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24/11/2024

ARMANDO PALAU ALDANA
Corte Constitucional y el sendero hacia el racismo estructural
Disertaciones del Crepúsculo

Armando Palau Aldana, CIRPA, Cali, 24-11- 2024


La defensa del Parque Natural la emprendieron al comienzo de los años 80: biólogos marinos (adscritos al programa de biología de la Universidad de Valle que rondaba su primera década), buzos como Gonzalo Concha y defensoras de derechos humanos como Cecilia Castillo de Robledo, entre otros, y lo lograron en diciembre de 1983 cuando el entonces Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables (Inderena) lo declaró como Parque Nacional y se inició el camino para el cierre de la denigrante prisión que se clausuro en 1984.

La lucha contra el licenciamiento para construir las obras militares (radar, muelle y hangares) en la licenciada Estación Guardacostas (31 diciembre 2015), ha sido un indeclinable propósito de la bicentenaria y prestigiosa Academia de Ciencias Exactas Física y Naturales visible con la carta de su Comisión Permanente de Áreas Protegidas a la entonces Directora de la Autoridad de Licencias (mayo 2017), luego se sumaría el Comité Técnico Científico del Parque Nacional Natural Gorgona con su misiva protesta al Presidente Santos por esas calendas.

Nosotros arribamos a esta causa hace solo dos años (noviembre 2022), cuando solicitamos audiencia pública a la mencionada Autoridad Nacional de Licencias (Anla), que ha sido deliberada y sistemáticamente denegada por el subalterno Director (Rodrigo Negrete M) quien fuera el Jurídico de María Susana Muhamad G. en sus tiempos como Secretaria de Ambiente siendo Petro Alcalde de Bogotá, lo cual confirma la negación de participación ciudadana por parte de la vocera ambiental ministerial del gobierno que pregona paz con la naturaleza.

El pasado 9 de abril cuando recordábamos el magnicidio de Gaitán (1948) que originó el Bogotazo, dos valientes magistradas del Tribunal Superior de Bogotá decretaron el amparo constitucional a la Consulta Previa de la Comunidad Negra Guapi Abajo y la suspensión de la licencia para las mentadas obras militares, explicando que el territorio étnico deviene de una construcción cultural, con independencia de si las comunidades se encuentran ubicadas geográficamente en esas zonas, lesionado sin análisis técnico, antropológico y cultural comunidades.

Precisaron las Magistradas del Tribunal de Bogotá, que en estos casos de duda sobre un posible detrimento medio ambiental, como puede ser la migración de fauna marina o el derrame de sustancias toxicas en el medio acuático, se legitima la posibilidad de suspender la aplicación de los actos administrativos que representen un peligro a los recursos naturales, haciendo una debida interpretación del Convenio OIT 169 de 1989 y de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1965).

Sin embargo, la Sala Séptima de Revisión de la Corte Constitucional con ponencia de la magistrada Andrea Meneses (promovida a esa honorable Corporación Judicial por el expresidente Iván Duque), revocó el amparo a la Consulta Previa al Consejo de Comunidades Negras, intrigando que no se aportaron pruebas que permitieran establecer que el proyecto de construcción de la Estación Guardacostas es incompatible y afecta las actividades pesqueras que realiza la comunidad fuera del Parque Gorgona, en donde estas están prohibidas.

Se determinó entonces en Sentencia T-470 que el amparo del derecho a la consulta previa solo podía otorgarse acreditándose la "afectación directa" de la comunidad involucrada mediante el "impacto positivo o negativo” de la licencia para construcción de las obras militares de la Estación Guardacostas sobre las condiciones sociales, económicas, ambientales o culturales que constituyen la base de la cohesión social de la comunidad étnica, diferenciada del Consejo Bajo Tapaje y el Mar suscriptora del Acuerdo de Uso con Parques Nacionales.

Determinó entonces la Sala Séptima de Revisión que no es posible inferir razonablemente la existencia de una afectación directa a la Comunidad Guapi Abajo, desconociendo que además de la pesca, los lancheros guapireños transportan al Parque Isla Gorgona turistas y buzos, además son operadores turísticos que prestan hotelería y gastronomía en el caucano municipio, cuyas gentes tienen interconectividad en los usos de la territorialidad afrodescendiente con chagraunidades de vivienda-río mediante estrategias polifónicas (ICANH).

A partir del reconocimiento que la Corte hizo en sentencia C-169 de 2001 de éstas organizaciones étnicas como acreedores de los derechos del Convenio sobre Consulta Previa, pues constituyen un grupo social que comparte identidad cultural distinta a la sociedad dominante, la T-470 plasmo un retroceso, desconociendo los Acuerdos con Parques Nacionales del Movimiento Social de Comunidades Afro colombianas y los Consejos Comunitarios del Pacífico Colombiano (2002) y con las Organizaciones y Autoridades Étnico Territoriales de los Pueblos Negros del Pacífico (2020) , para decidir sus propias prioridades.

La T-470 de 2024 ignoró las 4 pruebas que aportamos por el Consejo Guapi Abajo y no realizó valoración probatoria e incurrió en defecto fáctico. Documentos probatorios emitidos por: Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales sobre los precarios Estudios de Impacto Ambiental de la Armada; Comité Científico de Gorgona sobre la fauna marina; Instituto Colombiano de Antropología e Historia Nacional (ICAHN) sobre pueblos afrodescendientes; e Ingeniero electricista Luis Carlos Orejarena Morales sobre la contaminación del Radar a la salud.

La Sala Séptima de la Corte ha incurrido en la consolidación del racismo estructural, pues su Sentencia T-470 contiene una limitación al derecho a la Consulta Previa, por tanto, denota un trato que pretende –consciente o inconscientemente– anular los derechos de las Comunidades Negras, trayendo como resultado la violación de sus garantías fundamentales al imponer una restricción que anula y menoscaba el reconocimiento de un tratamiento especial para la protección de sus libertades en las esferas política, económica y cultural.

La T-470 arrasó la jurisprudencia constitucional de inversión de la carga de la prueba en cabeza del licenciatario ambiental y no de las Comunidades, garantía probatoria en los escenarios de discriminación. Desconoció la doctrina de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Transgredió la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Configuró un hecho de exclusión social revocando la Consulta Previa establecida en el Convenio 169 de 1989 con estatus de Bloque de Constitucionalidad.

El Convenio 169 sobre Consulta Previa ordena a los gobiernos velar por que se efectúen estudios, en cooperación con los pueblos interesados, a fin de evaluar la incidencia social, espiritual y cultural y sobre el medio ambiente que las actividades de desarrollo previstas puedan tener sobre esos pueblos, sabiendo que por contraposición a la teoría del daño cierto y verificable, la precaución opera sobre el riesgo del desarrollo e impone el principio de precaución transversal al derecho ambiental, sin que sea exigible tener certeza sobre los eventuales daños.

Después de haber logrado el reconocimiento como país pluricultural y pluriétnico por la Constituyente del 91, no puede ser de recibo que una mentalidad político jurídica retardataria nos lleve mediante una sentencia constitucional por los ignominiosos caminos del racismo como discriminación estructural estatal acentuando las diferencias sociales y económicas, provocando desazón en los hombre y mujeres descendientes de la cultura Bantú forjadores de nuestra historia colombiana con un legado ancestral de protección de la Pachamama.

Por si estas ideas pudieran provocar un correccional contra el suscrito, lo reafirmo y expreso en ejercicio constitucional de mi libertad de expresión y conciencia, que me hace tararear el tango Cambalache (Santos Discépolo 1934): “¡Hoy resulta que es lo mismo / ser derecho que traidor!... / ¡Ignorante, sabio o chorro, / generoso o estafador! / ¡Todo es igual! / ¡Nada es mejor! / ¡Lo mismo un burro / que un gran profesor! / No hay aplazaos / ni escalafón, / los inmorales / nos han igualao”.



 

21/11/2024

“Consideramos grave retroceso de la Sala Séptima de Revisión”: Ambientalistas DiverGentes cuestionamos fallo de Corte Constitucional que revoca el amparo a Consulta Previa para Estación Guardacostas en Gorgona



Comunicado a la Opinión Pública

Bogotá, 18 de noviembre de 2024


La Sentencia T-470 de 2024 que revoca la providencia de la Sala Laboral del Tribunal de Bogotá en la que se ampara el derecho fundamental a la Consulta Previa al Consejo de Comunidades Negras Guapi Abajo y ordena suspender la licencia ambiental para la construcción de la Estación Guardacostas con sus 3 obras militares (radar, muelle y hangares) otorgada por la Autoridad de Licencias Ambientales al Ministerio de Defensa (Armada Nacional), constituye un preocupante retroceso a las garantías constitucionales al tratamiento preferencial a los afrodescendientes, establecido en el artículo 13 de la Carta Fundamental.
El fallo proferido por la Sala Séptima de Revisión, publicitado el pasado viernes por la gran prensa como “Corte Constitucional da Vía libre a la Estación Guardacostas en Gorgona”, conlleva una tergiversación de la Consulta Previa instituida en favor de Comunidades Negras, establecida por el Convenio OIT 169 y asimilado otrora a Bloque de Constitucionalidad, considerador por Naciones Unidas: “Pieza clave en la acción de la OIT a favor de la justicia social, objetivo reafirmado en el 2008 con la adopción de la Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa”.
La Sentencia T-470 que revoca el amparo a la Consulta Previa, desconfigura el instrumento consagrado en el Convenio OIT 169, al imponer al Consejo Comunitario Guapi Abajo la carga de la prueba de eventuales afectaciones directas por parte de la licencia ambiental para la construcción de las obras militares de la Estación Guardacostas, como requisito para poder realizar la consulta previa, desconociendo los principios ambientales de precaución y prevención, así como la “Dubio in pro Natura” que otorga en favor de la Pachamama el beneficio de la duda ante impactos del desarrollo de cualquier proyecto de infraestructura.
No obstante, se precisa que por parte del apoderado del Consejo Guapi Abajo, fueron arrimadas pruebas documentales provenientes de la prestigiosa Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales (órgano consultivo del gobierno nacional), del Comité Científico de Gorgona (Facultades de Biología Marina de las Universidades de los Andes, del Valle, Distrital, y las Fundaciones Yubarta, Calidris y el Centro de Investigaciones en Medio Ambiente y Desarrollo, entre otros) y del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, las cuales fueron omitidas por la Sentencia 470 para enrostrar falta de evidencia, no obstante los probados impactos ambientales de la proyectada Estación Guardacostas.
La Fundación Biodiversidad como apoderada del Consejo Comunitario Guapi Abajo, incoará incidente de nulidad ante la Sala Plena de la Corte Constitucional, evitando así que quede ejecutoriada la Sentencia T-470, prevaleciendo la orden de suspensión de la licencia ante la Autoridad de Licencias y la Armada Nacional. También se solicitará que se declare nula la desvinculación del Ministerio de Ambiente y de Parques Nacionales, por ser sujetos activos en la defensa de la licencia para la Estación Guardacostas, quienes a través de sus altos funcionarios señalan de mitómanos a los ambientalistas que defendemos este Santuario de Fauna y Flora. 

Armando Palau A. (Fundación Biodiversidad), Jimmy Viera R. (Poder Negro), Rubén Chávez L. (Fundación Pangea), Darío Gonzales P. (Investigador Indepaz), David Gómez F. (Fundación Nueva Luz), David Perafán (Corporación Ekoinc), Jorge Castellanos (Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana), Ricardo Sánchez A. (La Rosa Roja), Fernanda López (Fraternales y Revolucionarias), Agustín H. Valencia M. (Casa Ideó), Lilian Flórez Gonzáles (Fundación Yubarta).
Contacto: WhatsApp ++57 301 2405912

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04/11/2024

ARMANDO PALAU ALDANA
Disertaciones del Crepúsculo
¡Salimos a deber los ambientalistas!


Cali, 3 de noviembre de 2024



Culminó la dieciseisava conferencia de los países parte del Convenio sobre la Biodiversidad, que se prolongó hasta las primeras horas de la mañana del 2 de noviembre (siendo suspendida por falta de quorum). Hagamos un balance previo, esperando los documentos oficiales que emitirá la Secretaria Ejecutiva de la COP16 (Astrid Schomaker), para conocer posteriormente en detalle el alcance de las decisiones accesorias, pues las principales siguen sin concretarse desde la Cumbre Río de Janeiro en 1992.
En efecto, la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo en la que se aprobó el Convenio sobre Diversidad Biológica, determinó en su primer artículo como objetivos: la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos, mediante, un acceso adecuado a ellos y una transferencia apropiada de las tecnologías pertinentes, teniendo en cuenta los “derechos sobre esos recursos y tecnologías”, mediante una financiación apropiada.
O sea, llevan 32 años en la consecución de ese sofisma y pasarán otros tantos y nunca se logrará, sin embargo, una buena parte de letrados y actores de la contratación estatal ambiental, creen que fue un gran logro, pensando que quienes no lo reconocemos y cuestionamos dicha mercantilización de la biodiversidad, somos unos leños atravesados en el camino impidiendo que el crisol del dinero resuelva la vertiginosa degradación de la diversidad biológica, por lo tanto, salimos a deber.
El instituto Humboldt publicó un informe en 2017, afirmando que la biodiversidad colombiana ha mostrado una disminución promedio del 18% (sin precisar el rango de tiempo), siendo la mayor amenaza la pérdida de hábitats naturales, por lo general, relacionada con la agricultura y la ganadería expansiva, degradación que se mimetiza con el hecho de ser nuestra matria primer lugar en especies de aves y orquídeas, segunda en riqueza de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce, tercera en número de especies de palmas y reptiles, y cuarta en mamíferos.
Sin embargo, salimos a deber los ambientalistas, porque seguramente no dejamos durante estas tres décadas que la gamonal gobernadora del Valle del Cauca se hubiera dedicado a hacer los esfuerzos que anunció en la COP16, de lograr una mayor cooperación financiera para proteger nuestro degradado entorno; dirán también que los ambientalistas no permitimos a los cañicultores -a través hoy del alcalde de la Sucursal del Cielo- el viejo deseo de enlucirla y haberle dado matiz ambiental a la feria de Cali.
Por su parte, el Ministerio de Ambiente le apostó al impulso a la economía hacia la transformación productiva y competitiva basada en la naturaleza y el traslado de parte de los 20 mil millones de dólares anuales prometidos en Montreal (2022) para el financiamiento de la gestión colectiva de territorios marino-costeros, dulceacuícolas y terrestres; pero los pocos ambientalistas estropeamos esta visión rentística al denunciar que la COP16 y sus Mesas de Negocios, son evidencia más de la monetización de la naturaleza.
También seremos los ambientalistas los responsables de que no se haya logrado abandonar desde 1970 la quema de los cañaduzales del valle geográfico del río Cauca, es decir, quienes desde siempre hacemos activismo sobre problemáticas del entorno y sus recursos naturales, que lesionan a todos los seres vivos, generando masa crítica y tratando de lograr opinión pública, pues aunque el Minambiente emitió el pasado abril una resolución sugiriendo parar las quemas agrícolas, le permitió a la CVC excepcionar a los pirómanos 13 ingenios azucareros de Asocaña.
A propósito, Asocaña anunció en plena COP16 que son una agroindustria cada vez más sostenible y que conectaran 890 kilómetros de corredor biodiverso para contribuir a conservar la fauna que se moviliza por el río Cauca y que dejaran de quemar en 5 años cañaduzales, abandonando esta práctica de la que dependen 4 mil corteros; porque somos los ambientalistas quienes hemos desprestigiado desde 1994 ésta altruista causa, acudiendo desde hace 3 décadas al Consejo de Estado en ingentes acciones constitucionales para que se detenga esta contaminante práctica agrícola que daña el agua, el suelo, el aire, el paisaje, la biodiversidad y la salud de la niñez.
Ahora resultaron ambientales los bancos, las cámaras de comercio y las urbanizadoras, solo que los ambientalistas les impedimos demostrarlo, porque coincidimos con el dictamen del indígena Toro Sentado que en 1868 dijo: “Solo cuando el último árbol este muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero", pero aún así salimos a deber, porque no logramos que la Ministra, quien se tornó ambientalista después de haber sido consultora de la Shell Oil Company, revocara la licencia ambiental para construir una base militar en el Parque Natural Isla Gorgona, uno de los biomas más biodiversos del mundo.

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31/10/2024

COP DiverGente
Manifesto to Colombia and the World

  


COP DiverGente - Citizen and Autonomous Environmental Summit, Cali, October 26th and 27th, 2024
Spanish Original
Translated by Fausto Giudice, Tlaxcala

Gathered in the “COP DiverGente - Environmental, Citizen and Autonomous Summit”, we record the words of the Secretary General of the United Nations, Mr. António Guterres, on the occasion of the COP16: “Developing countries are being plundered. The digitized DNA of biodiversity underpins scientific discovery and economic growth. But developing countries are not benefiting equitably from these advances, despite harboring extraordinary wealth.” 

COP 16 is a long way from resolving these imbalances. Despite the glowing speeches with the slogan “Peace with nature”, COP 16 corroborates that it is one more phase of the commodification of nature and of our cultural and biological diversity, against the exclusive sovereignty rights of our Peoples.

The statements of the Colombian Minister of Environment are revealing: “What we are proposing in substance,” she says, “is a new financial pact, so we invite the private sector to build hand in hand a sustainable model that puts the care of nature at the center and enhances the opportunities that arise from it; we hope that this portfolio will be an incentive for capital and progress for all sectors; above all, to mobilize regional development and global leadership”. And she adds: “We must translate this portfolio into three currencies: biodiversity, carbon and hard currency”, defining COP16 as a “Fair of economies” (El Tiempo, September 28, 2024).

We reiterate that COP 16 is the commodification of the biological and cultural diversity of our Peoples, we disagree with this Conference and declare that we are against biopiracy, as appropriation by transnational corporations of the financial benefits of the use of digital sequence information on genetic resources; input for pharmaceutical biotechnology, the agrochemical market, as well as biological weapons and pathogens against the struggles of the peoples, by the great powers of the global north. Colombia -second most biodiverse country on Earth- is a victim, like our “second order” countries, of the plundering of the information of its genetic resources, without any benefit for our Peoples, since the large corporations have already appropriated these resources and created DNA information banks with secret agendas.

Background. The action of our Divergent COP does not begin or end today. It has as background, among others, the most powerful environmental citizen mobilization existing in Colombia, which is the defence of water and the Santurbán Paramo, which joins the struggle for an autonomous water policy where the management of water sources by the communities is respected; the struggle against the sugar mafia in the geographical valley of the Cauca; the defence of the Colombian Massif and Colombian rivers such as the Magdalena, the Cauca and the Atrato; and the forests, such as the Amazon and the Biogeographic Chocó, in indissoluble union with their inhabitants, subjected to ethnocide and ecocide.

Within the most immediate background of this process, undoubtedly, the defence of Gorgona Island occupies a central place, to prevent the construction of military works of a Coast Guard Station, which transgress the mega biodiversity of this fragile ecosystem, included in the Green List of the International Union for Conservation of Nature; works that harm the right of exclusive sovereignty of the ancestral peoples (without prior and informed consultation), which could lead to an ecocide. On April 9, we achieved the defence of these collective rights before the Court of Bogotá, by means of a court order to suspend the questioned environmental license. We demand that the government, without further formalities, proceed to revoke it.

Rights animate our alternative action. From our perspective, we agree with other thoughts that there is an indissoluble union of human beings with nature. Nature is the source of the goods indispensable for life, which is why we are environmentalists. Can a civilization or a society, lacking in solidarity, that does not respect human life and its natural environment, make a pact of “peace with nature”? A civilization defined by hunger, misery and the destruction of nature!

The “exchange of the external debt for nature” (formulated in 1989 by the Economic Commission for Latin America, and the Caribbean ECLAC) is offered to our Peoples as environmental redemption. This is the main banner of the Colombian Government before the Global North, which is equivalent to saying: “he who pollutes pays and he who pays pollutes”. We affirm that what is essential are the indigenous, Afro-Colombian, Raizal, Roma (Gypsy) and peasant peoples, with their inalienable, individual, collective, territorial and self-determination rights. Consequently, we affirm that there is no solution without the peoples. It is they, the irreplaceable protagonists, who in the first place can defend nature and their own rights against colonialism and neocolonialism.

In the Amazon basin, strategic for the climatic balance of the Planet, the brutal offensive of the landowners and cattle ranchers, of the megaprojects of extractivist transnationals continues, with the deforestation and destruction of the jungle, to the detriment of the original Peoples. We agree in the defence of the cross-border unity of all Peoples, so that the exclusive popular sovereignty is internationalist.

Food and nutritional security and sovereignty must be framed within the policies for the dignified survival of humanity, focusing its plans, programs and activities on the continuous improvement of the conditions of existence within the right to a dignified life, plans based on the right of the Peoples to define their own agrarian, production, distribution and consumption policies; with the capacity to self-supply, autonomously and adequately to their communities; the activities, in the peasant and ethnic Peoples' grassroots, must promote the permanent formation and training, linked and directed to the development of the solidarity economy, fundamental basis for the construction of popular power. Our option in rural and agrarian development is the peasant and ethnic peoples' way. Their own economies promote food sovereignty and security in our countries.

The national and international context. In the context of the new technological and energetic revolution of capitalism, in the face of the decline of fossil fuels, imperialist and geopolitical powers are jostling for zones of influence and the natural resources of the planet. One of the causes of the deployment of large military forces in the world and in America is the control of “natural resources” and their sources, under neocolonial relations of extractivism; which, with the participation of the local ruling classes, leads to the destruction of nature and social injustices that harm the rights of the Peoples. In the energy transition, big capital does not abandon its brutal methods of accumulation and reproduction. It is not the purpose of capitalism to “save the Planet”, nor to cease its predatory condition of human beings and nature.

The seas are the fundamental means, in more than 90%, of communication, of commercial and military relations in the world; therefore the inter-oceanic routes and channels, actual or potential, have a privileged place in the “maritime” and military strategy of the USA. In the “Eastern Tropical Pacific Marine Corridor” -which includes the Ecuadorian archipelago of the Galapagos Islands, Malpelo and Gorgona of Colombia, Coiba of Panama, Coco of Costa Rica-, the US Southern Command promotes a regional project with extension to the Caribbean Sea (over the isthmic region of the Continent); which, in Gorgona, as everywhere, violates the territorial rights of the ancestral Peoples, their exclusive sovereignty and leads to ecocide. 

Our alignment and solidarity is with all Peoples, as today with the Palestinian People subjected to genocide. Some plausible diplomatic actions are not enough, such as the rupture of relations with the government of Israel for the genocide of the Palestinian People; nor are speeches and declarations for peace. Coherence is indispensable and Colombia must leave NATO, the subordination to the Southern Command, renounce the Combined Maritime Force that under US command operates today in the Middle East and exclude any possibility of military agreement with the world geopolitical powers.

In the face of the worrying lurks of the ultra-right aimed at destabilizing and executing a fascist plan, we are on the side of the governmental alternative represented by the Historical Pact, without abandoning our critical approaches, especially in matters of environmental policies. We essentially defend the popular mandate expressed at the ballot box and demand coherence.

Immediate objectives. Our immediate objective is to articulate a citizens' alliance, autonomous from the government and its institutions. We demand that governments fulfil their social obligations and effectively guarantee the rights of civil society. Our action seeks to articulate existing organized environmental and social expressions, to strengthen the defence of human rights, the rights of indigenous peoples, Afro-Colombians and peasants, and the rights of nature. We seek to build a process to join wills and citizen powers, to reach consensus on objectives and to agree on mobilization initiatives around proposals that arise from debate and consensus, amid creative dissent. We propose today to strengthen a process of mobilization, debate and action. With a perspective of struggle against economic models predatory of nature and human beings. A cultural effort must be prioritized toward children and youth, to overcome the dominant paradigms that have led us to crisis and war. Our struggle is for life and for rights!

This Manifesto has as its initial bases the “Call” and the “Preliminary Declaration” of this Divergent Environmentalist, Citizen and Autonomous COP. It gathers contributions from previous forums and from this event held in Cali, on October 26 and 27, 2024, with a representative group of environmental and social leaders.

Convening Organizations: Indepaz; Poder Negro; Foundations: Biodiversidad, Pangea, Multipropaz, and Huella de Agua; EkoInc; Fraternales y Revolucionarias; Corporación Compromiso; Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana, Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán, Instituto para la Igualdad de Oportunidades, with an attendance of 120 environmental and social leaders gathered at the Institución Educativa Multipropósitos.


 


COP DiverGente - Cumbre Ambientalista Ciudadana y Autónoma
Manifiesto a Colombia y al Mundo

Nota de prensa

 

Cali, 26 y 27 de octubre de 2024

Reunidos en la “COP DiverGente - Cumbre Ambientalista, Ciudadana y Autónoma”, registra las palabras del Secretario General de Naciones Unidas, señor António Guterres, en ocasión de la COP16: “Los países en desarrollo están siendo expoliados. El ADN digitalizado de la biodiversidad sustenta los descubrimientos científicos y el crecimiento económico. Pero los países en desarrollo no se benefician equitativamente de estos avances, a pesar de albergar una riqueza extraordinaria”. 

La COP 16 está muy lejos de resolver estos desequilibrios. A pesar de los discursos encendidos con el lema “Paz con la naturaleza”, la COP 16 corrobora que es una fase más de la mercantilización de la naturaleza y de nuestra diversidad cultural y biológica, contra los derechos de exclusiva soberanía de nuestros Pueblos.

Las declaraciones de la Ministra de Ambiente de Colombia, son reveladoras: “Lo que proponemos de fondo,   -dice ella-, es un nuevo pacto financiero, por eso invitamos al sector privado a construir de la mano un modelo sostenible que ponga en el centro el cuidado de la naturaleza y potencie las oportunidades que surgen de ella; esperamos que este portafolio sea un incentivo de capital y de avance para todos los sectores; sobre todo, para movilizar desarrollo regional y liderazgo global”. Y agrega: “Este portafolio debemos traducirlo en tres monedas: biodiversidad, carbono y divisas fuertes”, definiendo la COP16 como una “Feria de economías” (El Tiempo, 28 septiembre 2024).

Reiteramos que la COP 16 es la mercantilización de la diversidad biológica y cultural de nuestros Pueblos, discrepamos de esta Conferencia y declaramos que estamos en contra de la biopiratería, como apropiación por parte de las corporaciones transnacionales de los beneficios financieros del uso de la información de secuencias digitales sobre recursos genéticos; insumo de la biotecnología farmacéutica, del mercado agroquímico, así como de armas biológicas y patógenos contra las luchas de los pueblos, por parte de las grandes potencias del norte global. Colombia -segundo país más biodiverso de la Tierra- es víctima, como nuestros países del “segundo orden”, del saqueo de la información de sus recursos genéticos, sin ningún beneficio para nuestros Pueblos, pues las grandes corporaciones ya se han apropiado de estos recursos y creado los Bancos de información del ADN con manejo de agendas secretas.

Antecedentes. La acción de nuestra COP Divergente no empieza ni termina hoy. Tiene como antecedentes, entre otros, la más poderosa movilización ambientalista ciudadana existente en Colombia, que es la defensa del agua y del Páramo de Santurbán, que se aúna a la lucha por una política autónoma el agua donde se respete el manejo de las fuentes abastecedoras por las comunidades; la lucha contra la mafia azucarera del valle geográfico del Cauca; la defensa del Macizo Colombiano y de ríos de Colombia como el Magdalena, el Cauca y el Atrato; y de las selvas, como la Amazónica y el Chocó Biogeográfico, en unión indisoluble con sus pobladores, sometidos al etnocidio y al ecocidio.

Dentro de los antecedentes más inmediatos de este proceso, sin duda, ocupa un lugar central la defensa de la Isla Gorgona, para impedir la construcción de obras militares de una Estación Guardacostas, que transgreden la mega biodiversidad de este frágil ecosistema, incluido en la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza; obras que lesionan el derecho de exclusiva soberanía de los pueblos ancestrales (sin consulta previa e informada), que podrían conducir a un ecocidio. Logramos el pasado 9 de abril ante el Tribunal de Bogotá, la defensa de estos derechos colectivos, mediante orden judicial de suspensión de la cuestionada licencia ambiental. Exigimos que el Gobierno, sin más trámites, proceda a su revocatoria.

Los derechos animan nuestra acción alternativa. Desde nuestra perspectiva, coincidimos con otros pensamientos en que existe una unión indisoluble de los seres humanos con la naturaleza. La naturaleza es la fuente de los bienes indispensables para la vida. Por esto somos ambientalistas. ¿Puede acaso realizar un pacto de “paz con la naturaleza”, una civilización o una sociedad, carentes de solidaridad, que no respetan la vida humana ni su entorno natural? ¡Una civilización definida por el hambre, la miseria y la destrucción de la naturaleza!

Se ofrece a nuestros Pueblos como redención ambiental el "cambio de la deuda externa por naturaleza" (formulada en 1989 por la Comisión Económica para América Latina, CEPAL). Esta es la principal bandera del Gobierno colombiano frente al norte Global, lo que equivales a decir: “quien contamina paga y quien paga contamina”. Afirmamos que lo esencial son los Pueblos indígenas, afrocolombianos, raizales, Rrom (gitanos) y campesinos, con sus derechos inalienables, individuales, colectivos, territoriales y de autodeterminación. En consecuencia, afirmamos que no hay solución sin los pueblos. Son ellos, protagonistas insustituibles, quienes en primer lugar pueden defender la naturaleza y sus propios derechos contra el colonialismo y el neocolonialismo.

En la cuenca amazónica, estratégica para el equilibrio climático del Planeta, continúa la ofensiva brutal de los terratenientes y ganaderos, de los megaproyectos de transnacionales extractivistas, con la deforestación y la destrucción de la selva, en contravía de los Pueblos originarios. Coincidimos en la defensa de la unidad transfronteriza de todos los Pueblos, para que la exclusiva soberanía popular sea internacionalista.

La seguridad y soberanía alimentarias y nutricionales, deben enmarcarse dentro de las políticas para la sobrevivencia digna de la humanidad, enfocando sus planes, programas y actividades en la mejora continua de las condiciones de existencia dentro del derecho a una vida digna, planes fundados en el derecho de los Pueblos a definir sus propias políticas agrarias, de producción, distribución, consumo; con capacidad de autoabastecer, autónoma y adecuadamente a sus comunidades; las actividades, en la asociatividad campesina y de Pueblos étnicos, deben promover la formación y capacitación permanentes, vinculada y encaminada al desarrollo de la economía solidaria, base fundamental para la construcción del poder popular. Nuestra opción en el desarrollo rural y agrario es la vía campesina y de los pueblos étnicos. Sus economías propias propician la soberanía y seguridad alimentarias en nuestros países.

El contexto nacional e internacional. En el contexto de la nueva revolución tecnológica, energética, del capitalismo, ante el declive, a un plazo determinado, de los combustibles fósiles, las potencias imperialistas y geopolíticas se disputan a dentelladas las zonas de influencia y los recursos naturales del Planeta. Una de las causas del despliegue de grandes fuerzas militares en el Mundo y en América es el control de los “recursos naturales” y sus fuentes, bajo relaciones neocoloniales de extractivismo; que, con la participación de las clases dominantes locales, conduce a la destrucción de la naturaleza y a injusticias sociales que lesionan los derechos de los Pueblos. El gran capital no abandona en la transición energética sus métodos brutales de acumulación y reproducción. No es propósito del capitalismo “salvar el Planeta”, ni cesar su condición depredadora de los seres humanos y de la naturaleza.

Los mares son el medio fundamental, en más de un 90%, de la comunicación, de las relaciones comerciales y militares en el Mundo; por lo cual las rutas y las vías interoceánicas, actuales o potenciales, tienen un lugar privilegiado en la “estrategia marítima” y militar de los EE. UU. En el “Corredor Marino del Pacífico Este Tropical” -que incluye el archipiélago ecuatoriano de las islas Galápagos, Malpelo y Gorgona de Colombia, Coiba de Panamá, Coco de Costa Rica-, el Comando Sur de los EE. UU impulsa un proyecto regional con extensión al Mar Caribe (sobre la región ístmica del Continente); que, en Gorgona, como en todas partes, viola los derechos territoriales de los Pueblos ancestrales, su exclusiva soberanía y conduce al ecocidio. 

Nuestro alineamiento y solidaridad es con todos los Pueblos, como hoy con el Pueblo Palestino sometido a un genocidio. No bastan algunas acciones diplomáticas plausibles, como la ruptura de relaciones con el gobierno de Israel por el genocidio al Pueblo palestino; ni los discursos y declaraciones por la paz. La coherencia es indispensable y Colombia debe salir de la OTAN, de la subordinación al Comando Sur, renunciar a la Fuerza Marítima Combinada que bajo el mando de los EEUU opera hoy en el Oriente Medio y excluir cualquier posibilidad de acuerdo militar con las potencias geopolíticas mundiales.

Ante las preocupantes acechanzas de la ultraderecha orientadas a desestabilizar y ejecutar un plan fascista, estamos del lado de la alternativa gubernamental representada por el Pacto Histórico, sin deponer nuestros planteamientos críticos en especial en materia de políticas ambientales. Defendemos esencialmente el mandato popular expresado en las urnas y exigimos coherencia.

Propósitos inmediatos. Nuestro objetivo inmediato es articular una alianza ciudadana, autónoma del gobierno y sus instituciones. Demandamos a los gobiernos el cumplimiento de sus obligaciones sociales y la garantía efectiva de los derechos de la sociedad civil. Nuestra acción busca articular expresiones organizadas ambientalistas y sociales existentes, para potenciar la defensa de los derechos humanos, los derechos de los pueblos indígenas, afrocolombianos y campesinos y los derechos de la naturaleza. Buscamos construir un proceso para sumar voluntades y poderes ciudadanos, consensuar objetivos y concertar iniciativas de movilización en torno de propuestas que surjan del debate y el consenso, en medio del disenso creador. Proponemos hoy fortalecer un proceso de movilización, de debate y acción. Con una perspectiva de lucha contra los modelos económicos depredadores de la naturaleza y los seres humanos. Un esfuerzo cultural de primer orden debe ser realizado con la infancia y la juventud, para superar los paradigmas dominantes que nos han conducido a la crisis y a la guerra. ¡Nuestra lucha es por la vida y por los derechos!

El presente Manifiesto, tiene como bases iniciales la “Convocatoria” y la “Declaración Previa”, de esta COP Divergente Ambientalista, Ciudadana y Autónoma. Recoge aportes de foros previos y de este evento realizado en Cali, los días 26 y 27 de octubre de 2024, con un conjunto representativo de líderes ambientalistas y sociales.

Organizaciones Convocantes: Indepaz; Poder Negro; Fundaciones: Biodiversidad, Pangea, Multipropaz, y Huella de Agua; EkoInc; Fraternales y Revolucionarias; Corporación Compromiso; Movimiento Cívico Conciencia Ciudadana, Comité para la Defensa del Agua y el Páramo de Santurbán, Instituto para la Igualdad de Oportunidades, con una asistencia de 120 líderes ambientalistas y sociales reunidos en la Institución Educativa Multipropósitos.

FuenteCIRPA





12/06/2024

Gustavo Petro: Acceptance speech for the Grand Collar of the State of Palestine

Gustavo Petro, Bogotá, June 3, 2024
Translated by Supriyo Chatterjee, Tlaxcala

On June 3, 2024, in Bogotá, Colombian President Gustavo Petro was awarded the Grand Collar of the State of Palestine, the highest civilian order of the State of Palestine. Below is his acceptance speech



Photo:
Andrea Puentes – Presidency of Colombia

“The young people coming out of universities in the United States, coming out in Europe, in Asia, in Africa and in Latin America, are the genuine expression of a new humanity; one that if it survives is going to build a different world, far removed from the material, much more rooted in frugality, but above all in wisdom and knowledge, where humanity no longer finds pages where some human beings kill other human beings.”

I have been awarded many decorations throughout my life. The first ones from my school, which are the ones I remember most; the medals of excellence that Father Pedro gave me -the last one he did not want to give me, but it was his turn-, and I must tell you that this is perhaps the most valuable one I have received because of what it undoubtedly means in the history of the world, in the history of resistance, and now in these fateful days we are living, which mark a point of departure in the history of mankind.

It is not just any event that we are witnessing: these are the new signs of a terrible world, but one that must also be filled with hope. It is not a world as Fukuyama dreamed, without contradictions, totally peaceful. It is a world deeply stressed by politics, perhaps more so than in the twentieth century, which experienced two world wars, which lived through the socialist revolution for almost the entire century.

The struggle between two different systems of understanding the world, of understanding the economy, of understanding society, which could have led to a third conflagration, undoubtedly, we were very close to it, but the responsibility of one and the other, in the Soviet Union and in the United States, which had already been allies in a war, an episode which is sometimes unknown, when together they decided to fight fascism, both the American society and the Soviet society knew very clearly that their enemy was not one of the two, that their enemy was a third one that was beginning to advance as a kind of specter in Europe at that time, throughout the world, carrying with it a series of criminal doctrines that became powerful and that filled drove humanity to one of its worst pages moments.

It cost fifty million dead to get out of that situation, and undoubtedly it was the soldiers of the Soviet and North American peoples who, together with many resistors in Europe, tens of thousands of people who took up arms, who did not agree with fascism, with absolute oppression, with genocide, and knew how to resist, in a journey that in the end was one of the great epic battles of humanity.

11/06/2024

Gustavo Petro: discorso di accettazione del Gran Collare dello Stato di Palestina

Gustavo Petro, Bogotà, 3 giugno 2024
Tradotto da Giulietta Masinova, Tlaxcala

Il 3 giugno 2024, a Bogotà, il Presidente colombiano Gustavo Petro è stato insignito del Gran Collare dello Stato di Palestina, il più alto ordine civile dello Stato di Palestina. Di seguito il suo discorso di accettazione



Foto
: Andrea Puentes - Presidenza della Colombia

“I giovani che escono dalle università degli Stati Uniti, dell'Europa, dell'Asia, dell'Africa e dell'America Latina sono l'espressione genuina di una nuova umanità che, se sopravvive, costruirà un mondo diverso, lontano dal materiale, molto più radicato nella frugalità, ma soprattutto nella saggezza e nella conoscenza, dove l'umanità non trova più pagine dove esseri umani uccidono altri esseri umani”.

Nel corso della mia vita ho ricevuto molte decorazioni. Le prime alla scuola, che sono quelle che ricordo di più; le medaglie di eccellenza che mi ha conferito Padre Pedro - l'ultima non voleva darmela, ma me l'ha data - e devo dirvi che questa è forse la più preziosa che ho ricevuto per il significato che indubbiamente ha nella storia del mondo, nella storia della resistenza e ora in questi giorni fatidici che stiamo vivendo, che segnano un prima e un dopo nella storia dell'umanità.

Non è un evento qualsiasi quello a cui stiamo assistendo: sono i nuovi segni di un mondo terribile, ma che deve anche essere riempito di speranza. Non è un mondo come lo sognava Fukuyama, senza contraddizioni, totalmente pacifico. È un mondo profondamente stressato dalla politica, forse più che nel XX secolo, che ha vissuto due guerre mondiali, che ha vissuto la rivoluzione socialista per gran parte del secolo.

Palabras del presidente Gustavo Petro luego de recibir la condecoración El Gran Collar del Estado de Palestina


Gustavo Petro, Bogotá, 3 de junio de 2024

El 3 de junio de 2024, en Bogotá, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, recibió el Gran Collar del Estado de Palestina, la más alta orden civil del Estado de Palestina. A continuación, su discurso de aceptación


Foto: Andrea Puentes - Presidencia

“Los jóvenes que salen de las universidades en Estados Unidos, que salen en Europa, en Asia, en África y en América Latina, son la expresión genuina de una nueva humanidad; una que si sobrevive va a construir un mundo diferente, muy alejado de lo material, mucho más afincado en la frugalidad, pero sobre todo en la sabiduría y en el conocimiento, donde la humanidad ya no encuentre páginas donde unos seres humanos matan a otros seres humanos”.

17/11/2023

Colombia: President Petro, it is time to break relations with the genocidal Israeli regime!
Join the first 126 signatories to the petition

Translated by Fausto Giudice, Tlaxcala

  You can add your signature to the first 126 ones by clicking here 

Urgent appeal to the President of the Republic of Colombia Gustavo Petro Urrego

“So leave our country
Our land, our sea
Our wheat, our salt, our wounds
Everything, and leave
The memories of memory
O those who pass between fleeting words!”

Mahmud Darwish,
Those Who Pass Between Fleeting Words, 1988

17.11.2023



State of Palestine Street, Bogotá (inaugurated in September 2023)

 
Mr. President Gustavo Petro, friends and other recipients of this communication,

With alarm and anguish we are witnessing the vile genocide perpetrated by the Zionist State of Israel against the Palestinian people. In turn, the United States is complicit in such horror, has deployed its war apparatus to the ar zone and supports Netanyahu's government with weapons.

For decades, it has spent a fortune in arming Israel. This drama is not new, it is 75 years of ignominy since the very creation of this state. It is the aberrant disproportion of two powers raging against a small territory and its people.

Pain and indignation have seized us, the images reveal all the impiety exercised, they have even bombed hospitals and refugee centers causing to date more than ten thousand fatalities without counting the missing, most defenceless girls, boys and women, civilian population. We are seeing the destruction and the bleeding of a people in all its dimension.

Inevitably, repudiation of such ignominy has been expressed from different parts of the world. Massive demonstrations have been held in many cities. As of today, several countries have spoken out. In our case, we are encouraged by your courageous declarations, qualifying this barbarism of the State of Israel as what it is: a genocide, as well as a “cleansing” or continuous ethnic elimination for 75 years. You have pointed out that the Zionist regime has violated human rights, that it has ignored all UN resolutions. You have also condemned their inhumane actions, and this deserves great recognition from us. Colombia, as well as several other countries, has recalled its ambassadors for consultation. The Plurinational State of our sister country Bolivia has broken diplomatic and economic relations with the Israeli State.

Although there is a forceful pronouncement on your part, it is of greater scope, to ratify it, to take one more step; that step that advances among the smoke of bombs to say No more, from our country Colombia we do not condone it. For this reason and in the face of such a misfortune, President Gustavo Petro, we raise our petition, which arises from the heart of the feeling of popular sectors that voted for the Government of Change that you preside together with Francia Márquez. We also call on Colombians who read this communiqué to adhere to this clamor by signing the following petition:

We would like to request President Gustavo Petro, the immediate severance of diplomatic, economic and political relations with the State of Israel with the consequent expulsion from our territory of the diplomatic corps of said country and the cancellation and/or embargo on all contracts concerning military security systems and armaments.

It is imperative to cancel the agreement that absurdly and regrettably grants us the condition of “strategic partner” of NATO, given that our country has no geographical or political reason to belong to that organization. Both the existence of U.S. military bases in our territory and our membership in this military organization, which goes against world peace, not only threatens our sovereignty, but also places us as an ally of the U.S. military forces in the scenario of a possible war between foreign powers. Likewise, Colombia considers itself as a “non-aligned” country, which unfortunately is only possible in words, because in practice we are not, since we are a signatory country of those agreements with NATO and accept the existence of U.S. military bases in our territory, a situation that you fought against and denounced in other days. Asserting Colombia's sovereignty before the world and positioning our country as a territory of peace would constitute the ratification of your policy of total peace, not only for our territory but also for the planet, in accordance with your positioning as a world leader for global peace.

With sincere appreciation and consideration, the following Colombian persons, residing in Colombia and abroad, sign this petition:

Gloria Gaitán, social fighter and writer, daughter of the great leader Jorge Eliécer Gaitán.
 Hernando Calvo Ospina, writer, journalist, documentary filmmaker, Paris, France.
 Renán Vega Cantor, writer, researcher, university professor. Bogotá, Colombia.
Reinaldo Spitaletta, journalist, writer, columnist for El Espectador, Medellín, Colombia.
 
Daniel Libreros, research professor, Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Victor de Currea-Lugo, physician, journalist, university professor, Bogotá, Colombia.
 Juan Manuel Arango, journalist, Noticiero Clarín, Colombia.
Blanca Merz, social leader, Hamburg, Germany.
Mauricio Vidales, poet and columnist, Hamburg, Germany.
Eleazar Plaza, writer, editor, director of Rosa Blindada Ediciones, Cali, Colombia.
 
Alberto Aguilera, historian, researcher specializing in Simón Bolívar, Cali, Colombia.
 
Juan Diego García, writer, Colombia.
 Matilde E. Trujillo U. freethinker, popular educator, Cali, Colombia.
 Luis Alfonso Mena, journalist, lawyer, historian, director of Periodismo Libre de Cali.
Ildebrando Arévalo, historian, international analyst, professor ESAP, Cali, Colombia.
 Luis Carlos Domínguez Prada, lawyer, writer, human rights defender, Bogotá, Colombia.
 Manuel Caicedo Paz, freethinker, socio-political activist, Cali, Colombia.
 José Urbano, documentary filmmaker, Cali, Colombia.
 Carlos Fuentes Delgado, metallurgical engineer, university professor, Cali, Colombia.
 Iván Enrique Chaves, health worker, pensioner, Cali, Colombia.
Harold Adolfo Ortíz Calero, magister in political science, doctor in philosophy, Cali, Colombia.
 Henry Montesdeoca, singer-songwriter, Cali, Colombia.
María Piedad Ossaba, independent journalist, director of La PLuma, Paris, France.
Mario Ossaba, painter, sculptor, Paris, France.
 Lilian Eugenia Gómez Álvarez, agronomist, PHD Biological Sciences, Medellín, Colombia.
 David López, jurist, director AIDHES, Switzerland.
 Álvaro Lopera, journalist and engineer, Colombia.
 Eliécer Jiménez Julio, journalist exiled in Geneva, Switzerland.
 Evelio Loayza, physician, human rights defender, CPDH, Cali, Colombia.
Alcides Lesmes, trade unionist, human rights defender, exiled from the UP, Valencia, Spain.
 José Manuel Gómez, UP political exile, Geneva, Switzerland.
Zoilo Angulo Ríos, agricultural engineer, PHD candidate, Valencia, Spain.
Nelson Restrepo Arango, lawyer, human rights defender, exiled, Madrid, Spain.
 
Jaime Jiménez García, historian, lawyer, Medellín, Colombia.
 Carlos Arturo Velandia, peace promoter, Medellín, Colombia.
Patricia Quintero, teacher exiled in Belgium.
André Veraart, pensioner, Belgium.
Cecilia Saavedra Ruiz, journalist, director of Zuma Qamana Cooperative, Bogotá, Colombia.
Rodrigo Vargas, human rights defender, CPDH, Cali, Colombia.
Heidy Rojas, project technologist, human rights defender, CPDH, Cali, Colombia.
Jovanny Rojas, human rights defender, demobilized FARC-EP peace signatory, Cali, Colombia.
Milton Luna, teacher, graduate in Chemistry, Cali, Colombia.
Elías Díaz, writer, Cali, Colombia.
 Diego Gil, writer, Cali, Colombia.
 Ana Ruth Mejía, architect, Cali, Colombia.
 Yamil Gutiérrez, philosopher, Cali, Colombia.
 Stella Jane Potes Cortés, artist, Cali, Colombia.
Jairo Ramírez Benjumea, social psychologist UNAD, Cali, Colombia.
 Pablo Angarita, actor, playwright, stage director, Cali, Colombia.
 Margarita María Aristizábal Ariza, anthropologist, Cali, Colombia.
 Hugo Sánchez, cultural manager, director of Café Cinema, Bogotá, Colombia.
Luna Vera, actress, cultural manager, artivist, Bogota, Colombia.
 Aleida Tabares Montes, actress, playwright, stage director, poet. Bogota, Colombia.
 María Catalina Hurtado, graduate in Social Sciences, Cali, Colombia.
 Clemencia Gálvez, literature teacher, poet. Cali, Colombia.
 José Figueroa Fernández, exiled in Brussels, Belgium.
 
María Fernanda Quintero, geographer, researcher Territorio y Población, Bogotá, Colombia.
 Miguel Hernández Chavarro, industrial engineer, Bogotá, Colombia.
Javier Meza Lagrancurth, petroleum engineer, Santa Marta, Colombia.
 Marco Alfredo Forero Parra, lawyer, Bogotá, Colombia.
 Luis Eduardo Agudelo Caro, pensioner, Bogotá, Colombia.
Eduardo Duplat Sanjuan, demobilized M19, Cúcuta, Colombia.
 Iván Bocanegra, mechanical engineer, Corinto, Colombia.
 Adolfo León Arciniegas Martínez, beekeeper, Palmira, Colombia.
 Mauricio Domínguez Caicedo, university professor, Cali, Colombia.
 Alfredo Martínez Vásquez, veterinarian and zootechnician, Cali, Colombia.
 
Francia Elena Prado Cedano, lawyer, Cali, Colombia.
Jorge Kujar, plastic artist, Cali, Colombia.
Jesús Alberto Gómez, architect, Cali, Colombia.
José Ramírez, M19 exile in Spain.
 Walter Tello, plastic artist, Cali, Cali, Colombia.
 Beatriz Eugenia Hurtado, plastic artist, Cali, Colombia.
 Marta Inés Hurtado, poet, Cali, Colombia.
Harrinson Riascos Torres, systems engineer, Hamburg, Germany.
Victor Edgar Vélez Giraldo, peasant artist, Palmira, Colombia.
 Edgar Aníbal Roa Zamora, social leader, Cali, Colombia.
Ángela María Quintero, psychologist, PhD University of Valencia, Spain.
Emely Marín, human rights lawyer, Valencia, Spain.
Willie Milton Hostos Álvarez, visual artist, Valencia, Spain.
 María Cristina Palacio, sociologist, public policy specialist, Manizales, Colombia.
 Gladys Giraldo, psychologist, Medellín, Colombia.
 Alba Nora Aristizábal, human rights lawyer, Manizales, Colombia.
 Amparo Mejía Arbeláez, sociologist, Manizales, Colombia.
David Marcelo Idarraga, publicist, Barcelona, Spain.
Pietro Alfonso Schiavo, soccer coach, Köln, Germany.
Sara García, economist, Valencia, Spain.
 Rafael Escobar, publicist, Cali, Colombia.
Anilsa Caicedo Salazar, lawyer, Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Jairo Restrepo, freelance journalist, USA.
Juan Carlos García Rivera, anthropologist, Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Miryam Christel, sociologist, Stuttgart, Germany.
 Gloria Mesa, graduate in English philology, pensioner, Manizales, Colombia.
María Carolina Estepa Becerra, lawyer, Bogotá, Colombia.
Juan Pablo Estupinan, lawyer, Bogotá, Colombia.
 Blanca Lucía Mera, attorney, Procuraduría, Bogotá, Colombia.
 Francia Elena Correa, psychologist, Manizales, Colombia.
 Luz Marina Cruz Pérez Cruz, psychologist, Pereira, Colombia.
María Emma Rodriguez Mosquera, social activist, Cali, Colombia.
 Johanna María López, head nurse, Medellín, Colombia.
 Beatriz del Socorro Escobar, lawyer, Medellín, Colombia.
 Silverio Mejía, artist, Manizales, Colombia.
 María Teresa Puerta Marín, social activist, Toronto, Canada.
 Oswaldo Quintero, lawyer, Pereira, Colombia.
 Claudia Patricia Gómez, social worker, Bogotá, Colombia.
Silvia Zuleta, social activist, Barcelona, Spain.
 Martha Isabel Povea de Caicedo, retired teacher, Armenia, Colombia.
Laura Vargas, administrative, Valencia, Spain.
 
Stella García, business administrator, Cali, Colombia.
 Patricia Duque, therapist in Traditional Oriental Medicine, Cali, Colombia.
 César A. Duque Córdoba, lawyer, public official, Cali, Colombia.
Yira Bolaños Arturo, reincorporation and reconciliation project coordinator, Cali Mayor's Office
Patricia González, business administrator, Cali, Colombia.
 Daniela Córdoba, professional in international business, Cali, Colombia.
 Silvia María Salazar Giraldo, lawyer, human rights defender, Cali, Colombia.
 Rosalba Hernández, independent trader, Cali, Colombia.
 Esperanza Cerón, physician, Cali, Colombia.
 Elizabeth Cubaque, popular leader, Ciudad Bolivar, Bogota, Colombia.
 Santiago Duque, worker, Cali, Colombia.
Ángela Liliana Mazuera León, psychologist, philosophy graduate, human rights defender, Cali, Colombia.
Pilar Orozco, psychologist, Cali, Colombia.
Lisandro Duque Naranjo, cineasta, columnista y escritor

 

Colombia: ¡Presidente Petro, ya es hora de romper relaciones con el régimen genocida israelí!
Júntense a l@s primer@s 126 firmatari@s de la petición

  Puedes unirte a estas 126 firmas iniciales pinchando  aquí 

Petición urgente al presidente de la República de Colombia Gustavo Petro Urrego

"Marchaos de nuestra tierra de nuestro cielo, de nuestro mar
de nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas de todo...marchaos,
de los recuerdos de la memoria."
Mahmud Darwish, poeta palestino

17.11.2023

 
Señor presidente Gustavo Petro, amigas, amigos y demás personas receptoras de esta comunicación,

Con alarma y angustia estamos siendo testigos del vil genocidio perpetrado por el Estado sionista de Israel contra el pueblo palestino. A su vez, Estados Unidos es cómplice de tal horror, ha desplegado sus aparatos de guerra hacia la zona de conflicto y apoya con armamento al gobierno de Netanyahu.

Durante décadas ha destinado una auténtica fortuna en armar a Israel. Este drama no es nuevo, son 75 años de ignominia desde la propia creación de ese estado. Es la desproporción aberrante de dos potencias ensañadas contra un pequeño territorio y su pueblo.

El dolor y la indignación nos han embargado, las imágenes revelan toda la impiedad ejercida, han bombardeado inclusive hospitales y centros de refugiados causando hasta la fecha más de diez mil víctimas mortales sin contar los desaparecidos, la inmensa mayoría niñas, niños y mujeres indefensas, población civil. Estamos viendo la destrucción y el desangre a un pueblo en toda su dimensión.

Inevitablemente desde distintos lugares del mundo se ha expresado el repudio a tal ignominia. En muchas ciudades se han realizado multitudinarias manifestaciones. Al día de hoy, varios países se han pronunciado. Es nuestro caso, en que nos infunden ánimo sus valientes declaraciones, calificando esta barbarie del Estado de Israel como lo que es: un genocidio, a la vez que una “limpieza” o eliminación étnica continua durante 75 años. Usted ha señalado que el régimen sionista ha violado los derechos humanos, que ha pasado por alto todas las resoluciones de la ONU. Usted también, ha condenado su inhumano accionar, y ello desde nosotros merece un gran reconocimiento. Colombia, al igual que varios otros países ha llamado a consulta a sus embajadores. El Estado Plurinacional de nuestro hermano país Bolivia, ha roto relaciones diplomáticas y económicas con el estado israelí.

Si bien hay un contundente pronunciamiento de su parte, es de mayor alcance, ratificarlo, dar un paso más; ese paso que avance entre las humaredas de bombas para decir ¡No más!, no cohonestamos de facto desde nuestro país Colombia. Por ello y ante tamaña desventura, presidente Gustavo Petro, elevamos nuestra petición, que surge desde las entrañas del sentimiento de sectores populares que votaron por el Gobierno del Cambio que usted preside junto a Francia Márquez. Igualmente hacemos un llamado a las colombianas y colombianos que lean este comunicado para que se adhieran a este clamor firmando la siguiente petición:

Nos permitimos solicitarle presidente Gustavo Petro, la ruptura inmediata de las relaciones diplomáticas, económicas y políticas con el estado de Israel con la consiguiente expulsión de nuestro territorio del cuerpo diplomático de dicho país y la cancelación y/o embargo de todos los contratos concernientes a sistemas de seguridad militar y armamento.

Ampliamos con otras consideraciones relacionadas: Es imperativo cancelar el acuerdo que de manera absurda y lamentable nos otorga la condición de “socio estratégico” de la OTAN, dado que nuestro país no tiene ninguna razón ni geográfica ni política para pertenecer a dicha organización. Tanto la existencia de bases militares norteamericanas en nuestro territorio como la pertenencia a esa organización militar que va en contravía de la paz mundial, no sólo atenta contra nuestra soberanía, sino que, por otro lado, nos ubica como un aliado portaviones de las fuerzas militares de Estados Unidos en el escenario de una posible guerra entre potencias extranjeras. Así mismo Colombia se considera como un país "no alineado", lo que lamentablemente, sólo es posible de palabra, porque en el orden práctico no lo somos al ser país firmante de esos acuerdos con la OTAN y al aceptar la existencia de las bases militares norteamericanas en nuestro territorio, situación que usted combatió y denunció en su momento. Hacer valer la soberanía de Colombia ante el mundo y posicionar a nuestro país como territorio de paz, se constituiría como la ratificación de su política de paz total, no sólo para nuestro territorio sino para el planeta, acorde a su posicionamiento como un líder mundial por la paz global.

Con sincero aprecio y consideración, firman esta petición las siguientes personas colombianas, residentes en Colombia y en el extranjero:

Gloria Gaitán, luchadora social y escritora, hija del gran líder Jorge Eliécer Gaitán.
Hernando Calvo Ospina, escritor, periodista, realizador documentalista, París, Francia.
Renán Vega Cantor, escritor, investigador, profesor universitario. Bogotá, Colombia.
Reinaldo Spitaletta, periodista, escritor, columnista de El Espectador, Medellín, Colombia.
Daniel Libreros, profesor investigador Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Victor de Currea-Lugo, médico, periodista, profesor universitario, Bogotá, Colombia.
Juan Manuel Arango, periodista, Noticiero Clarín de Colombia.
Blanca Merz, lideresa social, Hamburgo, Alemania
Mauricio Vidales, poeta y articulista, Hamburgo, Alemania.
Eleazar Plaza, escritor, editor, director de Rosa Blindada Ediciones, Cali, Colombia.
Alberto Aguilera, historiador, investigador especialista en Simón Bolívar, Cali, Colombia.
Juan Diego García, escritor, Colombia.
Matilde E. Trujillo U. , librepensadora, educadora popular, Cali, Colombia.
Luis Alfonso Mena, periodista, abogado, historiador, director Periodismo Libre de Cali.
Ildebrando Arévalo, historiador, analista internacional, profesor ESAP, Cali, Colombia.
Luis Carlos Domínguez Prada, abogado, escritor, defensor DH, Bogotá, Colombia.
Manuel Caicedo Paz, librepensador, activista sociopolítico, Cali, Colombia.
José Urbano, cineasta documentalista, Cali, Colombia.
Carlos Fuentes Delgado, ingeniero en metalurgia, profesor universitario, Cali, Colombia.
Iván Enrique Chaves, trabajador de la salud, pensionado, Cali, Colombia.
Harold Adolfo Ortíz Calero, magister cencia política, doctor en filosofía, Cali, Colombia.
Henry Montesdeoca, cantautor, Cali, Colombia.
María Piedad Ossaba, periodista independiente, directora de La PLuma, París, Francia.
Mario Ossaba, pintor, escultor, París, Francia.
Lilian Eugenia Gómez Álvarez, agrónoma, PHD Ciencias Biológicas, Medellín, Colombia.
David López, jurista, director AIDHES, Suiza.
Álvaro Lopera, periodista e ingeniero, Colombia.
Eliécer Jiménez Julio, periodista exiliado en Ginebra, Suiza.
Evelio Loayza, médico defensor de DH, CPDH, Cali, Colombia.
Alcides Lesmes, sindicalista, defensor de DH, exiliado de la UP, Valencia, España.
José Manuel Gómez, exiliado político de la UP, Ginebra, Suiza.
Zoilo Angulo Ríos, ingeniero agrónomo, candidato PHD, Valencia, 
España.
Nelson Restrepo Arango, abogado, defensor DH, exiliado, Madríd, 
España.
Jaime Jiménez García, historiador, abogado , Medellín, Colombia.
Carlos Arturo Velandia, promotor de paz, Medellín, Colombia.
Patricia Quintero, docente exiliada en Bélgica.
André Veraart, pensionado, Bélgica.
Cecilia Saavedra Ruiz, periodista, directora Cooperativa Zuma Qamana, Bogotá, Colombia.
Rodrigo Vargas, defensor DH, CPDH, Cali, Colombia.
Heidy Rojas, tecnóloga en proyectos, defensora DH CPDH, Cali, Colombia.
Jovanny Rojas, defensor de DH, desmovilizado firmante de paz FARC-EP, Cali, Colombia.
Milton Luna, docente, licenciado en Química, Cali, Colombia.
Elías Díaz, escritor, Cali, Colombia.
Diego Gil, escritor, Cali, Colombia.
Ana Ruth Mejía, arquitecta, Cali, Colombia.
Yamil Gutiérrez, filósofo, Cali, Colombia.
Stella Jane Potes Cortés, artista, Cali, Colombia.
Jairo Ramírez Benjumea, psicólogo social UNAD, Cali, Colombia.
Pablo Angarita, actor, dramaturgo, director escénico, Cali, Colombia.
Margarita María Aristizábal Ariza, antropóloga, Cali, Colombia.
Hugo Sánchez, gestor cultural, director Café Cinema, Bogotá, Colombia.
Luna Vera, actriz, gestora cultural, artivista, Bogotá, Colombia.
Aleida Tabares Montes, actriz, dramaturga, directora escénica, poeta. Bogotá, Colombia.
María Catalina Hurtado, licenciada en Ciencias Sociales, Cali, Colombia.
Clemencia Gálvez, profesora de literatura, poeta. Cali, Colombia.
José Figueroa Fernández, exiliado en Bruselas, Bélgica.
María Fernanda Quintero, geógrafa, investigadora Territorio y Población, Bogotá, Colombia.
Miguel Hernández Chavarro, ingeniero industrial, Bogotá, Colombia.
Javier Meza Lagrancurth, ingeniero de petróleos, Santa Marta, Colombia.
Marco Alfredo Forero Parra, abogado, Bogotá.
Luis Eduardo Agudelo Caro, pensionado, Bogotá.
Eduardo Duplat Sanjuan, desmovilizado M19, Cúcuta, Colombia.
Iván Bocanegra, ingeniero mecánico, Corinto, Colombia.
Adolfo León Arciniegas Martínez, apicultor, Palmira, Colombia.
Mauricio Domínguez Caicedo, profesor universitario, Cali, Colombia.
Alfredo Martínez Vásquez, médico veterinario zootecnista, Cali, Colombia.
Francia Elena Prado Cedano, abogada, Cali, Colombia.
Jorge Kujar, artista plástico, Cali, Colombia.
Jesús Alberto Gómez, arquitecto, Cali, Colombia.
José Ramírez, exiliado del M19 en 
España.
Walter Tello, artista plástico, Cali.
Beatriz Eugenia Hurtado, artista plástica, Cali, Colombia.
Marta Inés Hurtado, poeta, Cali, Colombia
Harrinson Riascos Torres, ingeniero de sistemas, Hamburgo, Alemania.
Victor Edgar Vélez Giraldo, artista campesino, Palmira, Colombia.
Edgar Aníbal Roa Zamora, líder social, Cali, Colombia.
Ángela María Quintero, psicóloga, PhD Universidad de Valencia, 
España.
Emely Marín, abogada defensora de DH, Valencia, 
España.
Willie Milton Hostos Álvarez, artista plástico, Valencia, 
España.
María Cristina Palacio, socióloga, especialista política pública, Manizales, Colombia.
Gladys Giraldo, psicóloga, Medellín, Colombia.
Alba Nora Aristizábal, abogada defensora de DH, Manizales, Colombia.
Amparo Mejía Arbeláez, socióloga, Manizales, Colombia.
David Marcelo Idarraga, publicista, Barcelona, 
España.
Pietro Alfonso Schiavo, entrenador de fútbol, Köln, Alemania.
Sara García, economista, Valencia, 
España.
Rafael Escobar, publicista, Cali, Colombia.
Anilsa Caicedo Salazar, abogada Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Jairo Restrepo, periodista independiente, EE.UU.
Juan Carlos García Rivera, antropólogo Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Miryam Christel, socióloga, Stuttgart, Alemania.
Gloria Mesa, licenciada en filología inglesa, pensionada, Manizales, Colombia.
María Carolina Estepa Becerra, abogada, Bogotá, Colombia.
Juan Pablo Estupinan, abogado, Bogotá, Colombia.
Blanca Lucía Mera, abogada de la Procuraduría, Bogotá, Colombia.
Francia Elena Correa, psicóloga, Manizales, Colombia.
Luz Marina Cruz Pérez, psicóloga, Pereira, Colombia.
María Emma Rodriguez Mosquera, activista social, Cali, Colombia.
Johanna María López, enfermera jefe, Medellín, Colombia.
Beatriz del Socorro Escobar, abogada, Medellín, Colombia.
Silverio Mejía, artista, Manizales, Colombia.
María Teresa Puerta Marín, activista social, Toronto, Canadá.
Oswaldo Quintero, abogado, Pereira, Colombia.
Claudia Patricia Gómez, trabajadora social, Bogotá, Colombia.
Silvia Zuleta, activista social, Barcelona, 
España.
Martha Isabel Povea de Caicedo, docente pensionada, Armenia, Colombia.
Laura Vargas, administrativa, Valencia, 
España.
Stella García, administradora de empresas, Cali, Colombia.
Patricia Duque, terapeuta en Medicina Tradicional Oriental, Cali, Colombia.
César A. Duque Córdoba, abogado, funcionario público, Cali, Colombia.
Yira Bolaños Arturo, coordinadora proyecto reincorporación y reconciliación Alcaldía de Cali
Patricia González, administradora de negocios, Cali, Colombia.
Daniela Córdoba, profesional en Negocios Internacionales, Cali, Colombia.
Silvia María Salazar Giraldo, abogada, defensora DH, Cali, Colombia.
Rosalba Hernández, comerciante independiente, Cali, Colombia.
Esperanza Cerón, médica, Cali, Colombia.
Elizabeth Cubaque, lideresa popular, Ciudad Bolívar, Bogotá, Colombia.
Santiago Duque, obrero, Cali, Colombia.
Ángela Liliana Mazuera León, psicóloga, lic. en filosofía, defensora DH, Cali, Colombia.
Pilar Orozco, psicóloga, Cali, Colombia.
Lisandro Duque Naranjo, cineasta, columnistas y escritor