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05/02/2022

SERGIO RODRÍGUEZ GELFENSTEIN
Qui fomente une guerre, et comment ?
Le poker menteur de Biden, Johnson & Co.

Sergio Rodríguez Gelfenstein, 2/2/2022
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala 

 Il est presque naturel pour les pays (surtout les puissances, car elles ont plus de facilités pour le faire) de vouloir résoudre leurs problèmes internes en déclenchant des conflits à l'étranger. Cela conduit à des attaques contre leur sécurité nationale, à un faux nationalisme et à des appels manichéens à l'unité nationale pour défendre une souveraineté et une intégrité menacées.

Qui peut douter que le conflit artificiel entre Russie et Ukraine réponde à cette logique ?  Surtout au vu de l'échec proverbial et accéléré des administrations de Joe Biden aux USA et de Boris Johnson en Grande-Bretagne. La popularité de Biden est l'une des plus basses de tous les présidents usaméricains à la fin de sa première année de mandat.


Ingram Pinn/Financial Times

Selon un article publié par le Los Angeles Times le 20 janvier, citant un sondage Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, seules 43 % des personnes interrogées approuvent les performances du président. De même, seuls 28% souhaitent que Biden se représente en 2024, dont 48% des démocrates. Sur le plan économique, la situation est pire, avec seulement 37% d'avis favorables sur la performance du président. Il convient de noter que l'inflation en 2021 a été la plus élevée depuis 40 ans.

La perception de la gestion de la pandémie n'est pas meilleure non plus, rejetée par 55% des USAméricains. De même, le gouvernement est considéré comme ayant été totalement inefficace dans la gestion de la question de la migration et n'a même pas été en mesure de réaliser son plan de dépenses pour les infrastructures et l'amélioration de l'économie. D'une manière générale, il est perçu comme n'ayant pas été en mesure d'établir un consensus avec les républicains - ce qui était un slogan majeur de sa campagne - et même pas avec certains des parlementaires les plus conservateurs de son parti démocrate. Dans ce contexte, les citoyens se demandent quel est l'intérêt de réélire Biden, qui est perçu comme une prolongation de la crise.

La situation n'est pas différente pour Boris Johnson, qui se trouve également au milieu d'une profonde crise politique suite à la fuite d'un courriel dans lequel le secrétaire principal du Premier ministre, Martin Reynolds, invitait le personnel du gouvernement à une fête en plein confinement.

Le chef du parti travailliste, Keir Starmer, a demandé la démission de Johnson, alors que les sondages montrent que 90 % des Britanniques pensent qu'il devrait se retirer.


Plop & KanKr

Dans ce contexte, quiconque a des doutes sur les véritables objectifs qui se cachent derrière le déroulement de la « crise ukrainienne » devrait écouter Johnson qui, après une visite en Ukraine, après s'être excusé d'avoir participé à la fête, a fait appel au sentiment national, appelant à « concentrer tous les efforts pour tenir tête à la Russie ». Tout cela après que le député écossais Ian Blackford lui avait demandé d'accepter de faire l'objet d'une « enquête de police pour avoir enfreint ses propres lois ». La députée travailliste Angela Rayner, numéro deux du Labour, a déclaré que Johnson « devrait partir » immédiatement.

SERGIO RODRÍGUEZ GELFENSTEIN
¿Quién y cómo se fabrica una guerra?
El póker mentiroso de Biden, Johnson & Co.

Sergio Rodríguez Gelfenstein, 2-2-2022

Es casi natural que los países (especialmente las potencias porque tienen más facilidades para hacerlo), deseen solucionar sus problemas internos desatando conflictos en el exterior. A partir de ello, se aducen ataques a su seguridad nacional, se hacen estallar falsos nacionalismos y llamados maniqueos a la unidad nacional en defensa de la soberanía y la integridad amenazada.

¿Quién puede poner en duda que el artificial conflicto de Rusia y Ucrania responde a esa lógica?, sobre todo ante el proverbial y acelerado fracaso de las administraciones de Joe Biden en Estados Unidos y Boris Johnson en Gran Bretaña. La popularidad de Biden es una de las más bajas de cualquier presidente estadounidense al finalizar su primer año de gobierno.


Viñeta de Ingram Pinn/Financial Times

Según un artículo publicado por el diario Los Angeles Times el pasado 20 de enero que cita un sondeo de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, solo un 43% de los consultados aprueba la gestión del presidente. Así mismo, apenas el 28% quieren que Biden se presente a la reelección en 2024, incluidos el 48% de los demócratas. En materia económica, la situación es peor toda vez que escasamente un 37% ve con buenos ojos la gestión del presidente. Debe considerarse que la inflación de 2021 fue la más alta en 40 años.

Tampoco es mejor la percepción sobre el manejo de la pandemia, rechazado por el 55% de los estadounidenses. De la misma manera se considera que el gobierno ha sido totalmente ineficiente en la diligencia de la problemática migratoria y ni siquiera ha podido llevar adelante su plan de gastos en materia de infraestructura y mejoramiento de la economía. En general, se percibe que ha sido incapaz de construir consensos con los republicanos -lo cual fue una gran bandera de su campaña- y ni siquiera con algunos de los legisladores más conservadores de su Partido Demócrata. En ese marco los ciudadanos se preguntan qué sentido tiene reelegir a Biden, lo que se visualiza como una prolongación de la crisis.

No es distinta la situación de Boris Johnson quien también se debate en medio de una profunda crisis política motivada en la filtración de un correo electrónico en el que el secretario principal del primer ministro, Martin Reynolds, invitaba al personal del gobierno a una fiesta en pleno confinamiento.

Así, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha solicitado la renuncia de Johnson, al mismo tiempo que las encuestas señalan que el 90% de los británicos consideran que debería hacerse a un lado.


Plop & KanKr

En este contexto, quien tenga dudas respecto de los verdaderos objetivos que concurren en el desenvolvimiento de la “crisis ucraniana” debería escuchar a Johnson quien tras una visita a ese país, después de pedir disculpas por haber asistido a la mencionada fiesta, apeló al sentimiento nacional, llamando a “concentrar todos los esfuerzos en hacer frente a Rusia”. Todo ello, después que el diputado escocés Ian Blackford lo llamara a aceptar ser “investigado por la policía por violar sus propias leyes”. Por su parte la diputada Angela Rayner, número dos del Partido Laborista, dijo que Johnson “debía irse” de inmediato.

15/01/2022

MARGOT WILLIAMS
Diario de Guantánamo

Margot Williams, The Intercept, 13/01/2022
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala

 

 Banksy, Guantanamo Bay, óleo sobre lienzo, 2006

Me pasé veinte años cubriendo el régimen de detenciones secretas de EE. UU. La tortura componía siempre el subtexto.

“Estados Unidos lleva a Cuba a detenidos encapuchados y con grilletes”, declaraba el titular del Washington Post el 11 de enero de 2002. Los periodistas que lo escribieron estaban sobre el terreno en Guantánamo y en Kandahar, Afganistán. Yo estaba en Washington, en mi escritorio de la redacción del Post, donde trabajaba como investigadora. Al leer la historia, una revelación ominosa se me quedó grabada: “Los 20 prisioneros, cuyas identidades no se han hecho públicas...”

Pasaría las dos décadas siguientes aprendiendo los nombres de esos prisioneros y cubriendo la historia del complejo de detención antiterrorista no tan secreto de Estados Unidos. Comenzó como un reto de investigación: descubrir los secretos de lo que algunos han llamado el “gulag estadounidense”. Más tarde, cuando cientos de “combatientes enemigos” sin nombre fueron llevados a la remota base naval de Estados Unidos en la costa sur de Cuba, seguí la historia a través del breve auge y el largo declive del ciclo de noticias de Guantánamo. Quería saber quién estaba detenido y por qué, y cuándo terminaría la “guerra contra el terrorismo”.

Reuní cajas de archivos y hojas de cálculo con datos, creando un tesoro de investigación sobre Guantánamo mientras cambiaba de trabajo y de ciudad. Por el camino, me encontré con otros reporteros e investigadores con hábitos similares y métodos dispares, todos ellos tratando de entender lo que estaba pasando allí.

Unos 780 hombres musulmanes han estado detenidos en Guantánamo desde 2002. Más de 500 fueron liberados durante el gobierno de Bush, unos 200 bajo el mandato del presidente Barack Obama, uno por el presidente Donald Trump y uno hasta ahora por el presidente Joe Biden. Muchos han sido repatriados, mientras que otros han sido trasladados a países que negociaron con Estados Unidos para aceptarlos. Nueve murieron bajo custodia. Treinta y nueve permanecen actualmente en Guantánamo. De ellos, se ha aprobado el traslado de 18 a otros países, incluidos los cinco aprobados por la administración Biden el martes.

En 2004 el Post adjuntó mi lista de detenidos y añadió mi nombre al titular de la página 1 de un artículo titulado “Guantánamo: una celda de detención en la guerra contra el terror”. Los reporteros Scott Higham y Joe Stephens habían visitado el enclave estadounidense en Cuba mientras yo permanecía en la redacción. Me trajeron de la tienda de regalos de Guantánamo una gorra de béisbol con el logotipo del Grupo Conjunto de Operaciones de Detención, conocido como JDOG (por sus siglas en inglés).

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12/01/2022

MEDEA BENJAMIN/NICK DAVIES
Hé, les USA ! Vous avez largué combien de bombes aujourd'hui ?

Medea Benjamin et Nicolas J. S. Davies, CodePink, 10/1/2022
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

Le Pentagone a enfin publié son premier Airpower Summary depuis l'entrée en fonction du président Biden il y a près d'un an. Ces rapports mensuels sont publiés depuis 2007 pour documenter le nombre de bombes et de missiles largués par les forces aériennes dirigées par les USA en Afghanistan, en Irak et en Syrie depuis 2004. Mais le président Trump avait cessé de les publier après février 2020, entourant de secret la poursuite des bombardements usaméricains.

Août 2021 : une frappe de drone US à Kaboul a tué 10 civils afghans. Photo : Getty Images

Au cours des 20 dernières années, comme le documente le tableau ci-dessous, les forces aériennes usaméricaines et alliées ont largué plus de 337 000 bombes et missiles sur d'autres pays. Cela représente une moyenne de 46 frappes par jour pendant 20 ans. Ce bombardement sans fin n'a pas seulement été mortel et dévastateur pour ses victimes, mais il est largement reconnu comme portant gravement atteinte à la paix et à la sécurité internationales et diminuant la position de l'USAmérique dans le monde.

Le gouvernement et l'establishment politique usaméricains ont remarquablement réussi à maintenir le public usaméricain dans l'ignorance des conséquences horribles de ces campagnes de destruction massive à long terme, ce qui leur a permis de maintenir l'illusion du militarisme usaméricain comme force du bien dans le monde dans leur rhétorique politique intérieure.

Aujourd'hui, même face à la prise de pouvoir par les talibans en Afghanistan, ils redoublent d'efforts pour vendre ce récit contrefactuel au public usaméricain afin de rallumer leur vieille guerre froide avec la Russie et la Chine, augmentant ainsi de façon spectaculaire et prévisible le risque de guerre nucléaire.       

Les nouvelles données Airpower Summary révèlent que les USA ont largué 3 246 bombes et missiles supplémentaires sur l'Afghanistan, l'Irak et la Syrie (2 068 sous Trump et 1 178 sous Biden) depuis février 2020.

La bonne nouvelle est que les bombardements usaméricains sur ces 3 pays ont considérablement diminué par rapport aux plus de 12 000 bombes et missiles qu'ils ont lâchés sur eux en 2019. En fait, depuis le retrait des forces d'occupation usaméricaines d'Afghanistan en août, l'armée US n'a officiellement mené aucune frappe aérienne dans ce pays, et n'a largué que 13 bombes ou missiles sur l'Irak et la Syrie - ce qui n'exclut pas des frappes supplémentaires non signalées par des forces sous le commandement ou le contrôle de la CIA.

Les présidents Trump et Biden ont tous deux le mérite d'avoir reconnu que des bombardements et une occupation sans fin ne pouvaient pas assurer la victoire en Afghanistan. La rapidité avec laquelle le gouvernement mis en place par les USA est tombé aux mains des talibans une fois le retrait usaméricain engagé a confirmé que 20 ans d'occupation militaire hostile, de bombardements aériens et de soutien à des gouvernements corrompus n'ont finalement servi qu'à ramener le peuple afghan, las de la guerre, sous la coupe des talibans.

La décision insensible de Biden de faire suivre 20 ans d'occupation coloniale et de bombardements aériens en Afghanistan par le même type de guerre de siège économique brutale que les USA ont infligée à Cuba, à l'Iran, à la Corée du Nord et au Venezuela ne peut que discréditer davantage l'USAmérique aux yeux du monde.

Il n'y a eu aucune demande de reddition de comptes pour ces 20 années de destruction insensée. Même avec la publication des Airpower Summaries, l'horrible réalité des guerres de bombardement usaméricaines et les pertes massives qu'elles infligent restent largement cachées au peuple usaméricain.

De combien des 3 246 attaques documentées dans l'Airpower Summary depuis février 2020 étiez-vous au courant avant de lire cet article ? Vous avez probablement entendu parler de l'attaque de drone qui a tué 10 civils afghans à Kaboul en août 2021. Mais qu'en est-il des 3 245 autres bombes et missiles ? Qui ont-ils tué ou mutilé, et quelles maisons ont-ils détruites ?

31/12/2021

TOM ENGELHARDT
Mi año 2021 y mi bienvenida al 2022

Tom Engelhardt, TomDispatch.com, 23/12/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala

 A medida que va terminando el año 2021, con independencia de que la pandemia que ha arrasado el mundo haya empezado por un murciélago o no, creo que es seguro decir que todos somos mucho más murciélagos ahora de lo que éramos cuando empezó.


Al menos en mi vecindario, a medida que este año llega a su fin, esa vieja frase del Llanero Solitario, “¿Quién era ese hombre enmascarado?”, vuelve a aplicarse a casi todo el mundo. De hecho, a medida que aumentan los casos de delta en la ciudad de Nueva York, y ómicron entra en escena de forma sorprendente, se ha restablecido el uso de mascarillas en el interior de mi propio edificio de apartamentos -desde los pasillos hasta los ascensores y la lavandería- (aunque no he dejado de llevarlas) y también se está restableciendo el mandato de las mascarillas si te mueves por la ciudad.

Así ha sido el año, pero lamentablemente, como sabemos, no en todas partes en este país nuestro, demasiado desenmascarado, no vacunado, conflictivo, conspirador, enervado y perturbado. Un año de enfermedad, muerte, luto y caos político cada vez mayor a una escala sorprendente, aunque no sin precedentes, amenaza el sistema estadounidense tal y como lo hemos conocido. Mientras tanto, un nuevo tipo de clima amenaza al mundo tal y como lo hemos conocido.

¿Feliz año nuevo? No estoy nada seguro de ello.

Es cierto que mi mujer y yo estamos vacunados y reforzados. Y, sin embargo, como mayores de 65 años, seguimos siendo objetivos de primera clase de la covid, que viven el final del segundo año de una pandemia que ha sido desastrosa para los estadounidenses de nuestra edad en un país que ha experimentado su propio tipo de devastación, no solo médica sino también política.

23/12/2021

JORGE MAJFUD
El terrorismo de la guerra contra el terrorismo

Jorge Majfud, 22/12/2021

Cuando se habla de drogas, se culpa a los productores, no a los consumidores. Pero cuando se habla de armas, se culpa del mal a los consumidores, no a los productores. La razón estriba, entiendo, en el lugar que ocupa el poder.

El congreso de Estados Unidos acaba de aprobar la construcción de un Memorial de la Guerra contra el Terrorismo a construirse no muy lejos del monumento a Lincoln, “para honrar aquellos que sirvieron en el conflicto más largo de la historia de la Nación”. No será el primero, ya que existe el Global War on Terrorism Memorial en Georgia, para que las nuevas generaciones nunca olviden el sacrificio de El país de las leyes que, como Superman, lucha “por la libertad y la justicia” en el mundo. Narrativa para niños educados en Disney World y para adultos que valoran la fé sobre la razón: el mundo se reduce a la lucha del Bien contra el Mal y nosotros somos los guardianes del Bien, del Destino manifiesto.

 

Memorial de  la Guerra Global contra el Terrorismo, Vineland, New Jersey, inaugurado en 2019

Como siempre, los mitos están recargados de olvidos estratégicos. Ni siquiera se trató del conflicto más largo, ya que sólo la guerra de despojo, no de la tribu sino de la Nación Seminole se extendió desde 1816 hasta mediados del siglo XIX. Antes de convertirse en mascota de un equipo de fútbol, los seminoles fueron verdaderos héroes en una verdadera guerra de defensa contra el despojo de su territorio en Florida y contra una abismal diferencia de poder militar. Al igual que otros pueblos despojados y masacrados por el fanatismo anglosajón, fueron considerados salvajes (terroristas) que, según el discurso de la Unión del presidente Andrew “Mata Indios” Jackson de 1832,  “nos atacaron primero sin que nosotros los provocásemos”.

El 31 de agosto de 2021, el presidente Joe Biden anunció el “fin de la guerra contra el terrorismo”. (Naturalmente, como escribimos hace veinte años, el negocio de la guerra se desplazará al Extremo Oriente. Habrá una Segunda Guerra Fría en el ciberespacio, no sin los fuegos de la primera.) Como ningún presidente estadounidense puede hablar de amor sino de guerra, el bueno de Biden, con un estilo muy Obama, ha advertido: “permítanme dejarlo bien claro: si buscas hacerle daño a Estados Unidos… debes saber que nunca te perdonaremos. No lo olvidaremos. Te perseguiremos hasta los confines de la Tierra y pagarás por tu ofensa”. Una copia literal de las advertencias de recordar y castigar las defensas y ofensas ajenas que se leen por miles en los anales de la historia de los últimos doscientos años. 

Sólo la “Guerra contra el terrorismo” oculta las raíces del problema de la misma forma que la “Guerra contra las drogas”, diseñada, según sus autores, para criminalizar a negros y latinos. (También Pekin ha usado ese ideoléxico de “Guerra contra el terrorismo” para justificar la violación de los derechos humanos del pueblo Uighur.) El nombre “Guerra contra el terrorismo” y la obligación de no olvidar ocultan un olvido sistemático, como la destrucción de democracias en Oriente Medio (como la de Irán en 1953), la desestabilización de gobiernos seculares (como el de Afganistán en los años 70), la  creación de milicias descontroladas (como los Muyahidín o los Contras en los 80), las Guerras perdidas y genocidas (como Vietnam en los 60 o Irak en los 2000). Como los más recientes bombardeos indiscriminados en Siria e Irak, filtrados por accidente pero probados como recurso sistemático. (Luego, mejor criminalizar a quienes nos descubrieron matando, como es el caso de Julian Assange.) Como la detención indefinida de sospechosos derivada de la Ley Patriota de 2003, la cual se ha extendido de forma obscena a los inmigrantes pobres. Porque los pobres son siempre sospechosos. Porque este es El país de las leyes, como les gusta repetir a los pobres que logran pasar y hacerse de papeles y papelitos.

17/12/2021

JEREMY SCAHILL
El misterioso caso de Joe Biden y el futuro de las guerras con drones

 Jeremy Scahill, The Intercept, 15/12/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala

Jeremy Scahill es corresponsal y editor general (uno de los tres editores fundadores) de The Intercept. Es reportero de investigación, corresponsal de guerra y autor de los best-sellers internacionales: “Dirty Wars: The World Is a Battlefield” y “Blackwater: The Rise of the World's Most Powerful Mercenary Army”. Ha informado desde Afganistán, Iraq, Somalia, Yemen, Nigeria, la antigua Yugoslavia y otros lugares del mundo. Scahill ha sido corresponsal de seguridad nacional para The Nation y Democracy Now! El trabajo de Scahill ha desencadenado varias investigaciones en el Congreso y ha ganado algunos de los más altos honores del periodismo. Recibió dos veces el prestigioso premio George Polk, en 1998, por sus reportajes sobre el extranjero y, en 2008, por “Blackwater”. Scahill es productor y guionista de la premiada película “Dirty Wars”, estrenada en el Festival de Cine de Sundance de 2013 y nominada al Oscar.

La gestión del ataque en Kabul es una señal ominosa de que, aunque Biden se ha comprometido a revisar el programa de drones, sigue estando arraigado un prolongado mecanismo de autoexoneración.

Durante el último año, el número de ataques con aviones no tripulados de los que se ha informado ha caído en picado. El presidente Joe Biden no autorizó ni un solo ataque conocido durante los primeros seis meses de su presidencia antes de romper la racha con una serie de ataques con drones contra Al Shabab en Somalia en julio. A pesar de la notable reducción, al menos dos de los ataques llevados a cabo bajo el mandato de Biden han acabado con la vida de civiles, incluido el ya famoso ataque del 29 de agosto en Kabul, Afganistán, que asesinó a 10 civiles, siete de ellos niños. Aunque el conjunto de datos sobre los ataques con drones de Biden es minúsculo, el resultado de sus ataques conocidos presenta una tasa de mortalidad civil espantosa. En el caso del golpe en Afganistán, el 100% de las víctimas fueron civiles.

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26/11/2021

ELDA CANTÚ
Le Honduras aux urnes

Elda Cantú, El Times, 26/11/2021
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

Elda Cantú (Reynosa, Tamaulipas) est une journaliste mexicaine basée à Mexico, où elle rédige le bulletin d'information bihebdomadaire gratuit du New York Times en espagnol, El Times. @eldacantu

Au Honduras, deux habitants sur trois vivent dans la pauvreté. Le pays souffre des graves effets du changement climatique : rien que l'année dernière, il a été frappé par deux ouragans. Chaque mois, des milliers de personnes migrent vers le nord à la recherche d'une vie meilleure. Environ un million de Honduriens vivent déjà aux USA.

Que faudra-t-il pour changer cette situation ? Un autre président ?

Dimanche, 5,3 millions de Hondurien·nes se rendront aux urnes pour des élections générales (parlementaires, municipales et présidentielle), et aussi pour savoir qui remplacera le président Juan Orlando Hernández, qui a dirigé le pays pendant huit années très turbulentes.


Les autorités nationales et usaméricaines ont accusé Hernández de corruption et d'avoir laissé le trafic de drogue organisé pénétrer son gouvernement.


L'élection sera également importante pour l'administration du président Biden, qui cherche depuis longtemps un allié dans cette région difficile.

 

Tegucigalpa, cinq jours avant les élections de dimanche ; Photo Orlando Sierra/Agence France-Presse - Getty Images

 
Avant la couverture de dimanche, j'ai parlé avec Juliana Barbassa, rédactrice en chef du Times pour l'Amérique latine, qui édite également ce bulletin chaque semaine.


Pourquoi l'administration Biden attend-elle autant de cette élection ?


JULIANA : Les USA et le Honduras ont une relation historiquement proche. Il y a deux raisons principales pour lesquelles les USA suivent cette élection avec intérêt.


La première est la migration. Les Honduriens, confrontés à d'énormes difficultés dans leur pays, se sont dirigés vers le nord en nombre croissant, créant un goulot d'étranglement à la frontière. Cela a posé un problème politique à Biden.

La seconde est la corruption et le trafic de drogue au Honduras, qui peuvent rendre la vie difficile et pousser de nombreuses personnes à chercher leur chance aux USA. Le gouvernement de M. Hernández a fait face à des allégations de corruption et des hommes proches du président, dont son frère, ont été condamnés pour trafic de drogue. L'administration Biden aimerait voir un vainqueur qui remporte un large mandat populaire. Cela donnerait aux USA un partenaire crédible au Honduras et pourrait améliorer les conditions dans le pays.


Qui sont les prétendants ?

JULIANA : La course est très serrée. En tête, Nasry Asfura, candidat charismatique et maire de la capitale, Tegucigalpa. Il se présente pour le parti qui est au pouvoir depuis le coup d'État de 2009, et de nombreux Honduriens aimeraient voir un changement.

À    gauche, le leader est Xiomara Castro, l'épouse de Manuel Zelaya, l'ancien président qui a été déposé lors du coup d'État. Elle a promis le changement. Mais le Honduras est un pays conservateur, et ses opposants tentent de la dépeindre comme une communiste qui pourrait s'allier au Venezuela et adopter des mesures socialement libérales.

Les enjeux sont élevés et le résultat devrait être très serré. Cela a suscité des craintes de fraude et d'instabilité parmi les partisans des deux partis.

 

Les agents électoraux préparent les bulletins de vote avant l'élection générale. Photo Fredy Rodriguez/Reuters

Les élections honduriennes s’ajoutent une série d'autres scrutins qui ont amené les Latino-Américain·es à se prononcer durant cette pandémie. Des élections législatives au Mexique aux élections présidentielles au Chili - en passant par le Nicaragua, le Venezuela, le Pérou et l'Argentine - les habitants du continent ont utilisé leur vote pour exprimer leurs frustrations et, surtout, leurs espoirs d'améliorer leur vie par des moyens démocratiques.

09/11/2021

RYAN DEVEREAUX
Tras 14 meses en prisión, juicio a la activista indígena Amber Ortega por protestar contra el muro de Trump

Ryan Devereaux, The Intercept, 3/11/2021
Traducido del inglés por
Sinfo Fernández, Tlaxcala 

Ryan Devereaux es un galardonado periodista usamericano de investigación que cubre temas de justicia penal, aplicación de la ley de inmigración y seguridad nacional. Ha informado sobre la guerra contra el narcotráfico en México y fue uno de los principales reporteros de la premiada serie de The Intercept “Drone Papers”, en la que sacó a la luz una campaña antiterrorista de EE. UU. en el noreste de Afganistán que tuvo graves consecuencias para los civiles sobre el terreno. Ganador del Premio de Periodismo Online 2017 a la mejor redacción de reportajes para una pequeña redacción, Devereaux ha informado sobre las prácticas policiales desde la ciudad de Nueva York hasta Ferguson, Missouri. Devereaux recibió el premio 2020 del Deadline Club al mejor reportaje periodístico o digital por “Bodies in the Borderlands” (Cuerpos en la frontera), una investigación de un año sobre la represión de la administración Trump contra los voluntarios de ayuda humanitaria que prestan asistencia a los migrantes en el desierto de Arizona. Ha informado ampliamente sobre el Departamento de Seguridad Nacional y, en 2019, reveló una operación conjunta de recopilación de inteligencia entre EE. UU. y México dirigida contra periodistas, abogados y defensores de la inmigración en la frontera entre ambos países; ha hecho el seguimiento de las protestas por la separación de familias por parte de una empresa de inteligencia privada; y se ha infiltrado en un grupo secreto y profundamente controvertido de Facebook utilizado por miles de agentes actuales y antiguos de la Patrulla Fronteriza, incluido el jefe de esta. Antes de colaborar con The Intercept, Devereaux trabajó en el Guardian US. Sus trabajos se han publicado también en Rolling Stone, The Nation y Village Voice. Vive en Brooklyn, Nueva York.

Amber Ortega fue detenida por bloquear la construcción en tierras sagradas del sur de Arizona. Ahora se enfrenta a un juicio en Tucson.

Amber Ortega, una activista de la tribu hia ced o’odham y tohono o’odham posa ante el Monumento Nacional Organ Pipe Cactus el 9 de noviembre de 2019. (Foto: Kitra Cahana/MAPS para The Intercept)

Han pasado cuatro meses desde que Amber Ortega, miembr@ de la tribu hia ced o'odham, de 35 años, fue detenida por bloquear la construcción del muro fronterizo que amenazaba un oasis sagrado del desierto en el sur de Arizona. Ortega fue detenida junto con Nellie Jo David, otra mujer hia ced o'odham, en el manantial de Quitobaquito Springs, un ecosistema de fama mundial situado en el extremo sur del Monumento Nacional Organ Pipe Cactus que ha sido un centro de tradición cultural y espiritual para los o'odham durante miles de años.

Bajo el mandato del presidente Donald Trump y para abrir paso al muro, los contratistas del gobierno atravesaron el prístino hábitat desértico de Organ Pipe en vehículos de varias toneladas, bombeando cientos de miles de galones de agua del acuífero que sustenta los manantiales y destrozando secciones de un cementerio cercano con potentes explosivos. En septiembre de 2020, Ortega y David estaban rezando en los manantiales cuando se encontraron con uno de los equipos de construcción. La pareja se sentó encima de los vehículos del equipo y les dijo que no eran bienvenidos. Los trabajadores llamaron a los equipos tácticos de los agentes de la Patrulla Fronteriza y de la policía del parque, y Ortega y David fueron detenidas.

 

Por un delito menor que normalmente se resuelve con una multa por allanamiento, las dos mujeres fueron desnudadas, encadenadas y conducidas a una cárcel gestionada con carácter privado a unos 210 kilómetros de distancia, donde las mantuvieron incomunicadas, sin poder acceder a un abogado, durante casi 24 horas. Al principio de su caso, un abogado designado por el tribunal le dijo a Ortega que era probable que los esfuerzos para luchar contra sus cargos, que conllevan una condena máxima de seis meses, pudieran acabar en fracaso. Ortega decidió no seguir con ese abogado. Aunque comprende su opinión, no luchar no era una opción para ella.

 

“Quería seguir adelante para concienciar sobre la opresión que hemos sufrido los nativos, los o'odham. Siempre nos han negado tener voz”, dijo Ortega a The Intercept. “El gobierno de Estados Unidos nos ha arrebatado nuestros derechos y el acceso a las tierras, a los lugares sagrados, y esto ha venido sucediendo desde la colonización”.

 

El jueves, Ortega se declarará no culpable en su caso y argumentará ante un tribunal de Tucson que las acciones por las que fue detenida estaban arraigadas en creencias espirituales profundamente enraizadas. El nuevo abogado de Ortega, Paul Gattone, abogado de derechos civiles con sede en Tucson, cree que su caso es sólido. “Es una joven indígena que tiene creencias muy arraigadas, religiosas y culturales, por eso estaba allí”, dijo Gattone a The Intercept. “Debido a esas creencias culturales y religiosas, se sintió obligada a actuar, y eso es lo que hizo”.

 

El juicio marca la primera instancia de la administración de Biden, que prosigue con la persecución de la era de Trump contra una defensora de las tierras fronterizas en Arizona, y la segunda vez en los últimos años en la que una activista del estado ha articulado una defensa de la libertad religiosa en respuesta a los cargos de alto perfil vinculados al aparato de seguridad fronteriza del gobierno. El trabajador humanitario Scott Warren, a quien la administración de Trump acusó de contrabando de personas por proporcionar ayuda a los migrantes en el desierto, realizó una exitosa defensa de la libertad religiosa contra dos intentos de procesamiento federal en 2019. Sustentado por el Servicio de Parques Nacionales, el caso de Ortega hace que el Departamento del Interior la procese por intentar detener la misma construcción contra la que la propia funcionaria principal de la agencia, y primera secretaria nativa americana, Deb Haaland, se había manifestado ya como miembr@ del Congreso.

 

26/09/2021

RYAN DEVEREAUX
Biden puede estar ejecutando con los haitianos la mayor expulsión de solicitantes de asilo de la historia reciente

“Esto es racismo anti-negro en nuestra política de inmigración. Punto”

Ryan Devereaux, The Intercept, 21/9/2021
Traducido del inglés por Sinfo Fernández, Tlaxcala

La administración de Biden, menos de un año después de entrar en el cargo con la promesa de aportar un nuevo enfoque humanitario al sistema de inmigración de la nación, está llevando a cabo lo que podría ser la mayor expulsión masiva de posibles solicitantes de asilo en la historia reciente de Estados Unidos. Prácticamente ninguno de los expulsados del país -casi todos negros- ha podido pasar por los tribunales, ni podrán hacerlo con el plan actual de la administración.

 

Casi todos los expulsados, incluidas familias y niños, serán trasladados en avión a Haití, un país que la propia administración describió el mes pasado como un  Estado al borde del colapso. Con las expulsiones ya en marcha y la previsión de que se intensifiquen en los próximos días, los defensores de los derechos humanos se preparan para que una pesadilla, ya de por sí espantosa, se convierta en algo mucho más peligroso.

 

“No se me ocurre una forma peor de manejar la situación”, dijo a The Intercept Nicole Phillips, directora legal de Haitian Bridge Alliance, una organización sin ánimo de lucro con sede en San Diego. En las últimas semanas, más de 14.000 hombres, mujeres y niños, la gran mayoría de ellos de nacionalidad haitiana, comenzaron a reunirse bajo un puente en la ciudad fronteriza de Del Río, en Texas. Durante el fin de semana, agentes de la Patrulla Fronteriza montados a caballo se abalanzaron sobre la multitud, blandiendo sus riendas como látigos, cargando contra las personas que llevaban bolsas de comida, gritándoles que volvieran a México y empujándolas a las rápidas aguas del Río Grande.

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