Red por los Derechos Civiles y Sociales, 14/5/2021
Han pasado dos meses desde que Dimitris Koufontinas puso fin a su quinta huelga de hambre, tras 66 días, 26 de los cuales los pasó en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Lamia. Tras permanecer otros 26 días en el Hospital de Lamia, el 9 de abril fue trasladado a la prisión de Domokos, a pesar de las recomendaciones de los médicos -y especialmente de los neurólogos- de trasladarlo a un centro de rehabilitación para que recibiera el tratamiento especial necesario en su caso. Actualmente se encuentra en un pabellón de tratamiento de la prisión, especialmente adaptado para su caso, moviéndose con una silla de ruedas, y con la ayuda de un fisioterapeuta, que le visita en la prisión dos veces por semana, está intentando recuperar la función muscular, aunque todavía se desconoce hasta qué punto su condición física y su salud pueden recuperarse a los niveles anteriores a la huelga.
Dos meses después, Dimitris Koufontinas vuelve a dar las gracias a todas y todos los que se solidarizaron con su lucha de todas las maneras posibles. Pero también a todas y todos los que, sin ser solidarios, tuvieron la valentía de defender lo justo de sus reivindicaciones, de oponerse a la violación de cláusulas y principios de derecho, firmando declaraciones colectivas o personales y desafiando la polémica a la que se vieron injustamente expuestos, de una manera inédita en la vida política.