Haytham Manna, 3/4/2025
Original: بيان ضد الفاشية الجهادية
Traducido por Tlaxcala
He aquí el primer capítulo de un libro de próxima publicación
El Comando de Operaciones Militares dirigido por Hayat Tahrir al-Sham entró en Damasco el 8 de diciembre de 2024 tras la batalla militar más pequeña de su historia en términos de pérdidas materiales y humanas. Estaba claro que la pérdida por Hamás y Hezbolá de sus batallas en Gaza y Líbano y el éxito de Trump en la elección presidencial yanqui habían creado una nueva situación regional e internacional en la que Asad hijo ya no tenía cabida. Erdogan y Fidan decidieron acabar con la idea de un Estado sirio soberano instalando en el poder a la facción más extremista, fanática y ajena a la sociedad siria Los enmascarados entraron en la capital siria para “liberar” al país de la tiranía y la corrupción de una familia que había convertido Siria en una granja de esclavos. El día de la “celebración” de la boda victoriosa, la mayoría de los sirios no se detuvieron ante la visión de la novia, Siria, violada a plena luz del día.
Hassan Bleibel
- El 8 de diciembre de 2024, fuerzas de élite integradas principalmente por Hayat Tahrir al-Sham tomaron el control de puntos clave de Damasco: la Casa de la Radio y la Televisión, el Banco Central, las principales rotondas de la ciudad, el palacio presidencial y las principales comisarías. Establecieron puestos de control. La mayoría de estos hombres iban enmascarados y vestían atuendos con el logotipo de Hay'at Tahrir al-Sham.
- Rápidamente comenzó una campaña de liquidación y derramamiento de sangre de las instituciones estatales no suníes, y el término «al-Fulul» (residuos, restos del antiguo régimen) se convirtió en la palabra clave para designar a los enemigos de la nueva autoridad en la concepción que este grupo tiene del conflicto en Siria, a saber, una lucha contra “un régimen alauita que los juristas han calificado unánimemente de apóstata”. La primera decisión fue aplicar al pie de la letra la fatwa de Ibn Taymiyyah: “A nadie le está permitido ayudarles a permanecer en las filas de los soldados y servidores, y a nadie le está permitido guardar silencio sobre el cumplimiento de lo que Dios y Su Mensajero han ordenado”.
- El traspaso de poder se produjo muy rápidamente: el gobierno del HTS en Idlib fue transferido en su totalidad a Damasco para reestructurar las instituciones estatales en todo el país según el “exitoso modelo de Idlib” (Hakan Fidan). En la provincia más pequeña de Siria se habían construido 11 cárceles para controlar la seguridad. Con la organización e instalación de “inmigrantes yihadistas” en los hogares de la mitad de los habitantes de la provincia, que se han convertido en refugiados y desplazados, Hay'at Tahrir al-Sham ha logrado controlar la situación de seguridad.
- El Comando de Operaciones Militares ha asegurado las condiciones de vida de sus milicianos en las viviendas confiscadas a los oficiales y suboficiales, y el mando ha emitido la decisión de que los miembros del ejército y la policía del régimen depuesto permanezcan en sus casas y luego sean citados individualmente para decidir su destino. Hemos recibido una lista no exhaustiva de los nombres de 13.000 soldados y oficiales detenidos en condiciones inhumanas en ocho prisiones*.
- Desde los primeros días, los ataques contra los alauitas como tales comenzaron de forma aleatoria e irregular, pero sistemática, debido a la necesidad de excluir a toda persona perteneciente a esta secta de las instituciones públicas de educación, sanidad, subsistencia, militares y de seguridad, de acuerdo con la fatwa de Ibn Taymiyyah. Las nuevas fuerzas de seguridad han fomentado lo que denominan “derecho privado”, lo que significa que un ciudadano suní que haya sido agraviado o que haya perdido a un mártir en su familia puede hacer valer sus derechos ante el vecino alauita más próximo a su domicilio o barrio. En los puestos de control de las nuevas autoridades, no se ha vuelto raro preguntar: “¿Eres alauita o suní?” Hubo provocaciones contra cristianos en sus barrios, que se limitaron tras las reacciones europeas.
- Se han recogido los expedientes de los trabajadores del sector público. Se ha decidido despedir a más del 28% de los funcionarios, cifra confirmada por los ministerios afectados.
- Los empleados de los servicios de seguridad, la policía y el ejército sirio han sido convocados, detenidos y procesados, con o sin acuerdos. Durante el primer mes no se pagaron los salarios de los empleados públicos de diversos sectores.
- Al-Charaa emitió un decreto por el que se concedían los rangos más altos del “Nuevo Ejército” (compuesto en parte por yihadistas extranjeros, principalmente de Asia Central: uigures, uzbekos, turquestaníes y otros) a 49 sirios y no sirios, que se convirtieron en generales, brigadieres y coroneles con una nota y un papel firmados por él. Una semana después, se completó la construcción de las nuevas unidades del ejército, dirigidas por un yihadista jordano-turco-egipcio. Miles de oficiales disidentes, a pesar de pertenecer a la secta suní, no fueron llamados a filas, y la opinión al respecto había sido expresada claramente hacía tiempo por Anas Jattab, que fue nombrado director de la inteligencia general y luego ministro del Interior: “No está permitido afiliarse a grupos y ejércitos que pertenezcan a la doctrina del patriotismo, porque son grupos heréticos, y su lucha no se libra por Dios, sino por la patria, y quien muere por la patria no puede ser llamado mártir, porque el martirio es un estatus puramente religioso, no una medalla de honor humana a la que la gente se somete por sus filosofías e ideas erróneas” (Anas Jattab, Decisión sobre la afiliación a grupos y ejércitos patrióticos).
- Quedó claro que el nuevo equipo quería monopolizar el control de los servicios de inteligencia, la seguridad interior y el ejército antes de abordar cualquier otra cuestión. En consecuencia, la afiliación suní, la educación religiosa y la voluntad de defender el “verdadero islam” se convirtieron en condiciones de empleo en la policía y los servicios de seguridad.
- Desde el establecimiento del primer gobierno de facto en Idlib, el objetivo del HTS ha sido controlar completamente los sindicatos, la acción colectiva y las diversas formas de sociedad civil. Los siete gobiernos de Idlib han confiscado los proyectos más importantes nacidos de iniciativas civiles y populares y los han puesto bajo su control. Hasta ahora, parece claro que el proceso de transferencia de este modelo distópico a Damasco está muy avanzado.
- El 29 de enero de 2025 se celebró la “Conferencia de la Victoria” que, basándose en el principio de que quien “libera” decide, disolvió el ejército, las instituciones de seguridad y policiales, así como los órganos de negociación, los partidos y los grupos sindicales... En su primera y última sesión, la Conferencia Militar de la Victoria se atribuyó los poderes del “pueblo de la solución y el contrato” y nombró a Ahmad al-Charaa presidente de la República, con potestad para formar un consejo constitucional, aprobar los principios constitucionales y formar un gobierno de transición.
- El 6 de marzo, un pequeño grupo de exsoldados tomó como rehenes a miembros del personal de seguridad. Ahmed al-Charaa declaró la movilización general contra los rebeldes, se hicieron llamamientos a la yihad en muchas mezquitas y se movilizaron todos los instintos sectarios latentes. Una quincena de facciones armadas, compuestas principalmente por yihadistas extranjeros, irrumpieron en la zona costera siria (Sahel) al grito de “Muerte a los alauíes”.
- En los cuatro días siguientes se documentaron 25 masacres, se verificaron 811 vídeos y se identificaron 2.246 víctimas. También tenemos una lista de 2.100 civiles alauitas desaparecidos. También se han identificado 42 víctimas de otras afiliaciones religiosas, asesinadas por su solidaridad con los civiles o por intentar esconderlos. Además, casi 30.000 personas siguen desplazadas o refugiadas en el norte de Líbano.
- El Sahel está al borde de una catástrofe humanitaria sin precedentes, con el 97% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, más de 10.000 casos documentados de detenciones ilegales y desapariciones forzosas, y una oleada de despidos masivos de unos 2.000 funcionarios en los sectores de la sanidad y la educación.
- El 12 de marzo de 2025, la Presidencia siria anunció, en un decreto presidencial emitido por Ahmad al-Charaa*, la formación de un Consejo de Seguridad Nacional compuesto exclusivamente por dirigentes de Hay'at Tahrir al-Sham. Este consejo, formado por un grupo de personas cuyas manos están manchadas de sangre siria, tiene la misión de coordinar y gestionar las políticas del país.
- Nos acercamos al final del cuarto mes desde que el HTS entró en Damasco, y no se ha tomado ninguna decisión política respecto a la catastrófica situación económica en la que viven todos los habitantes de las zonas controladas por el HTS.
- El 30 de marzo de 2025, el presidente nombró un gobierno títere de transición por un periodo indefinido. En este gobierno, a modo de agradecimiento, Al Golani tiene previsto nombrar ministro de Cultura a un empleado de Al Yazira y ministro de Información a un estudiante del Instituto de Estudios Avanzados de Doha, dirigido por Azmi Bishara.
- El Gran Muftí de la República y el Consejo de la Fatwa fueron nombrados por una mayoría conocida por su “pureza” ideológica yihadista y por considerar un deber religioso limpiar el país de sectas descarriadas, laicistas, demócratas y patriotas. Según el jeque Nabulsi, una de sus tareas es supervisar las leyes y la legislación y su compatibilidad con la sharia.
Gran parte de la desgastada y cansada clase política sigue hablando de los nuevos ropajes del nuevo príncipe, del descubrimiento de su brillante potencial que ha permanecido enterrado durante 14 años, y de su joven equipo que devolverá al Levante su gloria omeya, mientras que la nueva autoridad está demostrando todos los pilares de la construcción de una autoridad totalitaria sectaria que vive de alimentar el discurso del odio entre los diferentes segmentos de la sociedad y de demostrar el racismo y la discriminación religiosa en todas sus nuevas estructuras.
En honor a la verdad y a la historia, los nuevos responsables no han velado sus opiniones y posiciones, sino que han sido más abiertos y claros en su visión de la construcción del Estado. Cuando hace unos años planteamos la cuestión de la necesidad de crear un nuevo ejército nacional sirio, el primero en responder fue el «general» Anas Jattab, comandante de la Inteligencia General y actual ministro del Interior, que dio una respuesta descarada en su ensayo titulado “Decisión sobre la afiliación a grupos y ejércitos patrióticos”:
“El Islam basa la lealtad y la deslealtad en la religión, luchando en nombre de la religión y promoviendo su palabra.
Los hijos de la misma patria son leales entre sí, cualquiera que sea su religión, porque el musulmán es hermano del cristiano, hermano del judío, hermano del ateo, hermano del apóstata, no hay diferencia entre ellos, y ninguno es favorecido sobre el otro, porque todos son hijos de la misma patria.
El Islam afirma clara y explícitamente que {los creyentes son hermanos}, {los hombres y mujeres creyentes son hermanos entre sí}, y {el musulmán es hermano del musulmán}.
El patriotismo hace que los miembros de una misma nación sean iguales en derechos y deberes -independientemente de sus diferentes religiones, ¡de modo que un cristiano, un judío, un ateo y un apóstata tienen los mismos derechos que un musulmán!
Por ejemplo, en el patriotismo es un derecho general para todos los ciudadanos -sea cual sea su religión-, incluso si son ateos o apóstatas, mientras que en el islam sólo se permite a los musulmanes, y sólo se permite a los que sólo son musulmanes”.
Y añadió: “El patriotismo es una doctrina filosófica que contradice la religión del Islam, por lo que no está permitido creer en él ni afiliarse a él, ya sea de verdad o para engañar al enemigo, aunque el juicio no es el mismo en los dos casos, pues el primero se rige por la incredulidad y el segundo por la prohibición”.
Jattab afirma claramente que no construirá una institución militar nacional siria, ya que ello significaría la igualdad entre musulmanes y no musulmanes, predeterminando el color, la secta y el credo del nuevo ejército.
Ayer, los habitantes de Naua se plantaron a pecho descubierto ante la agresión israelí, que no ha cesado desde el 8 de diciembre de 2024. 9 mártires cayeron en este enfrentamiento con el enemigo israelí...
No sabemos si Abu Qasra, Jattab, Al-Sharaa y Atoun alabarán a los mártires del Hauran y se referirán a ellos como tales, ya que no son ellos los que han dicho una y otra vez durante 14 años: “Cualquiera que sea asesinado por la patria no puede ser llamado mártir, porque el martirio es un estatus puramente religioso, no una medalla de honor humana que la gente somete a sus filosofías e ideas equivocadas”...
Día tras día, a los sirios y sirias les va quedando claro que el modelo de HTS que prevalece hoy no funciona, y que la idea infernal con la que se intimida y seduce a los sirios: “Nosotros o el diluvio” se convertirá en una maldición para sus dueños...
Las sociedades humanas están familiarizadas con el fenómeno del suicidio individual, pero nunca se han puesto de acuerdo, ni siquiera bajo el dominio de las peores formas de tiranía, para cometer un suicidio colectivo en beneficio de sus opresores.
Notas
* La limpieza sectaria como política de gobernanza
Sobre las masacres en la costa siria
Informe del Comité de Seguimiento de los Derechos Humanos y la Situación Humanitaria (Siria)
Capítulo 2
Capítulo 3