30/07/2025

"بمب اتمی ایرانی"!ـ قطعاً از شنیدن این خبر بسیار خوشحال خواهم شد

مصطفی قهرمانی

۳۰ ژوئیه ۲۰۲۵

 

جان مرشایمر، استاد برجسته روابط بین‌الملل در دانشگاه شیکاگو و نظریه‌پرداز "واقع‌گرایی تهاجمی" در سیاست خارجی:

«حاضرم شرط ببندم که ایران احتمالاً پشت درهای بسته در حال ساخت سلاح هسته‌ای است و آمریکا و اسرائیل قادر به متوقف کردن آن نیستند. نه‌تنها نتوانستند جلوی اتمی شدن ایران را بگیرند، بلکه وضعیت را وخیم‌تر هم کردند. اصلاً تعجب نخواهم کرد اگر ببینم ایران سلاح هسته‌ای بسازد

به تعهدات اخلاقی و پای‌بندی به پیمان‌ها و عهدنامه‌های بین‌المللی کسانی که حمله تروریستی به میهن ما و کشتار بیش از هزار انسان بی‌گناه، و همچنین نسل‌کشی عریان در غزه را «کار کثیف اما لازم» توسط رژیمی معتاد به جنگ و خشونت (اسرائیل) برای "غرب و غربی‌ها" می‌دانند، هیچ اعتمادی نیست.

برای این غرب وحشی، «تنها یک سرخ‌پوست مرده، یک سرخ‌پوست خوب است».

 یگانه ابزار بازدارندگی و حفظ استقلال و امنیت ملی، برقراری موازنه وحشت است؛ و این را باید یک‌بار برای همیشه پذیرفت: این مهم، بدون ظرفیت‌ها و توانایی‌های بازدارندگی و دفاعی مبتنی بر "سلاح‌های غیرمتعارف"، دست‌یافتنی نخواهد بود.

دنیای بی‌رحم و بی‌مروتِ زیر سلطه معرفت و ارزش‌های غربی، بنگاه خیریه و خدمات اجتماعی نیست.

حق، گرفتنی است؛ و غربِ وحشی آن را بی‌هزینه و بدون مقاومت به کسی واگذار نمی‌کند.

 منطق ضدانسانی و تمامیت‌خواهانه‌ی غرب، با هر دولت و ملتی که در برابر چپاول منابع، نقض حاکمیت، یا تحمیل ساختارهای سلطه ایستادگی کند، بی‌هیچ محظور اخلاقی برخورد می‌کند. نه حقوق بین‌الملل مانع آن است، و نه مرجعیت اخلاقی و فلسفی‌ای که غرب به‌غلط برای خود قائل است.

 در این میان، «امر مطلق» ایمانوئل کانت (Kategorischer Imperativ)  که زمانی اوج اخلاق‌ورزی در تمدن غربی تلقی می‌شد، امروز چیزی جز ابتذال همان "خرد ناب" در خدمت سلطه نیست.

و این "خرد ناب"، به‌ویژه در برابر انسان غیرغربی، اساساً نقدناپذیر است.

فلسفه‌ غرب، در عمل، بیش از آن‌که چراغی بر راه عدالت باشد، ابزاری‌ست در خدمت توجیه و برساختارسازی برای برتری‌طلبی، تبعیض‌گرایی و سلطه‌ غرب؛ همین و بس.

و پرسش نهایی این است:

!آیا غرب اساساً اخلاق می‌شناسد؟

NOTRE GÉNOCIDE : version française du rapport de B’Tselem

 « Dans l’immédiat, la reconnaissance du fait que le régime israélien commet un génocide dans la bande de Gaza et la profonde inquiétude qu’il puisse s’étendre à d’autres zones où les Palestiniens vivent sous domination israélienne exigent une action urgente et sans équivoque de la part de la société israélienne et de la communauté internationale.

 C’est le moment d’agir. C’est le moment de sauver ceux qui ne sont pas encore perdus à jamais et d’utiliser tous les moyens disponibles en vertu du droit international pour mettre fin au génocide des Palestiniens par Israël. »

Ce sont là les derniers mots du rapport accablant que vient de publier l’ONG israélienne B’Tselem et que Tlaxcala rend ici accessible aux lecteurs francophones qui ne connaissent ni l’hébreu, ni l’arabe ni l’anglais. À lire et faire lire...

Présentation audio (90 secondes)



29/07/2025

GIDEON LEVY
Negar la hambruna en Gaza no es menos vil que negar el Holocausto

Gideon Levy, Haaretz27/7/2025
Traducido por Tlaxcala

 
Negar es legítimo en Israel, es coherente con la corrección política local – no hay hambre, y las descripciones de hambruna deliberada en Gaza son una conspiración antisemita.



Un hombre lleva el cuerpo del bebé palestino Zainab Abu Haleeb, que murió por desnutrición según autoridades sanitarias, en el hospital Naser de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, el sábado. Foto Ramadan Abed/Reuters


Pocos fenómenos son tan mezquinos como la negación del Holocausto judío. Los negacionistas han afirmado que nunca ocurrió, o que, si ocurrió, las víctimas fueron pocas, o que nunca hubo cámaras de gas.

Tomaron medidas y datos para respaldar sus afirmaciones. El Holocausto fue una conspiración para extorsionar compensaciones y compasión. Su negación ha sido criminalizada en muchos países, y quienes la practican son considerados antisemitas. El historiador británico David Irving fue encarcelado en Austria y marginado.

Cuestionar el 7 de octubre fue condenado en Israel, y cualquiera que se atreviera era tachado de antisemita. Cuando Roger Waters afirmó que no había pruebas de violaciones y que la historia de bebés quemados en hornos era una mentira israelí, fue duramente atacado, al igual que muchos otros que señalaron exageraciones en el relato israelí.

En las últimas semanas, una ola despreciable de negación ha barrido Israel, precisamente allí. Está presente en grandes sectores de la población y compartida por casi todos los medios de comunicación.

Hemos tratado de ignorar, de ocultar, de desviar la mirada, de culpar a Hamas, de decir que “así es la guerra”, de afirmar que no hay inocentes en Gaza – hasta que los crímenes de Israel en la Franja de Gaza colmaron la medida.

Con el inicio del hambre deliberada y mortal, no quedó otra opción que recurrir a la negación, tan repugnante como la del Holocausto.

La negación actual incluye negar la intención genocida y el objetivo transparente de desplazar a la población de Gaza.

Este tipo de negación es legítimo en Israel, es políticamente correcto – ¡no hay hambre! Nadie será condenado ni castigado por haberla provocado.

Esta actitud se ha convertido en parte del discurso dominante. Las descripciones de hambruna deliberada en Gaza son consideradas una conspiración antisemita. Si hay hambre, hablen con Hamas.


Palestinos luchan por conseguir alimentos donados en un comedor comunitario en la ciudad de Gaza, al norte de la Franja, el sábado. Crédito: Abdel Kareem Hana/AP

Así es cuando se acaban las excusas, las mentiras y la propaganda. Así es cuando se está tan deformado moralmente que se dice que no hay hambre incluso con las imágenes delante. ¿Qué derecho tienen a decir eso?

Existen 50 matices de negación israelí, todos igual de despreciables. Desde apartar la mirada hasta mentirse a uno mismo.

Todos persiguen el mismo objetivo: eludir la culpa, seguir siendo la víctima mientras se canta alabanzas a sí mismo. Los negacionistas provienen de todos los ámbitos.

Incluye a cuatro investigadores israelíes que escribieron un ensayo titulado “El supuesto genocidio en la guerra Espadas de Hierro” – cuya falsedad fue expuesta por el historiador del Holocausto Daniel Blatman y el periodista Nir Hasson (edición hebrea de Haaretz) – y a la mujer que reparte el diario gratuito Israel Hayom, que me dijo con gran seguridad que las imágenes del hambre “eran del Yemen o generadas por IA”.

Incluye también a la santurrona periodista de televisión Moriah Asraf, que hizo callar con arrogancia a la periodista independiente Emmanuelle Elbaz-Phelps, y a todos los editores de noticieros que ocultan lo que sucede en Gaza.


Palestinos intentan recibir alimentos de un comedor comunitario, en medio de una crisis de hambre, en la ciudad de Gaza, el sábado. Photo Mahmoud Issa/Reuters

La negación acompaña a Israel desde la primera Nakba, en 1948, que supuestamente nunca ocurrió y solo existe en la imaginación de los enemigos de Israel. Continuó durante todos los años de ocupación y apartheid.

No hay otra sociedad en el mundo que viva en tal grado de autoengaño, mucho de ello fomentado por su prensa “libre”. Pero lo que está ocurriendo en estas semanas supera todos los límites de la vileza.

No hay hambre en Gaza. Después de todo, hay camiones esperando en la frontera, los padres de los niños que mueren de hambre están obesos, hay un video de terroristas de Hamas comiendo plátanos en sus túneles (un video de hace seis meses, ahora difundido por el principal portavoz de propaganda del país, el vocero del ejército israelí).

Hay algo aún más despreciable que eludir la culpa: el desprecio por la víctima, por el niño que muere en brazos de su madre que llora. Decirle que no hay hambruna deliberada es burlarse de su dolor.

Durante años creí que incluso si mostráramos a los israelíes todas las pruebas horribles, las rechazarían. Ahora está comprobado. Las imágenes del hambre inundan pantallas y diarios en todo el mundo – e Israel lo niega.

Con qué seguridad afirman que las imágenes son falsas, que no hay hambrientos, que hay plátanos, que 80 camiones entran diariamente a Gaza.

Eso es exactamente lo que hacía el académico francés Robert Faurisson: decía que, dado el volumen de las cámaras de gas, el Holocausto nunca había occurrido.

GIDEON LEVY
Nier la famine à Gaza n’est pas moins ignoble que nier la Shoah

Gideon Levy, Haaretz, 27/7/2025
Traduit par Tlaxcala

La négation est légitime en Israël, elle est conforme à la bienséance politique locale – il n’y a pas de famine, et les descriptions d’une famine délibérée à Gaza relèvent d’un complot antisémite.


Un homme porte le corps du bébé palestinien Zainab Abu Haleeb, décédé de malnutrition selon les autorités sanitaires, à l’hôpital Nasser de Khan Younès, dans le sud de la bande de Gaza, samedi. Photo : Ramadan Abed/Reuters

Il n’existe que peu de phénomènes aussi odieux que la négation de la Shoah juive. Les négationnistes ont affirmé qu’elle n’avait jamais eu lieu, ou que le nombre de victimes était faible, voire qu’il n’y avait jamais eu de chambres à gaz.
Ils ont pris des mesures et utilisé des données pour soutenir leurs dires. La Shoah serait une conspiration destinée à obtenir des compensations et de la compassion. Sa négation est criminalisée dans de nombreux pays, et les négationnistes sont considérés comme antisémites. L’historien britannique David Irving a été emprisonné en Autriche et banni.

Mettre en doute le 7 octobre a été condamné en Israël, et quiconque s’y risquait était qualifié d’antisémite. Lorsque Roger Waters a déclaré qu’il n’y avait pas de preuves de viols et que l’histoire de bébés brûlés dans des fours était un mensonge israélien, il a été largement attaqué – comme bien d’autres qui ont souligné des exagérations dans le récit israélien.

Ces dernières semaines, une vague abjecte de déni déferle sur Israël, de tous les endroits possibles. Elle touche de larges pans de la société et est partagée par presque tous les médias.

Nous avons essayé d’ignorer, de dissimuler, de détourner le regard, de blâmer le Hamas, de dire que “c’est la guerre”, ou qu’il n’y a pas d’innocents à Gaza – jusqu’à ce que la somme des crimes commis par Israël dans la bande de Gaza déborde.

Avec l’apparition d’une famine mortelle et délibérée, il ne restait plus d’autre issue que le déni, aussi ignoble que celui de la Shoah.

Ce déni actuel inclut la négation de l’intention génocidaire et de l’objectif évident de déplacer la population de Gaza ailleurs.

Ce type de déni est légitime en Israël, il est conforme à la bienséance politique locale – il n’y a pas de famine ! Personne ne sera blâmé ou puni pour l’avoir causée.

Cette attitude fait désormais partie du courant dominant. Les descriptions de famine délibérée à Gaza sont perçues comme une conspiration antisémite. S’il y a famine, parlez-en au Hamas.

Des Palestiniens attendent de recevoir de la nourriture d'une cantine caritative, en pleine crise alimentaire, à Gaza, samedi. Photo Mahmoud Issa/Reuters

C’est ce qui arrive quand on épuise ses excuses, ses mensonges et sa propagande. Quand on est devenu moralement si perverti qu’on affirme qu’il n’y a pas de famine, alors même que les images sont sous nos yeux. Quel droit ont ces gens de dire ça ?

Il existe 50 nuances de négation israélienne, toutes aussi méprisables. De la simple indifférence au regard fuyant, jusqu’au mensonge pur et simple.

Elles visent toutes le même objectif : fuir la responsabilité, continuer à jouer les victimes tout en se glorifiant. Les négationnistes viennent de tous les milieux.

Cela inclut quatre chercheurs israéliens ayant publié un article intitulé « Le soi-disant génocide dans la guerre des Épées de Fer » – dont les failles ont été dénoncées par l’historien de la Shoah Daniel Blatman et le journaliste Nir Hasson (édition hébreue de Haaretz) – et la femme distribuant gratuitement Israel Hayom, qui m’a assuré récemment que les images de famine « venaient du Yémen ou avaient été créées par l’IA ».

Cela inclut aussi la journaliste télé moralisatrice Moriah Asraf, qui a fait taire de façon méprisante la journaliste indépendante Emmanuelle Elbaz-Phelps, et tous les rédacteurs des journaux télévisés qui dissimulent ce qui se passe à Gaza.

Des Palestiniens tentent d'obtenir de la nourriture distribuée dans une cuisine communautaire de la ville de Gaza, au nord de la bande de Gaza, samedi. Photo Abdel Kareem Hana/AP

Le déni accompagne Israël depuis la première Nakba, en 1948 – qui, bien sûr, n’aurait jamais eu lieu et ne serait qu’une invention des ennemis d’Israël. Ce déni s’est poursuivi durant toutes les années d’occupation et d’apartheid.

Aucune société au monde ne vit dans un tel déni de soi, largement encouragé par sa presse dite libre. Mais ce qui se passe ces dernières semaines dépasse tous les records d’abjection.

Il n’y a pas de famine à Gaza. Après tout, des camions attendent à la frontière, les parents d’enfants mourant de faim sont obèses, une vidéo montre des terroristes du Hamas mangeant des bananes dans leurs tunnels (vidéo prise il y a six mois, aujourd’hui diffusée par le principal propagandiste du pays, le porte-parole de Tsahal).

Il y a là quelque chose de plus ignoble encore que la fuite de responsabilité : le mépris de la victime, de l’enfant qui meurt dans les bras de sa mère en pleurs. Lui dire qu’il n’y a pas de famine délibérée, c’est la mépriser dans sa douleur.

Pendant des années, j’ai pensé que même si on montrait aux Israéliens toutes les preuves, ils les rejetteraient. La preuve est là. Les images de la famine envahissent les écrans du monde entier – et les Israéliens les nient.

Avec quelle assurance ils affirment que ces images sont fausses, qu’il n’y a pas de famine, qu’il y a des bananes, que 80 camions par jour entrent à Gaza.

C’est exactement ce que faisait le professeur français Robert Faurisson : il affirmait que, compte tenu du volume des chambres à gaz, la Shoah n’avait jamais eu lieu.

Nuestro Genocidio
Informe de la organización israelí B'Tselem

B'Tselem, la principal organización israelí de derechos humanos, acaba de publicar un informe de 88 páginas en hebreo, árabe e inglés. La presentación y el resumen ejecutivo se incluyen a continuación, a la espera de la traducción del informe completo.

B’Tselem, Julio de 2025

Desde octubre de 2023, Israel ha modificado su política hacia los palestinos. Su ofensiva militar contra Gaza, en curso durante más de 21 meses, ha incluido masacres, tanto directas como mediante la creación de condiciones inhabitables, graves daños físicos o mentales a toda la población, la destrucción de infraestructuras básicas en toda la Franja y el desplazamiento forzoso a gran escala, añadiendo la limpieza étnica a la lista de objetivos oficiales de guerra. 
A esto se suman las detenciones masivas y los abusos contra palestinos en las cárceles israelíes, que se han convertido en campos de tortura, y la destrucción del tejido social de Gaza, incluyendo la destrucción de instituciones educativas y culturales palestinas.
Esta campaña también constituye un ataque a la propia identidad palestina, mediante la destrucción deliberada de campos de refugiados y los intentos de socavar al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA. Un análisis de la política israelí en la Franja de Gaza y sus terribles consecuencias, junto con las declaraciones de altos cargos políticos y comandantes militares israelíes sobre los objetivos del ataque, lleva a la conclusión inequívoca de que Israel está tomando medidas coordinadas y deliberadas para destruir la sociedad palestina en la Franja de Gaza.
En otras palabras: Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos de la Franja de Gaza. El término genocidio se refiere a un fenómeno sociohistórico y político que implica actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Tanto moral como legalmente, el genocidio no puede justificarse en ninguna circunstancia, ni siquiera como acto de legítima defensa. El genocidio siempre ocurre dentro de un contexto: existen condiciones que lo posibilitan, acontecimientos desencadenantes y una ideología rectora.
La actual arremetida contra el pueblo palestino, incluida la Franja de Gaza, debe entenderse en el contexto de más de setenta años en los que Israel ha impuesto un régimen violento y discriminatorio contra los palestinos, que ha adoptado su forma más extrema contra quienes viven en la Franja de Gaza. Desde la creación del Estado de Israel, el régimen de apartheid y ocupación ha institucionalizado y empleado sistemáticamente mecanismos de control violento, ingeniería demográfica, discriminación y fragmentación del colectivo palestino.
Estas bases, establecidas por el régimen, permitieron lanzar un ataque genocida contra los palestinos inmediatamente después del ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023. El ataque contra los palestinos en Gaza es inseparable de la creciente violencia que se inflige, en distintos niveles y formas, contra los palestinos que viven bajo el dominio israelí en Cisjordania y dentro de Israel.
La violencia y la destrucción en estas zonas se intensifican con el tiempo, sin que exista ningún mecanismo nacional o internacional eficaz que actúe para detenerlas. Advertimos del peligro claro y presente de que el genocidio no se limite a la Franja de Gaza, y de que las acciones y la mentalidad subyacente que lo impulsan puedan extenderse también a otras zonas.
El reconocimiento de que el régimen israelí está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza, y la profunda preocupación de que éste pueda extenderse a otras zonas donde viven palestinos bajo el dominio israelí, exigen una acción urgente e inequívoca tanto de la sociedad israelí como de la comunidad internacional, y el uso de todos los medios disponibles bajo el derecho internacional para detener el genocidio de Israel contra el pueblo palestino.


Nuestro Genocidio
Resumen Ejecutivo

Julio de 2025

Desde octubre de 2023, Israel ha cambiado fundamentalmente su política hacia el pueblo palestino.

Tras el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre de 2023, Israel lanzó una intensa campaña militar contra la Franja de Gaza, que continúa más de 21 meses después.

Esta ofensiva ha implicado:

  • asesinatos masivos, tanto por ataques directos como por la creación de condiciones catastróficas que han incrementado enormemente el número de muertos;
  • daños físicos y psicológicos graves a toda la población de Gaza;
  • destrucción masiva de infraestructuras y condiciones de vida;
  • desmantelamiento del tejido social, incluidas instituciones educativas y sitios culturales palestinos;
  • arrestos masivos y abusos contra detenidos palestinos en prisiones israelíes, convertidas de hecho en campos de tortura sin juicio previo;
  • desplazamientos forzados en masa, incluyendo intentos de limpieza étnica reconocidos como objetivos oficiales de guerra;
  • y un ataque a la identidad palestina mediante la destrucción sistemática de campos de refugiados y el debilitamiento deliberado de la UNRWA.

El resultado es un daño severo, en gran medida irreversible, para más de 2 millones de personas en Gaza.

Las declaraciones de líderes políticos y militares israelíes, sumadas a las consecuencias evidentes en el terreno, llevan a una conclusión clara e inequívoca: Israel está llevando a cabo una acción deliberada y coordinada para destruir a la sociedad palestina en Gaza. En otras palabras: Israel está cometiendo genocidio.

El genocidio como fenómeno

El término “genocidio” se refiere a un fenómeno político e histórico que ha ocurrido repetidamente a lo largo de la historia. Desde la Convención de la ONU de 1948, se reconoce como uno de los crímenes más graves del derecho internacional, involucrando actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.

El genocidio no se limita a asesinatos masivos. También puede incluir:

  • destrucción de las condiciones de vida,
  • bloqueo a la reproducción,
  • violencia sexual sistemática,
  • expulsiones forzadas.

Son actos dirigidos a destruir a un grupo en su esencia, como parte de una política estatal planificada. Y no pueden justificarse jamás — ni siquiera bajo el pretexto de la "autodefensa".

El contexto del genocidio en curso

Este genocidio se inserta en un contexto histórico de más de 70 años de régimen israelí de apartheid y ocupación sobre los palestinos, basado en:

  • separación y control sistemático,
  • ingeniería demográfica,
  • limpieza étnica,
  • violencia institucionalizada,
  • deshumanización que presenta a los palestinos como una amenaza existencial.

El ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023 —aunque criminal y dirigido principalmente contra civiles— fue el catalizador para el paso de la represión al exterminio.

Expansión del modelo genocida

La agresión en Gaza no puede analizarse por separado de la violencia creciente que Israel ejerce también:

  • en Cisjordania (incluida Jerusalén Este),
  • y dentro del propio Israel.

En todas estas zonas, se están cometiendo crímenes graves contra la población palestina, sin rendición de cuentas. La violencia se intensifica, se normaliza, y podría expandirse aún más.

El papel de B’Tselem

B’Tselem es una organización israelí de derechos humanos que lleva más de 35 años documentando violaciones sistemáticas de los derechos del pueblo palestino. Desde octubre de 2023, ha recogido:

  • cientos de testimonios de testigos presenciales,
  • pruebas de una violencia sin precedentes,
  • y declaraciones oficiales que reflejan una política genocida.

En B’Tselem, trabajan codo a codo israelíes judíos y palestinos de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este e Israel. Lo hacen con una convicción común: defender los derechos humanos es una obligación ética y universal.

Llamado a la acción

La ofensiva israelí, que sigue en expansión, se produce con total impunidad. El asesinato sistemático en Gaza y los desplazamientos forzados en Cisjordania no serían posibles sin la inacción —e incluso el apoyo— de la comunidad internacional, especialmente de Europa y Estados Unidos.

El discurso del “derecho a la autodefensa” se ha convertido en un escudo para justificar lo injustificable, incluidas las transferencias de armas.

Reconocer que el régimen israelí está cometiendo un genocidio en Gaza exige una respuesta urgente, clara y decidida —tanto desde la sociedad israelí como desde la comunidad internacional.

Debemos movilizar todos los recursos disponibles en el derecho internacional para detener el genocidio contra el pueblo palestino.

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Notre génocide
Un rapport de l'organisation israélienne B’Tselem

B’Tselem, la principale organisation israélienne de défense des droits humains, vient de rendre public un rapport de 88 pages en hébreu, arabe et anglais dont on trouvera ci-dessous la présentation ainsi qu'un résumé exécutif, en attendant la traduction du texte intégral du rapport

B’Tselem, Juillet 2025 

النسخة العربية  גרסה עברית English 

Depuis octobre 2023, Israël a modifié sa politique envers les Palestiniens. Son offensive militaire contre Gaza, menée depuis plus de 21 mois, a entraîné des massacres, directs et indirects, ainsi que des atteintes graves à l'intégrité physique et mentale de toute une population, la destruction des infrastructures de base dans toute la bande de Gaza et des déplacements forcés à grande échelle, le nettoyage ethnique s'ajoutant à la liste des objectifs de guerre officiels.

À cela s'ajoutent les arrestations massives et les mauvais traitements infligés aux Palestiniens dans les prisons israéliennes, transformées en véritables camps de torture, ainsi que la destruction du tissu social de Gaza, notamment par la destruction des institutions éducatives et culturelles palestiniennes. Cette campagne constitue également une atteinte à l'identité palestinienne elle-même, par la destruction délibérée de camps de réfugiés et les tentatives de saper l'Office de secours et de travaux des Nations Unies pour les réfugiés de Palestine (UNRWA). L'examen de la politique israélienne dans la bande de Gaza et de ses conséquences tragiques, ainsi que les déclarations de hauts responsables politiques et militaires israéliens sur les objectifs de l'attaque, conduisent à la conclusion sans équivoque qu'Israël mène une action coordonnée et délibérée visant à détruire la société palestinienne dans la bande de Gaza. Autrement dit : Israël commet un génocide contre les Palestiniens de la bande de Gaza.

Le terme « génocide » désigne un phénomène socio-historique et politique impliquant des actes commis dans l'intention de détruire, en tout ou en partie, un groupe national, ethnique, racial ou religieux. Tant moralement que juridiquement, le génocide ne peut être justifié en aucune circonstance, y compris en tant qu'acte de légitime défense.

 Un génocide survient toujours dans un contexte : des conditions qui le favorisent, des événements déclencheurs et une idéologie directrice. L'attaque actuelle contre le peuple palestinien, y compris dans la bande de Gaza, doit être comprise dans le contexte de plus de soixante-dix ans durant lesquels Israël a imposé un régime violent et discriminatoire aux Palestiniens, prenant sa forme la plus extrême contre ceux qui vivent dans la bande de Gaza. Depuis la création de l'État d'Israël, le régime d'apartheid et d'occupation a institutionnalisé et systématiquement employé des mécanismes de contrôle violent, d'ingénierie démographique, de discrimination et de fragmentation de la collectivité palestinienne. Ces fondements posés par le régime ont permis le lancement d'une attaque génocidaire contre les Palestiniens immédiatement après l'attaque menée par le Hamas le 7 octobre 2023. L'agression contre les Palestiniens de Gaza est indissociable de l'escalade de la violence infligée, à des degrés divers et sous des formes diverses, aux Palestiniens vivant sous domination israélienne en Cisjordanie et en Israël. La violence et les destructions dans ces zones s'intensifient au fil du temps, sans qu'aucun mécanisme national ou international efficace ne puisse les enrayer. Nous mettons en garde contre le danger clair et réel que le génocide ne se limite pas à la bande de Gaza et que les actions et l’état d’esprit qui le sous-tendent ne s'étendent à d'autres régions. La reconnaissance du fait que le régime israélien commet un génocide dans la bande de Gaza et la profonde inquiétude que ce génocide puisse s’étendre à d’autres zones où vivent des Palestiniens sous domination israélienne exigent une action urgente et sans équivoque de la part de la société israélienne et de la communauté internationale, ainsi que l’utilisation de tous les moyens disponibles en vertu du droit international pour mettre fin au génocide d’Israël contre le peuple palestinien.

 Notre Génocide — Résumé exécutif

Juillet 2025

Depuis octobre 2023, Israël a fondamentalement modifié sa politique envers les Palestiniens.

À la suite de l’attaque menée par le Hamas le 7 octobre 2023, Israël a lancé une campagne militaire intense contre la bande de Gaza, toujours en cours plus de 21 mois plus tard.

Cette offensive a engendré :

  • des tueries de masse, tant par frappes directes que par la création de conditions de vie catastrophiques ayant causé des dizaines de milliers de morts ;
  • des atteintes physiques et psychologiques graves à la population entière ;
  • la destruction à grande échelle des infrastructures et des conditions de vie ;
  • l'effondrement du tissu social, y compris les institutions éducatives et culturelles palestiniennes ;
  • des arrestations massives et des mauvais traitements infligés à des détenus dans des prisons israéliennes, devenues des camps de torture pour des milliers de Palestiniens sans procès ;
  • des déplacements forcés massifs, y compris des tentatives de nettoyage ethnique déclarées comme objectif officiel de guerre ;
  • et une attaque ciblée contre l’identité palestinienne, via la destruction systématique de camps de réfugiés et la délégitimation de l’UNRWA.

Le résultat est un préjudice grave, en grande partie irréversible, pour plus de 2 millions de personnes vivant à Gaza.

Les déclarations de responsables politiques et militaires israéliens, croisées avec les effets observés sur le terrain, conduisent à une conclusion sans équivoque : Israël mène une campagne coordonnée et délibérée visant à détruire la société palestinienne dans la bande de Gaza. En d’autres termes, Israël commet un génocide.

Le génocide comme phénomène

Le terme "génocide" désigne un phénomène socio-historique et politique récurrent dans l’histoire de l’humanité. Depuis la Convention de l’ONU de 1948, il est reconnu comme l’un des crimes les plus graves en droit international, impliquant des actes perpétrés dans l’intention de détruire, totalement ou partiellement, un groupe national, ethnique, racial ou religieux.

Le génocide ne se limite pas aux massacres. Il peut aussi se manifester par :

  • la destruction des conditions de vie,
  • l’entrave à la reproduction,
  • les violences sexuelles massives,
  • les déplacements forcés.

Ces actes visent à anéantir un groupe distinct de manière planifiée, sur la base d’une idéologie de destruction, et ne peuvent en aucun cas être justifiés, même au nom de la "légitime défense".

Le contexte du génocide en cours

Ce génocide s’inscrit dans un cadre plus large: plus de 70 ans de régime dapartheid et doccupation imposé par Israël aux Palestiniens, fondé sur :

  • la séparation systématique,
  • l’ingénierie démographique,
  • le nettoyage ethnique,
  • la violence institutionnalisée,
  • la déshumanisation et la présentation des Palestiniens comme une menace existentielle.

L’attaque du Hamas du 7 octobre 2023, bien que criminelle et ciblant des civils, a servi de catalyseur pour déclencher cette politique d’extermination. Le choc social et politique en Israël a alimenté un glissement brutal : du contrôle à l’annihilation.

Extension du modèle génocidaire

L’agression contre Gaza ne peut être dissociée de l’intensification de la violence exercée :

  • en Cisjordanie (y compris Jérusalem-Est),
  • et à l’intérieur même d’Israël.

Dans ces territoires aussi, des crimes graves sont commis sans aucune responsabilité pour les auteurs. La violence s’intensifie, se banalise et pourrait s'étendre.

Le rôle de B’Tselem

B’Tselem, organisation israélienne de défense des droits humains, documente depuis 35 ans les violations systématiques des droits des Palestiniens. Depuis octobre 2023, ses équipes ont recueilli :

  • des centaines de témoignages directs,
  • des preuves d’une violence sans précédent,
  • des déclarations publiques de dirigeants israéliens confirmant cette politique.

À B’Tselem, Israéliens juifs et Palestiniens travaillent ensemble, portés par la conviction que les droits humains doivent être défendus sans discrimination, entre la mer Méditerranée et le Jourdain.

Appel à l’action

L’offensive israélienne, menée en toute impunité, s’intensifie. Le massacre à Gaza et les déplacements forcés en Cisjordanie ne pourraient se poursuivre sans l’inaction — voire le soutien — de la communauté internationale, en particulier de l’Europe et des USA. L’argument du "droit à la légitime défense" est utilisé pour justifier cette violence, y compris par des livraisons d’armes.

Reconnaître que le régime israélien commet un génocide dans la bande de Gaza impose une réponse urgente et ferme, tant de la société israélienne que de la communauté internationale.

Il est temps d’agir avec tous les outils du droit international pour stopper le génocide contre le peuple palestinien.

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 تقرير بتسيلم:إبادتنا 

بتسيلم, تموز 2025

גרסה עברית

منذ تشرين الأول 2023، غيرت إسرائيل سياستها تجاه الفلسطينيين بشكل جذري. شنّت إسرائيل عمليّة عسكرية مكثفة في قطاع غزة، لا تزال مستمرة منذ أكثر من 21 شهرًا. يشمل هذا الهجوم على سكان قطاع غزة القتل الجماعي وخلق ظروف معيشية كارثية تؤدي إلى أعداد هائلة من الوفيات؛ إلحاق الأضرار الجسدية أو النفسية الجسيمة بجميع سكان قطاع غزة؛ تدمير البنى التحتية والمقوّمات الحياتية على نطاق مهول؛ تدمير النسيج الاجتماعي والمؤسسات والمواقع الثقافية والتعليمية الفلسطينية؛ الاعتقالات الجماعية والتنكيل بالأسرى الفلسطينيين في السجون التي تحولت فعليًا إلى معسكرات تعذيب؛ التهجير القسري الجماعي وجعل التطهير العرقي لسكان القطاع أحد أهداف الحرب الرسمية؛ الهجوم على الهوية الفلسطينية والمتمثل في التدمير المتعمد لمخيمات اللاجئين ومحاولة إلحاق ضرر جسيم بـوكالة الأمم المتحدة لإغاثة وتشغيل اللاجئين الفلسطينيين (الأونروا).

إنّ التمعّن في السّياسة الإسرائيليّة في قطاع غزة وتقصّي نتائجها المروّعة - على خلفيّة تصريحات كبار المسؤولين السياسيّين والعسكريّين الإسرائيليّين حول كُنه هذا الهجوم - يقوداننا إلى استنتاج قطعيّ بأنّ إسرائيل تعمل بشكل منسّق وانطلاقًا من نوايا واضحة من اجل تدمير المجتمع الفلسطيني في قطاع غزة. أيْ أنّ إسرائيل تنفذ إبادة جماعيّة ضدّ الفلسطينيّين سكّان قطاع غزّة.

يصف المُصطلح "جينوسايْد" (إبادة جماعيّة) ظاهرة اجتماعيّة - تاريخيّة – سياسيّة، ويتطرق إلى أفعال تُرتكب عمدًا بنيّة إبادة جماعة قوميّة أو إثنيّة أو عرقيّة أو دينيّة، كلّها أو جزء منها. لا يمكن تبرير الإبادة الجماعيّة تحت أيّ ظرف، لا من الناحية الأخلاقية ولا من الناحية القانونية، ولا حتى في إطار الدّفاع عن النفس.

تحدث الإبادة الجماعيّة دائماً ضمن سياق: ثمة ظروف تُتيح ارتكابها وأحداث تحفّزها وأيديولوجية توجّهها. ينبغي فهم الهجوم الحاليّ الذي يستهدف الفلسطينيّين، في قطاع غزّة والفلسطينيّين بشكل عام، على خلفيّة أكثر من سبعين عامًا من نظام حُكم قمعيّ عنيف وتمييزيّ تفرضه إسرائيل على الفلسطينيّين جميعًا- وبشكله الأكثر تطرّفًا، على الفلسطينيّين في قطاع غزّة. منذ قيام دولة إسرائيل، عمِل نظام الأبارتهايد والاحتلال بشكل منهجيّ على مأسَسة وتفعيل آليات للسيطرة العنيفة والهندسة الديمُغرافية والتمييز وتفكيك الشعب الفلسطيني ككيان جماعي. هذه الأسس النظامية هي التي مكّنت حكومة اليمين المتطرف من استغلال الصدمة التي عاشها الجمهور الإسرائيلي جراء هجوم حماس في 7 تشرين الأول 2023، وشنّ حملة إبادة ضد الفلسطينيين.

لا يمكن عزل الهجوم على الفلسطينيّين في قطاع غزّة عن العُنف المُتزايد الذي يُمارسه النظام نفسه بدرجات مُتفاوتة وأشكال مُتعدّدة ضدّ الفلسطينيّين الذين يعشون تحت سيطرة النظام الإسرائيلي، في الضفة الغربيّة وفي داخل إسرائيل. العُنف والتدمير في هذه المناطق آخذان في التصاعُد مع مرور الوقت وفي غياب جهاز داخليّ أو دوليّ يعمل بشكل فعّال على وقفهما. إننا نحذّر من خطر واضح وفوريّ بأنّ الإبادة الجماعيّة لن تقتصر على قطاع غزّة وأن تُطبَّق الإجراءات والتوجهات التي تكمن في أساسها على مناطق أخرى.

يستدعي إدراك حقيقة أن النظام الإسرائيلي يرتكب إبادة جماعيّة في قطاع غزة والخوف الشديد من امتدادها إلى مناطق أخرى يعيش فيها فلسطينيون تحت النظام الإسرائيلي، تحركًا عاجلاً وواضحًا من جانب الجمهور الإسرائيلي والمجتمع الدولي واستخدام كل الوسائل الممكنة بموجب القانون الدولي لوقف الإبادة الجماعيّة الإسرائيلية بحق الفلسطينيين.

28/07/2025

B'TSELEM
Our Genocide
Report

B'Tselem, July 2025

النسخة العربية  גרסה עברית

Since October 2023, Israel has shifted its policy toward the Palestinians. Its military onslaught on Gaza, underway for more than 21 months, has included mass killing, both directly and through creating unlivable conditions, serious bodily or mental harm to an entire population, decimation of basic infrastructure throughout the Strip, and forcible displacement on a huge scale, with ethnic cleansing added to the list of official war objectives. 

This is compounded by mass arrests and abuse of Palestinians in Israeli prisons, which have effectively become torture camps, and tearing apart the social fabric of Gaza, including the destruction of Palestinian educational and cultural institutions. The campaign is also an assault on Palestinian identity itself, through the deliberate destruction of refugee camps and attempts to undermine the United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees (UNRWA).

An examination of Israel’s policy in the Gaza Strip and its horrific outcomes, together with statements by senior Israeli politicians and military commanders about the goals of the attack, leads to the unequivocal conclusion that Israel is taking coordinated, deliberate action to destroy Palestinian society in the Gaza Strip. In other words: Israel is committing genocide against the Palestinians in the Gaza Strip. 

The term genocide refers to a socio-historical and political phenomenon involving acts committed with intent to destroy, in whole or in part, a national, ethnic, racial or religious group. Both morally and legally, genocide cannot be justified under any circumstance, including as an act of self-defense. 

Genocide always occurs within a context: there are conditions that enable it, triggering events, and a guiding ideology. The current onslaught on the Palestinian people, including in the Gaza Strip, must be understood in the context of more than seventy years in which Israel has imposed a violent and discriminatory regime on the Palestinians, taking its most extreme form against those living in the Gaza Strip. Since the State of Israel was established, the apartheid and occupation regime has institutionalized and systematically employed mechanisms of violent control, demographic engineering, discrimination, and fragmentation of the Palestinian collective. These foundations laid by the regime are what made it possible to launch a genocidal attack on the Palestinians immediately after the Hamas-led attack on 7 October 2023.

The assault on Palestinians in Gaza cannot be separated from the escalating violence being inflicted, at varying levels and in different forms, on Palestinians living under Israeli rule in the West Bank and within Israel. The violence and destruction in these areas is intensifying over time, with no effective domestic or international mechanism acting to halt them. We warn of the clear and present danger that the genocide will not remain confined to the Gaza Strip, and that the actions and underlying mindset driving it may be extended to other areas as well. 

The recognition that the Israeli regime is committing genocide in the Gaza Strip, and the deep concern that it may expand to other areas where Palestinians live under Israeli rule, demand urgent and unequivocal action from both Israeli society and the international community, and use of every means available under international law to stop Israel’s genocide against the Palestinian people. 

 



لینا الطبال
آیا این است نوآوری‌ تو، زیاد؟

لینا الطبال، رأی الیوم، ۲۷ ژوئیه ۲۰۲۵
ترجمه:
تلاکسکالا

این متن ادای احترامی است به موسیقی‌دان، آهنگساز و نویسنده، زیادالرحبانی ، فرزند خواننده فیروز، که در ۲۶ ژوئیه در بیروت، در سن ۶۹ سالگی درگذشت.


.زیاد! اگر این است نوآوری‌تو ، ... ما آن را نمی‌خواهیم

زیاد رحبانی هنوز لبخند می‌زند، در سکوتی شگرف. با چشمانی بسته ما را نگاه می‌کند، انگار همه چیز را دیده است... و دیگر چیزی برایش مهم نیست. مانند شاهزاده‌ای خسته که در قلمرو خویش، در خواب فرو رفته است. او را خواب برده است، چنین نیست؟

نه. او به شیوه‌ی خویش مقاومت می‌کند: کناره‌گیری کرده، فقط تصمیم گرفته است در این ماجرا شرکت نکند.

تصمیم او، برای سکوت  کردن از امروز، قوی‌ترین بیان اوست. او انتخاب کرده است چشمانش را ببندد... و رؤیا بیند.

اما امروزه دیگر چه کسی رؤیا می‌بیند؟ چه کسی هنوز جرأت رؤیا دیدن دارد؟ فقط زیاد! فقط زیاد.

زیاد خواب است، بله. و این ملت را در  رؤیا می‌بیند... چه ملت عجیبی است آن‌که در رؤیاهای خود می‌بینی..زیاد!

او در رؤیایش، فلسطینی می‌بیند بی‌مرز، بدون ایست بازرسی، بدون ‌سربازانی که گل را از دستت می‌کشند چون رنگش یادآور خون‌هایی‌ست که همیشه ریخته‌اند، و سرت داد می‌زنند: « زیر آفتاب بایست و بسوز   .»


این کالیگرافیتی از اشکمن است که زیاد رحبانی را با جمله‌ی معروف «بنسبه لبُکرا شو؟» «و فردا، چه؟» (عنوان نمایشی موزیکال از سال ۱۹۷۸) به تصویر می‌کشد، به‌طور استراتژیک در مرکز منطقه‌ی جنگ‌زده‌ی سابق بیروت، موسوم به "خط تماس"، در تقاطع بسطه / بشاره الخوری / سودیکو. عکس: جاد غرایب

 

زیاد رؤیا می‌بیند که اشغال پایان یافته است و چهره‌های صاف قدرت نیز ناپدید شده‌اندهمانهایی که قراردادهای عادی‌سازی را با لبخند امضا می‌کردند، در حالی‌که دشمن، بمب‌هایش را بر سر ما می‌ریخت. دیگر کسی از خود نمی‌پرسد «عباس» کجاست، معلوم است. و کسی هم برای مقامی که از زمان اسلو به خواب رفته، گریه نمی‌کند.

دمشق، در رؤیای او، «ژول جمال»* را به کتاب‌های درسی بازگردانده، و علامت پیروزی را بر فراز گورستان ملی برافراشته، همان‌جا که نیمی از ملت، در تمام تنوعش، به خاک سپرده شده‌اند. و در این رؤیا، همه دست می‌زنند، حتی شهدا. مجسمه‌ای از زنی مبارز و زیبا، به نام سوریه، آنجاست که علامت پیروزی نشان می‌دهد.

غزه واقعاً به ساحل زیبای فلسطین تبدیل شده چه بخواهند، چه نخواهند. میدان‌هایی سبز، شن‌های طلایی، دریای لاجوردی، قایق‌های رنگ‌شده.
این است رؤیای زیاد
رنگ و وارنگ.
و تو؟ تا کنون پرسیده‌ای که آیا رؤیاهایت رنگ دارند، یا فقط سیاه و سفیدند؟

بله، در این رؤیا، خیابان‌های غزه بوی خوش سینوار و دیف می‌دهندبویی از مقاومت، ترکیبی از باروت... و نوستالژی.
کودکان در میدان‌هایی بازی می‌کنند که نام شهیدان فلسطین را بر خود دارند.
در اطرافشان، زنانی
همان‌هایی که کودکان‌شان را اسرائیل کشت.

همان نام‌ها.
همان چهره‌ها.
همان چشم‌ها
اما این بار، بی‌اشک. چون در رؤیاهای زیاد، اشک ممنوع است.

چه شکستی است برای اسرائیل... برای هر خانه‌ای که ویران کرد، ما ده خانه ساختیم. و برای هر کودکی که کشتزنان ما صد تا به دنیا آوردند.

 

بیروت دیگر شاعرانش را به خلیج نمی‌فرستد تا نقش فرهنگ داشتن را ایفا کنند، یا برای دریافت کمک‌های ناچیز از غربِ سیر گدایی کنند. دوربین‌های روی سفارت‌خانه‌ها هم کنده شده‌اندمانند دندان‌های پوسیده.

در رؤیای او، جهان عرب یک کشور واحد است، اما همه ملت‌ها را در خود دارد، از طنجه تا صلالهاو رؤیا می‌بیند که ملت‌های عرب، مرزها را به سوی فلسطین در می‌نوردند، مرزها را می‌شکنند، همان‌طور که جورج عبدالله فریاد می‌زد، مرزها را صاف ‌کنند و سرزمین را بازپس ‌گیرند.

زیاد! خسته‌ای از زنده بودن؟ یا تا سر حد مرگ، منزجر؟ هر دوو دیگر هیچ.

زیاد آکورد موسیقی‌اش را تغییر داده، و ما را تلو‌تلو کنان رها کرده
ما را، نسل او، نسلی که با صدای او، در دل ویرانه‌‌ها بزرگ شد.

ما نسل آوارگان هستیم: متولدین دهه‌های ۷۰ تا ۹۰ میلادی. که ناپایدار تشخیص داده شدیم، زیرا جنگ هیچ‌گاه پایدار نبود. و چه خوب که. ما نمی‌خواهیم درمان شویم از دردی که به ما آگاهی داده است.

ما با دو سرعت زنده بودیم: روز، جنگ، زیاد، در شب. اینگونه سرپا ماندیم.
مردگان در سپیده‌دم، ملودی‌ها در غروب آفتاب
و هیچ‌کس هرگز نپرسید چگونه دوام آوردیم.

دویدن زیر بمباران برای یک نوار کاست از زیاد... آیا این دیوانه‌بازی نیست؟
اما ما، انجامش دادیم.
صدای او را به زندگی‌مان ترجیح دادیم.
این شیوه‌ی ما برای دوست‌داشتن بود: احمقانه. خشن.

تا به حال از گلوله‌ی تک‌تیراندازی در رفته‌ای؟ با یک نوار کاست از زیاد در جیبت؟
ما، بله.
در میان دو رگبار، بی‌خیال، به خانه برمی‌گشتیم.
غریزه، عشق، حماقت ناب.

هرکسی فکر می‌کرد زیاد فقط با او حرف می‌زند. ما مخاطب نبودیم.
ما نسل او بودیم، فرزندان او.

و وقتی خانه‌هایمان توسط دشمن ویران شد، تو نیز جزو آن‌هایی بودی که زیر آوار، اول دنبال نوار زیاد گشتند؟
و وقتی تبعید سراغت آمد، آیا نخستین چیزی که در چمدانت گذاشتی، نوار زیاد نبود
و صدای فیروز؟

بله، ما همین بیمارانیم.
بازماندگان عصری هستیم، از رژیمی، از جنگ‌هایی که در جان و ذهنمان حک شده‌اند.
از کوچک‌ترین صدا می‌پریم.این دیگر بمب نیست، بلکه درهایی هستند که به هم می خورند
و هر آنچه را که خواسته‌ایم فراموش کنیم، بیدارمان می‌کنند.

ما، اهل مقاومت، یک درِ کوبیده ‌شده کافی‌ست تا ویرانه‌های کودکی را زنده کند،
و تمام جنگ، بی‌هشدار، بازگردد.
یک نگاه کافی‌ست تا بلرزیم:
در آن بسیار نهفته، آنچه از آن می گریختیم و آنچه پنهان می کردیم.
ما احساساتمان را با بخشندگی بیمار‌گونه‌ای، بی‌قید و شرط، هدیه می‌دهیم.
ما فرزندان شکاف‌های روانی هستیم، از زخم‌های مارپیچ
 روانی، که امروزه بدان «اختلال» گویند و ما آن را فقط «زندگی» می‌نامیم.

ما مانند احمق‌ها اعتماد می‌کنیم، به سختی بهبودی می‌یابیم،
و با اولین یاد یا اولین ترانه، دوباره فرو می‌ریزیم.

این متن درباره‌ی یک هنرمند نیست.
درباره‌ی پدری‌ست، درمانگری بی‌ردا، که زخم‌هایمان را با نوارها درمان می‌کرد.
تشخیص‌هایش را خشمگینانه با پیانویی می‌نواخت.
ما نسل او هستیم.
آنان که میهن، بانک، دین، احزاب و تبعید، مصلوب‌شان کردند
و در نهایت، نزد زیاد رفتند.

او می‌خندید، قدرتمندان را با کلمات سیلی می‌زد
باز می‌خندید، و ما با او می‌خندیدیم.
این شیوه‌ی مقاومت او بود. و شیوه‌ی ما.

زیاد حق با توست،  در این مشرق، خواب تنها آرامش واقعی شده است.

همه را به سخره می‌گرفتی، و هیچ‌کس از تو متنفر نبود.
به همه می‌خندیدی، و آنان همچون پیامبری نومید به صدایت گوش می‌دادند.

تو تنها کسی بودی که از ما انتخابی نمی‌خواست.
همه‌ی اردوگاه‌ها برایت پوچ، مضحک، قابل تعویض بودند

جز یکی: اردوگاه مقاومت.

مقاومت، انتخاب نیست. واکنش است.
مثل نفس کشیدن زیر آب.
مثل فریاد در سکوت.
مثل شناختن چشمان همسایه‌ات، که همان سربازی‌ست که خانه‌ات را منفجر کرده

آنگاه دیگر فکر نمی‌کنی: مقاومت می‌کنی.

اما زیاد، زیادِ ماچشمانت را باز کن.
دیگر وقت خواب نیست.
آن سرباز آنجاست
روی مبل نشسته، قهوه‌ام را می‌نوشد
و آوازهایت را زمزمه می‌کند

آیا این است نوآوری‌ات، زیاد؟

ما آن را نمی‌خواهیم.

کلام‌‌ات را رها کن، زیاد
ما واژه‌هایی چون گلوله می‌خواهیم.
صدایت باید بر این جهان بکوبد
جهانی که با صدای بمب‌های غزه آرام می‌خوابد.

نه، اشتباه نکن
فکر نکن برایت گریه می‌کنم.
در میان اشک‌ها و اندوهم، ننوشته‌ام که بگریم
بلکه تا لعنت فرستم به سرنوشتی که ما را شکست.

فقط کلماتم را نرم‌تر کردم، تا نترسی، ای شاهزاده‌ی خفته‌مان
کلماتم را نرم کردم، زیاد، تا خوانندگان نترسند.
تا فکر نکنند که می‌گریم.
تا آن را نوحه نپندارند.
تو فقط. شاید کمی زود خوابیده‌ای

آدمی برای کسی نمی گرید که برایمان زبان جنگ را به جان گذارده اند.

 من گریه نمی‌کنم.

می‌نویسم.

این وداع نیست.
این کلمات نسلی زخمی‌ست.
نسل تو، زیاد.
نسل جنگ، گلوله، و اضطرابی که مثل قهوه‌ی تلخ، سر می‌کشیم.

نسل تو، زیادنسلی که پایان اشغال اسرائیل را خواهد دید
بی‌تو.

ما همین نسل‌ایم.
و هرگز نخواهیم بخشید این جهان را،
که تو را تا مرز فرسودگی کشاند

و به خوابی اجباری فرو برد.

 توضیح مترجم

* ژول یوسف جمال، افسر ارتدوکس مسیحی اهل سوریه و یکی از چهره‌های افسانه‌ای ناسیونالیسم عرب است که گفته می‌شود در جریان «عملیات سوئز» در سال ۱۹۵۶ علیه یک ناو جنگی فرانسوی حمله‌ای انتحاری انجام داده است.