por Estrella Pedroza, Aristegui Noticias
Jorge Zapata dijo que la clase política solo busca la foto en aniversario luctuoso e impulsa programas para conseguir el voto verde rumbo al 2024.
Corrido de la Muerte de Emiliano Zapata Escuchen, señores, oigan el corrido, de un triste acontecimiento; pues en Chinameca fue muerto a mansalva Zapata, el gran insurrecto. Abril de mil novecientos diecinueve en la memoria quedarás del campesino como una mancha en la historia. Campanas de Villa Ayala, ¿por qué tocan tan doliente? — es que ya murió Zapata y era Zapata un valiente.
El buen Emiliano que amaba a los pobres quiso darles libertad; por eso los indios de todos los pueblos con él fueron a luchar. De Cuautla hasta Amecameca, Matamoros y el Ajusco, con los pelones del viejo Don Porfirio se dió gusto. Trinitaria de los campos de las vegas de Morelos, si preguntan por Zapata, di que ya se fué a los cielos.
Dice a su fiel asistente cuando andaba por las sierras; mientras yo viva, los indios serán dueños de sus tierras Amapolita olorosa de las lomas de Guerrero, no volverás a ver nunca al famoso guerrillero Con gran pesadumbre le dice a su vieja: me siento muy abatido, pues todos descansan, yo soy peregrino, como pájaro sin nido
Generales van y vienen dizque para apaciguarlo; y no pudiendo a la buena un plan ponen pa' engañarlo. Canta, canta, gorrioncito, di en tu canción melodiosa; cayo el general Zapata en forma muy alevosa.
Don Pablo González ordena a Guajardo que le finja un rendimiento, y al jefe Zapata disparan sus armas al llegar al campamento. Guajardo dice a Zapata: — me le rindo con mi tropa, en Chinameca lo espero, tomaremos una copa. Arroyito revoltoso, — ¿que te dijo aquel clavel? dice que no ha muerto el jefe, que Zapata ha de volver.
Abraza Emiliano al felón Guajardo en prueba de su amistad, sin pensar el pobre que aquel pretoriano lo iba a sacrificar. Y tranquilo se dirige a la hacienda con su escolta; los traidores le disparan por la espalda a quemarropa. Jilguerito mañanero de las cumbres soberano, ¡mira en que forma tan triste ultimaron a Emiliano!
Cayó del caballo el jefe Zapata y también sus asistentes así en Chinameca perdieron la vida un puñado de valientes. Señores, ya me despido, que no tengo novedad cual héroe murió Zapata por dar tierra y libertad. A la orilla de un camino había una blanca azucena, a la tumba de Zapata la llevé como una ofrenda...
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The ballad of the Death of Emiliano Zapata Listen, gentlemen, listen to this ballad of a tragic occurrence that came to pass: well, in Chinameca1 at close range the great insurgent Zapata was killed. April of 1919 in the memories of the peasants you will remain like a stain in history. Bells of Villa Ayala2 why do you ring so sorrowfully? -— it is because Zapata has died and Zapata was a brave man.
The good Emiliano loved the poor folks, he wanted to give them their freedom; that's why the natives of all of the towns went to fight alongside him. with his Carranclane soldiers Don Porfirio was pleased, In the fields of bougainvillea in the meadows of Morelos, if they ask for Zapata, tell them he has gone to heaven.
His faithful assistant said that when he was walking through the mountains; he told him: — while I still live, the natives will be owners of their lands. Little fragrant poppy from the hills of Guerrero, you will never again see the famous guerrilla fighter. With great sorrow he tells his wife: I am very crestfallen, while everyone rests, I am a vagabond3, like a bird without a nest.
Generals come and go it's supposedly to appease him; and they couldn't come up with a good plan to deceive him. Sing, sing, little sparrow sing in your melodious song: General Zapata has fallen, in the most treacherous way.
Don Pablo González4 ordered Guajardo to feign his surrender, and to shoot General Zapata upon arriving at his camp. Guajardo tells Zapata: — I will surrender with my troops, I'll wait for you in Chinameca, we'll have a drink together there. Little unruly stream, — what did that fool tell you? they say the General is not dead, that Zapata will return.
Emiliano embraced that criminal Guajardo as a sign of amnesty, the poor man oblivious that that loyal subordinate would bring his demise. And calmly he heads towards the Hacienda with his escorts; the traitors shoot him in the back at point-blank range. Little morning nightingale sovereign of the summits, look at the sad way they have finished Emiliano off!
General Zapata fell off his horse and so did his assistants, there in Chinameca a handful of brave men lost their lives. Gentlemen, I bid you farewell for I have no news, for the hero Zapata has died for giving land and freedom back. On the edge of a path there was a white lily, to the grave of Zapata I brought it as an offering...
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Calavera zapatista. José Guadalupe Posada. C.a 1912
Y por fin, un ejemplo de folklorización del recuerdo del Caudillo del Sur
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