Luis E. Sabini Fernández, Revista
Futuros, 28/11/2021
En un trabajo reciente, “Antisemitic
Conspiracies About 9/11 Endure 20 Years Later” (Conspiraciones antisemitas
acerca del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York persisten veinte años después) la ADL (Anti-Defamation League, Liga contra
la Difamación, USA) sale a enfrentar lo que anuncian en el título.
Supuestas caricaturas antisemitas creadas por la ADL para ilustrar
su “informe”
¿Qué es lo que espera el lector ante tamaño título? La
presentación de pruebas o al menos de argumentos mostrando la inconsistencia de
tales intentos de explicación de lo acontecido en el World Trade Center con las
dos torres.
Se trata de un trabajo extenso, más de 40 mil espacios
estructurado en cuatro capítulos, con lo cual no cabe ninguna disculpa por
falta de medios, de espacio o similar.
Sin embargo, salvo la observación inicial de que tales teorías
“antisemitas y conspiranoicas*” rechazan “la
ampliamente aceptada versión de los hechos”, lo que tenemos es una larga
enumeración de personajes calificados así (antisemitas y conspiranoicos) con
sus respectivas puntualizaciones en denuncias a los hechos del 11 de setiembre
de 2001, el derrumbe en Manhattan y así sumando.
Cabe en primer lugar, un deslinde: ‘la versión ampliamente
citada de los hechos’ no es garantía de verdad ni de solvencia; al contrario,
diríamos que ante cuestiones complejas e intrincadas, la versión más
ampliamente citada no tiene porqué ser la más veraz; en concreto, semejante
apelación no garantiza nada, al contrario.
La ADL refuta poco y nada lo que va exponiendo de los
respectivos referentes “antisemitas y conspiranoicos”. Como si una afirmación
de ADL fuera evidente por sí misma.
Por ejemplo, califica así a Gilad Atzmon, que ni siquiera abona las meneadas tesis “por carecer de conocimiento en construcciones y aviación”,
según sus declaraciones; igualmente este autor declara adherir a la explicación
del atentado tan criticada por ADL; ver lo acontecido como una conspiración,
por, aclara Atzmon: “1) la asiduidad con
que el Mossad israelí se dedica a
operaciones de falsa bandera; 2) por el principio de cui bono, que nos muestra claramente que Israel ha
sido el principal beneficiario de lo acontecido y 3) que el imperio
anglonorteamericano ha estado a cargo de
conflictos armadas generados por el sionismo al menos en las últimas dos
décadas.”
ADL ni siquiera intenta
comentar tan jugosas como veraces consideraciones. Más aún, no visualizamos el
planteo de Atzmon ni como antisemita ni como conspiranoico, sí muy atenido a la
realidad.
Tomemos otro ejemplo, no ya de alguien acusado de “antisemita
y conspiranoico” (que los son todos) sino de un elemento, presuntamente
probatorio de la fuerte implicancia israelí con lo acontecido en Nueva York.
‘Los 5 israelíes danzantes o festejantes’. ADL tipifica como
conspiranoico y antisemita cada vez que alguno de sus impugnados menciona el
episodio de cinco jóvenes que se estaban fotografiando y festejando en un
garaje abierto, que tenía como telón de fondo el derrumbe de una de las torres.
Visualizados, con desconcierto e indignación, desde una casa vecina, fueron
denunciados a la policía quien prestamente los ubicó y los detuvo.
Resultaron ser cinco jóvenes, y quien parecía tener la voz
cantante, atendió el procedimiento policial y les dijo a quienes los detenían y
esposaban: "Somos israelíes. No
somos su problema.” Sus problemas son
nuestros problemas. Los palestinos son el problema". Era el conductor
de la camioneta, Sivan Kurzberg. Los otros pasajeros eran su hermano Paul
Kurzberg, Yaron Shmuel, Oded Ellner y Omer Marmari. La camioneta pertenecía a
la empresa Urban Moving Systems.
Aunque hubo una orden de liberación presta, tanto la CIA como
el FBI postergaron el dejarlos en libertad por un total de 71 días en que hubo
ceñidos interrogatorios. Al cabo de esos días fueron todos despachados de
retorno a Israel, sin cargos. En esos dos largos meses, fueron sometidos a
detectores de mentiras muchas veces, aunque Sivan Kurzberg, precisamente, se
negó siempre a pasar por el detector.
Opinión generalizada de quienes tuvieron contacto con el
episodio fue que al menos Sivan era un agente secreto israelí.
Las oficinas de Urban M. S. fueron allanadas. Y se interrogó a
su propietario, Dominik Suter. También israelí. Solo que, pocos días después no
resultó posible un segundo interrogatorio pues el propietario de Urban…, 48
horas después del primer interrogatorio, abandonó el país… de regreso a Israel.
ADL no da explicación alguna por el peculiar episodio. Como
tampoco la dio Urban Moving Systems.
ADL se limita a calificar el episodio como perteneciente a la
fábula conspiranoica. Como si no hubiera existido.
Vemos la misma modalidad con buena parte de los calificados
por ADL. Por cierto que algunos son verdaderamente racistas, antisemitas, supremacistas
blancos, porque obviamente ese país, imperial, se fue constituyendo con
pobladores colonialistas, genocidas, racistas, mentalidades que les permitieron
primero arrebatarle la tierra a los nativoamericanos y luego expandir su
poderío alterando fronteras siempre a su favor. Y muchos de esos pobladores
privilegiados –núcleo duro del Partido Republicano– no vieron con buenos ojos a
recién llegados que les arrebataran el control del imperio “democrático”.
Las dirigencias sionistas “diplomáticas”, melifluas, tipo Ben
Gurión, evitaban mostrar el dominio creciente de las redes judeosionistas
dentro de EE.UU., pero con la llegada de dirigentes sionistas de origen
fascista (línea histórica Jabotinski), como Ariel Sharon o Beniamin Netanyahu,
el descaro de actuar imponiendo condiciones a la administración de EE.UU. ha
aumentado. Y eso ha resentido a aquella vieja dirigencia blanca estadounidense,
racista, que tiene que tragar ahora la medicina del poder que ellos solían
administrar.
Pero que la ADL nos muestre que David Icke, sostenga que ‘la familia Rotschild tiene en sus venas
sangre de reptiles humanoides que le permiten controlar el mundo’ nos
muestra únicamente un grado de primitivismo conceptual de algunos críticos de
Israel. Pero eso no demuestra que todas las críticas a Israel, al sionismo, a los
judíos, pertenezcan a ese género de ciencia-ficción, ni siquiera en el mismo
Icke.
ADL reproduce, por ejemplo, otras argumentaciones de Icke,
hasta cierto punto más descriptivas y menos ideológicas: “Las organizaciones sionistas y archisionistas constituyen una red a lo
ancho de todo EE.UU. y el mundo entero dispuesta para manipular e imponer la
voluntad del archisionismo y el culto a la muerte [de sectas judías que
menciona; fundadas en el s. XVIII, por Sabbatian Zevi].” Llama la atención lo
del “culto a la muerte” que menciona Icke, siempre truculento. Y nos choca.
Pero por como la sociedad israelí mata a cuentagotas (y a veces “a chorros”) población palestina que está
sufriendo el despojo de sus tierras desde hace más de un siglo, me hace pensar
que se necesita un subterfugio mental que “legitime” esa amplia tolerancia a la
muerte de seres humanos que han tenido la mala fortuna de estar radicados
(desde hace siglos o milenios) en un suelo del que una religión ha decidido
adueñarse.
La atroz indiferencia con que Israel ejecuta a tiros o a fuego
lento a esa población, año a año, día a día, expresa sin duda un tipo de culto
a la muerte (ajena, claro).
Mucho más importante que aquellos escarceos sobre sangre de
reptiles ancestrales es, volviendo a la ADL, la falta total de escarceos sobre
citas al Plan Yinon, que ADL se permite. Veamos cómo citan a Cynthhia McKinney,
legisladora afroambientalista norteamericana: “Sostuvo que Israel estaba detrás de los ataques, tomando como
referencias documentos israelíes de línea política como «Clean Break» y el «Plan
Yinon».”
No conozco “Clean Break”, pero sí por cierto el Plan Yinon, de
principios de la década de los ’80, y el mismo trasunta nítidamente una
política imperial israelí sobre las naciones árabes circumvecinas, y algo más:
una actitud supremacista para el manejo de los conflictos que precisamente el
mismo expansionismo sionista genera, y ha generado desde la primerísima hora de
su asentamiento en Palestina (fines del s. XIX). La crítica de ADL a McKinney
elude los argumentos que presenta la criticada. Y solo se limita a etiquetarla,
de antisemita y conspiranoica.
En consecuencia, ADL parece no tener reparos al Plan Yinon. Lo
cual prueba su funcionalidad con el poder sionista, no sólo establecido en
Israel sino en EE.UU y en el Reino Unido (allí, el lobby sionista fue decisivo
para desmoronar el liderazgo de Jeremy Corbyn, que quería desmarcarse del
colonialista y racista papel cumplido por el Reino Unido a lo largo de toda la
actividad sionista (y de mucho antes, ciertamente).
Veamos todavía otro (penoso) ejemplo del estilo ADL; La
emprende contra GDL, Goyim Defense League (Liga de Defensa de no judíos) que
sostiene que “judíos tienen un poder ilegítimo a través del control de instituciones
mayores, como los grandes medios de
comunicación masivos, la economía o el gobierno […].” La cita desbarra
porque continúa acusando a judíos individualmente, pero el pasaje transcrito
merece una consideración: ¿no es acaso cierto que los judíos están
sobrerrepresentados en los medios masivos de comunicación, en la economía, en
el gobierno? Eso resulta clarísimo en EE.UU., y no sólo en EE.UU. Y resulta una
explicación sobre porqué los israelíes tienen las manos tan libres para abusar
de los palestinos. Una explicación que de ningún modo es una justificación. El
mundo, mediáticamente hablando, ignora el abuso cotidiano sobre Palestina y los
palestinos; el calvario que es ir al trabajo, a estudiar, volver a su vivienda,
siempre asediada. Y contar con que la policía, toda legal, tan “occidental”, defiende
a los agresores…
Veamos como ADL la emprende contra Kevin Barrett: “El teórico antisemita de la conspiración es
un colaborador asiduo del noticiero
iraní de propaganda Press TV que alberga toda una carrada de antisemitas y
negadores del Holocausto […] y
escribe para Veterans Today y Unz Review, Barrett invoca a menudo teorías de
conspiración antisemitas acerca de una supuesta manipulación de los acontecimientos
mundiales, afirmando que Occidente no comprende la duplicidad israelí a causa
del extendido poder sionista clandestino.”
Está la cita, pero nos quedamos sin saber cómo ADL refuta
tales afirmaciones. ¿No hay acaso un extendido poder sionista clandestino?, ¿no
hay manipulación de los acontecimientos mundiales? Nos quedamos sin saber la presunta
sinrazón de Barrett. ¿Creerá ADL que alcanza una bula de ellos para neutralizar
y refutar lo señalado por el acusado (en este caso, Barrett)?
ADL la emprende contra el estadounidense, es subsecretario del
Tesoro republicano, Paul Craig Roberts. Lo cita: “Los neoconservadores que dominaban el gobierno de Cheney y Bush
identificaron el Cercano Oriente árabe como ‘el enemigo’ e invocaron ‘un nuevo
Pearl Harbor’ como necesario para proveer guerras que permitan derribar 7
gobiernos en 5 años… Para obtener ese ‘nuevo Pearl Harbor’ Cheney, los
neoconservadores e Israel orquestaron los ataques al WTC y al Pentágono… el 11
de setiembre fue una operación del Estado profundo. Setiembre 2020.”
ADL apenas lo transcribe. Como si la mera presentación de
tales consideraciones cayeran por su propio peso. Cuando bien podría ser
exactamente lo opuesto.
Leámoslo. El documento a que se refiere Roberts, “Rebuilding
America’s Defenses” (setiembre 2000), un manifiesto netamente imperialista y
supremacista, firmado por la craneoteca neoconservadora del gobierno de
entonces, compuesta primordialmente por judíos (y algunos que no), convoca a
“crear” un nuevo Pearl Harbor. Un imperialismo desfachatado.
Dicho documento revela el afán por preservar “la
preponderancia” (término acuñado por George Kennan en la década de los ’50);
“promover el liderazgo global de EE.UU. [american].
En consonancia promueven “las nuevas fronteras” [en la formación de EE.UU. en el
territorio continental norteamericano, “la cuestión de la frontera”, siempre
desplazándose, fue muy importante; imprimir en el inconsciente colectivo
estadounidense una nueva frontera ahora a lo largo de todo el planeta expresa
el alcance imperialista mundial ahora en juego].
Y en ese concierto de control planetario los autores de “Rebuilding…”
ven carencias; los servicios de aprovisionamiento no han aumentado el mismo
ritmo que los aviones de combate, por ejemplo, el adiestramiento de los marines está atrasado… “En una palabra, una Armada capaz de
preservar la preeminencia marítima de EE.UU., va a requerir mucho mayores
aumentos de los presupuestos de la Armada […] para preservar la preeminencia militar de EE.UU. en las décadas que
vienen el Ministerio de Defensa debe moverse más agresivamente.”
Y nuestra atribulada craneoteca neoconservadora mira con
preocupación que “el proceso de transformación, aunque conlleve cambios
revolucionarios, probablemente lleve
mucho tiempo, faltando un evento
catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor. La política interna y
la industrial tomarán el ritmo y el contenido transformador tanto como lo
requieran las misiones militares.”
ADL está encandilada con sus propias luces y ha olvidado la
capacidad de razonamiento y de abordaje de la realidad, o está persuadida del
efecto que tiene la política de ubicar en el Index a determinadas
manifestaciones intelectuales críticas o a determinadas personas (fue un
sistema que empleó asiduamente la Iglesia Católica hace siglos, pero la
“modernidad líquida” ha revelado su total ineficiencia).
Nos preguntamos si el poder sionista pretende gobernar
“nuestras almas” con semejantes “verdades” que no necesitan demostración.
En cualquier caso, la denuncia de ADL expresa una total
impotencia y pobreza intelectual. O descaro. Demasiada chutzpah***.
NdE
*La voz conspiranoico, ca es
un acrónimo
humorístico formado a partir de conspira(tivo)
y (para)noico.
**A Clean Break : A New Strategy for Securing the Realm ([Una
ruptura limpia: Una nueva estrategia para asegurar el reino] comúnmente
conocido como el informe "Clean Break") es un documento político
que fue preparado en 1996 por un grupo de estudio dirigido por Richard Perle
para Benjamin Netanyahu, el entonces Primer Ministro de Israel. El informe
explicaba un nuevo enfoque para resolver los problemas de seguridad de Israel
en Oriente Medio haciendo hincapié en los "valores occidentales".
Desde entonces ha sido criticado por defender una nueva política agresiva que
incluía la eliminación del poder de Saddam Hussein en Irak y la contención de
Siria mediante una guerra por delegación y destacando su posesión de “armas de
destrucción masiva”. Algunas partes de las políticas expuestas en el documento
fueron rechazadas por Netanyahu [Wikipedia].
*** Chutzpah:
palabra hebrea pasada al yiddish, y de éste al inglés y al alemán,
significando descaro, insolencia, chulería
o desfachatez. En el hebreo israelí de hoy, ha adquirido un sentido positivo,
equivalente de audacia, como componente mayor de
una supuesta israelidad.