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26/01/2024

ÁLVARO ENRIGUE
El descubrimiento de Europa por los nativos americanos
Reseña del libro “On Savage Shores”, de Caroline Dodds Pennock

Álvaro Enrigue (Guadalajara, Jalisco, 1969) es un escritor y profesor mexicano. Vive en Nueva York y enseña en la Universidad de Hofstra. Es autor de cinco novelas, tres colecciones de cuentos y un ensayo. Bibliografía


Un nuevo libro examina la vida de los cientos de miles de nativos americanos que fueron traídos a Europa o viajaron por ella en el siglo XVI, una historia que se sitúa en el corazón del inicio de la globalización.



Libro reseñado
On Savage Shores: How Indigenous Americans Discovered Europe (En costas salvajes: cómo los nativos americanos descubrieron Europa)
de Caroline Dodds Pennock
Weidenfeld & Nicolson (UK)
Knopf (USA)
302 p.
Tapa dura £16.82
Rústica £10.11


El pueblito “brasileño” de Ruán, extracto del libro festivo titulado “Esta es la deducción del suntuoso orden de agradables espectáculos y magníficos teatros erigidos y exhibidos por los ciudadanos de Rouen, ciudad metropolitana del país de Normandía; A su sagrada maestad el Rey muy cristiano de Francia, Enrique segundo, su sobrano señor, y a la muy ilustre Dama, señora Catalina de Médicis, La Reina su esposa [...]”. Fuente : INHA

En 1560, Paquiquineo, un joven kiskiack o paspahegh de la región de la bahía de Chesapeake [noreste de los actuales USA, NdT], fue invitado a bordo de un barco español que exploraba la costa de Norteamérica. El capitán del barco pensó que Paquiquineo, hijo de un jefe, sería útil a las fuerzas españolas cuando decidieran conquistar la región, así que lo secuestró y se lo llevó a Madrid. Paquiquineo aprendió rápidamente el idioma y demostró ser un político astuto. Cuando se entrevistó con el rey Felipe II, le explicó que no quería mediar con España ni adoptar su religión.

Para la Corona española, la realeza era la realeza, independientemente del origen étnico. Felipe respetó los deseos de Paquiquineo y, en 1562, ordenó que un barco con destino a Nueva España -actual México- lo llevara a bordo, en el entendimiento de que el pasajero sería conducido a lo que hoy es la costa atlántica media de USA en caso de que un barco se dirigiera al norte.

Tras llegar a Ciudad de México, Paquiquineo cayó gravemente enfermo y pidió ser bautizado, por si acaso. Se le dio el nombre cristiano de Luis de Velasco en honor del virrey de Nueva España. Como aristócrata, tenía derecho al título de “don”, que utilizó durante varios años.

Paquiquineo convaleció en el monasterio dominico. Tras su recuperación, fray Pedro de Feria, el disputado superior de la orden en Nueva España, decidió retenerlo allí más o menos a la fuerza, con la esperanza de obtener una ventaja sobre los franciscanos, ya que ambos grupos de frailes se disputaban el control religioso de las tierras no conquistadas del norte (el conflicto entre ambas órdenes se prolongó durante cuatro años, hasta que el rey Felipe lo resolvió confiando a los jesuitas la autoridad espiritual sobre la patria de Paquiquineo).

Durante su larga estancia en Ciudad de México (la antigua Tenochtitlan), Paquiquineo aprendió náhuatl, la lengua de los mexicas, nombre correcto del pueblo conocido posteriormente como aztecas, y adquirió conocimientos suficientes para comprender los tumultuosos tiempos políticos que atravesaba la ciudad. En 1521, tras su rendición, el emperador Cuauhtémoc había aceptado una capitulación -de la que no se conserva copia- por la que los mexicas quedarían exentos de impuestos si permanecían en Tenochtitlan, si la administración imperial seguía funcionando y si se construía allí una ciudad española, en lugar de disolver la capital derrotada, como era costumbre en Mesoamérica. En la década de 1560, la Corona española rompió el pacto, desencadenando una rebelión que se saldó con la brutal represión de la población local y el castigo de sus líderes. Paquiquineo vio todo esto y tomó nota en silencio.

Tras pasar cuatro años en Cuba, Paquiquineo fue enviado en misión jesuita a Virginia en 1570 como traductor oficial. Se estableció pacíficamente una ciudad española cerca de lo que hoy es el río James. Tras la partida de los barcos que transportaban a los misioneros, Paquiquineo encabezó una rebelión en la que murieron todos los europeos menos uno y la ciudad fue arrasada. Cuando Felipe II se enteró de la noticia, canceló todas las exploraciones futuras de lo que hoy es la costa este USA. Si incluso el converso católico Don Luis de Velasco podía actuar de forma tan traicionera y brutal, significaba que una ocupación exitosa costaría demasiadas vidas españolas.

La medievalista española Carmen Benito-Vessels ha descrito la historia de Paquiquineo -recientemente relatada en Fifth Sun: A New History of the Aztecs (2019), de Camilla Townsend- como la de un personaje histórico que busca desesperadamente un novelista. Tiene razón, e incluso se podría argumentar que si los primeros presidentes de Estados Unidos no fueron católicos hispanohablantes fue, en gran medida, porque los británicos acabaron beneficiándose del pensamiento estratégico y el valiente comportamiento de Paquiquineo.

En On Savage Shores: How Indigenous Americans Discovered Europe (En costas salvajes: cómo los nativos americanos descubrieron Europa), la historiadora inglesa Caroline Dodds Pennock no se detiene en los relatos existentes sobre la vida de Paquiquineo, quizá porque ya es conocido por quienes están familiarizados con la historia de Norteamérica a principios de la Edad Moderna. Sin embargo, lo sigue hasta los archivos españoles, donde encuentra listas de sus gastos durante su estancia en la corte de Madrid: ropa fina europea, cortes de pelo, entradas para el teatro e incluso limosnas para los pobres (como se le consideraba diplomático, tenía obligaciones sociales). Según el Tratado de Tordesillas de 1494, era súbdito del Rey de España, y las nuevas leyes de 1542 le colocaron bajo la protección directa del Rey -aunque ciertamente él no lo sabía cuando fue capturado-, por lo que fue la Corona española la que pagó todas sus facturas.

Leyendo el libro de Dodds Pennock, descubrimos que la experiencia de Paquiquineo no es única. Su caso es bien conocido porque dejó huellas en los archivos, pero cientos de miles de otros indígenas viajaron a Europa durante el siglo XVI. Sus vidas y aportaciones son esenciales para entender los inicios de la globalización, que, para bien o para mal, contribuyó a crear el mundo moderno.

La inmensa mayoría de los nativos americanos en Europa habían sido llevados allá como esclavos. Aunque las nuevas leyes establecían inequívocamente que los “naturales”, como se llamaba a las personas procedentes de América, no podían ser esclavizados, Dodds Pennock consideró creíble la estimación de que sólo en España había 650.000 esclavos americanos. Muchos de estos cautivos murieron en la servidumbre, pero algunos emprendieron acciones legales y obtuvieron no sólo su libertad, sino también billetes de vuelta y una compensación por el trabajo realizado contra su voluntad.

Otros fueron a Europa como abogados, artistas o esposos y se establecieron en las cortes reales, religiosas y legales. Representantes de naciones indígenas cruzaron el Atlántico con frailes como Bartolomé de las Casas, que estuvo a su lado para denunciar los abusos cometidos por los europeos durante la ocupación de tierras indígenas. Muchos ayudaron a negociar el proceso de colonización y a defender a sus comunidades ante los tribunales. Especialistas culturales vinieron a enseñar a los europeos: mientras que puede ser intuitivo plantar un tomate y hacer una salsa con él, es menos obvio hacer chocolate con las habas de cacao. Hombres y mujeres -acróbatas, músicos, adiestradores de animales- han hecho alarde de sus espectaculares habilidades y se han quedado en Europa simplemente porque nadie les llevó a casa una vez terminada la gira. Se casaron, tuvieron hijos y fueron enterrados en cementerios donde aún no se les conmemora como primeros agentes de la globalización.

Durante unos quinientos años, hemos estudiado los intercambios culturales y comerciales del Atlántico como una tubería a través de la cual Europa enviaba personas a América y América enviaba mercancías de vuelta. En el exhaustivo estudio de Dodds Pennock, esta idea, como tantas otras sobre este periodo, se revela como una fantasía eurocéntrica. Debemos invertir nuestra concepción del encuentro para considerar que las migraciones y los vínculos transatlánticos, escribe, “no sólo se extienden hacia oeste, sino que también se originan allí”.

Los pueblos nativos de América crearon sus propios espacios, primero en las cortes europeas, luego en las cocinas, comedores, salones, calles y reservas genéticas de los países en los que desembarcaron. En las ciudades extremeñas de España vivían miembros de la familia real inca, y en las ciudades de la costa atlántica de Francia y Portugal había barrios enteros de brasileños. Además de adaptarse al cambio, estos emigrantes también modificaron los lugares que los acogieron, aunque la recepción de los recién llegados fuera, entonces como ahora, reticente, cuando no abiertamente hostil. Los europeos colonizaron brutalmente América, pero a cambio el imaginario europeo fue colonizado, primero con exposiciones itinerantes de las maravillas americanas y luego con la convivencia real con los cuerpos americanos.

 La “alegre entrada” de Enrique II y Catalina de Médicis en Ruán el 1° de octubre de 1550. A la izquierda, el pueblito de los indios Tupinambá. Miniatura, escuela francesa, siglo XVI. Biblioteca municipal de Ruán. Foto Josse / Leemage / AFP

 Detalle del poblado indio en la miniatura

En 1550, en la ciudad portuaria de Ruán (Francia), se organizó un gigantesco espectáculo en honor de la “alegre entrada” -la visita- de la pareja real formada por Enrique II y Catalina de Médicis. Entre los espectáculos presentados para el disfrute de los monarcas mientras navegaban por el Sena había simulacros de batallas navales, duelos de gladiadores, representaciones de acontecimientos célebres de la historia de Francia y una representación de la vida tal y como se imaginaba en lo que hoy es la bahía de Río de Janeiro, con cincuenta hombres, mujeres y niños tupinambá desnudos que habían sido traídos por la fuerza en la ciudad, así como 250 marineros franceses que habían visitado Brasil y representaban el papel de nativos.

Los organizadores de estas fiestas construyeron una réplica de una aldea tupinambá -que no se parecía en nada a la real- y pintaron de rojo los troncos de los árboles para asemejarlos al palo brasil, la primera mercancía enviada a Europa desde la región. También soltaron loros, titíes y monos para añadir sonido al espectáculo, que culminó con el ataque e incendio de una aldea enemiga, pero no, como muchos espectadores probablemente habían imaginado o esperado, con un festín de carne humana.

22/01/2024

HAMAS
¿Por qué la Operación Diluvio de Al Aqsa?
Nuestro relato

 El domingo 21 de enero de 2024, la oficina de prensa del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) emitió un memorando en árabe e inglés, traducido al francés y al español por nosotres.-Tlaxcala


En el nombre de Alá, el Clemente, el Misericordioso

A nuestro firme pueblo palestino,

A las naciones árabes e islámicas,

A los pueblos libres del mundo y a quienes defienden la libertad, la justicia y la dignidad humana,

A la luz de la agresión israelí en curso contra la Franja de Gaza y Cisjordania, y mientras nuestro pueblo continúa su batalla por la independencia, la dignidad y la liberación de la ocupación más larga de la historia, durante la cual ha demostrado la mayor valentía y heroísmo al enfrentarse a la maquinaria asesina y la agresión israelíes,

Queremos aclarar a nuestro pueblo y a los pueblos libres del mundo la realidad de lo ocurrido el 7 de octubre, sus motivaciones, su contexto general vinculado a la causa palestina, refutar las acusaciones israelíes y poner los hechos en perspectiva.

 Contenido

En primer lugar : ¿Por qué la Operación Diluvio de Al Aqsa? 4

En segundo lugar: Los acontecimientos de la Operación Diluvio de Al Aqsa y nuestra respuesta a las acusaciones israelíes 8

En tercer lugar: Hacia una investigación internacional transparente 12

En cuarto lugar: Un recordatorio al mundo: ¿quién es Hamás? 14

En quinto lugar: ¿Qué necesitamos? 16

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19/12/2023

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
Silencio de radio con Gaza… que cada vez se oye más

Luis E. Sabini Fernández, 19-12-2023

 “Desde hace más de dos meses fuerzas israelíes han bombardeado sin pausa la Franja de Gaza cometiendo la matanza televisada de población inerme más grande de la historia del mundo. Los líderes israelíes han usado generalmente un lenguaje genocida explícito para describir sus planes, incluso alguno de ellos ha llegado a sugerir el uso de armas nucleares para aniquilar por completo a la población de Gaza, que son más de dos millones. Se han derribado decenas de miles de edificios incluyendo viviendas, hospitales, escuelas, universidades y todos los edificios vinculados a una sociedad y sus actividades, que cuando han sido usados como blancos de artillería en conflictos militares siempre han sido considerados [hasta ahora] crímenes de guerra. Incluso, cuando el fiscal principal de la Corte Penal Internacional visitó recientemente Israel” y uno podría haber supuesto que tal visita podía tener que ver con  el copamiento del 7 de octubre y la reacción sin precedentes de los mandos israelíes asesinando a diestra y siniestra, pudimos ver, con alarma que su objetivo –remata Unz− “fue confeccionar cargos y acusaciones contra Hamas y otros grupos palestinos por las muertes de civiles israelíes a principios de octubre.”  [1]

Y sin embargo apenas se habla de este escándalo ético, político, mediático (y militar, obviamente) dado que la inmensa mayoría de los medios de incomunicaciòn de masas apenas rozan el tema y si lo hacen lo reducen a un enfrentamiento igualado entre Hamas e Israel. 


Incluso lo podríamos formular como una ley mediática: cuanto más establecido y “honorable” se revele un medio de incomunicación, menos atenderá lo que Unz considera “la matanza televisada de población inerme más grande de la historia del mundo.”

Porque la muerte de israelíes, en el concierto internacional importa. La de palestinos, no.

Al respecto, entiendo que corresponde expresar algo sobre la acción ejercida por palestinos que disparó/justificó/habilitó la acción militar de respuesta al operativo capitaneado por Hamas con toma de rehenes.

Más allá de mi escasa simpatía por movimientos basados en creencias divinas, Hamas “rechaza el derecho de Israel a haber desposeído a los palestinos de su patria en 1948 y encarcelarlos en guetos superpoblados como Gaza.” Impecables palabras de Jonathan Cook (de su artículo que cito en n. 3). Vale recordar que hasta la ONU reconoce un derecho de resistencia a la opresión colonial y al despojo consiguiente. Y la acción de Hamas se inscribe en esa lucha. Hurgando en la realidad de ese día clave, 7 de octubre, ya varias investigaciones han advertido que además del copamiento del cuartel regional israelí y consiguiente matanza de personal militar más o menos sorprendido, la sangre fue vertida por la hipererreacción militar israelí por la cual muchos israelíes fueron matados por “fuego amigo”).


Aunque la oclusión es mucha y el sesgo mediático es abismal, el humano es incorregible y sobrevienen excepciones. Transcribo ahora palabras de René Pérez Joglar, el rapero puertorriqueño conocido como Residente de Calle 13: “Desde octubre decidí posponer la salida de mi disco frente a todo el genocidio macabro que destruye lentamente a Palestina. No me siento bien, me duele demasiado y me pregunto cuándo fue el día en que nos deshumanizamos hasta el nivel en que podemos ver cómo explotan las cabezas de niños y niñas enfrente nuestro y no decimos nada”.

Residente de Calle 13 se hace más preguntas: “¿Por qué no se detiene todo como con la pandemia, detenemos todo y nos enfocamos en lo que está pasando en Gaza en vez de subir un story modelando ropa […] o la noche de fiesta […], te detienes por un momento, buscás información sobre Palestina y denunciás el genocidio que está cometiendo Israel con el apoyo de EE.UU. Como artista me entristeció el ver que durante toda la premiación de los Grammy nadie dijo nada sobre este genocidio.” La cita de Residente es del 12 de diciembre.

En verdad, vivimos, como con la fábula del rey desnudo que se sentía tan bien vestido; una situación esquizoide donde cada vez más gente considera deleznable el comportamiento israelí, pero ante la espada de Damocles que pende sobre ellos si se atreven a criticar algo judío atrayéndose la acusación de antisemitas, optan sencillamente por eludir el tema.

Pero es como describe Unz: matanza televisada de un alcance jamás visto. Ha habido, claro está, matanzas mucho mayores, pero que simultáneamente la estemos “viendo”, que se haga con total impunidad a la vista de todos nosotros y particularmente de los referentes morales del mundo; del Consejo de Seguridad, de la Asamblea de la ONU, de nuestros gobernantes en general, elegidos por los votos de poblaciones; del Tribunal Penal Internacional, que ya vimos para que fue a Israel (sin consideración alguna para investigar la matanza indiscriminada y masiva de pobladores palestinos, hombres, mujeres, niños, ancianos, bebes). En ese operativo, al que Israel atribuyó inicialmente 1.400 israelíes asesinados, hubo que ir descontando los militares israelíes matados durante el operativo, que se estiman entre 300 y 400 y luego, el tendal de muertos que dejó el contraataque israelí que ya se sabe eliminó centenares de seres humanos desde los helicópteros, donde perdieron la vida enorme cantidad de israelíes (los que trataron de irse en auto de la fiesta rave, por ejemplo, y especialmente los israelíes que estaban atrapados como rehenes por palestinos y que fueron matados junto con sus captores en el presunto operativo de rescate, dado que los militares israelíes zanjaron de ese modo, brutal, la cuestión de cualquier negociación. Las últimas estimaciones acercan a  decenas los muertos civiles israelíes.  

El copamiento del cuartel general israelí para Gaza en la madrugada del 7 de octubre,  que custodiaba el campo de concentración e inmediatamente después el operativo de toma de rehenes enfureció a los mandos militares (si aceptamos que fueron sorprendidos, porque también campea la tesis de que Israel “dejó hacer” a Hamas para justificar una terrible respuesta). De un modo u otro, la “armada brancaleone” (en armamentos, aunque sumamente efectiva) logró buena parte de sus objetivos: pagar a los militares en la misma moneda que los israelíes han descargado impunemente durante décadas,[2] y “cosechar” rehenes como futura moneda de cambio.

Todo ello resulta atroz, pero parece ser un desenvolvimiento llamemos lógico de las medidas tomadas contra Gaza al menos desde 2005, porque recordemos las palabras del carnicero Ariel Sharon al tener que retirar las colonias sionistas de Gaza, entonces: ‘nos vamos, pero le vamos a hacer la vida imposible’.


Unas seis horas después del copamiento palestino, los militares refuerzan con violencia todavía mayor la negación emprendida desde hace ya 17 años; no sólo de las libertades más básicas, como el derecho a circular; acceso a una atención sanitaria o al agua potable; ahora se trata de la matanza indiscriminada y generalizada so pretexto de la búsqueda y represalia de los ejecutores del golpe de mano. Pero, como bien recuerda Cook,  Israel nunca ha ocultado el hecho de que está castigando al pueblo de Gaza por estar gobernado por Hamas, que rechaza el derecho de Israel a haber desposeído a los palestinos de su patria en 1948 y encarcelarlos en guetos superpoblados como Gaza.” [3]

Como bien explica Cook, esta política israelí subvierte todo el esfuerzo desplegado tras la 2GM de impedir atentados al derecho más básico a la vida, como los ejecutados con el bombardeo de Dresde en 1945, sin ninguna finalidad militar, mero castigo para mostrar quien tiene el poder, e igualmente con el uso de bombas atómicas aniquilando la vida de centenares de miles de japoneses en Nagasaki e Hiroshima (con muerte inmediata y diferida mediante contaminación).

Procurando erigir fundamentos para un derecho internacional, con los Convenios de Ginebra, se prohibieron “los castigos colectivos”. Por eso resume Cook: “Lo que Israel le está haciendo a Gaza es la definición misma de castigo colectivo. Es un crimen de guerra: 24 horas al día, 7 días a la semana, 52 semanas de cada año, durante 16 años [ahora 17].” (ibíd.)

Apenas como complemento de la acertada observación de Cook, pienso que, a la vez, la política de matanza a población civil, ahora a ritmo industrial, responde a la ya empleada política de vaciamiento poblacional, que fue la Nakba de 1948 y “salirse con la suya”, para quedarse “bíblicamente” con la tierra (aunque la de Gaza no fue bíblicamente judía; oh paradoja de un misticismo que es apenas hoja de parra).

En el sitio-e del que participan el ahora nonagenario Noam Chomsky y muchos intelectuales comprometidos con la verdad, titulan una de sus últimas notas: “Una fábrica de asesinatos en masa”, refiriéndose al muy calculado –hasta con inteligencia artificial− bombardeo de ciudades y carreteras de Gaza.[4]

Con todos sus rasgos repulsivos y monstruosos, no deja de ser un experimento novedoso. Porque hasta ahora, tales políticas, genocidas, se hacían discretamente, con escaso acceso a esos acontecimientos, y en este caso, desde el 7 de octubre, por la tenacidad verista de los periodistas allí en el terreno de los hechos, casi todos palestinos, pero también porque los despliegues tecnológicos actuales presentizan permanentemente la información que fluye si no irrestricta con mucho empuje (pese a los diques de contención de los dueños del poder), cada vez somos más los que “nos enteramos”.

Y tenemos la esperanza que cada vez seamos más quienes cuestionemos a los periodistas prescindentes que hablan de cosas “importantes” o triviales pero salteándose lo más posible el mal rato de ser rotulado antisemita.

Como dice pedagógicamente Andrew Anglin: “La definición oficial de “antisemitismo” antes del 7 de octubre de 2023 era “odiar a los judíos sin motivo alguno”; la posterior a esa fecha  es “decir que los judíos deberían dejar de matar bebés”.[5]

Lo que Israel empieza a cosechar puede ser el comienzo del fin de su impunidad. Chutzpah incluida.

Notas

[1]  Ron Unz, ”Eliminating the Entire Palestinian People”, unz.review, 11 dic. 2023.

[2]  No existen precedentes en la cantidad de soldados israelíes muertos en la operación.

23/11/2023

Argentina: Javier Milei, un canalla tiktoktokado, enviado a la Casa Rosada por la chusma tiktoktokera

 Fausto Giudice,, 21/11/2023
Traducido por Luis Casado, Tlaxcala

David Pugliese

 El 10 de diciembre próximo, Javier Milei se instalará en la Casa Rosada, situada en la Plaza de Mayo en Buenos Aires. El 58º presidente argentino llegará allí con sus perros clonados, su hermana rasputiniana y su concubina telegénica. Se supone que permanecerá allí hasta el 2027, a menos que no se fugue en helicóptero en pleno mandato, como hizo uno de sus predecesores, Fernando de la Rúa, el 20 de diciembre 2001. En este país aplastado por una política surrealista, uno puede esperarse a todo.

 Vistas sus prestaciones públicas desde hace algunos años, Milei merece su apodo: El Loco. Hizo todo, dijo todo, desembaló todo, sobre su infancia desdichada, la pérdida de su perro, su práctica del yoga tántrico, blandiendo la motosierra con la que va a decapitar el Banco Central, el Ministerio de la Mujer, el de la Cultura, el del Bienestar Social y el Museo de la Memoria de la ex-ESMA.

Prohibirá el aborto, autorizará la venta de niños, la venta de órganos y el armamento de los buenos ciudadanos de bien apasionados de legítima defensa, privatizará el petróleo y el gas de esquistos, y un gran etcétera.

 Dicho de otro modo, no tiene programa, pero profirió a lo largo de su campaña eructos a diestra y siniestra. Poco antes de la segunda vuelta, cayendo en la cuenta que había ido un poco lejos, buscó tranquilizar a los electores:  « Tranquilos, no privatizaré ni la Salud ni la Educación ».

En resumen, El Loco es un mosaico: una dosis de humpy-trumpy, una cucharada de bolsonaritis, un efluvio de zelenskiada, aliño de meloni-abascaliadas con una cascarita de marina-orbanidad, y todo a la salsa porteña*.

 Y el payaso la rompió entre los de arriba, entre los del medio, y sobre todo entre los pringaos.

Los descamisados, término despectivo -asumido por los peronistas- para designar a los pringaos, le hicieron un triunfo a Juan Domingo Perón en 1946, en 1951 y, mucho después del golpe de Estado de 1955 que lo envió al exilio, al inicio de los años 1970. Luego el movimiento peronista se dividió en facciones totalmente opuestas: de un lado el ala marchanta-revolucionaria, algo teñida de marxismo y de teología de la liberación, y el ala fascista, dirigida por Lopez Rega, el Rasputín de Perón y de su viuda Isabelita, organizador de los comandos de asesinos de la Triple A, la Alianza Anticomunista Argentina.

 Al salir de las sombras después de la caída de la dictadura en 1983, el peronismo no ha hecho sino derivar de líder en líder: Menem, Duhalde, Kirchner I (el marido, Néstor) y Kirchner II (la mujer, Cristina) y finalmente Alberto Fernández.

Ochenta años después de su nacimiento, luego de la Revolución de 1943, el peronismo está definitivamente muerto. Lo que fue en su día un maremoto obrero y popular que escogió como primer nombre el inimitable « Partido Único de la Revolución », antes de rebautizarse « Partido Justicialista » y cambiar de nombre a cada gran elección, devino en una canasta de escorpiones matándose entre ellos en la carrera por los curules y los taburetes.

 Los descamisados de hoy, el 42% de la población clasificada pobre, no son los del siglo pasado. Para 46 millones de habitantes, se cuentan 38,2 millones de teléfonos « inteligentes ». No sorprende pues que los tiktokeros hayan votado por un pirado. La alternativa el Señor 648% de inflación, el ministro de Economía Sergio Massa. Al presentarlo como candidato a la presidencia, el postpostpostneoneoperonismo se hizo el hara-kiri.

De ello dan testimonio los resultados del voto en las villas miseria, equivalente argentino de las favelas brasileñas. En casi todos los antiguos bastiones del peronismo votaron por El Loco, sin comprender que El Loco era un Alfil (fou: loco, en francés) del Rey, y que ese rey se llama Macri, el cual -agazapado en las sombras- va a manipular las cuerdas del nuevo pelele de la Casa Rosada dolarizada.

 « El hombre desciende del mono, el Argentino desciende del barco », dice una antigua broma. ¿Los Argentinos retomarán un barco -o un avión- para un nuevo éxodo? ¿O bien nos regalarán una explosión social generalizada, un Argentinazo ? Vivir para ver.

 NdT
* Los no familiarizados con la política mundial tal vez no reconozcan aquí todos los personajillos neofascistas:

bolsonaritis: por Bolsonaro, de Brasil

zelenskiada: por Zelensky, de Ucrania

meloni: por Giorgia Meloni, de Italia

abascaliadas: por Abascal, de España

marina: por Marine Le Pen, de Francia

orbanidad: por Viktor Orban, de Hungría

17/11/2023

Colombia: ¡Presidente Petro, ya es hora de romper relaciones con el régimen genocida israelí!
Júntense a l@s primer@s 126 firmatari@s de la petición

  Puedes unirte a estas 126 firmas iniciales pinchando  aquí 

Petición urgente al presidente de la República de Colombia Gustavo Petro Urrego

"Marchaos de nuestra tierra de nuestro cielo, de nuestro mar
de nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas de todo...marchaos,
de los recuerdos de la memoria."
Mahmud Darwish, poeta palestino

17.11.2023

 
Señor presidente Gustavo Petro, amigas, amigos y demás personas receptoras de esta comunicación,

Con alarma y angustia estamos siendo testigos del vil genocidio perpetrado por el Estado sionista de Israel contra el pueblo palestino. A su vez, Estados Unidos es cómplice de tal horror, ha desplegado sus aparatos de guerra hacia la zona de conflicto y apoya con armamento al gobierno de Netanyahu.

Durante décadas ha destinado una auténtica fortuna en armar a Israel. Este drama no es nuevo, son 75 años de ignominia desde la propia creación de ese estado. Es la desproporción aberrante de dos potencias ensañadas contra un pequeño territorio y su pueblo.

El dolor y la indignación nos han embargado, las imágenes revelan toda la impiedad ejercida, han bombardeado inclusive hospitales y centros de refugiados causando hasta la fecha más de diez mil víctimas mortales sin contar los desaparecidos, la inmensa mayoría niñas, niños y mujeres indefensas, población civil. Estamos viendo la destrucción y el desangre a un pueblo en toda su dimensión.

Inevitablemente desde distintos lugares del mundo se ha expresado el repudio a tal ignominia. En muchas ciudades se han realizado multitudinarias manifestaciones. Al día de hoy, varios países se han pronunciado. Es nuestro caso, en que nos infunden ánimo sus valientes declaraciones, calificando esta barbarie del Estado de Israel como lo que es: un genocidio, a la vez que una “limpieza” o eliminación étnica continua durante 75 años. Usted ha señalado que el régimen sionista ha violado los derechos humanos, que ha pasado por alto todas las resoluciones de la ONU. Usted también, ha condenado su inhumano accionar, y ello desde nosotros merece un gran reconocimiento. Colombia, al igual que varios otros países ha llamado a consulta a sus embajadores. El Estado Plurinacional de nuestro hermano país Bolivia, ha roto relaciones diplomáticas y económicas con el estado israelí.

Si bien hay un contundente pronunciamiento de su parte, es de mayor alcance, ratificarlo, dar un paso más; ese paso que avance entre las humaredas de bombas para decir ¡No más!, no cohonestamos de facto desde nuestro país Colombia. Por ello y ante tamaña desventura, presidente Gustavo Petro, elevamos nuestra petición, que surge desde las entrañas del sentimiento de sectores populares que votaron por el Gobierno del Cambio que usted preside junto a Francia Márquez. Igualmente hacemos un llamado a las colombianas y colombianos que lean este comunicado para que se adhieran a este clamor firmando la siguiente petición:

Nos permitimos solicitarle presidente Gustavo Petro, la ruptura inmediata de las relaciones diplomáticas, económicas y políticas con el estado de Israel con la consiguiente expulsión de nuestro territorio del cuerpo diplomático de dicho país y la cancelación y/o embargo de todos los contratos concernientes a sistemas de seguridad militar y armamento.

Ampliamos con otras consideraciones relacionadas: Es imperativo cancelar el acuerdo que de manera absurda y lamentable nos otorga la condición de “socio estratégico” de la OTAN, dado que nuestro país no tiene ninguna razón ni geográfica ni política para pertenecer a dicha organización. Tanto la existencia de bases militares norteamericanas en nuestro territorio como la pertenencia a esa organización militar que va en contravía de la paz mundial, no sólo atenta contra nuestra soberanía, sino que, por otro lado, nos ubica como un aliado portaviones de las fuerzas militares de Estados Unidos en el escenario de una posible guerra entre potencias extranjeras. Así mismo Colombia se considera como un país "no alineado", lo que lamentablemente, sólo es posible de palabra, porque en el orden práctico no lo somos al ser país firmante de esos acuerdos con la OTAN y al aceptar la existencia de las bases militares norteamericanas en nuestro territorio, situación que usted combatió y denunció en su momento. Hacer valer la soberanía de Colombia ante el mundo y posicionar a nuestro país como territorio de paz, se constituiría como la ratificación de su política de paz total, no sólo para nuestro territorio sino para el planeta, acorde a su posicionamiento como un líder mundial por la paz global.

Con sincero aprecio y consideración, firman esta petición las siguientes personas colombianas, residentes en Colombia y en el extranjero:

Gloria Gaitán, luchadora social y escritora, hija del gran líder Jorge Eliécer Gaitán.
Hernando Calvo Ospina, escritor, periodista, realizador documentalista, París, Francia.
Renán Vega Cantor, escritor, investigador, profesor universitario. Bogotá, Colombia.
Reinaldo Spitaletta, periodista, escritor, columnista de El Espectador, Medellín, Colombia.
Daniel Libreros, profesor investigador Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Victor de Currea-Lugo, médico, periodista, profesor universitario, Bogotá, Colombia.
Juan Manuel Arango, periodista, Noticiero Clarín de Colombia.
Blanca Merz, lideresa social, Hamburgo, Alemania
Mauricio Vidales, poeta y articulista, Hamburgo, Alemania.
Eleazar Plaza, escritor, editor, director de Rosa Blindada Ediciones, Cali, Colombia.
Alberto Aguilera, historiador, investigador especialista en Simón Bolívar, Cali, Colombia.
Juan Diego García, escritor, Colombia.
Matilde E. Trujillo U. , librepensadora, educadora popular, Cali, Colombia.
Luis Alfonso Mena, periodista, abogado, historiador, director Periodismo Libre de Cali.
Ildebrando Arévalo, historiador, analista internacional, profesor ESAP, Cali, Colombia.
Luis Carlos Domínguez Prada, abogado, escritor, defensor DH, Bogotá, Colombia.
Manuel Caicedo Paz, librepensador, activista sociopolítico, Cali, Colombia.
José Urbano, cineasta documentalista, Cali, Colombia.
Carlos Fuentes Delgado, ingeniero en metalurgia, profesor universitario, Cali, Colombia.
Iván Enrique Chaves, trabajador de la salud, pensionado, Cali, Colombia.
Harold Adolfo Ortíz Calero, magister cencia política, doctor en filosofía, Cali, Colombia.
Henry Montesdeoca, cantautor, Cali, Colombia.
María Piedad Ossaba, periodista independiente, directora de La PLuma, París, Francia.
Mario Ossaba, pintor, escultor, París, Francia.
Lilian Eugenia Gómez Álvarez, agrónoma, PHD Ciencias Biológicas, Medellín, Colombia.
David López, jurista, director AIDHES, Suiza.
Álvaro Lopera, periodista e ingeniero, Colombia.
Eliécer Jiménez Julio, periodista exiliado en Ginebra, Suiza.
Evelio Loayza, médico defensor de DH, CPDH, Cali, Colombia.
Alcides Lesmes, sindicalista, defensor de DH, exiliado de la UP, Valencia, España.
José Manuel Gómez, exiliado político de la UP, Ginebra, Suiza.
Zoilo Angulo Ríos, ingeniero agrónomo, candidato PHD, Valencia, 
España.
Nelson Restrepo Arango, abogado, defensor DH, exiliado, Madríd, 
España.
Jaime Jiménez García, historiador, abogado , Medellín, Colombia.
Carlos Arturo Velandia, promotor de paz, Medellín, Colombia.
Patricia Quintero, docente exiliada en Bélgica.
André Veraart, pensionado, Bélgica.
Cecilia Saavedra Ruiz, periodista, directora Cooperativa Zuma Qamana, Bogotá, Colombia.
Rodrigo Vargas, defensor DH, CPDH, Cali, Colombia.
Heidy Rojas, tecnóloga en proyectos, defensora DH CPDH, Cali, Colombia.
Jovanny Rojas, defensor de DH, desmovilizado firmante de paz FARC-EP, Cali, Colombia.
Milton Luna, docente, licenciado en Química, Cali, Colombia.
Elías Díaz, escritor, Cali, Colombia.
Diego Gil, escritor, Cali, Colombia.
Ana Ruth Mejía, arquitecta, Cali, Colombia.
Yamil Gutiérrez, filósofo, Cali, Colombia.
Stella Jane Potes Cortés, artista, Cali, Colombia.
Jairo Ramírez Benjumea, psicólogo social UNAD, Cali, Colombia.
Pablo Angarita, actor, dramaturgo, director escénico, Cali, Colombia.
Margarita María Aristizábal Ariza, antropóloga, Cali, Colombia.
Hugo Sánchez, gestor cultural, director Café Cinema, Bogotá, Colombia.
Luna Vera, actriz, gestora cultural, artivista, Bogotá, Colombia.
Aleida Tabares Montes, actriz, dramaturga, directora escénica, poeta. Bogotá, Colombia.
María Catalina Hurtado, licenciada en Ciencias Sociales, Cali, Colombia.
Clemencia Gálvez, profesora de literatura, poeta. Cali, Colombia.
José Figueroa Fernández, exiliado en Bruselas, Bélgica.
María Fernanda Quintero, geógrafa, investigadora Territorio y Población, Bogotá, Colombia.
Miguel Hernández Chavarro, ingeniero industrial, Bogotá, Colombia.
Javier Meza Lagrancurth, ingeniero de petróleos, Santa Marta, Colombia.
Marco Alfredo Forero Parra, abogado, Bogotá.
Luis Eduardo Agudelo Caro, pensionado, Bogotá.
Eduardo Duplat Sanjuan, desmovilizado M19, Cúcuta, Colombia.
Iván Bocanegra, ingeniero mecánico, Corinto, Colombia.
Adolfo León Arciniegas Martínez, apicultor, Palmira, Colombia.
Mauricio Domínguez Caicedo, profesor universitario, Cali, Colombia.
Alfredo Martínez Vásquez, médico veterinario zootecnista, Cali, Colombia.
Francia Elena Prado Cedano, abogada, Cali, Colombia.
Jorge Kujar, artista plástico, Cali, Colombia.
Jesús Alberto Gómez, arquitecto, Cali, Colombia.
José Ramírez, exiliado del M19 en 
España.
Walter Tello, artista plástico, Cali.
Beatriz Eugenia Hurtado, artista plástica, Cali, Colombia.
Marta Inés Hurtado, poeta, Cali, Colombia
Harrinson Riascos Torres, ingeniero de sistemas, Hamburgo, Alemania.
Victor Edgar Vélez Giraldo, artista campesino, Palmira, Colombia.
Edgar Aníbal Roa Zamora, líder social, Cali, Colombia.
Ángela María Quintero, psicóloga, PhD Universidad de Valencia, 
España.
Emely Marín, abogada defensora de DH, Valencia, 
España.
Willie Milton Hostos Álvarez, artista plástico, Valencia, 
España.
María Cristina Palacio, socióloga, especialista política pública, Manizales, Colombia.
Gladys Giraldo, psicóloga, Medellín, Colombia.
Alba Nora Aristizábal, abogada defensora de DH, Manizales, Colombia.
Amparo Mejía Arbeláez, socióloga, Manizales, Colombia.
David Marcelo Idarraga, publicista, Barcelona, 
España.
Pietro Alfonso Schiavo, entrenador de fútbol, Köln, Alemania.
Sara García, economista, Valencia, 
España.
Rafael Escobar, publicista, Cali, Colombia.
Anilsa Caicedo Salazar, abogada Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Jairo Restrepo, periodista independiente, EE.UU.
Juan Carlos García Rivera, antropólogo Universidad Nacional, Bogotá, Colombia.
Miryam Christel, socióloga, Stuttgart, Alemania.
Gloria Mesa, licenciada en filología inglesa, pensionada, Manizales, Colombia.
María Carolina Estepa Becerra, abogada, Bogotá, Colombia.
Juan Pablo Estupinan, abogado, Bogotá, Colombia.
Blanca Lucía Mera, abogada de la Procuraduría, Bogotá, Colombia.
Francia Elena Correa, psicóloga, Manizales, Colombia.
Luz Marina Cruz Pérez, psicóloga, Pereira, Colombia.
María Emma Rodriguez Mosquera, activista social, Cali, Colombia.
Johanna María López, enfermera jefe, Medellín, Colombia.
Beatriz del Socorro Escobar, abogada, Medellín, Colombia.
Silverio Mejía, artista, Manizales, Colombia.
María Teresa Puerta Marín, activista social, Toronto, Canadá.
Oswaldo Quintero, abogado, Pereira, Colombia.
Claudia Patricia Gómez, trabajadora social, Bogotá, Colombia.
Silvia Zuleta, activista social, Barcelona, 
España.
Martha Isabel Povea de Caicedo, docente pensionada, Armenia, Colombia.
Laura Vargas, administrativa, Valencia, 
España.
Stella García, administradora de empresas, Cali, Colombia.
Patricia Duque, terapeuta en Medicina Tradicional Oriental, Cali, Colombia.
César A. Duque Córdoba, abogado, funcionario público, Cali, Colombia.
Yira Bolaños Arturo, coordinadora proyecto reincorporación y reconciliación Alcaldía de Cali
Patricia González, administradora de negocios, Cali, Colombia.
Daniela Córdoba, profesional en Negocios Internacionales, Cali, Colombia.
Silvia María Salazar Giraldo, abogada, defensora DH, Cali, Colombia.
Rosalba Hernández, comerciante independiente, Cali, Colombia.
Esperanza Cerón, médica, Cali, Colombia.
Elizabeth Cubaque, lideresa popular, Ciudad Bolívar, Bogotá, Colombia.
Santiago Duque, obrero, Cali, Colombia.
Ángela Liliana Mazuera León, psicóloga, lic. en filosofía, defensora DH, Cali, Colombia.
Pilar Orozco, psicóloga, Cali, Colombia.
Lisandro Duque Naranjo, cineasta, columnistas y escritor