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31/12/2021

La société pharmaceutique Teva jugée responsable de milliers de morts dans un procès historique sur les opioïdes à New York


Sarah Maslin NirJan Hoffman et Lola Fadulu, The New York Times, 30/12/2021
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Cette affaire, la première du genre, visait tous les maillons de la chaîne d'approvisionnement en opioïdes sur ordonnance, des fabricants aux chaînes de pharmacies qui exécutaient les ordonnances.


"Info : le nombre de morts par overdose d'opioïdes dépasse celui des morts par arme à feu"-John Cole, 2018

Un jury a jugé jeudi 30 décembre qu'un fabricant et distributeur d'opioïdes a contribué à une nuisance publique en inondant New York de pilules qui ont tué des milliers de personnes.

Teva Pharmaceuticals USA Inc. et une poignée de ses filiales ont été jugées responsables à l'issue d'un procès tentaculaire de six mois qui visait à déterminer le rôle joué par l'industrie pharmaceutique dans l'épidémie d'opioïdes dans deux comtés de New York durement touchés et dans tout l'État.

L'État de New York a également été jugé partiellement responsable.

Le procès a débuté en juin et a été plaidé conjointement par l'État de New York et les comtés de Suffolk et Nassau. L'affaire a débuté avec plus de deux douzaines d’inculpés, et a été la première du genre à viser l'intégralité de la chaîne d'approvisionnement en opioïdes : les entreprises pharmaceutiques qui fabriquaient les analgésiques, les distributeurs de médicaments et les chaînes de pharmacies qui exécutaient les ordonnances. Au moment où les délibérations du jury ont commencé, le procès s'est réduit à une poignée d'accusés, tous appartenant à Teva Pharmaceuticals.

« Le procès lui-même a duré quatre saisons. Nous avons commencé au printemps, en été et, bien sûr, nous sommes maintenant en hiver », a déclaré Jerry Garguilo, juge de la Cour suprême de l'État de New York, avant l'annonce du verdict. « C'était un super-marathon ».

30/12/2021

FAUSTO GIUDICE
“No murieron todos, pero todos fueron golpeados”

 Fausto Giudice, 31/12/2021

En la famosa fábula de La Fontaine, “Los animales enfermos de peste”, el rey león convoca una asamblea para sacrificar al “más culpables de nosotros” a la “ira celestial”. Él mismo, el zorro, el tigre, el oso, todos los carnívoros confiesan sus crímenes. Luego viene el burro, que confiesa haberse comido toda la hierba de un prado. Y la asamblea exclama: “¡Comer hierba ajena! ¡Qué crimen tan abominable!” Y así es condenado. Moraleja de la fábula: “Según seas poderoso o miserable, las sentencias judiciales te harán blanco o negro”.

Desde que apareció el maldito virus, el planeta vive al ritmo del doble rasero: los poderosos, vacunados y protegidos, acumulan los miles de millones ganados gracias a las entregas a domicilio, el teletrabajo y las vacunas, mientras que los miserables, los no vacunados, desprotegidos y sobreexplotados se hunden en una miseria aún mayor.

Emad Hajjaj

“Pero donde está el peligro, crece también lo que salva” (Friedrich Hölderlin, Patmos, 1803)

¿Estamos viviendo realmente el cataclismo proclamado urbi et orbi? Tengo algunas dudas. En primer lugar, algunas cifras: a finales de 2021, hay unos 7.870 millones de personas en el mundo. En dos años, 270 millones se han infectado, 212 millones se han recuperado, 5,3 millones han muerto, la gran mayoría de ellos mayores de 70 años. Se dice que murieron de Coronavirus, sería más exacto decir que murieron con el Coronavirus. Pero este año, 9 millones de personas han muerto de hambre, otro virus contra el que ningún laboratorio se preocupa de en desarrollar una vacuna.

En esos dos años, se administraron 8.900 millones de dosis de vacunas y 3.770 millones de personas fueron “completamente vacunadas”. Extraña “completitud”, dado que ya estamos en la “cuarta dosis” y que los poderosos siguen repitiendo que tendremos que considerar refuerzos anuales, durante un número indeterminado de años.

13/12/2021

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
El doble discurso de las autoridades políticas y sanitarias


Uruguay: de la Lógica viva de Carlos Vaz Ferreira a la lógica avivada contemporánea

Luis E. Sabini Fernández, 13-12-2021

Las autoridades uruguayas, invocando una tradición de atención a la libertad, han proclamado, reiteradamente, que la inoculación en curso con el Covid 19 es voluntaria, optativa, a conciencia del ciudadano.

Impecable, salvo el detalle de llamar vacuna al actual suministro antiCovid, designación que en rigor apenas se podría aplicar a la vacuna de origen chino con virus atenuado. Las restantes inoculaciones están basadas en modificaciones génicas.

La realidad oficial, empero, establece permanentemente desmentidos a tan laudable tradición.

El gobierno acaba de dictaminar, autocráticamente y muy en contra de esa sobada tradición, que el aforo en el Teatro de Verano del Parque Rodó será del 100%, al modo tradicional, pero para vacunados. En un teatro al aire libre se pretende obligar a quien quiera participar del carnaval, a que esté previamente inoculado.

Cuando ni siquiera la OMS y su filántropo de cabecera Bill Gates, han establecido la obligatoriedad para estas presuntas vacunas. Más aun, la OMS ha reconocido que su dosificación tiene que ser exclusivamente voluntaria porque carece de los pasos necesarios para instaurar una vacuna con certezas médicas. Por eso los laboratorios suministran este preparado sin asumir responsabilidad legal.

El sitio-e <saludconlupaQ> que se presenta como “una dosis de periodismo de calidad” aclara: “las compañías farmacéuticas que desarrollaron las vacunas covid-19 no están obligadas a indemnizar a las personas que presenten algún efecto grave inducido por su producto.”

“[...] Lo que ha pasado en esta emergencia es que las farmacéuticas, especialmente Pfizer y Moderna, han exigido a los países la cláusula de indemnidad, una condición que exime de responsabilidad a las compañías farmacéuticas en caso de que haya efectos adversos de gravedad a causa de las vacunas.

“Esto sucede porque, a pesar de que los ensayos clínicos se hicieron con enorme rigurosidad para confirmar que las vacunas funcionan y son seguras, la urgencia de aplicarlas a la población antes de que murieran más personas ha impedido dejar pasar el tiempo necesario para evaluarlas a largo plazo y, con ello, identificar si hay algún evento adverso serio en una cantidad significativa de personas.

“Entonces hay un riesgo compartido.” [sic] [Fuente]

¿Cuáles son, entonces, los fundamentos científicos, racionales, de la inoculación forzosa? La urgencia invocada por los suministradores de inoculaciones; las instituciones médicas parecen haber abandonado la apelación a otros medicamentos o terapias. Los gobiernos acatan. Y caen en el doble discurso.

El uso de barbijos, por ejemplo, está dictaminado para espacios cerrados. Por la calle, en nuestro país, no hay obligación de usarlos. Veámoslo más de cerca. Cuando los comensales en un restaurante ingieren sus comidas, lógicamente lo hacen sin barbijo (todavía no se inventaron barbijos con aberturas especiales para ingerir). Pero quien está en la mesa puede estar sin barbijo antes o después de la comida. Los virus, por lo visto, no actúan cuando se conversa, esperando la comida o en sobremesa.

Lo mismo pasa en la peluquería. El peluquero también te pide que te saques el barbijo. ¿Habrá que suponer que el Covid 19 tampoco actúa entre pilosidades?

¿O el uso del barbijo constituye una puesta en escena que a la vez no resulte demasiado incómoda? Hacer como sí. Siguiendo la máxima de Julio César, de que no solo hay que ser sino parecer (que, a la larga, todo versa en parecer).

¿Será entonces que las restricciones procuran no incordiar? Si así fuera, ¿cuál es la seriedad de la prevención? Una seriedad, una restricción que se adapta a las comodidades revela que se trata más de un rito que de una necesidad profiláctica.

Volvamos a la resolución del P. Ejecutivo.

27/10/2021

NIKOS PROGOULIS
Brevets, vaccins et « gauche de progrès »

Nikos Progoulis, Δρόμος της Αριστεράς (Voie de gauche), 23/10/2021

Traduit par Tlaxcala

Nikos Progoulis (Athènes, 1962), est titulaire d'un diplôme en économie et possède 22 ans d'expérience professionnelle, principalement dans de grandes entreprises multinationales en Grèce et en Allemagne. Souhaitant retrouver l’équilibre avec ses domaines d’intérêt, il a repris ses études en 2003, obtenant une maîtrise puis un doctorat en philosophie, à l'Université d'Athènes.
Au cours des dix dernières années, il a publié des articles dans diverses revues et a participé à plusieurs conférences au sujet de la philosophie. Depuis 2009, il propose des séminaires d'économie pour adultes, principalement à la Société d'études interculturelles et à l'Université d'Athènes, où il tente de combiner économie et philosophie.
Auteur de « Le monde des multinationales "vu de l'intérieur" » et de « L'émergence de l'image du capitalisme financier » (avec Fotis Terzakis)

Rares sont ceux, même parmi les experts, qui sont en mesure de suivre le "dur débat scientifique" qui est mené au moyen d’études, de communications, de publications, et d'évaluer les nouvelles données qui voient constamment le jour concernant la "pandémie", la façon de lutter contre elle, voire, plus spécifiquement, concernant les performances des vaccins.

D’un autre côté, tout le monde, ou du moins toute personne gardant raisonnablement la tête froide, a pu se rendre compte que les dirigeants politiques et les médias qui leur étaient fidèles, dès le début et comme s’ils étaient "prêts depuis longtemps" (référence au poème de Kavafy Dieu abandonne Antonius), ont systématiquement terrorisé et trompé l'opinion publique sur le danger de l'épidémie : on a adopté des modèles qui prévoyaient des centaines de victimes et, bien qu'ils n'aient pas été vérifiés, on continua les prévisions sur la base des mêmes modèles, le sur-enregistrement des victimes était effectué sur ordre central, et ainsi de suite.

Comment se fait-il donc qu'une partie relativement importante de la société et surtout de la gauche (avec ou sans guillemets) se soit rangée du côté des politiques gouvernementales et ait accepté la position extrême des vaccinations directement ou indirectement obligatoires ? La question ne concerne pas seulement la Grèce, elle pourrait être posée à un niveau beaucoup plus large, voire, mondial.

Il va sans dire que notre attention ne porte pas sur ceux qui ont des intérêts tangibles, financiers ou autres, ni sur ceux qui pensaient être plus en sécurité en suivant le courant, ni à ceux qui ont été terrifiés ou assommés par le bombardement médiatique. Nous nous intéressons à la partie la plus réfléchie et la mieux intentionnée de la société qui, tout en reconnaissant peut-être un excès de précipitation ou d'autoritarisme dans la gestion venue "d’en haut", a compris qu'au fond, il s'agit ici du conflit suivant : les forces de la raison, de la science et du progrès se heurtent à l'irrationnel, au rétrograde, au dépassé. Le monde, après tout, doit aller de l'avant !

Mais le "progrès", cette progression générale et abstraite vers le "meilleur", suit des parcours très particuliers, dans chacun de ces domaines. Quelles sont les forces qui ont déterminé la direction adoptée sur cette question particulière, où toutes les autres solutions possibles ont été mises de côté et où la solution de technologie de pointe (et à haut risque) des vaccins à ADN ou à ARNm a été choisie comme voie à sens unique ? Pourquoi le "progrès" a-t-il pris cette direction et pas une autre ?

CE QUE NOUS AFFIRMERONS, c'est que cette direction a été choisie de facto depuis plusieurs décennies, non pas sur la base de critères  scientifiques,  de bénéfice social ou d'efficacité, mais sur des critères purement spéculatifs, lorsque, à la suite de féroces joutes judiciaires, des sociétés privées ont réussi à obtenir les droits de propriété intellectuelle (brevets) sur des organismes vivants. À ce stade, pour fournir une image plus cohérente, nous devons faire un détour et revenir en arrière.

08/10/2021

GIANFRANCO LACCONE
Le marché de l'immunité

Gianfranco Laccone, Comune-Info, 5/10/2021
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala


Gianfranco Laccone est un agronome italien, membre de la présidence de l'ACU - Associazione Consumatori Utenti (Association Consommateurs Usagers) . @GianfrancoLacc1

 

Tout vaccin, comme tout médicament et tout produit en vente, est soumis aux règles du marché : règles nationales (car la vaccination - c'est-à-dire la chaîne de vaccination - est lancée selon les règles que chaque pays se fixe) et règles internationales. En effet, la disponibilité des vaccins dépend de l'offre des fabricants, de leurs politiques et des contrats qu'ils ont signés avec chaque pays, ainsi que du système de stockage et d'auto-approvisionnèrent que chaque pays a mis en place ; comme on peut le constater, ces conditions dépendent du marché international.

Ainsi, le vaccin et son utilisation sont le résultat de l'intersection entre les stratégies de protection de la santé mises en œuvre par chaque pays, et en leur sein par les individus, et les stratégies de marché qui, à leur tour, impliquent de multiples facteurs dépendant des producteurs, des détenteurs de brevets, de la chaîne d'approvisionnement et, finalement, des "consommateurs" du vaccin. Tous les acteurs de cette affaire semblent avoir des rôles clairement définis : l'offre est assurée par les multinationales, la demande est constituée par les citoyens, avec la médiation des États. Mais à y regarder de plus près, ces rôles sont moins bien définis qu'il n'y paraît : pour tenter de "choisir" le vaccin ou de faire des choix contre son utilisation, le rôle des citoyens, mais surtout celui des États, peut se situer non pas du côté de la demande, mais plutôt du côté de l'offre (comme dans le cas des USA ou de l'Inde) ou pencher vers un ou plusieurs producteurs (comme au Royaume-Uni), et le comportement de tous les acteurs peut changer.

 


Vaccinationalisme, par Rodrigo de Matos, Portugal

La question du comportement, qui est aujourd'hui centrée de manière presque obsessionnelle sur le vaccin dans les pays les plus riches, concerne en réalité surtout la masse des habitants de la planète (plusieurs milliards d'individus) qui se trouvent en dehors de cette zone, qui ne disposeront pas de vaccins, qui échappent au système de contrôle efficace des États (et je ne parle pas ici des citoyens de l'UE ou des grands pays industrialisés), qui continueront à vivre en utilisant des stratégies de survie alternatives en présence d'une épidémie dont les taux réels de propagation ne seront même pas connus dans ces cas.

Nous sommes encore loin d'appréhender cet aspect, mais la propagation de la pandémie a été et sera de nature à remettre en cause les structures du marché mondial, notamment telles qu'elles ont été construites au cours des trente dernières années. L'exemple de l'Inde est frappant : grand producteur de vaccins anti-Covid-19 (qu'elle exporte dans le monde entier), elle a subi une résurgence de la pandémie, avec un nombre de victimes particulièrement élevé. La stratégie de développement économique théorisée par l'OMC, qui veut que la clé de l'amélioration économique et sociale d'un pays soit l'augmentation des transactions commerciales (c'est-à-dire la suppression de tous les obstacles qui peuvent les ralentir), se heurte à la nécessité pour chaque pays de protéger avant tout sa population, en l'occurrence en limitant les transactions commerciales, même si elles sont très favorables d'un point de vue économique.