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20/02/2024

“A los grandes hombres, la patria agradecida”: la nueva panteonada de Macron

Así, el 21 de febrero, dos nuevos “metecos” entrarán en el Panteón: Missak y Mélinée Manouchian, armenios, apátridas, comunistas y combatientes de la Resistencia, se unirán a Joséphine Baker, Simone Veil y otros 80 “grandes hombres” (entre ellos, 8 mujeres) en este “templo republicano” cuya cúpula está coronada por una cruz cristiana, en el más puro espíritu del laicismo a la francesa.

Una cruz cuyas apariciones y desapariciones han seguido los cambios de régimen de los últimos 244 años. La Convención de 1791 convirtió la iglesia de Sainte-Geneviève , construida antes de la Revolución, en un “Panteón” inspirado en el Panteón de Roma, para enterrar a Mirabeau, Voltaire, Rousseau, Descartes y otros. Napoleón I la transformó en iglesia, Luis Felipe volvió a secularizarla en 1830, antes de que Napoleón III la convirtiera en lugar de culto cristiano, luego la Comuna de París aserró los  brazos de la cruz, colgando en ella una bandera roja. El Orden moral instaurado por los versalleses, que masacraron a los comuneros -uno de los cuales, el periodista Jean-Baptiste Millière, fue fusilado de rodillas en la escalinata del Panteón-, restauró la cruz, y en 1885 la República enterró allí a Víctor Hugo con gran pompa y ceremonia. El que había escrito en 1852 en su panfleto Napoleón el pequeño: “Él [Napoleón III] clavó un clavo sagrado en el muro del Panteón y colgó de este clavo su golpe de Estado”.

Y ninguna de las repúblicas que se han sucedido desde entonces se ha preocupado por la presencia de esta cruz en lo alto del “Templo”. La cruz tampoco molesta a los francmasones que convencieron a Macron para que honrara a esos dos terroristas apátridas, Missak y Mélinée.

Así pues, nuestros dos armenios serán homenajeados el miércoles en presencia de Madame Le Pen, que acaba de acoger en las filas de su partido a Fabrice Leggeri, que dimitió de su cargo de director de la agencia Frontex en 2022 para evitar los inconvenientes de una investigación sobre sus prácticas ilegales de devolución de solicitantes de asilo a sus países y se prepara para un cómodo final de su carrera como eurodiputado.

Si los Manouchian y sus camaradas polacos, italianos, españoles, húngaros y rumanos hubieran vivido en la Europa del siglo XXI, probablemente no habrían sido fusilados, sino simplemente internados en centros de detención y enviados de vuelta en chárteres a los infiernos de los que habían huido. Si Macron hubiera verdaderamente querido honrar a los metecos FTP-MOI (Francotiradores y Partisanos- Mano de Obra Inmigrada) que murieron por Francia, debería haber incluido en el Panteón a los 23 mártires del 21 de febrero de 1944, como pedían los firmantes del llamamiento que figura a continuación. Pero era pedirle demasiado-FG

“Missak Manouchian debería ir al Panteón con todos sus compañeros”

Colectivo,  Le Monde, 23/11/2023

Mientras que los resistentes Missak y Mélinée Manouchian entrarán en el Panteón el 21 de febrero de 2024, sus 22 compañeros del grupo FTP-MOI también merecen este honor, afirma un colectivo de descendientes de estos mártires e intelectuales, entre ellos Costa-Gavras, Delphine Horvilleur, Patrick Modiano, Edgar Morin y Annette Wieviorka, en una tribuna publicada en Le Monde.

 

Mural del pintor Popof en homenaje al grupo Manouchian, esquina de la rue du Surmelin y la rue Darcy, Ménilmontant, París 20 (Foto Marie-José PL)

Señor Presidente de la República, le escribimos esta carta con la esperanza de evitar una injusticia. El 18 de junio anunció usted su decisión de que los restos mortales de Missak Manouchian y su esposa, Mélinée, fueran trasladados al Panteón en febrero de 2024, con motivo del octogésimo aniversario del martirio del grupo de resistencia contra la ocupación nazi y sus colaboradores franceses. El 21 de febrero de 1944, veintidós hombres fueron fusilados en el Mont-Valérien. La única mujer de su red fue decapitada en Stuttgart el 10 de mayo de 1944.

Retrato de Manouchian en la prisión de Fresnes, por Christian Guémy alias C215

Nos alegramos de su decisión. Con ella se pone fin a un largo periodo de olvido y se reconoce la contribución decisiva de los resistentes internacionalistas a la liberación de Francia y al restablecimiento de la República. Manouchian y sus compañeros pertenecían a los Francotiradores y partisanos – Mano de obra emigrada (FTP-MOI), una unidad de la Resistencia comunista compuesta en su mayoría por extranjeros, refugiados e inmigrantes. “Veintitrés extranjeros y, sin embargo, nuestros hermanos”, recordaba Louis Aragon al homenajearlos en su poema “L'Affiche rouge” [El cartel rojo], en el que evocaba sus nombres “difíciles de pronunciar”.

Plaza Henri-Krasucki, distrito 20 de París

En estos tiempos inciertos, en los que se ciernen nuevas sombras, en los que amenazan la xenofobia, el racismo, el antisemitismo y todas las formas de rechazo del otro, del extranjero y del diferente, este homenaje patriótico y republicano es un mensaje de fraternidad que recuerda que Francia siempre ha estado hecha del mundo, de la diversidad de sus pueblos y de la pluralidad de sus culturas gracias a la contribución de todas sus comunidades de origen extranjero. Es, sobre todo, un mensaje universal que subraya hasta qué punto los ideales de igualdad de derechos, sin distinción de nacimiento, credo o apariencia, proclamados inicialmente por la Declaración de los Derechos Humanos de 1789, por los que Manouchian y sus compañeros dieron su vida, pueden inspirar al mundo entero.

 

Sin olvidar a ninguno

Señor Presidente, es este mensaje el que se contradice con la decisión de incluir a Missak y Mélinée Manouchian, y sólo a ellos, en el Panteón. Probablemente ellos mismos no lo habrían entendido ni deseado. Aislar un solo nombre es romper la fraternidad de su colectivo militante. Distinguir a una sola comunidad es herir el internacionalismo que los animaba. Este grupo de resistentes comunistas no puede reducirse a Manouchian, que ciertamente, fue su jefe militar antes de que la propaganda alemana lo promocionara como jefe de una banda criminal. Y el símbolo que justamente representa para nuestros compatriotas de la comunidad armenia es indisociable de todas las demás nacionalidades y comunidades que compartieron su lucha y su sacrificio.

Señor Presidente, esperamos haberle convencido de que Missak Manouchian no puede entrar solo en el Panteón, aunque le acompañe su esposa. Son los veintitrés, todos juntos, los que componen la profundidad de esta historia, su historia que se ha convertido en nuestra historia, la historia de Francia, pasada y presente. Los veintitrés, sin olvidar ni uno solo: judíos polacos, republicanos españoles, antifascistas italianos y muchos otros.

Por eso le pedimos que se asegure de que le acompañen sus veintidós camaradas: el armenio Arpen Manoukian, el español Celestino Alfonso, los italianos Rino Della Negra, Spartaco Fontanot, Cesare Luccarni, Antoine Salvadori y Amedeo Usseglio, los franceses Georges Cloarec, Roger Rouxel y Robert Witchitz, los húngaros Joseph Boczov, Thomas Elek y Emeric Glasz, los polacos Maurice Füngercwaig, Jonas Geduldig, Léon Goldberg, Szlama Grzywacz, Stanislas Kubacki, Marcel Rajman, Willy Schapiro y Wolf Wajsbrot, y la rumana Olga Bancic.

Fueron veintitrés, “veintitrés que gritaron por Francia al caer”-otra vez Aragón-, veintitrés que hablaron de nuestra patria común, de su riqueza y de su fuerza. Veintitrés que, en un momento de reconocimiento nacional, son indisociables.

Firmado por : Juana Alfonso, nieta de Celestino Alfonso; Patrick Boucheron, historiador, profesor en el Collège de France; Michel Broué, matemático; Patrick Chamoiseau, escritor; Costa-Gavras, cineasta, Presidente de la Cinémathèque française; Elise Couzens y Fabienne Meyer, primas hermanas de Marcel Rajman; Michel, Patrice e Yves Della Negra, sobrinos de Rino Della Negra; René Dzagoyan, escritor; Jean Estivil, sobrino de Celestino Alfonso; André Grimaldi, profesor emérito de Medicina; Anouk Grinberg, actriz y artista; Jean-Claude Grumberg, escritor y director teatral; Yannick Haenel, escritor; Delphine Horvilleur, rabina y escritora; Serge y Beate Klarsfeld, historiadores; Mosco Levi Boucault, director de cine; Patrick Modiano, escritor, Premio Nobel de Literatura; Edgar Morin, sociólogo y filósofo; Edwy Plenel, periodista; Anne Sinclair, periodista; Thomas Stern, sobrino de Thomas Elek; Annette Wieviorka, historiadora, directora de investigación en el CNRS; Ruth Zylberman, escritora y directora.


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19/02/2024

LUIS E. SABINI FERNÁNDEZ
Genocidio de Gaza: ¿Se está dando vuelta la tortilla?

Luis E. Sabini Fernández, 19-02-2023

Todo parece concatenarse como en una auténtica tragedia griega de modo tal que nada ni nadie decide por sí y ante sí sus próximos pasos y a la vez, quedan marcadas las responsabilidades, los prejuicios, los intereses, de cada “actor”.

Pero lo que tenemos por delante no es griego sino hebreo. El acto político de enterrar vivos a decenas, centenares, tal vez miles de palestinos explica los violentos actos desencadenados por milicianos palestinos el 7 de octubre de 2023. Porque la historia no comenzó en la madrugada de ese día.


Emad Hajjaj

El 7 de octubre fue el detonante. Un operativo de resistencia armada pero de amplio espectro. Que proviene de más de un siglo de resistencia a la penetración sionista. Pero que, además, tiene un antecedente directo. Un operativo de resistencia no armada, palestino de 2018 –Marchas por el Retorno−, reclamando angustiosamente tierra, que tuvo un desenlace desolador. Entonces, inicialmente ni siquiera con piedras, manifestaciones palestinas absolutamente pacíficas fueron  “contestadas” de una manera tan cruel y sanguinaria por Israel que las manifestaciones palestinas acabaron con cientos de muertos, burlona, absolutamente matados, por francotiradores israelíes cómodamente ubicados en taludes a la vera de los caminos de las manifestantes.

Gaza, 13 de abril de 2018. Photo Mohamed Salem/Reuters

Cuando los mandos securitarios israelíes percibieron que el blanco de los ijares humanos generaba “excesivos” muertos, desangrados (porque la asistencia no llegaba a tiempo o porque tales disparos eran efectivamente mortales, cambiaron el blanco; de las entrepiernas a los tobillos. Israel podía así generar entre los despojados palestinos una buena “producción” de lisiados de por vida. Igual que con su “competencia” futbolística, dedicada a quebrar con balazos las piernas de futbolistas palestinos, arruinando las actuaciones del combinado de fútbol palestino en las eliminatorias asiáticas.[1]

Tal es el estilo del Estado de Israel para lidiar con lo palestino; inconmensurable desprecio y un cierto regodeo ante el malvivir, mal morir, palestino; en Israel se opta por matar a niños palestinos hasta por la espalda, con total amparo legal, por ejemplo.[2]

El 7 de octubre la resistencia armada palestina hizo algo distinto: copó los cuartelillos o establecimientos policiaco-militares de la Franja de Gaza (FdG), y a la vez, “cosechó” rehenes, o intentó hacerlo, para posterior intercambio por prisioneros políticos (o sociales) palestinos, muchos detenidos por años sin ni siquiera abrirles causas, archivados vivos en depósitos.

No hay antecedentes de tantos policías o soldados israelíes [3] matados en enfrentamientos anteriores al de la madrugada del 7 de octubre de 2023: se estima en centenares.

« Aux grands hommes, la Patrie reconnaissante » : la nouvelle panthéonnade de Macron

Ainsi donc, deux nouveaux métèques vont faire leur entrée au Panthéon ce 21 février : Missak et Mélinée Manouchian, Arméniens, apatrides, communistes, résistants, vont rejoindre Joséphine Baker, Simone Veil et 80 autres « grands hommes » (dont 8 femmes) dans ce « temple républicain » dont la coupole est surmontée par une croix chrétienne, dans le plus pur esprit de la laïcité à la française.

Une croix dont les apparitions et les disparitions ont suivi les changements de régime depuis 244 ans. La Convention de 1791 avait fait de l’Église Sainte-Geneviève construite avant la Révolution ce « Panthéon » inspiré du Panthéon de Rome pour y enterrer Mirabeau, puis Voltaire, Rousseau, Descartes et autres, Napoléon Ier en avait refait une église, puis Louis Philippe l’avait de nouveau laïcisé en 1830, avant que Napoléon III en refasse un lieu de culte chrétien, puis la Commune de Paris avait scié les bras de la croix, y accrochant un drapeau rouge. L’Ordre moral instauré par Les Versaillais massacreurs des Communards -l’un d’eux, le journaliste Jean-Baptiste Millière, fut fusillé à genoux sur les marches du Panthéon - avait restauré la croix et la République y enterra en grands pompes Victor Hugo en 1885, lui qui avait écrit en 1852 dans son pamphlet Napoléon le petit : « Il [Napoléon III] a enfoncé un clou sacré dans le mur du Panthéon et il a accroché à ce clou son coup d'État. »

Et aucune des républiques qui se sont succédé depuis lors ne s’est souciée de la présence de cette croix au sommet du « Temple ». Laquelle croix ne gêne pas non plus les francs-maçons qui ont convaincu Macron d’honorer ces deux terroristes apatrides que furent Missak et Mélinée.

Nos deux Arméniens seront donc honorés mercredi en présence de Madame Le Pen [lire ci-dessous], qui vient d’accueillir dans les rangs de son parti Fabrice Leggeri, qui démissionna de son poste de directeur de l’agence Frontex en 2022, pour éviter les désagréments d’une enquête sur ses pratiques illégales de renvois de demandeur d’asile vers leurs pays et se prépare à une confortable fin de carrière comme député européen.

Si les Manouchian et leurs camarades polonais, italiens, espagnols, hongrois et roumains avaient vécu dans l’Europe du XXIème siècle, ils n’auraient sans doute pas été fusillés, mais seulement mis dans des centres de rétention et réexpédiés en charters vers les enfers qu’ils avaient fui. Si Macron avait vraiment voulu honorer les métèques FTP-MOI morts pour la France, ce sont tous les 23 martyrs du 21 février 1944 qu’il aurait du faire entrer au Panthéon, comme le lui demandaient les signataires de l’appel ci-dessous. Mais c’était quand même trop lui demander-FG

« Missak Manouchian doit entrer au Panthéon avec tous ses camarades »

Collectif, Le Monde,  23/11/2023

Si les résistants Missak et Mélinée Manouchian entreront au Panthéon le 21 février 2024, leurs 22 camarades du groupe FTP-MOI méritent eux aussi cet honneur, rappelle, dans une tribune au « Monde », un collectif constitué de descendants de ces martyrs et d’intellectuels, parmi lesquels Costa-Gavras, Delphine Horvilleur, Patrick Modiano, Edgar Morin ou encore Annette Wieviorka.

Fresque murale du peintre Popof en hommage au groupe Manouchian, angle rue du Surmelin et rue Darcy, Ménilmontant, Paris 20e (Photo Marie-José PL)

Monsieur le Président de la République, nous vous écrivons cette lettre dans l’espoir d’empêcher une injustice. Vous avez annoncé le 18 juin votre choix de faire entrer au Panthéon les dépouilles de Missak Manouchian et de son épouse, Mélinée, en février 2024, à l’occasion du quatre-vingtième anniversaire du martyre du groupe de résistance à l’occupation nazie et à ses collaborateurs français. Le 21 février 1944, vingt-deux hommes furent fusillés au Mont-Valérien. La seule femme de leur réseau fut décapitée à Stuttgart, le 10 mai 1944.

Portrait de Manouchian dans  la maison d’arrêt de Fresnes, par Christian Guémy alias C215

Votre décision est une heureuse nouvelle qui nous a réjouis. Mettant fin à un trop long oubli, elle marque la reconnaissance de la contribution décisive des résistants internationalistes à la libération de la France et au rétablissement de la République. Manouchian et ses camarades appartenaient en effet aux Francs-tireurs et partisans - Main-d’œuvre immigrée (FTP-MOI), une unité de la Résistance communiste composée en grande part d’étrangers, de réfugiés et d’immigrés.  « Vingt et trois étrangers et nos frères pourtant », rappelait Louis Aragon en les célébrant dans son poème « L’Affiche rouge », où il évoquait leurs noms « difficiles à prononcer ».

Place Henri-Krasucki, Paris 20e

En nos temps ô combien incertains où de nouvelles ombres gagnent, où xénophobie, racisme, antisémitisme et toutes les formes de rejet de l’autre, de l’étranger et du différent menacent, cet hommage patriotique et républicain est un message de fraternité qui rappelle que la France a toujours été faite du monde, de la diversité de son peuple et de la pluralité de ses cultures grâce à l’apport de toutes ses communautés d’origine étrangère. C’est surtout un message universel qui souligne combien les idéaux d’égalité des droits, sans distinction de naissance, de croyance ou d’apparence, initialement proclamés par la Déclaration des droits de l’homme de 1789, pour lesquels Manouchian et ses camarades ont donné leurs vies, peuvent soulever le monde entier.



Sans en oublier un seul

Or, Monsieur le Président, c’est ce message que contredit le choix de faire entrer au Panthéon Missak et Mélinée Manouchian, et eux seuls. Eux-mêmes ne l’auraient sans doute ni compris ni souhaité. Isoler un seul nom, c’est rompre la fraternité de leur collectif militant. Distinguer une seule communauté, c’est blesser l’internationalisme qui les animait. Ce groupe de résistants communistes ne se résume pas à Manouchian qui, certes, en fut le responsable militaire avant que la propagande allemande ne le promeuve chef d’une bande criminelle. Et le symbole qu’il représente, à juste titre, pour nos compatriotes de la communauté arménienne est indissociable de toutes les autres nationalités et communautés qui ont partagé son combat et son sacrifice.

Monsieur le Président, nous espérons vous avoir convaincu que Missak Manouchian ne saurait entrer seul au Panthéon, fût-ce en compagnie de son épouse. Ce sont les vingt-trois, tous ensemble, qui font l’épaisseur de cette histoire, la leur devenue la nôtre, celle de la France, hier comme aujourd’hui. Les vingt-trois, sans en oublier un seul : juifs polonais, républicains espagnols, antifascistes italiens, et bien d’autres encore.

Nous vous demandons donc de faire en sorte qu’il soit accompagné par ses vingt-deux camarades : l’Arménien Armenak Arpen Manoukian, l’Espagnol Celestino Alfonso, les Italiens Rino Della Negra, Spartaco Fontanot, Cesare Luccarni, Antoine Salvadori et Amedeo Usseglio, les Français Georges Cloarec, Roger Rouxel et Robert Witchitz, les Hongrois Joseph Boczov, Thomas Elek et Emeric Glasz, les Polonais Maurice Füngercwaig, Jonas Geduldig, Léon Goldberg, Szlama Grzywacz, Stanislas Kubacki, Marcel Rajman, Willy Schapiro et Wolf Wajsbrot, et la Roumaine Olga Bancic.

Ils étaient vingt-trois, « vingt et trois qui criaient la France en s’abattant » – Aragon toujours –, vingt et trois qui disent notre patrie commune, sa richesse et sa force. Vingt et trois qui, à l’heure de la reconnaissance nationale, sont indissociables.

Signataires : Juana Alfonso, petite fille de Celestino Alfonso ; Patrick Boucheron, historien, professeur au Collège de France ; Michel Broué, mathématicien ; Patrick Chamoiseau, écrivain ; Costa-Gavras, cinéaste, président de La Cinémathèque française ; Elise Couzens et Fabienne Meyer, cousines germaines de Marcel Rajman ; Michel, Patrice et Yves Della Negra, neveux de Rino Della Negra ; René Dzagoyan, écrivain ; Jean Estivil, neveu de Celestino Alfonso ; André Grimaldi, professeur émérite de médecine ; Anouk Grinberg, comédienne et artiste ; Jean-Claude Grumberg, écrivain et homme de théâtre ; Yannick Haenel, écrivain ; Delphine Horvilleur, rabbine et écrivaine ; Serge et Beate Klarsfeld, historiens ; Mosco Levi Boucault, réalisateur ; Patrick Modiano, écrivain, prix Nobel de littérature ; Edgar Morin, sociologue et philosophe ; Edwy Plenel, journaliste ; Anne Sinclair, journaliste ; Thomas Stern, neveu de Thomas Elek ; Annette Wieviorka, historienne, directrice de recherche au CNRS ; Ruth Zylberman, écrivaine et réalisatrice.

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Hommage à Missak et Mélinée Manouchian : non à la présence du RN au Panthéon

Nous ne souhaitons pas la présence du Rassemblement national à l'hommage rendu mercredi, au Panthéon. L'histoire et les valeurs de ce parti sont en contradiction avec le combat des résistants des FTP-MOI, étrangers, juifs, communistes.

Descendants des membres du « groupe Manouchian », nous ne souhaitons pas la présence du Rassemblement national à l'hommage rendu mercredi, au Panthéon.

L'histoire et les valeurs de ce parti sont en contradiction avec le combat des résistants des FTP-MOI, étrangers, juifs, communistes.

A l'heure où le Rassemblement national remet en cause le droit du sol, la présence des représentants de ce parti serait une insulte à la mémoire de ceux qui ont versé leur sang sur le sol français.

Nous ne voulons pas participer à la stratégie de dédiabolisation d'un parti xénophobe et raciste. Missak Manouchian et ses camarades ne l'auraient pas supporté. 

Signataires :

Familles de Celestino Alfonso, Joseph Epstein, Marcel Rajman, Wolf Wajsbrot, Missak Manouchian et Amedeo Usseglio

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Manouchian : Missak et Mélinée Manouchian, deux orphelins du génocide des Armeniens engagés dans la Résistance française

Manouchian
Missak et Mélinée Manouchian, deux orphelins du génocide des Arméniens engagés dans la Résistance française
Astrig Atamian Claire Mouradian Denis Peschanski

Editions Textuel, novembre 2023
ISBN : 978-2-84597-961-1
192 pages
250 images
39 €
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Manouchian : Missak et Mélinée Manouchian, deux orphelins du génocide des Armeniens engagés dans la Résistance française

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➤Antoine Perraud
Retour sur l’éclairante « affaire Manouchian » de 1985
En 1985, un documentaire de Mosco Levi Boucault, « Des “terroristes” à la retraite », retraçait l’action des FTP-MOI, avant l’arrestation du groupe. Ce fut « l’affaire Manouchian ». Revoyons ce film aussi capital que discutable.


➤Mosco revisite l’ouverture de son documentaire « Des ‘terroristes’ à laretraite »

18/02/2024

GIDEON LEVY
Le monde doit imposer la paix à Israël

Gideon Levy, Haaretz, 18/2/2024
Traduit par  Fausto Giudice, Tlaxcala

Le moment est venu pour les USA et dans leur sillage la communauté internationale, de prendre une décision : le cycle sans fin de la violence entre Israël et les Palestiniens va-t-il se poursuivre ou allons-nous tenter d’y mettre un terme ? Les USA vont-ils continuer à armer Israël et à déplorer ensuite l’usage excessif de ces armements, ou sont-ils enfin prêts à prendre des mesures concrètes, pour la première fois de leur histoire, afin de changer la réalité ? Et surtout, l’attaque israélienne la plus cruelle contre Gaza deviendra-t-elle la plus inutile de toutes, ou l’occasion qui s’est présentée à sa suite ne sera-t-elle pas ratée, pour une fois ?


Il ne sert à rien d’en appeler à Israël. Le gouvernement actuel, et celui qui le remplacera probablement, n’a pas et n’aura jamais l’intention, le courage ou la capacité de générer un changement. Lorsque le Premier ministre répond aux propos usaméricains sur la création d’un État palestinien par des mots indiquant qu’il « s’oppose aux mouvements forcés » ou qu’ « un accord ne sera conclu que par le biais de négociations» tout ce que l’on peut faire, c’est rire et pleurer.

Rire, parce qu’au fil des ans, le Premier ministre Benjamin Netanyahou a fait tout ce qu’il pouvait pour faire échouer les négociations ; pleurer, parce que c’est Israël qui emploie la coercition - la nature de sa politique à l’égard des Palestiniens est une coercition mise en œuvre dans une grande démarche unilatérale, violente, agressive et arrogante. Tout à coup, Israël est contre les actes de coercition ? L’ironie se cache la tête dans la honte.

Il est donc inutile d’attendre du gouvernement israélien actuel qu’il change de caractère. Il est tout aussi vain d’attendre d’un gouvernement dirigé par Benny Gantz, Gadi Eisenkot ou Yair Lapid qu’il le fasse. Aucun d’entre eux ne croit en l’existence d’un État palestinien dont le statut souverain et les droits seraient égaux à ceux d’Israël. Tous les trois, ensemble et chacun séparément, accepteront tout au plus, dans un très bon jour, la création d’un bantoustan sur une partie du territoire. Une véritable solution ne sera pas trouvée ici. Il vaut mieux laisser Israël se complaire dans son refus.

Mais le monde ne peut pas se permettre de laisser passer cette occasion. C’est le monde qui devra bientôt reconstruire, avec ses fonds, les ruines de la bande de Gaza, jusqu’à la prochaine démolition par Israël. C’est le monde dont la stabilité est compromise tant que l’occupation persiste, et qui l’est encore plus chaque fois qu’Israël se lance dans une nouvelle guerre. C’est le monde qui reconnaît que l’occupation est néfaste pour lui, mais qui n’a jamais levé le petit doigt pour y mettre fin. Aujourd’hui, l’occasion de le faire se présente. La faiblesse et la dépendance d’Israël à la suite de cette guerre doivent être exploitées, dans l’intérêt d’Israël également.

Assez de mots. Assez des cycles de négociations futiles organisés par le secrétaire d’État usaméricain Antony Blinken et des mots durs prononcés par le président Joe Biden. Ils ne mènent nulle part. Le dernier président sioniste, peut-être le dernier à se soucier de ce qui se passe dans le monde, doit agir. En guise de prélude, on pourrait s’inspirer des paroles étonnamment simples et vraies du responsable de la politique étrangère de l’Union européenne, Josep Borrell, qui a déclaré : « Eh bien, si vous pensez que trop de gens sont tués, peut-être devriez-vous fournir moins d’armes [à Israël] ».

Toutefois, la question n’est pas seulement de mettre fin à la guerre, mais surtout de savoir ce qui se passera une fois qu’elle sera terminée. Si cela dépendait d’Israël, sous n’importe quel gouvernement, nous retournerions dans le giron chaleureux de l’apartheid et nous reviendrions à la vie par le sabre. Le monde ne peut pas accepter cela plus longtemps et ne peut pas laisser le choix à Israël. Israël a parlé : c’est Non. Le temps est venu de trouver une solution semblable aux accords de Dayton. Il s’agit d’un accord forcé et imparfait conclu en Bosnie-Herzégovine qui a mis fin à l’une des guerres les plus cruelles et qui, contrairement à toutes les prévisions, a tenu pendant 29 ans. L’accord a été imposé par la coercition.

 Un État palestinien n’est peut-être plus une solution viable en raison des centaines de milliers de colons qui ont ruiné les chances d’en créer un. Mais un monde déterminé à trouver une solution doit proposer un choix clair à Israël : des sanctions ou la fin de l’occupation ; des territoires ou des armes ; des colonies ou un soutien international ; un État démocratique ou un État juif ; l’apartheid ou la fin du sionisme. Lorsque le monde se montrera ferme, en posant ces options de cette manière, Israël devra prendre une décision. Le moment est venu de forcer Israël à prendre la décision la plus fatidique de sa vie.

CHRISTOF WACKERNAGEL
Metamorphose/Metamorphosis

 In 30, 50 oder 100 Jahren, wenn die menschliche Spezies noch da ist, wird sich wohl herausstellen, ob der Autor Recht hatte, als er behauptete, dass die 2020er Jahre die Geburt des Biofaschismus erlebten. In der Zwischenzeit ist dies eine Brandschrift, die den Handpuppen des Kapitals die Maske vom Gesicht reißt. Dringend lesenswert!

In 30, 50 or 100 years' time, if the human species still exists, history will tell whether the author was right in asserting that the 2020s saw the birth of biofascism. In the meantime, here's a scathing pamphlet that rips the masks off capital's puppets. A must-read!


 

ABRAHAM LÉON
Conception matérialiste de la question juive

 « Le sionisme est un mouvement très jeune ; c'est le plus jeune des mouvements nationaux européens. Cela ne l'empêche pas de prétendre, bien plus que tous les autres nationalismes, qu'il tire sa substance d'un passé extrêmement lointain. Tandis que le sionisme est en fait le produit de la dernière phase du capitalisme, du capitalisme commençant à pourrir, il prétend tirer son origine d'un passé plus que bimillénaire. Alors que le sionisme est essentiellement une réaction contre la situation créée au judaïsme par la combinaison de la destruction du féodalisme et de la décadence du capitalisme, il affirme qu'il constitue une réaction contre l'état de choses existant depuis la chute de Jérusalem en l'an 70 de l'ère chrétienne. Sa naissance récente est naturellement la meilleure réplique à ces prétentions. En effet, comment croire que le remède, à un mal existant depuis deux mille ans, ait seulement pu être trouvé à la fin du XIXe siècle ? Mais comme tous les nationalismes, et bien plus intensément encore, le sionisme considère le passé historique à la lumière du présent. C'est ainsi d'ailleurs qu'il déforme l'image du présent. Tout comme on présente aux enfants français la France comme existant depuis la Gaule de Vercingétorix ; tout comme on présente aux enfants de Provence les victoires que les rois de l'Ile-de-France ont remportées contre leurs ancêtres, comme leurs propres succès, ainsi le sionisme essaie de créer le mythe d'un judaïsme éternel, éternellement en butte aux mêmes persécutions. »
Abraham Léon, l’auteur de ces lignes, a disparu à Auschwitz en 1944, à 26 ans. Juif né à Varsovie, résistant à l’occupation nazie de la Belgique, il rédige entre 1940 et 1942 Conception matérialiste de la question juive, qui ne pourra être édité qu’en 1946. Un texte à (re)découvrir de toute urgence.

 https://glocalworkshop.com/fr/produit/conception-materialiste-de-la-question-juive-abraham-leon/

17/02/2024

HUGO ABOITES
Gaza/Ayotzinapa

Hugo Aboites, La Jornada, 17/2/2024
Traduit par  Fausto Giudice, Tlaxcala


Vicente Hugo Aboites Aguilar est professeur et chercheur au département d’éducation et de communication de l’Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco (UAM-X). De 2014 à 2018, il a été recteur de l’Université autonome de Mexico. Il est chroniqueur au journal La Jornada. Auteur de plusieurs ouvrages, dont La medida de una nación : los primeros años de la evaluación en México : historia de poder y resistencia (2012). Il accompagne les luttes des enseignants et des étudiants depuis les années 1980.

Israël n’a pas réussi à vaincre le Hamas, mais dans sa course folle à l’extermination du peuple palestinien, il oblige le monde à vivre avec des niveaux de violence qui, jusqu’à récemment, n’étaient réservés qu’aux États parias. Les actions militaires semblent même être délibérément menées pour frapper la population civile. Une vidéo qui fait actuellement le tour des médias sociaux montre Netanyahou il y a 20 ans, lors d’une réunion, annonçant ce qui est aujourd’hui la réalité : « les Palestiniens doivent être frappés durement », déclare-t-il devant le doute et l’étonnement de ses auditeurs.

 

« Mais Israël serait critiqué par tout le monde, par l’ONU », remarque une jeune femme. « Ce n’est pas grave » ; « et par les USA », ajoute une autre. « Ils nous soutiennent, la majorité (de la population) nous soutient », répond-il. Maintenant que l’expérience est en cours, il est clair qu’elle a servi à compliquer sérieusement le tableau, à délégitimer Israël et ses demandes et à générer un ton global qui, comme jamais auparavant, favorise les solutions violentes. Aujourd’hui, une douzaine de pays utilisent de plus en plus leur puissance de feu respective.

Il y a un changement radical dans le ton international auquel on ne peut plus répondre - comme le fait le gouvernement mexicain - par des déclarations de neutralité libérale.

Avec 85 actions militaires en réponse à la mort de trois de ses soldats qui faisaient partie d’un détachement militaire hostile aux forces locales, la puissance militaire usaméricaine est désormais l’un des discours prépondérants dans la région.


« Le bon ami du Mexique ». San Francisco Chronicle, 21/4/1914

Et aux USA, elle ravive des secteurs très conservateurs et colore les relations avec d’autres pays, en particulier le Mexique. Nous connaissons déjà, par exemple, l’initiative actuelle de législateurs et même d’un candidat à la présidence de ce pays visant à légaliser l’utilisation unilatérale de la force militaire au Mexique - drones, missiles et bombardements - pour mettre fin à l’agression que sont censées constituer des drogues comme le fentanyl.

Signe de l’intérêt que suscite le sujet au-delà des législateurs, un document de source conservatrice usaméricaine a récemment été publié, lequel, sur la base des expériences d’intervention militaire contre le Mexique (depuis celles contre Huerta et Villa), fait une analyse qui, sans aller jusqu’à affirmer qu’avec la législation actuelle le gouvernement usaméricain pourrait mener une action de ce type, ne lui ferme pas non plus définitivement la porte (Using Force Against Mexican Drug Cartels: Domestic and International Law Issues).
Cet exemple montre que le climat belliciste ne s’arrête pas aux frontières et ne se limite pas à des questions spécifiques.

D’autre part, à l’intérieur du Mexique, tout semble indiquer que l’affaire Ayotzinapa ne sera pas définitivement élucidée au cours de ce sexennat. Si tel est le cas, la demande de solution sera alors confiées au prochain gouvernement, ce qui a une implication historique et importante : que lorsque, pendant le mandat de six ans de la présidente Sheibaum, militante universitaire et scientifique, on célébrera en 2029 le 100e  anniversaire de l’autonomie de l’UNAM (Université nationale autonome du Mexique), il faudra se souvenir que cette même date marquera aussi un siècle de répression meurtrière de l’État mexicain contre les jeunes étudiant·es de ce pays, car c’était en 1929, à Santo Domingo, qu’ont eu lieu les premiers passages à tabac et les premières charges violentes des pompiers contre les assemblées, ainsi que les fusillades d’étudiants, qui ont marqué depuis lors une politique d’État de fait qui a toujours été particulièrement agressive contre les mobilisations et les revendications des jeunes, jusqu’à la 4T ( Quatrième transformation).

Et depuis 1929, il n’y a pas eu un seul sexennat au cours duquel des étudiants n’ont pas été battus, emprisonnés, tués ou maintenus dans une situation de disparition non élucidée. Changer cela est en soi crucial pour la transformation du pays et des relations de l’État avec le secteur de l’éducation, mais aussi pour l’amélioration des relations à l’intérieur et à l’extérieur de la société, c’est commencer à réduire la violence. Il ne peut y avoir de transformation de l’éducation et de la société si nous ne commençons pas par là. Un changement fondamental implique également une révision critique des lois sur l’éducation qui contredisent directement - outre les droits du travail des enseignants et des universitaires - les exigences du droit intégral à l’éducation, gratuite et sans l’intervention d’agents privés à but lucratif pour l’évaluation discriminatoire et partiale des institutions, des carrières, des professeurs, des enseignants et des candidats.

Une révision qui laisse de côté l’insistance sur la marchandisation des centres de recherche de l’enseignement supérieur, des espaces qui sont le patrimoine public du pays et non une source et un facteur de profit. En d’autres termes, le massacre d’élèves instituteurs d’Ayotzinapa a été la réponse aux demandes populaires en matière d’éducation ; résoudre cette affaire, c’est donc aussi faire un pas dans la transformation de fond de l’éducation, qui se fait toujours attendre.

 


Allons-nous faire la guerre au Mexique ?

Tract de l’Union américaine contre le militarisme. New York, 26 juin 1916

« On a dit que l’affrontement de Carrizal était un simple incident et que le refus de Carranza d’autoriser les troupes américaines à pénétrer plus avant dans le Mexique était en soi une cause de guerre. L’HISTOIRE  JUSTIFIERA PAS À CETTE NATION d’entrer en guerre parce qu’une république voisine, ayant autorisé nos troupes à pénétrer sur son territoire à la poursuite d’une bande de hors-la-loi, a exigé que ces troupes n’aillent pas plus loin sur son territoire après que la bande de hors-la-loi a été dispersée et que beaucoup d’entre eux ont été tués.

Le fait que le Mexique soit une petite nation [sic], déchirée par des révolutions récentes et qui traverse actuellement une période de reconstruction, fait de notre respect scrupuleux de ses droits une question d’honneur national. Nous pensons que si cette nation choisit d’entrer en guerre plutôt que d’accepter l’offre de médiation faite par les républiques latino-américaines et acceptée par le Mexique, ce sera une tache dans l’histoire américaine. »

GIDEON LEVY
Les adolescents palestiniens de Cisjordanie rédigent leurs testaments, et ont de bonnes raisons pour cela

 Gideon Levy & Alex Levac (photos), Haaretz, 17/2/2024
Traduit par  Fausto Giudice, Tlaxcala


Alors qu’Abderrahman Hamad, élève de terminale, rentrait à pied de l’école, un soldat israélien lui a tiré une balle dans l’estomac, le tuant. Après sa mort, une lettre qu’il avait écrite six mois plus tôt à sa famille a été retrouvée. Il fait partie des nombreux adolescents de Cisjordanie qui rédigent leur testament.

Abderrahim Hamad, devant une photo de son défunt fils, Abderrahman. Il a donné des instructions à sa famille : « Ne me mettez pas dans un congélateur, enterrez-moi immédiatement. Allongez-moi sur mon lit, couvrez-moi de couvertures et emmenez-moi à l’enterrement ».

Abderrahman Hamad a rédigé ses dernières volontés. Un long texte avec des instructions détaillées, d’une graphie scrupuleuse. De plus en plus d’adolescents palestiniens de Cisjordanie occupée rédigent des testaments ces jours-ci, et avec encore plus d’intensité à la suite des événements survenus dans la bande de Gaza. Hamad a demandé à être enterré le plus rapidement possible, et a demandé à sa famille d’utiliser une bonne photo de lui comme photo de profil dans les réseaux sociaux et d’ajouter un verset de prière à côté, et surtout de ne pas pleurer sa mort.

« Ne me mettez pas dans un congélateur, enterrez-moi immédiatement. Posez-moi sur mon lit, couvrez-moi de couvertures et emmenez-moi à l’enterrement. Quand vous me descendrez dans la tombe, restez derrière moi. Mais ne soyez pas triste. Ne vous souvenez que des beaux souvenirs que vous avez de moi et ne vous lamentez pas sur mon sort. Je ne veux pas que quelqu’un soit triste ». Hamad a rédigé son testament le 18 juillet dernier et l’a remis à un ami pour qu’il le conserve. Une photo du texte est stockée dans le téléphone portable du père endeuillé.

Iyad Hadad, chercheur de terrain pour l’organisation israélienne de défense des droits humains B’Tselem, le traduit et le lit pour nous. Soudain, il s’étrangle, avant d’éclater en larmes déchirantes qui ne s’arrêtent pas. Nous n’avons jamais vu Hadad pleurer. Il s’occupe des droits humains dans les territoires depuis 1986, d’abord pour l’organisation palestinienne Al Haq, puis depuis 24 ans pour B’Tselem. Il a tout vu, il a enquêté sur tous les cas de meurtres et autres crimes de l’occupation dans la région de Ramallah, et maintenant il pleure abondamment. Les dernières volontés et le testament de quelqu’un qui n’avait pas encore 18 ans l’ont fait craquer. Le visage du père du défunt, Abderrahim, est bouleversé par le chagrin, mais ses yeux restent secs. Un silence pesant s’installe dans la salle.

Le 29 janvier, nous nous sommes rendus dans le village d’Al-Mazra’a a-Sharqiya pour enquêter sur les circonstances du meurtre de Taoufik Abdeljabbar, un adolescent usaméricain abattu par des soldats ou des colons israéliens - ou les deux. En chemin, nous avons traversé la ville de Silwad. Lorsque nous sommes arrivés à Al-Mazra’a a-Sharqiya, nous avons été informés qu’un autre adolescent avait été tué, cette fois à Silwad, peu de temps après notre départ. Cette semaine, nous sommes retournés à Silwad.

L’endroit où Abderrahman a été tué

Perchée sur une colline, c’est une ville aisée et relativement développée d’environ 6 000 habitants, au nord-est de Ramallah. La construction y est intense, comme nous ne l’avons pas vu dans d’autres villes et villages. C’est aussi un lieu militant, où les Forces de défense israéliennes effectuent fréquemment des raids, provoquant les habitants, dont la ville est proche de la route 60, la principale artère de Cisjordanie, sur laquelle circulent les colons et où des pierres sont jetées. Au cours des cinq dernières années, Silwad a perdu sept de ses fils ; le chef du Hamas, Khaled Meshal, est né ici en 1956 et a grandi dans la ville.

Dimanche dernier, Abderrahman Hamad aurait fêté son 18e  anniversaire. Il ne l’a pas fêté - il était déjà mort depuis deux semaines. Cette semaine, dans une rue où l’on construit de splendides demeures en marbre, à côté de la tour résidentielle Al Hourriya, un camion a déchargé des matériaux de construction dans la cour de l’une de ces demeures. De l’autre côté de la rue, deux fanions palestiniens sortent du sol, et deux cercles faits de morceaux de marbre cassés, sur l’un desquels le nom d’Abderrahman Hamad a été inscrit au crayon. Des ordures volent autour de ce mémorial improvisé. C’est ici que l’adolescent a été tué.

C’était un lundi et Abderrahman rentrait de l’école. Sur les médias sociaux, on annonçait que l’armée israélienne, qui avait envahi la ville peu après 8 heures du matin, avait commencé à se retirer. Mais dans la rue où Abderrahman marchait, apparemment seul, il y avait encore deux véhicules blindés israéliens : une jeep de la police et une voiture de l’armée. La rue est parallèle à l’avenue des maisons en construction, sur la pente de la colline, et il est apparu par la suite qu’entre les squelettes des maisons, qui appartiennent toutes à la famille élargie des Qassam, quelques autres jeunes se cachaient. Ils suivaient les forces de sécurité qui partaient et attendaient l’occasion de leur jeter des pierres.

Soudain, la porte d’un des véhicules garés s’ouvre. Un soldat ou un agent de la police des frontières sort son corps et tire un seul coup de feu, aussi précis que mortel, en plein dans l’estomac d’Abderrahman. La distance entre le sniper et sa victime était d’environ 150 mètres, et le jeune était plus haut dans la rue que le tireur. Immédiatement après, la porte du véhicule blindé s’est refermée et les deux véhicules ont démarré en trombe. Ils ont tiré, ils ont tué, ils ont fui.

Un barrage routier sur la route menant à Silwad. Photo : MARCO LONGARI - AFP

Ils ont avorté la vie d’un jeune et détruit la vie d’une famille, même s’il est peu probable qu’ils y aient songé ne serait-ce qu’une seconde. Même si Abderrahman avait lancé une pierre ou (comme le prétend la police) un cocktail Molotov, il n’aurait jamais pu mettre en danger la vie des soldats et de la police des frontières. À cette distance, il n’avait aucune chance d’atteindre les véhicules blindés. Néanmoins, pourquoi ne pas mettre fin à la vie d’un jeune si vous le pouvez ? Après tout, personne ne s’y intéressera par la suite, à part la famille brisée.

Pendant que tout cela se passait, un témoin oculaire, dont l’identité est en possession de Hadad, l’enquêteur de terrain, était assis sur le balcon de sa maison, en face des deux véhicules de sécurité, et observait les événements. Il venait d’échanger des messages avec sa femme, qui réside en Jordanie. Elle lui a demandé comment il allait et il l’a informée qu’une invasion de l’armée israélienne était en cours et que les soldats avaient recouvert le centre de la ville de gaz lacrymogènes. À Silwad, on estime que l’invasion des FDI et de la police des frontières ce jour-là n’était rien d’autre qu’une démonstration de force orchestrée par le nouveau commandant de zone du service de sécurité Shin Bet, dont le nom de code est “Omri”.

Quoi qu’il en soit, la femme de l’homme lui a demandé de filmer les événements pour elle, ce qu’il a fait. Les images qu’il a prises du haut d’un olivier dans la cour montrent une rue étonnamment calme et tranquille, sans pierres ni cocktails Molotov volant dans les airs. Soudain, le silence est rompu par le bruit d’un tir provenant de l’un des véhicules blindés. Immédiatement après, des ambulanciers, venus d’une ambulance garée à proximité, courent vers la victime, tandis que les deux véhicules israéliens repartent rapidement dans la direction opposée. Les héros ont fait leur travail de la journée - il est temps de partir.

Le chauffeur de l’ambulance palestinienne, qui attendait au bout de la rue, comme c’est l’usage lorsque les forces de sécurité envahissent les lieux, a vu Abderrahman s’effondrer au sol. Lui et son équipe l’ont emmené d’urgence au service de soins de la clinique locale. Le jeune homme est dans un état critique. La balle a pénétré dans sa hanche et est ressortie par la poitrine - il était apparemment en train de se pencher lorsqu’il a été touché. Les tentatives de réanimation sont restées vaines.


Le père d’Abderrahman, Abderrahim Hamad

L’unité du porte-parole des FDI a renvoyé Haaretz à la police des frontières. Un porte-parole de la police israélienne (dont dépend la police des frontières) a déclaré cette semaine en réponse à la demande de commentaire de Haaretz : « Pendant l’intervention des forces de sécurité, le suspect a lancé un cocktail Molotov sur les combattants et a mis leur vie en danger. En réponse, un combattant lui a tiré dessus et a neutralisé le danger ».

Abderrahman était le fils aîné d’Abderrahim, 44 ans, et de sa femme, Inam Ayad, 42 ans. Il était élève en 12e année, dans la filière scientifique. Son ambition étant d’étudier la médecine, il a travaillé dur avant les examens d’entrée à l’école, non seulement pour être admis à l’école de médecine, mais aussi dans l’espoir d’obtenir une bourse d’études. Des photographies le montrent prenant la parole lors d’assemblées scolaires et de fêtes de fin d’année. Grand et beau, il se distinguait de ses camarades. Il jouait dans l’équipe de football de Silwad, mais ces derniers mois, il consacrait tout son temps à ses études, comme il l’a fait la dernière nuit de sa vie.

Le matin du 29 janvier, alors que son père s’apprêtait à partir travailler (dans la construction) dans le village voisin d’Aïn Sinya, il a remarqué que son fils dormait encore. Il a décidé de ne pas le réveiller, car il savait qu’Abderrahman avait étudié jusque tard dans la nuit. Son père a quitté la maison à 6h30, et la mère du jeune homme l’a réveillé environ une heure plus tard et l’a conduit à l’école dans sa voiture. À 11h30, elle a appelé son mari pour lui dire que l’armée avait envahi Silwad. Elle lui a demandé d’appeler leur fils cadet, Sliman, 15 ans, qui travaille dans le bâtiment dans la ville, pour s’assurer qu’il allait bien. Ils ne se sont pas inquiétés pour Abderrahman, sachant qu’il était à l’école. Sliman allait bien, les forces de sécurité n’étaient pas allées sur son lieu de travail.

À 12 heures, Abderrahim appelle sa femme. On lui répond que le centre de la ville est recouvert d’un nuage de gaz lacrymogène qui pénètre dans les maisons. Tant que les enfants vont bien, se dit le père. À 12h30, alors qu’il prenait un petit-déjeuner tardif avec les ouvriers, il a reçu un appel anonyme, qui s’est déconnecté sans que personne ne dise rien. Quelques minutes plus tard, son frère l’a appelé pour lui dire de rentrer rapidement à la maison. Pourquoi ? « Oubeida [surnom d’Abderrahman] était blessé », Le père dit qu’il est tombé en état de choc.


Des fillettes de la famille d’Abderrahman assistent à ses funérailles. Photo : JAAFAR ASHTIYEH - AFP

« Je ne savais pas quoi faire », se souvient-il. «  Ma main s’est portée sur le numéro de téléphone d’Oubeida et je l’ai appelé ». C’est un ambulancier palestinien qui a répondu. Il a demandé comment allait son fils et le chauffeur a répondu : « Il va bien. Je te tiendrai au courant bientôt ».

Désemparé, Abderrahim attend une minute ou deux et appelle à nouveau. Cette fois, le chauffeur lui dit : « On espère qu’il s’en sortira ». Abdel Rahman était déjà mort, mais son père ne le savait pas encore et était certain que son fils serait transporté d’urgence de la clinique de Silwad à l’hôpital gouvernemental de Ramallah. Il a demandé au chauffeur de le prendre en route - son lieu de travail se trouve sur la route principale menant à Ramallah. Un peu plus tard, son frère l’a appelé et lui a répété : « Reviens en ville, et vite ».

Il comprend alors que son fils est mort. Encore étourdi, il s’est rendu à la première clinique, où on lui a dit que son fils était à l’hôpital. Arrivé sur place, il est sorti de la voiture et s’est évanoui, s’effondrant sur le sol. Il ne se souvient pas des minutes qui ont suivi.

Les photos des jeunes morts sont accrochées au mur de l’élégant salon. L’une d’entre elles est composée des portraits des trois membres de la famille qui ont été tués par les troupes israéliennes au fil des ans : Abderrahman au centre, flanqué de ses deux oncles décédés. Son oncle Jihad Iyad, le frère de sa mère, a été tué par des soldats israéliens en 1998, alors qu’il avait 17 ans ; l’autre oncle, le frère de son père, Mohammed Hamad, a été tué par des soldats en 2004, à l’âge de 21 ans. Abderrahman ne connaissait ni l’un ni l’autre. Son père ajoute à voix basse que son propre oncle a lui aussi été tué, en 1989, et un silence oppressant s’installe à nouveau dans la pièce.