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17/03/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Colombia: Hacia una democracia directa y el Poder Popular

Tigrillo L. Anudo, 17/3/2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

El pueblo de Colombia va a hacer una revolución. La hará a su manera, con su tumbao, ritmo y respiración. Cada país tiene su danzao, sus revulsivos, sus exorcismos. Cada comunidad comulga con sus propios dioses, entonces saltan los girasoles.

Una revolución no tiene fecha ni fórmula anticipada. Simplemente, estalla cuando menos se le espera. Ya ocurrió el 9 de abril de 1948 cuando arrancaron la rosa más rosa del rosal. Pero ese levantamiento de furia y dignidad fue devorado por los propios cortadores que bogaron del manantial rojo, los que silenciaron la voz de la esperanza. 

Francia hizo rodar una corona por las gradas en 1789. Rusia hizo primero su revolución burguesa en 1905 y luego su revolución proletaria en 1917. Cuba mandó a parar la juerga ajena en 1959 y emprendió su propia diversión. Venezuela hizo la Revolución Bolivariana desde 1999. 

Cada revolución trasforma un país, deja una huella indeleble en los hijos de los hijos que ni siquiera la oyeron. Como todos los procesos en los que intervienen los seres humanos, se consolidan o se disuelven, se anquilosan o se deforman. La materia está en perpetuo movimiento.

La revolución colombiana será distinta a todas. Una revolución política y cultural. Empieza el 18 de marzo de 2025 cuando el pueblo salga a las calles a ordenar las reformas laboral y de la salud. Será el preludio de nuevos mandatos desde las movilizaciones y las consultas populares. Será el jardín florecido con el empoderamiento de la muchedumbre. Será una nueva forma de gobernarnos, quizás un anarquismo inspirador y saludable. Cada colombiano lleva en su cabeza una idea de país y gobierno diferentes, lo dijo Simón Bolívar. Se abrirá una era en la que por fin entenderemos que los derechos no se mendigan sino que se arrancan sin zaherir la primavera. 

Y la revolución se repetirá con cada necesidad negada hasta que la democracia directa y el Poder Popular se vuelvan costumbre. 

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16/06/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Colombia: ¿Qué más irán a hacer?

Tigrillo L. Anudo, 16-6-2025

El atentado al senador Miguel Uribe Turbay es otra acción más del plan sedicioso para desestabilizar el gobierno de Gustavo Petro. La oposición se vale de ese hecho para reagrupar sus bases sociales, para seguir expeliendo veneno y odio contra la democracia y el progresismo, para precipitar una crisis generalizada (dar la sensación de caos), un clima de “ingobernabilidad”, una crisis institucional con posibilidades de un golpe de Estado, finalmente conquistar el triunfo electoral en 2026.


El ala más oscura del poder político-empresarial-narco planea y ejecuta el crimen. Las otras alas o sectores se encargan de utilizar el impacto emocional que produce para capitalizarlo en propaganda sucia y nuevas acciones que buscan configurar un país con descontrol administrativo.

“La marcha del silencio” fue otra acción derivada del atentado, la misma que se convirtió en una grotesca manifestación electoral. No hubo silencio para rechazar la violencia y apoyar con respeto a una vida que se debate en una UCI. Al contrario, hubo apología a la violencia con arengas, insultos, expresiones de intolerancia.

La oposición no hace política responsable. Al carecer de argumentación racional sólida para ofrecer al electorado, acude a explotar la emocionalidad de las personas y a las estrategias de sedición. ¿Qué más irán a hacer? Pues más de lo mismo. El riesgo de esta forma de hacer política es que recurran a acciones más mezquinas y peligrosas.

Sólo piensan en un fin: recuperar el control del Estado para volver a saquear el presupuesto público. Y en ese camino, el fin justifica los medios. Si hay que sacrificar alfiles de sus propias filas políticas, pues lo seguirán haciendo. Y si hay que volver a producir un baño de sangre con elementos de las filas contrarias, pues tampoco lo dudarán. No habrá líneas rojas ni acatamiento a cualquier norma decente.

El aparato criminal que domina a Colombia tiene tentáculos transnacionales. El plan sedicioso de la oposición política cuenta hasta con la colaboración del secretario de Estado de los Estados Unidos, además de otros brazos asociados al narcotráfico, las esmeraldas y la venta de armas, que se sienten golpeados con todas las toneladas de polvo blanco que le han sido confiscadas.

El momento que vive Colombia es el de una radicalización de la lucha entre el bien y el mal. Puede sonar maniqueo, pero así es. Es más que una lucha política de clases, es más que una batalla entre la concepción neoliberal despojadora de derechos y la concepción de un eficaz Estado Social de Derecho. El momento actual es el de una confrontación ética, estética y cultural. Se oponen los valores sagrados de la vida, la preservación de la naturaleza, la paz, la justicia social y todos los derechos derivados de ésta, contra los disvalores del “todo vale”, “resolvamos los conflictos con balines”, “maten al sicario de Miguel Uribe”, “la consulta popular es ilegal”, “la paz total es un fracaso”, “expulsar al guerrillero del Palacio”.

Claro que es una lucha entre el pueblo empobrecido y explotado contra grupos de poder que se enriquecen cada vez con la plusvalía y los recursos que arrebatan a las mayorías trabajadoras. Es la lucha del bien común contra el mal de minorías saqueadoras. No se trata de izquierda o derecha, ni de Petro o Uribe, sino del buen vivir de los colombianos asaltados en sus derechos.

¿Qué más irán a hacer? Cualquier locura se puede esperar de una oposición fanática, de una Delincuencia Política Organizada, de todas esas fuerzas reaccionarias nucleadas en torno al propósito de sacar del gobierno a los “comunistas” para volver a detentar el poder.

El mundo delira con guerras, asesinatos políticos, genocidios, confabulaciones, codicias sin límites. Colombia delira con lo mismo.

23/03/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Reformas estructurales en una democracia burguesa

Tigrillo L. Anudo, 23-3-2025

La democracia burguesa con sus legislaciones a favor de poderosos intereses de clase es la gran tranca para la conquista de la justicia humana, social, redistributiva, ambiental, en una sociedad profundamente afectada por sus ausencias. La democracia burguesa permite comprar los jueces, el Congreso, los magistrados, los funcionarios - empleados públicos, las juntas directivas, los empresarios y todos los que haya que comprar. Esa “democracia” necesita de la injusticia, del hambre, la desigualdad, la miseria; estimula la corrupción, el delito, la aporofobia, la sociopatía, la exclusión y otros males que se devoran el país. La democracia burguesa se debe al capitalismo puro y duro que avasalla al pueblo trabajador.


«La nueva relación entre el trabajador y el empresario». Caricatura del Neuer Postillon, Zúrich, Suiza, 1896

La gran burguesía aliada con criminales no quiere compartir las rentas y las riquezas. Su codicia y afán monopolista, su carácter excluyente y sociópata, no admiten la redistribución de la riqueza. Lo máximo que permitirá serán unas reformas deshilachadas, amputadas, disminuidas en sus alcances, retazos de los proyectos presentadas por el gobierno nacional, o sea, reformas que finalmente no se configuran como reformas estructurales. Seguirá imperando la inequidad en la tributación como ya ocurrió con la reforma tributaria de 2022 trasquilada por la Corte Constitucional quien autorizó a las empresas deducir de su impuesto de renta lo que pagan por regalías al Estado. También ocurrió con el archivo de la Ley de Financiación. Ahora está en vilo la reforma pensional.

El pueblo colombiano está luchando contra un aparato criminal multidiverso que se apropió del Estado, de sus instituciones encargadas de asegurar los derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política de 1991. Políticos, grandes empresarios, mafias de rentas ilícitas, empresas transnacionales, contratistas, se ferian los recursos públicos, los presupuestos, las vigencias futuras, los medicamentos, las flotas de carro tanques, las falsas facturas de atenciones médicas, de servicios de ambulancias, de contratos e IPS ficticias, entre otros; se llevan lo que pertenece al pueblo desprotegido. En la letra escrita constitucional están resueltas las necesidades básicas de los colombianos, pero en la praxis está bloqueada por la rapiña que sufren las finanzas de dichas necesidades. 

El presidente Gustavo Petro está enfrentando toda esa maquinaria para poder cristalizar las reformas sociales. El pueblo movilizado en las calles lo acompaña. ¿Bastarán estas luchas para lograr implantar las reformas estructurales? La Delincuencia Política Organizada –DPO- no se asusta con nada. Archivó en la Comisión Séptima del Senado la reforma a la salud el mismo día en que marchas multitudinarias en todo el país respaldaron la convocatoria a una consulta popular para preguntar sobre las reformas laboral y de salud. Todos los engranajes del aparato criminal nacional están estrechamente sincronizados para conservar el “Estado de cosas” aberrantes a las que se acostumbró la sociedad. La oposición en el Senado de la “República” ya anunció votar en contra de la consulta popular, es decir, no permitirán siquiera consultar al pueblo –el constituyente primario- sobre lo que ya está escrito en la CN 1991. 

Ya están consagrados los derechos a la salud, la educación, la pensión, el trabajo digno, la vivienda, la paz; sin embargo, el pueblo tiene que pedir que se ratifiquen esos derechos a través de una consulta popular. Un absurdo.  El Congreso que está en el deber de tramitar lo que ya es ley, se dedica a sabotear, boicotear, bloquear las propias normas. El propio Estado hace conspiración contra sí mismo. Esto es una canallada por parte de una casta política burocrática que gana 40 veces más que cualquiera de nosotros que somos clase obrera-proletaria. No somos clase media, somos asalariados, vivimos de lo que nos pagan por nuestro trabajo, trabajo que genera riqueza, riqueza de la cual apenas arañamos unas migajas.

Colombia es el único país del mundo donde la mayoría de los votantes dijo no a la paz. ¿Será que, en una consulta popular, la mayoría vote negativamente las reformas laboral y de salud? No creo que suceda esto. De hacerse esa consulta, ganará el sí a las reformas. Estamos en otro momento, ya no es el dominio del uribismo doctrinario fundamentalista; hoy es el momento del pueblo empoderado, del poder popular en ciernes, del despertar de la conciencia de clase y política. El pueblo en las calles es una tromba de alegría, arte, expresión, dignidad y poder. 

Para lograr la aprobación de la consulta popular en el Congreso se puede convocar una nueva y poderosa marcha, previa a la votación. Esta marcha será un mandato popular; si no votan a favor de la consulta, el pueblo escalará a acciones más audaces que cuestionarán los cimientos de la democracia burguesa. Esa posible afrenta del Congreso pondrá a prueba la organización revolucionaria del pueblo; el nuevo Partido Unitario mostrará de qué está hecho y cuál es su compromiso con la revolución política y cultural que tenemos que hacer.

02/06/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Colombia: ¿Qué hacer para lograr la Consulta Popular?

Tigrillo L. Anudo, 2-06-2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

Las marchas, movilizaciones y paro nacional para defender las reformas están perdiendo el pulso frente al aparataje de la democracia burguesa. El pueblo se toma las calles, pero la oligarquía nos derrota en el Congreso y las altas cortes, al hundir las reformas el primero y tumbarlas mediante sentencias las segundas.

¿Vamos a seguir marchando indefinidamente sin obtener logros sustanciales en la lucha por los derechos sociales, políticos y económicos?

¡Qué falta hace un fortalecido Partido Unitario en este momento de definición de estrategias para radicalizar la lucha política!

Y no sólo el Partido sino la conformación de una Coordinadora Nacional y Frente Unido en defensa de las reformas sociales estructurales.

La resurrección de la reforma laboral podría considerarse un triunfo del movimiento popular en las calles, pero la están posicionando como una conquista de la derecha que se abanderó de ella, amputando el texto original presentado por el gobierno.

La negación de la consulta popular en el Congreso es un caso único en el mundo que supera aún el horripilante triunfo del NO a la paz en el plebiscito por la terminación del conflicto armado y social en el 2016. 

Colombia es una tragedia y comedia con sus instituciones burguesas burlándose y aplastando al constituyente primario. La democracia burguesa está diseñada para conservar los privilegios de la clase burguesa oligárquica a costa de la opresión y el mal vivir de las clases trabajadoras.

¿Por qué no se radicaliza la exigencia de la consulta popular que le otorga el derecho legítimo al pueblo de decidir directamente su suerte en el campo laboral y la salud?

Es que nos están tratando como esclavos, como parias, es decir como sujetos carentes de derechos. Es muy grave ese contragolpe y humillación que hizo el Congreso casado con el “bienestar exclusivo de las clases opresoras”, al negar la consulta popular, inalienable derecho constitucional. Ese derecho al igual que los otros derechos constitucionales son derechos fundamentales irrenunciables que no pueden ser negados por gobierno o autoridad alguna a las personas porque son constitutivos de la esencia de los sujetos de derechos, que somos todos los ciudadanos.


Cuarenta y nueve (49) senadores negaron el derecho a decidir en las urnas a 25 millones de colombianos. Cuarenta y nueve sujetos que se ganan más de $50 millones mensuales destruyen la posibilidad de mejorar las condiciones laborales y de salud a las mayorías.

Nadie puede negar el derecho del pueblo a la consulta popular. El presidente Petro puede convocarla por decreto, pero el Consejo de Estado podría atravesarse en el camino y tumbarla al emitir sentencia frente a las múltiples demandas que la oposición política burguesa interpondrá.


¿Qué hacer para lograr la consulta popular?

La conformación de una Coordinadora Nacional por las reformas sociales y las consultas populares es de urgente necesidad para convocar a jornadas de marchas y paros escalonados en el territorio nacional. Las próximas convocatorias podrían tener como única consigna: ¡Aprobación de la consulta popular ya!

Es indispensable transformar las dinámicas políticas en Colombia. Estamos en un momento álgido de las contradicciones entre el capital y el trabajo, y esta lucha no se zanja favorablemente a los trabajadores siguiendo las reglas hechas por los explotadores esclavistas. Para avanzar es necesario parar y empezar a construir Poder Popular.

¡Hacia el Poder Popular!

Se construye Poder Popular al arrebatar al Congreso burgués las decisiones que afectan la vida de millones de colombianos. ¿Hasta cuándo nos va a esclavizar esa casta política pagada por el establecimiento oligárquico? El pueblo se debe apropiar de la herramienta constitucional consulta popular para seguir legislando (en lugar del Congreso corrupto anti pueblo) sobre todos los temas. Legislar a través de las consultas populares, desposeer al Congreso esa potestad. El pueblo debe ser el legislador en el próximo futuro. El Congreso burgués siempre estará contra los intereses del pueblo. 

Las movilizaciones y paros pueden radicalizarse para presionar la aprobación de la consulta popular. ¿Cómo? Paralizando las ciudades a través de la toma de avenidas con los manifestantes sentados en las calzadas. Nada de violencia. Toma cultural de calles y arterias con el pueblo sentado pacíficamente, entonando canciones de amor y lucha social, con los teatreros haciendo performances y sketches, con los acróbatas pintando el aire de magia, con los cuenteros palabreando el paisaje, con las batucadas electrizando la atmósfera. Las carpas desplegadas en parques y calles acogiendo al pueblo movilizado por su legítimo e inalienable derecho a la consulta popular, los comedores populares atendidos por las mujeres valientes madres de las primeras líneas, por voluntarios y juventud activada; los micrófonos abiertos para continuar los cabildos populares; las despensas para recoger alimentos. 

Es el momento de crear las bases del Poder Popular que podría profundizar el próximo gobierno progresista.

Si no se radicaliza la lucha popular y el accionar del gobierno de Gustavo Petro, nos van a seguir derrotando y burlando. Perderá potencia la movilización y la lucha callejera.


19/01/2025

TIGRILLO L. ANUDO
“Las cuchas tienen razón”: Lenguaje popular en la lucha cultural en Colombia

Tigrillo L. Anudo, 19-1-2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

 

“Las cuchas* tienen razón” gritan los murales en defensa de la memoria histórica en Medellín, Pasto, Bogotá, Neiva. Próximamente en Cali, Manizales, Bucaramanga, Barranquilla y otras ciudades. La lucha cultural que vive el país involucra los lenguajes escrito y hablado, los de las imágenes, los símbolos, las caricaturas, los grafitis, las pintas, los pasacalles, las pancartas, las artes, los murales. Y lo hacen con creatividad, poéticamente, musicalmente, lúcidamente.


Son lenguajes con mensajes directos, sencillos, coloquiales. No necesitan análisis hermenéuticos ni semióticos. Son mensajes políticos, filosóficos, sociológicos. Colombia se politizó, todos hablamos de política todos los días, con engaños, con verdades, con ideología, con objetividad, con posturas críticas. Pero se habla. El pueblo habla como siente y piensa, con sus jergas, sus estilos, códigos, rabias y frustraciones.

La lucha cultural de la última semana se centró en la reivindicación de la memoria histórica. La oposición negacionista quiere tapar con escombros y pinturas las oprobiosas masacres y desapariciones no sólo de La Escombrera sino de otros lugares del territorio nacional.

Colombia necesita que la libertad de expresión sea costumbre porque ella hará que la dignidad también se vuelva costumbre. Necesitamos levantar a todos nuestros muertos con violencia, sean quienes sean; que sus huesos vuelvan a ser calentados por el sol, que sus ojos se paseen de nuevo en los ojos de sus seres queridos.

Colombia es una telaraña de fosas comunes cruzadas por ríos, represas, selvas, ciudades. Somos el país que las volvió paisaje. Habitamos la nación que revivió las prácticas de los hornos crematorios clandestinos.

Colombia es un inmenso diván clamando la sanación de las almas víctimas, implorando la verdad completa, exigiendo la reparación. Estamos llenos de conceptos, pero no de verdades.

En el año y medio que resta del gobierno de Gustavo Petro se pueden radicalizar los reclamos por la memoria histórica, por la verdad, la justicia y la reparación. Igualmente, radicalizar la solicitud de juicio y castigo para los funcionarios corruptos que robaron los recursos de la salud, la conectividad, la alimentación escolar, la educación, los alcantarillados, los acueductos, las vías 4 y 5G. También exigir resultados en las investigaciones a los comprometidos en la conformación de grupos paramilitares. Que la verdad histórica nos grite desde el amanecer hasta el anochecer.
 
Sin justicia no hay país digno. Sin justicia no hay cambio. Sin justicia no hay progreso. La población trabajadora está cargando no sólo con altos costos tributarios por vivir, sino con el sostenimiento de una casta burocrática corrupta que roba $50 billones al año. La impunidad nos hace un Estado fallido.

La violencia económica institucional está estructurada para castigar a los que menos ingresos tienen y favorecer a los de mayores ingresos. La economía nacional rentística se sostiene en los hombros de la clase trabajadora y gran parte de la clase media que también es trabajadora.

El gobierno podría intentar de nuevo reducir las tarifas de los servicios públicos, buscar medidas para eliminar los peajes-pillajes-fotomultas, reducir el 4 x 1.000, revisar el IVA que encarece los arriendos, regular los costos notariales, controlar precios de medicamentos, replantear tasa aeroportuarias - tarifas de impuestos prediales – Industria y Comercio, analizar la inutilidad de las cámaras de comercio.   

Al país se lo está devorando el narcotráfico y no reaccionamos. Van 4 masacres en los primeros días de enero, todas relacionadas con el polvo blanco. Varios departamentos están tomados por carteles de la droga, asesinan civiles todos los días, desplazan comunidades, matan soldados y policías, también firmantes de paz. El Estado está perdiendo esa guerra. Las reformas sociales se debilitan.

El gobierno nacional puede declarar un estado de emergencia para solicitar en un foro internacional la legalización de las drogas ilícitas. La sociedad civil puede ser convocada para que acompañe dicho proceso. Que se convierta en otra exigencia de la sociedad. Poner el dedo en la llaga, convertir tal objetivo en política de Estado. Para frenar el desangre, para pacificar las regiones, para conservar recursos que necesitan los más golpeados. Para neutralizar el discurso de la oposición oportunista, de que a Colombia se la tomaron los criminales por falta de “seguridad democrática”.

Las reformas sociales pueden tener un nuevo envión con todo el vigor que ameritan. De tal modo que, de no lograrse, le quede claro a la sociedad colombiana que la oposición y los dueños históricos del poder -gobernantes durante 200 años- no permiten el bienestar general, quieren volver para usurpar y usufructuarlo todo. Que le quede claro al pueblo que no es posible un cambio significativo que alivie las cargas económicas sin la elección de un nuevo gobierno progresista, con mayorías en Cámara y Senado de La República.

*Cuchas: este término popular colombiano tiene varios sentidos pero aquí, designa las mujeres buscando sus hijos victimas de desaparición forzada por los grupos paramilitares en La Escombrera, en Medellín, entre otros [NdE] Ver todos los sentidos aquí

14/01/2025

TIGRILLO L. ANUDO
La guerra de los murales
Un cuento locombiano

 


Tigrillo L. Anudo, 14-1-2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

 

En una ciudad muy pulcra se desató una guerra singular. No fue con piedras ni tanquetas, fue entre pinceles y rodillos, el arte contra la infecundidad.


La ciudad -muy visitada por extranjeros y nacionales- permanecía ataviada con los ajuares más blancos, bandejas de brillante plata, impecables servicios de seguridad.

La orden del alcalde fue muy clara desde su posesión: “¡Nada de suciedad! Es menester que todo esté limpio, desinfectado como el Metro, desprovisto de sugerencias, ningún símbolo ni metáfora, tampoco banderas extrañas, ni alegorías ni opinión”.

Los rodillos iniciaron la guerra. Lanzaron sus primeras andanadas de acrílico gris tapando frases y grafitis de infausta recordación.

Siguieron con pintas en muros y bancas, con los signos parceros en parques y barrios, luego con los murales de un estallido social.

Los pinceles contestaron la afrenta contra la libertad pintando en el lugar donde estuvo la frase “Nos están matando” otra frase con letras de gran tamaño: “El arte no se calla”.

Pero los rodillos regresaron pronto y agrisaron otra vez el mural.
Volvieron a la carga los pinceles. Esta vez pintaron un cráter inmenso lleno de cráneos y huesos. Arte con filosofía, poderoso arte. “La fosa común a cielo abierto más grande de América. Atentamente, las cuchas”, lo titularon.

No pasaron 24 horas para que llegaran los rodillos y en un santiamén taparon aquél mural que tardó 12 horas de realización.

La pared no demoró en ser intervenida nuevamente por los pinceles que entre porros y cumbias dibujaron una represa cercada con alambre de púas. Arte memoria, puro arte. Le pusieron como nombre: “Hidrofango, la fosa acuática más grande de América”.
En esta ocasión, los rodillos esperaron agazapados detrás de los árboles; apenas se retiraron los pinceles, entraron a cubrir con pintura más densa y oscura el mural aún fresco.

Quién dijo “nos rendimos”. ¡Nadie! Al contrario, se unieron más pinceles y empezaron a pintar murales a lo largo y ancho de la ciudad. El muro donde se concentró la discordia amaneció con la frase en pintura de neón que decía: “Ciudad innovadora en narcobernabilidad”.

Ordenaron en penumbroso pasillo que ni siquiera durante una noche brillara ese fosforescente mural. Como los anteriores se esfumaron sus vistosos colores que hasta a las aves atrajeron.

Pero no alcanzaban las cuadrillas de rodillos para tapar tanto mural que cubrió la pulcra ciudad. En el muro de un largo puente apareció la frase: “El prostíbulo infantil más populoso del mundo”. En un deprimido se pudo leer: “Débora Arango ha vuelto para pintar las 300.000 personas que se acuestan sin comer cada noche”. En un paredón abandonado: “Gonzalo Arango presenta silla eléctrica para moralistas”.  En las paredes de varios hoteles: “Turismo sexual: sólo Euros”, o “Bienvenidos a Silicona Valley”.  En la pared de varios colegios: “Vigilados y castigados. Nos persigue un fascista”. Una locura esa ciudad. Frases y murales bellamente pintados por todas las esquinas, los paramentos y separadores de las calles, las jardineras, los zócalos deteriorados. El espacio público volvía a ser público, la ciudad estaba viva, vibraba con sus verdades expresadas artísticamente.

Los rodillos entraron en pánico. Estaban perdiendo la guerra. No sabían qué hacer ante tanto mural. Cuando vieron pintada en caracteres gruesos las frases “Ciudad moldeada con harina blanca” y “Por más que laven no dejará de ser un lavadero” estallaron de rabia que no pudieron contener. Antes de empezar a limpiar y lavar lo que llamaban suciedad, cuadrillas de radioteléfonos vigilantes del espacio público, cerraron con vallas metálicas el ingreso a las plazoletas que tenían las dos últimas frases. No permitieron entrar a los vendedores ambulantes, ni a los artistas callejeros, ni a los lustrabotas. A los visitantes extranjeros les recomendaron volver más tarde pues estaban atendiendo una emergencia.

Los rodillos se multiplicaron por miles, el alcalde y sus corifeos contrataron mano de obra que esperaba sentada frente a los murales porque en esa ciudad saben dónde va a resultar súbitamente el trabajito. ¿Qué hay pa hacer? Así, lograron en una semana rescatar la buena imagen, sí, borraron todos los mensajes a la vista del público.  

De no creer. Enterados de la pérdida de todos los murales, los pinceles se dieron una tregua. Esta vez, respiraron profundo, planearon una sola frase para pintar en toda la ciudad. Arribaron tranquilos a los puntos de intervención, danzaron, comieron helados, hicieron relatos de memoria histórica para realizar mejor la tarea. Preparadas las pinturas de intenso colorido escribieron con letras mayúsculas la frase “La mugre está en el alma, ningún detergente la limpia”.

Los rodillos llegaron cansados a los nuevos murales, sus rostros lucían descompuestos, los ánimos destemplados. Tuvieron que ser empujados por capataces. Descendieron de camiones y carro tanques con baldes, escobas, trapeadoras, barriles de pintura gris, trapos y mangueras. Seguidamente, restregaron con cepillos, echaron agua, secaron con compresores, rodaron los rodillos con espesa capa, repitieron la faena, pero el letrero seguía legible y completo. Ni una sola letra de aquella frase pudieron borrar.

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02/02/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Cacería de migrantes

Tigrillo L. Anudo, 2-2-2025

Desde el principio de los tiempos, la migración ha sido una ley natural. Migran los gases, migran los líquidos, migran los sólidos, migran los microorganismos, migran los animales, migran los bípedos. Con la migración de elementos cósmicos se formaron los planetas. Con la migración de primitivos africanos hacia otros continentes se pobló la tierra. Sin migración no hubieran surgido nuevos componentes fisicoquímicos, nuevos materiales, nuevas comunidades, nuevas promesas.

Migran las aves, migran cardúmenes de peces, migran las ballenas jorobadas. Ni los cielos ni las aguas de los océanos les ponen barreras.

Pero en tierra, la migración es otro cuento. Miles de especies animales se extinguieron por no poder migrar. Miles de africanos se ahogaron en el Mediterráneo tratando de alcanzar las costas de Europa. Las costumbres y leyes humanas alteraron las migraciones. Y ¡a qué precio! La migración ya no es un derecho universal. Los migrantes son considerados peligrosos, ilegales y delincuentes.  El presidente Donald Trump expulsa de su ancestral tierra a los mexicanos ignorando que nadie es ilegal en tierras robadas. Los migrantes colombianos deportados fueron retenidos durante 6 días, les dieron comida adulterada, los gritaron, les quitaron sus pertenencias, fueron esposados incluidos los niños, algunos fueron golpeados, fueron tratados como peligrosos narcotraficantes. Luego se comprobó que ninguno tenía antecedentes judiciales.

El racismo supremacista nunca se fue de la tierra. No desapareció de la Grecia ni Roma antiguas que agradecían a la fortuna por ser griegos-romanos y no bárbaros. No fue derrotado con la caída de Hitler quien exterminó a 6 millones de judíos. El racismo supremacista está reinando hoy en Estados Unidos. Los fascismos han necesitado siempre un enemigo imaginario. Para Hitler –ayer-, fueron los judíos, los gitanos, los comunistas y socialistas. Para Trump –hoy-, son los migrantes latinos y los del Tercer Mundo, los homosexuales, los progresistas.


El Presidente Gustavo Petro no está “cazando peleas” como dice el periódico empresarial “El Colombiano”, sino enseñando historia y dignidad. Explica cómo en 1933 empezó en Alemania una persecución a grupos humanos, similar a la que se está desarrollando hoy en Estados Unidos e Israel. Nos compete, ahora, no permitir escalar esta persecución a una humillación, sometimiento, prisión, guetos, masacres y hornos crematorios como sucedió en la arremetida alemana contra sus inermes “enemigos”. Nos compete repudiar y gritar con toda nuestra sangre en las venas el abyecto genocidio del pueblo palestino.


Es decir, la negativa del presidente Petro de recibir aviones militares con migrantes deportados esposados y maltratados va mucho más allá de ser un gesto de dignidad que involucra los valores de la libertad, la igualdad, la solidaridad y la seguridad jurídica. Es, ante todo, un rechazo a la manifestación colonialista y totalitaria de un país poderoso es una alerta al mundo civilizado sobre lo que está ocurriendo en el planeta. Un nuevo fascismo germina en los Estados Unidos, radicalmente corporativo y plutócrata, radicalmente nacionalista. El Estado al servicio y dirigido por multimillonarios, Ceos, dueños de grandes empresas productivas y tecnológicas. Trump, empresario hotelero e inmobiliario, inversiones en casinos. Elon Musk, el hombre más rico del mundo según Forbes (US 400.000 millones), fabricante aeroespacial y de vehículos eléctricos Tesla, dueño de Twitter X. Mark Zuckerberg, empresario fundador de Facebook. Jeff Bezos, magnate, ex director de Amazon –venta de productos en línea-. Sundar Pichai, director ejecutivo, líder de Google, Gmail y Google Maps.  

Proyecto Nacionalista-aislacionista porque considera a los trabajadores migrantes indocumentados como inferiores y amenazas, cuando realmente son constructores del bienestar de ese país. Los migrantes ingleses, irlandeses, holandeses, africanos y latinos hicieron grande a los Estados Unidos. Nacionalista porque cree que decretando aranceles comerciales al resto del mundo vuelve a ser una América Grande. Cree que acusando a los países vecinos (México y Canadá) del ingreso de fentanilo, metanfetamina y cocaína por sus fronteras, va a desaparecer la demanda y consumo creciente de estos alucinógenos en su sociedad angustiada

Una humanidad sin migración es una humanidad fallida, fracasada, vulnerable, confinada, sin horizonte. La migración transportó las culturas diversas a todos los rincones, las mezcló y originó los sincretismos y mestizajes que enriquecieron el espíritu humano. Una humanidad que se separa con muros, ideologías y protocolos está condenada al colapso y el sufrimiento.

El fascismo actual es marcadamente empresarial. Cuando el capitalismo entra en su fase superior, se agotan recursos energéticos y minerales, hay dificultades en la extracción de materias primas y se vuelve difícil encontrar producciones con elevadas tasas de retorno, obtención de plusvalías y rentas especulativas. Entonces, el fascismo que es inherente al capitalismo se vuelve netamente empresarial-monopolista, esto significa que profundiza la acumulación originaria, se apropia de tierras ricas en recursos, expulsa poblaciones de sus fuentes de subsistencia y de sus hábitats (Gaza). Todo esto acompañado de persecución y violencia contra supuestos “enemigos” de su gestión.

El presidente Petro, con su respuesta erguida al enajenado naranja está defendiendo la vida, la dignidad, los derechos humanos de los perseguidos que hoy son los migrantes, mañana seremos todos. Pero, sobre todo, está oponiéndose al fascismo internacional liderado por Estados Unidos e Israel. Siempre, estos países y sus satélites han actuado contra la equidad, la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Siempre han amenazado la paz, la concordia, la fraternidad, la vida.

Cuando está en juego el respeto a la dignidad humana y el derecho a la vida y la conservación de la paz mundial se tienen que poner mensajes en X, en Facebook, en Instagram, en Telegram, a cualquier hora de la madrugada, en cualquier día. Un acto de irresponsabilidad y sumisión sería no hacerlo. El coloso con pies de barro y manos llenas de misiles espera arrodillamiento, miedo, cobardía en sus despreciados. Cuando lo consigue ríe sarcásticamente en su trono. Por eso, la libertad, la dignidad y el enfrentar el naciofascismo, no tiene horario ni calendario, como ocurre en el amor.





 

12/01/2025

TIGRILLO L. ANUDO
Venezuela: digna resistencia al fascismo


Tigrillo L. Anudo, 12-1-2025


Autor amazonense sin fronteras, bolivarista, martista, mariateguista, gaitanista y un poquito zapatista.

Digan lo que digan, son 25 años resistiendo las ambiciones colonialistas de USA, Europa e Israel. Desde que triunfó la Revolución Bolivariana con la elección del presidente Hugo Chávez Frías en 1999, han querido estrangularla con bloqueos, métodos infames, inhumanos y violentos, con el fin de apoderarse de sus grandes reservas de petróleo, gas, carbón, coltán, oro, uranio, hierro, bauxita, manganeso, aluminio, diamantes, torio, caolín, tierras raras, aguas, níquel, plomo, zinc, asbesto, cobre, titanio, feldespato.


A Chávez lo eligió un pueblo que no aguantó un modelo económico neoliberal, excluyente y corrupto. Igual a lo que sucedió con la elección del presidente Gustavo Petro en Colombia. El saqueo de las rentas petroleras, la desatención y la miseria extendida, provocadas por los partidos Acción Democrática –AD- y Comité de Organización Política Electoral Independiente –Copei- (liberal y conservador), ya habían generado un estallido social conocido como El Caracazo. Es la misma historia de Colombia.

Desde el primer día que Chávez se posesionó dijeron que era un dictador. La oligarquía, la clase política parasitaria y los colonialistas ordenaron escribir en los diarios y en la televisión que Chávez era un dictador y que iba a convertir a Venezuela en otra Venezuela. También dijeron que era populista radical, corrupto, mesiánico, intolerante, que causaría más pobreza, que era aliado de las Farc, que albergaba y protegía terroristas. Es exactamente lo mismo que hoy le dicen al presidente Gustavo Petro.

Nunca dijeron en sus medios de propaganda que el presidente Chávez en escasos 6 años logró reducir la pobreza de un 60% a un 22% lo que constituye un récord mundial. Revirtió el crecimiento económico de un – 7% a un sorprendente 18% en apenas 5 años, la mejor tasa de América Latina en el 2004 (Cepal). Redujo la inflación del 53% a menos del 20%; también la devaluación que estaba en el 759% promedio anual en 1999 al 40.9% en el 2003. El salario mínimo que estaba en 75.000 bolívares / mes en 1998, lo subió a 190.080 / mes en septiembre de 2002. Elevó las reservas internacionales de 14.000 millones de dólares a 20.000 millones en tres años (1999 a 2001). También incrementó sustancialmente el gasto social per cápita, la construcción de viviendas, la atención en salud, el acceso a la educación, disminuyó ostensiblemente la mortalidad infantil.

En Venezuela, como en Colombia, el Estado era paquidérmico, clasista, burocrático, y no permitía avanzar las reformas sociales. Chávez se vio obligado a crear un Estado paralelo al Estado oligárquico; fundó las Misiones Sociales que atendieron a millones de pobres excluidos del desarrollo humano integral. El proceso de democratización del desarrollo allá fue diferente al que arrancó con el gobierno progresista del cambio en Colombia. Chávez, gracias al poderoso apoyo popular, contó con mayor maniobrabilidad y audacia para atender las necesidades de las comunidades. No permitió que el aparato judicial le frenara las reformas, menos incluir “caballos de Troya” en los mandos medios y altos de los cargos públicos.

La Revolución Bolivariana fue arrasadora en conquistas sociales y económicas. Chávez arrollaba en las elecciones presidenciales, de diputados, regionales, para estados y alcaldías; también barrió en el referéndum del año 2004, convocado por la oposición para revocar su mandato, en el que el pueblo decidió por inmensa mayoría su permanencia en el poder. Fue una demostración singular de democracia, sin embargo, la prensa corporativa mundial siguió tildándolo de dictador. Igual sucede en Colombia con el presidente Petro a pesar del respeto que ha mostrado a la división de poderes y a la Constitución Política.



La oposición nunca aceptó el triunfo legitimo del presidente Chávez, no sólo lo linchaba moralmente sino que intentó darle golpe de Estado, asesinarlo, defenestrarlo con invasión de tropas extranjeras. Pero se encontraron con la bravura, tenacidad y dignidad de los revolucionarios chavistas, émulos de Simón Bolívar y José Antonio Páez. Hasta que el destino apagó prematuramente la vida del gran líder latinoamericano en el año 2013. Chávez gobernó durante 14 años soportando las “guarimbas”, el terrorismo, los saboteos de una oposición que no sintonizaba con el cambio de modelo en Venezuela. El odio, la violencia, la intolerancia, la incapacidad de adaptarse a un nuevo modelo de desarrollo que no era siquiera socialista, -sino promotor de las libertades y capacidades de las personas-, estancó los avances que se había fijado la Revolución.

Llegó a la Presidencia el excanciller Nicolás Maduro Moros. La oposición se envalentonó porque consideró que la estatura política de Maduro no tenía comparación con la del comandante Chávez. Entonces arreciaron con mayor ímpetu los ataques desestabilizadores apoyados desde afuera por las sanciones comerciales y económicas que el gobierno de los USA impuso no al gobierno bolivariano sino al pueblo venezolano. El propósito de la oposición consistió en no dejar gobernar, ridiculizar y linchar mediáticamente a Maduro para sacarlo de la Presidencia. Tanta virulencia e infamia llevó a los chavistas a radicalizar sus posturas para evitar la destrucción de la Revolución Bolivariana, el sueño de un conglomerado, el derecho de los eternamente ninguneados.

El asedio, el saboteo, la conspiración y la sedición desde afuera y desde adentro acabaron por generar acciones defensivas rigurosas y extremas de quienes se sentían perseguidos. El gobierno de Maduro se vio obligado a afianzar alianzas con gobiernos que tienen diferencias ideológicas y económicas con la potencia del Norte. Rusia, China, Irán.

Dos hechos marcaron un tenso clima:
1. el reconocimiento a Juan Guaidó como autoproclamado presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Fue reconocido por el gobierno de USA, de España, inclusive del expresidente colombiano Iván Duque.
2. La solicitud de María Corina Machado, la jefa de la oposición, a los gobiernos de Israel y USA para ejecutar una invasión a Venezuela con el objetivo de derrocar al presidente Maduro.


El reconocimiento a Guaidó tuvo como fines debilitar el gobierno de Maduro y robar los recursos de Venezuela en el exterior, representados en oro guardado en Inglaterra, cuentas bancarias, bienes de transporte (barcos –aviones), otros bienes. Volvió a la escena la filibustería y piratería internacional, propia de los siglos XVII y XVIII cuando Inglaterra y Francia asaltaban los botines de oro y plata que la madre España transportaba desde américa en galeones y carabelas. No menos dañina fue la burda y traidora solicitud de la Machado que llevó al gobierno a decretar una alerta nacional, realizar ejercicios militares, detener cualquier sospechoso de sedición, vigilar milímetro a milímetro el espacio aéreo. Venezuela ha vivido bajo un clima de guerra en los últimos años; los servicios de seguridad y el ejército han neutralizado atentados, intentos de magnicidio, y capturado elementos terroristas entrenados en países latinoamericanos y en USA.

Han sido entonces 25 años de estigmatización, desestabilización, conspiraciones, actos criminales, contra un proyecto político popular, un proceso democratizador amparado por la soberanía y la libre autodeterminación de los pueblos. El gobierno venezolano y el chavismo se han parado firmes en la defensa de dicho proyecto, no ha habido momento de tregua o respiro. Si el presidente Maduro y su equipo de gobierno han cometido errores ha sido por efecto de las presiones, del acorralamiento, el intervencionismo, la instigación permanente del conjunto del fascismo internacional. Desde el 2 de febrero de 1999, día de la posesión del presidente Chávez, Venezuela ha sido atacada desde todos los flancos, con toda la parafernalia y bulla mediática, con grupos de mercenarios colombianos, sanciones imperiales de bloqueo criminal que hicieron escasear medicamentos, alimentos, insumos, maquinarias, divisas.

El éxodo masivo de venezolanos fue consecuencia directa de las sanciones económicas. El desabastecimiento, la parálisis industrial, la crisis económica, la devaluación, la inflación galopante fueron planificadas fría y calculadamente en el país de las hamburguesas para asfixiar el gobierno bolivariano y provocar su caída. Finalmente, lo que lograron fue golpear a la población más vulnerable, expulsarla de su propio territorio. Constituye otro crimen que se suma a las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, los bombardeos con napalm y agente naranja en Vietnam, los derrocamientos de gobiernos democráticos (Chile, República Dominicana, Honduras, Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú), entre otros.

El libreto seguido desde hace 25 años, el cual es muy predecible y pueril, vuelve y desconoce una victoria legitima del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del pasado 28 de julio de 2024. Vuelven a cantar fraude en un sistema electoral electrónico con tres filtros de pruebas, uno de los más seguros y confiables del mundo. Los gobiernos de USA, Italia, Israel, Perú, reconocen como presidente legítimo a Edmundo González. Y como novedad en la artillería golpista, Biden (presidente de USA) le pone precio en dólares a la captura de Maduro. Repiten en todos los medios de comunicación que Maduro es un dictador, y ponen a repetir lo mismo a muchos demócratas y progresistas del mundo. Para el fascismo, todos los presidentes con criterio son dictadores. Según los nuevos moralistas (los que aman la dictadura del capital), Petro es dictador, Pedro Castillo (Perú) es dictador, Luis Arce (Bolivia) es dictador. Para el fascismo, el presidente Nicolás Maduro no tiene derecho a defenderse. Debe dejarse amedrentar, humillar, amenazar, quedarse quieto. Si se atreve a anunciarles que les aplicará la Ley entonces es dictador. Sólo los fascistas pueden mandar paramilitares, crear guarimbas, terrorismo callejero, autoproclamarse presidentes legítimos, amenazar con invasión. El gobierno bolivariano no puede detener a alguien que esté involucrado en acciones de traición a su país, que amenazan la seguridad y la convivencia pacífica, porque entonces es dictadura y viola los derechos humanos. Pretenden que las instituciones se queden maniatadas para que así prospere la conspiración.

Cuba y Venezuela son los procesos revolucionarios de emancipación que se han sostenido en América Latina porque se radicalizaron. Aquellos procesos democráticos progresistas que no se radicalizaron terminaron reventados, casos de Republica Dominicana (1963 - Juan Bosch), Chile (1972 - Salvador Allende), Honduras (2009 – Manuel Zelaya), Paraguay (2012 – Fernando Lugo), Brasil (2016 – Dilma Rousseff),  Bolivia (2019 – Evo Morales), Perú (2022 – Pedro Castillo). 





26/01/2025

TIGRILLO L. ANUDO
La Casa del Trueno
La oligarquía colombiana en el origen de la tragedia del Catatumbo

Tigrillo L. Anudo, 26-1-2025

El Catatumbo es una región donde caen muchos rayos debido a su sistema montañoso y de vientos que producen nubes de tormenta con descargas eléctricas. El río Catatumbo, desprendido del Cerro de las Jurisdicciones, atraviesa el departamento de Norte de Santander, sigue hacia Venezuela para desembocar en el lago de Maracaibo. Ábrego, Convención, El Tarra, El Carmen, La Playa de Belén, Hacarí, San Calixto, Teorama, Tibu, Río de Oro, Ocaña, Sardinata, son los municipios en el área de su influencia. 


Después de los conquistadores españoles, las empresas petroleras estadounidenses hicieron tronar el suelo de estas tierras fértiles para extraer ya no el oro amarillo sino el oro negro. Sangre indígena barí corrió otra vez en luchas de resistencia desigual frente a la pólvora. Las insurgencias llegaron a esta región en los años 70 para continuar la pelea por la soberanía contra el colonialismo extractivista del petróleo. Luego, en los años 90, llegaron los paramilitares a expulsarlos, lanzando los cadáveres de sus víctimas al río Catatumbo, otra inmensa fosa común como el Magdalena y el Cauca. Ahora, en la década del 2020, son los reductos de las guerrillas tozudas y erráticas las que se disputan el dominio de la región, se aniquilan entre sí y desplazan a la población civil.

A pesar de ser una región rica en recursos energéticos y naturales, los pobladores del Catatumbo han sido históricamente abandonados por todos los gobiernos. El petróleo que les inunda no ha servido para obtener buenos servicios públicos, redes apropiadas de alcantarillados y acueductos, eficientes hospitales, soluciones de vivienda, oferta en educación técnica y superior, producción agrícola e industrial próspera. No tienen vías terciarias, carecen de seguridad, cuidado del ambiente y apoyo del Estado. Ni el petróleo, ni el carbón, ni el agua abundante, logran retroceder el estado de pobreza e incertidumbre en que allí viven. Sólo, las plantaciones de coca les ha permitido pagar la comida, costear los pasajes, cancelar los útiles de colegios, comprarse una muda de ropa. Gracias a la hoja de coca han sobrevivido.

Territorio ancestral, de lengua barí-chibcha-motilona, de bosques, cerros, serranías, selvas, ríos. Territorio de memoria independentista, de resistencias y luchas populares; paso de campesinos, indígenas, negros y mulatos, en las luchas libertadoras lideradas por Bolívar, en las luchas por el buen vivir. La Casa del Trueno a la que llegaron otras detonaciones desatadas por los políticos, las guerrillas, los paramilitares. El balance de la crisis humanitaria ocasionada por la guerra fratricida entre elenos y farianos en los últimos 10 días es de 80 muertos, 40.000 desplazados, civiles confinados - secuestrados y desaparecidos, un centenar de guerrilleros rendidos. Una tragedia.

Esta tragedia es entonces, el resultado de la ausencia bicentenaria de un Estado justo en esa región. Los políticos conservadores, liberales, del Cambio Radical, Partido de La U y Centro Democrático han saqueado los recursos públicos destinados a su desarrollo. El actual gobernador de Norte de Santander, William Villamizar Laguado, es uno de los principales responsables de la crisis humanitaria y el terror que vive El Catatumbo. Tiene 14 procesos de investigación que no progresan en la Fiscalía delegada en la Corte Suprema de Justicia.  Había sido separado en sus dos primeros periodos como gobernador por corrupción. Aún así, volvió a ser elegido por tercera vez para gobernador. Todo su engranaje político alrededor a cargo de la administración pública en Norte de Santander es la directa culpable de lo que ocurre actualmente. Los políticos convirtieron ese departamento en territorio de rapiña, minería ilegal, robo de petróleo, saqueo de los dineros públicos, cultivos de coca, muerte y desolación.

La política en Norte de Santander en un antro de abyección e ignominia. Está involucrada en los robos a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres –UNGRD-, en procesos de extinción de dominio, en compraventa de inmuebles entre familiares del gobernador, en nepotismo en cargos públicos, en negocios con predios del Catatumbo, contratos para El Catatumbo, contratos con hospitales de municipios del Catatumbo, alianzas con paramilitares. ¿Cómo se pretende que no explote un desangre y tragedia como la que sucede hoy? Si los dineros para el desarrollo de vías terciarias, de centros de salud, de escuelas, de agua potable, de apoyo a la agricultura, se lo roban esos políticos. ¿Cómo evitar que los campesinos no acudan a los sembrados de coca como alternativa para la sobrevivencia?

Mientras políticos como William Villamizar y compañía estén administrando el Norte de Santander, no habrá superación de esa crisis. Ellos viven de la guerra, la azuzan, atizan el río revuelto. Cocinan el caldo de cultivo para que broten grupos de todos los pelambres. Villamizar compra líderes sociales, hasta a reinsertados del conflicto armado. El gobierno nacional decidió intervenir con ejército y ayuda humanitaria en la guerra que libran jóvenes con camuflados. Su principal objetivo es salvar a la población civil atrapada en el fuego cruzado, también salvar la vida de los guerrilleros. La prioridad es la defensa de la vida. Como solución de fondo, ha prometido impulsar la sustitución de cultivos ilícitos y la promoción de una economía legal popular. Ese debe ser el camino para las regiones azotadas por el narcotráfico y las rentas ilegales, Nariño, Putumayo, Guaviare, Cauca, Arauca, Chocó.  


Los elenos –ELN-, quienes surgieron como revolucionarios a favor del pueblo oprimido en los años 60, cambiaron de ideología. Ya no son ni la sombra de los líderes intelectuales y religiosos que fundaron esa guerrilla. Igual sucede con los farianos –Farc-, inspirados en grandes luchadores populares del mundo como Fidel Castro, el Ché Guevara, Patricio Lumumba. Las guerrillas de izquierda las creó la historia ante tanto autoritarismo, saqueo y humillación de las castas dominantes. Pero esas mismas guerrillas cayeron en la trampa que combatían, fueron engullidas por la lógica de avaricia individualista del capitalismo. Muchas vidas valientes e inocentes sucumbieron en la guerra desigual contra un ejército asesino al servicio de una Delincuencia Política Organizada –DPO-, sostenido con todas las armas enviadas por Estados Unidos e Israel. Lo más trágico e incongruente es que ahora se exterminan entre ellas mismas.

Siempre perdieron los de abajo. Los “guerrilleros” actuales son pueblo pobre usado, defendiendo riqueza ilícita. Los soldados son pueblo uniformado tratando de contrarrestar un remolino que se lleva todo por delante. La lucha contra las drogas es una lucha perdida mientras no se legalice ese producto y se instale un modelo económico cooperativo que sustituya con buenos atractivos la dinámica del narcotráfico. La corrupción política es la semilla de las economías ilegales. Los políticos sembraron de saqueo e inmoralidad los departamentos; ahora cosechan rentas ilícitas en grupos de distintas layas.

Esa tragedia de El Catatumbo es utilizada por la Oposición Terrorista Saqueadora –OTS- para consolidar el falso relato contra el gobierno del Presidente Petro y con el cual pretenden volver al gobierno en el 2026. En esta coyuntura, el gobierno nacional podría radicalizar su accionar y liberar de la jaula a dos pájaros. Por un lado, profundizar la persecución a los carteles de la droga, ampliar la toma de zonas altamente cocaleras y conflictivas con el ejército y la justicia social (opciones de subsistencia, salud, educación, tecnología); por otro lado, desmontar el engaño de que la fuerza pública esta maniatada y que el gobierno paga a criminales para no delinquir.  

El Catatumbo y Norte de Santander son la radiografía de la situación que se vive en la mayoría de los departamentos. Son territorios de clanes políticos, carteles del narcotráfico, red mafiosa de contratistas y guerrilleros enajenados. El gobierno nacional puede intensificar un plan de recuperación de los departamentos para el desarrollo democrático y popular. Denunciar sin tregua a la DPO y la OTS, motivar permanentemente a quitarle los departamentos a estos delincuentes, a través de la organización popular, la denuncia, los murales, el arte, las asambleas populares, las elecciones. Que quede claro para la ciudadanía que si no arrebatamos a esas estructuras los territorios donde somos casi parias, no habrá avances significativos en la transformación del modelo socioeconómico. 

Es el momento de llevar el Estado Justo a las regiones, con conmoción interior, si es necesario, a los departamentos más afectados. Transformar los acontecimientos que llevan a la oposición a vociferar “fracasó la Paz Total”, para no permitirles vender seguridad con el fin de conseguir votos. Sustitución de cultivos al máximo, fortalecimiento de las cooperativas, promover una red cooperativa nacional fuerte, impulsar el tejido social desde las realizaciones humanas. Ejecución focalizada. Ejecución y más ejecución. Iniciativas para reducir el costo de los servicios públicos, eliminar los peajes, disminuir el 4 x 1.000, Propuestas para bajar los tributos y costos fijos a los pequeños y medianos comerciantes. Más tierra para los campesinos, más paneles solares, más conectividad en lugares apartados. Líneas ferrocarrileras, vías para no ricos, contratación de obras con acciones comunales.


El año y medio que queda al gobierno del cambio debería ser un periodo donde se lancen todas las apuestas para preparar reformas estructurales y de mayor calado en el próximo gobierno. Que el pueblo quede empoderado para apoyar el proyecto de cambio que apenas comienza. Lo poco que se pudo hacer en los primeros 4 años de gobierno democrático y popular debe continuar a través de la elección de otro gobierno igual. No puede volver la DPO ni la OTS al gobierno.

Promover la Unión Cívico-Militar. Pueblo y ejército unidos por el desarrollo de las regiones, con ingeniería militar, con la mano de obra militar, con los profesionales militares, con las bandas y orquestas militares. En sincronía con las organizaciones sociales, campesinas, trabajadoras, comunales, mingas, colectivos ambientales. El ejército, además de ingresar en zonas conflictivas con la misión sagrada de proteger la vida, puede ayudar también a aliviar las carencias en obras de infraestructura. Los tentáculos del crimen organizado están expandiéndose por la geografía nacional. Están copando regiones del departamento de Antioquia luego de incursionar en municipios del Valle de Aburrá. El Clan del Golfo está en Buriticá (minas de oro), Briceño; está entrando a municipios del Oriente antioqueño como La Ceja, Guarne y otros. Ahora tienen estructura en Jericó y Támesis (mina Quebradona).

Es mejor ir varios pasos adelante, previniendo los saboteos e intentos desestabilizadores que la DPO va a emprender durante el próximo año y medio de gobierno progresista. Se la van a jugar toda para crear problemas de orden público, paros, escaramuzas, guerras intergrupales. Desplegar al máximo labores de inteligencia, teniendo en cuenta que van a atentar contra la seguridad nacional. Cualquier descuido o debilidad puede salir muy caro en tranquilidad, vidas, movilidad, economía. Es probable que el gobierno nacional deba recurrir nuevamente a la figura de la conmoción interior. La oligarquía colombiana, patrona de la DPO, es la más cruel del planeta. Colombia entera es una Casa de Truenos.