Todo parece concatenarse como en una auténtica tragedia griega de modo tal que nada ni nadie decide por sí y ante sí sus próximos pasos y a la vez, quedan marcadas las responsabilidades, los prejuicios, los intereses, de cada “actor”.
Pero lo que tenemos por delante no es griego sino hebreo. El acto político de enterrar vivos a decenas, centenares, tal vez miles de palestinos explica los violentos actos desencadenados por milicianos palestinos el 7 de octubre de 2023. Porque la historia no comenzó en la madrugada de ese día.
Emad Hajjaj
El 7 de octubre fue el detonante. Un operativo de resistencia armada pero de amplio espectro. Que proviene de más de un siglo de resistencia a la penetración sionista. Pero que, además, tiene un antecedente directo. Un operativo de resistencia no armada, palestino de 2018 –Marchas por el Retorno−, reclamando angustiosamente tierra, que tuvo un desenlace desolador. Entonces, inicialmente ni siquiera con piedras, manifestaciones palestinas absolutamente pacíficas fueron “contestadas” de una manera tan cruel y sanguinaria por Israel que las manifestaciones palestinas acabaron con cientos de muertos, burlona, absolutamente matados, por francotiradores israelíes cómodamente ubicados en taludes a la vera de los caminos de las manifestantes.
Cuando los mandos securitarios israelíes percibieron que el blanco de los ijares humanos generaba “excesivos” muertos, desangrados (porque la asistencia no llegaba a tiempo o porque tales disparos eran efectivamente mortales, cambiaron el blanco; de las entrepiernas a los tobillos. Israel podía así generar entre los despojados palestinos una buena “producción” de lisiados de por vida. Igual que con su “competencia” futbolística, dedicada a quebrar con balazos las piernas de futbolistas palestinos, arruinando las actuaciones del combinado de fútbol palestino en las eliminatorias asiáticas.[1]
Tal es el estilo del Estado de Israel para lidiar con lo palestino; inconmensurable desprecio y un cierto regodeo ante el malvivir, mal morir, palestino; en Israel se opta por matar a niños palestinos hasta por la espalda, con total amparo legal, por ejemplo.[2]
El 7 de octubre la resistencia armada palestina hizo algo distinto: copó los cuartelillos o establecimientos policiaco-militares de la Franja de Gaza (FdG), y a la vez, “cosechó” rehenes, o intentó hacerlo, para posterior intercambio por prisioneros políticos (o sociales) palestinos, muchos detenidos por años sin ni siquiera abrirles causas, archivados vivos en depósitos.
No hay antecedentes de tantos policías o soldados israelíes [3] matados en enfrentamientos anteriores al de la madrugada del 7 de octubre de 2023: se estima en centenares.
DEUTERONOMIO, “Capítulo 2. Versículo 9. Y Yahvé me dijo […] 25. Hoy comenzaré a poner tu miedo y tu espanto sobre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama y temblarán y angustiarse han delante de ti. 26. Y envié mensajeros desde el desierto de Cademoth a Sehon, rey de Hesbón, con palabras de paz diciendo: ‘Pasaré por tu tierra por el camino […] 30. Mas Sehon rey de Hesbón no quiso que pasáramos por el territorio suyo, porque Yahvé había endurecido y obstinado su corazón para entregarlo en la mano, como hoy. 31. Y díjome Yahvé: He aquí yo he comenzado a dar delante de ti a Sehon y su tierra, comienza a tomar posesión, para que heredes su tierra. 32. Y saliónos Sehon al encuentro, él y todo su pueblo para pelear en Jaas. 33. Mas Yahvé nuestro dios lo entregó delante de nosotros y herimos a él y a sus hijos y a todo su pueblo. 34. Y tomamos entonces todas sus ciudades y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres, niños, no dejamos ninguno.
CAPÍTULO 3. […] subimos camino de Basán y saliónos al encuentro el rey de Basán, para pelear […] 2. Y díjome Yahvé: No tengas temor de él, porque en tu mano he entregado a él y a todo su pueblo y su tierra: y harás con él como hiciste con Sehon, rey amorrheo […] 4. Y tomamos entonces todas las ciudades […] 5. Todas éstas eran ciudades fortificadas con alto muro, con puertas y barras; sin otras muy muchas ciudades sin muro. 6. Y destruímoslas […] destruyendo en toda ciudad hombres, mujeres y niños.
CAPÍTULO 6. 10. Y será cuando Yahvé tu dios te hubiese introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste. . 11. Y casas llenas de todo bien que tú no henchiste, y cisternas cavadas que tú no cavaste; viñas y olivares que tú no plantaste […]
CAPÍTULO 7. […1] Cuando Yahvé tu dios te hubiere introducido en la tierra en la cual tú has de entrar para poseerla, y hubiere echado de delante de ti muchas gentes, al hetheo, al gergeseo, al amhorreo […] siete naciones mayores y más fuertes que tú. 2. Y Yahvé, tu dios, las hubiese entregado delante de ti y las hirieres, del todo las destruirás […] no te emparentarás con ellos, no darás tu hija a su hijo, ni tomarás mujer a su hija para tu hijo.[…] 5. […] Así habéis de hacer con ellos: sus altares destruirás, y quebraréis sus estatuas […] 6. Porque tú eres pueblo santo a Yahvé tu dios; Yahvé te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.[…] 21. No desmayes delante de ellos que Yahvé tu dios está en medio de ti. Dios es grande y terrible. 22. Y Yahvé tu dios echará a estas gentes delante de ti poco a poco […] 23. Y él las quebrantará con grande destrozo hasta que sean destruidos.” [4]
Disculpe el lector la larga (y tediosa) cita, pero es bueno tener en cuenta que estos textos pertenecen a los más leídos por gente letrada e ilustre, pero sobre todo por mentes captadas.[5]
Y que Beniamin Netanyahu invoca con penosa asiduidad pasajes como éstos para reforzar su exterminador comportamiento.
Vayamos entonces al cuadro general de situación. Porque indudablemente la acción guerrillera palestina y la reacción militar israelí han ensanchado penosamente el cuadro, dando lugar a alianzas y refuerzos.
Primero y principal: la casi total paralización del concierto institucional internacional ante la reacción israelí, exterminadora, frente al operativo de Hamás. Lo excepcional ha sido, por ejemplo, que una etnia del mundo árabe, en Yemen, enfrentada con el gobierno yemenita y también con el saudí −el estado árabe sunita mayor de la península arábiga−, desde hace por lo menos diez años y sufriendo con ello una represión feroz, haya sido el primer “actor” político mundial que haya explicitado su apoyo políticomilitar a los palestinos gazatíes que están viviendo bajo la condena de muerte étnica de los israelíes. Los hutíes han tomado las armas para amparar, de alguna manera, a los aplastados palestinos, bombardeando los suministros que tantos estados cómplices ceden a Israel, por temor tal vez a ser calificados de antisemitas.
Ossama
Hajjaj
Hasta ahora −ya está corriendo el quinto mes− desde el sangriento golpe de mano de Hamás y la furibunda reacción israelí con sus matanzas masivas, el único apoyo políticomilitar expreso ha sido ése. Ha habido otro, de Sudáfrica, denunciando a Israel por genocidio ante la Corte Penal Internacional y ante la ONU. Cuando se iniciaron represalias israelíes, desde ese 7 de octubre, matando masivamente civiles, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Israel,[6] y poco después hizo lo mismo Honduras, Sudáfrica, Chad y Belice. También ha sobrevenido la actitud de “en guardia” del Hezbollá libanés, amén de muchísimas manifestaciones solidarias con Palestina y los palestinos, incluidas las de miles de judíos antisionistas o antiisraelíes, en muy diversos países; fundamentalmente (y sin agotar la lista) en EE.UU., el Reino Unido (los principales sostenes de Israel), España, Yemen, Jordania, Líbano, Turquía, Kuwait, Bahréin, Siria, Irán, Malasia, Australia, Chile, Colombia, Argelia, Egipto, Marruecos, Nigeria, Senegal, Túnez, Pakistán, Yemen. Afganistán, Bangladesh, Qatar, Corea del Sur, India, Irak, Indonesia, Japón, México, Bélgica, Grecia, Portugal, Finlandia, Irlanda. Islandia, por ejemplo, mostró su rechazó negándose a actuar junto a artistas israelíes. Y el grupo BRICS ha retirado a su embajador de Israel. Hasta en Israel ha ganado la calle el repudio a la acción gubernamental, a tal punto que un Tribunal Superior israelí dictaminó “el derecho a la crítica” pero restringido a no más de 700 disconformes (sic).
En Ucrania, en cambio, hubo manifestaciones a favor de Israel.
Y en Brasil, Canadá, Argentina, Uruguay, Noruega, Inglaterra, Francia, EE.UU., Nueva Zelandia, Rumania, han sobrevenido manifestaciones a favor de los palestinos y también a favor de Israel y los israelíes.
En Uruguay, la protesta contra el genocidio israelí ha tenido lugar en la capital, Montevideo y en otros puntos del país. Los actos de apoyo a Israel, sacudido por el ataque sorpresa, acompañando sus matanzas de respuesta, también fueron llevados a cabo en la capital, con la presencia de la vicepresidenta del país y al menos en un punto fuera de Montevideo; en Maldonado. Promovido por una peculiar red político-económico-social denominada CIPEMU.[7]
Pero salvo en Uruguay, Argentina y tal vez en algún otro país, aquellos que han tenido manifestaciones de uno y otro lado ante lo acontecido el 7 de octubre, han contado con una inmensa mayoría repudiando el comportamiento israelí y muy menguadas defendiéndolo.
Terminando con la recorrida, brindada por Wikipedia, en Letonia se ha impedido todo apoyo a lo palestino.
La ONU hace la vista gorda ante los crímenes de la ocupación
Hamzeh Hajjaj
Lo provisorio y tentativo de los datos que repasamos, alcanza para captar la brutal resonancia que el primer genocidio de la historia humana ejercido en tiempo presente, a la vista y paciencia de todos nos deja (por más subterfugios que se aleguen, como bebitos israelíes decapitados u horneados de los que no se han encontrado pruebas).
No tenemos más remedio que inteligir que lo que está aconteciendo en la FdG y en Palestina en general es una atroz novedad, un monstruoso strip-tease en nuestra hipermodernidad tardía.
¿Porqué hiper y por qué tardía? Por lo que los griegos, hace dos mil o tres mil años, ya habían captado: el significado de lo hybris: algo que excede toda medida.
Junto con esta pavorosa falta de sentido que va constituyéndose en nuestro presente, a partir del 7 de octubre tenemos, como su sombra, este presente en que nos situamos o estamos situados bajo un caudal de noticias falsas, ahistóricas. Como que un conflicto entre Israel y Hamás se inició el 7 de octubre. Ignorando o negándole al 7 de octubre su carácter histórico; como si hubiera brotado desde la nada (o más bien, de la violencia palestina).
La “producción” de mentiras y calumnias revela: a) la frágil relación entre la verdad y la información; b) el carácter a menudo proyectivo de muchas argamasas informacionales (por ejemplo, el asesinato de niños); c) el volumen extraordinariamente enorme de tales operaciones.
Mitchell Plitnick nos da una clave lógica y psicológica: “Netanyahu jamás pensó en llevar a cabo una respuesta proporcional y ni siquiera absolutamente desproporcionada, como han sido los ataques de Israel sobre Gaza en el pasado. Esta operación siempre tuvo otra significación: adueñarse del territorio causando todo el daño y muerte posible. Para ese fin, se planteó el objetivo de erradicar a Hamás, algo que quien conozca apenas la cuestión sabe que es inalcanzable. Porque hasta para Israel explicitar que ‘Proyectamos hacer un genocidio’ resulta un poco fuerte. Y disfrazar ese objetivo con Hamás como blanco es menos chocante.” [8]
De todos modos, la disponibilidad cada vez mayor de instrumentos comunicacionales, conspira contra los silencios cómplices, aunque nos complique el cuadro el aluvión de las fake news. Nos da la impresión que los manejos mediáticos son algo a combatir porque no están derrotados de antemano, pero que el peso de lo real; por ejemplo, la muerte de miles de seres humanos por la sola razón del exterminio, repugna a muchísimos seres humanos.
Mohamed Afefa
El 7 de octubre descolocó a los mandos israelíes que poco a poco se habían ido acostrumbrando a una superioridad militar y securitaria aplastante. Todo lleva a pensar que les pasó como a la liebre en la fábula de su carrera con la tortuga. A partir de la superioridad militar y securitaria de que gozó desde décadas (aunque ya se pueda empezar a hablar de siglos), el revolcón del 7 de octubre “volvió locos” prácticamente a todos los israelíes, los retrotrajo a la tan invocada calidad de víctima durante tanto tiempo esgrimida (con apoyo en episodios históricos donde judíos no sionistas fueron victimados).
Ese traspié psíquico tal vez explique la reacción bestial, la matanza indiscriminada de población civil palestina. Como para mantener los viejos guarismos de un judío muerto por cada cien palestinos matados. Como si esa relación militar supremacista pudiera satisfacerlos.
Pero más allá de semejante aritmética, perversa, la cuestión es el asesinato en masa de humanos, derecho viejo. Y con niños incluidos.
Si lo que acabamos de reseñar es atroz, ¿qué papel le damos a la contumacia, orgullosa, que muestra Israel, gobierno y población (con excepciones, afortunadamente) defendiendo como valioso matar palestinos a mansalva? Si la ONU fuera una organización interestatal, realmente, tendría que haber expulsado de sí semejante comportamiento y, consiguientemente al responsable. Pero esa posibilidad ni siquiera asoma en el imaginario “internacional”.
La incursión y el copamiento del 7 de octubre al cuartel regional israelí en FdG, y la operación de toma de rehenes en terrenos israelíes aledaños, ha desnudado aun más la faz genocida que la metódica implantación del Estado de Israel en Palestina encarnaba, y que a la vez se escamoteaba con “conversaciones”, treguas, acuerdos, convenios… o amagos de, en tanto la implacable política genocida seguía adelante.
El 7 de octubre acentuó el strip-tease de muerte. El copamiento típicamente guerrillero del 7 de octubre, tuvo un potencial desmistificadcor formidable. Porque la naturaleza del supremacismo sionista es tal que, con o sin ayuda, siempre va a terminar haciendo lo que, por ejemplo, ahora Israel está haciendo. Como lo hicieron con la Operación Plomo Fundido, matando a miles de hombres, mujeres, niños. Como lo hicieron los mistarviim con su guerrilla invertida (donde poderosos asesinan a débiles). Como lo hicieron cuando les tomaron prisionero a un soldado israelí, Gilad Shalit, y “el ejército más moral del mundo” asesinó entre 100 y 200 palestinos con el pretexto de ubicar al “prisionero”.
Notas
[1] Vale la pena recordar que en Asia, donde al menos geográficamente se ubica Israel, su participación, por ejemplo en las justas deportivas internacionales, ha sido resistida por estados asiáticos, no sólo árabes. Por su parte, Israel quería evitar a toda costa enfrentar futbolísticamente a Palestina en campeonatos mundiales. Y gracias a su proverbial influencia suprageográfica y extraorganizativa, logró ser incorporado al “jardín” europeo.
[2] Véase Leandro Albani, 6 julio 2019: El ejército israelí tiene vía libre para asesinar a niñas y niños palestinos por la espalda
[3] Dada la muy peculiar estructura de Israel como etnoestado, en claro contraste con la teoría generalizada de los estados modernos que proclaman una ciudadanía independiente de lo racial (aunque en los hechos, hay muchos más etnoestados de los declarados), la “pureza del estado” se preserva mediante un cuerpo securitario con funciones policiales y militares simultáneas; es decir, a hacer cumplir y a eliminar lo que no “cumple”. El Estado de Israel tiene aparte funciones policiales “tradicionales” para tratar con “delitos” de judíos.
[4] La Santa Biblia [sic], Miami, Florida, EE.UU.
[5] El origen de “mentecato” proviene de esta expresión; mente captada, mente capta.
[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Israel-Gaza_(2023-presente)
[7] “Comité Israelí Punta del Este, Maldonado, Uruguay”. Creada por un multimillonario hombre de negocios, Rolando Rozenblum, que escapó de una cárcel brasileña donde purgaba condena por un robo al fisco brasileño avaluado en 80 millones de dólares (su fuga, junto con la de su padre, ahora muerto, data de 2007). De inmediato hizo su refugio en Punta del Este, con explícito apoyo político local. El balneario de mayor lujo en el país, que funciona como islote de protección impositiva para multimillonarios uruguayos, primermundianos y, sobre todo, argentinos.
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