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02/02/2025

OTO HIGUITA
Donald Trump: guerra en todos los frentes para un mundo forjado a la fuerza

OtoHiguita, 2-2-2025

 Este par de anticomunistas fanáticos, ultra capitalistas y nacionalistas extremos, el presidente de Estados Unidos Donald Trump y su secretario de Estado Marco Rubio, son enemigos de la soberanía de las naciones del continente. Y poco a poco se van a erigir en enemigos de las demás, incluidos sus aliados europeos de la OTAN que no se sometan a sus dictados de ser una Nación Grande de Nuevo, un nuevo imperio continental.


Sherif Arafa, Egipto

Su ambición de hacer Estados Unidos grande de nuevo, Make America Great Again, que traducido políticamente al español significa, adueñarse de todo el continente americano impidiendo que las potencias coloniales europeas se apoderaran de él, después que éstas recuperaron su capacidad militar y poder tras la derrota de Napoleón.

La idea de Hacer a Estados Unidos Grande de nuevo, la lanzó por primera vez el secretario de Estado John Quincy Adams, pero quien la puso en práctica fue el presidente James Monroe en 1823 cuando ordenó al Congreso enviar ministros plenipotenciarios a las Repúblicas que se acababan de liberar del yugo español tras las guerras de Independencia. En resumen, es el viejo sueño de la doctrina Monroe, América para los americanos.

Donald Trump empezó su mandato antes de posesionarse anunciando guerra comercial, arancelaria, tecnológica, militar, invasiones, deportaciones masivas, anexiones, reconquistas.

Ha acusado sin juicio a todo ciudadano que se encontrara indocumentado en suelo estadounidense de ser no sólo ilegal sino criminal. Violando uno de los primeros Derechos Humanos Universales, que dice que ninguna persona es ilegal en el mundo, encuéntrese donde se encuentre, y que ésta persona tiene los mismos derechos humanos que los demás.

Quiere a las naciones de Nuestra América, como las llamó José Martí, sometidas a sus planes expansionistas imperialistas, en su fase de crisis y decadencia a nivel continental y global.

Buscan la anexión de Groenlandia, un inmenso territorio como un continente en el Ártico, que pertenece a Dinamarca, una pequeña nación escandinava miembro de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y de la Unión Europea (UE), es decir, un aliado de los Estados Unidos.

Amenaza con expropiar y anexar el Canal de Panamá, que pertenece a los panameños.

Incrementa el bloqueo a Cuba y la vuelven a incluir en la lista de países que apoyan el terrorismo, creyendo que así doblegarán su histórica lucha por la soberanía e independencia de este pueblo heroico. No contento con ello, quiere convertir Guantánamo, un pequeño territorio de Cuba que Estados Unidos nunca ha querido devolver a sus legítimos dueños, de nuevo en una cárcel para 30 mil deportados como si fueran criminales y sin haber tenido ni juicio, ni derecho a la defensa.

Acusa a México y a China, sin pruebas, de inundar su mercado con fentanilo, una peligrosa droga que ha causado estragos en su población.

Ha impuesto tarifas arancelarias del 25% a las importaciones de México, Canadá y China.

Amenaza con anexar Canadá y ha cambiado el nombre del histórico Golfo de Méjico por Golfo de  “América”.

Quiere imponer a las naciones del continente la deportación de sus ciudadanos encadenados y esposados como si fueran criminales, violando todos sus derechos y doblegando la dignidad humana y la soberanía nacional de las repúblicas del continente.

Amenazan castigar a Colombia y su gobierno progresista, acusando de socialista a Gustavo Petro su presidente, que nunca lo ha sido y, en cambio, ha sido un progresista aliado del partido demócrata, que nunca ha hecho un discurso antinorteamericano, tampoco es un antimperialista ni busca serlo, e incluso ha respetado obedientemente los acuerdos que Estados Unidos le impuso a la nación durante los gobiernos de las viejas oligarquías de los últimos cien años de tener hasta 7 bases militares en el país, violando la soberanía nacional; de imponer una guerra antinarcóticos desde hace 60 años que ha costado un millón de vidas de colombianos y no se ve aún su final; de diseñar y apoyar una guerra contrainsurgente y paramilitar que ha mantenido vivo el conflicto armado interno y dado justificación histórica al levantamiento armado.

“Baby Rubio”, el gusano de Miami

Buscan doblegar a Venezuela bolivariana con nuevas amenazas y bloqueos, pero ante la muralla y resistencia que ha demostrado la unidad del gobierno legítimo de Nicolás Maduro-pueblo, han optado, sin dejar de amenazar, por enviar un alto funcionario a dialogar y llegar a un acuerdo sobre deportados, incluidos criminales del llamado Tren de Aragua y mercenarios estadounidenses encarcelados por conspirar contra el gobierno y subvertir la tranquilidad pública.

Hoy nadie duda que el imperialismo estadounidense ha perdido autoridad, legitimidad, influencia y ha retrocedido económica y tecnológicamente frente a otras grandes potencias como China y Rusia, que se mueven en su mismo terreno, el capitalismo. Su poderío y dominio, lo desafían otras alianzas poderosas, como los BRICS, que buscan ponerle fin a la hegemonía del dólar en el intercambio comercial global.

Todo apunta a cambios súbitos en la configuración del mundo, a una intensificación en la disputa geoestratégica mundial y no hay tiempo para vacilaciones como diría el avezado analista. A las naciones del continente y sus pueblos les corresponde moverse con la frente en alto y la antorcha iluminando el camino, que será tortuoso como lo ha sido a lo largo de la historia, para encontrar un sitio digno en el nuevo mundo que se abre a sus pies, en medio del viejo que se derrumba a la fuerza.  

 

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