
Ashtiyeh: "Soy el fotógrafo más activo y veterano de Cisjordania y nunca había enfrentado peligros como este."Foto Alex Levac
Jaafar Ashtiyeh, un reconocido fotógrafo de prensa de Cisjordania, ha resultado herido con frecuencia en el curso de su trabajo. Pero nada lo había preparado para lo que los colonos le hicieron.
Gideon Levy y Jaafar Ashtiyeh / AFP (fotos), Haaretz, 8-11-2025
Traducido por Tlaxcala
Jaafar
Ashtiyeh ha visto y fotografiado las últimas expresiones de innumerables
personas exhalando su último suspiro. Nunca las olvidará. En casi 30 años de
trabajo como fotógrafo para la agencia de noticias francesa AFP en Cisjordania,
ha captado miles de imágenes de tristeza, sufrimiento humano, muerte, paz,
esperanza, victoria e incluso felicidad.
Le
cuesta elegir cuál de ellas resume mejor su vida profesional. Pero cuando se le
insiste, finalmente elige una: la de una anciana abrazando el tronco de un
olivo, tomada en 2006, que desde entonces se ha vuelto icónica.
Este veterano fotógrafo de guerra ha documentado prácticamente todo lo que ha ocurrido en la ocupada y asfixiada Cisjordania en las últimas décadas. Hace alrededor de un mes, mientras documentaba a palestinos cosechando aceitunas, fue atacado por una banda de colonos violentos. Incendiaron su coche ante sus ojos, y está convencido de que, de no haber huido, lo habrían matado.
Nos
encontramos la semana pasada en un café de la localidad de Huwara, cerca de
Nablus, no lejos del lugar del crimen: los olivares pertenecientes a los
habitantes del pueblo de Beita. Ashtiyeh aún no tiene coche nuevo y apenas ha
vuelto a trabajar desde el asalto. En él todavía son visibles los signos del
trauma, las consecuencias del ataque y, sobre todo, la impotencia que siente,
incluso en este veterano curtido.
El coche de Jaafar Ashtiyeh arde en el pueblo de Beita el 10 de octubre. "No estoy a favor ni en contra de nadie", dice. Su trabajo, explica, siempre ha sido simplemente tomar fotografías. "Algunos soldados lo entendían, otros nos llamaban terroristas."
Nació
hace 57 años en el pueblo de Salem, cerca de Nablus, donde aún vive con su
familia. Durante algunos años fue vicepresidente del consejo local de forma
voluntaria. Desde su juventud, nunca ha sido arrestado ni ha tenido problemas
con las fuerzas de seguridad israelíes. Como fotógrafo de una agencia
internacional, afirma mantener la neutralidad.
Ashtiyeh
nunca estudió fotografía —estudió economía en un colegio de Nablus—, pero en
1996 comenzó a trabajar para AFP. Había alquilado una cámara y fotografiado
escenas en la Tumba de José. La prestigiosa agencia publicó las imágenes y
desde entonces trabaja allí. La BBC eligió una de sus fotos como “fotografía
del año”.


