les gustaba ser tolerantes. Nordau predijo que los goyim se arrepentirían de su entusiasmo liberal. Menos de medio siglo después, el Holocausto le dio la razón. Sin embargo, el sionismo que trajo consigo el Estado judío fracasó en sus misiones principales. Prometió resolver el problema judío, pero en la práctica lo trasladó a un nuevo lugar y lo convirtió en un desastre global. El sionismo prometió arreglar a los judíos. En la práctica, creó un monstruo, desveló y amplificó lo que los judíos se habían esforzado por ocultar a lo largo de toda su historia, incluso a sí mismos.

El genocidio de Gaza es, trágicamente, el verdadero significado del regreso a casa de los judíos. Es la barbarie del Antiguo Testamento que cobra vida a través de las personas que se consideran descendientes del Abraham, Moisés y el rey David bíblicos. El entusiasmo de los israelíes por decapitar a los líderes políticos, culturales, científicos y espirituales de sus vecinos, algo que repiten con regularidad y que les entusiasma mucho, es de nuevo el espíritu exacto del regreso bíblico de los israelitas. Esto es precisamente lo que hicieron los israelitas bíblicos a lo largo de todo el Antiguo Testamento. Quizás, solo quizás, ha llegado el momento de que la humanidad, y el cristianismo en particular, comprendan lo que representa el Antiguo Testamento y se mantengan alejados de este texto primitivo y catastrófico.

NdT

En su discurso, Nordau – inolvidable inventor de dos conceptos del siglo XX: el “judaísmo muscular” (Muskeljudentum) y la “degeneración” (Entartung)- lo dejó muy claro: la emancipación de los judíos europeos, inaugurada por la Revolución Francesa, condujo a la desaparición de los guetos, lo que amenazaba con la desaparición de la propia «raza» judía. La única salvación era, por lo tanto, la reconstitución del gueto en... Palestina.

15/07/2025

توري باتشيكو: المهاجرون يزرعون، و فوكس يحصد
Torre Pacheco : les migrants sèment, Vox récolte
Torre-Pacheco, los inmigrantes siembran la huerta y Vox recoge los frutos

 

Torre Pacheco : les migrants sèment, Vox récolte

La région de Murcie a offert à l'extrême droite sa première victoire électorale lors des élections générales de 2019. Son discours, plein de contradictions, repose sur trois piliers fondamentaux : l'agriculture, l'eau et l'immigration.

Murcie a été la première et la seule communauté autonome où Vox a remporté la victoire aux dernières élections générales de 2019. Le parti d'Abascal a obtenu près de 30 % des voix et a détrôné le PP. D'un côté, il se vante de défendre les campagnes et encourage les agriculteurs à irriguer sans contrôle. De l'autre, il établit un lien entre immigration et délinquance dans un discours plein de contradictions qui ne repose pas sur des données, mais sur la peur. Et la commune de Torre-Pacheco, en plein cœur de la campagne de Carthagène, en est le meilleur exemple.

Cette commune murcienne essentiellement agricole compte environ 36 000 habitants, dont près de 11 000 étrangers, soit 30 % de la population. La migration a commencé dans les années 80, lorsque le transfert d'eau du Tajo vers la Segura a été achevé et que l'agriculture à sec est devenue une agriculture d'irrigation. Nous avons tenté de comprendre la réalité locale et de connaître le discours du parti d'extrême droite, ses conséquences et ses contradictions dans une région où la tragédie écologique de la Mar Menor monopolise le débat politique.

توري باتشيكو: المهاجرون يزرعون، و فوكس يحصد

 منحت منطقة مورسيا اليمين المتطرف أول انتصار انتخابي له في الانتخابات العامة لعام 2019. ويستند خطابه، المليء بالتناقضات، إلى ثلاث ركائز أساسية: الزراعة والمياه والهجرة.

كانت مورسيا أول وحيدة منطقة ذات حكم ذاتي فاز فيها حزب فوكس في الانتخابات العامة الأخيرة التي جرت في عام 2019. حصل حزب أباسكال على ما يقرب من 30٪ من الأصوات وأطاح بحزب الشعب. من ناحية، يتباهى الحزب بالدفاع عن الريف ويشجع المزارعين على الري دون رقابة. من ناحية أخرى، يربط بين الهجرة والجريمة في خطاب مليء بالتناقضات لا يستند إلى بيانات، بل إلى الخوف. وتعد بلدة توري-باشكو، الواقعة في قلب ريف قرطاجنة، أفضل مثال على ذلك.

تضم هذه البلدية الريفية في مورسيا حوالي 36000 نسمة، منهم حوالي 11000 أجنبي، أي 30% من السكان. بدأت الهجرة في الثمانينيات، عندما اكتمل نقل المياه من نهر تاجو إلى نهر سيغورا وتحولت الزراعة البعلية إلى زراعة ري. حاولنا فهم الواقع المحلي والتعرف على خطاب الحزب اليميني المتطرف وعواقبه وتناقضاته في منطقة تحتكر فيها المأساة البيئية في مار مينور النقاش السياسي.

 






12/07/2025

LYNA AL TABAL
I stand with Francesca Albanese/Apoyo a Francesca Albanese

Dra. Lyna Al-Tabal,Rai Al Youm, 11/7/2025
Original árabe
Traducido por 
Atahualpa Guevara

Lyna Al Tabal  es libanesa, doctora en Ciencias Políticas, abogada de formación y profesora de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos.

 


Sí, he decidido titular este artículo en inglés. No porque me guste presumir, ni porque crea más en la globalización del idioma que en su equidad. Sino porque esta frase se ha convertido, sin permiso de nadie, en una declaración de solidaridad mundial.

I stand with Francesca Albanese. Apoyo a Francesca Albanese.

Una frase corta, pero cargada de significado... solo cinco palabras. Pronunciada con calma, pero clasificada como peligrosa para la seguridad nacional... ¿Cómo?

Hay una mujer italiana que hoy está siendo perseguida por Gaza. No tiene genes de resistencia, no tiene ningún vínculo familiar con Gaza, ni un pasado marcado por la Nakba, ni siquiera una foto. No es árabe, no nació en un campo, no se crió con el discurso de la liberación. No es una soñadora de izquierdas, quizá nunca haya leído a Marx en los cafés. No ha lanzado ni una sola piedra a un soldado israelí... Lo único que ha hecho es cumplir con su deber profesional.

“Loca”, declaró Trump. Él, que acapara ese calificativo y lo reparte como hacen los narcisistas cuando se derrumban ante una mujer que no ha guardado silencio ante la injusticia.

Se llama Francesca Albanese. Abogada y académica italiana, ocupa el cargo de relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967. Como funcionaria internacional, sentada detrás de un escritorio blanco, redacta informes con un lenguaje preciso y una formulación jurídica imparcial. No se le da bien la oratoria, pero lo ha dicho con claridad y sin ambigüedades: lo que está ocurriendo en Gaza es un genocidio.

Lo ha escrito negro sobre blanco en un informe oficial publicado en el marco de sus funciones, en un lenguaje comprensible para el derecho internacional: lo que Israel está haciendo en Gaza es un genocidio.

De la noche a la mañana, su nombre se convirtió en peligroso y debía ser aniquilado, al igual que el ejército israelí aniquila las casas en Rafah. Su nombre fue destruido por un solo misil político y fue incluida en la lista de sanciones, junto a traficantes y financiadores del terrorismo.

Ahora lo sé: en este mundo, basta con no mentir para que te prohíban viajar, te congelen las cuentas y te excluyan del sistema internacional.

Francesca no infringió la ley, la aplicó. Y ese es su verdadero delito.

No cometió ningún error de definición, no exageró en su lenguaje, no se extralimitó en sus funciones. Lo único que hizo fue llamar al crimen por su nombre.

No, este informe no trata sobre el genocidio de los indios americanos. Ni sobre Vietnam, ni sobre el fósforo blanco, ni sobre Bagdad, ni sobre Trípoli... Este informe no remueve el pasado usamericano, trata de un presente descarado. Y del derecho que se pierde cuando lo reivindicamos... Este informe trata de la justicia internacional que se ahoga ante nuestros ojos y de la carta de los derechos humanos que también se evapora ante nuestros ojos. Mientras que el culpable ocupa un puesto en el Consejo de Seguridad.

Este informe habla de un mundo que no castiga a los mentirosos. Un mundo que te mata cuando amas sinceramente, cuando das sin pedir nada a cambio, cuando hablas con valentía, cuando intentas reparar el daño causado.

Este informe habla simplemente del mundo de las tinieblas.

Este mundo que estrangula a todos aquellos que no quieren parecerse a él.

Francesca no fue la primera.

Cuando se creó el Estatuto de Roma, Estados Unidos trató a la Corte Penal Internacional como un «virus jurídico», porque no podía controlarla... Bill Clinton lo firmó (sin ratificarlo). Luego llegó George W. Bush, retiró su firma y promulgó la llamada «ley de invasión de La Haya», que autoriza la invasión militar de los Países Bajos si la Corte Penal se atreve a juzgar a un solo soldado usamericano... Barack Obama, el sabio, no derogó la ley... Luego vino Trump, el vaquero rubio, con dos pistolas en el cinturón, que dio el golpe de gracia a la justicia... Castigó a Fatou Bensouda, la antigua fiscal general de la Corte, por abrir los expedientes de Afganistán y Palestina. Le retiró el visado, congeló sus activos y la colgó de la cuerda de sus sarcásticos tuiteos.

Luego llegó Karim Khan, el actual fiscal general, encargado del pesado expediente de Gaza y de una lista de nombres igualmente pesados: Netanyahu, Galant... Una vez más, la espada de la venganza política volvió y amenazó a la espada de la justicia.

Karim Khan ha sido objeto de numerosas amenazas procedentes del Congreso, la Casa Blanca y Tel Aviv.

 El primer día de su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump firmó la ley sobre sanciones contra la Corte Penal Internacional. ¿Un hombre de origen pakistaní que se atreve a tocar nombres intocables? Se acabó el juego.

Así es como una institución internacional, con todo su personal y su equipamiento, ha sido objeto de sanciones yanquis, como si se tratara de una milicia armada... A sus empleados se les ha prohibido viajar, trabajar e incluso respirar libremente... ¿Quién dijo que Estados Unidos impedía la justicia? Siempre y cuando esta no se acerque a Tel Aviv o al Pentágono.

Y en un momento de sinceridad, Joe Biden lo dijo con su formulación enrevesada: estas leyes no se redactaron para aplicarse al «hombre blanco», sino a los africanos... y a Putin, cuando sea necesario.

Y así se completa la paradoja: el 85 % de los procesos y juicios ante la Corte Penal Internacional se dirigen contra africanos.

 Y cuando se abren expedientes contra occidentales, la justicia se convierte en una amenaza... y el Tribunal, en un objetivo.

Y ahora ya lo sabes: si cruzas la línea roja,

es el tribunal el que es juzgado,
el juez que es juzgado,
y el testigo que es juzgado.

Solo queda el asesino... sentado en primera fila, sonriendo a las cámaras, recibiendo invitaciones para asistir a una conferencia sobre derechos humanos. ¿Por qué no?

Trump ha asestado un golpe mortal al derecho internacional, una puñalada en el corazón de la Corte Penal, y luego ha enterrado lo que quedaba del sistema de derechos humanos y nos ha arrojado el cadáver: «Aquí lo tenéis, enterradlo», dijo con el mismo tono que utilizaba para dar órdenes durante las masacres en la costa siria, cuando los alauitas son enterrados bajo los escombros, sin testigos, sin investigación, a veces sin nombre, solo con un número... Un agujero y todo ha terminado.

Trump actuó como un vaquero: disparó y luego declaró que el objetivo amenazaba la seguridad. Todo ello ante los ojos de las naciones. Y también ante nuestros ojos... Ante los ojos de Europa, más concretamente.

La Europa que redactó estas leyes a partir de las cenizas de sus guerras, de sus complejos psicológicos nunca resueltos, de su miedo a sí misma.

Y hoy, mira, en silencio... Con todos sus complejos psicológicos, Europa hoy guarda silencio. Entierra a su hijo jurídico con sangre fría, como las madres de Gaza entierran a sus hijos...

Con una sola lágrima, porque el tiempo no permite llorar mucho tiempo.

¿Lo entienden ahora? Todas las leyes sobre derechos humanos, desde el Estatuto de Roma hasta la Carta Internacional, son buenas para las sesiones académicas y los cursos de formación que terminan con la entrega de diplomas y la toma de fotos después de la graduación de los felices expertos.

Y todo se decide en Washington.

Así es como se administra la justicia internacional en la era de la hegemonía: una lista de sanciones... y una alfombra roja extendida ante el verdugo.

¿Ha seguido bien la historia?

Una italiana en la lista usamericana de terrorismo político... Se llama Francesca Albanese. No es originaria de Gaza, no ha salido de una guerra, no ha nacido bajo el bloqueo. No esconde armas ni bombas en su bolso, no pertenece a ninguna organización secreta... Proviene del mundo del derecho, de las instituciones de las Naciones Unidas, de una burocracia neutral... Lo único que ha hecho es redactar un informe oficial sobre lo que ocurrió en Gaza...

Escribió lo que vio: sangre, escombros, un crimen en toda regla... Escribió que lo que ocurrió allí no fue una operación de seguridad ni de legítima defensa, sino un genocidio... Hizo su trabajo en el lenguaje de los informes, sin eslóganes, sin gritos de guerra, sin siquiera poner una media sandía roja en el margen... Francesca Albanese ha trastornado el orden mundial porque no ha mentido...

No infringió las normas diplomáticas... Simplemente aplicó la ley...

 ➤Firma la petición

Nobel de la Paz para Francesca Albanese y los médicos de Gaza

09/07/2025

GREGORIO ONETO
“Aurora”, “Gran Confianza”: El Financial Times revela planes genocidas para reconstruir Gaza
Investigación

Según reveló el Financial Times, el Boston Consulting Group y el Instituto Tony Blair estuvieron involucrados en la militarización de la ayuda humanitaria en Gaza y en el desarrollo de un proyecto genocida para reconstruir Gaza.

Gregorio Oneto,  Révolution Permanente , 7-7-2025
Traducido por Atahualpa Guevara, Tlaxcala
 


Investigaciones del Financial Times han revelado ( aquí y aquí ) la participación de dos empresas occidentales, Boston Consulting Group y el Instituto Tony Blair , en los planes israelíes de colonizar y limpiar étnicamente la Franja de Gaza. Estas revelaciones ponen de relieve la estrecha relación entre las altas esferas del capitalismo occidental y la maquinaria genocida israelí.

El Proyecto Aurora: Consultoría para militarizar la ayuda humanitaria en Gaza

Todo comenzó en octubre de 2024, cuando Boston Consulting Group (BCG), una de las consultoras estratégicas más prestigiosas del mundo, fue contactada por la empresa de seguridad privada Orbis para realizar un estudio de viabilidad de un proyecto de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza. Este proyecto de ayuda militarizada era entonces solo una opción considerada por el Instituto Tachlith , un centro de estudios sionista, mandatario de Orbis. Esta opción se ha convertido en un objetivo de guerra por derecho propio desde el inicio de la operación israelí “Carros de Gedeón”, que reanudó las operaciones genocidas en Gaza a principios de mayo . El estallido de una ocupación a gran escala de la Franja estuvo acompañado, de hecho, por la implementación de un supuesto sistema “humanitario”, bajo la gestión de milicias de seguridad privada, cuyo objetivo era militarizar la hambruna y desplazar a la población hacia el sur de la Franja, concentrando allí los únicos puntos de distribución de ayuda alimentaria.

A principios de 2025, mientras esta operación se concretaba, BCG comenzó a colaborar con la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), organización respaldada por Israel y USA y responsable de estas distribuciones letales, así como con la empresa militar privada Safe Reach Solutions (SRS), encargada de garantizar la seguridad de estas operaciones. Según se informa, el contacto con la consultora fue establecido por Phil Reilly, fundador de SRS y exempleado de BCG. Las funciones de la empresa yanqui, en el marco del proyecto Aurora, incluían la planificación detallada de las actividades de GHF. Si bien este trabajo, que involucró a un equipo de media docena de personas, fue inicialmente pro-bono, a partir de marzo se materializó en un contrato con una cuantiosa remuneración superior al millón de dólares, firmado por McNally Capital, un grupo de capital privado propietario de Orbis y con participación en SRS.

A partir de ese momento, dos consultores de BCG se trasladaron a Tel Aviv para supervisar directamente las operaciones. Colaboran directamente con SRS y GHF, en particular para asistir en la gestión logística, la construcción de centros y la entrega de ayuda. Milicias privadas como SRS se vieron obligadas a entregar la ayuda ellas mismas, ya que la mayoría de las ONG presentes en Gaza se negaron categóricamente a participar en este proyecto criminal. Cuando estos campos de distribución se inauguraron oficialmente a principios de mayo, la participación de BCG se intensificó aún más, enviando a tres consultores adicionales y ampliando el contrato con McNally por un monto que alcanzó los 4 millones de dólares.

Antes de marzo, existían 400 centros de distribución gestionados por diversas ONG. Hoy en día, solo cuatro centros de distribución de alimentos están activos, todos gestionados por la GHF. Estas instalaciones, insuficientes para aliviar la hambruna organizada por Israel, están construidas como campos de concentración: los gazatíes atraviesan pasillos alambrados para recibir raciones distribuidas por hombres armados. Con frecuencia, las distribuciones se convierten en masacres. Como reveló Haaretz , los soldados israelíes controlan los movimientos de la multitud disparando ametralladoras para impedir que se acerquen. Desde el establecimiento de estos campos de concentración, al menos 500 gazatíes han sido ejecutados por milicias de seguridad o fuerzas israelíes.

Los habitantes de Gaza esperan en los pasillos de alambre de púas del centro de distribución de ayuda de Tal al-Sultan, operado por GHF

El despliegue de centros de la GHF en la Franja podría ser, por lo tanto, un primer paso hacia una “solución final” al “problema palestino”: un documento interno de la GHF, al que tuvo acceso Reuters, establece que, tras una etapa inicial de distribución de ayuda humanitaria, los centros se transformarán en " zonas de tránsito humanitario ", es decir, campos de concentración, donde se retendrá a la población palestina y donde podrán “desradicalizarse, reintegrarse y prepararse para reasentarse en otro lugar si así lo desean”. Si bien la GHF niega este plan y este documento podría ya no ser relevante para los planes de la organización, su mera existencia da testimonio del radicalismo genocida de los actores que operan bajo las órdenes de Israel.


Vista aérea del sitio de Tal al-Sultan tomada por el ejército israelí

Un sistema criminal planificado y organizado por los mejores consultores del imperialismo yanqui, que permite a las empresas usaméricanas de “seguridad” enriquecerse con los cadáveres de palestinos. Ante la indignación generada por las revelaciones de la participación de BCG en esta operación, la dirección del grupo desautorizó por completo el proyecto, se separó de dos empleados involucrados y declaró que había renunciado al pago de estos servicios. Si bien la dirección de la empresa intenta responsabilizar plenamente a subordinados desobedientes que actuaron por iniciativa propia, este asunto revela la profunda implicación de las altas esferas financieras del capitalismo yanqui en la puesta en marcha del proyecto genocida de Israel.

“La Gran Confianza”: un nuevo plan para la reconstrucción de Gaza y la deportación de los gazatíes

Pero el trabajo de los consultores de BCG no terminó ahí. Según información del Financial Times , el grupo también participó en el desarrollo de un plan para “el Posguerra”, como parte de la reconstrucción de Gaza, muy inspirado en las propuestas de Trump de convertir la franja en una nueva “Riviera de Oriente Medio”. El desarrollo de este proyecto fue financiado, según se informa, por varios donantes de GHF, quienes, obviamente, no quieren limitarse a su labor “humanitaria”, sino proponer un proyecto a largo plazo para la franja: la colonización total de Gaza, como la derecha y la extrema derecha israelíes llevan mucho tiempo soñando.

Este proyecto también involucra al Instituto Tony Blair, una organización sin fines de lucro fundada por el ex primer ministro británico Tony Blair, cuya misión es ayudar a los países del Sur Global a optimizar su desarrollo bajo la presión de instituciones internacionales como el FMI. Tras alinear a la clase trabajadora británica, este defensor del liberalismo pretende ofrecer sus valiosos consejos a los líderes del Tercer Mundo sobre la mejor manera de que sus países prosperen. Es natural que sienta el deber de participar en un proyecto que permitirá la transformación de un campo de ruinas en un espacio económico ultramoderno y desarrollado.

Es precisamente este discurso “humanitario” el que envuelve y justifica este proyecto de colonización, llamado “The Great Trust ”, siendo “Great” el acrónimo de “Reconstitución Económica,aceleración y transformación de Gaza”. Como dice uno de los colaboradores del proyecto: “Este es el trabajo de un grupo de empresarios que han trabajado incansablemente durante los últimos 20 meses para crear un futuro mejor para Gaza”. Un futuro mejor para Gaza, pero sin gazatíes.

Los consultores de BCG, quienes proporcionaron modelos, análisis comparativos y diapositivas para este informe, calcularon el costo económico de esta reconstrucción considerando varios escenarios. Uno de ellos incluía la salida voluntaria de 500.000 palestin@s con “paquetes de reasentamiento”, que incluyen “5.000 dólares, alquiler subsidiado durante cuatro años y alimentos subsidiados durante un año “. En este escenario, más de tres cuartas partes de los residentes que se marcharían nunca regresarían al enclave. Las conclusiones de las comparaciones financieras son claras: “El reasentamiento fuera de Gaza es de 23. 000 dólares más barato por palestino que el coste de ayudarlos en Gaza durante la reconstrucción” . Por lo tanto , los consultores de BCG terminan abogando por la limpieza étnica para asegurar la viabilidad financiera del proyecto .

Si los inversores que encargaron estos modelos se aferraron a la idea de Trump de transformar Gaza en la “Riviera de Oriente Medio”, es también porque este proyecto les promete una verdadera bonanza financiera. Los cálculos del modelo financiero de BCG son implacables: este plan de reconstrucción “aumentaría el valor de Gaza de 0 a 324 000 millones de dólares actuales”. Y, para intentar atraer más apoyo, varias series de diapositivas destacan el potencial del proyecto con numerosos guiños a los posibles inversores.

La franja estaría dotada de la más moderna infraestructura, incluidas autopistas .“MBZ Central” y “Anillo MBS , estas iniciales son las de los líderes de los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita , una zona industrial discretamente llamada “Fabricación inteligente del k Área Elon Mus” , sin olvidar por supuesto el “Riviera e islas de Gaza Trump” , en honor a la inspiración detrás de todo el proyecto. Esto es, de hecho, entendido por sus creadores como un verdadera “Exploración económica de las ideas aportadas por el presidente Trump”. El objetivo declarado es transformar Gaza en un centro comercial, con la promesa de proporcionar “a la industria usamericana, acceso a 1.3Mil millones de dólares en minerales de tierras raras del Golfo” .


Si bien Trump revivió estas fantasías imperialistas con su propuesta de transformar la Franja en un paraíso inmobiliario para multimillonarios en febrero, los líderes israelíes no esperaron a que estableciera sus propios planes para el futuro de Gaza. En mayo de 2024, Netanyahu propuso su propio plan de recolonización titulado “Gaza 2035”, ilustrado con imágenes futuristas generadas por IA. Su ambición es muy similar a la de la “Gran Confianza” : transformar el territorio completamente destruido por el ejército israelí en una zona económica altamente desarrollada , gracias a las inversiones internacionales y su integración en el tejido económico circundante . Ya sea “desradicalizarla población palestina o evacuarla “voluntariamente” fuera del territorio, o incluso exterminarla pura y simplemente, la lógica de estos proyectos es intrínsecamente colonial y genocida .


Imagen producida como parte del plan “Gaza 2035”, reutilizada en el folleto del plan “Gran Confianza”

Paralelamente a estos planes, los dirigentes sionistas han venido desarrollando desde el día de octubre múltiples proyectos para reubicar a la población de Gaza, comenzando con el informe de inteligencia israelí del 13 de octubre de 2023, que proponía su traslado al desierto del Sinaí. Desde entonces, se han multiplicado las ideas sobre el futuro destino de los deportados, aunque ninguno de estos proyectos parece viable actualmente.

El Boston Consulting Group ha desautorizado por completo las actividades de sus socios involucrados en la organización de la ayuda humanitaria militarizada del GHF y en la modelización de la reconstrucción de Gaza. El Instituto Tony Blair , por su parte, afirma haber tenido únicamente un papel de observador en el desarrollo de la “Gran Confianza” , sus enviados se contentaron con “escuchar en los grupos de discusión. Estas negaciones no deben ser engañosas. El imperialismo occidental, tanto yanqui como europeo, es el mejor y más cercano aliado de Israel. Como resultado, el genocidio en curso en Palestina se lleva a cabo en estrecha colaboración con agentes usamericanos, ya sean servicios estatales o agencias privadas. Lejos de tener reparos en participar, las empresas que colaboran con el Estado sionista encuentran la manera de lucrarse con la masacre de palestinos.

Pero estas negaciones también demuestran que, ante la opinión pública mundial, estos agentes del imperialismo temen asumir su responsabilidad por el genocidio en curso en Gaza. Para frustrar todos estos proyectos de colonización y limpieza étnica, la única solución es transformar esta desaprobación generalizada en un movimiento activo de lucha en solidaridad con Gaza y todo el pueblo palestino.

Si bien las burguesías árabes, lideradas por Arabia Saudita y las petromonarquías del Golfo, participan en estos proyectos y son consideradas actores confiables por Israel y USA, urge que se reanude la movilización en las capitales árabes. Desde Jordania hasta Egipto, en toda la región, solo la movilización de las masas árabes puede poner fin a la maquinaria genocida que opera en Gaza. El genocidio del pueblo palestino no es una realidad ajena a la existencia de los trabajadores en Oriente Medio . Abre el camino a formas de contrarrevolución y aniquilación de una brutalidad sin precedentes . Ante la atrocidad de los planes israelíes y yanquis , apoyados por las potencias occidentales que siguen defendiendo “el derecho de Israel a la legítima defensa” , la lucha de l@s trabajador@s y las clases populares de la región es una necesidad vital , al igual que la de la juventud y l@s trabajadore@ de las metrópolis occidentales .