Mouin Rabbani, DAWN, 26/1/2024
Traducido por Fausto Giudice, Tlaxcala
La ordenanza inicial dictada el viernes 26 de enero de 2024 por la Corte Internacional de Justicia sobre las acusaciones de genocidio contra Israel hizo historia, y no es una hipérbole.
El máximo tribunal de las Naciones Unidas con sede en La Haya consideró “plausible” que Israel haya cometido actos contra los palestinos de Gaza que violan la Convención sobre el Genocidio. Aunque su fallo no es todavía un veredicto sobre si Israel ha cometido genocidio, algo que el tribunal podría tardar años en decidir, la CIJ dictaminó que tiene jurisdicción para seguir adelante con el caso que fue presentado por Sudáfrica, desestimando el principal argumento de Israel.
El tribunal dictó medidas provisionales para proteger a la devastada población de Gaza del riesgo de genocidio, entre ellas, que Israel debe garantizar “con efecto inmediato” que sus fuerzas militares no cometen ninguno de los actos prohibidos por la Convención sobre el Genocidio, y que Israel debe “tomar todas las medidas” para prevenir y castigar la incitación directa y pública al genocidio contra los palestinos de Gaza. Cada una de las seis medidas provisionales fue aprobada con el apoyo abrumador de los 17 jueces del tribunal, en votaciones de 16-1 y 15-2.
En esta fase del procedimiento en La Haya, el caso se reducía a una sola cuestión: si la CIJ determinaba que Sudáfrica había presentado una acusación plausible de que Israel está cometiendo genocidio y, sobre esta base, permitía que el caso avanzara hacia una vista completa. Todo lo demás es secundario. En este punto crucial, el veredicto del tribunal fue inequívoco: los argumentos presentados por Sudáfrica ante la CIJ a principios de este mes eran suficientemente convincentes, y las refutaciones y negaciones de Israel, poco convincentes. La CIJ celebrará ahora una vista completa y adecuada para determinar si Israel es no sólo plausiblemente acusado, sino sustancialmente responsable del crimen de genocidio en Gaza.
Aquí se hizo
historia. A partir del 26 de enero de 2024, Israel y sus patrocinadores
occidentales ya no podrán utilizar el Holocausto para protegerse de la
rendición de cuentas por sus crímenes contra el pueblo palestino. Raz Segal, un
destacado profesor de estudios sobre el Holocausto y el genocidio, señaló
recientemente que el Estado de Israel nació en la impunidad. “La idea de
que el Estado judío pueda cometer crímenes de guerra, por no hablar de
genocidio, se convierte desde el principio en una idea impensable”, afirmó. “La
impunidad para Israel está horneada en el sistema”.
No más.