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10/11/2025

Cómo Trump y Suecia intentan malvender el Sáhara Occidental
¿El fin de medio siglo de principios?

 Un reportaje de “Konflikt”, Sveriges Radio (7-11-2025)
Realización: Viktor Löfgren
Producción: Anja Sahlberg
Sonido: Fabian Begnert
Transcripción: Solidarité Maroc . Traducción : Tlaxcala 

Version française  النسخة العربية  

Gran parte del mundo de arriba, encabezado por Donald Trump, parece darle la razón a Marruecos sobre el Sáhara Occidental ocupado. ¿Está colapsando el derecho internacional?

Suecia, otrora defensora del derecho internacional, ha suavizado su postura sobre el Sáhara Occidental. Un giro simbólico justo cuando la ONU reconoce la propuesta marroquí de autonomía. “Konflikt” cuenta este cambio global.

Participantes: John Bolton, diplomático usamericano y exasesor de seguridad nacional de Donald Trump; Sara Yerkes, analista del grupo de reflexión usamericano Carnegie; Manuel Devers, jurista francés que llevó ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea los asuntos relacionados con el acuerdo comercial entre la UE y Marruecos; Erik Hagen, de Western Sahara Resource Watch; Jytte Guteland, diputada socialdemócrata miembra de la Comisión de Asuntos Europeos, Senia Bachir, representante del Polisario en Suecia, Mouaad Joumani, activista pro marroquí que presiona a favor del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, Dahar Rahmouni, activista saharaui. El Gobierno sueco y el ministro de Comercio, Benjamin Dousa, son duramente criticados en este episodio. Durante dos semanas, Konflikt intentó en varias ocasiones conseguir una entrevista para que el ministro pudiera responder a las críticas y aclarar el razonamiento del Gobierno, pero el ministro rechazó la entrevista.

 


En el Parlamento, el hombre de los mil correos electrónicos

Cada semana, los diputados suecos ven aparecer el mismo nombre en sus bandejas de entrada: Mouaad Joumani.
El mismo tono, la misma convicción: « La verdad sobre el Sáhara Occidental debe salir a la luz. »

Para este habitante de Gotemburgo, el Sáhara Occidental —ese territorio desértico al sur de Marruecos, bañado por el Atlántico— no es una colonia, sino parte integrante del reino.
Una afirmación que contradicen varias sentencias de la Corte Internacional de Justicia.

Durante mucho tiempo su discurso fue marginal, pero hoy resuena hasta en los pasillos del poder. En octubre de 2025, Suecia y otros países occidentales parecen dispuestos a reconsiderar la cuestión saharaui. En Nueva York, el Consejo de Seguridad está a punto de dar un paso inédito: reconocer el plan marroquí de autonomía como “la solución más realista”.

Un pueblo exiliado, dos realidades

Para entender este cambio, la periodista Anja Salberg viajó a los campamentos de refugiados saharauis del sur de Argelia.
Allí sobreviven cerca de cien mil personas desde 1975, año en que Marruecos anexionó el territorio tras la retirada española.

« Recuerdo el calor del día y el frío de la noche. Los campamentos se convirtieron en ciudades de arena dependientes de la ayuda internacional », relata.
En 2010, se aventuró en El Aaiún, la capital no oficial del Sáhara ocupado, donde conoció a Dahar Rahmouni, un activista torturado por sus ideas.
« Nunca me sentí libre, nunca seguro. Siempre vigilado. »

Hoy los saharauis siguen viviendo entre el exilio y el control: unos en los campamentos argelinos, otros bajo la administración marroquí. Y la promesa de un referéndum sigue sin cumplirse.

Suecia: del faro moral al pragmatismo político

Durante décadas, Suecia encarnó una conciencia internacional. En las instituciones europeas defendía la legalidad frente a la fuerza.
« Suecia era un faro de principios en Europa », explica Erik Hagen, de Western Sahara Resource Watch.
Pero en el otoño de 2025, ese faro titubea: el país que antes defendía la autodeterminación de los saharauis vota a favor de un acuerdo comercial entre la UE y Marruecos, que incluye el Sáhara Occidental.

De la Marcha Verde a la era Trump: el mundo al revés

En 1975, el rey Hasán II convocó la “Marcha Verde”.
España se retiró, Marruecos ocupó el territorio y el Frente Polisario tomó las armas.
Una guerra de dieciséis años terminó con un alto el fuego en 1991 y la promesa de un referéndum que nunca llegó.

Bajo Donald Trump, USA reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara a cambio de la normalización de relaciones entre Rabat e Israel en los Acuerdos de Abraham.
El exdiplomático John Bolton lo resume con amargura: « Los marroquíes jugaron con maestría.
Trump quería un trofeo diplomático antes de irse. »

Europa, entre el derecho y el comercio

En 2024, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que los acuerdos comerciales con Marruecos violaban el derecho internacional.
Pero un año después, Bruselas introdujo un mecanismo de control para eludir el problema.
Suecia, antes reacia a cualquier compromiso, aprobó esta nueva versión.

La diputada socialdemócrata Jytte Guteland se indigna:
« ¿Cómo podemos condenar la invasión de Ucrania y legitimar la del Sáhara Occidental? »

El ministro de Comercio, Benjamin Dousa, respondió con cautela:
« Tenemos en cuenta la complejidad del caso y las nuevas garantías europeas. »

Cuando la ley dice no

En Estocolmo, el abogado Manuel Devers, representante del Frente Polisario ante el Tribunal de Justicia de la UE, desmonta este argumento:
« La Unión pretende etiquetar como marroquíes productos que proceden del Sáhara Occidental. Es una violación flagrante del derecho. »
Afirma que solo el Polisario, reconocido por la ONU, puede otorgar consentimiento.
Denuncia una “política de simulación” y advierte:
« Si Europa deja de respetar sus propias normas, destruye su credibilidad y la del derecho internacional. »

Otro rostro de Suecia

En Estocolmo, Senia Bashir, representante del Polisario, acaba de regresar de los campamentos de Tinduf, donde creció.
« En los años 80, la ropa enviada desde Suecia llegaba con postales y palabras de amistad. Para nosotros, Suecia simbolizaba la solidaridad. »
Hoy, confiesa, lleva un mensaje distinto: « Suecia nos ha dado la espalda. »

El relato marroquí

Por su parte, Mouaad Joumani celebra: « No es una colonia. Marruecos construye, invierte, crea empleo. Ocho mil millones de dólares para desarrollar la región. » Defiende la propuesta marroquí de autonomía, comparable a la de Cataluña: autogestión local bajo soberanía nacional. « Es el único camino realista », afirma.
El Polisario la rechaza: solo un referéndum puede decidir entre independencia o integración.

La ONU entierra el sueño saharaui

El 31 de octubre de 2025, el Consejo de Seguridad aprueba una resolución histórica: el plan marroquí se convierte en “la solución más viable”. China y Rusia se abstienen; Estados Unidos, Francia y la mayoría de los europeos votan a favor. La analista Sara Yerkes, del Carnegie Endowment, explica: « Desde Trump, muchos países siguieron la tendencia sin llegar al reconocimiento pleno. La idea de un Estado saharaui independiente ha muerto. »Y añade, con cierto desasosiego: « El derecho internacional se ha vuelto secundario. No sé cómo repararlo. » Aun así, aboga por una autonomía sólida con derechos políticos y garantías sobre los recursos. « En 2025, es la única salida practicable. »

Dos realidades, un mismo silencio

En El Aaiún, Mouaad Joumani filma las celebraciones del cincuentenario de la Marcha Verde. Las calles se llenan de banderas rojas con la estrella verde. « No es solo una fiesta —es orgullo, es amor », escribe.

Mientras tanto, Dahar Rahmouni, desde la clandestinidad, envía un mensaje de voz: « Nada ha cambiado. Vivimos bajo vigilancia, detenidos sin razón. El mundo solo se interesa por nuestros recursos, no por nuestros derechos. » Y añade:
« Espero que el mundo no le dé completamente la espalda al derecho internacional. »

Un mundo que bascula

Cincuenta años después de la Marcha Verde, el Sáhara Occidental sigue atrapado entre el derecho y la fuerza, entre la promesa y el abandono. Suecia, antaño símbolo de coherencia moral, se ha unido al campo del realismo político.
Y el derecho internacional, una vez más, cede bajo el peso del poder.

 

 

23/02/2024

De Gaza a Malmö: la batalla del Horror Show de Eurovisión

Fausto Giudice, Tlaxcala, 22/2/2024

Se llama Eden Golan -¡menudo nombre!- y corre el riesgo de pasar a la historia como Gaza Hell. Tiene 20 años y dos pasaportes: ruso e israelí. Nacida en Kfar Saba, ciudad israelí construida sobre las ruinas del pueblo palestino del mismo nombre, de padre letón y madre ucraniana, pasó 13 años de su corta vida en Rusia, donde comenzó una carrera como cantante de variedades. Acaba de ser seleccionada para representar a Israel en Eurovisión 2024, que se celebrará el próximo mes de mayo en Malmö (Suecia). Pero es muy probable que nunca ponga un pie allá. Explicación.

 

Fueron los islandeses quienes dieron el pistoletazo de salida: el pasado diciembre, la Sociedad de Autores y Compositores (FTT), que representa a 440 artistas islandeses (Islandia tiene 375.000 habitantes), hizo un llamamiento a RÚV, la cadena nacional, para que no participara en Eurovisión mientras Israel estuviera involucrado. Los finlandeses siguieron su ejemplo: 1.400 artistas pidieron a su cadena pública que hiciera lo mismo. Músicos y artistas de Noruega (350), Suecia (1.005) y Dinamarca (300) lanzaron llamamientos similares en enero, seguidos por los irlandeses, 15.000 de los cuales firmaron el llamamiento.

Israel se considera parte de Europa en muchos ámbitos: fútbol y otros deportes, música y otras artes. Lo único que falta es la esfera política: la UE nunca tuvo en cuenta la petición formulada hace unos cuarenta años por el carismático líder radical italiano Marco Pannella de acoger a Israel.

Israel participa en el Festival de la Canción de Eurovisión desde 1973; fue anfitrión en 1979, 1999 y 2019 y quedó primero en cuatro ocasiones, en 1978, 1979, 1998 y 2018.

La Unión Europea de Radiodifusión (UER/EBU), que organiza el concurso, ha dado la misma respuesta a todas las peticiones de exclusión de Israel: “Eurovisión no es un concurso entre gobiernos, sino entre artistas. No se trata de política”. Basándose en este argumento, excluyó a Rusia en 2022, pocos días después del inicio de la invasión (u operación militar especial, según los gustos) de Ucrania. Al comentar esta decisión, Martin Österdahl, supervisor ejecutivo de Eurovisión, declaró: “Cuando decimos que no somos políticos, lo que debemos defender siempre son los valores fundamentales y supremos de la democracia”.

Eden Golan fue seleccionada en un acto organizado por la Radiotelevisión Pública de Israel (KAN), en el que cantó “I Don't Want To Miss A Thing”, de Aerosmith, en un escenario lleno de sillas vacías que representaban a los israelíes cautivos en Gaza, los famosos rehenes en el centro la dramaturgia montada por Israel. KAN anunció entonces que la canción que interpretaría en Malmö se titulaba “October Rain” [Lluvia de Octubre]. La dirección de la UER anunció inmediatamente que examinaría el texto de la canción para ver si tenía algún contenido político, en cuyo caso sería rechazada. El ministro de Cultura israelí, Miki Zohar, calificó inmediatamente el anuncio de “escandaloso” y la KAN anunció que, si la canción era rechazada, no propondría otro texto. Además, Eden Golan no participará en la ceremonia de inauguración en Malmö, por “razones de seguridad” y porque coincidirá con Yom Hachoa, el Día de la Shoah.

Por lo tanto, es muy probable que Israel se vea excluido de este gran espectáculo comercial, que es un verdadero horror show [espectáculo de terror].

Preguntas: si Eden Golan fuera seleccionado y actuara en el escenario del Malmö Arena, llevando el lazo amarillo de la campaña israelí “Bring Them Home” [Tráiganlos a casa], ¿qué pensarían los organizadores de este concurso “apolítico”? ¿Y qué piensan esos mismos organizadores del hecho de que la cantante haya actuado en varios eventos importantes en Rusia, incluido uno en Crimea tras su anexión (o liberación, según los gustos) por Rusia? ¿No debería ser objeto de la exclusión de Rusia de Eurovisión?

Mientras tanto, la guerra de imágenes y discursos en todos los medios online está en pleno apogeo. Y los valientes escandinavos continúan su lucha. A continuación, fotos de dos acciones ante la sede de NRK, la radiotelevisión pública noruega, en Marienlyst (Oslo) en enero. L@s activistas anunciaron que realizarían sentadas todos los días para exigir que la NRK no retransmitiera el concurso si participaba Israel.

 


27 de enero de 2024


                                                31 de enero de 2024 : “Sí a una fiesta popular

 

No al genocidio

09/06/2023

FAUSTO GIUDICE
Annecy, Francia: un amok “en nombre de Jesucristo”

Fausto Giudice, Tlaxcala, 9/6/2023

Amok, palabra derivada del vocablo malayo amuk que significa “furia incontrolable”, se refiere a los actos cometidos por personas -generalmente hombres- que repentinamente son presa de una locura asesina y llevan a cabo ataques con arma blanca contra individuos al azar en una carrera que generalmente termina con la muerte o el suicidio del agresor. Esta forma extrema de descompensación suicida, observada en Malasia y otros países, ha sido objeto de innumerables estudios etnológicos y psiquiátricos, obras literarias - de Rudyard Kipling a Romain Gary y Stefan Zweig - y películas (al menos 9 desde 1927).


Lo ocurrido a orillas del lago de Annecy en Francia el jueves 8 de junio de 2023 es un caso típico de amok: Abdelmasih Hannoun, sirio de 31 años, apuñaló a 4 niños pequeños delante de sus horrorizadas madres, y después a dos ancianos. Un joven, Henri, de 24 años, que pasaba por allí, intentó detenerle con su mochila, pero no lo consiguió. Eso fue todo lo que necesitó este estudiante de marketing, que actualmente recorre las catedrales de Francia, para convertirse en el “héroe de la mochila” de las llamadas redes sociales. La policía fue alertada e intervino, poniendo fin a la alocada carrera, sin matar al asaltante, disparándole en las piernas.

“Tal y como están las cosas, no tenemos pruebas que sugieran que había un móvil terrorista”, declaró la fiscal de Annecy, Line Bonnet-Mathis, en una rueda de prensa en el lugar de los hechos 6 horas después. Como el agresor no estaba bajo los efectos del alcohol ni de las drogas, la investigación se está centrando en sus antecedentes psiquiátricos y su estado psicológico. Los investigadores, que sin duda no han leído ni a Stefan Zweig ni a Émile Durkheim, tendrán mucho trabajo para explicar el desmadre.

A medida que pasaban las horas, iban apareciendo detalles sobre Abdelmasih Hannoun [traducción literal: Esclavo misericordioso del Mesías]: refugiado en Suecia, donde se casó con una sueca de Trollhättan conocida en Turquía, este cristiano sirio (“asirio”) de Hassaké, en el noreste de Siria, pasó unos diez años en Suecia antes de divorciarse y abandonar el país. Solicitó asilo en Francia, Italia y Suiza antes de que su primera solicitud de asilo en Suecia fuera finalmente aceptada el 26 de abril de 2023, lo que motivó la denegación de su solicitud en Francia, notificada el 4 de junio. Tras obtener un permiso de residencia permanente en Suecia en 2013, había solicitado la ciudadanía sueca a partir de 2017, que le fue denegada tres veces, a pesar de tener una hija, que ahora tiene 3 años, y de estudiar enfermería.

Durante su amok, este siervo del Mesías gritó dos veces: “En el nombre de Jesucristo” en inglés. Llevaba una cruz y, además del cuchillo, un libro de oraciones. Por ello, la policía no le disparó en la cabeza, lo que sin duda habría ocurrido si hubiera gritado “Allahu Akhbar”. Esto habría ahorrado al Sr. Ministro de Interior Darmanin el trabajo de devanarse los sesos sobre “coincidencias inquietantes” y habría calmado “el susto que abruma a nuestro país” (Aurore Bergé, líderesa del grupo Renacimiento de los diputados macronistas, que aprovechó el amok saboyano para denunciar la “pelea de trapoers” en la Asamblea Nacional sobre la reforma de las pensiones).

Así pues, podríamos añadir esta definición al Diccionario de las ideas recibidas de Gustave Flaubert:

Amok: una forma de terrorismo cuando el autor es musulmán, un acto meramente aterrador y perturbador cuando el autor es cristiano, incluso si es árabe y barbudo”.

 

12/07/2022

MILENA RAMPOLDI
5 preguntas a Fausto Giudice, autor de “Joe Hill, in memoriam

  Milena Rampoldi, 12/07/2022
Traducido por María Piedad Ossaba

 

¿Cómo descubriste a Joe Hill?

Yo era un joven inmigrante en Suecia a finales de los años 60. Eran los “años dorados” de la socialdemocracia reinante, que declaraba toda disidencia como “desviación”, que debía ser tratada por la psiquiatría. Me identificaba con los “condenados de la tierra” y encontraba la moral reinante luterana de una hipocresía incomparable. Los que decían querer el bien del pueblo habían reescrito la historia, borrando “el otro movimiento obrero”, que había combatido al capital por todos los medios salvo los pacíficos. Joe Hill era una figura legendaria de este “otro movimiento obrero”. En 1970, me encontré con algunos centenares de marginales como extras en la película rodada por Bo Widerberg sobre Joe Hill, en los barrios en el sur de Estocolmo. Lo único que sabía de él hasta entonces era la canción que cantó Joan Baez en Woodstock. Joe Hill me decía que la clase obrera sueca no siempre había sido ese pacífico paquidermo de la representación socialdemócrata. Y descubrí a Anton Nilsson, “el hombre del Amalthea”. Este trabajador de 21 años había colocado, junto con dos compañeros, una bomba cerca de un barco llamado Amalthea, amarrado en Malmö, que albergaba a los esquiroles británicos importados por los patrones contra una huelga de estibadores, en 1908. Anton Nilsson fue sentenciado a muerte y se le conmutó la pena por la de cadena perpetua tras una campaña internacional, encabezada en particular por los de los IWW (Trabajadores Internacionales del Mundo), el sindicato en el que militaba Joe Hill en USA.

¿Qué nos dice Joe Hill hoy?

Nos dice esencialmente dos cosas: 1- se puede organizar a los más explotados, a los más oprimidos de una manera inteligente y eficaz adaptando las formas de organización a la realidad social de los “de abajo”, los migrantes, las mujeres, los precarios, los no cualificados, que es lo que han hecho los IWW, evitando cualquier forma de burocracia de tipo socialdemócrata. El “otro movimiento obrero” es eso, frente a los aparatos de tipo DGB, AFL-CIO o LO: un movimiento que se adhiere a la realidad de la clase, que es móvil, fluida, cambiante.

2- se pueden inventar formas de comunicación populares, creativas, contundentes y llenas de humor. Las canciones de Joe Hill son un magnífico ejemplo de eso.

21/04/2022

FAUSTO GIUDICE
Rasmus Paludan: retrato de un batifondero*

FG, BastaYekfi, 18/4/2022
Traducido por María Piedad Ossaba

 

El hombre que incendió los suburbios suecos durante el fin de semana santa y en pleno Ramadán merece ser conocido. Un retrato exprés.

 


Rasmus Paludan, visto por Morten Ingemann

 

Rasmus Paludan nació en 1982 en Zelanda del norte de madre danesa y padre sueco, lo que le permitió hace dos años obtener la nacionalidad sueca además de la danesa, y debería abrirle el camino como candidato a las elecciones legislativas suecas de septiembre próximo.  Probablemente no tendrá ninguna posibilidad de ser elegido allí, ni tampoco en Dinamarca, donde obtuvo apenas algunos miles de votos, pero esto debería ampliar su área de influencia en las llamadas redes sociales, donde se está extendiendo, multiplicando las provocaciones, pero sin alcanzar el éxito esperado.

 

Rasmus tiene un hermano menor de izquierdas -que en un vídeo llamó a no votar por él en 2019- y una hermana menor poeta feminista, que también hace música electrónica. Se casó el otoño pasado con una joven de 21 años, cuyo anonimato se ha preservado y de la que sólo se sabe que ha mantenido una relación amorosa desde los 17 años de edad con Peter Madsen, alias Raket-Madsen, el inventor de cohetes y submarinos, que cumple cadena perpetua por el asesinato, precedido de la violación, de la periodista sueca Kim Wall. (¿Boda de fachada? No lo sabemos. En cualquier caso, esta noticia ha puesto fin a los rumores que insisten en la homosexualidad de Rasmus, que además es objeto de una denuncia de una ONG de defensa de los niños por intercambios de comentarios sexuales con menores de 15 años.

 

Rasmus tiene dos problemas personales: su cerebro y su sobrepeso.

 

20/01/2022

Suzanne O’Sullivan
El misterio de los niños “dormidos” en Suecia
Una neuróloga investiga el “síndrome de resignación” en hijos de solicitantes de asilo

Suzanne O’Sullivan, The Sunday Times, 28/3/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala

Cientos de niños han sucumbido a una misteriosa enfermedad que puede mantenerlos en estado de sueño durante años. La destacada neuróloga Suzanne O'Sullivan investiga los hechos.

Extraído de  The Sleeping Beauties: And Other Stories of Mystery Illness  de Suzanne O'Sullivan (Picador 2021)

Apenas había cruzado el umbral y ya sentía claustrofobia. Podía ver a Nola tumbada en una cama a mi derecha. Supuse que tendría unos diez años. Esa era su habitación. Había venido sabiendo lo que me esperaba, pero de alguna forma aún no estaba preparada para enfrentar la situación. Cinco personas y un perro acababan de entrar en la habitación, pero ella no hizo ni un parpadeo de reconocimiento hacia ninguno de nosotros. Se quedó perfectamente quieta, con los ojos cerrados, aparentemente en paz.

 “Lleva así más de un año y medio”, dijo la Dra. Olssen mientras se inclinaba para acariciar suavemente a Nola en la mejilla.

 

Djeneta, a la derecha, una refugiada romaní/rrom (gitana) que lleva dos años y medio postrada en una cama sin responder, y su hermana, Ibadeta, en la misma situación desde hace más de seis meses, en Horndal, Suecia, el 2 de marzo de 2017. (Foto Magnus Wennman)*

Estaba en Horndal (Suecia), un pequeño municipio a 160 kilómetros al norte de Estocolmo. La doctora Olssen había cuidado de Nola desde que enfermó por primera vez, así que conocía bien a la familia. Descorrió las cortinas para que entrara la luz y se dirigió a los padres de Nola para decirles: “Las niñas tienen que saber que es de día. Necesitan sentir el sol en la piel”.

“Saben que es de día”, respondió su madre a la defensiva. “Las sentamos fuera por la mañana. Están en la cama porque estás de visita”.

Esa no era solo la habitación de Nola. Su hermana, Helan, que era aproximadamente un año mayor, yacía tranquilamente en la parte inferior de un conjunto de literas a mi izquierda. Desde mi posición solo podía ver la planta de sus pies. La litera superior -la cama de su hermano- estaba vacía. Estaba sano; lo había visto asomarse mientras caminaba hacia la habitación de las niñas. Estaba allí porque era neuróloga, especialista en enfermedades cerebrales y alguien familiarizado con el poder de la mente sobre el cuerpo, quizá más que la mayoría de los médicos.

Me acerqué a la cama de Nola. Al hacerlo, miré a Helan por encima del hombro y me sorprendió ver que sus ojos se abrían un segundo para mirarme y luego se cerraban de nuevo.

“Está despierta”, le dije a la Dra. Olssen.

“Sí, Helan sólo está en la fase inicial”.

Nola no mostraba ningún signo de estar despierta, tumbada sobre las sábanas de su cama, preparada para mí. Llevaba un vestido rosa y medias de arlequín blancas y negras. Su pelo era espeso y brillante, pero su piel era pálida. Sus labios eran de un rosa insípido, casi incoloro. Tenía las manos cruzadas sobre el estómago. Parecía serena, como la princesa que había comido la manzana envenenada. El único signo seguro de enfermedad era una sonda nasogástrica que le atravesaba la nariz y estaba sujeta a la mejilla con cinta adhesiva. La única señal de vida era el suave sube y baja de su pecho.

Me agaché junto a su cama y me presenté. Sabía que, aunque pudiera oírme, probablemente no me entendería. Sabía muy poco inglés y yo no hablaba sueco ni su lengua materna, el kurdo, pero esperaba que el tono de mi voz la tranquilizara.

Nola y Helan son dos de los cientos de niños dormidos que han venido apareciendo esporádicamente en Suecia durante 20 años. Los rumores sugieren que el fenómeno existe desde los años 90, pero el número de niños afectados se disparó con el cambio de siglo. Entre 2003 y 2005 se registraron 424 casos. Desde entonces ha habido cientos más. Afecta tanto a niños como a niñas, pero con una ligera preponderancia de éstas. Normalmente, la enfermedad del sueño tiene un comienzo insidioso. Al principio, los niños se vuelven ansiosos y deprimidos. Su comportamiento cambiaba: dejaban de jugar con otros niños y, con el tiempo, dejaban de jugar por completo. Poco a poco se encerraban en sí mismos y pronto no podían ir a la escuela. Cada vez hablaban menos, hasta no hablar nada en absoluto. Finalmente, se metían en la cama. Si entraban en la etapa más profunda, ya no podían comer ni abrir los ojos. Se quedaban completamente inmóviles, sin responder a los estímulos de la familia o los amigos y sin reconocer el dolor, el hambre o el malestar. Dejaban de tener una participación activa en el mundo. 

Los primeros niños afectados fueron ingresados en el hospital. Se les sometió a extensas investigaciones médicas, como tomografías, análisis de sangre, electroencefalogramas (grabaciones de las ondas cerebrales) y punciones lumbares para examinar el líquido cefalorraquídeo. Los resultados eran siempre normales y los registros de las ondas cerebrales contradecían el aparente estado de inconsciencia de los niños. Incluso cuando los niños parecían no responder, sus ondas cerebrales mostraban los ciclos de vigilia y sueño que cabría esperar en una persona sana.