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30/04/2023

JORGE MAJFUD
Carta abierta al embajador de Estados Unidos de América para Venezuela

Jorge Majfud, 28/4/2023


Sr. Embajador James Story:

Me complace saber que la nueva política del gobierno de Estados Unidos incluye la posibilidad de levantar las sanciones económicas a Venezuela, una vieja práctica de Washington desde principios del siglo XX y que consistió en arruinar economías de países con gobiernos independientes o no alineados. Como fue el caso de Chile, cuando las sanciones contra el gobierno democrático de Allende fueron levantadas sólo cuando el complot de Washington y la CIA lograron destruir aquella democracia en su 11S de 1973 para reemplazarla por la brutal dictadura de Augusto Pinochet. Sólo entonces las sanciones fueron reemplazadas por millonarias ayudas para producir el promocionado “Milagro chileno”, que ni así evitó varias crisis económicas y sociales. Los ejemplos son múltiples, pero no voy a entrar en más detalles. Lo bueno es que sus responsables nunca jamás van a enfrentar alguna corte nacional o internacional por sus crímenes de lesa humanidad. La justicia es para los pobres y para los perdedores.

Como usted sabe, en 1989 la población venezolana salió a las calles para protestar las políticas de su gobierno, el que intentaba implementar lo que luego se conoció como la doctrina del Consenso de Washington. Cientos de personas (probablemente miles) fueron masacradas por las fuerzas de represión, pero el presidente George H. Bush no bloqueó ni castigó al gobierno venezolano con sanciones, sino que, por el contrario, salió al rescate del presidente Carlos Andrés Pérez con una ayuda multimillonaria y con el compromiso de radicalizar las mismas medidas contra las cuales protestaba la población.

PEDRIPOL

 Según economistas como Jeffrey Sachs, las actuales sanciones contra el pueblo de Venezuela son responsables por la muerte de decenas de miles de venezolanos y, en parte, de los millones de emigrados. Entiendo que la guerra contra Rusia y los más recientes acuerdos de paz propiciados por China entre otros dos grandes productores de petróleo, Arabia Saudita e Irán, hacen necesario y urgente una reconsideración sobre el caso de Venezuela.

Pero hablemos de democracia, que es lo que importa. Recientemente usted realizó una declaración oficial urgiendo a los venezolanos a registrarse a votar en las próximas elecciones. Una idea que apoyamos casi todos. Pero que lo diga usted y de forma oficial representa una vieja historia de dos siglos que América latina ha debido sufrir por las injerencias de los gobiernos y las corporaciones privadas de Estados Unidos.

En los años cuarenta, unos de los países más alejados de la influencia geopolítica de Estados Unidos y uno de los más rebeldes y detestados por eso mismo, según los diplomáticos de Washington de la época, era Argentina. Su independentismo y su falta de obediencia motivaron las intervenciones políticas del embajador estadounidense de la época, Spruille Braden. Con su injerencia en la campaña electoral de 1945, Braden inventó el antiperonismo antes que naciera el peronismo. Casos similares podemos mencionar por decenas y usted lo sabe. En geopolítica se cumple la Tercera ley de Newton, aunque nunca en la misma proporción. Casi siempre la acción aplasta la reacción con alguna dictadura colonial, pero a veces ocurre lo contrario y se llama revolución.

En su comunicado del 27 de abril [ver video debajo], usted les advirtió a los venezolanos que el gobierno del señor Maduro intentará convencerlos de no votar. Usted también calificó a algunos representantes de la Asamblea Nacional como “alacranes”, quienes usan diferentes siglas políticas para dividir votos.

¿Se imagina usted si se aplicase la regla de oro de las relaciones internacionales, el principio de reciprocidad, y el embajador de algún país latinoamericano se dirigiese a los estadounidenses en un mensaje oficial para favorecer a republicanos o a demócratas? ¿Imagina si alguno de ellos le pidiese a los estadounidenses democratizar el sistema electoral eliminando el Colegio Electoral, herencia del sistema esclavista, como tantas otras cosas? ¿O el desproporcionado sistema que asegura dos senadores por estado, sin importar que unos estados tengan cuarenta veces la población de otros? ¿O que los ciudadanos estadounidenses de la colonia de Puerto Rico se movilicen para reclamar el derecho a voto? ¿O que las corporaciones dejen de escribir las leyes en los congresos y que dejen de donar cientos de millones de dólares a los candidatos en cada elección? ¿Se Imagina?

Pese a todo, sería menos grave, considerando que nunca hubo un país latinoamericano que invadió Estados Unidos, que le quitó la mitad de su territorio, que derribó varios gobiernos e instaló dictaduras militares para proteger las empresas privadas latinoamericanas. ¿Usted conoce algún ejemplo? No, ¿verdad? Pero si se diese ese caso hipotético no sólo ese embajador perdería su puesto, sino que, de ser el embajador de Bolivia o de Venezuela el mundo ya estaría esperando “un cambio de régimen” o un nuevo bloqueo.

Por si fuese poco, usted le pidió a los venezolanos “hablar con sus vecinos” porque “se puede ganar las elecciones”. No es que esto sea algo nuevo en la trágica historia de América Latina que, como usted sabe y mucho mejor saben los latinoamericanos, cuya vieja y nueva memoria está regada de trágicas injerencias, golpes de Estado y sangrientas “dictaduras amigas” apoyadas por Washington y las corporaciones que tienen más poder que usted y que cualquier otro embajador. Tal vez lo nuevo es que ya ni siquiera se disimula o se lo niega, como solía hacerlo, por ejemplo, el Sr. Kissinger.

¿Cuándo vamos a entender que es del interés del pueblo estadounidense y latinoamericano dejar de fabricar enemigos con estas injerencias paternales, arrogantes y contra principios elementales de las relaciones internacionales?

¿Cuándo vamos a dejar de representar intereses especiales y pensar, en serio, en el bien común de los pueblos, libres e independientes?

¿Cuándo vamos a entender que no sólo es más justo y menos trágico, sino hasta más económico hacer amigos que enemigos, que la “seguridad nacional” pasa por lo primero, no por lo segundo?

¿Cuándo vamos a dejar de ver al mundo como una película de indios contra cowboys, de superhéroes contra villanos, de policías contra ladrones donde nos arrogamos siempre el papel de cowboys, policías y superhéroes olvidando la trágica historia que originó “los chicos malos” mientras el mundo nos va dejando cada vez más solos?

¿Cuándo vamos a cambiar nosotros para hacer de este mundo un lugar más justo, con más acuerdos equitativos y menos guerras supremacistas?

¿Cuándo vamos a dejar de controlar la vida de los demás en nombre de viejas y bonitas excusas y dedicarnos a arreglar nuestros propios problemas nacionales que cada día son más y más graves?

¿Es que solo aceptamos que el mundo cambie (y, como siempre, se adapte a nuestras exigencias) y nosotros no?

¿Hasta cuándo seguiremos fracasando con estilo mientras pretendemos darle lecciones al mundo de libertad, de democracia, de derechos humanos, siempre a la fuerza de sanciones económicas cuando no de conocidos bombardeos? ¿Hasta cuándo vamos a dar lecciones de cómo vivir cuando ni nosotros sabemos cómo hacerlo?

Atentamente,

Jorge Majfud

 

James "Jimmy" Story es el Embajador de la Unidad de Asuntos de Venezuela, ubicada en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, Colombia.

JORGE MAJFUD
Open letter to the U.S. ambassador for the Venezuela Affairs Unit

    Jorge Majfud, 28/4/2023

Mr. Ambassador James Story:

I am pleased to learn that the new policy of the United States government includes the possibility of lifting economic sanctions against Venezuela, an old Washington practice since the beginning of the 20th century, which consisted of ruining the economies of countries with independent or non-aligned governments. As was the case in Chile, when the sanctions against the democratic government of Allende were lifted only when the plot of Washington and the CIA succeeded in destroying that democracy in its 9/11 of 1973 to replace it with the brutal dictatorship of Augusto Pinochet. Only then were the sanctions replaced by millions in aid to produce the touted “Chilean Miracle”, which even so did not prevent several economic and social crises. The examples are multiple, but I will not go into more detail. The good thing is that those responsible will never, ever face any national or international court for their crimes against humanity. Justice is for the poor and for the losers.


As you know, in 1989 the Venezuelan population took to the streets to protest against the policies of their government, which was trying to implement what later became known as the Washington Consensus doctrine. Hundreds of people (probably thousands) were massacred by the forces of repression, but President George H. Bush did not block or punish the Venezuelan government with sanctions, but instead came to the rescue of President Carlos Andrés Pérez with multimillion-dollar aid and with the commitment to radicalize the same measures against which the population protested.

PEDRIPOL

According to economists such as Jeffrey Sachs, the current sanctions against the people of Venezuela are responsible for the death of tens of thousands of Venezuelans and, in part, of the millions of emigrants. I understand that the war against Russia and the most recent peace agreements promoted by China between two other large oil producers, Saudi Arabia and Iran, make a reconsideration of the case of Venezuela necessary and urgent.

But let’s talk about democracy, which is what matters. You recently made an official statement urging Venezuelans to register to vote in the upcoming elections. An idea that almost all of us support. But for you to say it and officially represents an old story of two centuries that Latin America has had to suffer due to the interference of the governments and private corporations of the United States.

In the 1940s, one of the countries furthest from the geopolitical influence of the United States and one of the most rebellious and hated for that very reason, according to Washington diplomats at the time, was Argentina. Its independence and its lack of obedience motivated the political interventions of the American ambassador of the time, Spruille Braden. With his involvement in the 1945 electoral campaign, Braden invented anti-Peronism before Peronism was born. We can mention dozens of similar cases and you know it. In geopolitics Newton’s Third Law is fulfilled, although never in the same proportion. Almost always the action crushes the reaction with some colonial dictatorship, but sometimes the opposite happens and it is called revolution.

In your April 27 statement [see video below], you warned Venezuelans that the government of Mr. Maduro will try to convince them not to vote. You also described some representatives of the National Assembly as “scorpions”, who use different political acronyms and names to divide votes.

Can you imagine if the golden rule of international relations is applied, the principle of reciprocity, and the ambassador of some Latin American country addresses the Americans in an official message to favor Republicans or Democrats? Imagine if one of them asked the Americans to democratize the electoral system by eliminating the Electoral College, a legacy of the slave system, like so many other things? Or the disproportionate system that ensures two senators per state, regardless of the fact that some states have forty times the population of others? Or that the US citizens of the colony of Puerto Rico mobilize to claim the right to vote? Or that corporations stop writing laws in Congresses and donate hundreds of millions of dollars to candidates in every election? Can you imagine?
In spite of everything, it would be less serious, considering that there was never a Latin American country that invaded the United States, that took half of its territory, that overthrew several governments and installed military dictatorships to protect Latin American private companies. Do you know any example? No, right? But if that hypothetical case occurred, not only would that ambassador lose his position, but, if he were the ambassador of Bolivia or Venezuela, the world would already be waiting for “a change of regime” or a new blockade.

As if that were not enough, you asked Venezuelans to “talk to their neighbors” because “the elections can be won.” It is not that this is something new in the tragic history of Latin America that, as you know and it is known much better by Latin Americans, whose old and new memory is littered with tragic interference, coups d’état and bloody “friendly dictatorships” supported by Washington and corporations that have more power than you and any other ambassador. Perhaps what is new is that it is no longer even hidden or denied, as Mr. Kissinger, for example, used to do.

When are we going to understand that it is in the interest of the American and Latin American people to stop making enemies with these paternal, arrogant interferences and against elementary principles of international relations?

When are we going to stop representing special interests and think seriously about the common good of free and independent peoples?
When are we going to understand that it is not only fairer and less tragic, but even cheaper to make friends than enemies, that “national security” involves the former, not the latter?

When are we going to stop seeing the world as a movie about Indians against cowboys, superheroes against villains, cops against robbers where we always assume the role of cowboys, policemen and superheroes forgetting the tragic story that originated “bad guys” while the world is leaving us more and more alone?
When are we going to change to make this world a fairer place, with more equitable agreements and less supremacist wars?
When are we going to stop controlling the lives of others in the name of old and beautiful excuses and dedicate ourselves to fixing our own national problems that are more and more serious every day?
Is it that we only accept that the world changes (and, as always, adapts to our demands) and we don’t?

How long will we continue to fail in style while we try to teach the world lessons in freedom, democracy, and human rights, always with the force of economic sanctions, if not well-known bombings?
How long are we going to give lessons on how to live when we don’t even know how to do it?
 
Sincerely,
Jorge Majfud


 
James “Jimmy” Story is the Ambassador for the Venezuela Affairs Unit, located at the United States Embassy in Bogota, Colombia

JORGE MAJFUD
Lettre ouverte à l'ambassadeur des USA chargé du Venezuela

  Jorge Majfud, 28/4/2023
Traduit par Faustinho Das Mortes

 Monsieur l'Ambassadeur James Story, 

Je suis heureux d'apprendre que la nouvelle politique du gouvernement usaméricain inclut la possibilité de lever les sanctions économiques contre le Venezuela, une vieille pratique de Washington depuis le début du 20ème siècle et qui consistait à ruiner les économies des pays ayant des gouvernements indépendants ou non-alignés. Comme ce fut le cas au Chili, où les sanctions contre le gouvernement démocratique d'Allende n'ont été levées que lorsque Washington et la CIA ont comploté pour détruire cette démocratie le 11 septembre 1973 et la remplacer par la dictature brutale d'Augusto Pinochet. Ce n'est qu'ensuite que les sanctions ont été remplacées par des millions de dollars d'aide pour produire le fameux “miracle chilien”, qui n'a pas empêché plusieurs crises économiques et sociales. Les exemples sont nombreux, mais je n'entrerai pas dans les détails. Ce qui est sûr, c'est que les responsables ne comparaîtront jamais devant un tribunal national ou international pour leurs crimes contre l'humanité. La justice est pour les pauvres et pour les perdants.

Comme vous le savez, en 1989, la population vénézuélienne est descendue dans la rue pour protester contre la politique de son gouvernement, qui tentait de mettre en œuvre ce que l'on a appelé plus tard la doctrine du consensus de Washington. Des centaines de personnes (probablement des milliers) ont été massacrées par les forces de répression, mais le président George H. Bush n'a pas bloqué ou puni le gouvernement vénézuélien par des sanctions ; au contraire, il est venu à la rescousse du président Carlos Andrés Pérez avec une aide de plusieurs millions de dollars et un engagement à radicaliser les mesures mêmes contre lesquelles la population protestait.

PEDRIPOL

Selon des économistes comme Jeffrey Sachs, les sanctions actuelles contre le peuple vénézuélien sont responsables de la mort de dizaines de milliers de Vénézuéliens et, en partie, des millions d'émigrants. Je comprends que la guerre contre la Russie et les derniers accords de paix négociés par la Chine entre deux autres grands producteurs de pétrole, l'Arabie Saoudite et l'Iran, rendent nécessaire et urgent un réexamen du cas vénézuélien.

Mais parlons de démocratie, c'est l'essentiel. Vous avez récemment fait une déclaration officielle appelant les Vénézuéliens à s'inscrire sur les listes électorales pour les prochaines élections. C'est une idée que nous soutenons presque tous. Mais cette déclaration officielle est le reflet d'une histoire vieille de deux siècles, au cours de laquelle l'Amérique latine a souffert de l'ingérence des gouvernements et des entreprises privées des USA.

Dans les années 1940, l'un des pays les plus éloignés de l'influence géopolitique des USA, l'un des plus rebelles et des plus détestés pour cette raison, selon les diplomates de Washington de l'époque, était l'Argentine. Son indépendance et son manque d'obéissance ont suscité des interventions politiques de la part de l'ambassadeur usaméricain de l'époque, Spruille Braden. En s'immisçant dans la campagne électorale de 1945, Braden a inventé l'anti-péronisme avant même que le péronisme ne naisse. On pourrait citer des dizaines de cas similaires et vous le savez. En géopolitique, la troisième loi de Newton se vérifie, mais jamais dans les mêmes proportions. Presque toujours, l'action écrase la réaction avec une dictature coloniale, mais parfois, c'est le contraire qui se produit et cela s'appelle une révolution.

Dans votre communication du 27 avril [voir vidéo ci-dessous], vous avez averti les Vénézuéliens que le gouvernement de M. Maduro essaierait de les convaincre de ne pas voter. Vous avez également qualifié certains représentants de l'Assemblée nationale de “scorpions” qui utilisent divers sigles politiques pour diviser les votes.

Pouvez-vous imaginer que la règle d'or des relations internationales, le principe de réciprocité, soit appliquée et que l'ambassadeur d'un pays d'Amérique latine s'adresse aux USAméricains dans un message officiel pour favoriser les républicains ou les démocrates ? Pouvez-vous imaginer que l'un d'entre eux demande aux USAméricains de démocratiser le système électoral en éliminant le collège électoral, un héritage du système esclavagiste, comme tant d'autres choses ? Ou le système disproportionné qui assure deux sénateurs par État, alors que certains États sont quarante fois plus peuplés que d'autres ? Ou que les citoyens usaméricains de la colonie de Porto Rico se mobilisent pour réclamer le droit de vote ? Ou que les entreprises cessent d'écrire les lois au Congrès et de donner des centaines de millions de dollars aux candidats à chaque élection ? Vous imaginez ?

Ce serait tout de même moins grave si l'on considère qu'il n'y a jamais eu de pays latino-américain qui ait envahi les USA, leur ait pris la moitié de leur territoire, ait renversé plusieurs gouvernements et ait installé des dictatures militaires pour protéger les entreprises privées latino-américaines. Connaissez-vous un seul exemple ? Vous n'en connaissez pas, n'est-ce pas ? Mais si un tel cas hypothétique se produisait, non seulement cet ambassadeur perdrait son poste, mais s'il s'agissait de l'ambassadeur de Bolivie ou du Venezuela, le monde attendrait déjà un “changement de régime” ou un nouveau blocus.

Comme si cela ne suffisait pas, vous avez demandé aux Vénézuéliens de “parler à leurs voisins” parce que “les élections peuvent être gagnées”. Ce n'est pas une nouveauté dans l'histoire tragique de l'Amérique latine, comme vous le savez et comme le savent beaucoup mieux les Latino-Américains, dont la mémoire ancienne et nouvelle est jonchée d'ingérences tragiques, de coups d'État et de “dictatures amies” sanglantes soutenues par Washington et les entreprises qui ont plus de pouvoir que vous et que n'importe quel autre ambassadeur. Ce qui est peut-être nouveau, c'est que cela n'est même plus caché ou nié, comme c'était le cas, par exemple, au temps de Mister Kissinger.

Quand allons-nous comprendre qu'il est dans l'intérêt du peuple usaméricain et latino-américain de cesser de se faire des ennemis avec cette ingérence paternaliste et arrogante, qui va à l'encontre des principes élémentaires des relations internationales ?

Quand allons-nous cesser de représenter des intérêts particuliers et penser sérieusement au bien commun des peuples libres et indépendants ?

Quand allons-nous comprendre qu'il est non seulement plus juste et moins tragique, mais encore plus économique de se faire des amis plutôt que des ennemis, que la “sécurité nationale” dépend de la première et non de la seconde option ?

Quand allons-nous cesser de voir le monde comme un film d'Indiens contre cow-boys, de super-héros contre méchants, de flics contre voleurs où nous nous arrogeons toujours le rôle de cow-boys, de flics et de super-héros, en oubliant l'histoire tragique qui est à l'origine des “méchants” alors que le monde nous laisse de plus en plus seuls ?

Quand allons-nous nous changer pour faire de ce monde un endroit plus juste, avec des règlements plus équitables et moins de guerres suprémacistes ?

Quand allons-nous cesser de contrôler la vie des autres au nom de bonnes vieilles excuses et nous atteler à résoudre nos propres problèmes nationaux, qui s'aggravent de jour en jour ?

Est-ce que nous acceptons seulement que le monde change (et, comme toujours, s'adapte à nos exigences) et que nous ne le fassions pas ?

Combien de temps allons-nous continuer à rater notre coup en prétendant donner des leçons au monde sur la liberté, la démocratie et les droits humains, toujours par la force des sanctions économiques, quand ce n'est pas par des bombardements notoires ? Combien de temps allons-nous donner des leçons sur la façon de vivre alors que nous ne savons même pas comment le faire nous-mêmes ?

Salutations distinguées,

Jorge Majfud
 
James "Jimmy" Story est l'ambassadeur de l'Unité des affaires vénézuéliennes, basée à l'ambassade des USA à Bogota, en Colombie.

29/03/2022

JORGE MAJFUD
Qui est piégé dans la guerre froide ?
Réponse à un article du Monde sur la « gauche latina pro-Poutine »

Jorge Majfud, 29/3/2022
Traduit par
Fausto Giudice, Tlaxcala

Le quotidien Le Monde a publié le 27 mars un vaste réquisitoire contre les « intellectuels de gauche » latino-américains, selon lequel nous n'approuvons pas l'invasion de Poutine mais rejetons sur l'OTAN la responsabilité d'avoir provoqué le conflit. Ignacio Paco Taibo II a été accusé d'avoir dénoncé « la nouvelle censure des éditeurs russes par la Foire internationale du Livre de Guadalajara », ce qui ne signifie pas non plus qu'il approuve la censure russe des médias occidentaux.


En ce qui me concerne, le journal français offre un échantillon d'interprétations légères du genre: 

« Dans une série de tribunes publiées dans le quotidien argentin Pagina 12, l’intellectuel uruguayen Jorge Majfud porte la voix de cette gauche qui reste très discrète sur le sujet, et expose « pourquoi une bonne partie de la gauche mondiale soutient Poutine ». « Poutine est trop intelligent pour les leaders d’Occident », lance-t-il, tirant le fil de la posture anti-OTAN et anti-Etats-Unis avec ceci : « L’unique argument que les pouvoirs hégémoniques comprennent est celui des bombes atomiques. »

Et le journal d’enfoncer le clou :

« La guerre russe, « c’est tristement simple », est une « réaction » à une « action largement exercée par Washington », écrit-il encore.

Je ne suis ni la voix de la gauche, ni discrète et encore moins timide. Dites-le à ceux qui nous menacent et nous accusent d'être des radicaux, simplement parce que nous ne nous alignons pas sur le radicalisme belliciste des gentils ou le deux poids deux mesures qui conduit des personnages infâmes comme Condoleezza Rice à affirmer que l'invasion « viole les lois internationales ». Ou un George Bush encore plus néfaste, qui a condamné Poutine pour avoir lancé une guerre “sans provocation et sans justification." Ou le président Joe Biden, déclarant que Poutine est “un criminel de guerre”, un titre qu'il n'accepterait jamais pour aucun ancien président de son pays.

Sans compter les doubles standards classiques des racistes camouflés qui ont magiquement ouvert les frontières de l'Europe pour accueillir les réfugiés ukrainiens, une politique qui aurait été tout à fait correcte si ces mêmes frontières n'avaient pas été fermées à ceux qui fuyaient le chaos de l'Afrique et du Moyen-Orient, chaos produit par les invasions, les pillages, les massacres et les guerres des puissances nord-occidentales pendant deux siècles. Sans parler de l'ouverture magique des frontières par Washington pour accueillir 100 000 réfugiés ukrainiens, ou des rapports sur les facilités que les Ukrainiens trouvent pour traverser la frontière avec le Mexique, cette même frontière qui a toujours été fermée aux réfugiés du sud, enfants et femmes, réfugiés du chaos créé par Washington en Amérique centrale, dans les Caraïbes et au-delà, avec ses dictatures et ses massacres depuis avant, pendant et après la guerre froide. C'est le cas d'Haïti, bloqué et ruiné depuis qu'il est devenu le premier pays libre des Amériques en 1804 et saigné à blanc jusqu'à hier, par la France, par les dictatures des Duvalier, par la terreur des paramilitaires de la CIA, les coups d'État contre Aristide ou l'imposition néolibérale qui ont ruiné le pays, pour ne citer qu'un exemple. Lorsque ces personnes ont fui le chaos, elles ont été pourchassées comme des criminels. En 2021, nous avons assisté à la chasse aux Haïtiens à la frontière, à cheval, comme on chassait les esclaves au XIXe siècle.

Les journalistes des chaînes occidentales ont été encore plus directs, qui ont rapporté la tragédie des Ukrainiens comme quelque chose d'inadmissible, vu que ce sont des "chrétiens blancs", des "gens civilisés", des "blond·es aux yeux bleus". Ou des hommes politiques, comme le député polonais du parti au pouvoir Dominik Tarczyński, qui a fièrement confirmé qu'ils étaient ouverts à l'immigration ukrainienne parce qu'ils étaient des "gens pacifiques", mais qu'ils n'accueilleraient pas un seul réfugié musulman. Zéro. Sur des chefs nazis violents comme Artiom Bonov, réfugiés dans son pays, silence radio.

Comme exemple à suivre, Le Monde a salué "le jeune président chilien, Gabriel Boric" qui a « condamné sans ambages « l’invasion de l’Ukraine, la violation de sa souveraineté et l’usage illégitime de la force » ». En d'autres termes, si vous ne comprenez pas que la réalité est un match de football et que vous devez être à cent pour cent dans un camp sans critiquer l'autre, c'est parce que vous êtes dans un camp sans critiquer l'autre.

Ce n'est pas un hasard si, depuis des générations, les puissances impériales n'ont pas accepté d'être appelées par ce nom. Pour elles, ce n'est pas le moment de mentionner l'impérialisme occidental. Ce n'est jamais le bon moment pour parler d'impérialisme, à moins qu'une autre puissance militaire ne songe à faire de même.

Le Monde nuance lorsqu'il me cite à nouveau sur un point que nous répétons depuis des mois avant la guerre : « Que l’on considère que l’OTAN est le premier responsable du conflit en Ukraine ne signifie pas que l’on soutient Poutine, ni aucune guerre… ». Mais dans sa façon de penser, ce n'est là qu’un détail sans importance. La thèse est autre : la critique de l'OTAN est due au fait que « l'anti-américanisme reste ancré dans le sous-continent ». Comme le vieil argument enfantin selon lequel « ils nous détestent parce que nous sommes riches et libres ».

Récemment, John Mearsheimer, professeur à l'université de Chicago et expert de la région, a accusé les USA d'être responsables de la guerre en Ukraine dans The Economist et The New Yorker. Il y a quelques jours, Noam Chomsky m'a rappelé que non seulement il avait mis en garde, il y a des années, contre le danger d'une guerre si on ne maintenait pas la neutralité de l'Ukraine, mais aussi que « George Kennan, Henry Kissinger, le chef de la CIA et pratiquement tout le haut corps diplomatique qui connaissait un tant soit peu la région étaient du même avis. C'est fou ».

C'est fou, mais il y a une explication : la cupidité sans limite des marchands de mort, contre lesqujels le président et général Eisenhower lui-même avait mis en garde dans son discours d'adieu comme étant un danger majeur pour la démocratie et les politiques des USA.

Maintenant, que nous soyons d'accord avec Kissinger et la CIA elle-même sur les causes du conflit ne signifie pas que nous soyons d'accord sur les objectifs. Un exemple que j'ai signalé dans mon livre La Frontière sauvage résume tout : la CIA a inoculé à la population latino-américaine l'idée que les dictatures fascistes d'Amérique latine devaient combattre le communisme et que, par exemple, Salvador Allende allait faire du Chili un nouveau Cuba, alors que ses agents et analystes rapportaient le contraire : s'ils n'avaient rien fait, il est fort probable qu'en raison de la politique de ruine de l'économie chilienne menée par Washington, Allende aurait perdu les élections suivantes. Mais l'objectif était de créer un laboratoire néolibéral sous la tutelle d'une dictature, comme si souvent auparavant. La CIA a promu dans la presse latino-américaine et même dans les rues avec des tracts et des affiches un discours auquel elle ne croyait pas et dont elle se moquait même. Aujourd'hui encore, la « menace communiste » inexistante est répétée avec fanatisme par ses majordomes, des politiciens pro-oligarchie à la presse et ses journalistes honoraires et mercenaires.

Pour se faire une idée de la poursuite de cette manipulation médiatique, il suffit de considérer que les agences secrètes occidentales disposent de budgets plusieurs fois supérieurs à ceux qu'elles avaient en 1950 ou 1990 et qu'elles ne les utilisent pas uniquement pour former des milices néonazies en Ukraine, ce qu'elles ont appelé, comme dans tant d'autres pays, « autodéfense ». Des forces d'autodéfense qui n'ont pas servi à empêcher une invasion russe ou la chose même que le président Zelenski veut maintenant négocier, la première exigence de la Russie : la neutralité de l'Ukraine.

Alors, est-ce que ce sont les critiques de gauche qui sont piégés dans la guerre froide ou les mercenaires des grandes entreprises, de l'OTAN et des multiples interventions impérialistes ?

07/04/2022

JORGE MAJFUD
Russia and NATO: the world's most dangerous game

Jorge Majfud, 5/4/2022

Translated by Lena Bloch

 While with one hand, the world's major media are constantly reproducing the horrifying images of hundreds of corpses scattered in Bucha, Ukraine - with the other hand they are stoking the fires of an escalation of war that could lead us to a nuclear holocaust in a course of months.
 

Tasos Anastasiou, Greece

Whoever committed the massacre (it seems most likely to have been Russian soldiers), it will go down in the annals of history as an unforgivable crime. But I think the smoke is obscuring the horizon. We can't see where we come from and worse, we can't see where we are going. Although I have repeated it in different media since long before the war, wrong or not, I will focus on these two sides of the road that the fire does not let you see.

Let's start with a simple and more immediate question: instead of continuing the endless, dangerous, and notoriously useless game of arbitral sanctions, why not impose the obligation to negotiate a resolution to the conflict between Russia and NATO once and for all and before innocent people continue to die?

A reasonable solution would be the dissolution of NATO in exchange for Russia's withdrawal from Ukraine, but that would be labeled radical. The owners of the business do not negotiate.

There are many other options, such as the most obvious and pragmatic one, i.e. Ukraine's neutral status (with provincial autonomy of the Donbas), which is where it should start instead of provoking Russia by integrating Ukraine into NATO and deploying missiles four minutes away from Moscow.

The neutrality or non-membership of NATO has always been the case of Austria, Finland, Sweden and other neighboring countries, some of which have just expressed the possibility of joining NATO, showing where the business of the old war merchants is going and demonstrating, once again, that the fight against communism - and not only in Latin America - has been nothing more than the perfect excuse to maintain geopolitical dominance and protect corporate, class and capital interests.

What do they intend, apart from expanding militarization more and more in a world, now that they have run out of the excuse of communism and, more recently, of Islamic terrorism, which in Afghanistan alone left eight trillion dollars in profits to the big companies specialized in "security"?

Do they think that having Russia surrounded by that anachronistic and mafia-like NATO organization would make Europe and the world a safer place?

You have to be under the influence of alcohol to forget that we are talking about one of the two atomic superpowers and imagine such stupidity. Or such wickedness of organized crime. If it were really about "security", if they were really sincere about "the right to defend themselves" that countries have, they would never have tried to break this order which, judging by the ongoing war, has not made the world, much less Ukraine. safer, but quite the opposite.

Of course, those who have that bargaining power are not being splashed with the blood of Russians and Ukrainians but, on the contrary, are doing their business, so it may take a few weeks, if not months, for them to stop shedding crocodile tears over the whiskey and get down to serious negotiations.

09/03/2022

JORGE MAJFUD
La guerra que llevamos dentro


 Jorge Majfud, 8/3/2022

El año pasado publicamos que, luego de la costosa derrota de Washington en Afganistán, había que prepararse para una nueva guerra; que mucho antes que China vendría un conflicto con Rusia. Cuando la nueva guerra finalmente llegó, intentamos entenderla. Aparte de las donaciones que son como aspirinas cada vez que un país es invadido, la importancia de nuestros esfuerzos dialécticos, por importante que sea el medio donde se publican, es igualmente irrelevante.


Hay una realidad que no ocupa ni a tirios ni troyanos en los medios internacionales: la guerra que todos llevamos dentro y que, en gran medida, explica una parte de esta guerra y de todas las guerras políticas. Me dirán que eso pertenece a la psicología, que no debo meterme en esos temas. Bueno, en los más de 530 artículos que llevo publicados desde la catástrofe neoliberal en América latina a fines de los años 90, en todos los casos hice ejercicio ilegal de la profesión de ensayista. 

Para resumir, vamos a tomar un par de casos entre miles. Como dijo alguien hace mucho tiempo, voy a empezar hablando de mí mismo que es quien tengo más cerca.  

A principios de 2017, unos amigos de un medio español para el cual colaboré por muchos años, me pidieron que me pronunciara sobre el caso del conflicto en Cataluña. Les insistí que, aparte de aficionado a la cultura y la trágica historia de España, no era ni soy un experto en Cataluña y que, desde mi perspectiva exterior, había que dejar a los catalanes realizar su referéndum sobre la debatida independencia, como lo había hecho Escocia en 2014. Un referéndum no vinculante, como el que quiso hacer Manuel Zelaya en Honduras. Como resultado, al igual que me ocurrió con el caso de Honduras, perdí varios amigos. Llamémoslo así, “amigos”, aunque todos saben que los amigos de verdad no se pierden por diferencias políticas. Así, en unas pocas horas, pasé de ser, por años, “el intelectual más importante de América Latina” a la categoría de “idiota”. En ambos casos exageraban, aunque de lo último nadie nunca puede estar tan seguro.

Estrictamente lo mismo ha ocurrido con el conflicto de Ucrania. Mi posición, como en el caso de Cataluña, nada tiene de radical. Otra vez, asumo y reconozco que no soy un experto en temas de Ucrania. Sólo intento aportar una perspectiva exterior, basada en mis limitados conocimientos históricos y globales (¿qué no es este conflicto sino un choque histórico-geopolítico?). 

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06/04/2022

JORGE MAJFUD
La Russie et l'OTAN : le jeu le plus dangereux du monde

Jorge Majfud, 5/4/2022
Traduit par Fausto Giudice, Tlaxcala

Alors que, d'une part, les grands médias du monde entier reproduisent inlassablement les images horribles de centaines de cadavres éparpillés à Boutcha, en Ukraine, d'autre part, ils attisent le feu d'une escalade de la guerre qui pourrait conduire à un holocauste nucléaire dans les mois à venir.

        

"Crevez, porcs impérialistes !"-Tasos Anastasiou, Grèce

Quel que soit l'auteur de ce massacre (il semble le plus probable qu'il s'agisse de soldats russes), il restera dans les annales de l'histoire comme un crime impardonnable. Mais je pense que la fumée obscurcit l'horizon. Vous ne voyez pas d'où nous venons et, pire, vous ne voyez pas où nous allons. Bien que je l'aie répété dans différents médias depuis bien avant la guerre, faux ou pas, j'insisterai sur ces deux côtés de la route que le feu ne nous laisse pas voir.

Commençons par une question simple et plus immédiate : au lieu de poursuivre le jeu interminable, dangereux et notoirement futile des sanctions arbitraires, pourquoi ne pas imposer l'obligation de négocier une résolution du conflit entre la Russie et l'OTAN une fois pour toutes et avant que plus d’innocents meurent ?

Une solution raisonnable serait la dissolution de l'OTAN en échange du retrait de la Russie d'Ukraine, mais elle serait qualifiée de radicale. Les patrons du business ne négocient pas.

Il existe de nombreuses autres options, dont la plus évidente et la plus pragmatique, à savoir le statut de neutralité de l'Ukraine (avec une autonomie provinciale du Donbass), par laquelle il faut commencer au lieu de provoquer la Russie en intégrant l'Ukraine à l'OTAN et en déployant des missiles à quatre minutes de Moscou.

La neutralité ou la non-adhésion à l'OTAN a toujours été le cas pour l'Autriche, la Finlande, la Suède et d'autres pays voisins, dont certains viennent d'exprimer la possibilité d'adhérer à l'OTAN, montrant ainsi où vont les affaires des vieux marchands de guerre et démontrant, une fois de plus, que, pas seulement en Amérique latine, la lutte contre le communisme n'était rien de plus que l'excuse parfaite pour maintenir la domination géopolitique et protéger les intérêts des entreprises, des classes et du capital.

Que comptent-ils faire, si ce n'est étendre toujours plus la militarisation dans un monde, maintenant qu'ils n'ont plus l'excuse du communisme et, plus récemment, du terrorisme islamique, qui, rien qu'en Afghanistan, a laissé huit mille milliards de dollars de profits aux grandes entreprises spécialisées dans la "sécurité" ?

Pensent-ils qu'une Russie entourée de cette organisation anachronique et mafieuse qu'est l'OTAN rendrait l'Europe et le monde plus sûrs ?

Il faut être sous l'emprise de l'alcool pour oublier que nous parlons de l'une des deux superpuissances atomiques et imaginer une telle stupidité. Ou la méchanceté du crime organisé. S'il s'agissait vraiment de "sécurité", s'ils étaient vraiment sincères quant au "droit de se défendre" dont disposent les pays, ils n'auraient jamais essayé de briser cet ordre qui, à en juger par la guerre en cours, n'a pas rendu le monde plus sûr, mais bien le contraire. Et encore moins l'Ukraine.

Bien sûr, ceux qui ont ce pouvoir de négociation ne sont pas aspergés du sang des Russes et des Ukrainiens mais, au contraire, font leurs affaires. Il faudra donc peut-être quelques semaines, voire quelques mois, pour qu'ils cessent de verser des larmes de crocodile sur leur whisky et se mettent à négocier sérieusement.

JORGE MAJFUD
Russia y la OTAN: el juego más peligroso del mundo


Jorge Majfud, 5/4/2022
Audio

Mientras por un lado los grandes medios de todo el mundo reproducen sin cesar las horrorosas imágenes de cientos de cadáveres desparramados en Bucha, Ucrania, por el otro atizan el fuego de una escalada bélica que puede llevarnos en meses al holocausto nuclear.



"¡Morid, cerdos imperialistas!"-Tasos Anastasiou, Grecia

Sea quien fuese quien cometió esa matanza (parece que lo más probable es que hayan sido los soldados rusos) quedará en los anales de la historia como un crímen imperdonable. Pero creo que el humo no deja ver el horizonte. No se ve de dónde venimos y, peor, no se ve a dónde vamos. Aunque lo he repetido en diferentes medios desde mucho antes de la guerra, equivocado o no, voy a insistir sobre esos dos lados del camino que el fuego no deja ver.

Comencemos por una pregunta simple y más inmediata: en lugar de continuar el inacabable, peligroso y conocidamente inútil juego de las sanciones arbitrales, ¿por qué no se imponen la obligación de negociar una resolución al conflicto entre Russia y la OTAN de una buena vez y antes de que sigan muriendo inocentes?

Una solución razonable sería la disolución de la OTAN a cambio de la retirada de Rusia de Ucrania, pero eso sería tachado de radical. Los dueños del negocio no negocian.

Hay muchas otras opciones, como la más obvia y pragmática, es decir, el estatus de neutralidad de Ucrania (con autonomía provincial del Dombas), que es por donde se debió comenzar en lugar de provocar a Rusia con integrar a Ucrania a la OTAN y desplegar misiles a cuatro minutos de Moscú.

La neutralidad o no membrecía de la OTAN ha sido desde siempre el caso de Austria, Finlandia, Suecia y otros países vecinos, algunos de los cuales acaban de manifestar la posibilidad de unirse a la OTAN, demostrando por dónde va el negocio de los viejos mercaderes de la guerra y demostrando, una vez más, que no sólo en América latina la lucha contra el comunismo no era otra cosa que la excusa perfecta para mantener el predominio geopolítico y proteger los intereses corporativos, de clase y de capitales.

¿Qué pretenden, aparte de expandir la militarización más y más en un mundo, ahora que se le ha acabado la excusa del comunismo y, más recientemente, del terrorismo islámico, el que solo en Afganistán dejó ocho billones de dólares de ganancias a las grandes empresas especializadas en “seguridad”?

¿Piensan que una Rusia rodeada por esa organización anacrónica y mafiosa de la OTAN haría de Europa y del mundo un lugar más seguro?

Hay que estar bajo los efectos del alcohol para olvidar que estamos hablando de una de las dos superpotencias atómicas e imaginar semejante estupidez. O semejante maldad del crimen organizado. Si realmente se tratase de “seguridad”, si realmente fuesen sinceros en eso de “el derecho a defenderse” que tienen los países, nunca hubiesen intentado quebrar este orden que, a juzgar por la guerra en curso, no ha hecho al mundo más seguro, sino todo lo contrario. Mucho menos a Ucrania.

Claro que quienes tienen ese poder de negociar no están siendo salpicados con la sangre de rusos y ucranianos sino, por lo contrario, están haciendo su negocio, por lo que tal vez le lleve unas semanas, sino meses, dejar de caer lágrimas de cocodrilo sobre el whisky y ponerse a negociar en serio.

29/10/2023

JORGE MAJFUD
Les nazis de notre temps ne portent pas la moustache

Jorge MajfudEscritos Críticos, 28/10/2023

Traduit par Fausto GiudiceTlaxcala

C’est une tragique ironie de l’histoire que ceux qui, dès le début, ont condamné les actions belliqueuses du Hamas et du gouvernement israélien soient accusés d’être en faveur du terrorisme par ceux qui ne font que condamner le Hamas et justifier le terrorisme massif, historique et systématique du gouvernement israélien.


Heureusement, des centaines de milliers de Juifs (surtout dans l’hémisphère nord) ont eu le courage que les évangéliques ou les laïques politiquement corrects et prévisibles n’ont pas eu de descendre dans la rue et dans les centres du pouvoir mondial pour clarifier que l’État d’Israël et le judaïsme ne sont pas la même chose, une confusion fondamentale, stratégique et fonctionnelle qui se trouve au cœur du conflit et ne profite qu’à quelques-uns avec la complicité fanatique et ignorante de beaucoup d’autres.

 

En fait, des dizaines de milliers de studieux juifs des livres saints du judaïsme, tels que la Torah, ont affirmé que le judaïsme était antisioniste. Beaucoup diront que c’est une question d’opinion, mais je ne vois pas pourquoi leur opinion devrait être moins importante que celle du reste des charlatans bellicistes.

 

Ce sont ces Juifs, qui savent que leur coexistence avec les musulmans a été, pendant des siècles, bien meilleure que cette tragédie moderne, qui ont crié à Washington et à New York “Pas en notre nom”, “Arrêtez le génocide de l’apartheid” et qui, dans bien des cas, ont été arrêtés pour avoir exercé leur liberté d’expression, qui, dans les démocraties impériales, a toujours été la liberté de ceux qui n’étaient pas assez importants pour défier le pouvoir politique, comme le montre, par exemple, la liberté d’expression à l’époque de l’esclavage. Mais c’est à eux que reviendra la dignité conférée par l’histoire.

 

Quand la lumière reviendra à Gaza et que le monde apprendra ce qu’une des plus puissantes armées nucléaires du monde, avec la complicité de l’Europe et des USA, a fait à un ghetto sans armée et à un peuple qui n’a droit qu’à respirer, quand il le peut, il apprendra que ce ne sont pas des milliers mais des dizaines de milliers de vies aussi précieuses que les nôtres, écrasées par la haine raciste et mécanique de malades, dont quelques-uns disposent d’un grand pouvoir politique, géopolitique, médiatique et financier, qui, en fin de compte, gouvernent le monde.

 

Naturellement, la propagande commerciale tentera de le nier. L’histoire ne le pourra pas. Elle sera implacable, comme elle l’est généralement lorsque les victimes ne dérangent plus.

 

Beaucoup se tairont, tremblant devant les conséquences, devant les listes noires (journalistes sans travail, étudiants sans bourses, hommes politiques sans dons, comme l’ont même rapporté des médias comme le New York Times), devant l’opprobre social dont souffrent et souffriront ceux qui oseront dire qu’il n’y a pas de peuples ni d’individus choisis par Dieu ou par le Diable, mais de simples injustices d’une puissance déchaînée.

Qu’une vie vaut autant et de la même manière qu’une autre.

 

Que le peuple palestinien (avec une population huit fois supérieure à celle de l’Alaska, quatre ou cinq fois supérieure à celle d’autres États usaméricains), coincé dans une zone invivable, a les mêmes droits que n’importe quel autre peuple à la surface de la sphère planétaire.

Que les Palestiniens, hommes, femmes et enfants écrasés par les bombes aveugles, ne sont pas des “animaux à deux pattes”, comme le prétend le Premier ministre Netanyahou (s’ils étaient des chiens, ils seraient au moins mieux traités). Les Israéliens ne sont pas non plus “le peuple de la lumière” combattant “le peuple des ténèbres”.

 

Que les Palestiniens ne sont pas des terroristes parce qu’ils sont nés Palestiniens, mais l’un des peuples qui a le plus souffert de la déshumanisation et du siège constant, du vol, de l’humiliation et du meurtre en toute impunité depuis près d’un siècle.


Mais ceux qui osent protester contre un massacre historique, un parmi tant d’autres, sont, comme par hasard, ceux qui sont accusés de soutenir le terrorisme. Il n’y a là rien de nouveau. C’est ainsi que les terroristes d’État ont toujours agi dans toutes les parties du monde, tout au long de l’histoire et sous des drapeaux de toutes les couleurs.



Arcadio Esquivel, Costa Rica, 2017