B'Tselem, la principal organización israelí de derechos humanos, acaba de publicar un informe de 88 páginas en hebreo, árabe e inglés. La presentación y el resumen ejecutivo se incluyen a continuación, a la espera de la traducción del informe completo.
B’Tselem,
Julio de 2025
Desde
octubre de 2023, Israel ha modificado su política hacia los palestinos. Su
ofensiva militar contra Gaza, en curso durante más de 21 meses, ha incluido
masacres, tanto directas como mediante la creación de condiciones inhabitables,
graves daños físicos o mentales a toda la población, la destrucción de
infraestructuras básicas en toda la Franja y el desplazamiento forzoso a gran
escala, añadiendo la limpieza étnica a la lista de objetivos oficiales de
guerra.
A esto se suman las detenciones masivas y los abusos contra palestinos
en las cárceles israelíes, que se han convertido en campos de tortura, y la
destrucción del tejido social de Gaza, incluyendo la destrucción de
instituciones educativas y culturales palestinas.
Esta campaña también
constituye un ataque a la propia identidad palestina, mediante la destrucción
deliberada de campos de refugiados y los intentos de socavar al Organismo de
Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina
en el Cercano Oriente (UNRWA. Un análisis de la política israelí en la Franja
de Gaza y sus terribles consecuencias, junto con las declaraciones de altos
cargos políticos y comandantes militares israelíes sobre los objetivos del
ataque, lleva a la conclusión inequívoca de que Israel está tomando medidas
coordinadas y deliberadas para destruir la sociedad palestina en la Franja de
Gaza.
En otras palabras: Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos
de la Franja de Gaza. El término genocidio se refiere a un fenómeno sociohistórico
y político que implica actos cometidos con la intención de destruir, total o
parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Tanto moral como
legalmente, el genocidio no puede justificarse en ninguna circunstancia, ni
siquiera como acto de legítima defensa. El genocidio siempre ocurre dentro de
un contexto: existen condiciones que lo posibilitan, acontecimientos
desencadenantes y una ideología rectora.
La actual arremetida contra el pueblo
palestino, incluida la Franja de Gaza, debe entenderse en el contexto de más de
setenta años en los que Israel ha impuesto un régimen violento y
discriminatorio contra los palestinos, que ha adoptado su forma más extrema
contra quienes viven en la Franja de Gaza. Desde la creación del Estado de
Israel, el régimen de apartheid y ocupación ha institucionalizado y empleado
sistemáticamente mecanismos de control violento, ingeniería demográfica,
discriminación y fragmentación del colectivo palestino.
Estas bases,
establecidas por el régimen, permitieron lanzar un ataque genocida contra los
palestinos inmediatamente después del ataque liderado por Hamás el 7 de octubre
de 2023. El ataque contra los palestinos en Gaza es inseparable de la creciente
violencia que se inflige, en distintos niveles y formas, contra los palestinos
que viven bajo el dominio israelí en Cisjordania y dentro de Israel.
La
violencia y la destrucción en estas zonas se intensifican con el tiempo, sin
que exista ningún mecanismo nacional o internacional eficaz que actúe para
detenerlas. Advertimos del peligro claro y presente de que el genocidio no se
limite a la Franja de Gaza, y de que las acciones y la mentalidad subyacente
que lo impulsan puedan extenderse también a otras zonas.
El reconocimiento de
que el régimen israelí está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza, y la
profunda preocupación de que éste pueda extenderse a otras zonas donde viven
palestinos bajo el dominio israelí, exigen una acción urgente e inequívoca
tanto de la sociedad israelí como de la comunidad internacional, y el uso de
todos los medios disponibles bajo el derecho internacional para detener el
genocidio de Israel contra el pueblo palestino.
Nuestro Genocidio
Resumen Ejecutivo
Julio de 2025
Desde
octubre de 2023, Israel ha cambiado fundamentalmente su política hacia el
pueblo palestino.
Tras
el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre de 2023, Israel lanzó una intensa
campaña militar contra la Franja de Gaza, que continúa más de 21 meses después.
Esta ofensiva ha implicado:
- asesinatos masivos,
tanto por ataques directos como por la creación de condiciones
catastróficas que han incrementado enormemente el número de muertos;
- daños físicos y
psicológicos graves a toda la población de Gaza;
- destrucción masiva
de infraestructuras y condiciones de vida;
- desmantelamiento
del tejido social, incluidas instituciones educativas y sitios culturales
palestinos;
- arrestos masivos y
abusos contra detenidos palestinos en prisiones israelíes, convertidas de
hecho en campos de tortura sin juicio previo;
- desplazamientos
forzados en masa, incluyendo intentos de limpieza étnica reconocidos como
objetivos oficiales de guerra;
- y un ataque a la
identidad palestina mediante la destrucción sistemática de campos de
refugiados y el debilitamiento deliberado de la UNRWA.
El
resultado es un daño severo, en gran medida irreversible, para más de 2
millones de personas en Gaza.
Las
declaraciones de líderes políticos y militares israelíes, sumadas a las
consecuencias evidentes en el terreno, llevan a una conclusión clara e
inequívoca: Israel está llevando a cabo una acción deliberada y coordinada
para destruir a la sociedad palestina en Gaza. En otras palabras: Israel está
cometiendo genocidio.
El genocidio como fenómeno
El
término “genocidio” se refiere a un fenómeno político e histórico que ha
ocurrido repetidamente a lo largo de la historia. Desde la Convención de la ONU
de 1948, se reconoce como uno de los crímenes más graves del derecho
internacional, involucrando actos cometidos con la intención de destruir, total
o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
El
genocidio no se limita a asesinatos masivos. También puede incluir:
- destrucción de las
condiciones de vida,
- bloqueo a la reproducción,
- violencia sexual sistemática,
- expulsiones forzadas.
Son
actos dirigidos a destruir a un grupo en su esencia, como parte de una política
estatal planificada. Y no pueden justificarse jamás — ni siquiera bajo el
pretexto de la "autodefensa".
El contexto del genocidio en curso
Este
genocidio se inserta en un contexto histórico de más de 70 años de régimen
israelí de apartheid y ocupación sobre los palestinos, basado en:
- separación y control sistemático,
- ingeniería demográfica,
- limpieza étnica,
- violencia institucionalizada,
- deshumanización que
presenta a los palestinos como una amenaza existencial.
El
ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023 —aunque criminal y dirigido
principalmente contra civiles— fue el catalizador para el paso de la
represión al exterminio.
Expansión del modelo genocida
La
agresión en Gaza no puede analizarse por separado de la violencia creciente que
Israel ejerce también:
- en Cisjordania
(incluida Jerusalén Este),
- y dentro del propio
Israel.
En
todas estas zonas, se están cometiendo crímenes graves contra la población
palestina, sin rendición de cuentas. La violencia se intensifica, se normaliza,
y podría expandirse aún más.
El papel de B’Tselem
B’Tselem
es una organización israelí de derechos humanos que lleva más de 35 años
documentando violaciones sistemáticas de los derechos del pueblo palestino. Desde
octubre de 2023, ha recogido:
- cientos de testimonios de testigos
presenciales,
- pruebas de una
violencia sin precedentes,
- y declaraciones
oficiales que reflejan una política genocida.
En
B’Tselem, trabajan codo a codo israelíes judíos y palestinos de Gaza,
Cisjordania, Jerusalén Este e Israel. Lo hacen con una convicción común: defender
los derechos humanos es una obligación ética y universal.
Llamado a la acción
La
ofensiva israelí, que sigue en expansión, se produce con total impunidad. El
asesinato sistemático en Gaza y los desplazamientos forzados en Cisjordania no
serían posibles sin la inacción —e incluso el apoyo— de la comunidad
internacional, especialmente de Europa y Estados Unidos.
El
discurso del “derecho a la autodefensa” se ha convertido en un escudo para
justificar lo injustificable, incluidas las transferencias de armas.
Reconocer que el régimen israelí está cometiendo un
genocidio en Gaza exige una respuesta urgente, clara y decidida —tanto desde la
sociedad israelí como desde la comunidad internacional.
Debemos
movilizar todos los recursos disponibles en el derecho internacional
para detener el genocidio contra el pueblo palestino.
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