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22/01/2024

HAMAS
¿Por qué la Operación Diluvio de Al Aqsa?
Nuestro relato

 El domingo 21 de enero de 2024, la oficina de prensa del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) emitió un memorando en árabe e inglés, traducido al francés y al español por nosotres.-Tlaxcala


En el nombre de Alá, el Clemente, el Misericordioso

A nuestro firme pueblo palestino,

A las naciones árabes e islámicas,

A los pueblos libres del mundo y a quienes defienden la libertad, la justicia y la dignidad humana,

A la luz de la agresión israelí en curso contra la Franja de Gaza y Cisjordania, y mientras nuestro pueblo continúa su batalla por la independencia, la dignidad y la liberación de la ocupación más larga de la historia, durante la cual ha demostrado la mayor valentía y heroísmo al enfrentarse a la maquinaria asesina y la agresión israelíes,

Queremos aclarar a nuestro pueblo y a los pueblos libres del mundo la realidad de lo ocurrido el 7 de octubre, sus motivaciones, su contexto general vinculado a la causa palestina, refutar las acusaciones israelíes y poner los hechos en perspectiva.

 Contenido

En primer lugar : ¿Por qué la Operación Diluvio de Al Aqsa? 4

En segundo lugar: Los acontecimientos de la Operación Diluvio de Al Aqsa y nuestra respuesta a las acusaciones israelíes 8

En tercer lugar: Hacia una investigación internacional transparente 12

En cuarto lugar: Un recordatorio al mundo: ¿quién es Hamás? 14

En quinto lugar: ¿Qué necesitamos? 16

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13/10/2023

AMOS HAREL
Guerra Israel-Gaza: un fiasco catastrófico que provocará una conmoción política

Amos Harel, Haaretz, 8/10/2023
Traducido por CMBL, Tlaxcala

El fallo de los servicios de inteligencia y la mala preparación israelíes no fueron los únicos problemas: parece que el concepto defensivo operativo de Israel frente a Gaza se ha hecho añicos Netanyahu tendrá que pagar un precio político por su política hacia Hamás tras la guerra.



Un soldado de Tsahal observa un coche en llamas en la ciudad de Ashkelon, en el sur de Israel, el sábado. Foto: Ilan Assayag

El viernes a mediodía, un alto funcionario del Estado Mayor conversaba con un invitado en su despacho de Tel Aviv. Pocos minutos después de que el reloj electrónico del despacho marcara las 14.00 horas, ambos observaron que no se habían percatado de la hora exacta en que estalló la Guerra de Yom Kippur hace 50 años. La conversación derivó naturalmente hacia las lecciones de 1973.

“En los territorios ocupados”, dijo el oficial, “estamos a cinco minutos de una intifada”. Lo dijo sin saber que estaba profetizando. El anfitrión, como el resto de las FDI, estaba preocupado sobre todo por lo que pudiera ocurrir en Cisjordania. Pero delante de las narices del establishment de defensa, un ataque sin precedentes de Hamás estaba tomando forma al mismo tiempo, a lo largo de la frontera de Gaza.

Deberíamos desconfiar de la histeria excesiva. Pero no debemos minimizar la gravedad de la calamidad que se ha producido. Israel está en guerra desde el sábado por la mañana. El ataque de Hamás, que cogió por sorpresa a los servicios de inteligencia israelíes, derrumbó completamente el concepto defensivo operativo en la frontera de la Franja de Gaza. Más de 250 personas han muerto en el lado israelí y más de 1.590 han resultado heridas, cifra que podría aumentar considerablemente una vez que se hayan registrado todos los lugares atacados.

Según informes procedentes de Gaza, decenas de prisioneros y de cadáveres han sido trasladados de Israel a Gaza. Incluso en términos de rehenes [sic] y de desaparecidos, esta situación no es comparable al secuestro de Gilad Shalit en 2006. Es poco probable que el gobierno modere sus ataques aéreos sobre Gaza por proteger la vida de los prisioneros israelíes. Es probable que en el fragor del momento no se tengan en cuenta tales consideraciones.

Israel se ha referido a la “doctrina Dahiya”, que implica la destrucción sistemática de las infraestructuras en zonas densamente pobladas, como una lección aprendida de la segunda guerra del Líbano en 2006. Es lo que está ocurriendo actualmente en Gaza, con gran intensidad.

Las FDI, el Shin Bet y la policía se enzarzaron en combates casa por casa durante diez horas en comunidades y bases militares donde se habían atrincherado palestinos armados. En algunos lugares, como la ciudad de Ofakim y el kibutz Be'eri, los terroristas se atrincheraron con rehenes [sic].

El ejército está movilizando fuerzas de reserva a escala de una movilización de guerra. En algunas comunidades y bases del ejército se han producido terribles masacres. Aunque se dispararon miles de cohetes y misiles contra el frente interno israelí desde el sur hasta Jerusalén y a la aglomeración de Tel Aviv, se trataba principalmente de una táctica de distracción. Los esfuerzos de Hamás se concentraron en las comunidades situadas a lo largo de la frontera. Trágicamente, tuvieron éxito.



Humo y llamas tras el impacto por las fuerzas israelíes a una torre en la ciudad de Gaza, el sábado. Foto: Mohammed Salem/ Reuters

La reacción de Israel ha costado caro, tanto para los atacantes como por los ataques aéreos dentro de la Franja de Gaza. Se han perdido cientos de vidas palestinas y se espera que los ataques se intensifiquen durante la noche y en los próximos días. Pero ése no es el único escenario que podría estallar.

Aunque las FDI están concentrando sus fuerzas y esfuerzos en el sur, deben tener en cuenta la posibilidad de una guerra en varios escenarios que incluiría Cisjordania, Jerusalén Este y posiblemente Hezbolá y elementos extremistas entre los árabes israelíes. Hezbolá está esperando a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y está considerando sus acciones. Podemos suponer que el líder de Hezbolá, Nasralá, tiene el dedo en el gatillo.

La situación exige una dolorosa comparación histórica. La concepción israelí de Gaza se ha derrumbado. Ha fracasado en su política, en el despliegue de sus fuerzas defensivas, en su preparación ante sorpresas y en la ausencia total de avisos de los servicios de inteligencia. En la noche del viernes al sábado, los dirigentes políticos y militares de Israel dormían tranquilos en casa. No se reforzaron las fuerzas porque no hubo alerta temprana. Lo normal era pensar que Hamás se estaba preparando para nuevos juegos de guerra.

La inteligencia militar y el estado mayor del ejército fueron incluso más lejos: durante el último año, afirmaron a menudo que Hamás había sido disuadida por Israel tras los resultados de campañas anteriores y que no pretendía iniciar una nueva guerra. En realidad, cientos, si no miles, de combatientes de Hamás llevaban meses preparándose para un ataque sorpresa, sin que nada de esto se hubiera filtrado. Mientras tanto, Israel debatía si debía aumentar el número de trabajadores autorizados a entrar en el país desde Gaza por motivos laborales.



Trabajadores palestinos esperan para cruzar el puesto de control de Al-Jalama, controlado por Israel, cerca de Yenín, de camino a su trabajo en Israel. Foto: Raneen Sawafta / REUTERS

El catastrófico resultado se produjo 50 años y un día después del estallido de la Guerra de Yom Kippur. Se trata de un enorme fracaso, compartido por todos los dirigentes políticos y militares, pero esta cuestión solo deberá tratarse en profundidad una vez finalizada la guerra. El problema es que Israel entra en esta guerra en un estado de crisis sin precedentes, en el que el comportamiento extremista y demencial del gobierno ha dictado una agenda centrada en todo lo malo.

Esto no absuelve a los escalones profesionales, pero sin duda obstaculizará el funcionamiento del Estado en los difíciles días que se avecinan. Hamás aprendió las lecciones de la Operación Borde Protector en 2014 y se preparó en consonancia. Durante esa campaña, aunque intentó llevar a cabo ataques utilizando túneles, la organización fracasó en gran medida en sus esfuerzos por introducir combatientes en Israel, siendo frustrados la mayoría de estos intentos por las fuerzas de las FDI.

Esta vez, Hamás atacó posiciones del ejército donde el estado de alerta parece haber sido bajo y las fuerzas limitadas. También se produjeron enfrentamientos en el cuartel general de la división de Gaza y en otras bases militares. Los daños sufridos por el cuartel general de la división han perturbado gravemente la cadena de mando y de control a lo largo de toda la valla fronteriza.

Soldados, policías y otros miembros de las fuerzas de seguridad, así como residentes voluntarios [los famosos “civiles”, NdlT], lucharon heroicamente para bloquear a los combatientes que ya se hallaban dentro de las comunidades. Dicho esto, hay que decir que también hubo ejemplos terribles de disposición problemática para el combate y falta de competencia por parte de algunas de las fuerzas tomadas por sorpresa. Altos oficiales de la reserva, veteranos de muchas guerras, que vieron vídeos grabados por Hamás, quedaron totalmente conmocionados por lo que vieron.



Palestinos atraviesan la valla de seguridad entre Gaza e Israel el sábado. Foto: Stringer/Reuters

Pero el problema no radica solo en eso o en la falta de inteligencia. Parece que todo el sistema, simplemente, se ha derrumbado. Esto no ocurrió cuando Israel se enfrentó al ejército egipcio o a Hezbolá. Esta vez, ha sido un grupo mucho más pequeño quien asestó a Israel su golpe más doloroso desde 1973 (con un número de bajas en los primeros días que alcanzó los niveles del primer día de esta guerra), en escenas que recuerdan los horrores de 1948. No obstante, cabe señalar que ambas guerras terminaron con la victoria de Israel.

El muro resultó inútil

Tras la inmovilización temporal de los pasos fronterizos, las fuerzas especiales de Hamás (Nujba) dirigieron su atención a un gran número de comunidades a lo largo de la frontera, que no contaban con defensas significativas. El resultado es que, incluso después de varias horas desde que comenzó el ataque a las 6,30 h. de la mañana, algunas comunidades siguen sitiadas, con combatientes deambulando en busca de víctimas. Por desgracia, estos planes son exactamente para lo que Hamás se ha entrenado durante años. Sin previo aviso, con un frágil despliegue defensivo, los muros fueron traspasados.

El obstáculo construido por Israel, un enorme muro diseñado para impedir la excavación de túneles ofensivos, no ha servido de nada. Simplemente ha sido burlado. Las puertas operativas de la valla fronteriza utilizadas por las FDI fueron atravesadas por Hamás, que arrasó la zona con hombres armados en camionetas. El coronel retirado Yossi Langotsky, veterano de la inteligencia militar y de los paracaidistas, advirtió en un artículo en Haaretz en 2018 que las FDI estaban construyendo una Línea Maginot inútil en la Franja de Gaza, que sería traspasada en caso de crisis. Ayer resultó que tenía razón.

A lo largo de todo el día se alzaron las voces de los residentes de estas comunidades, algunas de ellas ocupadas por Hamás. Fueron desgarradoras. Esta tragedia se desarrolló en directo por televisión, y toda la nación pudo oírla y verla. Las consecuencias a largo plazo para los israelíes que viven a lo largo de la frontera, para las relaciones entre Israel y los palestinos y para la situación regional serán enormes. La confianza y el respeto entre el público y las fuerzas de seguridad, y las FDI en particular, se han roto de una forma que se dejará sentir aquí durante años.



Palestinos celebran la destrucción de un tanque israelí en la barrera de la Franja de Gaza, al este de Khan Younis, el sábado. Foto: Yusef Masud/AP

En la primera fase de esta guerra, Hamás ya ha producido sus escenas de victoria, que celebrará en las redes sociales y en los canales de televisión. Al mismo tiempo, la organización y sus dirigentes se enfrentarán al desastre, al igual que los habitantes de la Franja de Gaza. Hamás ha obtenido una enorme victoria operativa, pero su éxito puede haber ido demasiado lejos.

Israel responderá con una fuerza inmensa, con pocas restricciones al uso de fuego real en zonas urbanas densamente pobladas. Cuando los palestinos difunden fotos de cadáveres mutilados y prisioneros maltratados, de saqueos y bárbaras celebraciones de la victoria, a los israelíes les hierve la sangre. Entre los objetivos ya alcanzados en Gaza se encuentran rascacielos utilizados por Hamás y la Yihad Islámica, pero también viviendas familiares. Hoy, con el telón de fondo de un cruel ataque perpetrado con el objetivo de matar civiles, Israel cree que cuenta con amplia legitimidad internacional para actuar. Los resultados se dejarán sentir en Gaza.

No se puede descartar la posibilidad de maniobras terrestres y la ocupación de la Franja de Gaza. Los líderes de Hamás, Yahya Sinwar y Mohammed Deif, que se jactaron de la derrota que infligieron a las FDI el sábado por la mañana, aún podrían conseguir su deseada muerte como mártires. Los líderes de otras organizaciones de la región tampoco están a salvo.

Es posible que el escenario de pesadilla que se está desarrollando en Gaza no termine ahí. Es probable que se extienda a otras zonas. Todo esto sorprende a Israel, como se ha dicho, en un mal momento. Quizá forme parte del cálculo de Hamás de que puede explotar la debilidad de Israel.

Dadas las graves lagunas en materia de inteligencia, no podemos descartar la hipótesis de que no sepamos lo que está ocurriendo en otras zonas. ¿Estaba coordinada esta acción con Hezbolá e Irán? ¿Está Hezbolá esperando a que Israel utilice un gran número de sus misiles interceptores de la Cúpula de Hierro antes de entrar en la refriega? Presumiblemente, Israel estará enviando ahora serias advertencias a través de diversos canales a Teherán, Damasco y Beirut.

Un error de concepto

En vísperas de Yom Kippur, el general de división Eran Niv, jefe de inteligencia de transmisiones del Estado Mayor de las FDI, concedió una entrevista a Haaretz. Está detrás de la reedición de un viejo libro [1962] titulado "Pearl Harbor: Advertencia y Decisión", de Roberta Wohlstetter. Su análisis del fracaso operativo y de inteligencia que sufrió Estados Unidos en 1941 podría, en su opinión, ayudarnos a prevenir el próximo fracaso. Los editores de esta entrevista se mostraron menos optimistas. “La próxima sorpresa llegará - la cuestión está en saber cómo se prepara Israel para ella“, decía el pie de foto.

Los acontecimientos del sábado demostraron que la respuesta era: muy insatisfactoria. En los 26 años que llevo cubriendo la defensa israelí para Haaretz, no recuerdo un día más horrible. Es tanto más incómodo cuanto que la sorpresa se produjo en una zona en la que Israel gasta miles de millones de shekels con fines de vigilancia. A la hora de la verdad, no sabíamos nada.

Pero el fallo no fue sólo de recopilación de información, sino también operativo e incluso conceptual. “Llevamos años viviendo en una realidad imaginaria”, dijo el sábado un alto oficial de la reserva refiriéndose a los combates en la Franja de Gaza, mientras se dirigía a toda prisa hacia el frente norte y trataba de escuchar noticias de su casa.



Civiles israelíes evacuados del kibutz Holit, cerca de Gaza, el sábado. Foto: Eliyahu Hershkovitz

“Nos hicimos demasiado dependientes de la sofisticada barrera subterránea, de la tecnología. Nos convencimos de que Hamás estaba desanimada y asustada, y de que siempre tendríamos alertas a tiempo. Pensábamos que sabíamos analizar sus intenciones y pensamientos. Será difícil desengañarse”.

Una nueva realidad política

La guerra que se está librando en Gaza está cambiando completamente las cartas en términos de acontecimientos diplomáticos y políticos. Los soldados de reserva que habían anunciado que ya no se presentarían a filas debido al golpe de estado judicial han regresado a sus unidades y cuarteles generales. Es probable que algunos de ellos participen ahora en los vuelos que lanzan enormes cantidades de bombas sobre Gaza. Los principales partidos de la oposición, Yesh Atid y Unidad Nacional, ya han expresado su voluntad de discutir la creación de un gobierno de unidad.

En las actuales circunstancias de emergencia, cuando la alternativa es ir a la guerra con Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir ocupando puestos clave en el gabinete, no parece haber más remedio que formar un gobierno así.

Como ocurrió hace 50 años, la sorpresa llegó en Sabbat. Al final del Sabbat, los portavoces [de Netanyahu] comenzaron su asalto. Es culpa del Shin Bet, es culpa de la inteligencia militar, es culpa del Jefe del Estado Mayor, es culpa del movimiento de protesta. La protesta se suspenderá por el momento, y con razón, hasta que termine la guerra. Pero no podemos renunciar a una investigación exhaustiva en su punto culminante: ¿qué nos ha pasado y cómo hemos caído en semejante trampa asesina?

Aparentemente no hubo avisos de inteligencia, pero sí señales de advertencia, desde Gaza hasta Cisjordania. Todos los dirigentes las ignoraron. Podemos esperar una enorme repercusión política, como en 1973. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, no debemos olvidarlo, es responsable de un fracaso político y de seguridad sin precedentes.

El autoproclamado Sr. Seguridad, epíteto adoptado por sus partidarios, lanzó advertencias a Irán y a Hezbolá, pero se burló de la necesidad de tomar medidas diplomáticas en el ámbito palestino, dejándose ganar por la calma en el frente de Hamás, sin vigilar el estado de preparación del ejército. Cuando termine esta guerra, tiene que pagarse el precio de este error, como pasó con Golda Meir hace 50 años.

 

11/10/2023

GIDEON LEVY
Israel no puede encarcelar a dos millones de gazatíes sin pagar un alto precio

Gideon Levy, Haaretz, 9/10/2023
Traducido por CMBL, Tlaxcala

Detrás de todo esto se esconde la arrogancia israelí, la idea de que podemos hacer lo que queramos, que nunca pagaremos el precio y que nunca seremos castigados por ello. Seguiremos sin ser molestados.

La Cúpula de hierro disparando misiles contra cohetes sobre Ashkelon el sábado. Pensábamos que podíamos seguir rechazando arrogantemente cualquier intento de solución diplomática. Foto: Ilan Assayag

Detendremos, mataremos, acosaremos, desposeeremos y protegeremos a los colonos enredados en sus pogromos. Visitaremos la tumba de José, la de Otoniel Ben Kenaz y el altar de Josué en los territorios palestinos y, por supuesto, el Monte del Templo -más de 5.000 judíos sólo para la fiesta de Sucot.

Dispararemos a inocentes, les sacaremos los ojos y les romperemos la cara, expulsaremos, confiscaremos, robaremos, atraparemos a la gente en su cama, haremos limpieza étnica y, claro está, continuaremos con el increíble asedio de la Franja de Gaza, y todo irá bien.

Construiremos una barrera aterradora alrededor de Gaza -solo el muro subterráneo costó 3.000 millones de shekels (720 millones de euros)- y estaremos a salvo. Nos apoyaremos en los genios de la unidad 8200 de ciberespionaje del ejército y en los agentes del servicio de seguridad Shin Bet, que lo saben todo. Nos avisarán a tiempo.

Transferiremos medio ejército de la frontera de Gaza a la frontera de Huwara, en Cisjordania, solo para proteger al diputado de extrema derecha Zvi Sukkot y a los colonos. Y todo irá bien, tanto en Huwara como en el paso fronterizo de Erez hacia Gaza.

Incluso la barrera más sofisticada y cara del mundo puede atravesarse con una vieja excavadora humeante cuando la motivación es alta. Esta arrogante barrera se puede cruzar en bicicleta y ciclomotor a pesar de los miles de millones que se han invertido en ella y de todos los famosos expertos y grandes contratistas.

Pensábamos seguir bajando a Gaza, repartir algunas migajas en forma de decenas de miles de permisos de trabajo israelíes -siempre condicionados a la buena conducta- y mantener los gazatíes en prisión. Sellaremos la paz con Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, y los palestinos serán olvidados hasta que sean aniquilados, como desean muchos israelíes.

Seguiremos deteniendo a miles de presos palestinos, a veces sin juicio, la mayoría de los cuales son presos políticos. Y no aceptaremos discutir su liberación, ni siquiera cuando lleven décadas encarcelados.

Les diremos que solo por la fuerza sus prisioneros conocerán la libertad. Pensábamos que seguiríamos rechazando arrogantemente cualquier intento de solución diplomática, solo porque no queremos ocuparnos de todo esto, y que todo seguiría así para siempre.

Una vez más, se demostró que no era así. Unos cientos de palestinos armados cruzaron la barrera e invadieron Israel de una forma que ningún israelí habría imaginado. Unos cientos de personas demostraron que no se puede encarcelar a 2 millones de personas para siempre sin pagar el precio.

Del mismo modo que la vieja y humeante excavadora palestina derribó el sábado la valla más inteligente del mundo, también derribó la arrogancia y la complacencia de Israel. Echó por tierra la idea de que el ataque ocasional a Gaza con drones suicidas -y su venta a medio mundo- es suficiente para mantener la seguridad.

El sábado, Israel vio imágenes que nunca había visto. Vehículos palestinos patrullando sus ciudades, ciclistas entrando por las puertas de Gaza. Estas imágenes ponen su arrogancia en tela de juicio. Los palestinos de Gaza han decidido que están dispuestos a pagar cualquier precio por un momento de libertad. ¿Queda alguna esperanza? ¿Aprenderá Israel la lección? No.

El sábado ya hablaban de arrasar distritos enteros de Gaza, de ocupar la Franja y de castigar a Gaza "como nunca antes ha sido castigada". Pero Israel nunca ha dejado de castigar a Gaza desde 1948, ni siquiera por un momento.

Tras 75 años de abusos, le espera de nuevo el peor escenario posible. Las amenazas de “arrasar Gaza” sólo demuestran una cosa: no hemos aprendido nada. La arrogancia está ahí para quedarse, aunque Israel vuelva a pagar un alto precio.

El primer ministro Benjamin Netanyahu tiene una gran responsabilidad en lo que ha ocurrido, y debe pagar el precio, pero esto no empezó con él y no se detendrá una vez que se haya ido. Ahora debemos llorar amargamente por las víctimas israelíes, pero deberíamos llorar también por Gaza.

Gaza, la mayoría de cuyos habitantes son refugiados creados por Israel. Gaza, que no ha conocido ni un solo día de libertad.

09/10/2023

De los subhumanos de Varsovia a los animales humanos de Gaza

    “He ordenado el asedio total de la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”.

    General Yoav Gallant, Ministro de Defensa israelí, 9 de octubre de 2023


 

    “Durante la operación de hoy se han incendiado varios bloques de edificios. Este es el único y definitivo método que obliga a sacar a la superficie estos desechos y esta subhumanidad”.

    SS-Gruppenführer Jürgen Stroop, Varsovia, 26 de abril de 1943

    “Todo el antiguo gueto ha sido hurgado hoy por comandos en busca de refugios y judíos restantes. Como se informó hace unos días, un número de subhumanos, bandidos y terroristas todavía están en los refugios, donde el calor se ha vuelto intolerable debido a los incendios. Estas criaturas saben muy bien que su única opción es permanecer ocultos el mayor tiempo posible o salir a la superficie e intentar herir o matar a los hombres de las Waffen-SS, la policía y la Wehrmacht que mantienen la presión contra ellos”.

    SS-Gruppenführer Jürgen Stroop, Varsovia, 8 de mayo de 1943

    “Nunca ha habido una insurrección. Una insurrección tiene un principio, un plan, un final y, sobre todo, una esperanza de victoria. En el gueto de Varsovia, en abril de 1943, no había esperanza. Es cierto que, en la conciencia de judíos, polacos y otros, seguía siendo un levantamiento. Pero, en realidad, se trataba de autodefensa. Básicamente, decidimos elegir nuestra propia forma de morir...”.

    Marek Edelman, comandante de la Organización Judía de Combate del Gueto de Varsovia, Le Soir, 19-4-1993

El autor de la primera frase citada, el general Gallant, hijo de un guerrillero antinazi en los bosques de Ucrania y Bielorrusia y de una polaca superviviente del Holocausto, no estará contento con la comparación con el autor de la segunda y tercera citas, el Gruppenführer Stroop, que dirigió la solución final del gueto de Varsovia y fue ahorcado por sus crímenes en 1952, en el mismo lugar del gueto.

Gallant nunca será ahorcado e incluso podría recibir un Premio Nobel de la Paz por haber luchado tan valientemente contra los “animales humanos” de Gaza. Para Stroop, los combatientes judíos eran “terroristas, bandidos, subhumanos, basura”. Uno de ellos, Marek Edelman (1919-2009), que sobrevivió y se negó toda su vida a pisar Israel, dijo de la acción de los combatientes del gueto: “En realidad, se trataba de autodefensa. Básicamente, decidimos elegir nuestra propia forma de morir”. Los combatientes del gueto de Gaza pueden decir lo mismo.

 

Cartel de la Żydowska Organizacja Bojowa (ŻOB), la Organización Judía de Combate. El texto dice: “Todos los hombres son hermanos: el amarillo, el moreno, el negro y el blanco. Hablar de pueblos, colores, razas, ¡es una historia inventada!

07/10/2023

Tufan al-Aqsa: ¿qué puede el hierro contra el viento?

Fausto Giudice, Basta Yekfi!, 7-10-2023

Al amanecer del sabbat, a las 3.30 horas GMT, combatientes palestinos de Hamás y la Yihad Islámica lanzaron una operación por doquier contra Israel desde Gaza: mientras cientos (entre 2.000 y 5.000) de cohetes llovían sobre los asentamientos sionistas, combatientes motorizados se abrían paso a través del "muro de hierro" que encierra Gaza, otros se abrían paso a través de la barrera marítima y otros aterrizaban en Israel en parapentes motorizados (ultraligeros). Según el ejército israelí, 60 combatientes palestinos entraron en el territorio. Unos cuarenta soldados y colonos israelíes fueron hechos prisioneros en los primeros minutos, mientras que se desconoce el número de muertos y heridos en el bando sionista. La operación fue bautizada como "Tufan al-Aqsa", el diluvio o tormenta de Al Aqsa (tufan es la palabra árabe-persa que ha entrado en todas las lenguas, y es el origen de la palabra española "tifón"; también es el nombre de una serie de misiles iraníes).


Es una verdad histórica: si quieres atacar Israel, tienes que hacerlo un sábado por la mañana, cuando los judíos descansan. Eso es lo que hicieron los ejércitos egipcio y sirio el 6 de octubre de 1973, cuando cruzaron el Canal de Suez y entraron en los Altos del Golán ocupados. En 1973, los sionistas tardaron una semana en despertarse, aturdidos como habían quedado por el ataque sorpresa, y pasar a la contraofensiva. ¿Quién ganó la guerra del Ramadán/Yom Kippur? Eso está abierto al debate. Lo que es seguro es que esta guerra supuso la sentencia de muerte para los laboristas israelíes, los sionistas con rostro humano, la variante asquenazí de la socialdemocracia mitteleuropea. También puso fin a los "Treinta Años Gloriosos" y desencadenó la primera "crisis del petróleo". De las imágenes impactantes de aquel periodo, dos me llaman la atención: la de las autopistas europeas completamente vacías de coches y la de la Reina de Holanda sacando su carruaje y sus caballos para desplazarse. Para los árabes, el 73 casi había borrado la humillación del 67. Diez guerras después, ¿en qué punto nos encontramos?

23/04/2022

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
Palestina: la estadística maldita de los superhombres

Luis E. Sabini Fernández, 22/4/2022

Dos heridos con bombas incendiarias y cientos de heridos mediante bombardeos; cuatro heridos, acuchillados y decenas de heridos de bala y algunos muertos; un palestino arroja una bomba en un sitio israelí cerrado, mueren tres y el palestino se suicida.


Mohamed Sabaaneh/MiddleEastMonitor

Las cifras son aproximadas porque solo me estoy confiando en la falible memoria, pero las situaciones, las proporciones y las relaciones de muertos y heridos de un lado y otro, procuran ser más fieles a una triste, increíble historia de avasallamiento y destrozo de una sociedad, que se prolonga por décadas y no tiene muchos equivalentes.

Pongamos otro ejemplo, éste sí con cifras que se conocieron en su momento y fueron registradas públicamente: en 2005, un soldado israelí, Gilad Shalit, es tomado prisionero en una escaramuza sangrienta y, mediante lo que Israel denominó “Operación Lluvia de Verano”, más de doscientos palestinos fueron matados, bajo el pretexto de allanamientos buscando al prisionero.

Hasta una fuente israelí, B'Tselem, reconoció entonces que entre los muertos hubo muchos adultos civiles sin armas y menores de edad también sin armas (el soldado aprisionado aparecerá vivo y entero, sin huellas de tortura, un año después, testimoniando sobre condiciones de encierro de  un modo tal que no dará lugar a nuevas conferencias de prensa, porque contrastaba penosamente para las “Relaciones Públicas” israelíes el buen trato  recibido por él  con el destino de prisioneros tomados por el ejército del aprisionado, niños incluidos).

Esta asimetría en el tratamiento de las dos partes es muy significativa.

¿Por qué Israel está massmediáticamente preservado de buena parte de las críticas que por acciones similares reciben otros (no todos, sin embargo)?

El último episodio colectivo y violento entre israelíes y palestinos sobrevino en mayo 2021. Los palestinos están a la defensiva desde hace mucho tiempo. Porque el fortalecimiento y los apoyos a Israel han sido tan fuertes como el aislamiento y el abandono a los palestinos. Por ejemplo, Donald Trump, presidente entonces de EE.UU., en 2020 se sintió llamado a eliminar a los palestinos de toda presencia política en el mundo:  las firmas de el ”Acuerdo del Siglo”, fueron la de Trump como presidente de EE.UU. y la de Netanyahu como premier israelí. Los palestinos, a lo sumo, objeto del “Acuerdo” (igual, por otra parte, que en 1948).

 Israeli police detain a Palestinian during clashes at the compound that houses Al-Aqsa Mosque, in the Old City, East Jerusalem, occupied Palestine, May 10, 2021. (Reuters Photo)

La diablura de los almanaques fue la chispa en ese último episodio que recordábamos. El 13 abril 2021, coincidió la fecha del Ramadán musulmán y el Día del Recuerdo de Israel.

Y las autoridades israelíes armaron el espectáculo para “su” fecha. Sin más, sin necesidad alguna de aclaración o coordinación, fueron hasta las instalaciones de Al Aqsa, hicieron a un lado a orantes y cuidadores y sin dar explicaciones “cortaron los cables de los altavoces”.[1] En el sitio, sagrado para los musulmanes, donde se iba a reunir la feligresía musulmana. Simultáneamente lo iba a hacer la feligresía judía, ahí enfrente, en el Muro de los Lamentos.

Como además de semejante “cortocircuito”, justo en la disputada y tensionada Jerusalén, las autoridades judías se disponían a evacuar por la fuerza, por segunda vez en la historia, a un grupo de palestinos para ceder esas viviendas, o sus terrenos, a pobladores judíos, el conflicto no hizo sino reforzarse.[2]

Una vez más, ardió Troya. En los ceremoniales religiosos, Israel conserva los “mismos principios” que el sr. Trump: los israelíes ejercen el protagonismo; los palestinos son el objeto. De lo que sea. En este caso, de las medidas sonoras del acontecimiento judío.

21/02/2022

Comunicado n° 6 de la Intifada de las cárceles

Palestina ocupada, 20/2/2022

A las masas de nuestro gran pueblo, que anhela el reencuentro y la libertad:

Nos comunicamos con vosotros desde las celdas oscuras de las cárceles del enemigo sionista que busca privarnos de nuestros derechos más elementales como la salida a los patios de la cárcel, prohibirnos el recibir los rayos del sol con los cuales conservamos nuestros cuerpos. Y eso a través de la limitación de la salida [al patio] de una sola hora al día en un intento de encubrir su lamentable fracaso a la hora de impedir la fuga de prisioneros por el Túnel de la Libertad, y su abuso contra nosotros por su sadismo, y para satisfacer a su legislación rencorosa y extremista.

Ante esta agresión, nosotros, vuestros hermanos y vuestros hijos, de las diversas facciones nacionales e islámicas continuamos nuestra intifada de las cárceles, rechazando esta agresión tiránica contra nuestros derechos básicos en este día número 16. Y ello a través del cierre de todas las secciones de todas las cárceles el próximo lunes, y una huelga de un día de duración el martes en todos los torreones de prisioneros. Y mantendremos nuestro a través de todos los instrumentos sea cual sea su coste hasta que la dirección de las cárceles haga marcha atrás en sus medidas abusivas y rencorosas.

Por estas razones, afirmamos lo siguiente:

1) la intifada de las cárceles se desencadenó y no terminará hasta que no acabe la agresión u obtengamos nuestra libertad plena;

2) invitamos a los hijos de nuestro pueblo a participar mañana lunes en las concentraciones de solidaridad delante de las sedes de la Cruz Roja.

3) pedimos a nuestros hermanos y a los centros neurálgicos de nuestro pueblo, a los estudiantes, que se movilicen en manifestaciones hacia los "puntos de contacto" de todas las comarcas y universidades del país.

4) expresamos nuestro reconocimiento a los habitantes de Beita, de Kafer Qadum, Masafer Yatta, de Sheij Yarrah, de Beit Dayan y de Nabi Saleh, todos ellos ligados a la tierra y defensores con sus propios cuerpos de nuestros derechos primordiales en esta tierra, les invitamos a apoyarnos y a organizar esta semana actividades en apoyo de la intifada.

5) instamos a todas las facciones a solidificar la unidad nacional que hemos solidificado en los torreones de las cárceles los presos, y en las plazas de Cisjordania, de Gaza y de Jerusalén.

¡Gloria a los mártires, libertad para los presos, curación para los heridos!
Eso es yihad, ¡victoria o martirio!
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05/01/2022

RAMZY BAROUD
2021 en Palestina: por fin ha aparecido una nueva generación

Ramzy Baroud, Politics for the People, 3/02/2022
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala

 Al principio, 2021 parecía ser otro año ordinario de implacable ocupación israelí y continua miseria palestina. Aunque gran parte de esa situación seguía siendo cierta, un sentimiento de unidad popular sin precedentes entre los palestinos, no solo en la Jerusalén Oriental ocupada, Cisjordania y Gaza, sino también entre las comunidades palestinas de la Palestina histórica, desafió la dinámica de la ocupación israelí de Palestina.

 Palestinos participan en una protesta contra la ocupación israelí.
(Foto: ActiveStills.org, archivo)

Una sensación dominante de cautelosa esperanza ha sustituido por fin al sentimiento absoluto de desesperación de años anteriores. Con ello, se ha registrado en toda Palestina un sentimiento de renovación y voluntad de adoptar nuevas ideas políticas. Por ejemplo, según una encuesta realizada por el Centro de Medios y Comunicación de Jerusalén (JMCC, por sus siglas en inglés), publicada el 22 de noviembre, hay más palestinos de Cisjordania que apoyan la solución de un solo Estado que los que siguen apoyando la solución de dos Estados, prácticamente desaparecida, que dominó el pensamiento palestino durante décadas.

La pandemia pasa factura

Sin embargo, el año comenzó con la atención puesta en algo totalmente distinto: la pandemia de la covid-19. Además de asolar a los palestinos asediados y ocupados, especialmente en la Franja de Gaza, la pandemia comenzó a extenderse entre los presos palestinos.

En febrero, la Autoridad Palestina, junto con grupos y organizaciones internacionales de derechos humanos, criticó a Israel por bloquear el acceso a las vacunas covid-19 en la asediada Franja de Gaza. Las vacunas Sputnik 5 fueron donadas por Rusia, el primer país que contribuyó a la lucha contra la pandemia en Palestina. Con el tiempo, las comunidades palestinas fueron accediendo poco a poco a las vacunas que llegaban del programa COVAX. Sin embargo, la pandemia siguió haciendo estragos en la Palestina ocupada, especialmente porque las autoridades de ocupación israelíes siguieron bloqueando las medidas preventivas palestinas y desmantelando las instalaciones improvisadas de covid-19 en los territorios ocupados. Según el sitio web Worldometer, 4.555 palestinos murieron a causa de la covid-19, mientras que 432.602 dieron positivo en las pruebas de la mortal pandemia.

Elecciones canceladas

Al igual que el año anterior, la crisis política de Israel dominó rápidamente los titulares, ya que la lucha por el poder entre el entonces primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y sus rivales siguió reforzándose, lo que llevó a las cuartas elecciones de Israel en dos años. Las elecciones de marzo han cambiado finalmente el panorama político israelí gracias a una extraña coalición de gobierno formada por el nuevo primer ministro de Israel, Naftali Bennett, el 13 de junio. La coalición incluía al político árabe Mansour Abbas, cuyo partido político fue decisivo para la formación del gobierno.

Mientras Netanyahu y su partido Likud se retiraban rápidamente a la oposición, poniendo fin a un reinado de más de doce años, los palestinos anticipaban sus propias elecciones, que fueron anunciadas por el presidente de la AP, Mahmud Abbas, el 15 de enero.

18/09/2021

RAMZY BAROUD
Del “muro de hierro” a la “villa en la selva”: los palestinos desmontan los mitos de seguridad de Israel

Ramzy Baroud, Middle East Monitor, 14/9/2021
Traducido del inglés por Sinfo Fernández, Tlaxcala

Veinticinco años antes de que Israel se estableciera sobre las ruinas de la Palestina histórica, un líder sionista judío ruso, Ze'ev Jabotinsky, sostuvo que un Estado judío en Palestina solo podría sobrevivir si existía “detrás de un muro de hierro” de defensa.

Palestinos en lo alto del controvertido muro de separación israelí entre la aldea cisjordana de Bilin, cerca de Ramala, y el asentamiento israelí de Modiin Ilit, durante una manifestación contra los asentamientos en la zona, 17 de febrero de 2017

(Foto: Abbas Momani/AFP vía Getty Images)

Jabotinsky hablaba en sentido figurado. Sin embargo, los futuros líderes sionistas, que adoptaron las enseñanzas de Jabotinsky, acabaron convirtiendo el principio del muro de hierro en una realidad tangible. En consecuencia, Israel y Palestina están ahora desfigurados con interminables barricadas de muros, hechos de hormigón y hierro, que zigzaguean dentro y alrededor de una tierra que debía representar la inclusión, la armonía espiritual y la coexistencia.

 

Poco a poco fueron surgiendo nuevas ideas sobre la “seguridad” de Israel, como la “fortaleza Israel” y la “villa en la selva”, una metáfora evidentemente racista utilizada en repetidas ocasiones por el ex primer ministro israelí, Ehud Barak, que describe falsamente a Israel como un oasis de armonía y democracia en medio del caos y la violencia de Oriente Medio. Para que la “villa” israelí siga siendo próspera y pacífica, según Barak, Israel tenía que hacer algo más que mantener su ventaja militar; tenía que asegurarse de que el “caos” no traspasara los perímetros de la perfecta existencia de Israel.

 

La “seguridad” para Israel no se define simplemente a través de definiciones militares, políticas y estratégicas. De ser así, el disparo a un francotirador israelí, Barel Hadaria Shmuel, por parte de un palestino en la valla que separa al Israel asediado de Gaza el 21 de agosto, debería haberse entendido como el coste previsible y racional de la guerra y la ocupación militar perpetuas.

 

Además, un francotirador muerto frente a más de 300 palestinos desarmados muertos debería parecer, desde un crudo cálculo militar, una pérdida mínima. Pero el lenguaje utilizado por los funcionarios y los medios de comunicación israelíes tras la muerte de Shmuel -cuyo trabajo incluía el asesinato de jóvenes gazatíes- indica que el sentimiento de abatimiento de Israel no está relacionado con la supuesta tragedia de una vida perdida, sino con las expectativas poco realistas de que la ocupación militar y la “seguridad” pueden coexistir.

Los israelíes quieren poder matar sin que les asesinen a cambio; someter y ocupar militarmente a los palestinos sin el menor grado de resistencia, armada o de otro tipo; quieren encarcelar a miles de palestinos sin la menor protesta, ni siquiera el mero cuestionamiento del sistema judicial militar de Israel.